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UNIVERSIDAD DEL NORTE

INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

PRESENTADO A:
JORGE MENDOZA
TAINETH MERCADO

PRESENTADO POR:
CAROLINA PÉREZ

BARRANQUILLA – ATLÁNTICO
2019.
Insuficiencia respiratoria aguda en pediatría.
La insuficiencia respiratoria aguda (IRA) es un problema común a lo que se
enfrentan los profesionales de la salud, para ponerlo en cifras exactas un 50% de
los pacientes admitidos en unidades de cuidados intensivos pediátricos son por ésta
causa. La función respiratoria básica es el intercambio gaseoso de oxígeno y dióxido
carbono lo que implica un equilibrio constante, cuando hay incapacidad para realizar
este proceso se desencadena ésta patología. Según Campbell, la insuficiencia
respiratoria se define como la presencia de una hipoxemia arterial (PaO2 menor de
60 mmHg), en reposo, a nivel del mar y respirando aire ambiental, acompañado o
no de hipercapnia (PaCO2 mayor de 45 mmHg).

Los niños tienen una particular susceptibilidad a éstas patologías ya que tienen
ciertas características anatómicas que los predisponen (tabla 1).

Existen 2 tipos de IRA: 1. Insuficiencia


respiratoria hipoxémica, que es el resultado
de una insuficiencia pulmonar, y 2.
Insuficiencia respiratoria hipercápnica, que
es el resultado de una falla en la bomba
respiratoria (figura 1).

El control de la respiración involucra SNC,


cardiovascular, musculo-esquelético y
respiratorio. El principal mecanismo
fisiopatológico es el desequilibrio ventilación
perfusión, es decir, que durante la respiración
algunas unidades alveolares están bien
ventiladas, pero no están bien perfundidos
(V/Q >1) o están bien perfundidas, pero no
bien ventiladas (V/Q <1). Además, también
puede haber limitación de la difusión o
transferencia de oxígeno por la membrana
alveolo-capilar que puede deberse a
inflamación, fibrosis alveolar o intersticial, entre otras causas.

Las presentaciones clínicas, la mayoría de las veces, depende de la causa


subyacente y del nivel de hipoxemia e hipercapnia (tabla 2), además, pueden no ser
específicos de una enfermedad respiratoria concreta, pero su correcta
interpretación puede permitirnos determinar la causa y localizar qué zona del
aparato respiratorio se encuentra afectada. Los bebés y los niños presentan con
mayor frecuencia un mayor trabajo respiratorio: taquipnea, quejidos, enrojecimiento
nasal y retracción, pero estos síntomas se ven atenuados en personas con
alteraciones neuromusculares. Estos pacientes, muy por el contrario, tienden a
presentar taquipnea y respiración superficial sin retracción. En adición a esto,
cuando la insuficiencia respiratoria es de tipo inminente podemos observar disnea,
cambios de humor, desorientación, palidez o fatiga. Otro aspecto importante que se
debe tener en cuenta es que los niños con insuficiencia respiratoria crónica tienden
a tener retención grave de dióxido de carbono que los hace debutar con alteración
del estado de conciencia, coma y reflejos tendinosos deprimidos y complicaciones
de una hipoxemia crónica como, por ejemplo, cianosis, la policitemia, el cor
pulmonale y la hipertensión pulmonar.
El diagnóstico de la insuficiencia
respiratoria aguda parte de la sospecha
clínica, se ayuda con el monitoreo con
pulsioximetría y su confirmación se basa
en el análisis de gases arteriales, cabe
destacar que si el paciente llega con
inminente falla respiratoria no son
necesarios, es decir, es una medida que
sirve principalmente para controlar la
evolución del estado clínico de nuestro
paciente. También debe realizarse una

radiografía de tórax principalmente para identificar patologías de la pared, pleura y


parénquima pulmonar y distinguir desórdenes que causan desequilibrio de
ventilación perfusión. Las pruebas de función pulmonar, en las cuales se incluyen
un grupo amplio, como espirometría, volúmenes pulmonares, capacidad de difusión
y presiones respiratorias máximas, entre otras, ayuda a determinar las
características de la enfermedad respiratoria y a guiar el manejo, pero no deben
hacerse de rutina ni en el paciente críticamente enfermo. Fernando R. Gutierrez en
su artículo de revisión “Insuficiencia respiratoria aguda” propone un algoritmo
diagnóstico muy integral (figura 2).
Lo primero que debemos
valorar si nos llega la
urgencia es la necesidad de
adoptar medidas como la
intubación o establecer un
soporte respiratorio no
invasivo o invasivo. Esto se
debe hacer en los primeros
minutos basándose en si
hay respiración espontánea
y la permeabilidad de la vía

aérea.

Los problemas respiratorios son una de las principales causas de paro cardíaco en
niños. De hecho, muchos lactantes y niños que requieren RCP (intra y
extrahospitalaria) tienen problemas respiratorios que progresan a insuficiencia
cardiopulmonar. Si un niño llega a urgencias con dificultad respiratoria el objetivo
del tratamiento bebe enfocarse a mantener o restaurar una oxigenación y una
ventilación adecuadas. Inicialmente se debe hacer una evaluación rápida y
detallada de la función respiratoria para identificar el tipo y la gravedad, más que la
etiología precisa, del problema respiratorio. PALS propone abordar inicialmente al
paciente mediante la nemotecnia ABC, así: A: Mantener la vía aérea abierta, con
una buena posición, despejándola, aspirando las secreciones y de ser necesario
considerar una cánula orofaríngea o nasofaríngea, B: Mantener una buena
ventilación monitoreando la pulsioximetría, proporcionando oxígeno, administrando
medicación inhalada y ventilación mecánica no invasiva o intubación orotraqueal en
el caso de pacientes con paro cardiorrespiratorio, apnea, puntaje en la escala de
Glasgow < 8, politraumatismo, insuficiencia respiratoria, entre otros y C: Mantener
adecuada circulación vigilando la frecuencia y ritmo cardiaco, la presión arterial y
obtenga un acceso vascular para el tratamiento con líquidos y medicamentos según
esté indicado.

Luego se procede a identificar la causa del problema para orientar mejor las
intervenciones específicas. PALS propone un diagrama donde detalla las
intervenciones por etiología (figura 3).
La oxigenación por membrana
extracorpórea (ECMO) también ha
sido utilizada para casos
refractarios e incluso para
pacientes con ventilación mecánica
prolongada durante más de 14
días. Sin embargo, es una
estrategia altamente invasiva,
costosa y que solo puede ser
usada por personas con
experiencia.

A manera de conclusión, hay


numerosas enfermedades que

pueden causar alteraciones en el intercambio de gases e incapacidad para


satisfacer las necesidades metabólicas del cuerpo lo que puede resultar en daños
graves en el paciente por lo que el diagnóstico temprano, el monitoreo cercano y la
intervención oportuna son de vital importancia.

Bibliografía
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Available at:
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/23_fracaso_respiratorio
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