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Campaña Libertadora de Nueva Granada

La Campaña Libertadora de Nueva Granada fue una campaña militar emprendida por
Simón Bolívar a principios de 1819 para liberar la Nueva Granada (actual Colombia) del
dominio español. La campaña buscaba preparar el terreno para la creación de la República
de Colombia, estado que comprendería las antiguas colonias españolas de la Capitanía
General de Venezuela, el Virreinato de Nueva Granada y la Real Audiencia de Quito,
territorios que para entonces, con excepción del sur y oriente de Venezuela, se hallaban en
poder de los españoles; lo cual se materializaría en el Congreso de Angostura, con la
Constitución de la República de Colombia (17 de diciembre de 1819)

Decidió aparentar la retirada a cuarteles de invierno, comisionando al General José Antonio


Páez a tal fin con un pequeño cuerpo con el cual debía aparentar la presencia del ejército
completo, de manera de engañar al enemigo. Tras la retirada de Pablo Morillo de la
campaña de Apure a sus cuarteles de invierno en Calabozo, decidió que era el momento
oportuno para efectuar la planeada liberación de Nueva Granada.

Tuvo una duración de 77 días, desde el 20 de mayo de 1819 cuando Bolívar expuso el plan
en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército independentista, hasta el 10 de agosto
del mismo año, cuando Bolívar entra sin resistencia a Santafé de Bogotá, la capital de la
Nueva Granada, después de haber vencido en las batallas del Pantano de Vargas y de
Boyacá.

Antecedentes

A principios de 1819, José María Barreiro quien se encontraba al mando de las tropas
realistas en Nueva Granada, contaba con al menos 3.000 hombres entrenados y
pertrechados, sin incluir las tropas de las guarniciones a lo largo del territorio.1 Al mismo
tiempo, Santander, por órdenes de Simón Bolívar, lograba reunir solamente unos 2.200
efectivos, organizados en cuatro batallones, tres regimientos, un escuadrón y una compañía
de artillería que carecía de cañones. Estos soldados en su mayoría (a excepción de la legión
británica) eran criollos, mestizos, mulatos, negros e indígenas, reclutados muchos de ellos
en los llanos de Venezuela. El plan inicial de Bolívar consistía en desplazar el ejército
desde Venezuela hasta Casanare en la Nueva Granada para reunirse con los hombres de
Francisco de Paula Santander y adentrase en territorio granadino por la vía de Tunja para
combatir las tropas del virrey Juan de Sámano. Santander había reunido una hueste de
2.000 combatientes, sólo 1.200 con fusiles, organizados en los batallones Cazadores y 1º de
Línea y varios escuadrones.17 Enterado, el virrey envió al coronel Barreiro con 1.200
soldados contra Santander, el realista avanzó hasta Pore pero debió retirarse a Tunja tras
sufrir fuertes bajas.7 Contando con una maniobra de distracción de José Antonio Páez sobre
la ciudad de Cúcuta, la cual finalmente no se realizó, se acordó que este quedaría al mando
de 1.000 hombres de caballería, que adicionalmente operaría sobre la provincia de Barinas.8
Pretendía con esta maniobra engañar a Morillo sobre el verdadero objeto de la marcha y
atraer hacia Cúcuta o Pamplona el ejército que defendía las provincias centrales de Nueva
Granada. Pretendía también con ello, que la quinta división del ejército realista, al mando
del general Latorre, no se internase en territorio granadino para auxiliar a la tercera división
allí existente.9

El 26 de mayo de 1819 se puso en marcha el ejército de 2.186 efectivos desde Mantecal


hacia Guasdualito, esta última, una población fronteriza con Colombia, a orillas del río
Arauca. Este constaba de cuatro batallones de infantería: Rifles, al mando del coronel
Arthur Sandes; Barcelona, al mando del coronel Ambrosio Plaza; Bravos de Páez al mando
del coronel José de la Cruz Carrillo y la Legión Británica, al mando del coronel James
Rooke que tenía entre 160 y 200 hombres,10 sumando entre todos los batallones 2.332
hombres. Adicionalmente contaba con 40 hombres de artillería que disponían de 4 piezas
ligeras al mando del coronel Bartolomé Salom y la caballería con 814 efectivos,
distribuidos en tres batallones: Húsares, Llano arriba y Guías al mando entre otros, de los
coroneles Juan José Rondón, Leonardo Infante, Lucas Carvajal, y Guillermo Iribarren que
deserto el día 3 de junio con el escuadrón húsares.

Avance por el territorio de Nueva Granada.

El ejército de Bolívar cruzó el río Arauca el día 4 de junio de 1819, entrando a territorio
granadino en la entonces provincia del Casanare. Arribó a Tame el día 11 de junio, donde
se hallaba acuartelado el general colombiano Francisco de Paula Santander, quien había
reunido un ejército de unos 1600 hombres de infantería y 600 hombres de caballería. Al
momento del encuentro de los ejércitos, se reunió una cifra aproximada de 4.300 efectivos.
Sin embargo otras fuentes señalan que el número total de efectivos para entonces, solo
ascendía a 2.500.11 La travesía desde Guasdualito hasta Tame sumaron unos 200 km,
realizada en pleno invierno, donde las tropas sufrieron penurias a causa de los ríos crecidos,
lluvias constantes e inundaciones en todo el recorrido, la escasez de alimentos y la
incapacidad para aprovisionarse de los mismos; adicionalmente debían mantener secos el
armamento y la escasa munición con la que contaban.

El ingreso al altiplano de la cordillera Oriental estaba resguardado por los efectivos de la


tercera división, que contaba solo en la ciudad de Tunja con 2.400 hombres de infantería y
400 de caballería, comandados por el coronel de artillería José María Barreiro.12 En Tame
Bolívar tenía tres opciones para marchar sobre la ciudad de Tunja, la primera por la salina
de Chita, el camino más corto y cómodo para la tropa por la existencia de pueblos para
pasar la noche, pero también el más custodiado por las tropas realistas que se apostaban en
esa zona conscientes del la amenaza que representaba Santander desde los llanos orientales,
la segunda vía era por Labranzagrande, para llegar a Sogamoso, donde se hallaba el cuartel
realista, y la tercera ruta, por el páramo de Pisba, el camino más inhóspito, pero no vigilado
por los españoles, lo cual le daría factor sorpresa sobre las tropas realistas al ingresar al
altiplano.

Tras cuatro días de descanso en Tame las tropas se pusieron en marcha todavía bajo fuertes
condiciones invernales hacia Pore, la capital de la provincia de Casanare, sitio al cual
arribaron el día 22 de junio de 1819, encontrándose en este sitio de frente con la rama
oriental de la cordillera de los Andes colombianos.
Batalla de Tópaga
Artículo principal: Batalla de Tópaga

Al día siguiente del arribo a Socha, Bolívar ordenó una inspección de la zona, la cual se
encontró con un destacamento realista en los Corrales de Bonza. Notificado José María
Barreiro, en ese momento acantonado en Sogamoso, de la presencia de la tropa insurgente,
ordenó su búsqueda organizando dos columnas de 800 hombres cada una, por las dos
márgenes del río Sogamoso. El día 10 de julio arribaron a Corrales de Bonza y a Gámeza
por las márgenes izquierda y derecha, respectivamente; el día 11 de julio, en Corrales de
Bonza, el coronel Justo Briceño al mando de un escuadrón ataca a los realistas,
obligándolos a replegarse hacia Tópaga y en Gámeza una compañía del ejército libertador
sufre el ataque de los españoles, replegándose con fuertes bajas, Bolívar ordena el
contraataque de la vanguardia al mando de Santander, que los obliga a replegarse también
hasta Tópaga, dejando libre el paso a Gámeza, donde se reúnen con los españoles que
combatieron en Corrales de Bonza. El ejército de Bolívar a su vez se reorganiza en Tasco
bajo el fuego enemigo y rápidamente se ubica en formación de batalla, pero el ejército
realista viendo la superioridad del enemigo rehúye el combate y se repliega a una altura
llamada El Molino en donde espera refuerzos y obtener una posición más ventajosa para el
combate, finalmente tras ocho horas de acciones Bolívar suspende el ataque y se desplaza a
Gámeza donde reunió todo el ejército. A este conjunto de acciones militares se le conoce
históricamente como la batalla de Tópaga.

Batalla del Pantano de Vargas

Monumento Lanceros del Pantano de Vargas.

Artículo principal: Batalla del Pantano de Vargas

Luego de la Batalla de Gámeza, el ejército libertador, se repliega a Tasco nuevamente el día


12 de julio y entra a Corrales de Bonza el día 20 de julio, ordenado en orden de batalla
buscando el encuentro con Barreiro, pero este rehúye el combate parapetado en las alturas;
en estas circunstancias, en la madrugada del 25 de julio, Bolívar ordenó la marcha en
dirección a Paipa, con el animo de cortar la comunicación del ejército realista con Santafé
de Bogotá: percatado Barreiro movilizó sus tropas para impedirlo, para enfrentarse
finalmente en el pantano de Vargas. Para el día de la batalla, el 25 de julio, Bolívar tenía
unos 2.200 hombres. Las tropas independentistas se situaron frente a las españolas; éstas
últimas, sin embargo, tenían ventaja de terreno y al menos 3.000 efectivos, que inclinarían
la batalla a su favor. Bolívar envió dos batallones de infantería al mando de José Antonio
Anzoátegui por la derecha y el resto de la infantería al mando de Santander por la
izquierda, y en la retaguardia dejó la caballería a su mando. Barreiro a su vez ubica sus
fuerzas en tres líneas aprovechando a su favor el declive del terreno. Los dos bandos
enviaron batallones de infantería en sucesivos ataques y contraataques, al final del día,
habiendo los dos ejércitos utilizado los últimos recursos en la batalla y con la balanza
inclinándose a favor de los españoles, Bolívar ataca con la caballería mantenida en reserva
durante todo el combate al mando del coronel Juan José Rondón. Los españoles,
completamente desordenados en ese momento, no pudieron resistir la carga de los lanceros,
al mismo tiempo que la infantería ganaba terreno a los realistas obligándolos a retirarse. El
coronel James Rooke al mando de la legión británica, fue herido en el campo de batalla y
murió pocos días después.10

Batalla de Boyacá

Luego de la Batalla del Pantano de Vargas, Bolívar reorganiza y da descanso al ejército


hasta el día 4 de agosto cuando ordena regresar a Venezuela, pero en la noche contramarcha
de manera furtiva hacia Tunja, tomando la ciudad el día 5 de agosto a las 11:00 a. m.
Enterado de la situación, Barreiro se ve obligado a movilizarse para impedir que el ejército
libertador tome Santafé; se desvía entonces de la ruta e intenta tomar la vía más rápida a
Bogotá, por el largo puente de Boyacá, para reunirse con Sámano y organizar la defensa de
la ciudad. En la madrugada del 7 de agosto, Bolívar se percata del movimiento de los
realistas y los intercepta antes de que logren pasar dicho puente.14 Las tropas republicanas
contaban con 2.850 efectivos y los realistas con 2.670. Fue una batalla de 2 horas de
duración (2:00 a 4:00 p.m.), corta e intensa, donde el ejército español fue sorprendido y
dividido. Al no poder combatir en forma coordinada fueron finalmente rodeados y
obligados a rendirse. Al final de la jornada hacían en el campo de batalla 66 hombres entre
muertos y heridos del ejército de Bolívar y unos 250 del ejército español, siendo capturados
aproximadamente 1.600 hombres, pudiendo escapar solamente unos 800 soldados. Con la
Batalla de Boyacá finalizó el dominio español en la Nueva Granada e inspiró los triunfos
posteriores para la liberación de los demás países con las victorias decisivas en Junín,
Pichincha, Carabobo y Ayacucho.

Resultado de la campaña

El mismo día de la batalla de Boyacá, el coronel Barreiro fue capturado y fue ejecutado con
otros 37 oficiales españoles prisioneros el 11 de octubre de 1819 por orden de Francisco de
Paula Santander, dentro de la consigna de guerra a muerte.

Luego de la derrota de los realistas, el virrey Juan de Sámano fue informado en Bogotá y
pudo escapar a tiempo tomando rumbo a Cartagena de Indias.

Bolívar llegó a Santafe de Bogotá donde entró sin resistencia el día 10 de agosto de 1819 a
la 17:00 horas dando por terminada la campaña libertadora de la Nueva Granada.
La batalla de Boyacá fue un triunfo decisivo sobre el poder español en la Nueva Granada.
A pesar de que los realistas se harían fuertes en otras provincias del virreinato como Santa
Marta y Pasto, en donde resistirían varios años; la capital del virreinato cayó en manos de
los independentistas neogranadinos y con ello se abrió el camino para la unión de la Nueva
Granada con Venezuela en la República de Colombia.

Sin embargo, las campañas independentistas deberían continuar: Sucre marchando hacia el
sur, a Pasto, la Audiencia de Quito, el Virreinato del Perú y el Alto Perú; mientras Bolívar
debía hacerlo hacia el occidente de Venezuela que aún se hallaba bajo el dominio de los
realistas que contaban con 27.000 soldados para enfrentarle.

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