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Elche:
1. INTRODUCCIÓN.
Tras nuestra búsqueda acerca del origen de la liberación miofascial,
no podemos definir un creador como tal, puesto que, desde el inicio de
la fisioterapia, mediante el uso de las terapias manuales, los tejidos
miofasciales han sido manipulados (1). Asimismo, parece que
podemos atisbar que los padres de la liberación miofascial fueron los
investigadores Ida Rolf, Andrew Still, Robert Ward y John Barnes.
Cabe señalar que la miofascia se ha definido como "tejido conjuntivo
denso irregular que rodea y conecta todos los músculos. Se piensa
que este sistema es el responsable de facilitar la movilidad, la
circulación celular y la elasticidad de los tejidos musculares. La
miofascia puede contraerse en respuesta a una lesión, al estrés
postural o a la inactividad. Estas adherencias y la tensión muscular
pueden promover la formación de puntos gatillo en la miofascia, que
se traducen en un síndrome de dolor miofascial, que puede
convertirse en un problema crónico (2,3,4).
2. FUNDAMENTOS
CIENTÍFICOS Y APLICACIÓN
DE LA TÉCNICA PARA LA
LIBERACIÓN MIOFASCIAL.
Mediante la liberación del sistema miofascial obtenemos beneficios
terapéuticos en diferentes sistemas.
A nivel circulatorio, incrementamos el abastecimiento de sangre tisular
(5) lo que se traduce en un mayor metabolismo de la zona, mostrando
buenos resultados en mujeres posmenopáusicas con insuficiencia
venosa (6). En cuanto al sistema musculoesquelético, encontramos
que tras la aplicación de la técnica conseguimos un incremento del
ROM a través de la eliminación de puntos gatillos latentes (7) y
mejorando las propiedades elásticas de los tejidos (8). En adición, se
ha visto que la terapia miofascial puede tener repercusión en el
sistema nervioso, modificando el dolor difuso, fatiga percibida y
calidad de vida en pacientes con fibromialgia (9). En definitiva, la
terapia miofascial debe ser concebida como una técnica de
tratamiento donde podemos contribuir a mejorar a nuestros pacientes
de una manera global. (Ver Anexo I)
-Deslizamiento transverso:
Maniobra de presión digital, manos colocadas en serie, dirigida
transversalmente sobre las estructuras colágenas del tejido conectivo.
Este movimiento repetitivo (7-15 recorridos) facilita la liberación y
desplazamiento de las fibras de colágeno dirigida a romper los
“entrecruzamientos” que se forman entre ellas (11). Para realizar la
maniobra, flexionar las articulaciones metacarpofalángicas y si la
longitud entre los dedos es muy desigual debemos flexionar la
interfalángicas proximales. Como hemos dicho, se realiza
transversalmente a un punto doloroso muscular, ligamentos o
tendones. La amplitud de la maniobra es muy escasa. Se estima que
el tiempo necesario para producir analgesia es de aproximadamente
2,1 minutos (12).
-Deslizamiento longitudinal:
La aplicación tiene como objetivo principal estimular la orientación
longitudinal de las fibras colágeno en demanda de la fuerza mecánica
ejercida en esa dirección aumentando la fuerza tensional del tejido
(13). Es recomendable que la dirección sea desde el origen a la
inserción. Es la única técnica que permite el uso de lubricantes, sobre
todo para esquivar los tirones del vello en hombres. Al igual que con la
maniobra de deslizamiento en “J”, realizamos una contrapresión con la
mano no dominante; mientras que, con la otra mano presionamos
lentamente con nudillo del índice, índice reforzado con el medio o
codo en dirección longitudinal adecuada la velocidad en todo momento
a la respuesta del tejido. Repetir el movimiento un total de 3 veces.
-Manos cruzadas:
En primer lugar, debemos apoyar las manos sobre el cuerpo del
paciente para ganar su confianza, secundariamente sincronizar con el
paciente a través de la respiración conjunta, acto seguido iniciar una
suave compresión (presión dirigida contra la camilla y separar las
manos para dinamizar la fascia. Luego, mantenemos el contacto hasta
esperar a que la fascia comience a moverse, una vez se mueve
debemos ajustar la dirección del contacto en función de cómo se
mueva la fascia. Por último, identificar cuando la fascia deja de
moverse, “barrera”, y nos mantenemos hasta esperar el proceso de
liberación. Vencer entre 3-5 barreras.
5. DISEÑO DE EJERCICIOS,
APLICACIÓN PRÁCTICA DEL
FOAM ROLLER.
La autoliberación miofascial con foam roller es una técnica de terapia
manual que tiene como principales objetivos; aliviar el dolor, aumentar
la movilidad (ROM) y funcionalidad articular, devolver el estado de
tensión fisiológica, así como eliminar adherencias y restricciones
(18,19). Además, esta técnica tiene como fin ayudar a reducir las
barreras restrictivas o adhesiones fibrosas entre las diferentes capas
fasciales. Otra de las aplicaciones del uso del foam roller puede ser el
auto tratamiento de los puntos gatillo que suelen encontrarse entre la
fascia superficial y la profunda ya que mediante su aplicación sobre la
misma pueden devolverla a un estado más flexible y moldeable
(20,21,22).
GEMELO
TIBIAL ANTERIOR
CINTILLA ILIOTIBIAL
ADDUCTORES
CUÁDRICEPS
COLUMNA VERTEBRAL
ZONA LUMBAR
DORSAL ANCHO
REGIÓN CERVICAL
6. REFLEXIÓN
Contemplamos que la liberación miofascial es un método de
tratamiento incluido dentro de la Terapia Manual y que se orienta
principalmente a la eliminación de la alteración de la movilidad del
tejido miofascial. Pensamos que esta técnica aborda directa e
indirectamente problemas que afectan a otras estructuras corporales
relacionadas con las alteraciones en la movilidad articular y las
contracturas musculares. Por todo ello, nos parece una técnica
esencial en la práctica clínica de la fisioterapia con una gran
importancia para generar un óptimo estado de salud en los pacientes.