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Para otros usos de este término, véase futurismo (desambiguación).
Índice
1Historia
2Características
3Los futuristas italianos
o 3.1Escultura futurista
o 3.2Fotografía futurista
o 3.3Estética
o 3.4Lista de futuristas
4El futurismo en otros países
5Trascendencia del futurismo
6Véase también
7Notas
8Bibliografía
9Enlaces externos
Historia[editar]
El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por Filippo Tommaso Marinetti. Este movimiento
buscaba romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales que la historia del
arte consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la revolución,
ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto
peligroso y la bofetada irreverente. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo
nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo
objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión
plástica.
Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, que basándose en
sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a
cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo, publicidad, moda, cine,
música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y
construir un nuevo orden en el mundo.
El poeta italiano Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de
1909. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo
Carrà, Luigi Russolo y Gino Severini firmaron el Manifiesto de los pintores futuristas.
El futurismo procede directamente del cubismo,1 incluso los primeros cuadros, son de pleno
derecho, cubistas, pero evolucionan rápidamente hacia una estética diferenciada, debido a su
obsesión por representar la velocidad. Es un movimiento fundamentalmente italiano.
El futurismo es el primer movimiento artístico que se organiza como tal, se reconoce y se
define en 1909 a través del Manifiesto futurista, que publica el poeta Filippo Tommaso
Marinetti. Se busca el escándalo, se admira la velocidad y la tecnología, las señas de
identidad del mundo moderno y pretende romper con el pasado. Nada del pasado merece la
pena ser conservado. Condenan los museos, a los que consideran como cementerios.
Pretenden, y valoran, la originalidad por encima de todo.
«Los objetos en movimiento se multiplican y se distorsionan como vibraciones a través del espacio.»
Fragmento del Manifiesto futurista2
Sus obras se caracterizan por el color y las formas geométricas, y la representación del
movimiento y la velocidad, para ello representan los objetos sucesivamente, pintándolos en
varias posiciones, o emborronándolos, un código que se ha popularizado en los cómics y los
dibujos animados. Tienden a utilizar colores puros. El futurismo llegará a la abstracción a
través del rayonismo.
Características[editar]
Entre las características que nos pueden permitir clasificar el movimiento podemos destacar
las siguientes:1
Exaltación de la originalidad.
Estructuras del movimiento: tiempo, velocidad, energía, fuerza, etc.
Contenido relacionado con el mundo moderno, las ciudades y los automóviles, su bullicio
y dinamismo. Así como máquinas, deportes, guerra, etc.
Utilización de formas y colores para generar ritmos.
Colores resplandecientes.
Transparencias.
Multiplicación de líneas y detalles, semejantes a la sucesión de imágenes de un
caleidoscopio o una película.
Declaremos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva; la belleza de la
velocidad. Un automóvil de carreras... un automóvil rugiente, que parece correr sobre una estela de
metralla, es más hermoso que la Victoria de Samotracia
En 1910 ya se puede hablar de un grupo liderado por Marinetti. Trabajarán artistas como los
pintores Russolo, Carrá, Boccioni, Balla o Severini. El futurismo fue llamado así por su intención de
romper absolutamente con el arte del pasado, especialmente en Italia, donde la tradición artística
lo impregnaba todo. Quieren crear un arte nuevo, acorde con la mentalidad moderna, los nuevos
tiempos y las nuevas necesidades. Para ello toma como modelo las máquinas y sus principales
atributos: la fuerza, la rapidez, la velocidad, la energía, el movimiento y la deshumanización.
Dignifica la guerra como espacio donde la maquinación, la energía y la deshumanización han
alcanzado las máximas metas.
Sus ideas revolucionarias no deseaban limitarse al arte, sino que, como otros muchos
movimientos, pretendían transformar la vida entera del hombre. La estética futurista difunde
también una ética de raíz machista y provocadora, amante del deporte y de la guerra, de la
violencia y del peligro. El futurismo fue politizándose cada vez más hasta coincidir con las tesis del
fascismo, en cuyo partido ingresó Marinetti en 1919. En su manifiesto hay un punto que dice:
Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo y el gesto
destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer.
La característica principal del futurismo es la plástica del dinamismo y del movimiento. El efecto de
la dinámica se transmitía en vibrantes composiciones de color que debían producir un paralelismo
multisensorial de espacio, tiempo y sonido. Al principio, se valieron para la realización de sus
objetivos artísticos de la técnica divisionista, heredada del neoimpresionismo y más tarde se aplicó
la técnica cubista de abstracción como procedimiento para desmaterializar los objetos. A partir de
estas premisas, la representación del movimiento se basó en el simultaneismo, es decir,
multiplicación de las posiciones de un mismo cuerpo, plasmación de las líneas de fuerza,
intensificación de la acción mediante la repetición y la yuxtaposición del anverso y del reverso de la
figura.
Buscaban por todos los medios reflejar el movimiento, la fuerza interna de las cosas, ya que el
objeto no es estático. La multiplicación de líneas y detalles, semejantes a la sucesión de imágenes
de un caleidoscopio o una película, pueden dar como resultado la impresión de dinamismo.
Crearon ritmos mediante formas y colores. En consecuencia, pintan caballos, perros y figuras
humanas con varias cabezas o series radiales de brazos y piernas. El sonido puede ser
representado como una sucesión de ondas y el color como una vibración de forma prismática.
Los pintores extraen sus temas de la cultura urbana, máquinas, deportes, guerra, vehículos en
movimiento, etc., eliminando progresivamente todo populismo o simbolismo.
Umberto Boccioni
Cultivó el puntillismo en algunas ocasiones, en otras empleó la línea curva, y más tarde, las rectas.
En La ciudad se levanta su dinámica es curva, mientras que La fuerza de la calle o Dinamismo
de un ciclista se organizan en disparatadas rectas, formalmente próximas al cubismo, pero
diferenciadas en su aspiración a un movimiento frenético, casi desesperado.
En Estados de ánimo las líneas dinámicas se alternan con los espacios vacíos, que expresan el
desánimo.
Finalmente se apartará del futurismo, de la velocidad y del dinamismo y se irá acercando al análisis
de los volúmenes redondeados y más estáticos influido por Cézanne.
Giacomo Balla
Sus primeras obras, Interpretaciones Iridiscentes, Vuelos rápidos y Líneas de velocidad dieron el
impulso y ritmo a las experimentaciones de los primeros años del futurismo.
Trabajó fundamentalmente sobre los aspectos ópticos del movimiento en obras como Muchacha
corriendo en el balcón, Las manos del violinista o Dinamismo de un perro atado.
De la misma forma se interesa por realizar un análisis de los ritmos en ciertas aves, así como una
serie sobre La velocidad del automóvil.
A partir de 1930, volvió a temas figurativos, pintando ciudades, paisajes y retratos. Fue, además,
precursor del dadaísmo.
Luigi Russolo
Continúa con las sensaciones dinámicas en obras como Casas + luces + cielo, Síntesis plástica
del movimiento de una mujer y Dinamismo de un automóvil.
Gino Severini
En Pan Pan en Mónaco conserva parte la de figuración para fragmentarla y destrozarla dentro de
sus ritmos vertiginosos.
Su pintura más importante es El tren blindado y Bal Tabarin es otra de sus obras más
características.
Carlo Carrá
El movimiento futurista falleció con la Primera Guerra Mundial, sus miembros se fueron dispersaron
en varias direcciones. El futurismo fue un paso más en la marcha del arte contemporáneo en su
proceso de desintegración de la forma y el eslabón inmediato al dadaísmo y al surrealismo.
Giacomo-Balla.-Dinamismo-de-un-Perro.-1912.-Pintura-Futurista
De este modo una de las técnicas características de futurismo será el
“fotodinamismo” en fotografía, realizada por directores como Anton Giulio
Bagaglia, que persigue poner de manifiesto el dinamismo o movimiento del
sujeto. En realidad el uso de la técnica no estuvo exenta de polémica
incluso dentro del propio movimiento futurista ya que algunos
representantes como por ejemplo Umberto Boccioni se oponían a su uso,
por considerar que la fotografía no debía ser considerada como arte. Con el
tiempo la fotografía logró hacerse un lugar dentro del futurismo, llegando
incluso a publicarse el 16 de Abril de 1930 “ El Manifiesto de la
fotografía” que fue firmado por Tomasso Marinetti y Tatto y que permitió
que la fotografía fuera considerada como una faceta más del arte.
El lema del primer manifiesto futurista de 1909 era "Libertad para las palabras", y
consideraba el diseño tipográfico de la época, especialmente en periódicos y propaganda.
La diferencia entre arte y diseño pasa a ser abandonada y la propaganda es escogida como
forma de comunicación.
El arte futurista
La pintura futurista recibió influencia del cubismo y del abstraccionismo, pero llena de
colores vivos y contrastes y la superposición de las imágenes con la pretensión de dar la
idea de dinamismo.
En la literatura, las principales manifestaciones ocurrieron en la poesía italiana, que se
dedicaba a las causas políticas. El lenguaje es espontáneo y las frases se fragmentan para
expresar la idea de velocidad.
Las inspiraciones por los colores y efectos de luz del postimpresionismo, así como en las
técnicas de las composiciones cubistas, son evidentes.
Futurismo en la Literatura
Giacomo Balla(1871-1958)
Uno de los exponentes del movimiento futurista en Italia. En su obra el pintor italiano
intenta ilustrar los nuevos avances científicos y técnicos por medio de representaciones
totalmente desnaturalizadas, aunque sin llegar a una total abstracción.
Sin embargo, mostró gran preocupación por el dinamismo de las formas, con la situación de
la luz y la integración del espectro cromático.
En 1900, fue a París y tuvo contacto con las obras impresionistas y neoimpresistas y
participó en varias exposiciones. En la vuelta a Roma, conoció a Marinetti, Boccioni y
Severini. Un año más tarde, se juntaba a ellos para firmar el Manifiesto Técnico de la
Pintura Futurista.
Carlos Carrá(1881-1966)
Pintor italiano, mientras ganaba su sustento como pintor-decorador frecuentaba las clases
de pintura en la Academia Brera, en Milán.
Su obra se mantuvo bajo la influencia del cubismo, pero incorporando los conceptos de
dinamismo y simultaneidad: formas y espacios que se mueven al mismo tiempo y en
direcciones contrarias.
Gino Severini(1883-1966)
pintor, artista gráfico y escultor italiano, después de conocer a Giacomo Balla y Umberto
Boccioni, comenzó a trabajar como artista en 1901. En 1906, estudió en París, donde
estudió a los impresionistas, se fascinó por las pinturas de Seurat y, conoció a Signac.
Se convirtió en uno de los cofundadores de ese estilo, cuando firmó el Manifiesto Futurista.
Severini exhibió obras en 1912 en las exposiciones Futuristas en París, Londres y Berlín y
desarrolló relaciones entre Italia y Francia, convirtiéndose en uno de los principales canales
entre sus colegas italianos y los nuevos desarrollos en la capital francesa.
En 1913, autor y compositor del manifiesto El Arte del Ruido, que teorizó la utilización de
ruido para llegar a la composición de la música, en lugar de sonidos armónicos puros.
Los estados de ánimo II: Los Adioses, Umberto Boccioni, 1911, óleo sobre lienzo. Museo
MoMA de Nueva York
A finales del siglo XIX, en 1896, después de que cayera el gobierno corrupto
de Francesco Crispi, Giovanni Giolitti accedía al poder con el cargo de Primer
Ministro. Su política moderada de reformas contribuyó en gran medida a la
estabilización del crecimiento económico. A diferencia de su predecesor Crispi,
que había abolido el Partido Socialista de Italia, buscó el consenso entre los
grupos de poder y las fuerzas socialistas y sindicatos para evitar así el
descontento social. También puso en marcha programas políticos tendentes a
eliminar las desigualdades políticas y sociales, como la ampliación del derecho a
voto, que terminaría por convertirse en sufragio universal en 1913.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) trajo para Italia un sabor agridulce. A
su término en 1918, la nación italiana pensaba que a pesar de formar parte de los
Aliados ganadores, no había salido bien parada del reparto territorial y de los
beneficios económicos de los tratados de paz. El Frente Italiano contra el Imperio
Austro-Húngaro, como parte de la guerra de trincheras que se dio en otras
muchas áreas fronterizas de Europa fue, como para todas las naciones,
devastadora en términos humanos y materiales.
La experiencia “trincherista” daría lugar a un fenómeno social que se propagó
por otros muchos países después de la “Gran Guerra”: el sentimiento militarista
de los soldados excombatientes que se extendió por toda Europa y la tendencia
proclive a la guerra y la violencia, que dejarán una sensación social generalizada
de revancha para con los países vecinos. Precisamente este factor, unido a otros
de diferente índole, propició la “Marcha sobre Roma” de 1922, movimiento
militar que dio el poder al gobierno fascista de Mussolini.
En el terreno cultural, el movimiento futurista irá acompañado de este turbio
trasfondo político y social. Con el fascismo encontrará ciertamente puntos de
unión, como el apego a la agresividad y la consciencia de que la fuerza de una
nación radica en las masas, que deben ser conducidas.
La Italia de principios de siglo es en lo cultural producto de estas
transformaciones, por lo que es lógico pensar que surgiera en este y no en otro
país. La industrialización y los avances científicos y tecnológicos (el teléfono,
el telégrafo sin cables, los rayos-x, el cine el automovil, el
aeroplano…) cambiaron radicalmente la sociedad y la cultura e impulsaron el
desarrollo de las masas, un fenómeno que tuvo lugar en todo el mundo pero que
en el caso de Italia se produjo vertiginosamente. El profesor Stephen Kern
califica estas transformaciones de la siguiente manera:
“una serie de cambios radicales en la tecnología y la cultura crearon
modos distintos de pensar y experimentar el tiempo y el espacio. […] El
resultado fue una transformación de las dimensiones de la vida y del
pensamiento”
El profesor de la Universidad de Ohio se refiere sin duda a la cantidad de
movimientos culturales, políticos y sociales que surgen a raíz de las
transformaciones tecnológicas. El futurismo las utilizará precisamente como
medio de expresión, primero en la literatura y después en las artes plásticas,
ensalzando los valores que representan: la maquinaria, la potencia y la fuerza, la
violencia y la agresividad, el dinamismo y la debacle.
El Manifiesto De Fundación Del Futurismo Y Las Características
Principales Del Movimiento
El “Manifiesto Futurista” en
portada en el periódico Le Figaro
Características formales:
El arte del futurismo es, en lo formal, fruto de ese deseo de expresar la energía,
de deconstruir el tiempo y el espacio. Las formas y contornos, la perspectiva,
la composición… están al servicio del dinamismo, de ahí que tiendan a la
abstracción en el sentido en que todas los cuerpos se convierten en figuras
geométricas que se agitan y vibran en un entorno indefinido.
Es decir, los cuerpos se funden con el espacio circundante y se representan
simultáneamente los planos de su movimiento, y con ello, las líneas, los
colores y la presencia de luz. Una característica que se relaciona con la
representación cubista de las formas en diferentes perspectivas. En ocasiones
utilizaron la técnica del puntillismo para representar el movimiento, aunque
fueron muy críticos con el neoimpresionismo, buscando ir más allá en la
representación de la naturaleza.
Temática:
La temática futurista fue muy variada, en ocasiones incluso abstracta como se
aprecia en la imagen de Umberto Boccioni que aparece al inicio de este post. No
importa tanto el tema como representar esos valores (agresividad, fuerza,
movimiento y violencia) pero evidentemente su apego por las máquinas y la
tecnología les llevó a plasmar la belleza de los automóviles, las bicicletas, las
factorías…
Un tema recurrente que abarca lo formal y lo temático fue el de
las deconstrucciones del movimiento, en las que prima la exhibición dinámica
de un elemento cualquiera, como un ciclista o un caballo, que se agita en el
entorno. El simbolismo francés influyó mucho en el movimiento, de ahí que se
haga uso de las imágenes simbólicas para expresar las emociones violentas que
pasan por la mente del artista. Los temas de corte político y el urbanismo
también fueron frecuentes.
El
Ciclista,
Natalia Goncharova, 1913, óleo sobre lienzo. Museo Ruso de San
Petersburgo
El Futurismo Italiano
Umberto Boccioni
Así mismo, empatizó con la furia de las grandes masas, la agitación popular
y la revolución. En Tumulto en la galería (1910), otra de sus grandes obras,
aparece una hecatombe de personas amontonadas ante la entrada de una café. El
valor del futurismo radica aquí en mostrar una situación controvertida en una
calle nocturna y extraer de esa escena la agitación y la violencia, contorsionando
los cuerpos y fundiéndolos con las luces urbanas, de manera que algunas de ellas
se transforman en sombras violentas apiñadas.
Tumulto en la galería, Umberto
Boccioni, 1910, óleo sobre lienzo. Pinacoteca de Brera (Milán)
En enero de 1914, Filippo Marinetti viajó a la capital rusa y difundió entre los
medios las ideas de su futurismo. Además, muchos representantes del futurismo
italiano mantenían contacto con artistas rusos. Durante el viaje, Marinetti lanzó
duras críticas contra el arte que veía en Rusia y, aunque se ganó detractores, otros
muchos le apoyaron, pues para entonces Rusia se encontraba en plena revolución
proletaria y triunfaba lo provocativo del arte de vanguardia. El mayor éxito que
tuvo el futurismo en Rusia se produjo sobre todo entre la mole de artistas ya
consagrados que habían experimentado otros movimientos del vanguardismo, y
que vieron en las ideas de Marinetti una nueva forma irreverente de creación.
Una de ellas, una mujer, Natalia Goncharova (1981-1962), que había formado
parte del grupo de expresionistas de Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), se alzó
como una de las líderes del movimiento ruso con la representación del
dinamismo, influida sin duda por la obra de Boccioni en El Ciclista (1913).
Lámpara eléctrica,
Natalia Goncharova, 1912, óleo sobre lienzo.
Rojo y
azul, Mikhail Larionov, 1911
Descripción
El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por Filippo Tommaso Marinetti quien
redactó el Manifeste du Futurisme, el 20 de febrero de 1909, en el diario Le
Figaro de París. Este movimiento rompía con la tradición, el pasado y los signos
convencionales de la historia del arte. Consideraba como elementos principales de
la poesía el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento
agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada.
Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la
adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo
literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión
plástica.
Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea,
basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se
recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura,
urbanismo, publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero
arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del
mundo.
El poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti recopiló y publicó los principios del
futurismo en el manifiesto de 1909. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo
Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo y Gino Severini firmaron el
mismo.
Características
El Futurismo fue una vanguardia que buscaba reflejar el movimiento, el
dinamismo, la velocidad, la fuerza interna de las cosas, la exaltación de la guerra,
las máquinas, lo nacional y lo sensual y todo lo que fuese moderno. Este
movimiento rompía con lo tradicional, el pasado y el academicismo.
Ejemplos destacados son el Jeroglífico dinámico de Bal Tabarin (1912, Museo de
Arte Moderno de Nueva York) y el Tren suburbano(1915, Colección Richard S.
Zeisler, Nueva York), ambos de Gino Severini. En el campo de la fotografía
destacaron los hermanos Bragaglia y sus imágenes movidas, que ofrecen tiempos
sucesivos y trayectoria de los gestos, como en Carpintero serrando o Joven
meciéndose.
En 1914 se presentaron también los primeros dibujos sobre una ciudad moderna
de Antonio Sant'Elia y Mario Chiattone. Sant'Elia presentó ese mismo año
su Manifiesto de la arquitectura futurista, un proyecto utópico que cristalizó en las
imágenes de la Ciudad Nueva: la nueva medida ya no era el edificio, sino la
estructura urbana, y apostaba, además, por las nuevas tipologías, como
estaciones de trenes y aeroplanos, centrales eléctricas, casas escalonadas con
ascensores…
Se trataba de un nuevo mundo vertical y mecánico, conectado a través de redes
de ascensores de hierro y cristal.
Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1914, su
influencia se aprecia en las obras de Marcel Duchamp, Fernand Léger y Robert
Delaunay en París, así como en el Constructivismo ruso.
En 1915 algunos de los representantes del futurismo, como Marinetti y Sant'Elia,
se enrolaron en un batallón de voluntarios, de acuerdo con el punto nueve de su
decálogo fundacional, donde se ensalzaba la guerra como la única higiene del
mundo. Algunos de ellos murieron, como Sant'Elia, y los demás radicalizaron sus
posiciones, como la conocida conversión al fascismo en las elecciones de 1919.
Particularidades
Exaltación de la originalidad.
Estructuras del movimiento: tiempo, velocidad, energía, fuerza, etc.
Contenido relacionado con el mundo moderno, las ciudades y los automóviles,
su bullicio y dinamismo. Así como máquinas, deportes, guerra, etc.
Utilización de formas y colores para generar ritmos.
Colores resplandecientes
Transparencias
Multiplicación de líneas y detalles, semejantes a la sucesión de imágenes de
un caleidoscopio o una película, (como resultado da la impresión de
dinamismo).
Estética
Marinetti concibió esta nueva estética, inspirado en la Patafísica de Alfred
Jarry y Remy de Gourmont y en procedimientos estilísticos, que este movimiento
literario, no asumió, respecto de ninguna tradición formal, ni cultural previa. El
futurismo fue llamado así por su intención de romper absolutamente con el arte del
pasado (el llamado Pasadismo), y por considerar que los museos, en especial en
Italia, eran sitios equivalentes a los cementerios, donde la tradición artística
común, lo impregnaba todo.
Futurismo
Según Marinetti había que hacer tabla rasa del pasado y crear un arte nuevo,
desde cero, acorde con la mentalidad moderna y las nuevas realidades. Para ello
se toma como modelo a las máquinas y sus virtudes: la fuerza, la rapidez, la
velocidad, la energía, el movimiento, la deshumanización.
En literatura, el Futurismo, abjura completamente del pasado y alienta a no
respetar la métrica. Asimismo, intenta sustituir los nexos otaciones algebraicas y
buscar un léxico radicalmente hecho de tecnicismos y barbarismos, plagado de
infinitivos, exclamaciones e interjecciones que denotan energía y libertad.
El llamado teatro sintético del Futurismo es el espacio en el cual las acciones
ocurren a una velocidad vertiginosa, con tramas de no más de diez minutos, y
donde se ocultan las presencias humanas, y sólo se ven los pies de los actores,
cuyas figuras se adivinan por metonimia.
La estética futurista pregona una ética, de raíz fundamentalmente machista,
misógina y provocadora. Entre sus postulados se dignifica la guerra como una
fórmula para el saneamiento de un mundo anacrónico y decrépito y proscribe la
argumentación sentimental o anecdótica.
El Futurismo fue un movimiento fundamentalmente italiano y de carácter literario
(Marinetti), aunque tuvo expresiones importantes en la plástica (el pintor
argentino Emilio Pettoruti y los pintores italianos Gino Severini, Carlo
Carrà, Giacomo Balla o el escultor Umberto Boccioni).
También tuvo adherencias en otras manifestaciones artísticas, en arquitectura
(Antonio Sant'Elia) y en la música (el Ruidismo del compositor Luigi Russolo,
antecedente directo de la llamada música concreta).
El futurismo tuvo además algunos seguidores en Rusia (el poeta Vladímir
Maiakovski), en Bélgica (el escritor Émile Verhaeren), en Portugal (Fernando
Pessoa, quien divulgó el movimiento a través de la revista Orpheu, 1915) y
en Uruguay (el poeta Alfredo Mario Ferreiro); sin embargo, tras alcanzar su
culmen, a mediados de los años veinte, la estética futurista fue disgregándose
hasta desaparecer en la década de los cuarenta.
Trascendencia
La importancia que tuvo el Futurismo, más allá de sus méritos artísticos, a
comienzos del Siglo XX, fue la de recrear una estética desde cero, posibilitando,
de este modo, una renovación espectacular de los principios y técnicas artísticas,
que aún tiene consecuencias, incluso, en la actualidad.
Fue el primero de las vanguardias artísticas y su valor como movimiento rupturista
allanó el camino a las demás corrientes que refrescaron el panorama artístico en
los albores del Siglo XX.
En general, debemos entender el concepto de futurismo en sentido estricto, como
aquel arte que hace una crítica radical al pasado y busca abrir nuevos caminos a
la expresión estética, pone el énfasis en la representación de la velocidad como
elemento más característico del mundo moderno. Evidentemente, para
representar la velocidad en un cuadro hay que tratar de aprehender el movimiento
de las figuras y ésta fue la mayor aportación del futurismo: la superposición de
planos, de manera que las formas adquieren dinamismo. Por lo demás, los
distintos autores poseen un estilo personal, que no los identifica como corriente,
más allá de su afán común por el movimiento, la velocidad y las escenas fugaces.
Si acaso comparten el gusto por la pincelada suelta y los colores vivos y ciertas
referencias al estilo cubista.
Fotografía futurista
En el campo de la fotografía destacaron los hermanos Bragaglia y sus imágenes
movidas, que ofrecen tiempos sucesivos y trayectoria de los gestos, como en
Carpintero serrando o en Joven meciéndose.
En 1914 se presentaron también los primeros dibujos sobre una ciudad moderna
de Antonio Sant'Elia y Mario Chiattone. Sant'Elia presentó ese mismo año su
Manifiesto de la arquitectura futurista, un proyecto utópico que cristalizó en las
imágenes de la Ciudad Nueva: la nueva medida ya no era el edificio, sino la
estructura urbana, y apostaba, además, por las nuevas tipologías, como
estaciones de trenes y aeroplanos, centrales eléctricas, casas escalonadas con
ascensores… Se trataba de un nuevo mundo vertical y mecánico, conectado a
través de redes de ascensores de hierro y cristal.
Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1944 -
acabado con la muerte de Marinetti- su influencia se aprecia en las obras de
autores canónicos como Marcel Duchamp, Fernand Léger y Robert Delaunay en
París, así como en el definitivo constructivismo ruso.
En 1915 algunos de los representantes del futurismo, como Marinetti y Sant'Elia,
se enrolaron en un batallón de voluntarios, de acuerdo con el punto nueve de su
decálogo fundacional, donde se ensalzaba la guerra "como la única higiene del
mundo". Algunos de ellos murieron, como Sant'Elia, y los demás radicalizaron sus
posiciones, como la conocida conversión al fascismo en las elecciones de 1919.
Futurismo literario: origen, características y
autores
El Futurismo Literario, es un movimiento literario y artístico que surge en
Italia en los primeros diez años del Siglo XX. Este gira en torno a la figura
de Filippo Tommaso Marinetti, quien publica en el periódico parisiense Le
Figaroel 20 de Febrero de 1909 el Manifiesto Futurista.