Sunteți pe pagina 1din 7

Tingua azul (Porphyrio martinica): Manejo, rehabilitación y liberación.

Catalina Rojas León - 14171011


Yohana Cáceres Muñoz - 14171094

Rehabilitación de Fauna Silvestre


Grupo 01

Universidad de La Salle
Facultad de Ciencias Agropecuarias
Programa de Medicina Veterinaria

Bogotá, D.C
2019
Resumen
La tingua azul (Porphyrio martinica) es un ave migratoria desde los meses de octubre-
noviembre hasta febrero-marzo, esta viene de los llanos orientales hasta Bogotá en busca de
alimento, refugio o para reproducirse. Son aves solitarias que al momento de hacer su migración
por factores externos de la ciudad suelen tener complicaciones y quedar varadas en zonas urbanas
antes de llegar a los humedales. Las personas naturales suelen encontrarlas y brindarles ayuda
llevándolas a la Secretaría Distrital de Ambiente, a la policía o a centros de fauna como URRAS
donde hacen su respectiva acta de entrega oficial y ya se puede empezar el manejo hasta la
liberación, o en el peor de los casos la eutanasia de la tingua. Todo esto hace llegar a la conclusión
de que la tingua no puede tener una rehabilitación de larga duración, todo debe ser rápido y
efectivo, siempre tratando de que su disposición final sea la liberación.

Abstract
The blue tingua (Porphyrio martinica) is a migratory bird that flies from October-November to
February-March, it comes from the eastern plains to Bogota looking for food, shelter or to
reproduce. They are solitary birds that at the moment of making their migration by external factors
of the city usually have complications and they are stranded in urban areas before arriving at the
wetlands. Natural persons usually find them and help them by taking them to the District
Department of the Environment, to the police or to the fauna center, such as URRAS, where they
make their respective official delivery certificate and the management can be started until the
release, or at worst cases the euthanasia of the tingua. All this leads to the conclusion that the
tingua can not have a long-term rehabilitation, everything must be fast and effective, always trying
that its final disposition can be the liberation.

Introducción
La tingua Azul (Porphyrio martinica), también conocida como calamoncillo americano,
pollona azul, taguita purpúrea o calamón de la martinica, es un ave de un tamaño de alrededor de
33 cm, y se distribuye en diferentes regiones del país (1000 hasta 2600 msns). Realiza su migración
según Castañeda (2018) desde el mes de octubre a febrero, según Ortiz (2004) desde noviembre a
marzo, y para otros autores de octubre a marzo, pero que finalmente, su destino o escala resultan
ser los humedales de la sabana de Bogotá (Ortiz, 2004). Normalmente estas aves llegan a la ciudad
en busca de descanso, alimento y refugio, ya que en los llanos orientales por su época de calor no
hay suficiente agua o refugio para ellas; sin embargo tanto las tinguas azules como una amplia
variedad de otras aves propias de la ciudad o migratorias se ven en muchas ocasiones en riesgo a
medio y largo plazo por la constante degradación de los ambientes que ellas requieren (Osorio y
Molina, 1995). Es un ave que se encuentra en la categoría de “preocupación menor” (LC) ya que
usualmente no son de tráfico ilegal, y las pocas veces que lo han sido, la mayoría vuelve a su
hábitat natural para que no presente un desequilibrio medioambiental (Bogotá, 2017).
Discusión
La tingua azul (Porphyrio martinica), se alimenta de semillas, moluscos, anfibios, peces, entre
más variedades de elementos (Franco y col, 2009). Esta ave es solitaria, aunque puede ser una
excepción cuando se encuentra en época de cortejo, con crías y/o pareja. Las hembras pueden tener
alrededor de 5-10 huevos, con un periodo de incubación de 22-25 días. El color de polluelo a
adulto puede variar, pero casi siempre el color es completamente azul en la adultez, tienen patas
amarillas, uñas largas y un pico fuerte de color rojo con amarillo (Kaufman, 1996).

Uno de los problemas que enfrenta la tingua azul, especialmente en este momento es el proceso
de urbanización de Bogotá, que impacta directamente sobre la cobertura arbórea, debido a que los
proyectos de construcción priorizan la tala en vez del traslado, y sus proyectos paisajísticos
compensan de manera insuficiente su impacto negativo. La reducción progresiva de espacios
verdes y arbolado disminuyen los hábitats necesarios para la avifauna, como la de la tingua y otras
aves como las garzas (Tovar, 2019). Además, a pesar de que son frecuentes entre los meses ya
dichos, y que las que migran son bastantes, la ciudad no está diseñada o preparada para la llegada
de las tinguas y por ello, pueden verse afectadas su paso por la ciudad, como los tejados y
ventanales brillantes, industrias, animales domésticos (perros y gatos, torres de energía y cuerdas
de alta tensión, carreteras, edificios de gran altura, pirotecnia (no usual), alumbrado público y
ruidos fuertes que las aturden.

Imagen tomada de: https://issuu.com/humedalesbogota/docs/el_vuelo_de_la_tingua_azul/38

Según SOStingua (2018), en Bogotá se encuentran reconocidos 15 humedales y a ellos llegan


las aves buscando alimento y habitat temporal:
 Humedal Torca-Guaymaral
 Humedal La Conejera
 Humedal Córdoba.
 Humedal Juan Amarillo/Tibabuyes
 Humedal Santa Maria del Lago
 Humedal El Salitre
 Humedal Jaboque
 Humedal Tibanica
 Humedal El Burro
 Humedal La Vaca
 Humedal Techo
 Complejo de humedales El Tunjo
 Humedal La Isla
 Humedal Capellania
 Humedal Meandro del Say
Cuando las tinguas se estrellan o llegan a un lugar de alta urbanización, suelen ser tomadas por
los ciudadanos, los cuales hacen entrega voluntaria a 1) la policía, 2) el Centro de Recepción de
Fauna Silvestre de la Secretaría Distrital de Ambiente o a 3) URRAS, pero lo más conveniente es
acercarse a la opción dos o si se encuentra herida o con un estado anímico o comportamiento
extraño, a URRAS, pero nunca deben ser adoptadas como mascotas, pues estas aves son netamente
silvestres.

Las tinguas la mayoría de veces son muy dóciles cuando las personas las toman, sin embargo a
la hora de hacer el exámen clínico su comportamiento cambia totalmente por el estrés, ya que se
siente amenazada. Una vez el animal llega a uno de los centros, como URRAS, el manejo se hace
a partir de un acta de entrega (entrega oficial del animal), en ese documento se toman los
anamnésicos, es decir, si la persona que lo tuvo vió algún tipo de lesión, o si le ha dado algún
medicamento. Posteriormente se hace el exámen médico, inicar el tratamiento. Ya la par de la
revisión veterinaria empezar a hacer una zootécnica y biológica para asegurarse el comportamiento
y estado alimenticio del animal. Se manejan temas de cuarentena, de desparacitación, de analgesia
o de antibióticos si es necesario, pero esto se hace lo más rápido posible ya que son migratorias, y
no se puede dañar la línea de migración o sino se quedará un año entero hasta que la bandada
vuelva (Álvarez, 2009).

Si una persona natural se encuentra una tingua, se debe tener cierta restricción física (si está
conciente), pues básicamente no conocen sobre su comportamiento o en dónde han estado, incluso
si no están concientes, lo mejor es usar guantes por cuestiones higiénicas y de salud. Se pueden
atrapar reduciendo su espacio de escape, aunque puede ser un estresor; también es efectivo el uso
de jaulas o cajas, especialmente estas últimas donde una vez que ya estén dentro, se les pone papel
periódico para más comodidad, no se recomienda el uso de mallas, redes o nasas si la personas no
las sabe usar; y por último la fuerza física con guantes o no si se conocen las técnicas de
manipulación al momento de atrapar al ave antes, durante y después (Brieva, 2000). Las tinguas
adultas son las que más ingresan a los centros, seguidamente de los subadultos y juveniles. Cuando
la tingua llega sobre todo con fracturas se realiza eutanasia, pues esta ave al ser migratoria no tiene
tiempo para una cirugía y posterior recuperación, ya que no podría terminar su migración y esperar
hasta la otra es más complicado.

Antes de la liberación según Mander y col (2003), el ave debe estar aclimatada al clima y
fotoperiodo, tener un comportamiento y alimentación normal, tener buena condición corporal, y
estar completamente recuperada de todos sus problemas físicos. El objetivo principal de la
recuperación y rehabilitación de tinguas azules es poder devolver a la mayoría a su hábitat natural,
que corresponden a lugares con un tamaño mayor a 50 ha., para evitar la saturación de la especie
en una sola área; contar con espacios que posean junco ya que la tingua es estrecha a esta especie
vegetal; presentar una continuidad en su sistema, limitando su fragmentación para que los animales
recorran y busquen los lugares más adecuados para su subsistencia, por lo que los cuatros
humedales más aptos para ellas son: el Humedal La Florida, Humedal La Conejera, Humedal
Laguna de la Herrera y el Humedal Juan Jaramillo (Ortiz, 2008).

Los animales a liberar son introducidos en cajas de cartón o guacales para su movilización hasta
el respectivo humedal. Antes del traslado se anota el número individual de cada animal, para dejar
constancia en el acta de liberación de cuántos y cuáles animales son.

Conclusiones
 La tingua azul es una especie silvestre que siempre se encuentra amenazada por las
condiciones u obstáculos que la ciudad le presenta, siendo un tema de vida o muerte para
ellas, ya que si son rescatadas pero presentan fuertes lesiones de difícil tratamiento no
podrán terminar su migración y muy posiblemente se tenga que hacer eutanasia, pues la
reubicación no es factible para un ave migratoria.

 Las personas naturales juegan un papel crucial en la conservación de la tingua, ya que


sin ellas serían objetivo de perros, gatos o vehículos, sin embargo se debe tener en cuenta
que la persona no puede por ningún motivo quedarse con la tingua como mascota, ya que
estas hacen parte de la avifauna de Bogotá y no son aptas para un espacio de hogar, así ue
deben ser llevadas lo antes posible si es necesario a la Secretaría Distrital de Ambientes o
a URRAS si se encuentra herida, o si la persona observa que está en perfecto estado, puede
llevarla a humedales que sean recurrentes por las tinguas.
 Es de gran ayuda tener conocimiento de las entidades encargadas de la fauna silvestre
en areas urbanas, donde dichos indiviudos estan expuestos a distintos peligros; teniendo en
cuenta que las personas que hacen parte de estas instituciones son personal profesional.

Referencias
 Álvarez, R. (2009). Notas sobre la avifauna del humedal Santa María del Lago, Cordillera
Oriental de los Andes colombianos. Revista Luna Azul. 28(1), 24-39
 Bernal, D. (2016). Fundación humedales Bogotá entre los 500 mejores proyecto sociales y
ambientales de Latinoamerica. Recuperado de:
http://humedalesbogota.com/2016/07/07/fundacion-humedales-bogota-los-500-mejores-
proyectos-sociales-ambientales-latinoamerica/
 Bogotá. (2017). Liberadas 106 aves silvestres en su hábitat natural en Bogotá. Recuperado
de http://images.et.eltiempo.digital/bogota/liberan-aves-silvestres-en-parque-la-florida-
de-bogota/16833533
 Brieva, C. y Sanchez, A. (2000). Fundamentos sobre rehabilitación en fauna silvestre.
Recuperado de
https://www.researchgate.net/publication/264047292_Fundamentos_Sobre_Rehabilitacio
n_en_Fauna_Silvestre
 Castañeda, J. (2014). Encontré una Tingua Azul . Recuperado de
http://humedalesbogota.com/2014/01/28/encontre-una-tingua-azul/
 Castañeda, J. (2018). Cierre de “El vuelo de la tingua azul”. Recuperado de
http://humedalesbogota.com/2018/12/21/cierre-de-el-vuelo-de-la-tingua-azul/
 Castañeda, J. (2018). #SOStingua. Recuperado de:
http://humedalesbogota.com/tag/sostingua/
 Castañeda, J. (2018). "El vuelo de la Tingua Azul” Recuperado de:
https://issuu.com/humedalesbogota/docs/el_vuelo_de_la_tingua_azul/38
 Franco, A.M., Amaya-Espinel, J.D., Umaña, A.M., Baptiste M.P. y O. Cortés. (2009).
Especies focales de aves de Cundinamarca: estrategias para la conservación. Bogotá D.
C., Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
y Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca.
 Kaufman, K. (1996). Lives of North American birds. Boston, United States. Editorial
Houghton Mifflin Harcourt.
 Mander, C., Adams, L., & Riley, A. (2003). Wild City Neighbours a guide to native bird
rehabilitation. Wellington, New Zealand. Department of Conservation.
 Martínez, E. (2018). Mitos y realidades, consejos veterinarios sobre polluelos de aves
silvestres. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. Recuperado de:
http://humedalesbogota.com/2018/03/07/mitos-realidades-consejos-veterinarios-
polluelos-aves-silvestres/
 Ortíz, M. (2004). Resultado final de la campaña de recuperación y liberación de tinguas
azules en Bogotá. Bogotá, Colombia. Departamento Técnico Administrativo del Medio
Ambiente- DAMA.
 Osorio, J., y Molina, L.F. (1995). Guía de aves de Santafé de Bogotá. Bogotá, Colombia.
DAMA
 Tovar, G. (2019). Manejo de la avifauna como parte de la gestión del arbolado urbano en
Bogotá, D.C. Territorios (40), 83-117.

S-ar putea să vă placă și