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Hay un dicho que viene de la filosofía de la antigüedad griega (Sócrates) que dice

“Conócete a ti mismo para conocer mejor a los demás”. ¿Os habéis preguntando
alguna vez, cuánto tiempo de reflexión sobre nosotros mismos, para conocernos
mejor, nos están robando, el consumo tan diverso de redes sociales hoy presentes en
nuestra sociedad? Pensemos por un momento en la imagen que tenemos de las
personas cuando vamos transitando por la calle (gente utilizando el móvil en paradas
de autobuses, esperando en una fila o incluso cuando están tomando una consumición
en una terraza en compañía de otras personas…). Estas situaciones nos impiden
observar nuestro entorno más cercano, ver las reacciones de otras personas y
aprender de ellas, pararnos a pensar sobre nuestros actos realizados a lo largo del
día, etc. Como seres sociales que somos, necesitamos realizar en algunas ocasiones,
un ejercicio de instrospección sobre lo que somos, sobre lo que nos hace ser como
somos o lo que nos define como persona que creemos ser. En definitiva, conseguir ser
seres más reflexivos, ya que el ser humano, por disponer de esta capacidad, nos
convierte en seres racionales, que es lo que nos diferencia de otros seres vivos. El
conocimiento de nosotros mismos, nos permite ser más moderado, más equilibrado y
por tanto mejor ciudadano. De esta forma, sólo quienes son capaces de gobernarse a
sí mismos son también capaces de gobernar a los demás. A veces, vemos a políticos
que son totalmente incoherentes entre su manera de actuar y el discurso que
transmiten a los ciudadanos. Realmente pienso, que lo que les ocurre, es que no se
conocen a sí mismos lo suficientemente bien, pretendiendo engañar a toda una
sociedad, y así no se puede ser un buen gobernante, si antes no eres buen ciudadano.
Dejemos de lado de vez en cuando las redes sociales y practiquemos más el ejercicio
de reflexión para conocernos mejor a nosotros mismos, creo que esto nos permitirá
ser mejores seres sociales.

El hombre, que es por naturaleza un animal social, necesita de la vida en sociedad,


para desarrollar un derecho vital, como es su intimidad y valores tan importantes como
la dignidad humana. Las redes sociales, violan fácilmente la intimidad de la persona, al
exponer a otros, sin su consentimiento, aspectos de su vida personal que pertenecen
a su propia intimidad. Como consecuencia de esto, se produce en el ser humano una
pérdida de intimidad y una invasión de su dignidad personal, que perjudican y
deterioran los procesos de socialización de la persona, ya que como consecuencia de
estas situaciones, no deseables, se originan en muchas ocasiones, situaciones de
aislamiento social o desconfianza hacia las interacciones interpersonales. Ni que decir
tiene, que estos valores, también pueden verse violados a través de otros modelos de
comunicación social, donde no intervienen las redes sociales, pero la persona misma,
puede ejercer mayor control de decisión sobre la situación.

Los planteamos anteriores, tampoco nos deben llevar a pensar que no existan
situaciones en las que las redes sociales no favorezcan los procesos de socialización,
exponiendo a continuación algunas de ellas.

Como he indicado en la introducción de esta exposición, el desarrollo social del ser


humano se produce por la combinación de factores biológicos y culturales. El cerebro
del hombre, ha ido sufriendo una serie de transformaciones morfológicas a lo largo del
tiempo que han modificado las estructuras cerebrales encargadas del desarrollo de la
socialización en el ser humano (,,,,). A su vez, la cultura también ha sufrido
modificaciones a lo largo de la historia. La combinación de estos dos factores, ha dado

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lugar a diferentes formas de socialización del hombre a lo largo de la historia. Siendo
el funcionamiento de la base biológica uno de los factores que convierte al hombre
como ser social, ¿qué ocurre cuando en la persona esta base biológica no sigue un
desarrollo evolutivo normal? Es lo que les sucede a los individuos que padecen algún
tipo de discapacidad orgánica, como por ejemplo, los trastornos de autismo, donde las
funciones sociales están muy limitadas o deterioradas, siendo de origen orgánico,
como al parecer indican algunas hipótesis realizadas en este tipo de trastorno la causa
del mismo. En estos casos, las redes sociales, pueden contribuir a facilitar la vida
social de estas personas, que en muchas ocasiones disponen de un lenguaje muy
limitado. También el apoyo visual que les proporcionan estas tecnologías, les ayuda a
comprender mejor las relaciones grupales, les facilita el aprendizaje de habilidades
sociales a través de programas específicos que pueden usar a través de ellas,
favoreciendo y facilitando su inserción en la sociedad. Estas situaciones, nos
demuestran, una vez más, que el ser humano necesita vivir en sociedad para
sobrevivir, porque es el grupo social, a través de los modelos culturales, quien pone a
disposición del ser humano las bases para el desarrollo de los procesos de
socialización. En el caso de personas con discapacidad, es indiscutible que la
evolución que también se ha producido en los modelos culturales a lo largo de la
historia, les proporciona herramientas que le favorecen, entre otros aspectos, la
socialización, siendo las redes sociales una de estas herramientas de gran valor para
estas personas.

El ser humano puede sufrir, a lo largo de su periodo vital, momentos de aislamiento


social por diversos motivos. En estas circunstancias, las redes sociales pueden ayudar
al hombre en la búsqueda de nuevos grupos sociales, de los que no dispone en estos
momentos, incorporándole de nuevo a la sociedad.

CONCLUSIÓN

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