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UNIVERSIDAD SAN GREGORIO DE PORTOVIEJO

CARRERA: Odontología

CURSO: 9mo nivel “A”

MATERIA: Odontopediatría II

RECOMENDACIONES DE DIETA E HIGIENE BUCAL


SALUDABLE PARA ESCOLARES Y ADOLESCENTES

AUTOR:
Steven Mieles Navarrete

DOCENTE:
Dr. Andrea Zambrano
INTRODUCCION:

La odontología general se caracteriza por ser una profesión que no impulsaba hábitos
preventivos de enfermedades bucales, principalmente en niños. Hoy en día, es recomendable
realizar la primera consulta odontológica durante el primer año de vida del infante para
garantizar el acercamiento a la familia, educar sobre promoción y mantenimiento de la salud
oral y evitar las consultas de urgencia en etapas más avanzadas de la enfermedad, cuando la
dentición decidua ya ha sido altamente comprometida por la caries dental.

La odontología para bebés comprenden los cuidados que comienzan en los primeros
meses de vida (0-36 meses) y que está siendo ampliamente difundida actualmente. Sin
embargo, aún existe una alta prevalencia de enfermedades bucales, especialmente caries
dental, que ocurre de forma agresiva y progresiva en los infantes.3

Se debe recalcar la importancia de que los profesionales de la salud, en la red de salud


pública o privada, reconozcan que se debe comenzar la promoción y prevención de la salud
bucal del infante, en la etapa más temprana de la vida, preferencialmente desde la etapa
prenatal. El objetivo de este trabajo es presentar por medio de una revisión de la literatura, la
filosofía de la Odontología para Bebés en la actualidad.
OBJETIVO:

GENERAL.

 Determinar cada una de la importancia tanto en dieta como en higiene y


recomendaciones al familiar para salud del niño pediátrico

ESPECIFICO:

 Mencionar las medidas de prevención para niños

 Orientar la dieta en niños de acuerdo al número de edades


EDUCACION AL PACIENTE O REPRESENTANTE EN LA CONSULTA
ODONTOLOGICA:

“La educación del paciente es un acto terapéutico”. No es “educación para el


tratamiento sino educación como tratamiento”. Entendemos por educación el proceso
intencional por el cual las personas son más conscientes de su realidad y del entorno que les
rodea, ampliando los conocimientos, valores y habilidades que les permitan desarrollar
capacidades para adecuar, según éstas, sus comportamientos a la realidad. (Boj, 2010)

La educación para la salud fue definida por la OPS y la OMS como un campo especial
de las ciencias de la salud, cuyo objetivo es la transmisión de conocimientos y el desarrollo
de una conducta encaminada a la conservación de salud del individuo, el colectivo y la
sociedad. Esta educación interacciona de manera directa con las acciones de prevención
primaria y secundaria, y resulta fundamental para lograr que los individuos modifiquen sus
comportamientos no sanos. (Boj, 2010)

Ahora la educación para la salud abarca un concepto más amplio dando énfasis en la
prevención, la que se concentra cada vez más en el aprendizaje y en el proceso de
fortalecimiento de la autonomía, crear una actitud positiva para el cambio de un
comportamiento, desarrollar una habilidad de auto cuidado, promover el cambio de un estilo
de vida poco saludable, dicho de otra manera, se mueve en un amplio campo que va desde
fortalecer o modificar, según el caso, los estilos de vida de los individuos o grupos más
vulnerables, hasta capacitar a la población para que defienda sus espacios y alcanzar salud y
calidad de vida, por eso decimos que en la educación para la salud participan varias
disciplinas claramente diferenciadas como las ciencias de la salud, de la conducta, de la
educación y de la comunicación. (Boj, 2010)
DIETA:

La dieta tiene un papel fundamental en la aparición y desarrollo de la caries dental. La total


o parcial sustitución de la sacarosa por edulcorantes no cariogénicos existentes en el mercado
es la mejor opción para la salud dental, teniendo en cuenta que la frecuencia de ingestión de
azúcar tiene más influencia en el desarrollo de la caries que el total consumido. (Boj, 2010)

Para diseñar una dieta no cariogénica adaptada a un niño se deben tener en cuenta los
comportamientos dietéticos de la familia y hacer propuestas realistas. Los hábitos dietéticos
establecidos en la infancia temprana tienen implicaciones para la salud en la vida adulta. Se
recomienda una primera visita al dentista antes de que el niño cumpla un año de edad y dar
a los padres una guía anticipada de cuidados e instrucciones preventivas, ya que la
colonización de las bacterias causantes de la caries puede iniciarse a los 10 meses de edad o
con la erupción de la primera pieza dental entre los 5-6 meses de edad. La presencia de
Streptococcus mutans en la dentición primaria augura la aparición posterior de caries más
extensas en el futuro. (Boj, 2010)

LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y ORIENTACIÓN NUTRICIONAL


CONSISTEN EN:

 Uso tópico de fluoruros.


 Dieta equilibrada.
 Aceptación de guías dietéticas.

HAY VARIOS FACTORES A TENER EN CUENTA, COMO:

 Algunos medicamentos infantiles que contienen sacarosa y aumentan el riesgo de


desarrollo de lesiones
 de caries.
 Anatomía de los dientes y del arco.
 Función de la lengua en la auto limpieza.
 Condiciones psicosociales y económicas.
 Necesidades calóricas del paciente.

ORIENTACIÓN DIETÉTICA PARA NIÑOS SEGÚN LA EDAD

SEGÚN (Boj, 2010) MENCIONA QUE:

1. El periodo prenatal Los componentes clave de un embarazo saludable incluyen un


peso adecuado, el consumo variado de alimentos de acuerdo con la pirámide
alimentaria, suplementos de vitaminas y minerales en el momento apropiado y la
eliminación de hábitos de consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias
perjudiciales. Las madres con caries activas pueden transmitir las bacterias al niño.
Durante la primera fase de desarrollo dentario se pueden producir lesiones
irreversibles en los tejidos bucales debido a una alimentación inadecuada o por el uso
de ciertos medicamentos, como las tetraciclinas, infecciones o una deficiencia de
vitamina D materna. El consumo de dulces y otros alimentos muy calóricos y bajos
en nutrientes debe reducirse.
2. Del nacimiento hasta 1 año de edad Una nutrición adecuada es muy importante en
este periodo del desarrollo dentario. Una malnutrición puede producir hipoplasias del
esmalte, aumentando el riesgo de caries. La lactancia materna se recomienda por sus
beneficios sobre la salud en general. A lo largo de este periodo se deben seguir las
pautas de alimentación del pediatra, que irá incluyendo alimentos paulatinamente.
3. De 1 a 2 años de edad Introducción de varios alimentos nuevos (pescado azul, cacao,
postres lácteos, miel), por lo que se debe considerar la variedad y la moderación. Un
elevado consumo de azúcar constituye un problema para la salud oral y general. Hay
que evitar un consumo excesivo por parte de los niños de zumos artificiales, sobre
todo los que tienen mucha frutosa y sorbitol, que pueden causar diarreas (2). Los
zumos de fruta han de ser naturales. Los niños deben seguir una buena dieta, aunque
es esencial no forzar la alimentación (2). Se debe evitar el biberón con leche, zumo
u otra bebida azucarada cuando los niños van a dormir.
4. De 2 a 5 años de edad Es el momento de la adquisición de buenos hábitos dietéticos,
ya que los niños tienen tendencia a repetir experiencias positivas asociadas a
alimentos con alto contenido de azúcar o calórico. Entre los 4 a 5 años los niños
tienden a ser más independientes y puede aumentar la ingestión de alimentos
azucarados entre comidas. Los padres deben proporcionar alimentos y bebidas no
cariogénicos para la merienda o entre comidas.

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS GENERALES PARA UNA MEJOR SALUD


BUCAL Y GENERAL A PARTIR DE LOS 5 AÑOS DE EDAD.

(Veliz, 2016) La alimentación debe ser cada vez más parecida a la del adulto, hasta
igualarse, variada y equilibrada. Una alimentación correcta (junto con una buena higiene
oral) es fundamental para la prevención de muchas enfermedades y el mantenimiento de la
salud oral. Cada día se deben consumir lácteos (mínimo medio litro de leche), verduras,
hortalizas, cereales, (pan, pasta, arroz) y frutas. De 3 a 4 veces por semana, carne y pescado;
huevo 2 veces por semana; y legumbres (a partir de los 2 años) de 2 a 3 veces por semana.

Es importante establecer una combinación de comidas para reducir el riesgo de caries y


erosión, ingerir los carbohidratos fermentables y otros azúcares durante las comidas y
evitarlos entre horas, añadir vegetales y frutas para aumentar el flujo salivar, evitar el exceso
de sal y de otros condimentos fuertes en la preparación de las comidas y mantener la textura
adecuada a la capacidad de masticación del niño en cada etapa. Es esencial reducir la
frecuencia de consumo de azúcar y productos azucarados, a favor de la utilización de
edulcorantes, y el de alimentos pegajosos o viscosos, ya que se adhieren más a los dientes.
El consumo máximo recomendado de sacarosa es de 50 g/día. En varios estudios se ha
demostrado que algunos alimentos a base de cereales, la leche de vaca, los cacahuetes o el
queso de pasta dura protegen contra la caries dental. (Veliz, 2016)

HIGIENE DENTAL:

Mantener una dieta equilibrada. Comer escogiendo alimentos variados de cada uno de

los cincos grupos principales de alimentos ricos en calcio y precursores de vitamina D:

cereales; frutas; vegetales y hortalizas; carnes, aves y pescados; leche y sus derivados. (Veliz,
2016)

A. No comer ni beber bebidas azucaradas continuamente. Dejar pasar tiempo


entre comidas para que la saliva neutralice los ácidos y repare los dientes.
B. Limitar el número de refrigerios que se come. Cada vez que se coma alimentos
que contienen azúcares, los dientes son atacados por los ácidos durante 20
minutos o más.

C. La gente con alto riesgo de desgaste dental y erosión debería tomar


precauciones especiales, como: Disminuir la frecuencia y el contacto con
comidas y bebidas acídicas, evitando el cepillarse los dientes inmediatamente
después de consumir alimentos acídicos, bebidas, cítricos y zumos. Esto da
tiempo para que se produzca la remineralización.
D. Limitar la utilización de suplementos de flúor oral sólo si se pertenece a grupo
de riesgo.
E. Cepillarse los dientes a fondo con un dentífrico con flúor por la mañana y
antes de acostarse. Cepillarse después de las comidas siempre.
F. cepillado dental desde los 2 a los 6 años con pastas que contengan 500 ppm
de flúor y desde los 6 años con un contenido de 1.000 a 1.450 ppm de flúor.

G. Evitar usar chicles con azúcar. Elegir mejores chicles sin azúcar,
especialmente los que tiene edulcorante xilitol, que parece mostrar ciertos
beneficios en la prevención de la formación de placa bacteriana.
H. Visitar al dentista regularmente.
Cepillar los dientes de su hijo con crema dental con flúor evitará las caries. El flúor
es una sustancia que contiene la crema dental que puede fortalecer la capa externa de
los dientes, llamada esmalte.
 Cepille los dientes de su hijo dos veces por día, especialmente antes de irse a
dormir por la noche.
 Use un cepillo de dientes para niños, con cerdas suaves.
 Cepille los dientes de su hijo con una pequeña cantidad (del tamaño de un
chícharo) de crema dental con flúor colocada en el cepillo de dientes.

 Enséñele a su hijo a escupir la crema dental. No la enjuague después de cepillar.


 Sea un modelo a seguir para su hijo al cepillar sus propios dientes.

USO DE HILO DENTAL.

Importancia del hilo dental El hilo dental es indispensable en el cuidado de los dientes, ya
que por el grosor de las cerdas del cepillo NO permite limpiar la zona entre diente y diente,
debido a que el espacio entre estos es muy pequeño, por lo que se recomienda utilizar el hilo
dental. Si no se utiliza el hilo dental se estará realizando solamente la mitad del trabajo para
mantener una buena limpieza dental. Técnica para usar el hilo dental: (Veliz, 2016)

1) Tome aproximadamente 30 cms. de hilo dental y enrede en los dedos medios, dejando una
distancia corta entre ellos.

2) Una vez realizado lo anterior, utilice los dedos pulgar e índice de ambas manos para guiar
el hilo.

3) Mantenga estirado el hilo y con movimientos de atrás hacia adelante introdúzcalo entre
los dientes, tenga cuidado de no lastimar la encía. Sostenga el hilo rígido contra uno de los
dientes y deslícelo de arriba hacia abajo manteniéndolo en contacto con el diente y repita los
movimientos contra el otro diente. Repita este paso entre cada uno de sus dientes. Conforme
se vayan limpiando, cambiar el tramo de hilo dental.

FLUORUROS

IMPORTANCIA DE LOS FLUORUROS COMO MEDIDA PREVENTIVA DE


CARIES DENTAL

Los fluoruros son compuestos químicos que se encuentran en forma natural y en bajas
concentraciones en los alimentos y el agua de consumo humano. Los fluoruros como el de
sodio, potasio, estaño o mono flúor fosfato; son compuestos que fortalecen el esmalte de los
dientes y los hacen más resistentes al ataque del ácido que producen las bacterias, por lo que
son ampliamente utilizados por los dentistas en la prevención de esta enfermedad. Vias de
administración de fluoruros (Mera, 2016)

• Ingerido (tomado)

• Tópico (aplicado sobre el diente)

PREVENCIÓN O INTERCEPCIÓN DE HÁBITOS NOCIVOS

HÁBITOS NOCIVOS QUE SE PRESENTAN CON MAYOR FRECUENCIA EN LOS


NIÑOS

Un hábito es una práctica fija producto de la constante repetición de un acto. Existe una gran
cantidad de hábitos que adquieren las personas y que pueden provocar trastornos en el
desarrollo de los huesos y musculatura de la cara, mal posición de los dientes, así como
favorecer la presencia de caries y enfermedad de la encía. A continuación, se mencionan los
hábitos que encontramos con más frecuencia en los niños: (Mera, 2016)

A. Mordedores de uñas (onicofagia)


B. Respirador buccal
C. Mordedores de objetos.
CONCLUSIONES:
La dieta desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la caries dental. Aunque no
existe una relación directa entre malnutrición proteico–calórica y la caries, el déficit de
vitaminas (A, D), calcio y fósforo puede ocasionar alteraciones en el desarrollo dentario y
retraso en la erupción. Sin embargo, son muchos los estudios epidemiológicos que
correlacionan el consumo de azúcar con la prevalencia de caries y en los que se demuestra
una clara asociación entre frecuencia de consumo y la ingesta entre comidas y caries. Por
otra parte, son varias las características de los alimentos que pueden influir en el potencial
cariogénicos de estos: concentración de sacarosa, consistencia, aclaración oral, combinación
de alimentos, secuencia y frecuencia de ingestión y pH de los alimentos.
Bibliografía
A. Boj, J. (2010). ODONTOPEDIATRIA . España: Elseiver.
B. Mera, L. (2016). DIETA EN NIÑOS PEDIATRICOS. SCIELO, 1-5.
C. Veliz, M. (2016). medidas preventivas de fluor. scielo, 1-3.

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