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co
La fórmula del
progreso
as recientes generaciones colombia-
nas se han caracterizado por debatir,
defender sus ideales y no comer en-
tero. Ellas frecuentan temas como la
política, la economía y la educación,
problemas que involucran a toda la
sociedad. En nuestras casas, los pa-
dres se quejan constantemente porque el dinero sólo al-
canza para hacer arroz con huevo; porque los precios de
la gasolina son cada vez más altos; porque no se puede
pagar la pensión del colegio, etc. ¿Qué ocurriría si desde
la escuela analizáramos el porqué de dichas dificultades y
encontráramos propuestas de cambio a nuestra realidad?
Al contemplar los ideales de las generaciones más jóve-
nes, fácilmente nos daremos cuenta que los niños no tie-
nen interés por la realidad social, económica y política ac-
tual. Este desinterés es escudado por una simple excusa:
Tercer puesto
Autor: Mayra Catalina Niño Góngora
Tutor: Ronald Andrés Rojas López
Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central
Bogotá D.C.
“yo no quiero seguir viviendo en este país, prefiero irme
a estudiar a otro lado”; toda esta cuestión genera muchos
interrogantes para aquellos que observamos con cuida-
do: ¿acaso ya no vale la pena vivir en el país?, ¿vamos a
ser como ratas: escondernos para alejarnos de nuestros
problemas? Desde mi perspectiva de estudiante entiendo
que en Colombia las oportunidades de educación no son
las mejores (dejando de lado el programa, Ser pilo paga,
el cual, según la revista Semana (2018), favoreció a cua-
renta mil estudiantes de niveles 1, 2 y 3 del Sisbén); sin
embargo, no podemos abandonar a nuestra gente en los
momentos más oscuros. Ahora, centrémonos en la raíz
del problema: el desinterés colectivo, problema que está
fuertemente arraigado a la cultura del colombiano. Pero,
¿cómo podríamos cambiar la cultura de un país entero?
Imaginemos que toda la sociedad colombiana es una
planta que está en constante crecimiento, a medida que
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 LETRAS Y NÚMEROS
esta crece, su tronco es más fuerte, sus ramas, crecen
cada vez más alto. Si llegáramos a descubrir un defecto
justo en el medio de su tronco, la única forma de sacar-
lo, es cortándolo, de lo contrario, esa pequeña anomalía
seguirá creciendo, hasta el punto de llegar a corromper
nuestra planta por completo. A este punto, debemos sa-
ber que la única solución viable es arrancar la planta de
raíz. Y justo eso es lo que debemos hacer con la sociedad
del país; por supuesto, no de una forma tan radical, pero,
sí empezando con una reforma educativa, que incluya te-
mas actuales en su plan de estudios, temas tan importan-
tes como los fenómenos de cambio económico.
El país y las instituciones del gobierno tendrán que
apostarle a la educación, la base de la sociedad y del fu-
turo del mundo. Debemos guiarnos hacia la búsqueda de
nuevos talentos, que generarán gran impacto con la ayuda
de una buena inversión a la educación (que cada vez vie-
ne impulsándose con más fuerza), tal como lo declaró Ge-
rardo Rodríguez Niño, Director Nacional de posgrados de
la UNAL (en lanotaeconómica.com, 2018). El sistema pe-
dagógico colombiano debe generar un cambio en la men-
talidad de los niños más pequeños de Colombia, debemos
enseñarle a estos niños, la cultura del ahorro, del trabajo
y el agradecimiento. Entendamos que las nuevas genera-
ciones son como un lienzo en blanco, la educación, dada
en conjunto por la sociedad, la escuela y la familia va a ser
la encargada de hacer los primeros trazos, que después,
será cubierto de color y volúmenes por las nuevas genera-
ciones. Suena utópico, por supuesto, pero debemos creer
en que el cambio se generará con una persona a la vez,
es un proceso largo y tortuoso, pero no imposible. En un
país marcado por períodos de gran violencia, hallamos en
las generaciones jóvenes la esperanza, la fuerza que nos
permite seguir adelante en los momentos difíciles.
Ahora bien, una buena parte de la sociedad colombia-
na, cree en el antiguo refrán la educación viene de casa,
pues los pequeños niños sólo aprenden de una manera:
replicando, tomando el ejemplo que le dan las personas,
especialmente los padres. “Si una niña ve que su madre es
Referencias
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elespectador.com/economia/fmi-eleva-crecimiento-econo-
mico-de-colombia-para-2018-articulo-735315, el 18 de julio
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• GONTOVNIK, M. (1997). El Tiempo. Recuperado de: http://www.
eltiempo.com/archivo/documento/MAM-63684, el 18 de julio
de 2018.
• La Nota Económica. (2018). “La educación superior requiere
una mayor inversión pública y privada”. Recuperado de: http://
lanotaeconomica.com.co/pildoras-ejecutivas/la-educacion-su-
126 Septiembre 2018
maltratada y a ello responde pasivamente, eso mismo se
dejará hacer ella en el futuro.” expresa Gontovnik (1997),
profesora y promotora del arte colombiano. Con el ante-
rior ejemplo, podemos caer en cuenta de una realidad
social que se repite a lo largo de la historia, pero igual-
mente, cambia constantemente; este cambio es genera-
do por legados que se dejan individualmente y que son
transmitidos por generaciones. Legados que son la huella
de una sociedad en constante crecimiento.
Los padres y maestros deben erradicar la creencia
de que este país no va a progresar, pues anualmente,
grandes instituciones como el Fondo Monetario Inter-
nacional, pronostica grandes logros para la economía
colombiana: “las previsiones de crecimiento en 2018 de
Colombia son de 2,8 % a 3 %” (Agencia EFE y AFP, 2018).
Todo este crecimiento puede ser nutrido progresiva-
mente, apoyando y creando nuevas propuestas pues en
Colombia hay muchísimos jóvenes emprendedores a la
espera de oportunidades laborales. Hay un caso de tres
jóvenes barranquilleras que desde pequeñas desarrolla-
ron sus habilidades de emprendimiento. A medida que
crecían, se interesaban más en el asunto del marketing
y las finanzas; han asistido y otorgado grandes conferen-
cias, en entidades tan importantes, como la Organización
de las Naciones Unidas. Hoy en día, están promoviendo
su proyecto: The Biz Nation, el cual ayuda a instruir a per-
sonas emprendedoras en aspectos de economía e inno-
vación (Patiño, 2018).
Colombianos, no perdamos la esperanza; juntos, po-
demos potencializar nuestro país al máximo, pero para
esto tendremos que generar nuevas culturas, una socie-
dad de pensadores críticos que tengan conciencia de por
qué las cosas son como son. No permitamos que nues-
tros derechos sean violados, pero tampoco pasemos por
encima del trabajo de los demás. Ayudémonos unos a
otros, mantengamos viva la calidez y la alegría que nos
caracterizan mundialmente. Y lo más importante, no ol-
videmos que una sociedad informada, es el primer paso
en nuestro camino hacia el progreso.
perior-requiere-una-mayor-inversion-publica-y-privada.html, el
18 de julio de 2018.
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• Revista Semana. (2018). ¿Sobrevivirá Ser Pilo Paga? Recuperado
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