Sunteți pe pagina 1din 3

Contribuciones argentinas a la teoría de la geografía

Horacio Difrieri: “la noción de estructura y la geografía regional”.

En la historia de la geografía se pueden reconocer 2 corrientes de ideas:

-Orden o tratamiento pliniano de la realidad


-Idea organizadora.

-El positivismo geográfico: La filosofía positivista impregnó el pensamiento geográfico con


2 ideas principales: primero, dejó a la Geografía sin lugar adecuado en la clasificación de
las ciencias y por lo tanto enfrentó al geógrafo con un gran enigma, que fue resuelto en el
sentido de hacer de la Geografía una especie de superciencia que debía tratar los objetos
de los demás. Y en segundo lugar, el determinismo bajo todas sus formas fue contagiado
en dosis masivas a la reflexión geográfica, asumiendo tantas matices como autores o
escuelas. Las consecuencias prácticas de la concepción positivista fueron su alejamiento
de la Universidad y su peculiar condición en la educación y la enseñanza.

El posibilismo: La concepción posibilista cargó el acento hacia el lado opuesto, ofreció una
profunda fisura constitucional entre la geografía física y la geografía humana. La
importancia de la geología es abrumadora en el enfoque general de esta tendencia. El
posibilismo no fue capaz de proveerse de suficientes ingredientes idiográficos y en
segundo lugar, no fue capaz de elaborar una teoría del espacio geográfico, a pesar de que
la geografía regional llegó a tener papel protagónico. Los geógrafos del posibilismo
procedieron a trasponer la noción geométrica del espacio a la reflexión geográfica.

–Hacia una noción estructural de las regiones: Debe admitirse que todas las veces que se
ha intentado sostener que la Geografía es una ciencia como las demás, ha resultado
paradójicamente debilitada la posición de aquella. La geografía es diferente de las
ciencias sistemáticas, el proceso de sus estudios no consiste en la amplificación del
análisis, sino en una progresiva integración que culmina o debe culminar en la concepción
regionalizante. En la geografía regional, se encuentra la porción medular de la geografía
desde que esta ciencia existe como tal por obra de los griegos. Si concebimos la geografía
como una ciencia del hombre, pensamos que las regiones son obra del habitante. Este
habitante es en la región que habita, puesto que no vive en todas las regiones, sino en una
sola. La noción regional debe abandonar toda idea de permanencia y equilibrio estable y
asumir junto con la idea de estructura, la de variación coyuntural. El verdadero fin del
geógrafo estaría dado por la investigación adecuado de la estructura regional. La teoría de
la estructura permite aclarar algunos puntos métodos y teóricos, tales como, por ejemplo,
la naturaleza heterogénea del espacio geográfico y su carácter discontinuo. La concepción
estructural de las regiones permite el estudio de éstas mediante modelos que hasta cierto
punto operan de modo que muestran las relaciones de parte a parte y de cada aparte con
el todo.

De acuerdo con esto, puede comprenderse por qué ha surgido la geografía aplicada, que
no es una rama de la Geografía ni una geografía distinta. Es el resultado de una nueva
concepción operacional. Si la estructura es una especie de principio de comprensión de la
realidad; la idea de planeamiento implica una valoración de la estructura. Lo que está
estructurado, en bueno de lograr.

La idea de estructura se corresponde con la de totalidad comprende además la idea de las


relaciones entre las diversas partes de esa totalidad y la totalidad misma. La geografía
regional es el sector que habrá de recibir a la noción de estructura con mayor provecho.
Esta última permitirá operar al geógrafo con relación a otras ciencias y cuantificar los
datos más allá de los límites de una estadística descriptiva.

Balmaceda:

-Definición por su objeto: decir que la geografía es la ciencia que describe la superficie
terrestre es decir poco. Hoy en día la geografía aspira hacer algo más que una simple
descripción.

Considerada a la geografía como una mera descripción aparece como una especie de
superciencia que pretende describir en conjunto lo que distintas ciencias sistemáticas
describen individualmente y por separado.

Podemos decir que “la geografía es la ciencia que estudia al hombre y su entorno”. Lo que
nos preocupa son las relaciones que se producen entre el hombre-habitante y la
superficie-habitada.

Podemos acudir a definir la geografía tomando un camino inverso: tratar de exponer lo


que no es geografía, ósea, tratar de excluir el abordaje geográfico a cosas o fenómenos
existentes en la superficie terrestre. Comprobaremos de inmediato que todo lo que existe
en esa superficie terrestre ha sido objeto de estudio de la geografía.

-Definición por su método: Si aceptamos que la geografía se divide en dos grandes ramas
debemos estar conforme que el método deberá ajustarse a esta división. Tanto en la
geografía general como la regional no existe un método geográfico especifico.

-Problema del léxico: Si consultamos los diccionarios geográficos más reputados, casi
todas las palabras que lo componen pertenecen a otras ciencias salvo, a aquellas que
hacen referencias aun que hacer de la geografía. Existen 4 palabras que no figuran en el
diccionario oficial de nuestra lengua (Posibilismo, probabilismo, ecúmene y hábitat).

-Características del geógrafo: el geógrafo es un científico por el hecho de que averigua


cosas y porqué se plantea problemas válidos es necesario delimitar su campo de acción.
Los problemas que aborda el geógrafo se refieren a la totalidad de la superficie terrestre,
incluye al hombre y sus obras. La preocupación principal del geógrafo consiste en destacar
la correlación que existe entre todos los hechos de la superficie terrestre. El geógrafo no
se especializa, es decir, si su preocupación es comprender la totalidad que lo rodea no
puede abordar en profundidad el estudio de una componente en detrimento de las
demás.

La geografía como forma de pensamiento: El geógrafo tiene ante sí una disyuntiva atroz:
por un lado no puede especializarse y por el otro es difícil que pueda conocer los
progresos que día a día se realizan en las distintas ciencias que debe utilizar en carácter de
auxiliares. Su alternativa en la emergencia y su posibilidad de sobrevivencia en un mundo
en el que predomina la especialización es poseer una capacidad y un adiestramiento
adecuados para comprender la realidad como un todo, captando aquello que es relevante
y dejando de lado las minucias que no singularizan al conjunto. Por ello consideramos que
podemos caracterizar a la geografía como una forma de pensamiento y al geógrafo como
el último científico que procura superar la fragmentación de la realidad en
compartimientos más o menos estancos que aunque son de existencia convencional son
los que en última instancia ordenan la actividad científica del mundo contemporáneo y
posiblemente la ordenen aún más en el futuro. El geógrafo es el sobreviviente de los
filósofos de la antigüedad y por ello puede ser considerado como el último homo
universalis.

S-ar putea să vă placă și