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Hegemonía conservadora:

Entre 1886 y 1930 todos los presidentes representaron al partido conservador


en lo que se conoció como la hegemonía conservadora.
La Hegemonía Conservadora fue un tiempo en el que todos los Presidentes
seguidos eran de partido Conservador.Esto fue enter los años 1886 a 1930.
Hubieron 9 presidentes : Rafael Núñes, Miguel Antonio Caro, Manuel Antonio
Sanclemente, Rafaer Reyes,Carlos Restrepo, Jóse Vidente Concha, Marco Fiel
Suarez, Pedro Nel Ospina, y Miguel Abadía Mendes.

El hegemónico Partido Conservador se encontraba dividido con miras a las


elecciones de 1926, en las que ya tenía asegurado el triunfo por la decisión de
los liberales de abstenerse de participar, luego de las sospechas de fraude en
la elección anterior que llevó a la presidencia a Pedro Nel Ospina.
De una parte se encontraba el dirigente tolimense Miguel Abadía Méndez,
ministro de la mayoría de gobiernos conservadores
desde Marroquín hasta Ospina; y de otra, el veterano general Alfredo Vázquez
Cobo.
Ambos contaban con respaldos significativos de los parlamentarios y líderes
nacionales y regionales del partido, y la disputa se veía muy pareja; si bien se
podía permitir la postulación de ambos, esto le daría posibilidades al liberalismo
triunfar ante un conservatismo dividido, o por lo menos, de tratar de negociar su
respaldo, lo que terminaría debilitando al Partido Conservador. Se decidió
entonces designar al Arzobispo deBogotá Bernardo Herrera Restrepo como
árbitro, comprometiéndose los dos candidatos a acatar la decisión del prelado,
como ya se había hecho en anteriores oportunidades. Luego de varias
semanas, el arzobispo reunió a los dos dirigentes en su residencia y designó a
Abadía como candidato, prometiendo su intercesión al general Vásquez para
que fuera el candidato en 1930.

Gobierno de Miguel Abadía Méndez.

Asume el poder Abadía Méndez en 1926, sin dejarse contagiar por el


optimismo progresista que irradiaban sus compatriotas. Con 370.611 votos
conservadores, salió elegido como candidato único, ya que el partido liberal
por falta de garantías no participo en la elecciones, continuando con “la
prosperidad al debe” empezada por la administración anterior. Su actitud
conservadora le hacía intuir la magnitud de las consecuencias sociales que
se avecinaban, por el desarraigo de peones y el incremento de sus
ingresos. La demanda de alimentos creció y una crisis agrícola entraba en
rigor, hinchando el costo de vida a niveles intolerables. Empiezan las
huelgas y protestas por empleo, mejoras en las condiciones laborales y un
real y decisivo deterioro de la república conservadora. La respuesta de la
administración nacional a estos conflictos, fue volverse represiva (era
inconcebible para muchos conservadores que en Colombia existieran
luchas sociales), sobre todo con los precoces y embrionarias
organizaciones socialistas. Mientras tanto, los liberales, astutamente daban
su respaldo a estas protestas de izquierda como instrumento de oposición
al régimen conservador.

Es durante el mandato de Abadía Méndez que se crea en Bogotá el Partido


Socialista Revolucionario en 1927(definido como un partido de masas y no
de militantes, adherido a la Internacional Socialista pero con holgada
autonomía respecto a esta organización. Sus dirigentes más
representativos dirigentes fueron Raúl Mahecha, María Cano e Ignacio
Torres Giraldo

Para 1927 los empréstitos


externos, justificados por la cantidad de obras inconclusas de la administración
anterior y los compromisos a futuro por esta pactados, fueron del orden de U$
67.464.000. En 1928 dicha cifra llegó a U$ 77.785.000 más 1.600.000 de libras
esterlinas con destino al Banco Hipotecario de Bogotá. Y en los montos fueron
de
U$ 2.250.000 y 1.800.000 libras esterlinas para los Bancos Hipotecarios de
Bogotá y Banco Agrícola Hipotecario.

LA PROSPERIDAD A DEBE

1. La bonanza externa y el crecimiento económico Los ritmos lentos y sin


duda desalentadores que caracterizaron los primeros dos decenios del
siglo XX, comenzaron a modificarse a principios de los años veinte, por
la afortunada confluencia de un conjunto de factores que mejoraron
tanto la situación del sector externo como de las finanzas
gubernamentales, dando lugar a lo que se ha llamado “la prosperidad a
debe”. Entre 1922 y 1929, pero especialmente en la segunda mitad de la
década, esta economía que tan lentamente había progresado
experimentó un crecimiento rápido que resquebrajó por completo el
adormecimiento de las décadas anteriores y precipitó el rompimiento, al
menos en el oriente del país de la economía “señorial” (la expresión es
de Antonio García) que caracterizaba el régimen de haciendas.

2. Economía cafetera:
Los precios internacionales del café para el periodo de Abadía Méndez, se
condujeron en promedio asÍ, expresado en centavos de dólar:
En 1926, 28.5; en 1927 25.1; en 1928 27.3, mientras en 1929 cayó a 16.59.La
caída de los precios durante el último trimestre fue categórica y decisiva en la
evolución de la situación económica nacional.

En 1927 se crea la Federación Nacional de Cafeteros, luego del segundo


congreso gremial celebrado en Medellín, financiada mediante un impuesto de
de
10 centavos sobre cada saco de setenta Kg. Exportado.

Hasta la creación de la Federación de Cafeteros-en 1928-, realmente puede


considerarse que el café se cimentó como industria, lográndose avances en
productividad. El adelanto más notorio se da en el las labores de beneficio, mas
no en el cultivo del grano.

La política de parcelaciones.
La Ley 74 de 1926 autorizó al gobierno nacional para comprar, por intermedio
del
Banco Agrícola Hipotecario-creado en 1923 con el fin de otorgar crédito
agrícola-,
haciendas mayores de 500 Ha situadas cerca de los centros urbanos, con la
intención de subdividirlas entre los arrendatarios y ocupantes. Esta parcelación
empezó desconociendo los objetivos económicos y sociales que favorecieran el
desarrollo agrícola del país y el bienestar del labriego. Más bien estuvo influido
por
hechos ajenos a la filosofía de la parcelación, tales como la liquidación de
créditos
otorgados a latifundistas en años anteriores por el mismo banco mencionado.

crisis Mundial 1929

El impacto de la crisis de 1929 sobre la economía colombiana debe juzgarse no


sólo en términos del colapso de los indicadores externos sino, ante todo, en
función de los cambios que había experimentado durante las primeras décadas
del siglo XX.

El colapso del café y la crisis de la deuda externa

Los primeros años de la gran depresión estuvieron dominados en Colombia por


el colapso del mercado del café y por la brusca interrupción de los flujos de
capital. Las cotizaciones del grano habían alcanzado su monto más elevado en
1925 y 1926, pero habían permanecido en niveles relativamente altos durante
los dos años siguientes. Aunque los precios empezaron a disminuir desde los
primeros meses de 1929, el Estado de São Paulo en Brasil logró amortiguar
inicialmente la caída mediante una activa intervención en el mercado. En
octubre de 1929, sin embargo, el colapso de la bolsa de valores de Nueva York
y la política de ajuste que adoptó el gobierno brasileño dejaron al Estado de
São Paulo sin recursos financieros para mantener la intervención. Los precios
del café se desplomaron. Cuatro años más tarde, en 1933, el precio del Café
Manizales en Nueva York había llegado a US 10.5 ¢/lb., apenas una fracción
de su nivel de bonanza (28.5 ¢ en 1926).

La crisis internacional, que se desencadenó de manera abierta a partir de


octubre de 1929, arrastró también los precios de los productos industriales, que
constituían el grueso de las compras externas del país. No obstante el colapso
del café y de otras materias primas fue más pronunciado, generando una baja
del 23% en los términos de intercambio de Colombia entre 1925-9 y 1930-4
(véase el cuadro 6.1). Aunque las cantidades exportadas de petróleo y banano
también retrocedieron, el dinamismo del café y del oro compensaron con
creces la caída de ambos productos.

MASACRE DE LAS BANANERAS


Diciembre 6 de 1928 Episodio execrable ocurrido en la población de Ciénaga –
Magdalena en 1928 cuando las fuerzas armadas de Colombia abrieron fuego
contra un número indeterminado de manifestantes, trabajadores de la United
Friut Company. También es conocida como “La masacre de las Bananeras:”
En un contexto político autoritario y dictatorial, denominado hegemonía
Conservadora, bajo el gobierno de Miguel Abadía Méndez, (1926-1930) se
impulsaba la industrialización del país, en un contexto de hacienda extensiva
conjugada con una economía de enclave. Allí extensas zonas del territorio
nacional estaban bajo el dominio de terratenientes y el usufructo de
multinacionales que desarrollaban actividades ganaderas, extractivas y
agroindustriales. • En la década de los veinte del siglo pasado la clase obrera
colombiana libró múltiples batallas en defensa de sus derechos y
reivindicaciones, tanto frente al sector privado, como al público, pero lo
fundamental fueron luchas antiimperialistas contra la voracidad de las agencias
monopólicas gringas, que fuera de saquear nuestro recursos naturales,
impusieron con la complacencia apátrida de los gobiernos de turno un régimen
esclavista contra los trabajadores. • De estas luchas se destacan las siguientes:
la huelga de los trabajadores de la Tropical Oil Company en 1924. La huelga de
los trabajadores del Ferrocarril del Pacifico en 1926. En 1927, bajo la dirección
de Raúl Eduardo Mahecha, María Cano e Ignacio Torres Giraldo, se dio otra
batalla de los trabajadores de la Tropical Oil Company, en Barrancabermeja, en
la que fueron asesinados media decena de huelguistas. • En noviembre de
1928 estalló la huelga de los trabajadores de la Zona Bananera del Magdalena,
contra la United Fruit Company, de Boston, por negarse la empresa gringa a
dar solución a un pliego de nueve puntos que demandaba aumento salarial y
otras reivindicaciones básicas. Los gringos, fuera de explotar grandes
extensiones de tierra, imponían una explotación sin límites contra los
trabajadores colombianos En este contexto y con la participación de María
Cano, Raúl Eduardo Mahecha, Ignacio Torres Giraldo entre otros cuadros de
dirección del Partido Socialista Revolucionario, se organizó la huelga en las
Bananeras del Magdalena. El 12 de noviembre de 1928 estallando una huelga
masiva en la zona bananera de Ciénaga y Santa Marta (Magdalena)

TRATADO SOBRE CUESTIONES TERRITORIALES ENTRE COLOMBIA Y


NICARAGUA
Managua, marzo 24 de 1928 La Republica de Nicaragua y la Republica de
Colombia, deseosas de poner termino al litigio territorial entre ellas pendiente, y
de estrechar los vínculos de tradicional amistad que las unen, han resuelto
celebrar el presente tratado, y al efecto han nombrado sus respectivos
plenipotenciarios, a saber. Su excelencia el presidente de la Republica de
Nicaragua al Doctor Don José Barcenas Meneses, subsecretario de Relaciones
Exteriores; y Su excelencia el Presidente de la Republica de Colombia al
Doctor Manuel Esguerra, enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario en
Nicaragua. Quienes, después de canjearse sus plenos poderes, que hallaron
en debida forma, han convenido en las siguientes estipulaciones. ARTICULO 1
La Republica de Colombia reconoce la soberanía y pleno dominio de la
República de Nicaragua sobre la costa de mosquitos comprendida entre el
cabo de Gracias a Dios y el río san Juan, y sobre las islas mangle grande y
mangle chico, en el océano atlántico (Great corn island, little corn island); y la
Republica de Nicaragua reconoce la soberanía y pleno dominio de la República
de Colombia sobre las islas de San Andrés, Providencia, santa catalina y todas
las demás islas, islotes y cayos que hacen parte de dicho archipiélago de San
Andrés. No se consideran incluidos en este tratado los cayos Roncador,
Quitasueño y Serrana; el dominio de los cuales está en litigio entre Colombia y
los Estados Unidos de América. ARTICULO 2 El presente tratado será
sometido para su validez a los Congresos de ambos Estados, y una vez
aprobados por éstos, el canje de las ratificaciones se verifican en Managua o
Bogotá, dentro del menor termino posible. En fe de lo cual, nosotros, los
respectivos Plenipotenciarios, firmamos y sellamos. Hecho en duplicado, en
Managua, a veinticuatro de marzo de mil novecientos veintiocho. (L.S.) J.
BARCENAS MENESES (L.S.) MANUEL ESGUERRA

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