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TEORIA DE PSICOANALISIS

AUTORES PRINCIPALES DEL PSICOANALISIS

Sigmund Freud ,charcot, breuer, Alfred adler,carl gust.jung,Karen


horney,eric fromn,HARRY S.SULLIVAN,MELANIE KLEIN,DONAL
WINNICOTT,JOHN BOWLBY , JAQUES

El psicoanálisis (del griego ψυχή [psykhé], alma o mente y ἀνάλυσις


[análysis], análisis, en el sentido de examen o estudio) es una práctica
terapéutica fundada por el neurólogo austríaco Sigmund Freud alrededor
de 1896. A partir del psicoanálisis se han desarrollado posteriormente
diversas escuelas de psicología profunda o de orientación dinámica y
analítica. Asimismo, la teoría ha influido sobre muchas otras escuelas
psicológicas y de terapias no necesariamente psicoanalíticas.

Sigmund Freud;
SIGMUND FREUD: Fue el fundador del psicoanálisis, conocido como el arqueólogo de
la mente, nació en Viena (Austria) en 1856, hijo de un segundo matrimonio. Su padre
era comerciante de lana, muy humilde, que vivía en una casa de una habitación

. Los estudios y la medicina fueron una constante en su vida, llegando a dominar 6 idiomas. En
sus estudios de Medicina, destacó su desinterés por la patología orgánica que como el refiere,
estudio con más o menos agradó pero le fascinó de manera irremediable todo lo relacionado
con la mente y la psiquiatría.

Estudio la histeria y otros trastornos del sistema nervioso. Se suponía que estas enfermedades
era provocadas por un problema físico en el cerebro, pero un médico francés, Charcot,
empezó a investigar a los pacientes, tratando de hipnotizarlos, pues la enfermedad estaba en
las ideas grabadas en alguna parte de la mente, que más tarde Freud, llamo el inconsciente.

FREUD analizó la efectividad de los procesos hipnóticos en los pacientes. Llegó a la conclusión
que la metodología hipnótica sólo lograba paliar la sintomatología parcialmente ya que no era
duradera, y se corrompía con facilidad si la relación con el terapeuta empeoraba. A partir de
ese fiasco hipnótico Freud desarrolló la teoría de la represión semilla inicial del psicoanálisis
actual, donde destacaba que no había que sumir al paciente en otro estado de conciencia.

Freud propuso pocos años después otra teoría aún más insólita que también los círculos
científicos trataron de ignorar. Sorprendido por el gran número de pacientes que declaraban
haber sido víctimas de seducciones por parte de sus padres, Freud dedujo que aquellas
afirmaciones eran pura imaginación. Llegó a la conclusión de que todos los niños poseían
instintos sexuales y creaban en torno a sí mismos y a sus progenitores un rico mundo de
fantasías sexuales.
Freud comprendió las posibilidades del psicoanálisis al conocer un caso que trató el doctor
vienés Josef Breuer (imagenizda.): una joven, Anna O., que mostraba síntomas de histeria —
parálisis y trastornos en la visión y en el habla— a causa de la muerte de su padre. Cierto día,
Breuer solicitó de Anna que relatara su enfermedad, mientras la joven hablaba, Breuer advirtió
con asombro que sus síntomas comenzaban a desaparecer. Freud se interesó vivamente por
esta misteriosa «cura de conversación», como Anna misma la llamó, y colaboró con Breuer en
sucesivos estudios que le condujeron a importantes descubrimientos.

El descubrimiento del psicoanálisis, en su amplitud revolucionaria le costó el alejamiento de


compañeros y amigos como Breurer y el enfrentamiento de una sociedad clásica como la
Vienesa que no aprobaba sus teorías ya que la sexualidad (aspecto muy presente en las teorías
de Freud) era un tema tabú por aquel entonces.

Con el tiempo llego a la conclusión que el origen de todos estos problemas, son conflictos
infantiles relacionados con el sexo. El origen sexual era el motor de fantasías, y frustraciones
que posteriormente en la vida adulta y desde el inconsciente del individuo surgían en sus
diferentes variantes. Freud contaba 40 años de edad. Finalmente se dio cuenta que los
pacientes le transferían a él, lo que sentían por sus padres, nació así el concepto de
“transferencia”.

Creó el psicoanálisis, terapia basada en la palabra Fue el primero en asignar un valor clínico al
inconsciente, Para llegar al inconsciente recurre a los sueños Estableció el orden de las
afecciones neuróticas Y el carácter universal del complejo de Edipo Hizo estudios de
fenómenos sociales y antropología

La interpretación de los sueños: Freud, en efecto, inició su revolución en 1897 con su estudio
sobre los sueños. Comprobó que los pacientes se referían con frecuencia a ellos cuando
enlazaban libremente sus pensamientos. Freud les animaba a relacionar sus sueños y sus
recuerdos, y observó que estos nexos revelaban algo que el sueño, por sí mismo, no ponía de
manifiesto. Concluyó que existían dos niveles en el significado de los sueños. Uno era el
«contenido manifiesto» del sueño; otro, el «contenido oculto», el auténtico significado,
aunque a menudo soterrado y cubierto bajo disfraz. En opinión de Freud, los sueños
constituyen la válvula de seguridad del sujeto que duerme.

Freud se hallaba especialmente interesado en el efecto de las experiencias infantiles sobre la


vida subsecuente. Comprendió que muchas impresiones juveniles, especialmente si se
asociaban con emociones tales como el odio, el amor y el miedo, pueden producir una mente
desequilibrada. Esto puede conducir a mal comportamiento, que en tiempos pasados estaba
meramente sujeto a castigos corporales

A Freud le interesaban sobremanera los sueños. Creía que un sueño representa un deseo o
temor reprimido que está activamente fuera de la consciencia pero que “aparece en la
superficie”, durante el descanso, como un sueño. Freud argumentaba que los deseos y
temores reprimidos se unen para actualizar experiencias o sensaciones (como la ansiedad) y
modifican estas experiencias de modo que éstos (los temores reprimidos) se ocultan como los
acontecimientos más naturales. El ocultamiento en esta forma de los pensamientos reprimidos
no perturban el descanso, de modo que el sueño puede considerarse como un medio de
mantenerlo. El análisis de los sueños es, por consiguiente, otra forma de penetrar en la
inconsciencia del paciente, y Freud y sus continuadores han usado frecuentemente este
método al tratar a sus pacientes.

Freud muere el 23 de septiembre de 1939.

todos los elementos que le permitirían reconocer a una mente enferma de otra que no lo
estaba, teniendo en cuenta que para él todos llevamos una carga neurótica que tarde o
temprano se hará manifiesta, en cuyo caso, si no nos hemos tratado a tiempo, nos
convertiremos en “enfermos”.

Buceando dentro de sí mismo, Freud trataba de encontrar vestigios del pasado a través de sus
manifestaciones en el presente, pero muchas veces también lo hizo en el sentido inverso. El
presente podía revelarle secretos ocultos del pasado. En la pasividad, buscaba el elemento
agresivo, y viceversa. En pocas palabras, trató de juntar los dos términos antitéticos de un
conflicto arraigado en el hombre, y extraer de ellos los elementos que le permitieran resolver
el conflicto.

Esta era, si se quiere, una variante del principio de atracción y repulsión que viene de la física,
y que puede ser aplicado al ser humano. Es posible afirmar, inclusive, que aquí se encuentra el
núcleo del método psicoanalítico, siempre que no lo separemos de la persona de Sigmund Fre

El concepto de «psicoanálisis» designa, por una parte, aquel modelo teórico descriptivo y
explicativo de los mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la vida anímica humana.
Este modelo se basó inicialmente en la experiencia de Sigmund Freud en el tratamiento clínico
de pacientes que presentan neurosis, fobias y diversos padecimientos psíquicos y ha tenido un
amplio desarrollo teórico posterior con el aporte de muchos teóricos del psicoanálisis. Por otra
parte, «psicoanálisis» se refiere también a la terapia psicoanalítica misma, es decir, a un
conjunto de procedimientos y técnicas terapéuticas que se desarrollan a partir de esta teoría
para el tratamiento de patologías mentales. Finalmente, «psicoanálisis» puede referirse
además al método psicoanalítico: un método de investigación que ha sido aplicado, más allá
de la psicología clínica individual, al análisis de fenómenos culturales, por ejemplo en etnología
y antropología (entre otras disciplinas). El desarrollo del psicoanálisis es permanente en estos
tres aspectos por parte de investigadores y clínicos, si bien cabe remarcar que tal
segmentación del campo psicoanalítico no puede ser otra cosa que una esquematización
descriptiva, y que en ningún caso da cuenta de la estructura propia del psicoanálisis donde
teoría y práctica se encuentran ligadas sin que pueda darse la una sin la otra. Freud sostuvo
que una de las glorias del psicoanálisis era la coincidencia de investigación y tratamiento,1 si
bien aclara que la técnica de ambas difiere. El psicoanálisis moderno se caracteriza por el
pluralismo teórico, metódico y terapéutico. Si el psicoanálisis puede ser considerado una teoría
científica es un asunto que en círculos académicos y profesionales continúa siendo
controvertido

A) Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la significación


inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un
individuo. Este método se basa principalmente en las asociaciones libres del sujeto, que
garantizan la validez de la interpretación. La interpretación psicoanalítica puede extenderse
también a producciones humanas para las que no se dispone de asociaciones libres.

B) Un método psicoterápico basado en esta investigación y caracterizado por la interpretación


controlada de la resistencia, de la transferencia y del deseo. En este sentido se utiliza la
palabra psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica; ejemplo, emprender un
psicoanálisis (o un análisis).

C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan los datos


aportados por el método psicoanalítico de investigación y de tratamiento.

El psicoanálisis es una teoría sobre los procesos psíquicos inconscientes, que presenta una
concepción ampliada de la sexualidad, de sus relaciones con el acontecer psíquico y su reflejo
en lo sociocultural. El supuesto de que existen los procesos, fenómenos y mecanismos
psíquicos inconscientes junto al papel de la sexualidad y del llamado complejo de Edipo, que
resulta en una diferenciación entre instinto y pulsión; así como la aceptación de la teoría de la
represión y el papel de la resistencia en el análisis constituyen para Freud los pilares
fundamentales de su edificio teórico, al punto que sostiene que «quien no pueda admitirlos
todos no debería contarse entre los psicoanalistas».3

Esta definición de Freud ha tenido amplia aceptación entre los psicoanalistas, así como
también la necesidad de la transmisión del saber a través del análisis didáctico y los análisis de
control o supervisados. Esta aceptación o identificación con los pilares centrales de la teoría y
el método, se dio en medio de controversias. Refiriéndose a la definición de Freud de 1922, la
historiadora Élisabeth Roudinesco comenta:

El psicoanálisis incluye también una serie de métodos para la investigación de la experiencia, el


pensamiento y la conducta humana, tanto de sujetos individuales como de grupos y culturas.
Esta última aplicación se ha llamado también etnopsicoanálisis.

La idea central de esta aplicación del psicoanálisis consiste en que tras la superficie en la que
se representan las formas de comportamiento perceptibles (en la conducta individual y en la
de los grupos y culturas) así como también tras las normas sociales y valores de una
comunidad cultural, con frecuencia se esconden contenidos y motivaciones inconscientes que
no son de acceso fácil al Yo y que pueden develarse y hacerse comprensibles con la ayuda de
los conceptos y métodos del psicoanálisis.

El psicoanálisis como terapia

En el sentido estricto, el psicoanálisis puede ser definido como un método y técnica de


tratamiento psicoterapéutico basada en la exploración del inconsciente a través de la
asociación libre. A diferencia de los métodos que se basan en ejercicios, entrenamiento o
aprendizaje (como las técnicas conductuales) o de las explicaciones en el plano cognitivo, el
psicoanálisis se cuenta entre las técnicas de descubrimiento o develación que intentan que el
paciente logre una comprensión profunda de las circunstacias (generalmente inconscientes)
que han dado origen a sus afecciones, o son la causa de sus sufrimientos o malestares
psíquicos. . Se trata más bien de lograr una reestructuración de más amplio alcance de la
personalidad, muy especialmente de la vida afectiva y particularmente en aquellas áreas que
contribuyen y mantienen la formación de síntomas, o de formas defensivas que causan daño o
malestar.

El paciente habla, en lo posible sin censura, sobre todo lo que siente, piensa, poniendo en
palabras toda ocurrencia que le venga a la mente. Esta técnica se denomina asociación libre y
constituye la regla fundamental del psicoanálisis

Tras años de experiencia clínica, Freud propuso la teoría de que los síntomas histéricos y
neuróticos tenían como causa núcleos traumáticos reprimidos en el inconsciente por ser
moralmente inaceptables para el Yo del sujeto.12 Freud postuló que estos núcleos patológicos
consistían en «uno o varios sucesos de precoz experiencia sexual, perteneciente a la más
temprana infancia».

En un momento posterior, Freud decide abandonar la hipnosis, lo cual suele ser explicado
diciendo simplemente que no era una técnica con la que él estuviera particularmente cómodo,
así como que no es de por sí susceptible de ser aplicada en todos los casos. Por otra parte, se
le adjudica como falencia el que tras un período de recuperación, luego de haber sido aplicada,
los síntomas retornaban nuevamente, imponiendo la tarea de repetir el tratamiento. Por otra
parte, también se dice que este método no permite acceder al trabajo analítico a las
«resistencias» del paciente. En cualquier caso, la técnica apuntaba, entonces, a "colegir desde
las ocurrencias libres del analizado aquello que él denegaba recordar. Se pretendía sortear la
resistencia mediante el trabajo interpretativo y la comunicación de sus resultados al enfermo".

A lo largo de su historia el psicoanálisis no ha dejado de evolucionar conforme nuevos hechos


eran descubiertos. También, debido a los diferentes puntos de vista e interpretaciones de
diversos autores, se ha ramificado en varias escuelas y técnicas de intervención.

Técnica psicoanalítica

Según el psicoanálisis, los síntomas histéricos y neuróticos tienen un origen ligado a conflictos
inconscientes, aspectos de los cuales, pese a ser ajenos por completo al consciente del
analizado, pugnan por emerger a la conciencia. El retorno de lo reprimido, resultado de una
represión fallida ante la fuerza emergente del material reprimido, es una formación de
compromiso, ejemplo de lo cual constituye el síntoma histérico y, en general, el neurótico. El
objetivo de la terapia es vencer las resistencias para que el analizado acceda a las
determinaciones inconscientes de sus sentimientos, actitud o conducta. Freud, en una de las
oportunidades en las que describe la operación que lleva a cabo la terapia analítica, lo hace en
estos términos: "la rectificación con posterioridad del proceso represivo originario".

La «regla fundamental» de la técnica psicoanalítica es la asociación libre.El analista introduce


al paciente en la técnica solicitándole que le comunique todos los pensamientos, ocurrencias,
ideas o imágenes que se le pasen por la mente, independientemente de que estos le parezcan
absurdos, irrelevantes o comprometedores, «sin criticarlos o seleccionarlos». Al comunicar
estos contenidos, el analizado no debe tener en cuenta cuan insignificante, trivial o
desagradable le resulten, ya que esto sólo expresaría la acción de las resistencias.

El analista por su parte, también debe respetar reglas, particularmente las tres siguientes:

Escuchar al analizado con una atención parejamente flotante, es decir, sin privilegiar ningún
elemento de su discurso, lo que implica que el analista «deje funcionar lo más libremente
posible su propia actividad inconsciente y suspenda las motivaciones que habitualmente
dirigen la atención».24 En palabras de Freud, «el analista debe escuchar y no hacer caso de si
se fija en algo».25

Mantener una actitud neutral, en cuanto a los valores, es decir, no dirigir la cura en función de
un ideal religioso, moral o social, no juzgar, no aconsejar.26 La posición debe ser igualmente
neutral frente a las manifestaciones transferenciales y frente al discurso del paciente, es decir,
«no conceder a priori una importancia preferente, en virtud de prejuicios teóricos, a un
determinado fragmento o a un determinado tipo de significaciones».27

Observar una actitud de estricta abstinencia, lo que implica que el analista «no satisface las
demandas del paciente ni desempeña los papeles que éste tiende a imponerle».28 El sentido
de este principio es que la cura debe transcurrir de tal forma que el analizado no se sirva de
ella para obtener satisfacciones sustitutivas de sus síntomas.

En cuanto a la interpretación, su función no es propuesta como un enunciado que refiera el


material que ofrece el caso a una teoría (como el Complejo de Edipo, la nosología
psicoanalítica, las tópicas que representan el aparato psíquico, etc.), sistematizada o no, que
incluya la experiencia propia del analista y el consenso de la comunidad analítica, sino algo que
se acercaría mucho más a un desciframiento. En este sentido, el psicoanalista Donald
Winnicott comenta la importancia de «que el analista no conozca las respuestas, excepto en la
medida en que el paciente dé las claves. El analista recoge las claves y hace las
interpretaciones».29

Los lapsus son actos erróneos para la conciencia, en los que se manifiesta una descarga del
inconsciente. Para Freud, expresa un motivo personal relevante, desconocido para la
personalidad consciente. A menudo el lapsus no es obvio y se revela sólo después de una larga
cadena de asociaciones.

Una segunda área explotada por la asociación libre es la de los sueños, considerada la «vía
regia al inconsciente». Para el psicoanálisis los sueños son siempre (al menos esto es lo
postulado en La interpretación de los sueños) realizaciones de deseos,30 los cuales
generalmente se disfrazan por ser inaceptables para la organización consciente del individuo.
Freud distingue en la estructura del sueño: el contenido manifiesto, que generalmente parece
incoherente y sin sentido pero que presenta algún tipo de historia narrativa; y el contenido
latente, que se refiere a las asociaciones que se despliegan a partir del sueño manifiesto. El
sueño (la ilación de sus contenidos manifiestos) es una formación producida por el trabajo del
sueño que transforma el material latente mediante la condensación, el desplazamiento, el
trastorno en su contrario y diversos tratamientos que las representaciones inconscientes
reciben, en virtud de su estructura, y que Freud designó como desfiguración onírica.31 La
dirección del trabajo del análisis es precisamente en sentido contrario al del trabajo del sueño
ya que obtiene el contenido latente donde era lo manifiesto. Los sueños son figuraciones
capaces de acceder a la conciencia, ya que en esta situación de reposo (el dormir) es cuando la
censura se encuentra más relajada y la resistencia se encuentra debilitada. Los anhelos y
deseos que tienen prohibido el acceso en los estados conscientes tienen una oportunidad de
escaparse tras el velo de la desfiguración onírica.

También en el chiste (Witz en alemán) encuentra el psicoanálisis una de las manifestaciones


paradigmáticas del inconsciente.

Freud afirmó que el individuo neurótico, cuyas necesidades eróticas infantiles permanecieron
insatisfechas, podrá orientar sus requerimientos libidinosos hacia una nueva persona que surja
en su horizonte, siendo muy probable que las dos porciones de su libido (la consciente y la
inconsciente) participen en este proceso. Es por lo tanto perfectamente normal y
comprensible que una carga de libido se oriente también hacia el psicoanalista. Este proceso
da lugar a lo que en psicoanálisis se denomina transferencia.

Cuando se habla de «transferencia» en la terapia, se considera que el paciente transfiere o


reedita sobre la figura del analista demandas libidinales experimentadas en la infancia en
relación a personas que entonces fueron importantes o significativas. La transferencia ofrece
la oportunidad para poner en acto los conflictos infantiles y estructuras cognoscitivas que
condujeron a las represiones y a las distintas formaciones de sus neurosis; y asimismo
proporciona al sujeto las condiciones para rectificar esos hechos que tuvieron lugar en la
infancia y que, por permanecer inconscientes, se habían mantenido refractarios a sus intentos
previos de influir en ellos.nota 2

Las tópicas

Tal y como aclaran Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis en su "Diccionario de Psicoanálisis"


Tópica hace referencia a una "Teoría o punto de vista que supone una diferenciación del
aparato psíquico en cierto número de sistemas dotados de características o funciones
diferentes y dispuestos en un determinado orden entre sí, lo que permite considerarlos
metafóricamente como lugares psíquicos de los que es posible dar una representación espacial
figurada. Corrientemente se habla de dos tópicas freudianas, la primera en que se establece
una distinción fundamental entre inconsciente, preconsciente y consciente, y la segunda que
distingue tres instancias: el ello, el yo, el superyó".32

Primera tópica: consciente, preconsciente e inconsciente[editar]

Artículos principales: Inconsciente y Represión.


La conciencia es la cualidad momentánea que caracteriza las percepciones externas e internas
dentro del conjunto de los fenómenos psíquicos. El término inconsciente se utiliza para
connotar el conjunto de los contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia. Está
constituido por contenidos reprimidos que buscan regresar a la conciencia o bien que nunca
fueron conscientes y su cualidad es incompatible con la conciencia. El preconsciente designa
una cualidad de la psique que califica los contenidos que no están presentes en el campo de la
conciencia pero pueden devenir en conscientes. Los estados reprimidos son aquellos que no se
les puede acceder sin una hipnosis, generalmente son revelaciones a través de imágenes
retenidas durante el tiempo de vida de cada individuo.

Segunda tópica: el Ello, el Yo y el Superyó[editar]

Artículo principal: Ello, Yo y Superyó

Diagrama del modelo estructural de tres instancias (Ello, Yo y Superyó) y de su superposición


con el modelo espacial de la psique en la primera tópica de S. Freud (consciente,
preconsciente, inconsciente).

El Ello es la instancia más antigua y original de la personalidad y la base de las otras dos.
Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de forma pura en
nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos o pulsiones más primitivos. Constituye,
según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con
el principio del placer y desconoce las demandas de la realidad.

El Superyó es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos
recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la "conciencia moral" y el ideal del yo. La
"conciencia moral" se refiere a la capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El
ideal del yo es una autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas.

El Yo es una parte del ello modificada por su proximidad con la realidad y surge a fin de
cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de acuerdo con el mundo exterior, a
la vez que trata de conciliarse con las exigencias del superyó. El yo evoluciona a partir del ello y
actúa como un intermediario entre éste y el mundo externo. El yo sigue al principio de
realidad, satisfaciendo los impulsos del ello de una manera apropiada en el mundo externo.
Utiliza el pensamiento realista característico de los procesos secundarios. Como ejecutor de la
personalidad, el yo tiene que medir entre las tres fuerzas que le exigen: las del mundo de la
realidad, las del ello y las del superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el
mantenimiento de su organización integrada.
Mecanismos de defensa

Artículo principal: Mecanismo de defensa

Freud define la represión como un mecanismo de defensa cuya esencia consiste en rechazar y
mantener alejados de la consciencia determinados elementos que son dolorosos o
inaceptables para el yo. Estos pensamientos o ideas tienen para Freud un contenido sexual. La
represión se origina en el conflicto psíquico que se produce por el enfrentamiento de
exigencias internas contrarias entre un deseo que reclama imperativamente su satisfacción y
las prohibiciones morales. El yo se defiende del dolor que causa la incompatibilidad
reprimiendo el deseo.

En los sueños opera la condensación. Varios elementos presentes en el sueño latente se


conjugan, se unen en un mismo elemento; pueden ser fragmentos de imágenes, frases o
trozos de ideas. Estos fragmentos de vivencias siempre estarán unidos de alguna forma por
elementos comunes, que los relacionan y aparecen durante el análisis por medio de la
asociación libre. Un ejemplo de condensación se da cuando soñamos con una persona que
reúne rasgos de diferentes personas, a veces se presenta como una persona determinada y de
pronto se convierte o desempeña el papel de alguna otra más.

El desplazamiento, que también se presenta en los sueños, consiste en que la intensidad, la


importancia y la cantidad de afecto de algunas ideas se desplaza hacia otras de manera que
puede mostrar como importante algún elemento que en realidad es superfluo y, por el
contrario, mostrar como imprecisos y sin importancia elementos importantes que por lo
general corresponden a recuerdos de la infancia. El desplazamiento es el proceso que más
influye en ocultar el sentido latente del sueño. Cuanto más confuso y oscuro es un sueño, más
ha sido influido por el desplazamiento.

El psicoanálisis emplea el término pulsión (impulso que tiende a la consecución de un fin) para
el estudio del comportamiento humano. Se denomina pulsión a las fuerzas derivadas de las
tensiones somáticas en el ser humano, y las necesidades del ello; en este sentido las pulsiones
se ubican entre el nivel somático y el nivel psíquico.

El psicoanálisis establece una serie de fases a través de las cuales se verifica el desarrollo del
sujeto. Desde el punto de vista de dichas fases, los conflictos psíquicos - y su posibilidad de
resolución- dependerán del estancamiento de una fase (fijación) o del retorno a una fase
precedente (regresión).
La homosexualidad es definida como una perversión causada por una interrupción del
desarrollo libidinal en esta etapa. Para Freud se produce por una fijación en una etapa
temprana del desarrollo psicosexual o una resolución incorrecta del complejo de Edipo. Esta
interrupción no permite alcanzar la madurez sexual (heterosexualidad). Un conflicto de
homosexualidad inconsciente puede ser un núcleo constituyente de esquizofrenia o paranoia.
Más adelante, Freud describe el narcisismo como un componente común a la homosexualidad,
la esquizofrenia y las perversiones. Sin embargo, Freud llegaría a reconsiderar su posición con
el tiempo, hasta el punto de que en su conocida Carta a una madre americana, Freud no dudó
en afirmar que la homosexualidad «no es un vicio ni un signo de degeneración, y no puede
clasificarse como una enfermedad».33 Señaló que perseguir la homosexualidad era una «gran
injusticia y una crueldad», y que el análisis, a lo sumo, serviría para devolver la armonía a una
persona si se sentía infeliz o neurótica, independientemente de si era homosexual o no.

Período de latencia (desde los seis años hasta la pubertad): en este período se desarrollan
fuerzas psíquicas que inhiben el impulso sexual y reducen su dirección. Los impulsos sexuales
inaceptables son canalizados a niveles de actividad más aceptados por la cultura. Freud lo
llamaba «período de calma sexual». No lo consideraba una etapa, ya que no surgía nada
dramáticamente nuevo.

Fase genital (desde la pubertad hasta la adultez): surge en la adolescencia cuando maduran los
órganos genitales. Hay un surgimiento de los deseos sexuales y agresivos. El impulso sexual, el
cual antes era autoerótico, se busca satisfacer a partir de una interacción genuina con los
demás. Freud creía que los individuos maduros buscan satisfacer sus impulsos sexuales sobre
todo por la actividad genital reproductora con miembros del sexo opuesto.

Alternativas y escuelas del psicoanálisis

Desde poco después de su aparición el psicoanálisis se ramificó en varias teorías alternativas.


Por una parte surgieron las teorías de autores que, aunque partiendo del psicoanálisis
freudiano, discrepaban con ciertas concepciones clave de la teoría de Freud y formaron
escuelas alternativas:

Por otra parte, se crearon escuelas que ampliaron el psicoanálisis freudiano:

Aunque todas mantienen los principios básicos de la teoría de Freud sobre el inconsciente,
otras partes de las teorías son ampliadas y reinterpretadas por cada escuela.

Aparte de las grandes escuelas mencionadas aquí, existen innumerables otras orientaciones,
institutos y agrupaciones que se pueden considerar derivadas del enfoque analítico.

Además se ha creado la corriente de la psicoterapia psicoanalítica que, aceptando los


presupuestos psicoanalíticos, utiliza una concepción y una técnica diferente a la del
psicoanálisis propiamente dicho.

El psicoanálisis en la universidad

El psicoanálisis suele estudiarse en la universidad en diversas carreras. En general en los


estudios de pregrado no se forma directamente a psicoanalistas para el ejercicio clínico. Si un
estudiante de psicología o medicina una vez licenciado opta por esta rama, debe especializarse
posteriormente para el desarrollo de este estilo particular de psicoterapia. En algunos países
existe legislación asociada al tema, pero generalmente los criterios respecto a los créditos que
debe poseer un profesional para interiorizarse en el psicoanálisis provienen de la propia
doctrina de este y están formalmente descritos por las instituciones psicoanalíticas
(asociaciones, sociedades, institutos).

En países como Argentina y Francia el psicoanálisis sigue ocupando un lugar central en las
facultades de psicología y humanidades.[cita requerida] El psicoanálisis en Chile también tiene
cierta presencia académica. En general, sigue vigente en países de habla hispana y algunos
países europeos como método terapéutico y de introspección, pero su vigencia en otros países
disminuyó considerablemente desde mediados del siglo XX.[cita requerida]

Eficacia en el tratamiento de trastornos psicológicos

Comparación del tamaño del efecto de la terapia psicodinámica. Smith, Glass and Miller. 1980.

Los detractores del psicoanálisis consideran que no es efectivo en el tratamiento de trastornos


psicológicos. Se apoyan en estudios estadísticos (ver referencias) que comparan la eficacia
clínica de distintas formas de terapia (psicoanalíticas, gestálticas, conductuales, cognitivas,
etc.) con una terapia placebo o con la ausencia de terapia.35 36 37 38 Estos estudios muestran
que en promedio las psicoterapias aportan beneficios y algunas de las terapias cognitivas están
a la par de los tratamientos farmacológicos y su efectividad se potencia cuando son empleadas
en conjunto. En cambio, la efectividad del psicoanálisis en el tratamiento de enfermedades
(depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación, adicciones, trastornos de la
personalidad...) está por debajo del promedio y no supera la efectividad de un tratamiento
placebo; y puede, en consecuencia, retrasar o impedir en algunos casos la cura.

Sin embargo, y en sentido opuesto, existen otras investigaciones que avalan la efectividad del
tratamiento psicoanalítico y psicodinámico (una forma de terapia corta fundamentada en el
psicoanálisis)39 lo cual indica que la terapia podría ser utilizada para el alivio de síntomas en
diversos pacientes. Los mismos estudios han demostrado que las ganancias obtenidas a partir
del uso de terapias psicodinámicas se mantienen, e incluso incrementan, después de la
terminación del tratamiento,40 beneficios que pueden servir para la reducción de síntomas en
trastornos psicosomáticos,41 trastornos de la personalidad,42 trastornos depresivos,43
trastornos de ansiedad,44 y en general, trastornos psiquiátricos (depresión mayor, depresión
maternal, estrés postraumático, bulimia nerviosa, anorexia nerviosa, dependencia al opio,
dependencia a la cocaína, trastornos de personalidad del claustro c, trastorno límite de la
personalidad, trastorno somatomorfo y fobia social).

Las pruebas proporcionadas por estas investigaciones han ayudado a legitimar el estatus
teórico y práctico del psicoanálisis ante un creciente número de personas dentro de la
comunidad científica. Esto ha llevado, sin embargo, a que algunos psicoanalistas teman que
sus conceptos se vean reducidos a una validez epistemológica excesivamente positivista56 y
pierdan su sentido subjetivo, escéptico y curioso, por una racionalidad mecanizada.57 Este
pensamiento indica que los abordajes estadísticos que apuntan a medir la eficacia de los
tratamientos terapéuticos no tienen en cuenta la singularidad de cada caso evaluado.
Críticas al psicoanálisis

Psicoanálisis y neurociencia

El psicoanálisis se ha ido integrando con el desarrollo actual de las neurociencias, en lo que se


ha venido a denominar neuropsicoanálisis.

Método De Freud

es el método de exploración y tratamiento de la psiconeurosis basado en el estudio de los


fenómenos subconscientes. La preponderancia de éstos en la vida mental es lo que ha servido
de base para edificar el sistema Freudiano. En realidad, sus orígenes sé remotan a los trabajos
de Breuer y Janet sobre el contenido de las obsesiones. Creyendo que no se formaba aquél al
azar si no que representaba residuos de pasadas emociones, lo sujetaron a una análisis. Jung
ahondó más en esto y consideró el contenido mental obsesionante como una suerte se reflejo,
por su parte Freud había ya comenzado sus trabajos acerca de los estados oníricos partiendo
del sueño natural. No los admitía como representaciones arbitrarias si no como impresión fiel
de ideas y emociones subsistentes. Más adelante, y extendiendo sus observaciones, llegó a
constituir un método completo. El fundamento del mismo estriba en la averiguación de la
fenomenología psíquica subconsciente. Esta alcanza a un grado de desarrollo muy extenso y
superior a lo que admitieran la psicofisiología clásica de Bain y Wundt. A la subconsciencia
atribuye lo que Freud denomina actos y tendencias fallidas. Con tal nombre se designan los
hechos y tendencias al parecer erróneas, arbitrarias y equívocas de nuestra personalidad,
asegura que en el fondo existe una lucha subconsciente entre diversas asociaciones ideativas.
Desempeñan un papel de primer orden las impresiones de orden sexual, algunas que pueden
remontarse a la infancia que pueden revelarse por medio de los sueños y pueden llegar a
causar un trauma psíquico cuyas resonancias se manifiestan por las emociones.

Freud era un psicólogo médico que intentaba entender y tratar lo que hoy en día llamáramos
problemas de la personalidad y la conducta. En 1900 Freud publicó la interpretación de los
sueños, este libro presenta los fundamentos de su aproximación a la psicología. Como se ha
dicho Freud, estudiaba más que nada el subconsciente en donde él creía que se encontraban
los síntomas de sus pacientes

Psicología cognitiva
La psicología cognitiva es la psicología que se encarga del estudio de la cognición; es decir, de
los procesos mentales implicados en el conocimiento. Tiene como objeto de estudio los
mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento, desde la percepción,
la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y razonamiento lógico. Por
cognitivo entendemos el acto de conocimiento, en sus acciones de almacenar, recuperar,
reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos.

Está situada dentro de lo que se denomina el hexágono cognitivo, formado por la interrelación
entre neurociencia, inteligencia artificial, psicología, lingüística, antropología y filosofía.Recibe
influencias de disciplinas y teorías afines, como el tratamiento de la información, la inteligencia
artificial, la ciencia del lenguaje y el enfoque holístico de la Gestalt.

El interés de la psicología cognitiva es doble. El primer interés es estudiar cómo las personas
entienden el mundo en el que viven y también se abordan las cuestiones de cómo los seres
humanos toman la información sensorial entrante y la transforman, sintetizan, elaboran,
almacenan, recuperan y finalmente hacen uso de ella. El resultado de todo este procesamiento
activo de la información es el conocimiento funcional en el sentido de que la segunda vez que
la persona se encuentra con un acontecimiento del entorno igual o similar está más segura de
lo que puede ocurrir comparado con la primera vez.

Cuando las personas hacen uso de su conocimiento construyen planes, metas para aumentar
la probabilidad de que tendrán consecuencias positivas y minimizar la probabilidad de
consecuencias negativas. Una vez que la persona tiene una expectativa de la consecuencia que
tendrá un acontecimiento, su actuación conductual se ajustará a sus cogniciones.

El segundo interés de la psicología cognitiva es cómo la cognición lleva a la conducta. Desde un


enfoque motivacional, la cognición es un "trampolín a la acción". Para los teóricos
cognitivistas, la acción está principalmente en función de los pensamientos de la persona y no
de algún instinto, necesidad, pulsión o estado de activación (arousal).

Surgió como corriente psicológica en los años 1950 y 60 como reacción al conductismo.

La proposición conductista de la mente que no puede ser estudiada debido a la imposibilidad


de un acercamiento a través del método científico. En contraste, la psicología cognitiva hace
uso de procesos mentales para explicar la conducta (a diferencia de tan solo asociaciones
entre estímulos y respuestas). Los psicólogos cognitivos ponen énfasis en la influencia que el
procesamiento de la información tiene sobre la conducta, afirmando que el individuo compara
la información nueva con su "esquema" o estructura cognitiva preexistente. La psicología
cognitiva es distinta de otras perspectivas psicológicas previas en dos aspectos principales.
Primero, acepta el uso del método científico, y rechaza la introspección como método válido
de investigación, contrario a métodos fenomenológicos tales como la psicología de Freud
(psicoanálisis). Segundo, plantea la existencia de estados mentales internos (tales como
creencias, deseos y motivaciones); lo contrario que la psicología conductista de esa época.

Los principales exponentes de la psicología cognitiva son Alan Baddeley, Frederic Bartlett,
Donald Broadbent, Jerome Bruner, Hermann Ebbinghaus, George A. Miller, Ulrich Neisser,
David Rumelhart, Herbert Simon, Endel Tulving, Robert L. Solso, Lev Vygotski, David Ausubel,
Jean Piaget, Angel Riviere y George Kelly

Teoría Conductista (Watson y Skinner)


TEORIA CONDUCTISTA POR WATSON Y SKINNER
INTRODUCCIÓN:
Se desarrolla principalmente a partir de la primera mitad del siglo XX y permanece vigente
hasta mediados de ese siglo, cuando surgen las teorías cognitivas.

Se centra en la conducta observable, intentando hacer un estudio totalmente empírico de la


misma y queriendo controlar y predecir esta conducta.

ANTECEDENTES:

John Broadus Watson nació en Greenville (Carolina del Sur) el 9 de enero de 1878 y murió en
Nueva York el 25 de septiembre de 1958.

Se graduó en la Universidad de Chicago en 1903.

Su disertación “Educación Animal: un estudio experimental sobre el desarrollo psíquico de la


rata blanca, en correlación con el crecimiento de su sistema nervioso”, es el primer documento
moderno científico acerca del comportamiento de la rata blanca.

En el documento, Watson describe la relación entre la mielinización cerebral (La mielina es un


sistema de bicapas fosfolipídicas formadas por esfingolípido. Se encuentra en el sistema
nervioso, en concreto formando vainas alrededor de los axones de las neuronas en seres
vertebrados y permite la transmisión de los impulsos nerviosos entre distintas partes del
cuerpo gracias a su efecto aislante

Watson permaneció en la Universidad Johns Hopkins varios años realizando investigaciones


acerca de la relación entre inputs sensoriales y aprendizaje y comportamiento de las aves.

Fue uno de los psicólogos americanos más importantes del siglo XX, conocido por haber
fundado la Escuela Psicológica Conductista , que inauguró en 1913 con la publicación de su
artículo "La Psicología tal como la ve el Conductista".

Watson fue fundador del enfoque conductista, expuso su programa y concepción. El autor era
de formación funcionalista (Escuela de Chicago).

Según Watson, la psicología para alcanzar un estatuto verdaderamente científico, no debía


ocuparse del estudio de la conciencia (los procesos inobservables), sino, nombrar a la conducta
(los procesos observables) como su objeto de estudio.

El conductismo rompía de manera radical con muchos de los esquemas de la psicología


precedente, existían importantes antecedentes dentro de la psicología, los cuales fueron
tomados por los conductistas como base sólida para su trabajo teórico metodológico.

Diez años después el manifiesto conductista de 1993 la propuesta de Watson rápidamente se


diversifico. Algunos años después creció el movimiento neoconductista con cuatro
derivaciones.

Estos cuatro nuevos planteamientos fueron el conductismo asociacionista de E. Guthrie, el


conductismo metologico de C. L. Hull, el conductismo intencional de E. L. Tholman, finalmente
el conductismo operante de B.F. Skinner.
Durante los años cuarenta hasta los sesenta, se protagonizó y desarrollo el conductismo
skinneriano.

Burrhus Frederic Skinner Nació un 20 de Marzo de 1904 en Pensilvania.

Inicialmente quería convertirse en escritor, pero se desilusionó de sus habilidades literarias.


Skinner comenzó a interesarse por el comportamiento de la personas, abandonó la literatura
para ser estudiante en la universidad Harvard donde se graduó en 1931.

En 1936 empezó a trabajar como profesor en la Universidad de Minnesota donde permaneció


nueve años y después en la universidad de indiana.

En 1938 Skinner publicó su primer libro, Las conductas de los organismos, y tras un breve
período en la Universidad de Indiana, se estableció en Harvard (1948).

Influido por la teoría de los reflejos condicionados de Pavlov y por el conductismo de Watson,
Skinner creyó que era posible explicar la conducta de los individuos como un conjunto de
respuestas fisiológicas condicionadas por el entorno, y se entregó al estudio de las
posibilidades que ofrecía el control científico de la conducta mediante técnicas de refuerzo
(premio de la conducta deseada), necesariamente sobre animales.

Skinner fallece el 18 de agosto de 1990 en Cambridge.

Fue principalmente a través de Skinner que comenzó a desarrollarse una auténtica tecnología
de la instrucción de origen conductista.

La propuesta Skinneriana, también llamada Análisis Experimental de la Conducta (AEC), se ha


caracterizado por hacer una feroz defensa de los aspectos más radicales de la corriente
conductista (el antimentalismo y el ambientalismo extremo).

Según Skinner, la conducta de los organismos puede ser explicada mediante las contingencias
ambientales, sin tomar en cuenta toda la posibilidad causal-explicativa a los procesos internos
de la naturaleza mental.

A partir de los sesenta, el paradigma conductista comenzó a acumular una serie de anomalías
difícilmente explicables, por ello dejó de tener fortaleza, como tradición de investigación.

Actualmente siguen existiendo conductistas operantes, y han comenzado a aparecer variantes


híbridas dentro de esta corriente que reflejan las influencias de otros paradigmas como son el
enfoque cognitivo-conductual.

Una variante del Análisis Experimental de la Conducta (AEC), los constituye el Análisis
Conductual Aplicado (ACA), el cual se refiere a las aplicaciones de las leyes y principios
encontrados en la investigación básica con organismos infrahumanos en escenarios reales
(Baer, Woolf y Risley 1974). Dentro de ellos, el campo de la educación ha sido uno de los
preferidos de los conductistas, donde sin lugar a dudas se realizado un sin número de trabajos
de intervención.

PROBLEMÁTICA:
· El estudio descriptivo de la conducta

· Al estudiar a la conducta de los organismos, debemos asegurarnos de dividirlas en


términos observables, medibles y cuantificables. Los procesos inobservables, por tanto, salen
fuera de la problemática de investigación y análisis de los conductistas.

· Los objetivos del conductismo operante son la investigación y análisis de las relaciones y
principios entre los hechos ambientales (estímulos, E) y las conductas de los organismos
(respuestas, R) – (esquema E-R) , para que una vez identificados estas leyes, se logren
objetivamente la descripción, predicción y control de los comportamientos.

FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS:

· Se centra en la tradición fisiológica del empirismo.

· Según los empiristas, el conocimiento está compuesto de las sensaciones (materia prima
de la las impresiones del objeto) las ideas (copia directa de las sensaciones) y las asociaciones
entre ellas. De cualquier manera el origen del conocimiento está en las sensaciones e
impresiones, la cuales son meras copias o reflejos de la realidad.

· De la corriente empirista, el conductismo ha heredado tres de sus características


definitorias: el ambientalismo, el asociacionismo y el anti constructivismo

Ambientalista: considera que es el ambiente (físico y social) quien determina las formas en que
se comportan los

Anti- constructivista:

Para los conductistas los procesos de desarrollo no son explicados por cambios debidos a
estructuraciones internas en los sujetos, ni algún proceso o serie de procesos mentales, los
conocimientos del sujeto son meras acumulaciones de relaciones y asociaciones entre
estímulos y respuestas, no existen cambios cualitativos entre un estado inferior de
conocimientos y otro superior, si no por el contrario simples modificaciones cuantitativas.

SUPUESTOS TEÓRICOS :

El conductismo skinneriano principalmente antiteórico, coherente con la epistemología


empirista.

Se reconoce que los conductistas usan el modelo E-R (estimulo-respuesta) como esquema
fundamental para sus descripciones y explicaciones de la conducta de los organismos.

Según los conductistas todas las actitudes, por más complejas que están sean, pueden ser
analizadas en sus partes más elementales, es decir, a través de estímulos y respuestas. Todos
los estímulos o respuestas son equivalentes, es decir, cualquier clase de estímulos puede ser
asociada con la misma facilidad a cualquier otra clase de estímulos o respuestas.
En el esquema del condicionamiento operante, las conductas que más interesan son las
llamadas operantes o instrumentales, las cuales no son evocadas en forma automática por los
estímulos antecedentes sino que tienen la facultad de ocurrir en forma deliberada.

Los estímulos antecedentes a las conductas operantes son denominados estímulos


discriminativos (ED), mientras que los estímulos consecuentes a dichas conductas son
denominados estímulos reforzadores (ER).

A los conductistas skinnearianos les interesa el estudio detallado de las contingencias de


reforzamiento, esto es, la ocasión donde se da la respuesta (ED), la ocurrencia de las conductas
operantes y sus relaciones funcionales con los estímulos consecuentes o reforzadores (ER).

El estudio detallado de las relaciones entre los hechos ambientales y conductuales, los
conductistas han derivado una serie de principios, los cuales han sido demostrado en forma
experimental, con sujetos infrahumanos y humanos. A partir de estos principios conductuales,
se ha derivado una multiplicidad de procedimientos y técnicas conductuales, las cuales han
sido utilizadas en forma extensiva, para enseñar (por ejemplo, moldeamiento,
encadenamiento), mantener (programas de reforzamiento intermitente), incrementar
(programas de reforzamiento intermitente), controlar (control de estímulos, guía física,
igualación a la muestra) y decrementar conductas (extinción, reforzamiento de condcutas
alternativas, tiempo fuera, etc.).

PRESCRIPCIONES METODOLÓGICAS:

· El método científico por excelencia es el método experimental.

· La metodología conductista tiene fuertes connotaciones empiristas, pretende obtener


una copia exacta de la realidad sin dar opción a la participación cognoscitiva del
experimentador ( no formulación de hipótesis etc), mientras más alejado se encuentre el
experimentador de lo que se pretende conocer más fiel y objetivo será su conocimiento de
este.

· Generalmente al estar estudiada la realidad, se le fragmenta en unidades de análisis


lineales entre estímulos (variables independientes manipuladas) y (variables dependientes
observables) respuestas. Luego la complejidad de lo real es explicada mediante los resultados
del análisis de estos elementos (reduccionismo).

PROYECCIONES DE APLICACIÓN AL CAMPO EDUCATIVO:

La aproximación del AEC (Analisis Experimental de la Conducta) tiene una variante asocia a
las aplicaciones los distintos escenarios y contextos clínicos, sociales, educativos, de trabajo,
etc. Este es el denominado Análisis Conductual Aplicado (ACA), que se concibe como la mera
aplicación de los principios descubiertos mediante la investigación básica en los laboratorios u
otros escenarios artificiales.

Debemos considerar que el análisis conductual aplicado a la educación, entendido de esta


manera, queda inserto dentro de los límites de la llamada hipótesis de extrapolación-
traducción.

El conductismo aplicado a la educación ha conformado una fuerte tradición dentro de la


psicología educativa.

A continuación haremos alusión a algunos de los aspectos nodales de este paradigma


psicoeducativo, los conceptos sustanciales del proceso instruccional y de los agentes que
intervienen en él;

Por último, hay que señalar que los conductistas refieren que la enseñanza debe estar basada
en consecuencias positivas (reforzamiento positivo) y no en procedimientos de control
aversivo (como el castigo de otros).

METAS Y OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN:

Sostienen que la educación es uno de los recursos que emplea la sociedad para controlar la
conducta humana. La escuela tiene dos funciones esenciales: transmitir los valores y
patrones culturales e innovar en las instituciones escolares actuales, se atiende a la primera
de esas funciones es necesario hacer de los alumnos personas creativas y respetar su propia
individualidad.

Las metas y los objetivos no deben ser enunciados en forma vaga y deben ser traducidos o
reducidos a formas más operables para alcanzarlos.

Los criterios para elaborar los objetivos conductuales son tres:

1.- Mencionar la conducta observable que se pretende que logre el alumno.

2.- Señalar los criterios de ejecución de las mismas.

3.- Mencionar las condiciones en que debe ser realizada la conducta de interés.

Los objetivos tiene varias ventajas: permite claridad al docente y al alumno sobre las
actividades de enseñanza y de aprendizaje respectivamente, dan lugar a una planificación
y diseño instruccional adecuados, permiten obviar las formas de evaluación. En este sentido,
se dice que los objetivos son elementos esenciales de todo proceso instruccional.

Los objetivos generales de un plan de estudios, programa o curso (las conductas finales que
se desean alcanzar) pueden descomponerse o describirse en objetivos de naturaleza más
específica (intermedios y específicos), de esta manera resulta mucho más fácil para el
docente conducir a los alumnos a lo largo del curso, cualquier conducta compleja puede ser
descompuesta en las partes que la conforman. Enseñando las conductas componentes, se
puede ir procediendo paulatinamente, hasta el logro de una conducta final compleja.

CONCEPCIÓN DEL ALUMNO:

El sujeto de la instrucción que los conductistas conciben y desean promover es un alumno


activo, el nivel de actividad del sujeto se ve fuertemente restringida por los arreglos
contigenciales del profesor-programador, los cuales se establecen antes de la situación
instruccional. La participación del alumno, por tanto, esta condicionada por las características
prefijas del programa por donde tiene que transitar para aprender.

El alumno es visto, como un sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser
arreglados o rearreglados desde el exterior (la situación intruccional, los métodos, los
contenidos, etc.), siempre y cuando se realicen los ajustes ambientales y curriculares
necesarios.

Basta entonces con programar adecuadamente los insumos educativos para que a aprendizaje
de conductas académicas deseables sea logrado.

La gran mayoría de las intervenciones realizadas por los conductistas en las aulas escolares, se
habían orientado a fomentar en los alumnos docilidad, el respeto a la disciplina impuesta y por
ende la pasividad. En forma implícita se privilegiaba la concepción de un alumno “bien
portado” en los salones escolares, que de manera simple adquirir hábitos socialmente
aceptables al desarrollo de intervenciones que fomentan comportamientos verdaderamente
académicos como el estudio, la creatividad, etc.

CONCEPCIÓN DEL MAESTRO:

En esta perspectiva el trabajo del maestro consiste en diseñar una adecuada serie de arreglos
contingenciales de reforzamiento para enseñar, Keller (1978) ha señalado el maestro debe
verse como un “ingeniero educacional y un administrador de contingencias”.

Un maestro eficaz debe ser capaz de manejar hábilmente, los recursos tecnológicos-
conductuales de este enfoque (principios, procedimientos, programas conductuales) para
lograr con éxito niveles de eficiencia en su enseñanza y sobre todo en el aprendizaje de sus
alumnos. Dentro de los principios deberá manejar de manera especial los referidos al
reforzamiento positivo y evitar en la medida de lo posible los basados en el castigo (Skinner,
1970).

CONCEPTO DE APRENDIZAJE.
Para los conductistas , gran parte de la conducta de los seres humanos es aprendida, como
producto de las contingencias ambientales. El aprendizaje es entendido de manera
descriptiva como un "cambio estable en la conducta" o como diría el propio Skinner (1976)
"un cambio en la probabilidad de la respuesta". De donde se sigue, que si es de nuestro
interés lograr que un alumno adquiera o incremente (aprenda) un repertorio conductual, es
necesario utilizar los principios y/o procedimientos.

Dentro de los cuales el más importante es el reforzamiento, cualquier conducta puede ser
aprendida, ya que considera la influencia del nivel de desarrollo psicológico y de las
diferencias individuales es mínima Lo verdaderamente necesario es identificar
adecuadamente los determinantes de las conductas que se desean enseñar, el uso eficaz de
técnicas o procedimientos conductuales y la programación de situaciones que conduzcan al
objetivo final (la conducta terminal).

METODOLOGÍA DE LA ENSEÑANZA.

La propuesta prototípica del enfoque conductista, para la instrucción, es la denominada


enseñanza programada. Esta es la alternativa que propuso Skinner (1970) para convertir la
enseñanza, hasta entonces vista como un arte, en una técnica sistemática.

La enseñanza programada según Cruz (1986), es el intento de lograr en el aula escolar los
mismos resultados del control conductual alcanzado en los laboratorios, usando los
principios conductuales.

La enseñanza programada es una técnica instruccional que tiene las siguientes


caracterísicas, reportadas por Cruz (op. cit., p. 21):

a) Definición explícita de los objetivos del programa.

b) Presentación secuenciada de la información según la lógica de dificultad creciente,


asociada al principio de complejidad acumulativa.

c) Participación del estudiante.

d) Reforzamiento inmediato de la información.

e) Individualización (avance de cada estudiante a su propio ritmo).

f) Registro de resultados y evaluación contínua.

La enseñanza programada se ha asociado comúnmente con las máquinas de enseñanza (y


más recientemente con las computadoras y el CAI -en español, IAC (Instrucción asistida por
computadora)-, al grado tal de considerarse que la primera no puede realizarse sin las
segundas. Tal confusión se debe en parte al propio Skinner, pero no es correcta, dado que la
enseñanza programada puede ocurrir sin el empleo de cualquier tipo de máquina.

El elemento básico de la enseñanza programada lo constituye el programa, el cual puede


definirse como una serie de segmentos que presentan información en forma creciente. Dicho
programa ser propuesto, toda vez sean analizados con detalle los objetivos finales y se
establezcan las conductas que finalmente llevarán los alumnos al logro de los objetivos. Para
la construcción de un programa, son necesarios tres pasos (v. Cruz, op. cit., p. 35):

1.- Determinación de los objetivos del programa y análisis de las variables previas al
mismo.

2.- Redacción del programa.

3.- Rectificación y validación del programa.

Recientemente Skinner (1984, cit. por Woolfolk, 1990) dió algunos lineamientos que
resumen lo que hemos dicho, para mejorar la enseñanza:

1.- Ser claro acerca de aquello que se va a enseñar.

2.- Asegurarse de enseñar en primer lugar lo que se considere necesario para el aprendizaje
de cosas más complejas.

3.- Permitir que los estudiantes avancen a su propio ritmo.

4.- Programar los temas.

La psicología humanista surge como una alternativa al psicoanálisis y al


conductismo, en su momento tuvo una gran repercusión y la denominaron la "tercera fuerza”
en psicología

uno de los teóricos humanistas más importantes de la época, el psicólogo estadounidense


Abraham Maslow (1908-1970), quien había incursionado en el conductismo, denominó a este
movimiento La Tercera Fuerza, para mostrar lo que se proponía con esta corriente: integrar las
formas (aparentemente opuestas) en que se expresaba el quehacer psicológico de la época
(conductismo y psicoanálisis).

psicología humanista es una corriente dentro de la psicología de la posmodernidad, que nació


como parte de un movimiento cultural más general surgido en Estados Unidos en los años
sesenta y que involucra planteamientos en ámbitos como la política, las artes y el movimiento
social denominado «contracultura».

La psicología humanista es una escuela que pone de relieve la experiencia no verbal y los
estados alterados de conciencia como medio de realizar el pleno potencial humano.

se caracterizó por apoyarse en el punto de vista del escritor francés Juan Jacobo Rosseau,
quien califica a los individuos como nobles salvajes, desarrollados como seres humanos,
productivos, alegres, buenos, bondadosos, a menos que la sociedad o experiencias
desfavorables interfieran o corrompan el manifiesto de su naturaleza más elevada.
Énfasis en lo único y personal de la naturaleza humana: el ser humano es considerado único e
irrepetible. Tenemos la tarea de desarrollar eso único y especial que somos, así, ámbitos como
el juego y la creatividad es considerados fundamentales.

La Confianza en la naturaleza y búsqueda de lo natural: el ser humano es de naturaleza


intrínsecamente buena y con tendencia innata a la autorrealización. La naturaleza, de la que
este ser humano forma parte, expresa una sabiduría mayor. Por lo tanto, como seres humanos
debemos confiar en la forma en que las cosas ocurren, evitando controlarnos o controlar
nuestro entorno.

Superación de la escisión mente/cuerpo: la psicología humanista parte desde un


reconocimiento del cuerpo como una fuente válida de mensajes acerca de lo que somos,
hacemos y sentimos, así como medio de expresión de nuestras intenciones y pensamientos.
Funcionamos como un organismo total, en que mente y cuerpo son distinciones hechas sólo
para facilitar la comprensión teórica.

La psicología humanista considera al ser humano como: - Un ser global que debe ser
considerado como un todo en el que figuran y convergen: sentimientos, pensamientos,
conductas, acciones. - Las conductas del ser humano son intencionales, y tienen sentido desde
la perspectiva material como desde la perspectiva personal de dignidad y libertad - Toda la
existencia humana se desarrolla y transcurre en un contexto interpersonal, este contexto
interpersonal es necesario e importante en el desarrollo individual pero teniendo en cuenta la
individualidad del ser humano en las relaciones sociales. - Los hombres son seres o personas
autónomas, dentro de las relaciones existenciales de interpersonalidad tienen la capacidad de
tomar sus propias decisiones, decisiones que dirigen su desarrollo. Este principio es
complementario al principio de la necesidad de un contexto interpersonal, de tal manera que

De los diversos enfoques humanistas que se originaron durante la década de los años 70 y 80,
han surgido diversas terapias psicológicas que centran la intervención psicoterapéutica en los
postulados humanistas y el tratamiento al paciente se focaliza a partir de los postulados de
cada enfoque humanista, que exponemos a continuación.

La psicología humanista considera al ser humano como:

- Un ser global que debe ser considerado como un todo en el que figuran y convergen:
sentimientos, pensamientos, conductas, acciones.

- Las conductas del ser humano son intencionales, y tienen sentido desde la perspectiva
material como desde la perspectiva personal de dignidad y libertad

- Toda la existencia humana se desarrolla y transcurre en un contexto interpersonal, este


contexto interpersonal es necesario e importante en el desarrollo individual pero teniendo en
cuenta la individualidad del ser humano en las relaciones sociales.

- Los hombres son seres o personas autónomas, dentro de las relaciones existenciales de
interpersonalidad tienen la capacidad de tomar sus propias decisiones, decisiones que dirigen
su desarrollo. Este principio es complementario al principio de la necesidad de un contexto
interpersonal, de tal manera que solamente una persona autónoma es capaz de asumir sus
responsabilidades dentro de las relaciones interpersonales.

- La autorrealización es la tendencia inherente a las personas, es lo que produce la


individualidad y el crecimiento e indiferenciación personal.

- La experiencia interior del ser humano es vivenciada como personal y con un significado
que es producido por la propia persona, este significado a sus experiencias y vivencias son ejes
fundamentales del desarrollo y de las percepciones personales que sobre uno mismo las
personas desarrollan.

La psicología humanista incluye varios enfoques o corrientes, entre ellas la más destacada fue
la de la corriente existencialista, de ahí que se conozca a la psicología humanista como
psicología humanista – existencialista.

Enfoques dentro de la psicología humanista

1.- Enfoque existencialista: Los representantes de la corriente existencialista dentro de la


psicología humanista son: Bingswanger, May y Laing. Autores con una fuerte influencia de la
filosofía existencialista y fenomenológica, especialmente la influencia de Sartre y Husserl.

2.- El enfoque transpersonal o psicología transpersonal de Maslow, fue además el que inició la
corriente o enfoque humanista dentro de la psicología. El concepto fundamental en la
psicología de A. Maslow es la autorealización, en la que una vez satisfechas las necesidades
básicas en el ser humano aparecen las metanecesidades que están relacionadas con la
satisfacción psíquica, por lo tanto es la búsqueda del ser lo que centrará la psicoterapia de la
psicología humanista.

3.- La psicología humanista de C. Rogers, y la psicoterapia humanista de Rogers es la más


conocida y la más influyente dentro de la psicología humanista.

La psicología de Carl Rogers es conocida como terapia no directiva y centrada en el cliente y se


fundamenta en dos conceptos básicos:

1.- Confianza total en la persona del cliente: Se trata de transmitir empatía por el paciente y
entender la experiencia del paciente y de su mundo, para poder comprenderle

2.- Rechazo total al papel directivo del terapeuta

4.- Logoterapia. El enfoque humanista denominado Logoterapia de Frankl, el concepto básico


de Víctor Frankl es el sentido de la vida, la pérdida del sentido de la vida genera neurosis y
patologías, el terapeuta tiene como objetivo promocionar y favorecer que el paciente logre
restaurar o generar un sentido a la vida para poder desprenderse de la neurosis noógena, o
pérdida de sentido de vida, el vacío existencial es el que se trabaja como eje en este tipo de
terapias humanistas denominadas logoterapias.

5.- El Análisis transaccional de Eric Berne, es un enfoque de origen psicoanalítico, la terapia


transaccional centra la ayuda terapéutica en la restauración del potencial existencial original
en el ser humano, de confianza en la persona. El núcleo de la psicología transaccional y de la
terapia de Análisis transaccional es trabajar con los estados del yo que se producen en las
relaciones personales, de tal manera que ciertos estados del yo pueden en relación con otros
yos, crear malestar o patologías de forma consciente o inconscientes lo que denominan el
guión de la vida, y son estos guiones positivos o negativos que deben trabajarse en la terapia
mediante un contrato que establece el cliente con el terapeuta y que deben cumplir.

6.- Enfoque bioenergético de Lowen. El enfoque bioenergético de Alexander Lowen con raíces
en los postulados de Wilhem Reich dentro de la corriente psicoanalítica y su propuesta del
análisis del carácter. El carácter entendido como la máscara que cubre a la persona para poder
convivir con los impulsos derivados de los instintos y evitar así la neurosis, pero la represión
puede producir no solamente neurosis, sino además angustia y sentimientos intensos
negativos producto de la tensión que procede de la dificultad de dejar expresar libremente la
energía biológica. Los conflictos y tensiones se manifiestan en el cuerpo y deben tratarse
mediante ejercicios que permitan liberar tensiones.

7.- El psicodrama dentro de las teorías humanistas está relacionado con la patología que surge
cuando las personas admiten roles inadecuados y además los convierten en roles rígidos que
van dañando a la persona. Para eliminar las patologías que se derivan de los roles que asumen
las personas es necesario realizar psicodramas, o psicoterapias que permitan deshacerse de
esos roles y asumir otros adecuados.

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