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SISTEMA ÓSEO
¿Qué es el sistema óseo?
Se denomina sistema óseo a la compleja y completa estructura compuesta por los 206
huesos del esqueleto humano, así como los cartílagos, ligamentos y tendones que les
permiten conectarse adecuadamente a la musculatura o a otros huesos.
Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y otros metales, son las partes
más duras y resistentes del cuerpo humano y de los animales vertebrados. En su interior,
además, se halla la médula que cumple con funciones hematopoyéticas (se crean los
glóbulos rojos sanguíneos).
Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que unen los huesos
entre sí en los puntos de rotación que son las articulaciones. Así, es vital para el
movimiento, pero también para evitar que los huesos se salgan de su lugar o se muevan
antinaturalmente.
Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos y elásticos, que
unen la musculatura a las piezas rígidas de los huesos, permitiendo que la fuerza de las
células musculares se transmita a los huesos y posibilitando así el movimiento voluntario.
Funciones del sistema óseo
Estructura. Los huesos del esqueleto le dan al cuerpo humano su forma definida y
determinan su postura. Brindan rigidez y sostén a los tejidos blandos, manteniendo todo
en su respectivo lugar.
Protección. Al ser piezas duras y poco flexibles, los huesos sirven como escudo interno,
como protección contra las fuerzas provenientes de afuera del cuerpo, aislando y
defendiendo los órganos vitales.
Las enfermedades más conocidas que aquejan al sistema óseo son las siguientes:
Osteoporosis. Se trata de una pérdida crónica del calcio que endurece los huesos, muy
asociada a la edad y a otros procesos propios del cuerpo humano, ocasionan el
adelgazamiento de los huesos y el incremento de su fragilidad, lo cual requiere de un
tratamiento combinado con suplementos de calcio y ejercicio físico.
Enfermedad de Paget. Se trata de una dolencia congénita que ocasiona el mal
funcionamiento de las células que dan origen al hueso, lo cual conduce al engrosamiento
y ensanchamiento anormal de la estructura del esqueleto.
SISTEMA MUSCULAR
El Sistema Muscular está compuesto por más de 600 músculos y más de 1200 tendones
(2 por cada mayoría de músculos, exceptuando algunos que tienen de 4 a 5).
Es el encargado de realizar todos y cada uno de los movimientos del cuerpo humano,
tanto los que son de forma voluntaria como los involuntarios.
Igualmente, los sistemas muscular y nervioso junto con el Sistema Óseo y Articular,
componen el Sistema Motor.
El sistema muscular es el aparato que realiza todos los movimientos del cuerpo
humano, ya sean como voluntaria como involuntariamente.
Los músculos son un tejido formado por fibras ciliń dricas o células musculares, que a su
vez se componen de filamentos delgados o gruesos.
Esas fibras están colocadas unas al lado de otras y unidas por tejido conectivo, que a cada
extremo del músculo se hace más notorio y forma los tendones que unen el músculo al
hueso, el tendón que une el músculo al hueso fijo se llama tendón de origen, y el que une
el músculo al hueso móvil de la articulación, toma el nombre de tendón de inserción.
Los tendones de los músculos son los que tienen la fuerza de contracción del hueso,
tirando de el para crear movimiento, y proporciona estabilidad a las articulaciones o la
unión de los huesos.
Aunque no todos los músculos están unidos por tendones, algunos lo están por otros
músculos, e incluso por la piel, como es el caso de los músculos faciales.
Ese movimiento se consigue de dos formas, de forma voluntaria por indicaciones de las
neuronas motoras o de forma involuntaria, que lleva al funcionamiento de diferentes
órganos e incluso los reflejos del cuerpo humano, que son respuestas automáticas e
involuntarias ante estímulos específicos.
Los músculos necesitan actividad para mantener sus fibras saludables, si no existe
actividad alguna se da la hipertrofia, se atrofian y pierden masa muscular.
SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso tiene la función de relación, ya que, como la palabra indica, relaciona
las funciones y estímulos de las diferentes partes del cuerpo a través de este sistema
central.
El sistema nervioso central (SNC) está compuesto del encéfalo y la médula espinal. El
encéfalo es conformado por:
El cerebro: órgano que controla las acciones voluntarias. Se relaciona con el aprendizaje,
la memoria y las emociones.
El bulbo raquídeo: dirige las actividades de los órganos internos como, por ejemplo, la
respiración, los latidos del corazón y la temperatura corporal.
La médula espinal se conecta al encéfalo y se extiende a lo largo del cuerpo por el interior
de la columna vertebral.
El sistema nervioso periférico (SNP) engloba todos los nervios que salen del sistema
nervioso central hacia todo el cuerpo. Está constituido por nervios y ganglios nerviosos
agrupados en:
Sistema nervioso somático (SNS): comprende 3 tipos de nervios: los nervios sensitivos,
los nervios motores y los nervios mixtos.
Las células de nuestro sistema nervioso se llaman neuronas y existen solamente en este
lugar.
Las neuronas reciben los estímulos de todas las partes de nuestro cuerpo y, a su vez,
manda las respuestas para que los órganos y otras capacidades físicas funcionen
adecuadamente.
SISTEMA RESPIRATORIO
Está compuesto por órganos que realizan diversas funciones, pero, la enorme importancia
que estos órganos poseen, es la capacidad de intercambiar dióxido de carbono y oxígeno
con el medio, ya que los sistemas biológicos poseen como cualidad principal el de ser
sistemas abiertos que intercambian constantemente con el medio que los rodea.
Los protozoarios (organismos unicelulares), así como las hidras y las medusas
(organismos pluricelulares que están compuestas por dos capas de células), respiran a
través de su membrana celular (por medio de difusión) y la mitocondria.
El aparato respiratorio generalmente incluye tubos, como los bronquios, usados para
cargar aire en los pulmones, donde ocurre el intercambio gaseoso (hematosis). El
diafragma como todo músculo puede contraerse y relajarse. Al relajarse los pulmones al
contar con espacio se expanden para llenarse de aire y al contraerse el mismo es
expulsado. Estos sistemas respiratorios varían de acuerdo al organismo.
Los insectos, en cambio, bombean aire directamente a los tejidos corporales por medio
de una red de tubos, llamados tráqueas, que se abren a los costados del cuerpo. La zona
final del sistema traqueal está formada por finísimos conductos denominados traqueolas.
Los peces introducen agua a través de la boca bañando las branquias donde captan
oxígeno y liberan el dióxido de carbono; luego expulsan el agua a través del opérculo
(una abertura que tienen a cada lado del cuerpo).
Los anfibios mudan su sistema respiratorio durante su paso desde su vida acuática
(cuando son jóvenes) a la terrestre cuando son adultos. Así, los renacuajos respiran por
medio de branquias, igual que los peces; pero una vez realizada la metamorfosis (por
ejemplo como ranas o sapos) respiran por medio de pulmones y en algunos casos, por la
respiración cutánea.
En el ser humano
Función
Participa en la fonación; el olfato y en otras funciones que tienen una incidencia sistémica.
El aparato respiratorio está expuesto al contacto directo con el medio ambiente y por este
motivo es foco de enfermedades infecciosas muy prevalentes y que además con
frecuencia se repiten con ritmo estacional.
• Gripe y neumonía
Datos Curiosos
En reposo, el cuerpo de un adulto inhala y exhala unos 6 litros de aire por minuto.
Los pelos de la nariz ayudan a limpiar el aire que respiramos, además de calentarlo.
El área de los pulmones tiene aproximadamente el mismo tamaño que una cancha de
tenis.
Los capilares de los pulmones medirían 1.600 kilómetros si se colocaran uno detrás del
otro.
Perdemos medio litro de agua al día a través de la respiración. Es el vapor de agua que
vemos cuando exhalamos aire sobre un cristal.
El ritmo de la respiración es más rápido en los niños y en las mujeres, que en los hombres.
SISTEMA CARDIOVASCULAR
El oxígeno constituye alrededor de una quinta parte de la atmósfera. Tú respiras aire por
la boca y la nariz y va a los pulmones. El oxígeno del aire es absorbido por tu torrente
sanguíneo a través de tus pulmones. Tu corazón bombea la sangre rica en oxígeno
('oxigenada') a través de una red de vasos sanguíneos - las arterias - a los tejidos,
incluyendo los órganos, músculos y nervios, por todo tu cuerpo.
Cuando la sangre llega a los capilares en los tejidos se libera oxígeno, que utilizan las
células para producir energía. Estas células liberan los productos de desecho, como el
dióxido de carbono y agua, que son absorbidos y transportados por la sangre.
La sangre usada (o "desoxigenada") viaja entonces por las venas y de regreso hacia el
corazón. Tu corazón bombea la sangre desoxigenada de nuevo a los pulmones, donde
absorbe el oxígeno fresco, y el ciclo comienza nuevamente.
El corazón
Tu corazón es una bomba, dividido en lado izquierdo y derecho. Tiene paredes, hechas
de músculo, que se comprimen (contraen) para bombear la sangre hacia los vasos
sanguíneos y por todo el cuerpo.
Tus venas transportan la sangre desoxigenada hacia el lado derecho de tu corazón. Tu
corazón bombea esta sangre de nuevo a tus pulmones, donde absorbe más oxígeno. Esta
sangre oxigenada regresa al lado izquierdo de tu corazón, que la bombea al resto del
cuerpo a través de las arterias. El músculo del lado izquierdo del corazón es un poco más
grande ya que tiene más trabajo que hacer que el derecho: el lado derecho sólo bombea
sangre a tus pulmones, el lado izquierdo bombea sangre a todo tu cuerpo.
Cada lado de tu corazón está dividido en una cavidad superior llamada aurícula y una
cavidad inferior, más grande, llamada ventrículo. La sangre fluye desde cada aurícula al
ventrículo correspondiente, a través de una válvula unidireccional.
Los pulmones
El diafragma es una capa muscular que separa el tórax de la cavidad abdominal y forma
el piso de su tórax. El movimiento del diafragma cuando respiras hace que tus pulmones
se inflen.
El aire pasa por tu nariz y boca hacia la tráquea y a cada pulmón, a través de dos vías
respiratorias llamadas bronquios. Estos se dividen en vías respiratorias más pequeñas,
llamadas bronquiolos, que se dividen repetidamente y al final en sacos diminutos
llamados alvéolos. Estos son sacos de aire con paredes del grosor de una célula. Es aquí
donde el oxígeno y dióxido de carbono se filtran hacia y desde la sangre. En este proceso,
conocido como intercambio gaseoso, las moléculas de oxígeno y de dióxido de carbono
se unen a la hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos.
Hay alrededor de 300 millones de alvéolos en cada pulmón, que proporcionan una gran
superficie de intercambio gaseoso - aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis,
si pudiera ser extendido.
La presión arterial
Cuando se mide la presión arterial, el resultado se expresa con dos números, como
120/80mmHg (ciento veinte sobre ochenta milímetros de mercurio).
Cuanto menor sea la presión arterial, es mejor para tu salud, aunque una presión arterial
muy baja puede hacerte sentir mareado o débil. Los médicos recomiendan mantener la
presión arterial por debajo de 140/85. Si padeces de diabetes, enfermedad renal o
enfermedad cardiovascular, tu presión arterial debe ser inferior a – idealmente menor a
130/80.
TU SALUD CARDIOVASCULAR