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EL PROBLEMA DEL INDIO

José Carlos Mariátegui, uno de los más brillantes intelectuales de su época, y por qué
no decirlo, el científico social que, a su pesar, sus resultados de investigación se han
convertido en dogmas, estuvo muy cerca de comprender la raíz del problema del indio.
En el tiempo de la colonia, cuando conquistaron nuestras tierras los españoles, y a
nuestra raza indígena la tomaron como una clase de servidumbre: les hicieron pasar
hambre y los explotaron los españoles y luego los terratenientes y gamonales. Hoy en
día, se sigue viendo todos estos factores, por el cual, en el Perú hay tanta pobreza y
desigualdades sociales. A continuación presentare un texto sobre el ensayo “El
problema del Indio” de José Carlos Mariátegui, publicado en los 7 ensayos de
interpretación de la realidad peruana.
El indio constituye la célula elemental de la Patria. Devolverle su autoridad y
posibilidades,
Mariátegui concibe el problema del indio no como un asunto racial, administrativo,
jurídico, educativo o eclesiástico, sino como un problema sustancialmente económico
cuyo origen está en el injusto régimen de propiedad de la tierra, en el gamonalismo.
Mientras subsista esta forma de propiedad todo intento por solucionar el problema del
indio quedará disuelto en la estéril denuncia lírica o en la prédica oportunista e
inconsciente. Terminar con el gamonalismo, con la feudalidad, significa devolver más
que tierras; significará para la raza desposeída su rendición histórica, la recuperación
de su esencialidad moral y su auténtica integración a la vida nacional. “La solución del
problema del indio tiene que ser una solución social" Sus realizadores deben ser los
propios indios.
Por otro lado, El "gamonalismo" invalida inevitablemente toda ley de protección a los
indígenas. El hacendado, el latifundista, es un señor feudal. Contra su autoridad,
sufragada por el ambiente y el hábito, es impotente la ley escrita. El trabajo gratuito está
prohibido por la ley y, sin embargo, el trabajo gratuito, y aun el trabajo forzado,
sobreviven en el latifundio. El juez, el subprefecto, el comisario, el maestro, el
recaudador, están enfeudados a la gran propiedad. La ley no puede prevalecer contra
los gamonales. El funcionario que se obstinase en imponerla, sería abandonado y
sacrificado por el poder central, cerca del cual son siempre omnipotentes
Según la crítica socialista, esta situación está vinculada con la economía del país y no
en su mecanismo administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su dualidad o pluralidad
de razas, ni en sus condiciones culturales y morales. La cuestión indígena parte de
nuestra economía. Tiene sus raíces en el régimen de propiedad de la tierra. Cualquier
intento de resolverla con medidas de administración o policía, con métodos de
enseñanza o con obras de vialidad, constituye un trabajo superficial o adjetivo, mientras
subsista la feudalidad de los "gamonales" cuyos intereses son netamente de poder
social y económico.
Con el transcurso del tiempo, con la Independencia, vino la República, la promesa del
reparto de tierras, la abolición del trabajo gratuito. Los indígenas se unieron a esta lucha
con la esperanza de lograr mejoras con respecto a su situación, pero solo fue a medias.
La aristocracia latifundista de la Colonia conservó sus derechos feudales bajo otros
nombres. Posteriormente, el socialismo y nuevas tendencias y movimientos políticos y
sociales revaloraron paulatinamente los derechos del indio y los gobiernos se vieron
obligados a aceptar sus puntos de vista y su participación en el Estado.
Según Manuel González Prada, “La esencia del problema indígena no era racial no
pedagógica, sino económica y social”. Lo que el autor quiere manifestar es que no
dependía de la raza, sino que mientras el indio sea un siervo, siempre se mantendrá
en la pobreza en un nivel social bajo, lo que manda es la superioridad, la gente a
dinerada y con poder económico de alta sociedad, en cuanto el indio siga siempre en la
servidumbre siempre será tratado de la mejor manera.
En conclusión, la naturaleza de la condición del indio ha evolucionado, aunque el nivel
de pobreza y marginalidad todavía existe en los lugares más apartados del país. Si bien
es cierto el gamonalismo no se da como antes, existe otras formas de poder
y modalidades de explotación, además de los problemas sociales: desigualdad,
discriminación, racismo e injusticia. Seamos más solidarios con quienes más necesitan
del apoyo de la sociedad, de la educación y del Estado.
José Carlos Mariátegui estuvo a un paso de señalar que la pobreza del indio, como el
de la actual mayoría de la población peruana, radica en la repartición individualista; y
cuya alternativa de solución exige la instalación de la repartición igualitaria, como el
segundo elemento de la actividad socio-económica. Imprecisión que le conduce a
proponer “la tesis de que la política liberal del laissez faire, que tan pobres frutos ha
dado en el Perú, debe ser definitivamente reemplazada por una política social de
nacionalización de las grandes fuentes de riqueza.

Con esta propuesta, el de “la nacionalización de las grandes fuentes de riqueza”, por un
lado, se está dejando intacto el origen de la pobreza, la repartición individualista que se
manifiesta a través de la propiedad individual y, por otro, se desestima a la repartición
igualitaria que se manifiesta a través de la propiedad colectiva, como solución a la
pobreza de las mayorías nacionales.
EL PROBLEMA DE LA TIERRA

Retomando lo que vimos y tratamos en la entrada anterior es que podemos comprender


el párrafo con el que se abre este ensayo:
Quienes desde puntos de vista socialistas estudiamos y definimos el problema del indio,
empezamos por declarar absolutamente superados los puntos de vista humanitarios o
filantrópicos, en que, como una prolongación de la apostólica batalla del padre de Las
Casas, se apoyaba la antigua campaña pro-indígena. Nuestro primer esfuerzo tiende a
establecer su carácter de problema fundamentalmente económico (41, el subrayado es
mío para enfatizar que no dice “únicamente”).
El derecho básico que Mariátegui quiere reivindicar para los indios es el derecho a la
tierra, derecho que hace de condición de posibilidad de los derechos que
tradicionalmente se buscan y reclaman: “educación”, “cultura”, “progreso”, “amor”,
“cielo”, etc. Mariátegui dice que por eso se le puede considerar materialista, ya que la
demanda fundamental es económica y tiene una base real. Sin embargo, considera que
ello no implica que él no pueda reconocer y admirar la labor que de Las Casas habría
realizado. Ello es interesante porque evidencia un respeto por lo que puede hacer la
religión y el clero. Y es que, si bien es insuficiente, no por ello debe ser desestimado a
priori y ser considerado superficialmente algo irrelevante.
El problema de la tierra es, a grandes rasgos, el problema de lo que Mariátegui considera
la feudalidad en el Perú. Maríategui considera que su abolición debió darse a través de
la clase burguesa. Sin embargo, nuestra independencia no habría generado todavía
dicha clase. Lo que tendríamos sería una feudalidad “camuflada” o “disfrazada” de
burguesía republicana.

La supervivencia de un régimen de latifundistas produjo, en la práctica, el mantenimiento


de latifundio. Sabido es que la desamortización atacó más bien a la comunidad. Y el
hecho es que durante un siglo de república, la gran propiedad agraria se ha reforzado y
engrandecido a despecho del liberalismo teórico de nuestra Constitución y de las
necesidades prácticas del desarrollo de nuestra economía capitalista (41).

Una primer solución sería privatizar la tierra e individualizarla, de acuerdo a principios


liberales elementales, solución que iría en armonía con lo que la estructura formal de la
república pretende: democracia liberal con economía capitalista. Mariátegui considera
que el tiempo para esos cambios en la economía y en la sociedad peruana han pasado:
Congruentemente con mi posición ideológica, yo pienso que la hora de ensayar en el
Perú el método liberal, la fórmula individualista, ha pasado ya. Dejando aparte las
razones doctrinales, considero fundamentalmente ese factor incontestable y concreto
que dá un carácter peculiar a nuestro problema agrario: la spervivencia de la comunidad
y de elementos de socialismo práctico en la agricultura y la vida indígena (42, el
subrayado es mío).
La revolución en la economía agraria busca pues, acabar con los elementos feudales
que para Mariátegui se expresan en el gamonalismo, el latifundio y la servidumbre. Es
la subsistencia de la feudalidad que la impide desarrollar el capitalismo. Sus expresiones
culturales (los ejemplos que pone Mariátegui son: “inquisición”, “feudalidad” “espíritu
reaccionario”, “método jesuítico”, “casuísmo escolástico”) ya han sido erradicadas, pero
el fundamento económico no.
La siguiente cita expresa la visión marxista de Mariátegui para comprender las
relaciones entre lo que, en terminología marxista tradicional, se conoce como “base” y
superestructura:

El régimen de propiedad de la tierra determina el régimen político y administrativo de


toda nación. El problema agrario, – que la República no ha podido hasta ahora resolver
-, domina todos los problemas de la nuestra. Sobre una economía semifeudal no pueden
prosperar ni funcionar instituciones democráticas y liberales (44, el subrayado es mío).
Mariátegui piensa pues, que las instituciones de la democracia liberal no bastan para
consolidar una verdadera sociedad democrática efectiva. Y es que las reglas, que
formalmente son “vigentes” y “efectivas”, no corresponderían a las relaciones sociales
que efectivamente estructuran a la sociedad. Dichas relaciones tienen como
fundamento y marco a la semifeudalidad. Sin romper con ella no se podrán hacer
instituciones democrático-liberales efectivas, de acuerdo a Mariátegui.

Luego de esto viene la otra vía argumentativa: lo propio del pueblo indígena es la tierra.
Desde los incas (y antes) la tierra ha ocupado un lugar central en la constitución de la
vida económico. El pueblo indígena como un pueblo agrario. Propiedad comunitaria y
vínculos con lo religioso y cósmico (influencia de Luis E. Valcárcel) son la cuasi esencia
de la raza indígena, según Mariátegui, antes del contacto del nuevo mundo con el viejo
mundo occidental. La comunidad agraria indígena, también concebida en sus orígenes
como “comunismo inkaico”, es pensada como una especie de “comunismo agrario” (el
término es usado por Mariátegui). La propiedad colectiva y la cooperación común para
trabajar serían los principales rasgos distintintivos que podríamos resaltar, en base a las
fuentes del propio Mariátegui (como César Ugarte), para ver en qué se sustenta dicha
terminología.

Esta manera de producir, habría sido destruida por la colonización española. Lo que
Mariátegui reprocha a la colonización española no es la mera destrucción, sino una
destrucción que en su lugar no puso algo mejor. En materia económico-productiva, la
conquista sería vista (desde la óptica marxista de Mariátegui) como algo bastante
inferior.
El régimen colonial desorganizó y aniquiló la economía agraria inkaika, sin reemplazarla
por una economía de mayores rendimientos.

El argumento central en el que centra su atención Mariátegui es el demográfico. La


eliminación de una comunidad de diez millines y diezmarla (lo que autores como Flores
Galindo considerarán como posible llamarlo “etnocidio”) es algo que para evidencia y
constata de manera evidente la inferioridad de la estructura productiva, social y política
de la conquista española. Para terminar, es interesante que Mariátegui no considere con
criterios morales esta inferioridad, sino que para emitir su juicio recurre a criterios de
eficiencia y eficacia productivo-material:

Este hecho <la caída demográfica> condena al coloniaje y no desde los puntos de vista
abstractos o teóricos o morales – o como quiera calificárseles – de la justicia, sino desde
los puntos de vista prácticos, concretos y materiales de la utilidad.

El coloniaje, impotente para organizar en el Perú al menos una economía feudal, injertó
en ésta elementos de economía esclavista (46, el subrayado es mío).
CUADRO COMPARATIVO

Cuadro José Carlos Mariátegui (Siete ensayos Víctor Andrés Belaunde (La
Comparativo de la interpretación de la realidad Realidad Nacional. Lima)
peruana)
 Mariátegui lo ve como un  Belaunde plantea atacar al
problema económico, el cual su feudalismo y que la solución es
El problema del origen era principalmente el poco la pequeña propiedad para los
Indio justo sistema de propiedad de la indígenas y la modernización
tierra, el cual estaba a cargo del de estas. La cual traería
gamonalismo, ya que este defensa y vitalización.
rechazaba toda ley de protección  En 1914 propuso la supresión
contra el indígena. de la base provincial de
 Es decir, para Mariátegui “la sufragio. En su remplazo
cuestión indígena arranca de propuso el escrutinio
nuestra economía. Tiene sus departamental yendo contra el
raíces en el régimen de propiedad ‘feudalismo’ y el gamonalismo.
de la tierra.” Y algo más, el Durante 1915 señaló que la
Amauta precisa que “el factor problemática social del Perú
central del fenómeno es la era la situación del indígena.
hegemonía de la gran propiedad  Belaunde prosigue su crítica
semifeudal en la política y el ahora con el civilismo de 1886.
mecanismo del Estado. Por Durante este periodo de
consiguiente. es sobre este factor gobierno no se consiguió la
sobre el que se debe actuar eliminación de la contribución
personal (para él el remplazo
del tributo colonial) y por
mantener el impuesto sobre el
alcohol
 La política por la cual se regía el  Belaunde plantea que la
colonialismo trajo problemas de solución al problema de la tierra
El problema de despoblación y esclavismo, con no es el fraccionamiento de
la Tierra esto hubo haciendas las cuales se esta en propiedades
expandieron y afectaron las tierras individuales sino a un sistema
de la comunidad indígena, esto cooperativo. Así como la
fue como un feudalismo. expropiación del gamonalismo
 Pero resulta que “la gran improductivo y retrasado.
propiedad” de la tierra no es un  La postura de Víctor Andrés
asunto económico, en el sentido Belaunde sobre el problema de
de producir bienes económicos. la tierra se condensa en una
La “propiedad” es una noción del pregunta: ¿Será suficiente
campo del Derecho y no de la entregar al peonaje el latifundio
Economía. Mientras que la tierra serrano y al obrero los fundos
cultivable es un elemento de la industrializados de la costa
Economía, de la actividad de para que por falta de técnicos y
producción de bienes; la de capital se pare la producción
propiedad de la tierra cultivable es y reine el hambre? Dentro de
un asunto de decisión socio- su pensamiento el indio no era
económica, en el sentido de a parte de la nacionalidad sino la
quién pertenece el resultado de la misma nacionalidad.
actividad económica.

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