Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
ARGELIA BRAVO
INTRODUCCION
2
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
3
desatención e inactividad. Desde entonces hasta la actualidad se han empleado más
de 50 denominaciones diagnósticas diferentes, como impulsividad orgánica, niños
inestables, síndrome de lesión cerebral mínima, disfunción cerebral mínima,
síndrome de hiperexcitabilidad, trastorno por déficit de atención con/sin
hiperactividad, entre otros, hasta llegar al actual de TDAH.
Entre los problemas asociados a esta patología se puede mencionar: trastornos
de aprendizaje, el trastorno oposicional desafiante, trastornos de conducta, ansiedad,
depresión, desorden afectivo bipolar, entre otros. El TDAH se manifiesta temprano en
la vida del niño, no remite en forma espontánea y se hace más evidente con el
aumento de la exigencia académica y social. La proporción de niños afectados varía
desde 2,1% hasta 9.1% respecto a niñas, según la Asociación Americana de
Psiquiatría existe una relación inversa de 1.52 %hasta 3,5%.
De acuerdo a Quintero (2009), el TADH
“Es un trastorno de la conducta con una base
neurobiológica que se caracteriza por un desarrollo
inapropiado en diferentes grados de inatención e
impulsividad y en algunas ocasiones de
hiperactividad. Es un trastorno crónico que interfiere
con la capacidad de la persona para regular su nivel de
actividad, tener un adecuado control motor y atender a
las tareas de forma apropiada”.
Es decir, los niños que padecen este síndrome suelen tener un rendimiento
escolar inferior al que les correspondería por su capacidad intelectual, el 30%
repite por lo menos un grado escolar, y suelen tener dificultades para cumplir con
las pautas y responder a los límites que se les pone en casa y en la escuela. Por
esta razón, reciben más retos y castigos, y requieren mayor supervisión de sus
padres para poder cumplir con sus obligaciones.
Por otra parte, su tendencia a actuar antes de pensar (impulsivid ad), así como
sus problemas de atención, contribuye a que sean más propensos a sufrir
accidentes que los que no tienen el síndrome. Es frecuente que desarrollen
problemas de conducta que complican su manejo tanto para sus maestros como
para sus padres, así como también trastornos depresivos y de ansiedad.
4
Casas (2009), expresa que la prevalencia de un trastorno hace referencia a
la frecuencia de presentación de este en la población general. El TDAH es uno de los
trastornos psiquiátricos infantiles más frecuentes, situándose por encima de otros,
como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Así mismo, Rodríguez (2013), dice que pese a la alta prevalencia del TDAH, la
población se encuentra ante una realidad social de desconocimiento sobre el
trastorno. En un estudio realizado en España con el objetivo de conocer el grado de
conocimiento sobre el TDAH de la población general, solamente un 4% de los
encuestados reconocían el término TDAH y un 33% consideraba que el TDAH se
debía a un entorno familiar o escolar desorganizado.
La falta de formación, información y atención sobre el TDAH tiene
consecuencias negativas directas sobre los pacientes, sus familiares, amigos y otras
personas de su entorno, que sufren el estigma, la insensibilidad y la falta de
consideración hacia el trastorno.
McKee, y otros (2004), consideran que hay dos tipos de estilos parentales
negativos que se relacionan con actuales y futuros problemas de conducta en los
niños y niñas: el estilo parental permisivo y el autoritario. Precisamente, los padres y
madres de niños y niñas con TDAH, al experimentar mayor estrés, utilizan más
órdenes y pautas, muestran más desaprobación, más castigos físicos, manejan menos
efectivamente el comportamiento de sus hijos e hijas, y exhiben más
comportamientos negativos que en los casos de niños o niñas sin TDAH.
De la misma manera, Rinaldi y Howe (2011), consideran que los estilos
permisivos y autoritarios están asociados con la presencia de conductas negativas en
los hijos e hijas, como son los problemas internalizantes, externalizantes y
atencionales. En concordancia con la literatura, se ha encontrado que el estilo
permisivo en madres y el estilo autoritario en padres predicen problemas de conducta
externalizantes en niños y niñas, posiblemente porque ambos estilos son inefectivos
debido a la dominancia, ya sea del afecto o el control en cada dimensión. Otros
estudios evidencian que la disciplina agresiva es el mejor predictor paterno de la
hiperactividad, incluso cuando se controlan los problemas de conducta.
5
Roselló (2003), comparó una serie de medidas de funcionamiento familiar y de
estilos de paternidad en niños y niñas con y sin hiperactividad, encontrando una
relación significativa entre hiperactividad y estrategias parentales de crianza pobres,
utilización de métodos de disciplina agresiva y poco proactiva, sentimientos
negativos de los padres y madres hacia sus hijas e hijos, y control inductivo y
refuerzos positivos escasos.
Grau-Sevilla (2007), indica que los niños y niñas con el trastorno, que parten de
una dificultad previa de autorregulación, necesitan una disciplina proactiva que les
proporcione oportunidades de modelado de las conductas adecuadas y de evitación de
comportamientos inadecuados, que les ayuden a autorregularse. El establecimiento de
límites firmes y el uso de estrategias adecuadas les ayudan en el proceso de
adquisición del autocontrol.
Rinaldi y Howe (2011), dicen que en Colombia se han realizado estudios de
prevalencia, especialmente en Antioquia, que han permitido establecer una
prevalencia global en la población antioqueña del 15% y un 17%. En esa población
colombiana, los subtipos predominantes son el tipo combinado y el hiperactivo. En
el resto del país no se han realizado investigaciones que permitan comparar y
contrastar las cifras de la región estudiada con otras zonas.
Así mismo en Argentina, tanto la falta de recursos económicos, como el
predominio de corrientes teóricas poco afectas a las investigaciones cuantitativas,
dan por resultado una casi total ausencia de datos epidemiológicos en torno a los
trastornos mentales. En este contexto, conocer la prevalencia de un trastorno que ha
sido justamente catalogado como el más común de los trastornos psiquiátricos de
inicio en la infancia resultaba esencial, sobre todo a la luz de la multiplicidad de
instituciones (médicas, educativas, de esparcimiento, entre otros.) que deben día a
día trabajar con niños que padecen de TDAH.
Las cifras más ampliamente difundidas, provenientes de países anglosajones
indican que la prevalencia del TDAH oscila entre un 5% y un 7% sin embargo otros
estudios han encontrado números más altos que llegan al 15%. Al buscar estudios en
países latinoamericanos se encuentra con resultados cuya amplitud es difícil de
6
comprender, partiendo desde el 5,1% hasta el 22%. Aunque las diferencias pueden
obedecer a un sin fin de razones, las características biogenéticas del trastorno son un
fuerte argumento en favor de la hipótesis de que gran parte de las discrepancias son
atribuibles a al uso de metodologías variadas.
En Venezuela, según Gicherman (2005), psicopedagoga y directora de la Unidad
Psicopedagógica Integral Doris Gicherman, ubicada en Caracas, el TDAH: Afecta en
Venezuela entre un 3 y 6% de los niños en edad escolar, y los síntomas por los que
puede diagnosticarse, implican dos bloques básicos: el déficit de atención como tal y
la presencia de una conducta hiperactiva e impulsiva.
Mediante estos síntomas se podrá determinar si el niño sufre de un TDAH con
predominio de déficit de atención, de un TDAH con predominio de hiperactividad o
una combinación de ambos tipos. En función de lo anterior, tanto padre como
docentes deben ser acuciosos cuando observan a niños y/o niñas, que en forma
reiterada prestan poca atención a los detalles, se resisten a actividades tranquilas,
expresan dificultades para guardar turnos en filas o dar saltos inesperados en
situaciones inapropiadas, entre otros indicadores, por lo tanto, corresponde al
educador, dinamizar las posibilidades de éxito escolar de estudiantes a través de
intervenciones conscientemente dirigidas a esos fines.
De tal manera, que la identificación del TDAH, es el resultado de un proceso
sistemático de observación realizado por el docente, quien debe apoyarse en un
especialista del área de medicina para el diagnóstico definitivo, y una vez
determinada su presencia, establecer la línea de atención más apropiada para cada
caso.
A través de los diversos cambios a lo largo de los años se han ido perfilando las
dimensiones involucradas en el TDAH; en un comienzo se pensó que la dimensión
principal era el exceso de actividad motora, luego se le restó importancia a la
hiperactividad y se la consideró como un factor que acompañaba un déficit sustancial
en la capacidad para prestar atención. Finalmente, se considera que el TDAH posee
dos dimensiones subyacentes: falta de atención e hiperactividad/impulsividad, las
cuales se han comprobado a través de estudios de análisis factorial como entidades
7
válidas.
Los síntomas del TDAH, tienen un gran impacto en el desarrollo del individuo e
interfieren en su funcionamiento social, emocional y cognitivo, y causan una
importante morbilidad y disfuncionalidad no sólo en el niño, sino también en el grupo
de compañeros y en su familia. Los efectos secundarios del TDAH pueden ser
extremadamente perjudiciales.
Los niños con TDAH están expuestos frecuentemente a años de respuestas
negativas por su comportamiento y sufren una desventaja social y educativa. Esta
dificultad, en la mayoría de los casos, es persistente, se mantiene más o menos estable
a lo largo de la edad infantil y en un porcentaje no despreciable en la etapa adulta. Sin
embargo, los síntomas del TDAH son comunes a la población general y se
representan como un continuo (en el cual los límites de la normalidad se establecen
de una forma relativamente arbitraria, a partir, por ejemplo, de una desviación
estándar y media o dos con respecto a la media), de modo que se puede decir que se
trata de los extremos de un comportamiento normal.
Por tanto, no es la presencia del síntoma en sí (inatención, hiperactividad,
impulsividad) lo que determina la disfuncionalidad, sino la intensidad y la frecuencia
con la que se da con respecto a la edad de desarrollo del niño y a su contexto, y sobre
todo por la repercusión que tiene en el funcionamiento diario del individuo. A esto
hay que añadir que existen muchos otros trastornos o enfermedades, tanto médicas
como psíquicas o del comportamiento, que se pueden presentar con los síntomas del
TDAH.
Es normal que muchos niños tengan altos niveles de actividad y les cueste
prestar atención durante períodos prolongados, pero quienes padecen TDAH,
presentan una hiperactividad y falta de atención excesivas que interfieren con el
comportamiento cotidiano. Algunos niños que sufren TDAH sólo tienen problemas
de atención; otros sólo tienen problemas de hiperactividad e impulsividad; otros
niños tienen ambos problemas.
Con el tiempo, los niños que padecen TDAH tienden a ser menos hiperactivos e
impulsivos, pero, con frecuencia, siguen teniendo problemas de falta de atención,
8
distracción y organización. El TDAH puede interferir con el rendimiento del niño en
la escuela y la capacidad de desarrollar y mantener relaciones sociales. El TDAH
puede aumentar el riesgo de que un niño deje la escuela o tenga problemas de
disciplina. Padecer TDAH también aumenta el riesgo de tener problemas de
conducir, fumar cigarrillos y abusar de drogas.
Las escuelas pueden trabajar junto a la familia y los médicos para ayudar a los
niños que padecen TDAH. Una comunicación fluida entre los padres y el personal
de la escuela puede ser muy importante para que el niño obtenga buenos resultados
en la escuela. Por lo general, los maestros son los primeros que observan
comportamientos relacionados con el TDAH y pueden brindar a los padres, tutores y
médicos información que puede ser útil para el diagnóstico y tratamiento.
Además, los maestros y los padres pueden trabajar juntos para resolver
problemas y planificar maneras de apoyar el aprendizaje del niño en el hogar y en la
escuela. Por ejemplo, los maestros suelen utilizar estrategias de enseñanza y de
conducta específicas en el salón de clases para ayudar a los estudiantes que padecen
TDAH.
Es obligatorio que las escuelas públicas evalúen a los estudiantes y otorguen
educación pública gratuita y apropiada a todos los estudiantes discapacitados.
Además, las familias pueden solicitar que su hijo sea evaluado para ayudar a decidir
si cumple con los requisitos para recibir servicios educativos. Sin embargo, los
padres y tutores deben dar su permiso por escrito antes de que la escuela pueda
brindar la evaluación o los servicios a un niño. Las evaluaciones y los servicios son
confidenciales y se y se otorgan a través del sistema de escuelas públicas sin costo
alguno para la familia.
La crianza de un niño que es excesivamente inquieto, con falta de atención e
impulsivo ofrece numerosos retos y los padres de niños con TDAH usualmente
reportan altos niveles de frustración en sus intentos de manejar y controlar su
conducta, siendo la gravedad de las dificultades de los niños un factor importante de
la situación estresante. La disfuncionalidad familiar es mayor para los padres de
niños con TDAH que para los padres de otros niños y está consistentemente asociada
9
con las alteraciones conductuales, con la gravedad del TDAH y con la persistencia de
los síntomas del TDAH en los niños.
Cabe resaltar entre diversos casos, la Unidad Educativa “Josefa Camejo”,
ubicada en Santa Ana de Coro, Municipio Miranda, estado Falcón, donde se han
observado problemas de rendimiento escolar en los niños de primer grado. En ese
sentido, las docentes, ha presentado la información de situaciones de niños y niñas
que hablan en exceso, actúan como si estuvieran impulsados por un motor,
interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros, tienen dificultades para
terminar las tareas, parecen no escuchar cuando se les habla y tienen poco orden en el
desarrollo de actividades, entre otras formas de comportamiento en el aula.
Esta situación ha causado problemas, entre los padres y docentes debido a las
quejas sobre el comportamiento de estos en sus actividades escolares y de
socialización con otros niños que en ocasiones han agredido tanto a sus compañeros
como a los maestros, originado esto, la inquietud de realizar esta investigación para
conocer la incidencia de este trastorno en la Institución.
Debido a la alta prevalencia del TDAH en niños, la naturaleza crónica de este
trastorno, el deterioro grave en el funcionamiento de los niños y el grado en el cual el
trastorno está caracterizado por interacciones negativas entre padres maestros y niños
es importante examinar la relación entre el ambiente familiar y esta condición clínica
así como el ambiente socio-económico-geográfico de los niños.
10
1.3.- Objetivos de la Investigación
11
proporcionar cuidado ideal, para que esto sea transmitido a sus padres para una mejor
evolución y curación de este problema.
Desde el punto de vista metodológico, la presente investigación busca alcanzar
todos y cada uno de los objetivos propuestos, y a su vez que este esfuerzo podría ser
útil a otras investigaciones que se interesen por temas con similitud al tratado.
Desde el punto de vista social, el ser humano, en su necesidad de crear, de
existir, de comunicarse y relacionarse, crea en su mundo interno diversas
manifestaciones de expresión y logra exteriorizarlas mediante el cuerpo. Es por ello
que esta investigación proporcionara datos actualizados sobre el problema por déficit
de atención e hiperactividad en la Unidad Educativa “Josefa Camejo”, lo cual ayudará
a tener cifras exacta de este problema que cada día afecta a los niños, logrando con
esto que la institución se aboque a la ayuda de estos, en su desempeño académico,
conjuntadamente con los padres, maestros y la ayuda médica, con el fin de que los
niños, mejoren su rendimiento estudiantil y su vida social.
Además se intenta motivar la permanencia y valoración de la participación
hacia la obtención del conocimiento, reforzado con el afianzamiento activo de
habilidades específicas que capacitarán al estudiante para el desarrollo de tareas,
oficios o eventos concretos sustanciales para su inclusión en la vida productiva del
grupo social al que pertenecen.
Dicha investigación beneficiará principalmente a los niños de primer grado,
dado que se podrá conocer su condición para así poder ayudarlos a que desarrollen
sus habilidades y destrezas lo que les permitirá integrarse fácilmente en su vida
social.
La investigación se considera importante debido a que es información útil para
la comunidad estudiantil, para los padres y representantes, para el personal docente
administrativo y obrero de la institución, y ésta se beneficiará con los resultados y las
propuestas para las mejoras que se podrán realizar con respecto a la atención y
tratamiento de los niños con trastornos por déficit de atención e hiperactividad.
12
1.5.- Delimitación de la Investigación
13
1.7.- Alcances de la Investigación
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Fuente Electrónica
14
MCKEE, HARVEY y Otros, (2004). La Relación entre los Estilos de
Afrontamiento de los Padres y de las Interacciones entre Padres e Hijos, Antes y
Después del Tratamiento para los Niños con TDAH y la Conducta de
Oposición. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes. Disponible en:
http://www.revistapcna.com/
15