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Nombre: Darwin Landazuri Fecha: 14/05/2019

Curso: 2do “B” Materia: Preparación física en el fútbol

SISTEMA ÓSEO
¿Qué es el sistema óseo?

Se denomina sistema óseo a la compleja y completa estructura compuesta por los 206
huesos del esqueleto humano, así como los cartílagos, ligamentos y tendones que les
permiten conectarse adecuadamente a la musculatura o a otros huesos.

El sistema óseo, junto al muscular y al articular, constituye el aparato locomotor del


cuerpo humano, es decir, el que le permite el movimiento preciso y coordinado.

El sistema óseo está conformado entonces por:

Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y otros metales, son las partes
más duras y resistentes del cuerpo humano y de los animales vertebrados. En su interior,
además, se halla la médula que cumple con funciones hematopoyéticas (se crean los
glóbulos rojos sanguíneos).

Cartílagos. Los cartílagos se encuentran en los extremos de los huesos, protegiéndolos


al servirles de amortiguación, para que uno no choque con otro, evitando así el desgaste.
Se trata de estructuras flexibles y gruesas, compuestas principalmente de colágeno.

Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que unen los huesos
entre sí en los puntos de rotación que son las articulaciones. Así, es vital para el
movimiento, pero también para evitar que los huesos se salgan de su lugar o se muevan
antinaturalmente.

Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos y elásticos, que
unen la musculatura a las piezas rígidas de los huesos, permitiendo que la fuerza de las
células musculares se transmita a los huesos y posibilitando así el movimiento voluntario.
Funciones del sistema óseo

El sistema óseo cumple con las siguientes funciones:

Estructura. Los huesos del esqueleto le dan al cuerpo humano su forma definida y
determinan su postura. Brindan rigidez y sostén a los tejidos blandos, manteniendo todo
en su respectivo lugar.

Protección. Al ser piezas duras y poco flexibles, los huesos sirven como escudo interno,
como protección contra las fuerzas provenientes de afuera del cuerpo, aislando y
defendiendo los órganos vitales.

Movimiento. Junto a la musculatura, los huesos brindan al organismo la posibilidad de


movimiento coordinado voluntario, pudiendo así desplazarse, utilizar herramientas, etc.

Hematopoyesis. En la médula ósea se generan distintos tipos de células sanguíneas, e


incluso sustancias regulatorias.

Almacenamiento. En los huesos se guardan diversos minerales como el calcio y el


fósforo, no sólo para proveerles de dureza, sino para emplearlos luego como insumo en
la contracción muscular y otros procesos orgánicos, siendo así un almacén de recursos de
último minuto. Por otro lado, los huesos permiten el almacenamiento también de ciertos
tipos de lípidos, en la médula amarilla de su interior.

Enfermedades del sistema óseo

Las enfermedades más conocidas que aquejan al sistema óseo son las siguientes:

Cáncer. Producido en la médula ósea por la multiplicación anormal de ciertas células


(mieloma) o a veces entre las células endurecidas de su parte más rígida (sarcoma).
Conduce al debilitamiento de la estructura y a dolorosos entumecimientos locales.

Osteoporosis. Se trata de una pérdida crónica del calcio que endurece los huesos, muy
asociada a la edad y a otros procesos propios del cuerpo humano, ocasionan el
adelgazamiento de los huesos y el incremento de su fragilidad, lo cual requiere de un
tratamiento combinado con suplementos de calcio y ejercicio físico.
Enfermedad de Paget. Se trata de una dolencia congénita que ocasiona el mal
funcionamiento de las células que dan origen al hueso, lo cual conduce al engrosamiento
y ensanchamiento anormal de la estructura del esqueleto.

Raquitismo. Debido a una deficiencia en la ingesta de vitamina D o algún problema


endógeno que impide su absorción, los pacientes con esta enfermedad presentan un
debilitamiento progresivo de los huesos, que los torna dolorosamente frágiles.

SISTEMA MUSCULAR

El Sistema Muscular está compuesto por más de 600 músculos y más de 1200 tendones
(2 por cada mayoría de músculos, exceptuando algunos que tienen de 4 a 5).

Es el encargado de realizar todos y cada uno de los movimientos del cuerpo humano,
tanto los que son de forma voluntaria como los involuntarios.

Además también protegen el esqueleto y los órganos, facilitan el desarrollo de sus


funciones como la cardiovascular o la digestiva, además de permitir la movilidad de las
vísceras.

Los músculos del cuerpo humano constituyen el 40% de su peso aproximadamente,


aunque ese porcentaje variará según la actividad física y la dieta de cada individuo
porque influyen directamente en la cantidad de masa muscular.

El Sistema Muscular está estrechamente ligado al Sistema Nervioso, no sólo para


conseguir movernos o desplazarnos de forma voluntaria, sino para proteger el
organismo aumentando la temperatura de éste produciendo calor. Razón por la que
tiritamos cuando tenemos frió por ejemplo, el Sistema Nervioso indica que la
temperatura corporal está bajando y los músculo comienzan a contraerse para generar
energía calórica.

Igualmente, los sistemas muscular y nervioso junto con el Sistema Óseo y Articular,
componen el Sistema Motor.

La neurona del cerebro transmiten información a través de los nervios (Sistema


Nervioso) hasta la neurona motora que reside en la médula espinal (Sistema Óseo), y
ésta envía la señal a las fibras de los músculos (Sistema Muscular) para que se
contraigan o relajen, dando como resultado el movimiento de las articulaciones (Sistema
Articular).

El sistema muscular es el aparato que realiza todos los movimientos del cuerpo
humano, ya sean como voluntaria como involuntariamente.

¿Qué son los músculos?

Los músculos son un tejido formado por fibras ciliń dricas o células musculares, que a su
vez se componen de filamentos delgados o gruesos.

Esas fibras están colocadas unas al lado de otras y unidas por tejido conectivo, que a cada
extremo del músculo se hace más notorio y forma los tendones que unen el músculo al
hueso, el tendón que une el músculo al hueso fijo se llama tendón de origen, y el que une
el músculo al hueso móvil de la articulación, toma el nombre de tendón de inserción.

Los tendones de los músculos son los que tienen la fuerza de contracción del hueso,
tirando de el para crear movimiento, y proporciona estabilidad a las articulaciones o la
unión de los huesos.

Aunque no todos los músculos están unidos por tendones, algunos lo están por otros
músculos, e incluso por la piel, como es el caso de los músculos faciales.

Función y funcionamiento de los músculos

El funcionamiento de los músculos se da por contracción o relajación de sus fibras


musculares, si estas fibras se contraen el músculo se acorta y cuando se relajan, el músculo
se alarga produciendo movimiento.

Ese movimiento se consigue de dos formas, de forma voluntaria por indicaciones de las
neuronas motoras o de forma involuntaria, que lleva al funcionamiento de diferentes
órganos e incluso los reflejos del cuerpo humano, que son respuestas automáticas e
involuntarias ante estímulos específicos.

Los músculos necesitan actividad para mantener sus fibras saludables, si no existe
actividad alguna se da la hipertrofia, se atrofian y pierden masa muscular.

Por el contrario, cuando los músculos se exponen a un sobre-esfuerzo se hipertrofian,


crecen las células musculares y por tanto, las fibras musculares aumentan de tamaño.
Como hemos explicado antes, la actividad motriz de los músculos hace posible el
funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos y linfáticos, los pulmones y bronquios,
el estómago y los intestinos, la vejiga y el útero.

Su sistema también es responsable de la estabilidad del cuerpo porque controla el


equilibrio en todas las actividades que se quieran llevar a cabo, igualmente es clave para
expresar nuestras emociones a través de la gesticulación de los músculos faciales.

SISTEMA NERVIOSO

Qué es Sistema nervioso:

El sistema nervioso es el encargado de dirigir, supervisar y controlar todas las funciones


y actividades de nuestros órganos y nuestro organismo en general.

Función del sistema nervioso

El sistema nervioso tiene la función de relación, ya que, como la palabra indica, relaciona
las funciones y estímulos de las diferentes partes del cuerpo a través de este sistema
central.

Estructura del sistema nervioso

Para estudiar el sistema nervioso, se ha dividido anatómicamente el cuerpo humano en


dos partes: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP).

El sistema nervioso central

El sistema nervioso central (SNC) está compuesto del encéfalo y la médula espinal. El
encéfalo es conformado por:

El cerebro: órgano que controla las acciones voluntarias. Se relaciona con el aprendizaje,
la memoria y las emociones.

El cerebelo: coordina los movimientos, reflejos y equilibrio del cuerpo.

El bulbo raquídeo: dirige las actividades de los órganos internos como, por ejemplo, la
respiración, los latidos del corazón y la temperatura corporal.
La médula espinal se conecta al encéfalo y se extiende a lo largo del cuerpo por el interior
de la columna vertebral.

El sistema nervioso periférico

El sistema nervioso periférico (SNP) engloba todos los nervios que salen del sistema

nervioso central hacia todo el cuerpo. Está constituido por nervios y ganglios nerviosos
agrupados en:

Sistema nervioso somático (SNS): comprende 3 tipos de nervios: los nervios sensitivos,
los nervios motores y los nervios mixtos.

Sistema nervioso vegetativo o autónomo (SNA): incluye el sistema nervioso simpático


y el sistema nervioso parasimpático.

Sistema nervioso y neuronas

Las células de nuestro sistema nervioso se llaman neuronas y existen solamente en este
lugar.
Las neuronas reciben los estímulos de todas las partes de nuestro cuerpo y, a su vez,
manda las respuestas para que los órganos y otras capacidades físicas funcionen
adecuadamente.

SISTEMA RESPIRATORIO

Está compuesto por órganos que realizan diversas funciones, pero, la enorme importancia
que estos órganos poseen, es la capacidad de intercambiar dióxido de carbono y oxígeno
con el medio, ya que los sistemas biológicos poseen como cualidad principal el de ser
sistemas abiertos que intercambian constantemente con el medio que los rodea.

Sistema respiratorio en organismos simples

Los protozoarios (organismos unicelulares), así como las hidras y las medusas
(organismos pluricelulares que están compuestas por dos capas de células), respiran a
través de su membrana celular (por medio de difusión) y la mitocondria.

El aparato respiratorio generalmente incluye tubos, como los bronquios, usados para
cargar aire en los pulmones, donde ocurre el intercambio gaseoso (hematosis). El
diafragma como todo músculo puede contraerse y relajarse. Al relajarse los pulmones al
contar con espacio se expanden para llenarse de aire y al contraerse el mismo es
expulsado. Estos sistemas respiratorios varían de acuerdo al organismo.

En humanos y otros Animales, el sistema respiratorio consiste en vías aéreas, Pulmones


y músculos respiratorios que medían en el movimiento del aire tanto adentro como afuera
del cuerpo. Intercambio de gases: es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del
animal con su medio. Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las moléculas de
Oxígeno y Dióxido de carbono se intercambian pasivamente, por difusión, entre el
entorno gaseoso y la Sangre. Así, el Sistema respiratorio facilita la oxigenación con la
remoción contaminante del dióxido de carbono -y otros gases que son desechos del
metabolismo- de la circulación.
El sistema también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases en el cuerpo a través
de la eficiente remoción de dióxido de carbono de la sangre.

Sistema respiratorio en organismos complejos

Los insectos, en cambio, bombean aire directamente a los tejidos corporales por medio
de una red de tubos, llamados tráqueas, que se abren a los costados del cuerpo. La zona
final del sistema traqueal está formada por finísimos conductos denominados traqueolas.

Los peces introducen agua a través de la boca bañando las branquias donde captan
oxígeno y liberan el dióxido de carbono; luego expulsan el agua a través del opérculo
(una abertura que tienen a cada lado del cuerpo).

Los anfibios mudan su sistema respiratorio durante su paso desde su vida acuática
(cuando son jóvenes) a la terrestre cuando son adultos. Así, los renacuajos respiran por
medio de branquias, igual que los peces; pero una vez realizada la metamorfosis (por
ejemplo como ranas o sapos) respiran por medio de pulmones y en algunos casos, por la
respiración cutánea.

En el ser humano

El hombre utiliza respiración pulmonar, su aparato respiratorio consta de:

Sistema de conducción: fosas nasales, boca, epiglotis, faringe, laringe, tráquea,


bronquios principales, bronquios lobares, bronquios segmentarios y bronquiolos.

Sistema de intercambio: conductos y los sacos alveolares. El espacio muerto anatómico,


o zona no respiratoria (no hay intercambios gaseosos) del árbol bronquial incluye las 16
primeras generaciones bronquiales, siendo su volumen de unos 159 ml.

Función

La función principal del aparato respiratorio consiste en desplazar volúmenes de aire


desde la atmósfera a los pulmones y viceversa. Lo anterior es posible gracias a un proceso
conocido como ventilación. A la par con esta función, los órganos del sistema respiratorio
cumplen un conjunto de otras funciones importantes no relacionadas con el intercambio
gaseoso como son:

Termorregulación y humectación del aire inspirado.

Descontaminación del aire inspirado de polvo y microorganismos.


Elaboración y secreción de IgA.

Participación en la regulación de la presión arterial mediante la producción de "enzima


convertidora" que interviene en la transformación de angiotensina I en angiotensina II
(metabolismo hidromineral)

Participa en la fonación; el olfato y en otras funciones que tienen una incidencia sistémica.

Enfermedades que afectan el sistema respiratorio

El aparato respiratorio está expuesto al contacto directo con el medio ambiente y por este
motivo es foco de enfermedades infecciosas muy prevalentes y que además con
frecuencia se repiten con ritmo estacional.

• Enfermedades infecciosas del tracto respiratorio superior

• Gripe y neumonía

• Enfermedades infecciosas de las vías respiratorias inferiores

• Otras enfermedades de las vías respiratorias altas

• Enfermedades crónicas de las vías respiratorias

• Enfermedades pulmonares debidas a sustancias extrañas

• Otras enfermedades intersticiales y necróticas

• Otras enfermedades de la pleura

Datos Curiosos

En reposo, el cuerpo de un adulto inhala y exhala unos 6 litros de aire por minuto.

El pulmón derecho es ligeramente más grande que el izquierdo.

Los pelos de la nariz ayudan a limpiar el aire que respiramos, además de calentarlo.

La velocidad más alta registrada para un estornudo es de 165 km/h.

El área de los pulmones tiene aproximadamente el mismo tamaño que una cancha de
tenis.
Los capilares de los pulmones medirían 1.600 kilómetros si se colocaran uno detrás del
otro.

Perdemos medio litro de agua al día a través de la respiración. Es el vapor de agua que
vemos cuando exhalamos aire sobre un cristal.

Una persona en reposo respira normalmente de 12 a 15 veces por minuto.

El ritmo de la respiración es más rápido en los niños y en las mujeres, que en los hombres.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

Tu sistema cardiovascular es tu: corazón, vasos sanguíneos – las arterias, venas y


capilares (vasos sanguíneos pequeños), sangre.

¿CÓMO FUNCIONA TU SISTEMA CARDIOVASCULAR?

El oxígeno constituye alrededor de una quinta parte de la atmósfera. Tú respiras aire por
la boca y la nariz y va a los pulmones. El oxígeno del aire es absorbido por tu torrente
sanguíneo a través de tus pulmones. Tu corazón bombea la sangre rica en oxígeno
('oxigenada') a través de una red de vasos sanguíneos - las arterias - a los tejidos,
incluyendo los órganos, músculos y nervios, por todo tu cuerpo.

Cuando la sangre llega a los capilares en los tejidos se libera oxígeno, que utilizan las
células para producir energía. Estas células liberan los productos de desecho, como el
dióxido de carbono y agua, que son absorbidos y transportados por la sangre.

La sangre usada (o "desoxigenada") viaja entonces por las venas y de regreso hacia el
corazón. Tu corazón bombea la sangre desoxigenada de nuevo a los pulmones, donde
absorbe el oxígeno fresco, y el ciclo comienza nuevamente.

El corazón

Tu corazón es del tamaño de un puño cerrado y pesa alrededor de 300g. Se encuentra


justo a la izquierda en el pecho, rodeado por una membrana protectora llamada pericardio.

Tu corazón es una bomba, dividido en lado izquierdo y derecho. Tiene paredes, hechas
de músculo, que se comprimen (contraen) para bombear la sangre hacia los vasos
sanguíneos y por todo el cuerpo.
Tus venas transportan la sangre desoxigenada hacia el lado derecho de tu corazón. Tu
corazón bombea esta sangre de nuevo a tus pulmones, donde absorbe más oxígeno. Esta
sangre oxigenada regresa al lado izquierdo de tu corazón, que la bombea al resto del
cuerpo a través de las arterias. El músculo del lado izquierdo del corazón es un poco más
grande ya que tiene más trabajo que hacer que el derecho: el lado derecho sólo bombea
sangre a tus pulmones, el lado izquierdo bombea sangre a todo tu cuerpo.

Cada lado de tu corazón está dividido en una cavidad superior llamada aurícula y una
cavidad inferior, más grande, llamada ventrículo. La sangre fluye desde cada aurícula al
ventrículo correspondiente, a través de una válvula unidireccional.

Los pulmones

Tus pulmones están a ambos lados de tu corazón, en el pecho (tórax), y se componen de


tejido esponjoso con un abundante suministro de sangre.

El diafragma es una capa muscular que separa el tórax de la cavidad abdominal y forma
el piso de su tórax. El movimiento del diafragma cuando respiras hace que tus pulmones
se inflen.

El aire pasa por tu nariz y boca hacia la tráquea y a cada pulmón, a través de dos vías
respiratorias llamadas bronquios. Estos se dividen en vías respiratorias más pequeñas,
llamadas bronquiolos, que se dividen repetidamente y al final en sacos diminutos
llamados alvéolos. Estos son sacos de aire con paredes del grosor de una célula. Es aquí
donde el oxígeno y dióxido de carbono se filtran hacia y desde la sangre. En este proceso,
conocido como intercambio gaseoso, las moléculas de oxígeno y de dióxido de carbono
se unen a la hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos.

Hay alrededor de 300 millones de alvéolos en cada pulmón, que proporcionan una gran
superficie de intercambio gaseoso - aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis,
si pudiera ser extendido.

La presión arterial

La sangre que transporta oxígeno y nutrientes es bombeada a todo tu cuerpo por el


corazón. La sangre se encuentra bajo presión como resultado de la acción de bombeo de
tu corazón y por el tamaño y la flexibilidad de tus arterias. Esta presión arterial es una
parte esencial de la forma en que tu cuerpo funciona.

Cuando se mide la presión arterial, el resultado se expresa con dos números, como
120/80mmHg (ciento veinte sobre ochenta milímetros de mercurio).

La primera cifra – la presión arterial sistólica – es la medida de la presión cuando el


músculo cardíaco se contrae y bombea la sangre. Esta es la presión máxima en tus vasos
sanguíneos.

La segunda cifra – la presión arterial diastólica – es la presión entre latidos cuando tu


corazón está en reposo y llenándose de sangre. Esta es la presión mínima en tus vasos
sanguíneos.

Cuanto menor sea la presión arterial, es mejor para tu salud, aunque una presión arterial
muy baja puede hacerte sentir mareado o débil. Los médicos recomiendan mantener la
presión arterial por debajo de 140/85. Si padeces de diabetes, enfermedad renal o
enfermedad cardiovascular, tu presión arterial debe ser inferior a – idealmente menor a
130/80.

TU SALUD CARDIOVASCULAR

Tu estilo de vida juega un papel esencial en el mantenimiento de tu salud cardiovascular


a largo plazo. Una dieta saludable, el consumo moderado de alcohol, mucho ejercicio y
no fumar, pueden ayudarte a mantener un sistema cardiovascular saludable.

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