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Año 1 Número: 3 El Hijo del Hombre

Tono: 4 ha venido a buscar y


10de Febrero de 2019
a salvar lo que 37º Domingo después de Pentecostés
e s t a b a p e r d i d o ”.
Sinaxario:
Venerable Efrén el Sirio;
Venerable Isaac el Sirio La Salvación, a pesar de que es el
don más grande de Dios, su regalo
más precioso otorgado al género
humano, por respeto a la libertad
San Efrén nació en Siria, en Nisibis, que también le ha sido dada,
desde muy pequeño vivió cerca del
Obispo de su ciudad natal, Jacobo, necesita de la aceptación y
bajo cuya dirección hizo sus estu- colaboración del hombre. Dios
dios y quien lo ordeno diácono.
Siguió a su Obispo al Concilio de quiere que todos los hombres se
Nicea en 325. Visitó los monaste- salven (I Tim 2, 4) más por desgracia
rios de Egipto y se encontró con
Basilio en Cesarea de Capadocia. muchos se niegan a esta salvación
Bajo la dirección de un anciano, se que ha de desear nuestro corazón
consagró a la oración, a la peniten-
cia y a la meditación de las Sagra- y que se logra con nuestro esfuerzo,
das Escrituras, él santo seguiría con la ascesis. El vino a todos, es lo
siéndolo todo el resto de su vida
diácono, rechazando por humildad que vemos en el Evangelio de hoy,
el ser elevado al sacerdocio y al más sólo uno es el que busca al
episcopado.
Después de la toma de Nisibis por Salvador y la salvación que ofrece:
los persas, bajo el reinado del em- Zaqueo.
perador Joviano, en 363, Efrén se
retiró definitivamente a Edesa de Zaqueo era recaudador de impuestos. En su época era uno de los peores
Siria, donde fundó una escuela de
exégesis que oficios que se podía ejercer ya que era un colaboracionista del poder de
gracias a él llegó Roma que había invadido Israel. Además había pagado por el cargo y la
a tener una gran
celebridad. Sus ganancia que obtenía era a partir de subir lo prescrito desde Roma. A los
últimos diez años ojos del pueblo era un pecador, un ladrón legitimado por el poder pagano
los pasó en una
actividad intelec- de Roma, y por ello era separado del pueblo y despreciado.
tual intensa. Allí
murió en 373. Por el bien de este pecador estaba Jesús en Jericó y el deseo de salvación
de nuestro Redentor, se encontró con la tierra fértil y preparada del corazón
de Zaqueo. Deseaba con toda sus fuerzas ver a Jesús pero todo eran
Santoral Semanal dificultades: su pequeña estatura, la gente que le rodeaba…Más nada le
importó, ni el que dirían los demás, ni las barreras físicas, ni lo que en ese
Traslado de las reliquias
de S. Ignacio el Teóforo 11 momento le dictara su razón. Sólo su corazón que ardía. Por ello se sube al
sicomoro, se olvida de su situación, de sus riquezas y sin preocuparse de los
comentarios de la gente se planta arriba del árbol. Sólo le importaba ver a
Santos Tres Jerarcas: Basilio
el Grande, Gregorio el
12 Jesús, al Mesías.
Teólogo y Juan Crisóstomo
Si queremos salvarnos, hemos de volver
Santos anárgiros 13 nuestros ojos hacia el Salvador, Jesús Cristo,
Ciro y Juan hemos de superar los obstáculos y barreras
que suponen nuestros pecados. Nuestra
Santo mártir Trifón 14 esperanza es que Cristo ha venido a llamar a
los pecadores al arrepentimiento. San Juan
Crisóstomo nos dice: “El inocente trata con los
Presentación de Nuestro 15 culpables, la fuente de la justicia con la
Señor en el Templo
avaricia, que es fundamento de perversidad;
cuando ha entrado en la casa del publicano,
Santos Simeón y Ana; San
16
Santiago, Arzobispo de no sufre ofensa alguna por la nebulosidad de
Serbia
la avaricia; antes al contrario hace
desaparecer la avaricia con el brillo de su justicia.”

Iglesia Ortodoxa. Patriarcado de Serbia. Misión Colombia. Pbro. Esteban Díaz. Telf.: (310) 2087384
Email: dinigial@gmail.com; Facebook: Parroquia San Basilio de Ostrog. Barranquilla. Atlántico.
Tropario de la Resurrección, Tono IV: Las discípulas del Señor * se enteraron del ángel la
brillante proclamación de la Resurrección * y desechando la sentencia ancestral * dijeron a los
Apóstoles en voz alta: *Se despojó la muerte * y Cristo Dios Resucitó, * dando al mundo gran
misericordia
Tropario de San Efrén el Sirio, Tono VIII: Con los arroyos de tus lágrimas, fructificaste el árido
desierto, y con los suspiros desde lo profundo, con tus esfuerzos, diste frutos cien veces más.
Has devenido en astro del universo, resplandeciendo por los milagros. Oh nuestro piadoso
padre Efrén, intercede, pues, ante Cristo Dios, que salve nuestras almas.
Tropario del Templo (San Basilio de Ostrog) Tono IV: Desde tu juventud te has entregado por
completo al Señor, permaneciendo en oración, esfuerzos y ayunos, ¡oh, padre teóforo! Has sido
para tu rebaño imagen de virtudes. Por esto, viendo Dios tu bendita disposición, te coloca
como pastor y buen obispo de su Iglesia. Y luego de tu dormición, conservó incorrupto tu
santo cuerpo, ¡oh, San Basilio! Por eso, teniendo cercanía a Cristo Dios, ruega que salve
nuestras almas.
Contaquio de la Resurrección, Tono IV: Mi Salvador y Redentor como Dios * Resucitó de las
cadenas * a los humanos del sepulcro, * y destrozó los portones del Hades, * y Resucitó como
Dios al tercer día.
Himno a los Theotokos, Tono IV: El misterio de toda la eternidad, * desconocido incluso por
los ángeles, * a través de ti, Oh Theotokos, se revela a aquellos en la tierra: * Dios encarnado,
por unión sin confusión. * Él voluntariamente aceptó la cruz por nosotros, * por la cual
resucitó al primer hombre creado, * salvando nuestras almas de la muerte.

Lector: Prokimenón, Tono 8: El Señor Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!


da poder a su pueblo, el Señor
Lector, Tono 6: Es bueno dar gracias al Señor,
bendice a su pueblo con la paz. cantar en tu honor, oh Altísimo. Sal 92, 2.
Salmo 29, 11
Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Coro: Verso: Rindan al Señor, hijos
Verso: Proclamar por la mañana tu misericor-
de Dios, rindan al Señor, gloria y
dia y tu fidelidad por las noches. Sal 92, 3.
poder. Salmo 29, 12
Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a
Timoteo 4, 9 – 15
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 19, 1 - 10
Hermanos, aquí tienes una doctrina segura en la
que puedes confiar: sufrimos y luchamos porque En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesa-
tenemos nuestra esperanza puesta en el Dios ba la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era
jefe de los cobradores del impuesto y muy rico. Quería ver
vivo, salvador de todos los hombres, en especial
cómo era Jesús, pero no lo conseguía en medio de tanta
de los creyentes. Recomienda todas estas cosas gente, pues era de baja estatura. Entonces se adelantó
y enséñalas. No dejes que te critiquen por ser corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por
joven. Trata de ser el modelo de los creyentes allí. Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo:
por tu manera de hablar, tu conducta, tu “Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en
caridad, tu fe y tu vida irreprochable. Mientras tu casa”. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Entonces todos empezaron a criticar y a decir: “Se ha ido a
llego, dedícate a la lectura, a la predicación y a
casa de un rico que es un pecador”. Pero Zaqueo dijo
la enseñanza. No descuides el don espiritual que resueltamente a Jesús: “Señor, voy a dar la mitad de mis
recibiste de manos de profetas cuando el grupo bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamen-
de los presbíteros te impuso las manos. Ocúpate te le devolveré cuatro veces más”. Jesús, pues, dijo con
de estas cosas y fíjate en lo que dije; así todos respecto a él: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues
serán testigos de tus progresos. también este hombre es un hijo de Abraham. El Hijo del
Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba
perdido”. Gloria a ti Señor, Gloria a Ti...

El viernes 15 de febrero nuestra Iglesia Ortodoxa celebra la fiesta de la Presentación del Niño en el
Templo. Jesús entra con sus padres, y allí lo recibe el anciano Simeón en sus brazos, quien vino al templo
guiado por el Espíritu. Y también estuvo presente, en ese momento, la profetisa Ana, avanzada en edad,
quien vivía como viuda en el Templo desde hacía ochenta y cuatro años, sin apartarse de él, ofreciendo
ayunos y oraciones, día y noche.

Jesús fue recibido en Jerusalén y en el Templo dos veces en forma especial. La primera recepción ocurrió
aquí, cuando todavía era niño y tenía cuarenta días, antes de su manifestación pública a los treinta años. Y
la segunda recepción se produjo cuando la gente lo recibió en su entrada triunfal a Jerusalén, al cumplir
tres años de su manifestación pública, obra y predicación. La espera de Simeón y de Ana se construyó
sobre las piedras de la oración, del ayuno y del incienso del templo, mientras que la espera del pueblo se
edificó sobre el deseo del poder y los sueños mundanos. No podemos recibir a Jesús sino sólo después de
un acto de fe que se conjuga con una vida de justicia.

Las presiones de la vida y las preocupaciones diarias hacen que el equilibrio entre la materia y el espíritu
sea cada vez más frágil, y que la sed humana de Dios sea cada vez más fuerte. La espera del hombre
para recibir a Dios en la vida se hace más ferviente y grande. Hemos de hablarle a Jesús en un momento de vigilia, de oración acompañada
por el ayuno. Entonces, el día de nuestro encuentro con Él será nuestro gozo. Y exclamaremos tal como cantó Simeón: “Ahora, Señor,
puedes dejar que tu siervo se vaya en paz, pues mis ojos han visto la salvación. Amén". (Extractos de la Homilía del Metropolita Pablo de
Alepo).

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