Sunteți pe pagina 1din 6

1

Tipo de Recurso: Protección.


Código: CI 08.
Recurrente: Susana Verónica Vergara Moscoso Rut 13.723.344-4
Patrocinante y apoderado: Miguel Ángel Rodríguez Albarrán Rut 13.725.146-9
Recurrida 1: Chilena Consolidada Seguros Generales S.A. Rut 99.037.000-1
Recurrida 2: Banco Santander Chile Rut 97.036.000-k

En lo principal : Recurre de protección.


Otrosí : Patrocinio y poder.

Ilustrísima Corte de Apelaciones de Concepción

Miguel Ángel Rodríguez Albarrán, Abogado, con domicilio en calle Barros Arana
Nº 492, oficina 61, sexto piso, Concepción, actuando en nombre de doña Susana
Verónica Vergara Moscoso, dependiente, domiciliada en Camino del Bosque Nº 3623,
Lonco Parque, Chiguayante, Concepción, a US. I. con respeto digo:

De conformidad con lo establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de


la República, dentro de plazo, vengo en interponer el presente recurso de protección en
favor de doña Susana Verónica Vergara Moscoso, ya individualizada, en contra de
Chilena Consolidada Seguros Generales S.A., persona jurídica del giro de su
denominación, representada por don Martín Orellana Valdés, ignoro profesión u oficio,
ambos domiciliados para estos efectos en O’Higgins 330 Concepción; y en contra del
Banco Santander Chile, persona jurídica del giro de su denominación, representada por
don Oscar Von Chrismar Carvajal, ignoro profesión u oficio, ambos con domicilio en
Bandera Nº 140, Santiago.

Fundo el presente recurso de protección, sobre la base de los siguientes


antecedentes de hecho y de derecho que expongo:

Antecedentes de hecho:

1.- Con fecha 05 de enero de 2019, mi representada Sra. Vergara Moscoso,


contrato la póliza de seguro Nº 4757290, ítem 1, con la recurridas, cuyo objeto asegurado
corresponde al Automóvil marca Volvo, año 2014, modelo XC 60, color gris plata, placa
patente GGPS-97, vehículo de su propiedad.

2.- Es del caso indicar SS. Iltma., que la póliza contratada con las recurridas, cubre
siniestros como: daños materiales, responsabilidad civil por daño emergente, por daño
2

moral y lucro cesante, robo de vehículo, pérdida total, daños a terceros por la carga,
riesgos de la naturaleza, granizo, sismo, huelga y terrorismo, actos maliciosos, robo de
accesorios, daños por propia carga, asistencia vehicular, VDR 45 días.

3.- Que el día 14 de marzo del año en curso, alrededor de las 12:47 horas, la
recurrente Sra. Vergara Moscoso, sufrió un siniestro, consistente en que ingresando a
cargar combustible al Servicentro Petrobras, de sociedad Covimar limitada, ubicado en
calle San Martín 1084, de Concepción, mientras el vehículo se encontraba estacionado,
pidió a uno de los bomberos de dicho Servicentro le cargara bencina de 95 octanos, y
éste bombero, con negligencia o malicia, le cargó diesel, lo cual le provocó daño al
vehículo generando una falla mecánica.

4.- Que lógicamente el vehículo de dominio de la recurrente, resultó con fallas


mecánicas como consecuencia del funcionamiento con un combustible, no apto para el
vehículo.

5.- Que la recurrente denunció, en tiempo y forma, el siniestro a la compañía


aseguradora recurrida, con fecha 21 de marzo de 2019, por siniestro Nº 1412689.

6.- Que, la compañía aseguradora habiendo reconocido los hechos mencionados


en los puntos 3.- y 4.- precedentes, en el informe Nº Z-252985-19-03-21, del liquidador
Alberto Darío Riquelme Toledo, determinó en su informe, que: “el origen del siniestro no
encuadra bajo ninguna de las coberturas amparadas por la póliza, así como tampoco la
consecuencia indirecta derivada del hecho (falla mecánica del vehículo).” (sic)

7.- Que conforme con lo expuesto, la negativa expresada en el informe del


liquidador de fecha 21 de marzo de 2019, comunicada a la recurrente por correo
electrónico el mismo día, a cumplir con el seguro contratado por la recurrente, es ilegal,
toda vez que quebranta flagrantemente la ley del contrato, conforme al artículo 1545 del
Código Civil, no dando cumplimiento al mismo, ignorando la cobertura de la póliza ya
mencionada, por actos maliciosos (culpables o dolosos) y de daño material sufrido por el
objeto o vehículo asegurado, como consecuencia del acto mencionado; y además es
arbitrario, ello en cuanto la razón esgrimida para no cumplir con el seguro contratado
equivale a decir: “no cumplo porque sí”, lo que implica en sí un acto caprichoso; conducta
que en grado de privación, perturbación o amenaza, vulnera el derecho fundamental
consagrado en el artículo 19 N° 24 inciso primero de nuestra Carta Política.
3

II.- Antecedentes de Derecho.

1.- Como primer antecedente expuesto, estimamos conculcado el derecho de


propiedad de la recurrente, consagrado en el artículo 19 N° 24 inciso primero de nuestra
Carta Política “El derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de
bienes corporales e incorporales”.
Todo en cuanto a que la recurrente es titular de un derecho de propiedad sobre las
cláusulas de la póliza contratada con la aseguradora, en específico respecto de la
cobertura por concepto de las prestaciones a las cuales tiene derecho por ser el siniestro
cubierto por el contrato, en este sentido debe tenerse presente que “durante la vigencia
del seguro, el tomador es dueño del contrato” (Javier Tirado Suarez, La ley del contrato de
seguro, pág. 1808).

2.- Lo anterior, debido a que fueron dichas cláusulas propuestas por la


aseguradora y que la recurrente aceptó convenir. Lo anterior le genera perjuicios ya que
se le ha privado ilegal y arbitrariamente de la indemnización por concepto del siniestro
denunciado.

3.- De esta forma, siguiendo en este sentido las normas establecidas en el Código
Civil; en específico el artículo 565 el cuerpo de leyes indicado señala que son cosas
incorporales las que consisten en meros derechos; luego, el artículo 576 expresa que
tales son derechos reales o personales. Y el artículo 578 expone que estos son los que
sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición
de la ley, han contraído las obligaciones correlativas. Por último, el artículo 583 expone
que sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad.

4.- Vuestra Señoría Ilustrísima, por lo ya explicitado y en armonía de los artículos


citados, las cláusulas contractuales desarrolladas en la póliza y los incorporales en ellas
contenidas son de propiedad de la recurrente, ya que, por un lado han entrado
efectivamente a su patrimonio, y por otro, es ella quien posee la exclusividad de exigir su
cumplimiento, ya que, como contrato de seguro que es y que de él emanan derechos
personales, sólo el acreedor puede exigir al deudor a lo que él se obligó y nadie más que
él tiene la acción para hacerlo.

5.- Ahora bien, el artículo 512 del Código de Comercio expone que en el contrato
de seguro, el asegurador toma sobre sí el riesgo de pérdida o deterioro sobre una cosa,
obligándose, mediante una retribución convenida, a indemnizarle la pérdida o cualquier
otro daño estimable que sufran los objetos asegurados”.
4

6.- Del mismo lado, el artículo 1545 del Código Civil expone “Todo contrato
legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por
su consentimiento mutuo o por causas legales”, de modo tal que el marco contractual ha
quedado fijado por el contenido propuesto y que la recurrente aceptó.

7.- Así las cosas, el actuar de las recurridas es arbitrario e ilegal porque,
consiste en privar a mi representada de la indemnización que legítimamente le
corresponde por concepto de gastos causados a consecuencia del siniestro y que la
aseguradora debe pagar, la cual está lejos de reparar el daño causado ocasionado por el
siniestro, siendo su actuación contraria a lo establecido en el artículo 529 Nº 2 del Código
del ramo cuando señala que es obligación del asegurador: “2) Indemnizar el siniestro
cubierto por la póliza..”

8.- La aplicación práctica de las cláusulas vertidas en la póliza constituye un acto


propio de la recurrida que no puede revocar o desentenderse de ella sin que su posición
sea contraria a la buena fe que informa e instruye nuestro derecho, no pudiendo actuar
contrario a ella.

9.- Nuestro razonamiento se ve confirmado por nuestra Corte de Casación, en


sentencia de fecha de fecha 23 de enero de 2017, rol N° 40.664-2016, caratulada “Sutin
Marquez Eric Gregory Con Producciones Candel Limitada”, en su considerando séptimo
“Que por otra parte debe tenerse también en consideración el principio encarnado en la
frase latina “venire contra factum proprium non valet”, que se ha traducido en la teoría del
acto propio, vinculada con el principio de la buena fe, llamado a imperar en todo orden de
materias, incluso en el ámbito procesal, de acuerdo con el cual “nadie puede ponerse de
tal modo en contradicción con sus propios actos y no puede, por tanto, ejercer una
conducta incompatible con la asumida anteriormente” (Alejandro Borda, “La Teoría de Los
Actos Propios. Un análisis desde la doctrina argentina”. Cuadernos de Extensión Jurídica
N° 18, Universidad de Los Andes; páginas 35 y 36).
En este sentido esta Corte ha señalado que, a nadie le es lícito valer un derecho
civil o procesal en contradicción con su anterior conducta jurídica (sentencias recaídas en
los roles número 4689-05, 2349- 05, 127-05, 3437-04, entre otras). Así, se impide
jurídicamente el que una persona afirme o niegue la existencia de un hecho determinado,
en virtud de haber antes ejecutado un acto, hecho una afirmación o formulado una
negativa en el sentido precisamente opuesto, pues de acuerdo a este principio, nadie
puede contradecir lo dicho o hecho por el mismo, con perjuicio de un tercero.
En otras palabras, el efecto que produce la teoría en mención es,
fundamentalmente, que una persona no pueda sostener con posterioridad, por motivos de
propia conveniencia, una posición jurídica distinta a la que tuvo durante el otorgamiento y
5

ejecución del acto, por haber cambiado las circunstancias y, en definitiva, si así lo hace,
habrían de primar las consecuencias jurídicas de la primera conducta, debiendo
rechazarse la pretensión que se invoca, apoyada en una nueva tesis o idea, por envolver
un cambio de conducta que no se acepta”.
10.- No olvidamos tampoco que se trata de un contrato de adhesión y dirigido, en
que la igualdad de las partes para acordar y convenir las cláusulas de la póliza son
limitadas, quedando solamente la voluntad del contratante en cuanto a suscribir el
documento o no hacerlo. De la misma forma, la recurrente también es una consumidora y
como tal, ha visto vulnerados sus derechos en cuanto a la información plena y veraz por
parte de las recurridas, observando de parte ella un actuar abusivo, en cuanto a
excederse en las facultades que le fueron conferidas en la póliza, usando su posición
dominante ante una recurrente que, para todos los efectos legales, se encuentra en una
posición desfavorecida.

11.- Ssa., Ilustrísima, a mayor abundamiento no debemos olvidar que todo acto o
contrato requiere como elemento esencial para su existencia jurídica no sólo la
manifestación de voluntad y un objeto, sino que también una causa y que requiere para la
validez del mismo que sea lícita.

12.- En relación a la causa tal como la desarrolla nuestro codificador civil, en el


artículo 1467 explica “No puede haber obligación sin una causa real y lícita; pero no es
necesario expresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente. Se entiende
por causa el motivo que induce al acto o contrato; y por causa ilícita la prohibida por la ley,
o contraria a las buenas costumbres o el orden público”.

13.- Por lo que el contrato de seguro al tratarse de un tipo de contrato bilateral, la


vinculación existente entre ambas partes radica en que se han obligado recíprocamente,
creando creado derechos y obligaciones mutuos. De modo que, ante la pregunta sobre
cuál es la causa de su obligación, la respuesta se encuentra en que, tratándose de un
contrato bilateral, la causa de la obligación de una de las partes es la obligación
correlativa de la otra parte, siendo aquella regla de carácter objetivo, prescindiendo de
cualquier connotación subjetiva.

14.- Por ende, la causa para la recurrente consiste en que al momento de


verificarse el siniestro, se le indemnice por equivalencia lo que ella haya desembolsado
por concepto de aquel, en cambio, la causa para la aseguradora es que de forma mensual
y sucesiva, se le pague la prima a la cual el contratante se obligó en el contrato.

15.- En otras palabras, para la recurrente, su obligación de ir pagando la prima a la


6

que se obligó (año en que se contrató el seguro) no tendría causa, desde el momento en
que la recurrida se niega a cumplir su obligación.

16.- Por último US. Ilustrísima, hacemos presente la Circular N° 2106


Superintendencia de Valores y Seguros, referente al Procedimiento de Liquidación de
Siniestros, en la cual, establece como Objeto De La Liquidación: “establecer la ocurrencia
de un siniestro, determinar si el siniestro está cubierto en la póliza contratada en una
compañía de seguros determinada, y cuantificar el monto de la perdida y de la
indemnización a pagar. El procedimiento de liquidación está sometido a los principios de
celeridad y economía procedimental, de objetividad y carácter técnico y de transparencia
y acceso”.
Como puede desprenderse de lo expuesto, el procedimiento mismo y la liquidación
sujeta a controversia, dista mucho de ser objetiva y técnicamente correcta, sino todo lo
contrario, según ya se ha expuesto, ya que la negativa expresada en el informe del
liquidador a cumplir con el seguro contratado por la recurrente, es ilegal, toda vez que
quebranta flagrantemente la ley del contrato, conforme al artículo 1545 del Código Civil,
no dando cumplimiento al mismo, ignorando la cobertura de la póliza ya mencionada, por
actos maliciosos (culpables o dolosos) y de daño material sufrido por el objeto o vehículo
asegurado, como consecuencia del acto mencionado; y además es arbitrario, ello en
cuanto la razón esgrimida para no cumplir con el seguro contratado equivale a decir: “no
cumplo porque sí”.

POR TANTO: en mérito de lo expuesto, lo prescrito en los artículos 19 N° 24 inciso


primero, 20 de la Constitución Política de la República de Chile, Autoacordado de la
Excma. Corte Suprema sobre tramitación y fallo del Recurso de Protección y demás
normas legales aplicables, RUEGO a US. Ilustrísima se sirva tener por deducido Recurso
de Protección en favor de doña Susana Verónica Vergara Moscoso, en contra de la
recurrida Chilena Consolidada Seguros Generales S.A., persona jurídica del giro de su
denominación, representada por don Martín Orellana Valdés, y en contra de la recurrida
Banco Santander Chile, representada por don Oscar Von Chrismar Carvajal, todos ya
individualizados, someterlo a tramitación y acogerlo en todas sus partes en virtud de las
garantías constitucionales ya indicadas y que han sido vulneradas, ordenando restablecer
el imperio del Derecho, y disponiendo pagar a favor de mi representada, la suma pactada
a título de indemnización por concepto siniestro acaecido, más reajustes e intereses y con
expresa condena en costas.

Otrosí: Ruego a Ssa. I. se sirva tener presente que en mi calidad de abogado habilitado
para el ejercicio profesional patrocino el presente recurso, y que señalo como domicilio el
ubicado en calle Barros Arana Nº 492, oficina 61, sexto piso, Concepción.

S-ar putea să vă placă și