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LA INFLACIÓN EN EL ECUADOR (1990-2015)

La inflación se define como un proceso de elevación continuada y sostenida del nivel general
de precios en una economía, o lo que es lo mismo un descenso continuo en
el valor del dinero. El dinero pierde valor cuando con él no se pude comprar la misma
cantidad de bienes que con anterioridad

Existen varios niveles de inflación, el primero y el cual se presenta en la mayoría de países


del mundo es la conocida como reptante o moderada la cual consiste en poseer una tasa
inflacionaria de hasta el 10 por ciento anual, pasado el este 10 por ciento anual se tiene una
inflación acelerada o crónica, que es una alarma para los niveles de inflación de un país, y
finalmente tenemos una hiperinflación que ocurre cuando existe una inflación mayor al 100
por ciento por un periodo mayor a 3 años o una tasa mayor al 50 por ciento mensual

Inflación desde 1990 hasta 1994

Para el año 1989 inicia el mandato de Rodrigo Borja con una inflación que casi llega al80%,
sin embargo se pudo manejar la inflación y se la disminuyo a 48,54%, en el 90, sin embargo
volvió a subir para el final del mandato en 1992 (54%).

En 1990 la tasa de inflación fue de 48,54%, un nivel alejado de la meta anunciada para ese
año del 30%. Si se considera que durante 1990 el sector público no financiero logró mantener
en equilibrio sus cuentas e inclusive alcanzó un superávit de 0.1% del PIB; que el Banco
Central mantuvo una política crediticia restrictiva que contrajo el crédito interno neto total
en 4.1% respecto de M1; y que los salarios nominales se desaceleraron en términos promedio
respecto de 1989, la pregunta que surge es por qué la inflación no continuó reduciéndose y
más bien se estancó en niveles relativamente altos.

Al respecto, cabe señalar lo siguiente. Primero, la tasa de devaluación tendió a acelerarse


durante gran parte de 1990, pasando de tasas anuales del 20% en octubre de 1989 a tasas del
55% en agosto de 1990, lo que significó que la tasa de devaluación promedio anual se
incrementara desde un 25% en 1989 a 44% en 1990. Segundo, la política de ajuste de los
precios de los combustibles, a partir de julio de 1989 y gran parte de 1990, tendió a
incrementarlos significativamente por encima de la inflación. Tercero, aun cuando el sector
público alcanzó resultados positivos a fines de 1990, éstos se debieron fundamentalmente a
los ingresos extraordinarios producidos por el aumento del precio del petróleo a raíz de la
guerra del Golfo.

Ahora bien, descontando el efecto de los ingresos extraordinarios, que estuvieron en


alrededor de 1% del PIB, el resultado habría sido un déficit de 0.9% del producto, cifra que
si bien es reducida, implicó un menor esfuerzo fiscal que el efectuado por el sector público
durante 1989, año en el cual la disminución del déficit fue superior al crecimiento del PIB.
Finalmente, se debe considerar la formación de expectativas de devaluación, tanto por el
menor esfuerzo fiscal, como por el atraso cambiario que se producía en el marco de la política
de minidevaluaciones aplicada por las autoridades económicas; efectivamente, puesto que la
tasa de inflación fue superior a la meta establecida, ésta sobrepasó la tasa de
minidevaluaciones preanunciadas, lo cual ciertamente generó expectativas de devaluación
adicionales.

A pesar del significativo crecimiento en 1991, las cuentas internas y externas se deterioraron
y la inflación se mantuvo en niveles anuales en torno al 50%. Entre las principales razones
que explicarían los niveles de inflación alcanzados durante 1991 se pueden mencionar las
siguientes. Primero, un menor esfuerzo fiscal que se reflejó en un aumento del déficit del
SPNF (1% del producto).

Este se produjo porque la disminución de los ingresos, de cerca del 1.5% del PIB, no fue
acompañada por una disminución de similar magnitud en los gastos; estos últimos sólo se
redujeron en 0.4% del PIB. Segundo, un aumento de la demanda privada que alcanzó niveles
superiores al 7% (impulsado por el gasto de inversión que lo hizo al 16%). De igual forma,
y a pesar de un sostenido crecimiento de las exportaciones, las importaciones aumentaron
aún más haciendo que el déficit en cuenta corriente aumentara al 4.1% del PIB. Tercero, el
precio de los combustibles tendió a reajustarse en promedio en 46% durante el año, con una
cierta aceleración hacia los meses finales de 1991. Este efecto impidió que la inflación
continuara cayendo.

Finalmente, la política crediticia del Banco Central del Ecuador fue más expansiva que en
años anteriores: el cambio en el crédito neto interno como porcentaje de M1 pasó de una
contracción de 4.1 puntos porcentuales en 1990 a 2.7 puntos porcentuales en 1991.
Adicionalmente, se otorgó un subsidio a los exportadores mediante un reglamento según el
cual el Banco Central debía comprar las divisas en forma anticipada a este sector, incluyendo
una reliquidación por la diferencia producida entre la cotización vigente a la fecha de entrega
de divisas y la del embarque de la mercadería. Las pérdidas cambiarias por este concepto
alcanzaron cerca del 1% del PIB en 1991, lo que constituyó una fuente importante de
inyección primaria de liquidez.

En coincidencia con el período de transición hacia un nuevo gobierno, los equilibrios


macroeconómicos se deterioraron aún más durante la primera mitad de 1992. La política
crediticia del Banco Central se volvió más expansiva que los años anteriores; en efecto, el
cambio en el crédito neto interno como porcentaje de M1 pasó de una contracción promedio
anual de 2.7 puntos porcentuales en 1991, a una expansión promedio de 8.2 puntos
porcentuales en los primeros siete meses del año 1992.
Adicionalmente, el tipo de cambio real y las tarifas de bienes y servicios públicos se
rezagaron con respecto al valor real que habían mantenido durante los tres años precedentes.
En este esquema, los agentes económicos empezaron a desarrollar expectativas de una futura
devaluación, que sería adoptada por el gobierno entrante en el marco de una nueva estrategia
de estabilización. Como consecuencia, se produjo un ataque al tipo de cambio -agravado por
un inusual crecimiento de las importaciones de bienes de capital y materias primas para la
industria- que ocasionó la disminución de las reservas internacionales del Banco Central, una
subida de las tasas de interés internas y, en general, una desmonetización de la economía.

2.2 Período 1992-94 En septiembre de 1992, el gobierno entrante formuló un nuevo programa
de ajuste, estableciendo como objetivo fundamental de corto plazo lograr una rápida
reducción de la inflación y el fortalecimiento del equilibrio fiscal y externo. Adicionalmente,
en un horizonte de largo plazo, la estrategia definió un plan de reformas en el sector público
que permitieran la viabilidad del programa económico. A diferencia de los programas
anteriores, en esta oportunidad se consideró una estrategia de choque dirigida a desacelerar
rápidamente la inflación. El tipo de cambio fue la variable elegida como ancla nominal de la
economía, a diferencia de los dos programas anteriores en que fue el dinero la variable que
cumplió esta función en el primero de ellos, y el dinero y los salarios en el de 1988. De esta
forma, el tipo de cambio pasó a ser un instrumento de estabilización, a costa de la
competitividad de los sectores transables que comercian con el exterior.

Al igual que en otras oportunidades, el tipo de cambio, así como también los precios de bienes
y servicios públicos, se incrementaron significativamente al inicio del programa. El ajuste de
estos precios fue lo suficientemente alto para mantener estables estas variables hacia el
futuro, con lo cual se conseguiría, en buena medida, reducir la inercia inflacionaria que se
estaba produciendo por los permanentes ajustes que se venían realizando. Entre las decisiones
adoptadas inicialmente se incluyeron una devaluación de alrededor de 30%, un aumento del
precio de los combustibles en más de un 125% y un aumento del gas de uso doméstico en
cerca de 300%. Posteriormente, los elementos centrales del nuevo plan fueron la política
cambiaria y el ajuste fiscal. A fin de romper la estrecha relación que había existido en el
pasado entre las variaciones en el tipo de cambio nominal y el nivel de precios, las
autoridades decidieron considerar el tipo de cambio como ancla nominal del sistema, aunque
sin establecer un tipo de cambio fijo.

La política cambiaria elegida fue la de bandas implícitas, dentro de las cuales se permitía
flotar al tipo de cambio. A su vez, el ajuste fiscal fue considerado condición necesaria dentro
del programa, que contemplaba una severa restricción de los gastos, sin recurrir a la
generación de ingresos por el lado de los impuestos.
En la medida en que la banda se volvió creíble, como consecuencia de la devaluación inicial
y la evidencia de una severa disciplina fiscal, las expectativas de depreciación se redujeron
significativamente, llevando a que la rentabilidad de los activos en sucres se incrementara
produciendo un estímulo a la entrada de capitales y con esto a una presión hacia la baja del
tipo de cambio. A pesar de que el entorno internacional no ha sido muy favorable al
desenvolvimiento de la economía interna, la aplicación del programa de estabilización ha
dado, en términos generales, resultados positivos en el período 1993-94. En particular, la
inflación se ha desacelerado desde niveles anualizados del 55% en agosto de 1992, a
alrededor del 25% en diciembre de 1994.

A su vez, la economía ha alcanzado una sólida posición financiera externa y ha reducido


significativamente la brecha fiscal desde un déficit de 1.7% del PIB en 1992 a un superávit
del 0.7% del PIB en 1994. Por otro lado, la actividad económica tendió a desacelerarse en
1993 alcanzando una tasa de crecimiento de 2%, sin embargo, en 1994 se recuperó mostrando
un nivel en torno al 4%. El logro más importante durante 1993 fue la reducción de la tasa de
inflación en alrededor de 30 puntos porcentuales. En efecto, luego de exhibir una aceleración
durante los últimos meases de 1992 como consecuencia de los ajustes ejecutados por el plan,
la tasa de inflación se desaceleró de niveles anualizados de 60% en diciembre de 1992, a 31%
en diciembre de 1993.

Entre las razones que explican esta desaceleración se encuentra, en primer lugar, una
restrictiva política crediticia por parte del Banco Central tanto al sector público como al
sector privado. Esta política se acentuó fuertemente durante los últimos cuatro meses de
1992, cuando el cambio en el crédito interno neto como porcentaje de M1 se redujo en más
de 20 puntos porcentuales. Posteriormente, en 1993 la contracción alcanzó a más de 4 puntos
porcentuales. Una segunda razón sería la evolución cambiaria durante 1993. En efecto, el
tipo de cambio exhibió durante los primeros 11 meses de 1993 una marcada desaceleración
en su tasa de devaluación, pasando de una devaluación anualizada de 45% en diciembre de
1992, a una de menos de 2% en noviembre de 1993. Esto significó que la tasa de devaluación
promedio durante el año fuera del 20%, tasa significativamente menor que la inflación
promedio del año que se situó en torno al 45%.

La menor devaluación y su trayectoria descendente, significaron un ancla para los precios


pues influyeron fuertemente para lograr la meta del 30% a fines de 1993. Una tercera razón
se refiere a la instrumentación de un nuevo dispositivo para el reajuste de los precios de los
combustibles. En efecto, el mecanismo utilizado que consistió en reajustar fuertemente al
inicio del programa para mantener estables sus precios hacia el futuro, permitió que se
desaceleraran rápidamente durante el año. Esto ayudó a reducir la inercia inflacionaria que
en ocasiones anteriores constituyó una fuente importante de presiones para el crecimiento de
los precios.
De esta forma, y luego del ajuste inicial de los precios de los combustibles que llevó a que
éstos exhibieran tasas de crecimiento anualizadas de más del 100% durante los últimos meses
de 1992, la tasa de crecimiento de estos precios se desaceleró sostenidamente durante 1993,
alcanzando una tasa anual en diciembre de cerca del 5% . Una cuarta razón se encontraría en
el proceso de apertura de la economía que se concretó durante 1992, situación que redujo el
nivel promedio de tarifas arancelarias más recargos a las importaciones del 37 al 15 por ciento
aproximadamente, al tiempo que se redujo la dispersión arancelaria.

Ciertamente, esta reducción de tarifas se manifestó en una caída adicional (de las ya
producidas por efecto del programa) de los precios de los bienes transables durante el año
1993. Una quinta razón se ría la creciente disminución de las expectativas de devaluación (e
inflacionarias) que existieron durante 1993. En efecto, la estrategia de sobre devaluar el sucre
inicialmente, y la posterior estabilidad del tipo de cambio nominal durante el año, permitió
modificar las expectativas de devaluación preexistentes, llevando a que los precios de los
transables se estabilizaran. Un efecto del mismo tipo provocó la reducción de las tarifas
arancelarias y el establecimiento de la zona de libre comercio.

Adicionalmente, la mayor estabilidad cambiaria estimuló una gran entrada de capitales, con
lo que se generó una presión a la baja del tipo de cambio nominal. Finalmente, una de las
razones fundamentales, junto con la implantación del ancla cambiaria, tiene relación con el
ajuste fiscal que se realizó durante 1993 y que llevó a que el déficit del sector se redujera de
1.7% del PIB en 1992, a 0.4% del PIB en 1993. Este resultado se debió fundamentalmente a
la reducción de los gastos que cayeron en cerca de un punto porcentual del PIB. Una medida
del ajuste fiscal puede ser encontrada en la acumulación de depósitos del sector público no
financiero en el Banco Central durante el año 1993, la cual representó alrededor del 2% del
PIB. Esta política de depósitos permitió que en 1993 se llegara casi a un equilibrio fiscal, y
a compensar en parte la elevada monetización originada por el crecimiento de las reservas
internacionales.

En fin, durante 1993 se obtuvieron dos logros económicos importantes: la ruptura de la


inercia inflacionaria y el mantenimiento de la credibilidad del programa, por cuanto a finales
de 1993 se consiguió terminar muy cerca de la meta anunciada por el gobierno. Como
consecuencia, los agentes elaboraron expectativas de una menor inflación futura. En
relacional año 1994, los resultados fueron menos espectaculares que los del año anterior, por
cuanto la tasa de inflación se logró reducir en cinco puntos porcentuales, pasando de 31% a
fines de 1993 a alrededor de 27.3% en diciembre de 1994. Si bien la política crediticia del
Banco Central continuó siendo contractiva, aunque algo menor a la realizada en 1993, y el
sector público continuó también realizando un ajuste importante, el reajuste tanto de los
precios de los combustibles como de los salarios superó largamente la meta de inflación
anunciada para 1994.
En efecto, los salarios se reajustaron en cerca de 50% durante 1994, mientras los
combustibles acumularon un reajuste que a noviembre alcanzaba a cerca del 50%.
Adicionalmente, el tipo de cambio interrumpió su trayectoria descendente observada en
1993, para empezar a crecer a tasas anualizadas cercanas al 15%. Si bien la devaluación se
mantuvo por debajo de la inflación, de manera que el tipo de cambio continuó siendo un
ancla hacia la disminución de los precios, los efectos adversos de los reajustes de los demás
precios contrarrestaron los efectos positivos de la apreciación real y del ajuste fiscal.

Inflación En El Ecuador Desde 1994-1998

La evolución de la economía ecuatoriana durante los últimos 10 años ha sido


fundamentalmente inestable debido a causas internas y externas, lo que se ha reflejado en
períodos de alta inflación y, también, en una alta variabilidad en su proceso de crecimiento.
Luego de experimentar un período de alto crecimiento de la actividad durante la década de
los 70, generado básicamente por la producción y exportación petrolera, la presencia de un
conjunto de adversos ocurridos en 1982 hizo cambiar bruscamente la situación de
prosperidad de los años anteriores.

La caída en el precio del petróleo, el incremento de las tasas de interés internacionales y la


reducción del financiamiento externo provocaron un severo desequilibrio que se reflejó en
un descenso de la actividad económica, un déficit de la cuenta corriente que llegó al 11.5%
del, un déficit fiscal equivalente al 6.7% ; y en una aceleración de la inflación que en 1983
alcanzó niveles en torno al 60% anual. Luego de presentar cierta recuperación durante los
años 1984 a 1986, la situación se agravó en 1987 (esta vez un terremoto), afectó la economía.
La destrucción del oleoducto interrumpió la producción y las exportaciones de petróleo que
se redujeron en 54.7% y 9%, respectivamente, con referencia a los ya bajos niveles
alcanzados en 1986. Por su parte, el producto disminuyó en 6% y la inflación se aceleró desde
niveles promedio de 20% en 1986, a 32% en 1987, y 54% en 1988.

Posteriormente, la aplicación de planes de estabilización a mediados de 1988 y 1992, hizo


posible que, a partir de 1990, la economía ecuatoriana exhibiera una trayectoria de sostenido
crecimiento que alcanzó una tasa promedio anual de 3.5% en el período 1990-94, mientras
la tasa de inflación tendió a desacelerarse rápidamente desde niveles en torno al 50%, durante
los años 1990-92, y de hasta el 25% a fines de 1994.

Antecedentes

Por más de una década, el proceso inflacionario ha sido uno de los problemas centrales de la
economía ecuatoriana. En particular, dos episodios inflacionarios han sido los más agudos:
en 1983, cuando la inflación se situó en torno al 60% y, en 1989, cuando bordeó el 100% .
En ambas oportunidades, los gobiernos aplicaron programas de estabilización cuyo eje
central fue la restricción fiscal y monetaria.
A consecuencia de los severos externos que afectaron a la economía en 1982, el gobierno
debió iniciar un proceso de ajustes fundamentales para moderar los efectos de dicha crisis y
tener acceso a recursos de agencias internacionales, para lo cual, en mayo de ese año se firmó
un programa de estabilización con el fmi que incluyó, entre otras medidas, una devaluación,
un incremento de las tasas de interés y un aumento de los precios de los combustibles.

Hacia fines de 1982, el proceso inflacionario comenzó a acelerarse, agudizándose durante el


primer trimestre de 1983 con las inundaciones producidas por el fenómeno de "el niño". En
1983, el gobierno profundizó el ajuste con la firma de un segundo programa de estabilización
con el f.m.i., el cual incluyó, además de una devaluación adicional y modificaciones en la
tasa de interés y precios de bienes y servicios públicos, la aplicación de un sistema de
minidevaluaciones y la aprobación de la ley de regulación y control del gasto público que
obligó al sector público a equilibrar sus cuentas.

Estas medidas implicaron un significativo esfuerzo fiscal que se reflejó en un presupuesto


equilibrado en 1983, un déficit de 0.6% del pib en 1984 y un superávit de 1.9% del producto
en 1985, mientras el desequilibrio de la cuenta corriente disminuyó de más del 11% en 1982,
al 1% en 1983. En términos de la inflación, el plan produjo inicialmente un salto significativo
que elevó la tasa a alrededor del 60% anual; sin embargo, posteriormente ésta disminuyó
paulatinamente hasta situarse en niveles cercanos al 30%.
Tasa de inflación anual

 Objetivos específicos
 Identificar las causas que originaron la crisis.
 Analizar las medidas tomadas para contrarrestar la crisis y su impacto.
 Analizar las consecuencias de la decisión tomada por el gobierno en la economía
ecuatoriana.

Análisis De Las Principales Causas De La Inflación En El Ecuador

A diferencia de otros procesos de alta inflación, la brecha gasto interno-producto (o


producto-producto potencial) no ha sido un determinante fundamental en el proceso13 . Esto
por cuanto en todo el período de análisis el nivel de gasto ha evolucionado por debajo del
nivel de producto y las tasas de crecimiento del gasto interno sólo han superado las tasas de
actividad durante ciertos trimestres de los años 1990 y 1991.

El objetivo de esta sección es cuantificar empíricamente cuáles de estas fuerzas habrían


predominado en la determinación del proceso inflacionario en el ecuador. Una metodología
posible de utilizar y que no requiere un conocimiento a priori de la estructura de la economía,
es la de los modelos de vectores autorregresivos . En general, los modelos var no restringidos
parten de sistemas sobre los cuales no se impone restricción teórica alguna, excepto la
elección de las variables y, en ciertos casos, un cierto orden de causalidad esperado de
acuerdo a lo observado.

A fin de determinar los efectos de los dos últimos programas de estabilización, las
estimaciones consideraron tres diferentes muestras de observaciones. La primera de ellas
considera todo el período de análisis que va desde enero de 1988 a diciembre de 199421 ; la
segunda el período comprendido entre enero de 1988 y agosto de 1992 y, finalmente el
tiempo transcurrido desde el último plan de estabilización iniciado en agosto de 1992. El
cuadro 3 presenta la descomposición de varianza de la tasa de inflación mensual en función
de las variables incluidas en el sistema, para las tres muestras consideradas.

Al analizar los resultados para el período que va desde 1988.4 a 1992.8, que corresponde
principalmente a la vigencia del programa denominado "plan de emergencia nacional", se
constata que en general se mantienen las conclusiones obtenidas anteriormente, excepto la
menor importancia del crédito interno neto en explicar la varianza del error de pronóstico de
la inflación. En general, la inflación tendería en este período a ser explicada por la política
de ajustes graduales en los precios de los combustibles y por la inercia inflacionaria, efecto
que predominó fuertemente en ese período como lo demuestra el hecho que en un plazo de
seis meses alrededor de 67% de la varianza de la inflación es explicada por sí misma.
Función de respuesta de la tasa de inflación
Período 1988.4-1994.12

Tasa de inflación - precio de los combustibles


(variaciones en 12 meses)
La Inflación en el Ecuador (1998-2001)
Autor: Miguel A. Tomalá P.

El Ecuador, ha venido sufriendo del fenómeno inflacionario desde muchos años atrás. La
última fase democrática reiniciada con el advenimiento del gobierno del Ab. Jaime Roídos
Aguilera en lo que tiene relación a este fenómeno la podemos dividir en varias fases. La
primera, experimentada en la década de los 80' hasta finalizar el Gobierno del
socialdemócrata Dr. Rodrigo Borja Cevallos, y la segunda, en base a la política económica
aplicada a partir del Régimen del Arq. Sixto Duran Bailen hasta llegar a la gran crisis de
1998-99. Una tercera etapa del proceso inflacionario se la puede analizar en el ámbito de la
aplicación del sistema de dolarización en la economía ecuatoriana en el periodo 2000-2009.

Posterior a la dolarización el problema del incremento de precios se agudizó en todo el año


2000 llegando en el primer semestre a situarse en los 103,7 por ciento para finalizar el año
en el 96,1 por ciento.

Este comportamiento de subida de precios a pesar de estar dolarizados, se debió a una serie
de factores generados de la crisis del 99 y del ajuste propio de la dolarización, entre estos
podemos anotar: “La acelerada depreciación de tipo de cambio en el año 1999, que desató
una fuerte inercia inflacionaria y un ajuste de los precios relativos; la revisión de las tarifas
de los servicios administrados: energía eléctrica, agua potable, telecomunicaciones y
transporte;
el proceso de redondeo de los precios absolutos, alentado por una recuperación de la demanda
inelástica al incremento de precios (consumo de hogares, importaciones); la pérdida de
referencia de los precios en dólares, al haberse eliminado los precios en sucres, pues no existe
un referente público sobre la evolución de los precios en los centros de expendio de productos
básicos; las expectativas de los agentes frente a importantes decisiones como la revisión de
precios de bienes y servidos públicos como combustibles y gas”

Pablo Lucio Paredes, reconocido analista económico del Ecuador, sostenía que los precios
subían presionados por la enorme devaluación que se dio desde enero del 99; además “la
subida del tipo de cambio acaba ‘jalando’ hacia arriba a los demás precios, con o sin
dolarización. Este efecto inflacionario se hubiera manifestado en cualquier esquema
económico, porque el tipo de cambio no puede subir cerca del 300 por ciento mientras los
precios solo suben 60 por ciento como sucedió en el 99. Al final los precios se acaban
ajustando unos a otros con o sin dolarización”

Luis Luna Osorio, experto en comercio internacional, corroboraba este criterio al manifestar
que: “la dolarización trajo como consecuencia una situación muy crítica, porque en los meses
anteriores había existido una rápida devaluación y una lenta inflación; cuando se produjo la
dolarización había que llegar a una equiparación de la devaluación y la inflación, para que la
moneda pueda tener una relativa estabilidad y eso determinó que los precios de los productos
en el mercado interno tuvieran que ir aceleradamente hacia arriba para colocarse en el nuevo
nivel”

Por su parte Fernando Pozo, indicaba que en los meses posteriores al anuncio los precios de
todos los bienes y servicios (precios relativos) se iban a reacomodar hasta situarse en un
nuevo nivel de equilibrio temporal. Durante este periodo, la inflación se mantendrá alta, con
la gravedad de que será alta en dólares.

En un estudio sobre el tema la Comunidad Andina (CAN) señala que el resultado


inflacionario del año 2000 se debió “al ajuste de precios relativos que experimentó el Ecuador
el año 99 debido a la rápida devaluación del sucre entre agosto de 1998 y enero de 2000,
aumento del impuesto al valor agregado (del 10% al 12%), y al sucesivo incremento de las
tarifas de los servicios públicos, combustibles y gas doméstico, esto último acompañado de
ajustes salariales”

Pasados los estragos del ajuste del año 2000 en todo el sistema económico de nuestro país en
el año 2001 se empieza a sentir una estabilidad económica, siendo el principal factor la
reducción en el crecimiento del nivel de precios de los bienes y servicios, lo cual llega a fin
de año a una tasa del 37,7 por ciento, pero que no sirvió para que el gobierno alcanzara la
meta del 20 por ciento, lo cual se debe, según el Instituto de Estadísticas y Censo a “las
medidas económicas del gobierno, el redondeo en los precios, la sequia y la alerta de erupción
del volcán Tungurahua”; en el año 2002 el índice inflacionario alcanzó el 12,5 por ciento;

Efectos De La Inflación En Ecuador

Uno de los principales efectos inflacionarios se da por subida generalizada y sostenida de los
precios; esto es una de las principales causa para que implícitamente la moneda en circulación
se devaluara en su poder de compra, es decir, que a medida que los precios suben, el dinero
vale menos. Pérdida del poder adquisitivo y disminución del salario real Al deteriorarse el
poder de compra del dinero, los agentes económicos ven disminuir su poder adquisitivo; el
cual se explica de la siguiente forma: cuando el dinero pierde valor la gente ya no pueden
adquirir la misma cantidad de bienes o servicios con la misma cantidad de un tiempo
determinado a otro. El deterioro del valor de la moneda es perjudicial para aquellas personas
que cobran un salario fijo, como los obreros y pensionados.

Esa situación se denomina pérdida de poder adquisitivo para los grupos sociales
mencionados.

Inflación del Ecuador (2001-2005)

En 2003 la inflación del ecuador fue de 3,27 %, En 2004 la inflación del ecuador fue de 1,10
% En 2005 la inflación del ecuador fue de 0,52 %, y En 2006 la inflación del ecuador fue de
1,19 % sus principales causas son: La inflación anual de enero 2003 muestra aciertos
productos Alimenticios, de Bebidas Alcohólicas, Educación y Salud como parte de los de
mayor aporte a la inflación, situación que se atenuó por el aporte negativo de otros ítems
principalmente agrícolas. Es de anotar que de los 299 productos de la canasta con la que se
mide la inflación 232 ítems aportaron el 3.27%, 4 no aportaron y 63 aportaron el 1,19 %.

Pasados los estragos del ajuste del año 2000 en todo el sistema económico de nuestro país
en el año 2001 se empieza a sentir una estabilidad económica, siendo el principal factor la
reducción en el crecimiento del nivel de precios de los bienes y servicios, lo cual llega a fin
de año a una tasa del 37,7 por ciento, pero que no sirvió para que el gobierno alcanzara la
meta del 20 por ciento, lo cual se debe, según el Instituto de Estadísticas y Censo a “las
medidas económicas del gobierno, el redondeo en los precios, la sequia y la alerta de erupción
del volcán Tungurahua”; en el año 2002 el índice inflacionario alcanzó el 12,5 por ciento; en
el año 2003 sigue la tendencia hacia la baja ubicándose en el 7,9 por ciento para finalizar el
año 2004 en una tasa del 2,7 por ciento; es decir que en estos tres años de dolarización la
meta de tener una inflación de un dígito se había cumplido, por lo menos en cuento al
indicador; aunque si se sentía en el mercado una relativa estabilidad porque se daba ya el
caso de que una persona podía comprar una camisa, un pantalón u otro producto al mismo
valor que hace dos o tres años; en ciertos casos podía haber una leve variación pero que no
incidía en la decisión de compra, situación que es atribuible según el Ex Ministro de
Economía Mauricio Yépez a la dolarización y a la mesura en el gasto por parte del Gobierno
de Lucio Gutiérrez
Alberto Acosta, importante analista económico del país, señala que para tener una inflación
del 2 por ciento tuvieron que pasar cinco años, hace entrever en su análisis que tal resultado
no es positivo para el pueblo y los sectores productivos , ya que en ese mismo periodo ha
aumentó el costo de vida y los costos de producción, la reactivación productiva es era una
quimera y las condiciones sociales seguían deterioradas , mientras que la posición del
Ecuador en el Índice de Competitividad Global y las tasas de interés nominales siguen siendo
más elevadas que las tasas en dólares de muchos países vecinos.

Durante el año 2005, a pesar de la crisis política que seguía vigente en el entorno ecuatoriano,
los precios de los bienes y servicios se ubicaron en un nivel inflacionario del 2,12 por ciento.
Las causas que incidieron en este resultado, según la Cepal, se relacionan a factores
“estacionales, climáticos y eventos específicos como la devolución de los Fondos de reserva
a los afiliados del IESS, que contribuyeron a la aceleración del ritmo de crecimiento de los
precios, especialmente el segundo trimestre del año”.

Inflación del Ecuador (2006-2009)

En el año 2006, seguía gobernando el Ecuador el Dr. Alfredo Palacios, el clima político se
presentaba con signos negativos debido al proceso electoral que entre otros cargos designaba
al nuevo Presidente Constitucional, la dolarización seguíasiendo el colchón que amortiguaba
todo al incertidumbre que se experimentaba en la economía del país. En este año la inflación
se incrementó al 3,3 por ciento. Según análisis del Banco Central señala que los factores que
incidieron para que la inflación haya variado 1,18 puntos porcentuales de un año al otro
fueron, por un lado, los problemas climáticos que afectaron a cultivos de la sierra y la costa
ecuatoriana, que provocaron aumento de los precios en varios productos alimenticios. Por
otra parte, el otro factor que afectó la subida de precios en el 2006 fue la devolución de los
fondos de reserva que inyectaron liquidez a la economía. María de la Paz Vela, en la revista
Gestión, destaca que “la liberación de $ 373 millones de los fondos de reserva hasta fines de
noviembre de 2005 aumentó la liquidez ocasionando un ‘tirón de demanda’ de bienes y
servicios transables y no transables con un mayor impacto en los precios del último grupo en
los que la competencia externa es prácticamente nula”.
De acuerdo a datos de la Cepal en su informe económico del 2006, se observa que el
incremento de la inflación en este año “se explica por el hecho de que durante el año,
ocurrieron fenómenos exógenos y estacionales que aumentaron la inflación particularmente
durante el primer trimestre y el III trimestre del año”. Entre las razones específicas el informe
señala que el incremento de las remuneraciones unificadas que fue del 6,7 por ciento provocó
un aumento de la demanda agregada; de igual manera la devolución de los fondos de reserva
y el aumento de los precios de varios productos alimenticios, debido a que el país debió
enfrentar dificultades climáticas tanto en la sierra como la costa. En el tercer trimestre hubo
variación de los precios debido al aumento de la adquisición de productos como la harina y
sus productos derivados; también incidió el aumento de precios del rubro educación, debido
al fenómeno estacional de entrada a clases en la región sierra.

Después de un proceso eleccionario reñido el Ec. Rafael Correa gana las elecciones y asume
la presidencia de la república el 15 de enero del 2007. Las condiciones de la economía
ecuatoriana hasta este acontecimiento se mantenía dentro de un esquema de relativa
estabilidad económica. Las condiciones del entorno internacional daban cuenta de una
desaceleración de la actividad económica en los países desarrollados, además de un
incremento de los precios de los alimentos en el mercado internacional; de igual forma a
mediados de este año se inicia la crisis financiera con la caída en el valor de los títulos con
garantías hipotecarias en Estados Unidos; pero, también se presentaban elementos favorables
para el caso del Ecuador, especialmente, por el lado de los precios del petróleo que en
promedio se ubicó en los 59,9 dólares el barril, que inyectó dinero a la economía.

El nuevo régimen, liderado por el Ec. Rafael Correa, inicia su mandato adoptando medidas
en el orden social como el incremento del Bono de Desarrollo Humano (BDH) a 30 dólares
lo que muestra una tendencia hacia el uso de la política social basada en un intervencionismo
estatal que con el tiempo se vuelve más pronunciado. Adicional a ello se observa un
incremento del gasto público que guarda concordancia con la política social del Gobierno de
“la revolución ciudadana”.
En relación a la inflación, los precios de bienes y servicios al finalizar el año se ubicaron en
el 3,32 por ciento. En este sentido, la situación del proceso inflacionario experimento algunos
inconvenientes configurando resultados ligeramente superiores a los años anteriores. Existen
varias causas que explican la subida de los precios de bienes y servicios a partir del año 2007.
Uno de ellos tiene que ver con la depreciación del dólar en el contexto internacional frente al
euro. Otro elemento que ha causado fuertes impactos en los precios ha sido el aumento de
los precios de las principales materias primas en el escenario mundial como el trigo, petróleo,
arroz, cobre, etc. Que produce esto? Que los precios de los bienes importados se incrementen,
lo que en una economía como la nuestra dependiente de las importaciones es lapidario, ya
que al aumentar las materias primas, los insumos, los bienes de capital, etc. afectan
directamente a los costos de las empresas en el mercado interno quienes a su vez se ven
forzados a incrementar los precios de venta al consumidor final con la idea de no disminuir
su margen de utilidad y con ello sostener su actividad y todos los efectos multiplicadores que
de ello se derivan en el empleo y actividades complementarias. A esto se le conoce como una
inflación de costos.

El Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILDIS) y la FLACSO, en su informe


Análisis de Coyuntura, en lo que respecta a la inflación indican que entre los factores que
afectaron de una u otra manera la inflación durante el año 2007 constan: el crecimiento
interno del crédito otorgado por las entidades financieras, las variaciones del índice de
precios al productor; el comportamiento de los bienes transables y no transables; el aumento
de las importaciones de bienes de consumo e insumos para la producción; el flujo de las
remesas de los migrantes; el incremento de los salarios Otra forma de ver las causas que
incidieron en el proceso inflacionario.

El 2008 es un año muy especial en el análisis de los resultados de cualquier economía debido
a que en el mes de septiembre estalló la crisis financiera, primero en Estados Unidos y que
luego se regó al resto del mundo, debilitando, según un informe de la Organización Mundial
del Comercio (OMC) a la economía mundial hasta los primeros meses del año 2009 en que
se habían generado impactos muy fuertes en las la gran mayoría de países del mundo,
llegando a ser considerada la tercera gran crisis del sistema capitalista por los rasgos que
tenía muy superiores a la “Gran depresión” de los años treinta. Sin embargo para el tercer
trimestre del año 2009 la crisis se desaceleró y se empezaron a difundir resultados que
presagiaban una recuperación. A pesar de ello las economías aún estaban convalecientes de
los efectos que habían asumido en meses anteriores.

Para el caso ecuatoriano las condiciones internas se vieron más afectadas por el incremento
de las materias primas en el mercado mundial, pero sin embargo el incremento de los precios
del barril de petróleo a niveles superiores a los 140 dólares le permitió al país tener mayores
ingresos y con ello solventar el presupuesto y por ende el gasto público que se incrementó de
forma significativa durante este año.

En cuanto a la evolución de los precios, las cifras señalan que el proceso inflacionario se
aceleró a partir del mes de enero del 2008 en que alcanzó un nivel del 4.2%; al mes de julio
el índice inflacionario llegaba al 9.87 por ciento, finalizando el año en un nivel del 8,83%,
todo apuntaba a que el ecuador entraría en una nueva etapa de inflación de dos dígitos al
finalizar el año, cosa que no ocurrió debido a la serie de maniobras que el Gobierno
implementó.

Según las autoridades oficiales señalan que la causa de dicho incremento obedece a lo que
está sucediendo en el mercado mundial, rechazando con esto “que la inflación esté asociada
a las políticas de expansión del gasto. Afirman que es un fenómeno dependiente de la
inflación internacional agravada por la acentuación de la devaluación del dólar, lo que
encarece las importaciones ecuatorianas, y por los efectos del invierno en la costa, que
disminuyeron la producción”

Por su parte otros sectores no alineados al gobierno argumentan que unido a los impactos
que generan los incrementos de precios en el mercado mundial está el aumento del gasto
público que el gobierno ha realizado desde que asumió el mando de la economía ecuatoriana;
es decir, con las medidas de tipo social adoptadas por el régimen se ha venido incentivando
el nivel de demanda lo que a la larga produce un exceso de circulante en la economía que
lleva a que los precios se disparen.
Un estudio del Banco Central del Ecuador, que utilizó el modelo VAR, destaca que en el
año 2008 los principales determinantes de la inflación en el Ecuador fueron los precios
internacionales, los tipos de cambio y las políticas públicas.
Con todo un panorama internacional desalentador al finalizar el 2008 se inicia el año 2009
donde se pensaba que los indicadores económicos, entre ellos la inflación, iban a presentarse
muy negativos para el país. El nivel de inflación anual a diciembre de 2008 fue del 8,36%.
Ventajosamente el Gobierno al igual que muchos en el mundo, aplicó una serie de medidas
en varios frentes para atacar el principal problema que era la subida de precios de los bienes
y servicios que al finalizar el primer mes del año se ubicaba en 7,9% lo que vislumbraba una
posibilidad de un mejor control del proceso.

Terminado el primer trimestre la economía ecuatoriana había resistido un incremento


desmesurado de los precios; la inflación anual se situaba al mes de marzo en el 7,4%. El
proceso de desaceleración continúa para el segundo trimestre y ubicamos en el mes de junio
una inflación anual del 4,54%. Con estos resultados se dejaba a un lado el temor de pasar a
una inflación mayor a un dígito y era notorio que al igual que muchos países latinoamericanos
si era real una desaceleración; sin embargo, según señala un artículo de Diario Hoy (Agosto
11 de 2009) “la menor inflación refleja una caída en varios precios internacionales y una
menor demanda de los consumidores que tienen menos plata frente a la crisis” Según la
misma fuente en los primero seis meses del año, las cifras mostraban que el Ecuador estaba
recesión y la menor inflación lo único que reflejaba, en parte, eran las dificultades de la
economía.

Por su parte, al explicar las causas de la desaceleración inflacionaria el Banco Central del
Ecuador en su boletín de inflación señala que, durante el primer semestre del año, los mayores
volúmenes de productos de temporada, de cosecha, entre los cuales se encontraban las
legumbres, frutas y pescado, ocasionaron una disminución de los precios del sector agrícola
y pesca lo que repercutió en el comportamiento general de la inflación.

Como se puede apreciar en el gráfico, en los meses de julio a octubre del 2009 el nivel de la
inflación en el Ecuador continuó disminuyendo, ubicándose en el 3,37% al mes de octubre.

Como se ha podido resumir en la explicación del proceso inflacionario que ha venido


asumiendo el país existe variados criterios; a pesar de ello, la realidad nos lleva a vivir día a
día con este problema que al acelerarse pude causar serios malestares en la mayoría de los
agentes económicos. Se espera que la política económica del gobierno de Rafael correa
genere buenos resultados en el control de la inflación.

Inflación del Ecuador (2010-2015)


En 2010 la inflación del ecuador fue de 1,17 %, En 2011 la inflación del ecuador fue de 1,24
%, En 2012 la inflación del ecuador fue de 1,35 %, En 2013 la inflación del ecuador fue de
0,69 %, En 2014 la inflación del ecuador fue de 0,83 %, En 2015 la inflación del ecuador fue
de 1,21 % las causa son: La inflación acumulada de febrero 2015 fuede 1.21% , superior al
porcentaje de los años 2013 y 2014; en el período de análisis por divisiones de consumo 6
agrupaciones se ubicaron por sobre el promedio general siendo los mayores incrementos los
de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Estupefacientes (4.75%) y Transporte (2.65%). Y entre
todo eso incluyendo las salvas guardas impuestas por el gobierno en la actualidad

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