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Asimismo, Uno de cada cinco niños en el Perú tiene alguna vulnerabilidad de salud
mental que requiere ayuda. Depresiones con ideas suicidas y problemas emocionales
se presentan con más frecuencia.
Según cifras del Instituto Nacional de Salud Mental, dos de cada tres suicidios viene
precedidos por un cuadro de depresión. El actual director del centro de investigación
y desarrollo en salud mental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Humberto
Castillo, informó que 600 mil, de los dos millones de personas con depresión, viven
en Lima, mientras que el 25% de menores de entre 12 y 17 años ha tenido alguna vez
en su vida deseos de morir. De ellos, el 3,6% intentó suicidarse, según las últimas
estadísticas del INSM.
María Victoria Arévalo, especialista en psicoterapia conductual cognitiva en adultos
y adolescentes, resaltó la falta de medidas por el estado para prevenir la depresión.
No existe una política de prevención (sobre depresión) por parte del Estado. No hay
escuelas para padres que brinden pautas para una mejor educación y permitan una
crianza integral en casa. La familia es muchas veces la raíz de los problemas”, indicó
la especialista.
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Los únicos hospitales psiquiátricos que posee el Minsa son: El hospital Víctor Larco
Herrera (Magdalena), el INSM Honorio Delgado-Hideyo Noguchi (San Martín de
Porres) y el hospital Hermilio Valdizán (Santa Anita).
Para el psiquiatra Castillo, ex director del INSM, de los dos millones de personas con
depresión, 600 mil viven en Lima. Un 35% (700 mil) presenta un cuadro severo.
Además, solo un 25% (500 mil) recibe atención; el otro 75% (1,5 millones) convive
con la enfermedad sin recibir tratamiento. De este último grupo, solo un 35% es
consciente del problema. El Estudio mundial de salud mental publicado en el 2014
estimó que en el Perú el 29% de la población urbana entre 18 y 65 años de edad ha
presentado algún trastorno mental en su vida.
“La depresión se forma a lo largo de la vida y existen factores genéticos que nos
predisponen a ella. Los eventos impactantes, como la muerte de alguien, actúan
como detonantes, pero en general los recuerdos de infancia terminan siendo
determinantes. Esos traumas pueden hacer la diferencia entre el suicidio y la vida”,
señaló a El Comercio Castillo, ex director del INSM, y actual director del centro de
investigación y desarrollo en salud mental de la Universidad Peruana Cayetano
Heredia.
Se trata es una enfermedad que afecta al individuo, pero que termina por contagiar al
entorno. Tras situaciones tan críticas que se presentan como dejar su trabajo. Según
el “Estudio epidemiológico de salud mental” de Lima Metropolitana y Callao, un
episodio depresivo puede producir tres meses de discapacidad en promedio. “Las
personas son menos productivas, dejan de trabajar, son despedidos y pierden dinero”,
indica el especialista Rómulo Vergara.
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Poca prevención
“No existe una política de prevención por parte del Estado. No hay escuelas para
padres que brinden pautas para una mejor educación y permitan una crianza integral
en casa. La familia es muchas veces la raíz de los problemas”, indica la especialista.
Las alteraciones mentales son el origen de los problemas que afectan a nuestra
sociedad, afirma Vergara. En el 2016, el Minsa estimaba que al menos 5 millones de
personas tienen algún tipo de enfermedad mental. “La depresión es la más frecuente,
pero hay otras maneras de sufrir y hacer sufrir. La violencia contra la mujer es un
ejemplo. Víctima y victimario están enfermos”, agrega.
Según Castillo, en algunos casos, los violadores también pueden ser enfermos
mentales, pero eso no los exime de ser procesados por sus crímenes. “Existen
factores genéticos, pero la mayoría ha sufrido traumas de infancia que no fueron
advertidos, ni tratados”, indica.
Insuficiente
El Minsa posee tres hospitales psiquiátricos: hospital Víctor Larco Herrera
(Magdalena), el INSM (San Martín de Porres) y el hospital Hermilio Valdizán (Santa
Anita). A ellos se suman 10 hospitales que tienen departamentos de psiquiatría y
nueve centros de salud mental comunitarios. En total hay 22 locales en Lima con
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poco más de 600 psiquiatras para atender a 10 millones de limeños. Los números
fríos y duros nos dejan un psiquiatra por cada 16.500 personas.
Si los números de Lima son alarmantes, las cifras nacionales son de escándalo: para
el resto del Perú (aproximadamente 22 millones), hay poco menos de 200
psiquiatras. Para el especialista Rómulo Vergara, el centralismo se convierte en una
enfermedad tan dañina como la propia depresión. “El mensaje es: si tienes un
problema de salud mental más te vale vivir en Lima para tener una opción de
tratamiento. Si no, tu futuro es incierto. El Estado trabaja pero siempre un paso atrás.
Trata de curar al enfermo, pero no previene el mal”. La inversión tampoco es
sustancial. El gasto per cápita por cada limeño es 30 soles, más del doble de lo que se
invierte en cada peruano: 11 soles.
“Durante ese tiempo el paciente empeoraba o hasta podía suicidarse. Con los nuevos
locales tenemos un mayor alcance y mucho más eficiente. Además, los médicos de
medicina general están siendo capacitados para tratar los casos de depresión leve,
con ello la atención es más rápida y oportuna. Los casos más críticos son derivados a
los especialistas”, señala el doctor Castillo.
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En este establecimiento, además de los psiquiatras y el personal del centro de salud,
hay 14 personas que no se conocen, pero que esa mañana compartirán algo más que
sus experiencias de dolor y vacío. Ese día buscan darle fin a esa resaca de tristeza y
desánimo que los médicos llaman depresión, y así por fin dejar de sentir que viven
por obligación.
En junio del 2012 se promulgó la Ley 29889, con la cual se garantizaban los
derechos de las personas con problemas de salud mental y se establecía una reforma
en la atención integral de estos pacientes. La norma recién fue reglamentada en
octubre de 2015 y uno de los grandes aportes es la creación de los centros de salud
mental comunitarios. Los centros cuentan con especialistas y ofrecen atención
ambulatoria inmediata a los pacientes de la jurisdicción en la cual han sido
implementados. La norma busca dejar de lado el concepto de aislamiento, el cual no
favorece la recuperación ni estimula el proceso de reinserción social del paciente,
señaló Cutipé, director de Salud Mental del Ministerio de Salud.
Los pacientes que antes estaban internados ahora son tratados en hogares protegidos.
Ahí tienen acceso a servicios de psiquiatría, tratamiento de adicciones, rehabilitación,
además de actividades de participación familiar, social y comunitaria.
En Lima hay 9 centros de salud comunitarios en Chorrillos, Villa María del Triunfo,
San Juan de Lurigancho, Puente Piedra, Callao y Carabayllo. Sin embargo, para los
10 millones de limeños se necesitan 70 establecimientos, estima Cutipé.
100 nuevos centros de salud mental comunitarios fueron anunciados por el Minsa.
Lima necesita 70 para atender a su población.
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REFERENCIAS
Instituto nacional de salud Mental. (2014, junio 14). El Estudio mundial de salud
mental. Recuperado de: https://vital.rpp.pe/expertos/la-depresion-es-el-trastorno-
mas-comun-en-el-peru-noticia-971106
La organización Mundial de la Salud. (2017). Con ocasión del Día Mundial de la Salud
lema: Hablemos de la depresión. Recuperado de: https://peru21.pe/peru/cifras-
salud-mental-peru-menores-ocupan-70-atenciones-infografia-394376
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