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¿Por qué afecta la migración el hecho de que estemos en constante conexión con los otros países?
La respuesta es sencilla, porque el estar conectados nos abre más oportunidades que permiten evaluar el
nivel de vida de los ciudadanos. Permite comparar los diferentes mercados, formas de gobierno,
percepción de seguridad, en fin, permite enterarnos de todo lo que está pasando mundialmente. Así
mismo, la globalización nos ha traído tanto cosas buenas como malas y es una de las razones por las que
actualmente, en particular los colombianos, tenemos un estigma con lo que conlleva la migración;
fenómeno que ha sucedido durante millones de años y seguirá sucediendo, a pesar de los sentimientos más
nacionalistas y xenófobos. Es importante recalcar que hay una clara diferencia entre emigrar e inmigrar;
emigrar significa la salida de la persona de su país de origen para vivir en otro e inmigrar es la entrada de
una persona de un país extranjero, para establecer su nueva residencia.
Y es aún más importante aclarar que así vivamos en un mundo globalizado, no nos debemos dejar
influenciar por pensamientos radicales de figuras como Donald Trump o Marine Le Pen, cuando afirman
que la inmigración supone un problema para las economías.
Muchas investigaciones y análisis han comprobado que el cambio de residencia con el objetivo de
trabajar en otro país es mutuamente beneficioso tanto para el migrante como para el país que lo acoge. Los
inmigrantes aportan al consumo, producción e inversión. Por este motivo, el objetivo de este escrito es
desmentir muchas creencias culturales y políticas, y evidenciar los tres mayores beneficios que la
migración le puede traer a la sociedad a la que inmigra.
El primero, es una mayor productividad ya que como demuestra un estudio realizado por el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el aumento de la productividad de la mano de obra hace aumentar el PIB
(Producto Interno Bruto) per cápita, dado que los niveles de capacitación impulsan la productividad
laboral y en algunos casos logran contrarrestar la escasez laboral de los acontecimientos demográficos.
Señala el subdirector gerente del FMI, David Lipton. Además, se evidencia que estos aportes no se limitan
solo a los hechos por los trabajadores muy calificados con sus conocimientos especializados y su
diversidad de aptitudes como muchos piensan, los inmigrantes poco calificados también hacen un aporte
significativo ya que complementan las aptitudes de la población.
Entonces, muchas personas se preguntan: ¿Los inmigrantes les “roban” los trabajos a los
ciudadanos del país receptor”? La respuesta es que no, ya que es muy poco probable que los inmigrantes,
ilegales o legales, sin importan cuan calificados estén, reduzcan sus salarios a largo plazo o remplacen a
los trabajadores nativos. Todo lo contrario, la experiencia en las ultimas décadas sugiere que la
inmigración “empuja” a los nativos a ocupaciones mejor remuneradas y elevando el ritmo general de la
innovación y el crecimiento de la productividad, generando a largo plazo a los nativos un mayor beneficio.
Esto lo afirma un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania, la OCDE y la OIT.
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haber una presencia mayor presencia de poco calificados, haya a su vez más mujeres calificadas en la
fuerza laboral.
Allí entra a discutirse un fenómeno llamado “fuga de cerebros” o migración altamente calificada
(MAC), consiste en la emigración de profesionales y científicos formados universitariamente en su país de
origen a otras naciones, impulsadas primordialmente por la falta de oportunidades de desarrollo
profesional. Algunos países en vía de desarrollo, tienen profesionales tan destacados que han sido sorpresa
para la mayoría de los países donde han migrado, esa sorpresa se ha representado en el aporte al
conocimiento que puede ayudar a progresar el país al que emigró. También, según destaca el Foro
Económico Mundial, “Se ha probado que la entrada al mercado laboral incentiva a los empresarios a
adoptar cambios tecnológicos o a invertir en nuevos productos más intensivos en mano de obra. Y que, en
muchos casos, no compiten con los nativos en el mercado de trabajo pues se especializan en otro tipo de
empleos, lo que a su vez mejora la productividad”.