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POLÍTICA INDUSTRIAL

La Política Industrial o PI es el conjunto de acciones, emprendidas


mayoritariamente por la Administración Pública, que tienen como principal objetivo
aumentar la competitividad de la industria de un país o región. Su origen se sitúa
en los años 30 con el fin de salir de las crisis económicas por parte de los EE.UU e
Inglaterra.

Se entiende por competitividad la capacidad de una organización para obtener y


mantener sistemáticamente unas ventajas comparativas que le permitan alcanzar,
sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico en
que actúa.

Objetivos generales de la PI:

 Reequilibrio de la balanza de pagos


 Incrementar la productividad y competitividad de la economía interna
 Aumenta competitividad de la industria de un país o región
 Fomentar la actividad industrial
 Reducir desequilibrios Inter-territorios

Objetivos específicos PI:

 Intervenir en sectores de expansión o rescisión


 Repliegue ordenado en determinados sectores
 Aparición de determinados sectores
 Incrementar cifras destinadas a la inversión
 Consolidar actividades o empresas en el territorio
 Asegurar el suministro energético nacional

El ámbito territorial de la PI:

 Supranacional
 Estatal
 Regional
 Local

El nuevo marco de la PI se define por:

 Globalización
 Revolución tecnológica
 Especialización y adaptabilidad
 Sociedad de la información

Uno debe de especializarse en la economía o actividad en la que tenga ventaja


competitiva.

Se llama instrumentos de la PI al conjunto de acciones destinadas a alcanzar


los objetivos de la PI. Algunos mecanismos son:

 Facilitar suelo industrial


 Reconversión industrial
 Ayudas fiscales y económicas
 Otorgar subvenciones
 Facilitar la puesta en marcha con una reducción de la burocracia
 Planes de educación de formación
 Campañas publicitarias de fomento de consumo
 Puesta en marcha de iniciativas empresariales
 Inversión en infraestructura de comunicación

La PI se puede clasificar:

a) Según el grado de actuación:

· Verticales

· Horizontales
b) Según el tiempo:

· Temporales

· Indefinidas

c) Según la política:

· Picking-losers (Eligiendo Perdedores)

· Picking-winners (Eligiendo Ganadores)

Los pasos para definir la PI son:

1. Estudio de mercado. Análisis FODA

2. Medidas concretas con unos indicadores

3. Presupuesto

4. Seguimiento y control

Siguiendo los lineamientos del Consejo Nacional de Política Económica y Social


CONPES (creado por la Ley 19 de 1958 - máxima autoridad nacional de
planeación, se desempeña como organismo asesor del Gobierno en todos los
aspectos relacionados con el desarrollo económico y social del país), el Ministerio
de Desarrollo coordina la ejecución de la política del gobierno nacional en materia
de industria; además, tiene a su cargo los principales aspectos de las políticas
sectoriales de desarrollo urbano, saneamiento básico, agua potable, comercio
interno y turismo. Por su parte, la Unidad de Desarrollo Empresarial del DNP
elabora el documento básico, que será analizado por el Conpes. La participación
del ministerio de Desarrollo en la preparación de dicho documento es marginal, no
obstante ser el principal ente coordinador y ejecutor de las políticas que allí se
definen.

La actual política industrial establece seis estrategias con el fin de incrementar la


competitividad del país, a saber:

1. Apoyo al desarrollo tecnológico industrial.

2. Difusión del diseño industrial.


3. Fortalecimiento del recurso humano.

4. Creación de alianzas estratégicas y fomento de industrias incipientes.

6. Incentivo de procesos complementarios a la apertura e internacionalización de


la industria nacional, y un plan nacional para la microempresa.

En cada caso se formulan una serie de programas para el logro de los objetivos
propuestos.

En general, cada una de estas estrategias es formulada por consejos adscritos al


Ministerio de Desarrollo, conformados por un representante del presidente, el
sector privado, representantes de ministerios, unidades del DNP y entidades
adscritas o vinculadas al ministerio de Desarrollo, dependiendo de la competencia
de cada uno de ellos en las diferentes políticas.

La ejecución directa de estas políticas la realizan entidades adscritas o vinculadas


al Ministerio de Desarrollo, o, por medio de contratos establecidos, organizaciones
privadas. En efecto, las actividades de promoción de la inversión industrial y el
financiamiento de este sector son llevadas a cabo por el Instituto de Fomento
Industrial -IFI-, y la ejecución de las políticas de propiedad industrial, metrología,
normalización y calidad, entre otras, es tarea de la Superintendencia de Industria y
Comercio. Ambas entidades están adscritas al Ministerio de Desarrollo.

Otras políticas que afectan directamente al sector industrial, como la integración


de materias primas de producción nacional en la industria colombiana, la política
sectorial de ensamble y la regulación en materia de precios de algunos bienes y
servicios, también son coordinadas por el Ministerio de Desarrollo.

En términos generales, se observa la necesidad de aumentar la capacidad técnica


en el ministerio de Desarrollo, lo que le permitiría participar más activamente en el
diseño de la política. La importancia de ello radica en que, como se mencionó, la
asimetría existente entre la información que poseen los actores que diseñan la
política y los q y ue la ejecutan, por lo general afecta negativamente la coherencia
y eficiencia de ésta.

Además, es preocupante la amplia gama de funciones del ministerio, tanto en los


temas concernientes al a industria como en las políticas de desarrollo urbano,
comercio interno y turismo.

El PROGRAMA DE FEBRERO Y LAS PRIMERAS POLÍTICAS INDUSTRIALES


El inicio del proceso industrial venezolano lo situamos entre 1936 y 1945, período
durante el cual se establecieron las políticas económicas e industriales, así como
sus bases instrumentales, que harían posible la subsiguiente industrialización.

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Aun cuando durante este período se establecieron las bases jurídicas e
institucionales para el proceso industrial, desde el punto de vista cuantitativo las
restricciones que impuso la economía de guerra no permitieron que se iniciara la
etapa de auge sino a partir de 1945, una vez concluida la Segunda Guerra
Mundial y regularizado el comercio exterior. Entre 1936 y 1944, la actividad
petrolera pasó de representar 1101,6 millones de bolívares a precios constantes
del producto interno bruto a 2302,7 millones de bolívares en 1944, lo que dio un
mayor margen de maniobra al Estado para impulsar políticas industriales
concretas.

Este período de la historia de Venezuela, en el ámbito político, estuvo bajo la


conducción de dos gobiernos. El primero, fue el presidido por Eleazar López
Contreras, quien fue elegido Presidente de la República por el Congreso Nacional
para el período constitucional 1936-1941. El gobierno de López Contreras se
distinguió por introducir importantes cambios en el marco legal e institucional del
país, con la finalidad de adecuarlo a las particulares circunstancias que le impuso
el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939.

Durante este lapso, se establecieron los fundamentos conceptuales e


instrumentales de lo que sería la industrialización venezolana. La segunda etapa
corresponde al gobierno de Isaías Medina Angarita, quien fue elegido Presidente
de la República para el período 1941-1946, lapso que no concluyó a raíz del golpe
de Estado del 18 de octubre de 1945.Esta etapa estuvo inmersa en el acontecer
de la Segunda Guerra Mundial que afectó al conglomerado mundial y al país,
particularmente en cuanto al desenvolvimiento de su comercio exterior.

El Gobierno de Eleazar López Contreras presentó en 1936 su política económica y


social a través del llamado Programa de Febrero, en el que propuso un conjunto
de medidas que incluían: la reforma municipal, la supresión de los monopolios, la
reforma de la Ley del Trabajo, la creación de la Oficina Nacional del Trabajo y de
la Comisión Nacional Codificadora y Revisora de las Leyes y un Plan de
Inmigración y Colonización. Igualmente, planteó la reforma de la educación y la
lucha contra el analfabetismo, la modernización del Ministerio de Agricultura, la
reforma del sistema fiscal, la creación de un banco central y un plan de política
comercial, que abandonaba los preceptos liberales imperantes en aquel entonces,
conjuntamente con una nueva Ley de Aranceles. Todas estas medidas, para quien
analiza el tema del desarrollo industrial, deben ser consideradas como reformas
propicias para la industrialización, al permitir la existencia de condiciones o
externalidades positivas que servirían de marco para el posterior desarrollo
industrial, dentro de los paradigmas vigentes para ese momento.
La realidad económica venezolana fue expresada de manera magistral por Arturo
Uslar Pietri, en el artículo “Editorial” del periódico Ahora, del 14 de julio de 1936,
donde lanzaba la consigna, que luego calaría en la conciencia nacional, de
“sembrar el petróleo”, la cual sirvió posteriormente por su contenido conceptual
para afianzar los programas de industrialización. Al respecto, dijo Uslar Pietri:

“Si hubiésemos de proponer una divisa para nuestra política económica


lanzaríamos la siguiente, que nos parece resumir drásticamente esa necesidad de
invertir la riqueza producida por el sistema destructivo de la mina, en crear riqueza
agrícola reproductiva y progresiva: sembrar el petróleo.” (....) “Es menester sacar
la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y
estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el
petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea
la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la
evolución productiva del pueblo venezolano en condiciones excepcionales.”

Los dos períodos que precedieron el segundo mandato de Carlos Andrés


Pérez (1989-1994) hicieron retroceder, al compás del descenso de los precios
petroleros y a desacertadas políticas económicas, los índices económicos y
sociales de la república, arrastrando con ello la ya deteriorada situación política.

El gobierno venezolano insiste en explicar sólo una parte de la situación


actual del país sin reconocer los problemas económicos existentes, no utiliza
modelos empíricos y no realiza previsiones en su esfuerzo planificador
centralizado de toma de decisiones, todo lo cual incentiva la no respuesta a tiempo
a los cambios en las variables macroeconómicas (retardo interno); imposibilita
identificar rápido los desequilibrios presentes en la realidad, reforzando así el
deterioro de las magnitudes económicas (retardo de reconocimiento); y conlleva al
uso de medidas que necesitan tiempo para que produzcan efectos sobre la
actividad económica (retardo externo).

Situación actual

Venezuela tiene un

conjunto de activos en moneda extranjera que no están contabilizados en el BCV,


tales

como las divisas que poseen Fonden y el Fondo Chino, cuyo monto exacto se
desconoce

debido a la política que ha seguido el gobierno de esconder información


importante para que no se conozca la verdadera situación del país. A

Punto de vista del Gobierno Venezolano:


Antes (1989-1998)

La caída e inestabilidad de la producción (PIB), alta inflación, pérdidas del salario


real, devaluaciones recurrentes del bolívar, bajas reservas de divisas, alto nivel de
endeudamiento, déficit fiscal recurrente, déficit en balanza de pago, bajos ingresos
petroleros, baja inversión pública y privada, bajo consumo, crisis cambiaria, crisis
bancarias, todo este panorama provocó un desmejoramiento de la calidad de vida
y sumergió al 55,6% de la población en la pobreza.

Ahora:

rescate de nuestras reservas, para aumentarla en 285%, y convertirnos en la se


instauró un nuevo mecanismo de distribución de la renta con justicia social, que
permitió destinarle a la política social más de $400.000 millones

La política de endeudamiento en el período neoliberal fue del 56,4%/PIB, mientras


que en la revolución bolivariana esa relación fue del 29% deuda/PIB.

La política cambiaria en el período 1989/1998 de libre flotación, originó una


devaluación del 3.681%, abriendo el tipo de cambio en 14,50Bs/$ y cerró en
548,24Bs/$

Situación actual

el presupuesto se destina a gastos sociales, endeudamiento manejable, la


inflación ha bajado más de la mitad, el salario en dólares se duplicó, la liquidez se
reorienta, se disminuye las tasas de interés activas, la inversión pública y privada
se duplicó, se desaceleró el ritmo de devaluación.

“Las empresas necesitan libertad para mover capitales. Siempre hay controles,
pero aquí es exacerbado”,. El segundo factor que frena la entrada de inversiones
es el entorno institucional de la política económica. Detalló que la Ley Orgánica de
Precios Justos impide a las empresas fijar libremente sus precios, además de que
establece límites a las ganancias.

Factores que han incidido en que la inversión extranjera esté por debajo de su
potencial.

Venezuela tiene una inflación anualizada de 60,9%, por lo cual la utilidad esperada
debe ser mayor”, afirmó Eduardo Porcarelli, director ejecutivo del Consejo
Nacional de Promoción de Inversiones.
Un tercer elemento es el de respeto a la propiedad privada. “Hay una cantidad de
leyes que incluyen la expropiación como un mecanismo sancionatorio, Según las
cifras de Ecoanalítica, el gobierno adeuda a las empresas expropiadas 16
millardos de dólares.

Por último, considera que el entorno burocrático –permisos, restricciones a las


importaciones, infraestructura, inseguridad, crisis eléctrica– genera aversión a
instalarse en Venezuela.

Venezuela ha sido dotada generosamente por la naturaleza, con frecuencia es


calificada por viajeros, geógrafos y economistas como tierra de gracia, por cuanto
es difícil que haya sobre la tierra una nación en la que coincidan con mayor
abundancia los minerales, recursos energéticos, agua y otros, a pesar de los
grandes dotes otorgados por la naturaleza, Venezuela no es un modelo de
prosperidad, este potencial ha sido escasamente aprovechado.

Consecuencias:

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que


la inversión extranjera representa en Venezuela aproximadamente 1% del
producto interno bruto.

Otro estudio publicado recientemente por la revista Foreign Policy reveló que
Venezuela se ubica en la última posición del Índice de Rentabilidad Base, que
mide las expectativas de retorno que pueden tener los inversionistas en 112
países y los efectos de factores como crecimiento económico, estabilidad
financiera, expropiaciones, control de capitales y tasa de cambio, entre otros, en
los negocios. Mientras más baja sea la posición, peor es el clima es de inversión.

El gobierno venezolano insiste en explicar sólo una parte de la situación actual del
país sin reconocer los problemas económicos existentes, no utiliza modelos
empíricos y no realiza previsiones en su esfuerzo planificador centralizado de
toma de decisiones, todo lo cual incentiva la no respuesta a tiempo a los cambios
en las variables macroeconómicas (retardo interno); imposibilita identificar rápido
los desequilibrios presentes en la realidad, reforzando así el deterioro de las
magnitudes económicas (retardo de reconocimiento); y conlleva al uso de medidas
que necesitan tiempo para que produzcan efectos sobre la actividad económica
(retardo externo).

Los 5 principales obstáculos para invertir en Venezuela

1) Política cambiaria
El último Informe de Competitividad Global, elaborado por el Foro Económico
Mundial, nombra la regulación cambiaria como el factor más problemático para
hacer negocios en Venezuela. Esto se debe a la dificultad para repatriar las
ganancias, pues el gobierno debe autorizar los fondos en divisas que serán
enviados a las casas matrices. Hay empresas que tienen varios años sin poder
hacerlo.

2) Regulación laboral

El Informe de Competitividad Global señala las regulaciones laborales restrictivas


como el segundo factor que dificulta las inversiones en Venezuela. La aplicación
de la Ley Orgánica del Trabajo, aprobada en 2012, ha resultado en un incentivo
para el ausentismo laboral y la baja productividad de los empleados.

3) Burocracia ineficiente

Ocupa el tercer lugar en la lista de problemas publicada por el Informe de


Competitividad Global. Los trámites y permisos para importar o constituir una
empresa se demoran más que en el resto de los países. Además, los retrasos
incrementan los costos operativos. Por ejemplo, obtener un permiso de
construcción toma 165,5 días más que en el resto de América Latina en promedio,
según el reporte de Doing Business.

4) Marco legal

Legislaciones como la Ley Orgánica de Precios Justos, la Ley Orgánica del


Trabajo y la política fiscal constituyen un desincentivo para los inversionistas,
debido a que no solo afectan la rentabilidad del negocio, sino que también limitan
las ganancias. Adicionalmente, algunos de estos textos establecen la expropiación
como mecanismo de sanción.

5) Inflación

Las distorsiones monetarias y fiscales han acelerado el aumento de los precios en


Venezuela. El mes de mayo, la inflación medida por el Banco Central de
Venezuela obtuvo un resultado anualizado de 60,9%, una cifra muy superior al
resto de los países del continente. La coexistencia de este fenómeno con
controles de precios y ganancias desmotiva de forma importante la inversión
extranjera.

El Dato

2,8% representa la inversión extranjera en Venezuela dentro del total de


Suramérica, que según la Cepal cerró el año con un flujo de 129,8 millardos de
dólares

Se da inicio en los años 30 porque fue en esa etapa de la historia que aparecieron
los inventos científicos que revolucionaron al mundo de los que hoy son los países
más desarrollados o avanzados. En casi en todos los países es el estado y su
gobierno los que han dado la iniciativa para el desarrollo tecnológico, naturalmente
que para lograrlo se ha realizado un gran esfuerzo para lograrlo.

En lo relativo al sector privado, es notorio el encogimiento de la producción


manufacturera y la pérdida de empleos. Ello obedece a varios factores. Un
sistema de control de cambios que impide el acceso a las divisas al tipo de cambio
preferencial y el aumento de las importaciones por parte del Estado crean desestí-
mulos que impiden aumentar la producción. A ello se agrega el control de precios
que está restringiendo la rentabilidad del sector y lo está condenando a trabajar
con pérdida o con ganancias que impiden aumentar la inversión.

En general, existe un clima de hostilidad por parte del gobierno quien estimula la
conflictividad laboral en algunos casos injustificada con el objeto de provocar la
ocupación y paralización de empresas. Los empleos manufactureros fueron
tradicionalmente los más estables y mejor remunerados del país. Eso se acabó
porque la política del gobierno ha sido la de golpear al sector hasta acabarlo.
Agréguese a lo anterior el peligro de las expropiaciones y confiscaciones de las
propiedades. Esa amenaza conspira contra la inversión porque nadie emprende
una nueva inversión ante el temor de que mañana le quiten lo suyo.

Los nuevos empresarios que ha promovido el gobierno lo que han hecho es


aprovecharse de créditos y facilidades que otorga el gobierno. Nada producen
porque produce quien tiene empresa y generan empleos los verdaderos
empresarios y no quienes simulan serlo para obtener prebendas del Estado. Una
política que promueva la industria debe partir de lo básico: reconocer los derechos
de propiedad y el diseño y aplicación de políticas claras y estables. Sin ellas no
hay desarrollo industrial y Venezuela seguirá siendo una economía de puertos que
depende del exterior para alimentarse.

Las bases de una verdadera política industrial para Venezuela, debe sustentarse
en las capacidades productivas existentes, para mejorarlas y ampliarlas no para
cancelarlas pensando que con ello se acaba con los empresarios. Estímulos
tributarios, calificación de la mano de obra, acceso al crédito y especialmente el
respeto a quienes producen, representan el primer paso para que Venezuela se
reencuentre con un sector como el industrial que es la esencia para que cualquier
otra actividad económica pueda despegar.

La necesidad de que el gobierno se acuerde con los empresarios de verdad y con


los trabajadores es un requisito esencial para diseñar un plan de desarrollo
industrial con vocación de mediano plazo, para aprovechar las ventajas
comparativas de Venezuela, comenzando por la energía barata y de esta manera
comenzar una nueva fase de la industrialización del país para con ello avanzar
hacia la diversificación de la estructura económica de Venezuela y hacer realidad
la célebre frase, siempre vigente de Uslar Prieti de sembrar el petróleo.

Artículo que exponía la creciente dependencia de Venezuela del petróleo y


propuso que había que salir de ese esquema. Uslar Pietri declaró que había que
utilizar el petróleo no para pagar más importaciones, sino para buscar nuevas
fuentes de ingreso para el país y crear fuentes de producción que contribuyesen a
un desarrollo sostenido.

FRASES DE ARTURO USLAR PIETRI


-"Sembrar el petróleo"
- "Un inmenso parásito del petróleo"
-"Venezuela es un país improductivo y ocioso"
FRASES DE JUAN PABLO PÉREZ ALFONZO
-“Padre de la OPEP” Uno de los primeros en acuñar la idea de “conservar el
petróleo” y que el mal uso del recurso no renovable podría llevar a cualquier país a
la “perdición”.
-“Hundiéndonos en el excremento del diablo”
-“Dentro de diez años, dentro de veinte años, lo verán: el petróleo nos traerá la
ruina (...) es el excremento del diablo”.

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