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CERÁMICA DENTAL

La cerámica dental, también conocida como porcelana, es una porcelana utilizada por los técnicos
dentales para crear coronas y puentes biocompatibles para el paciente. Es un material
dental eficaz, biocompatible, estética, insoluble y de gran dureza.

La cerámica dental, o porcelana dental, se considera generalmente como biológicamente inerte.


Sin embargo, la toxicidad puede existir a partir del uranio empobrecido y algunos otros materiales
accesorios, y los rellenos pueden provocar el desgaste de los dientes opuestos.

CLASIFICACIÓN POR LA COMPOSICIÓN QUÍMICA

Antes de entrar en materia conviene recordar algunos conceptos básicos sobre la composición
química de las cerámicas. Se consideran materiales cerámicos aquellos productos de naturaleza
inorgánica, formados mayoritariamente por elementos no metálicos, que se obtienen por la
acción del calor y cuya estructura final es parcial o totalmente cristalina. La gran mayoría de las
cerámicas dentales, salvo excepciones que comentaremos, tienen una estructura mixta, es decir,
son materiales compuestos formados por una matriz vítrea (cuyos átomos están desordenados) en
la que se encuentran inmersas partículas más o menos grandes de minerales cristalizados (cuyos
átomos si que están dispuestos uniformemente). Es importante señalar que la fase vítrea es la
responsable de la estética de la porcelana mientras que la fase cristalina es la responsable de la
resistencia. Por lo tanto, la microestructura de la cerámica tiene una gran importancia clínica ya
que el comportamiento estético y mecánico de un sistema depende directamente de su
composición. Por ello, conviene recordar los cambios estructurales que se han producido en las
porcelanas a lo largo de la historia hasta llegar a las actuales cerámicas. Químicamente, las
porcelanas dentales se pueden agrupar en tres grandes familias: feldespáticas, aluminosas y
circoniosas.

Cerámicas feldespáticas

Las primeras porcelanas de uso dental tenían la misma composición que las porcelanas utilizadas
en la elaboración de piezas artísticas. Contenían exclusivamente los tres elementos básicos de la
cerámica: feldespato, cuarzo y caolín. Con el paso del tiempo, la composición de estas porcelanas
se fue modificando hasta llegar a las actuales cerámicas feldespáticas, que constan de un magma
de feldespato en el que están dispersas partículas de cuarzo y, en mucha menor medida, caolín. El
feldespato, al descomponerse en vidrio, es el responsable de la translucidez de la porcelana. El
cuarzo constituye la fase cristalina. El caolín confiere plasticidad y facilita el manejo de la cerámica
cuando todavía no esta cocida.

Cerámicas aluminosas

En 1965, McLean y Hughes abrieron una nueva vía de investigación en el mundo de las cerámicas
sin metal. Estos autores incorporaron a la porcelana feldespática cantidades importantes de óxido
de aluminio reduciendo la proporción de cuarzo. El resultado fue un material con una
microestructura mixta en la que la alúmina, al tener una temperatura de fusión elevada,
permanecía en suspensión en la matriz. Estos cristales mejoraban extraordinariamente las
propiedades mecánicas de la cerámica. Esta mejora en la tenacidad de la porcelana animó a
realizar coronas totalmente cerámicas.

Vitrocerámicas

Son porcelanas que se fabrican en estado vítreo, posteriormente se aplica un tratamiento térmico
a temperatura superior a los 1000ºC durante horas, con esto se favorece la difusión y el
ordenamiento de los átomos dentro de la fase amorfa, obteniéndose de esta manera la formación
de pequeños cristales muy similares a la mica. Se obtiene una buena combinación de propiedades
mecánicas y traslucidez, pudiéndose situar en un término medio entre las porcelanas feldespáticas
y las aluminosas. Se emplean en la construcción de carillas, incrustaciones y coronas.

Esmalte

Como esmalte se entiende en el mundo dental una porcelana feldespática prácticamente vítrea en
su totalidad, puesto que para este tipo de aplicación interesa un bajo contenido de fase cristalina
para evitar la opacificación, ya que se requieren unas buenas propiedades ópticas. Se comercializa
como polvos muy finos de dentina o esmalte, para su aplicación sobre la prótesis se emplean
líquidos de modelar (generalmente agua destilada) que actúan de aglutinantes, asimismo también
se pueden añadir polvos de óxidos para dar color, las técnicas de aplicación pueden ser con
espátula o pincel, una vez aplicada la capa de polvos se procede a realizar una sinterización
entorno a los 1200ºC en vacío, la sinterización se lleva a cabo en el vacío para eliminar las burbujas
de aire que pudiese contener el aglutinado aplicado, de esta manera se minimiza la porosidad que
pueda presentar la pieza final, reduciéndose así la población de defectos que pudieran dar lugar a
la nucleación de grietas, mejorando a la vez el acabado superficial. Después de la sinterización se
obtiene una dureza de 3.4 GPa [17] (algo superior a la del esmalte natural de los dientes, 2.9GPa
[17]), valores de translucidez entorno al 45% y 50% [17], coeficientes de expansión térmica entre
9·10-6 ºCy 12.·10-6 ºC [17]

TIPOS DE CERÁMICAS DENTALES

 Las porcelanas feldespáticas( cerámicas blancas)

 Los vidrios cerámicos ( vidrios)

 Las cerámicas de óxidos (incluidas en el grupo de cerámicas de alta tecnología)

La diferencia entre estos tres grupos determina las indicaciones de uso de cada una. Una de las
características de las que hablamos principalmente son, la dureza y la resistencia a la flexión,
siendo las cerámicas de óxidos las más resistentes.

Desde el punto de vista de la translucidez, las feldespáticas y los vidrios son las que presentan la
característica estética más parecida al diente, permitiendo que los técnicos de laboratorio puedan
jugar con diferentes colores y opacidades para poder imitar al diente. Es decir, que a mayor dureza
y resistencia, más opaca y menos estética es una cerámica.

Por esta razón antes mencionada, las cerámicas de óxido normalmente se usan de estructura de
refuerzo (copings), y las feldespáticas o de vidrio vienen usadas para ser colocadas encima y dar el
efecto translúcido del diente.

Una cerámica tiene una fase cristalina y una fase vítrea. La fase cristalina está conformada por
cristales organizados y que dan resistencia a la estructura de la cerámica, pero es la fase opaca.
Por otro lado, la fase vítrea es la parte amorfa y desorganizada, con menor resistencia mecánica y
química (permite ser grabada con ácido fluorhídrico) pero que le brinda translucidez. Los
fabricantes buscan el balance entre estas dos fases según quieran dar la característica
predominante a cada cerámica: si es resistencia, será más elevada la fase cristalina, y si es más
estética, será mayor la fase vítrea.

La adhesión al diente de una cerámica será mayor cuanto más fase vítrea tenga, ya que es aquella
que permite ser grabada para provocar microretenciones y posteriormente utilizar el silano para
unirse a la fase adhesiva del cemento.

Es debido a lo anteriormente mencionado que no todas las cerámicas pueden utilizarse para zonas
anteriores y posteriores de la boca, ni pueden cementarse con la misma técnica.

PROPIEDADES DE LAS CERÁMICAS DENTALES

Los materiales cerámicos dentales deben presentar una serie de propiedades que a continuación
destacamos:

1. Propiedades ópticas de vitalidad, translucidez, brillo, trasparencia, color (posibilidad de


incorporar pigmentos), reflexión de la luz y textura, lo que implica grandes posibilidades estéticas
al mimetizar los dientes naturales.

2. Biocompatibilidad local y general. Son los que presentan el mejor comportamiento con los
tejidos vivos.

3. Durabilidad y estabilidad en el tiempo tanto en integridad coronal como en su aspecto por la


gran estabilidad química en el medio bucal.

4. Compatibilidad con otros materiales y posibilidad de ser adheridas y grabadas mediante los
sistemas cementantes adhesivos actuales.

5. Baja conductividad térmica con cambios dimensiónales más próximos a los tejidos dentarios
naturales que otros materiales restauradores utilizados.

6. Radiolucidez: cualidad ésta muy interesante pues permite detectar posibles cambios en la
estructura dentaria tallada como caries marginales y actuar precozmente especialmente en las
porcelanas de alúmina densamente sinterizadas y en las feldespáticas.
7. Resistencia a la abrasión debido a su dureza13. Esta propiedad constituye una seria desventaja y
un importante problema clínico cuando se opone a dientes naturales, pues limita las indicaciones y
depende directamente de la dureza del material cerámico y de la aspereza del mismo al ocluir
sobre las superficies dentarias. Actualmente se considera que la porcelana vitrificada de grano fino
es menos abrasiva para el antagonista.

8. Resistencia mecánica. Alta resistencia a la compresión, baja a la tracción y variable a la torsión,


lo que las convierte en rígidas pero frágiles. Quizá sea éste el más grave inconveniente que
presentan, tanto es así que los mayores esfuerzos investigadores se han dirigido a dotarlas de
mayor resistencia. Al respecto, las causas más frecuentemente mencionadas como responsables
de la fragilidad son la existencia de grietas en el material cerámico y la propagación de las mismas,
así como la presencia de poros por una técnica descuidada durante el procesamiento, cocción, etc.
La porosidad y contracción durante la cocción exigen una técnica meticulosa para mejorar los
resultados. Un intento de obviar este problema fue el fundirlas sobre metal a expensas de
disminuir la estética. También se mejoró la resistencia a la fractura mediante la dispersión de
pequeños cristales dentro de la estructura cerámica para impedir la propagación de las grietas. La
indeformabilidad que presentan ante deformaciones elásticas también contribuye a su fragilidad si
bien algunas de las actuales cerámicas presentan cierta resistencia a la flexión.

9. Procesado simple y coste razonable: la realización de coronas de porcelana no es precisamente


fácil de realizar lo cual lleva aparejado un coste elevado. Sin embargo la generalización y
automatización de la técnica hacen suponer que a la larga se producirá un abaratamiento de los
coste de producción. Estos tres últimos puntos constituyen los principales inconvenientes
limitantes de su uso y hacia donde deben dirigirse las investigaciones para intentar solventarlos.

MAPEO CROMÁTICO DENTAL

El mapeo cromático dental consiste en la estimación de las características ópticas de la pieza


dental que se pretende restaurar, tomando como base la dentadura del paciente, específicamente
el diente par de la pieza dañada. El mapa cromático generado es un mapa de tonalidades del
diente, que facilita al especialista la elección de resinas o cerámicas a utilizar para la restauración
del mismo, y lograr así la mayor naturalidad posible (Garcia, 2011). Generalmente, el diente par de
la pieza a restaurar es dividido en tres secciones principales (cervical, media e incisal), y es
comparado directamente con una guía de colores que representan las tonalidades disponibles de
los materiales. Para cada una de estas secciones se asigna el valor de color en la guía, de acuerdo
al promedio de toda el área de la sección (Garcia, 2011). Las guías de color ofrecen al odontólogo
una escala para seleccionar las tonalidades de los materiales a emplear, así como una forma
eficiente para solicitar estos materiales a los laboratorios. Aunque no existe una guía de colores
que reproduzca todas las tonalidades presentes en los dientes naturales, sí están disponibles en el
mercado algunas guías de color, que resultan bastante útiles.

Figura 1. Ejemplo de la división estándar de la superficie del diente en tres secciones. Crédito:
http://auxiliarodontologia.blogspot.mx/2013/02/la-superficiedentaria.html
ESCALA DE COLOR VITA

La escala VITA, con más de cincuenta años de uso, es una guía de color usada en los
procedimientos que involucran reconstrucción dental. La mayoría de las resinas dentales
comerciales disponibles emplean la clasificación VITA (Fig. 2). Esta escala utiliza dos parámetros
para la estimación de los colores: matiz y valor. El matiz o tono, es una de las propiedades
fundamentales de los colores y se refiere a la percepción de las diferentes longitudes de onda de
la luz visible. Por otro lado, el valor se refiere a la cantidad de luz que es reflejada por un objeto de
un determinado matiz (Vicario, 1999). En los dientes, el matiz y el valor son características que
dependen de la dentina, tejido elástico mineralizado con túbulos que albergan odontoblastos y
que además, está compuesta en su mayoría por cristales de hidroxiapatita, colágeno, agua,
proteínas y lípidos(Garcia, 2011). En la escala VITA, el matiz se codifica con una sola letra; A:
amarillo amarronado, B: amarillo, C: gris y D: rosa grisáceo). Por otro lado, el valor es un rango que
va de 1 a 4, en donde el 1 corresponde al valor más claro, y el 4 al más obscuro (Propdental, 2105).
La combinación de los cuatro posibles matices (A, B, C, D) con los cuatro posibles valores (1, 2, 3,
4) nos dan como resultado 16 posibles combinaciones en la guía de colores de VITA.

Figura 2. Ejemplo de la escala de color VITA. Crédito:


http://teethwhiteningperth.net.au/results/take-home/

Las características del color y las propiedades ópticas dentales

El concepto de color está conformado por la relación entre los aspectos físicos del mismo, su
percepción por el ojo humano y por la interpretación psicológica propia de cada persona. En 1905,
el pintor norteamericano Albert Munsell propuso un sistema de color denominado HSV [Hue:
matiz; Saturated: saturación y Value: valor], el cual es utilizado actualmente 3.

1.1- Matiz
El matiz o tonalidad (hue) se refiere específicamente al nombre del color, o sea, al tipo especifico
de longitud de onda (verde, azul, rojo, amarillo, etc.) que no es absorbida por los objetos y por lo
tanto es reflejada hacia nuestros ojos. Actualmente, la mayoría de los sistemas resinosos utiliza la
clasificación de VITA Classical (VITA Zahnfabrik, Bad Sackingen, Alemania) para identificación de las
tonalidades en: A (marrón-rojizo) donde se encasillan un 80% de los pacientes, B (naranja-
amarillo), C (gris-verdoso) y D (gris-rosado) correspondiendo a un porcentaje bajo (5%) usado más
para caracterizaciones 4-6.

El considerado matiz básico de la dentina de los elementos dentarios idealmente es registrado a


nivel de la parte central del tercio cervical vestibular donde existe la menor cantidad de esmalte y
un gran volumen de dentina. El matiz del esmalte debe registrarse a nivel del tercio medio o incisal
de los dientes siendo, en la mayoría de los casos clínicos, dos o tres tonos (intensidad) más claros
que el escogido para la dentina 6.
1.2- Croma
El croma (chroma) tiene que ver con el grado de saturación, la intensidad del matiz o la cantidad
de pigmentos que este posee 3. En las resinas el croma viene codificado por una numeración
gradual de 1 a 4, indicando la saturación de la resina de forma creciente. Clínicamente, la elección
del croma puede ser realizado por comparación directa a través de las escalas de colores o
indirecta con equipamientos especializados, dependiendo de la experiencia del profesional. La
porción cervical media del elemento dentario es el primer lugar tomado como referencia para
selección del croma siendo que los tercios medio y incisal tienen casi siempre uno o dos grados
menores de saturación. Cuando se observa el segmento anterior, el canino es generalmente el de
mayor grado de saturación. Intensidades menores están relacionadas a pacientes más jóvenes y
dientes blanqueados, y con mayor intensidad a pacientes más viejos o dientes más saturados
(Cuadro 1).

1.3- Valor
El valor (value) es considerado la dimensión acromática del color. Posee sinónimos como brillo o
luminosidad y puede ser conceptuada como la cantidad de negro y blanco en un objeto
provocando sensaciones de profundidad o proximidad del mismo. Está relacionado también con la
opacidad y translucidez, cuanto mayor el valor, más opaco y blanquecino será el objeto y cuanto
menor valor, más translucido o grisáceo 7.

Dentro del concepto de color de las resinas compuestas, el valor también puede ser definido por la
capacidad del material de absorber o reflejar la luz. En términos prácticos, un material puede ser
más opaco y tener así mayor capacidad de bloqueo de luz. Cuando resinas opacas son utilizadas en
gran cantidad pueden resultar en una percepción óptica más blanquecina de las mismas. Por otro
lado, un error en la cantidad de inserción de resinas más translúcidas, permitirá un mayor pasaje
de luz resultando en restauraciones más grisáceas. Estos errores son los más comunes en la clínica
diaria, principalmente porque el valor no se encuentra discriminado en las jeringas de las resinas
compuestas, haciendo obligatorio el conocimiento del comportamiento dinámico de cada marca y
tipo de resina compuesta 8. Como regla general los dientes jóvenes por el menor grado de
calcificación y la mayor cantidad de textura superficial del esmalte se muestran más blancos u
opacos, por lo tanto con mayor luminosidad (alto valor). Los dientes adultos se presentan con
menor valor (más translucidos) debido al mayor contenido de calcio de los tejidos y menor espesor
del esmalte provocado por el desgaste del mismo.

1.4 - Opalescencia
El esmalte dentario es una estructura definida como translúcida y sin color base, presentando una
suave tonalidad característica en toda su extensión conocida como opalescencia. Esta propiedad
óptica imprime en el esmalte la capacidad aparente de poseer diferentes coloraciones en función
de la dirección de los rayos luminosos. Este aspecto ambiguo de la luz en la estructura del esmalte
puede ser explicado por medio de la constitución del mismo; los cristales de hidroxiapatita
presentan espesores que varían de 0,02 a 0,04 m son selectivos para las diferentes longitudes de
onda que componen la luz visible. Con iluminación directa los cristales permiten el pasaje de las
ondas largas, principalmente el rojo y el naranja, en cuanto las ondas cortas (verde, violeta y azul)
son reflejadas dando al esmalte un efecto azul-grisáceo 9. Más allá que esta característica es más
evidente en el tercio incisal visto que existe poca o ninguna cantidad de dentina, la opalescencia se
da en todo el esmalte dental. Varios sistemas de resinas compuestas están disponibles en el
mercado odontológico presentando diversos grados de opalescencia 10. Principalmente en las
restauraciones anteriores deben ser utilizadas resinas que presenten esta importante
característica, ya que la opalescencia natural del esmalte crea efectos de profundidad y vitalidad
en la estructura debido al aumento de la luminosidad.

1.5- Fluorescencia
Otro parámetro bastante importante, relacionado con la luz y el color, es el concepto de
fluorescencia que es la habilidad de un material de irradiar luz dentro del espectro visible cuando
absorbe energía de una fuente luminosa fuera del espectro visible del ojo humano. Se sabe que
tanto la dentina cuanto el esmalte son estructuras fluorescentes, siendo que en la dentina esa
característica es más acentuada debido a la mayor cantidad de pigmentación orgánica fotosensible
a los rayos luminosos. Los dientes naturales cuando son sometidos a una fuente de rayos
ultravioletas (UV) exhiben fluorescencia que va de un blanco intenso hasta un azul claro,
potenciando la vitalidad de los mismos y haciendo con que los dientes parezcan más blancos y
claros en la presencia de estas luces. Además, durante la noche, las personas pueden exponerse a
ambientes iluminados por lámparas ultravioletas, también llamadas de luz negra, que emiten una
longitud de onda dentro del mismo rango en que se da el fenómeno de fluorescencia. Debido a
que no todas las resinas consiguen imitar esta propiedad varios fabricantes adicionaron agentes
luminóforos del grupo de los Tierras Raras como europio, terbio y cerio en la composición de las
resinas permitiendo reproducir satisfactoriamente la fluorescencia de los dientes naturales.

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