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Aspectos Históricos y Pedagógicos sobre la Constante de Avogadro


Article ​· January 2011
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Gabriel Pinto ​Universidad Politécnica de Madrid
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Manuela Martin ​Complutense University of Madrid
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Examination of Chemical Education Curricula ​View project
Fomento del aprendizaje experiencial de la química ​View project
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E​ n 2011 se cumplió el bicentenario de ​


la publicación por Avogadro de la hipótesis que lleva su nombre. Dado que en la

actualidad está ampliamente demostrada, se conoce no como una hipó- tesis, sino como una ley.
En este trabajo se esboza un estudio his- tórico de cómo se llega al conocido como “número o constante de Avogadro”. En
segundo lugar, se discuten algunos experi- mentos que permiten determinar este número en una clase de Química. Final- mente,
se reflexiona sobre las dificultades que los estudiantes tienen para poder hacer- se una idea de su magnitud y significado.
A continuación se hace una breve rese- ña biográfica de Avogadro (Helmenstine, 2011): Lorenzo Romano Amedeo Carlo Avo-
gadro, conde de Quaregna y de Cerreto, nació en 1776 en Turín (Italia). Su padre, abogado de profesión, llegó a ser presidente del
Senado de Piamonte. Siguiendo los pasos paternos, obtuvo la licenciatura en derecho canónico y se inició en la aboga- cía; poco
después, se dedicó al estudio de la física y de las matemáticas. El primer tra- bajo científico que abordó, con su herma- no Felice,
versó sobre la electricidad. En 1809 obtuvo un puesto de profesor de “filo- sofía positiva” (matemáticas y física) en el Colegio
Real de Vercelli. Por aquel enton- ces escribió la memoria en la que enunció su hipótesis. En 1820 ocupó la primera cáte- dra de
física matemática en la Universidad de Turín, que tuvo que dejar dos años des- pués por motivos políticos. Se reincorporó

qei ​historia
El número ‘N​A​’ cumplió 200 años en 2011
Gabriel Pinto, Manuela Martín, María Teresa Martín y Pilar Escudero, G​ rupo de Didáctica e Historia, Reales Sociedades
Españolas de Física y de Química, Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid
Química e Industria n.o 598 diciembre 2011-enero 2012 ​qei 38 ​] [
a ella en 1834, continuando con su labor docente y científica hasta su jubilación (1850). Tuvo una vida discreta, se casó con
Felicita Mazzé y del matrimonio nacieron seis hijos. Falleció en 1856. En la figura 1 se muestra su retrato, divulgado en multitud
de libros de texto.
Lo mismo que sucede en la bibliografía, en este trabajo se alude indistintamente a la “ley o hipótesis de Avogadro”. También
utilizare- mos los términos “número o constante de Avogadro”, aunque la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada
(IUPAC, en sus siglas en inglés) recoge la recomendación de emplearel término “constante de Avogadro”, para la que se sugieren
dos símbolos: ​L ​(en honor a Loschmidt) y ​N​A (este
​ será el que se empleará en el presente texto). La constante

La publicación por Avogadro de la hipótesis conocida como “número o constante


de Avogadro” cumplió su bicentenario en 2011. Además de una sucinta pincelada
biográfica del físico italiano, los autores de este artículo se refieren a la historia del
número que lleva su nombre, así como a los métodos que hoy se utilizan para
trabajar con los estudiantes en el cálculo del número ‘N​A​’.

Aspectos históricos ​y pedagógicos de la

constante de Avogadro
de Avogadro se define (Mills, 1999) como la relación entre ​N ​(de carácter adimensional, y que es el número de entidades o
partículas constituyentes; por ejemplo, moléculas, áto- mos, iones, unidades fórmula) y ​n (​ la canti- dad de sustancia, cuya unidad
-1​
SI e​ s el mol). Por ello, la unidad ​SId​ e ​N​Aes
​ mol​ . En la cita- da referencia se indica que esta última mag- nitud se ha denominado
por los químicos, durante mucho tiempo, como “número de moles”, lo que desaconseja, por ser erróneo confundir el nombre de
una magnitud física con una unidad. Así, la cantidad de sustan- cia es proporcional al número de entidades especificadas de esa
sustancia, siendo el fac-
Figura 1. Amedeo Avogadro.
tor de proporcionalidad el mismo para todas las sustancias: el inverso de ​N​A​.
Según Muñoz y Bertomeu (2003), la mag- nitud moderna de cantidad de sustancia per- mite realizar fácilmente la transición entre
el mundo microscópico y el macroscópico, algo desconocido a principios del siglo XIX.
Historia de la constante de Avogadro ​Avogadro se basa en los trabajos de Joseph Louis Gay-Lussac y en la teoría
atómica de John Dalton (Román, 2010). En 1808 Dal- ton establece que hay tres tipos de cuerpos o tres estados: fluidos elásticos,
líquidos y sólidos, señalando que algunos cuerpos, como el agua, pueden encontrarse en los tres estados. Al comprobar la
reacción entre gases (ver figura 2), llega a la conclusión de que volúmenes iguales de fluidos elásticos (gases) no pueden tener el
mismo número

de moléculas, porque reaccionan en distin- tas Avogadro. Aunque lle- gó a ser ampliamente
cantidades; no se da cuenta de que en una reacción conocida la propuesta de Ampère, como fue
química la proporción de molécu- las no tiene por slao Cannizza- ro quien divulgó esta idea, se
qué ser 1:1. Más adelante, como se recoge en la judicó a su paisano Avogadro. Sin embargo,
figura 3, dice: “He per- cibido que es necesario, si dos libros de texto de Química españoles del
fuera posible, suponer que los átomos o las glo XIX que hemos consultado, figura como
partículas últi- mas de los diferentes gases son del ncipio o ley de Avogadro y Ampè- re (Feliu,
mismo tamaño o volumen en iguales circunstancias 1896 y Rodríguez, 1894).
de temperatura y presión”. nsen (2007) indica que esta ley no se conoce
Avogadro, en 1811, partiendo de la hipó- tesis de que, en 1858, Cannizzaro publi- ca su ​Sunto
Gay-Lussac —el trabajo titulado ​Essai d’une di un corso di filosofia chimica, a​ unque el
manière de déterminer les mas- ses relatives des rdadero impulso para su divul- gación fue el
molécules élémentaires des corps, et les proportion so de Karlsruhe (Ale- mania) de 1860, donde
selon lesquelles elles entrent dans ces fendió con “gran ardor y brillantez sus ideas”
combinaisons (​ figura 4)— dice: “La primera n, 2010). Según Hawthorne (1970), tuvieron
hipótesis que se presenta en este sentido, y que ue pasar varios años para que este número de
parece incluso la úni- ca admisible, es suponer que culas se midiera experimentalmente. Es en la
el número de moléculas integrantes de ​cualquier da mitad del siglo XIX, y fun- dándose en la
gas ​es ​siempre el mismo para un volumen igual, o​ eoría cinética de los gases, cuando se intenta
es siempre proporcional a los volúmenes”. En alcular el número de moléculas de un gas en
1814, André Marie Ampère, en carta dirigida a iones norma- les. El primero a quien se debe
Claude Louis Berthollet, propo- ne la misma cálculo es a Johann Josef Loschmidt que, en
hipótesis y parece que no cono- cía la propuesta de sugiere un método partiendo de las ideas de
James Clerk Maxwell, Rudolf Clausius y Julius dos diferentes para obte-
Robert von Mayer: teniendo en cuenta que el
tamaño de una molécula de un gas es mucho más Unos años más
pequeño que el espacio que ocu- pa, y Thomson, primer barón
considerando el concepto de recorrido libre medio, valor no es adecuado y
hace una estimación del tama- ño de las moléculas, dos diferentes para obte-
llega al cálculo del núme- ro de moléculas de un
gas por centímetro
En 1890, John
te calcular el valor de ​N​A.​ La carga exacta del
y Wilhelm Röntgen, de
electrón no se conoce hasta que la mide Robert
enen el valor de ​N​A ​a
Andrews Millikan en 1917.
e aceite de oliva sobre
En 1900 Max Planck, a partir de la curva experimental sobredelaalcanfor, encuentran
radiación del cuerpo negro, hace una estimación aceite
del es del orden de 6
valor del número de Avogadro. ial del agua no ha desa-
En 1908 Ernest Rutherford y Johaness Wilhelm el valor de ​N​A ​que
Geiger, al contar el número de par- tículasexacto.
alfa Método que se
emitidas por segundo por un gra- mo de radio,
ámbito educativo para
comprueban que también depende del valor 2000).
del
número de Avogadro. La medida más relevante del En 1890, John
valor de ​N​A,​ n​ úmero de moléculas de un mol de un
y Wilhelm Röntgen, de
gas, es de Jean Baptiste Perrin, premio Nobel de el valor de ​N​ a
enen A ​
Física de 1926, que en diversos trabajos publicados
e aceite de oliva sobre
entre 1908 y 1910, en sus estu- dios sobre la teoría
de alcanfor, encuentran
cinética y el movimiento browniano, llega aaceite
la es del orden de 6
conclusión de que ​N​A es
​ una constate y propone
ial del agua no ha desa-
que se conozca como “número de Avogadro”. el valor de ​N​A ​que
Perrin, con motivo de la primera Confe- rencia Solvay, celebrada exacto. Método que se
en Bruselas en 1911, presenta una ponenciaámbito que educativo para
titula ​Las pruebas de la realidad molecular; 2000).
estudio especial de las emulsiones(​ Pinto y col. A finales del
2011), en la que describe distintos métodos para
cu- la ​NA​ ​a partir de la
calcular el número ​NA​ .​ A
​ l final de la ponen- cia dice
aals, ya que el término
que es razonable admitir como valor probable el de
volumen ocupado por
22​
N​A​67·10​ y, en una tabla, recoge los métodos cluye ​N, e​ l número de
utilizados para deter- minarlo y los valores e las moléculas, ​s, s​ egún
obtenidos.
C y 1 atmósfera (atm), con un A finales del
19​
2,7·10​ . cu- la ​NA​ ​a partir de la
C y 1 atmósfera (atm), con un aals, ya que el término
19​
2,7·10​ . el volumen ocupado por
cluye ​N, e​ l número de
Unos años más
e las moléculas, ​s, s​ egún
70, William Thomson, primer barón
idera que ese valor no es adecuado y
A finales del
a cuatro métodos diferentes para obte-
cu- la ​NA​ ​a partir de la
o ​N​A​.
aals, ya que el término
Unos años más
el volumen ocupado por
70, William Thomson, primer barón
cluye ​N, e​ l número de
idera que ese valor no es adecuado y
y el diámetro de las moléculas, ​s, s​ egún
es:
n.o 598 diciembre 2011-enero 2012 ​[

Química e Industria

Los trabajos de
son (1898) y H. A. Wilson (1903)
conocer la carga del electrón y, con
pri- mera ley de electrólisis de Faraday

Los trabajos de
son (1898) y H. A. Wilson (1903)
conocer la carga del electrón y, con
pri- mera ley de electrólisis de Faraday

Avogadro se basó en la teoría atómica de John Dalton.

Figura 3. Según John Dalton, los átomos o las partículas últimas de los diferentes gases son
mismo tamaño o volumen a similares temperatura y presión.
Algunos autores, como Marín-Becerra y Moreno-Esparza (2010),
opinan que no tie- ne sentido utilizar estas
comparaciones, porque solo sirven para que los
estudian- tes entiendan que los átomos son infinita-
mente pequeños, algo que probablemen- te la
mayoría ya sabe. Consideran que es más importante
el concepto de mol y pro- ponen un estudio con
tuercas, tornillos, arandelas y clavos,
comparándolas en una balanza de dos platillos.
Tomando el cla- vo como unidad, les queda al final
que un clavo = 1c, una tuerca = 4,6c, una aran- dela
= 8,75c y un tornillo = 25,5c. Después de medir por
equipos la masa de cada uno de esos objetos, al
decirles que calculen el número de ellos que hay en
un kilo de cla- vos (4,6 kilos de tuercas, 8,75 kilos
de aran- delas y 25,5 kilos de tornillos)
comprueban que en todos los casos le salen 6,66 x
5​
10​ . Así introducen el concepto de mol: ten- drían
► que tomar un átomo como unidad y hallar la masa
► relativa de los otros átomos con relación a ese. Al
► final, quedaría una cantidad fija: es la que se
llamaría núme- ro de átomos por mol, que comparándolas en una balanza de dos platillos.
dependería de la unidad utilizada para medir la Tomando el cla- vo como unidad, les queda al final
masa. Así los estudiantes entienden que el concep- que un clavo = 1c, una tuerca = 4,6c, una aran- dela
to de mol es invariante, pero el número de = 8,75c y un tornillo = 25,5c. Después de medir por
Avogadro depende de la unidad utili- zada para equipos la masa de cada uno de esos objetos, al
medir la masa. Consideramos, no obstante, que es decirles que calculen el número de ellos que hay en
una propuesta que a simple vista puede resultar un kilo de cla- vos (4,6 kilos de tuercas, 8,75 kilos
complicada para los alumnos. de aran- delas y 25,5 kilos de tornillos)
► comprueban que en todos los casos le salen 6,66 x
L 5​
10​ . Así introducen el concepto de mol: ten- drían
que tomar un átomo como unidad y hallar la masa
relativa de los otros átomos con relación a ese. Al
final, quedaría una cantidad fija: es la que se
llamaría núme- ro de átomos por mol, que
Sunier (1929) describió los distintos dependería de la unidad utilizada para medir la
métodos utilizados hasta la fecha para medir el masa. Así los estudiantes entienden que el concep-
valor de ​NA​ ,​ r​ esumiéndolos en la tabla que se to de mol es invariante, pero el número de
incluye como figura 5. Avogadro depende de la unidad utili- zada para
medir la masa. Consideramos, no obstante, que es
Según indica Jensen (2010), el valor
una propuesta que a simple vista puede resultar
de ​NA​ ha ido cambiando a lo largo de los años por
​ complicada para los alumnos.
dos motivos: porque han cambiado las formas de Algunos autores, como Marín-Becerra y Moreno-Esparza (2010),
definir la unidad de masa atómi- ca (en 1960 pasó opinan que no tie- ne sentido utilizar estas
de O = 16 a C = 12) y por- que las medidas se comparaciones, porque solo sirven para que los
hacen con más preci- sión y exactitud. Da como estudian- tes entiendan que los átomos son infinita-
último valor (determinado en 2001) para ​N​A​= mente pequeños, algo que probablemen- te la
23 ​ -1​ mayoría ya sabe. Consideran que es más importante
6.0221335 (30)·10​ mol​ , que se debe a De
Bièvre. el concepto de mol y pro- ponen un estudio con
tuercas, tornillos, arandelas y clavos,
comparándolas en una balanza de dos platillos.
Cómo calcular ‘N​A​’ en entornos Tomando el cla- vo como unidad, les queda al final
que un clavo = 1c, una tuerca = 4,6c, una aran- dela
educativos ​Los dos métodos que se siguen
= 8,75c y un tornillo = 25,5c. Después de medir por
utilizando para trabajar con los estudiantes en el
equipos la masa de cada uno de esos objetos, al
cál- culo del número ​NA​ son
​ el de la película de
decirles que calculen el número de ellos que hay en
aceite y las leyes de Faraday, que se pueden
un kilo de cla- vos (4,6 kilos de tuercas, 8,75 kilos
encontrar detallados en muchas publicaciones,
de aran- delas y 25,5 kilos de tornillos)
como los trabajos de Gar- cía y col. (2000) y en la
comprueban que en todos los casos le salen 6,66 x
página web del Grupo Heurema (página consultada 5​
10​ . Así introducen el concepto de mol: ten- drían
en 2010). El método de más fácil comprensión y
que tomar un átomo como unidad y hallar la masa
más significativo es el recurso a las leyes de
relativa de los otros átomos con relación a ese. Al
Faraday.
final, quedaría una cantidad fija: es la que se
Algunos autores, como Marín-Becerra y Moreno-Esparza (2010),
llamaría núme- ro de átomos por mol, que
opinan que no tie- ne sentido utilizar estas
dependería de la unidad utilizada para medir la
comparaciones, porque solo sirven para que los
masa. Así los estudiantes entienden que el concep-
estudian- tes entiendan que los átomos son infinita-
to de mol es invariante, pero el número de
mente pequeños, algo que probablemen- te la
Avogadro depende de la unidad utili- zada para
mayoría ya sabe. Consideran que es más importante
medir la masa. Consideramos, no obstante, que es
el concepto de mol y pro- ponen un estudio con
una propuesta que a simple vista puede resultar
tuercas, tornillos, arandelas y clavos,
complicada para los alumnos.
Nosotros proponemos comenzar el estu- dio por el conceptoon de otros
mol grandes, como los
ra,
y, después, aña- dir por qué los químicos utilizan el elnúmero de estrellas,
mol como unidad de medida, lo mismo que alos aso, día de hoy, se trata de
tenderos utilizan la docena, o bien otra for- nde a 7.000 millones de
Nos llama la o, para pensar en un ​N​A ​de
que solo unos pocos libros de Química rio considerar del orden de
el siglo XX, como el Pauling (1955) y, en equivalentes.
dice, el Mahan (1986), abordan el tema de Algunas analogías
alcula ​NA​ .​ de ​N​A​: p​ ara los estudiantes
Nos llama la ea de la gran magnitud del
que solo unos pocos libros de Química o infinitamente pequeño de
el siglo XX, como el Pauling (1955) y, en omos, por lo que conviene
dice, el Mahan (1986), abordan el tema de gu- nas se basan en contar
alcula ​NA​ .​ sos tipos de objetos; por
Nos llama la tir ese número, suponiendo
que solo unos pocos libros de Química todos los habitan- tes de un
el siglo XX, como el Pauling (1955) y, en que com- prueben que todos
dice, el Mahan (1986), abordan el tema de narios. También se puede
alcula ​NA​ .​ on otros grandes, como los
Algunas analogías ra, el número de estrellas,
aso, a día de hoy, se trata de
r la magni- tud de ​N​A​: p​ ara los estudiantes
nde a 7.000 millones de
hacerse una idea de la gran magnitud del
o, para pensar en un ​N​A ​de
NA​ y​ del tamaño infinitamente pequeño de
rio considerar del orden de
culas y los átomos, por lo que conviene
equivalentes.
analogías. Algu- nas se basan en contar
Algunas analogías
o bien diversos tipos de objetos; por
de ​N​A​: p​ ara los estudiantes
se puede repartir ese número, suponiendo
n euros, entre todos los habitan- tes de un ea de la gran magnitud del
mundo, para que com- prueben que todos o infinitamente pequeño de
ás que millo- narios. También se puede omos, por lo que conviene
ese número con otros grandes, como los gu- nas se basan en contar
tes de la Tierra, el número de estrellas, sos tipos de objetos; por
En el primer caso, a día de hoy, se trata de tir ese número, suponiendo
ro que asciende a 7.000 millones de todos los habitan- tes de un
s; en el segundo, para pensar en un ​N​A ​de que com- prueben que todos
sería nece- sario considerar del orden de narios. También se puede
nes de planetas equivalentes. on otros grandes, como los
Algunas analogías ra, el número de estrellas,
aso, a día de hoy, se trata de
r la magni- tud de ​N​A​: p​ ara los estudiantes
nde a 7.000 millones de
hacerse una idea de la gran magnitud del
o, para pensar en un ​N​A ​de
NA​ y​ del tamaño infinitamente pequeño de
rio considerar del orden de
culas y los átomos, por lo que conviene
equivalentes.
analogías. Algu- nas se basan en contar
o bien diversos tipos de objetos; por En la revisión que
se puede repartir ese número, suponiendo e texto de Química General
n euros, entre todos los habitan- tes de un s, las más numerosas se
mundo, para que com- prueben que todos r (1965), que recoge hasta
ás que millo- narios. También se puede que aquí incluimos los tres
arecen más curiosos: En la revisión que
En la revisión que e texto de Química General
cho de libros de texto de Química General s, las más numerosas se
de analogías, las más numerosas se r (1965), que recoge hasta
n en el Babor (1965), que recoge hasta que aquí incluimos los tres
mplos, de los que aquí incluimos los tres iosos:
arecen más curiosos:

qei ​historia

1. Suponer una lámpara eléctrica total- mente vacía, de doscientos centímetros cúbicos de capacidad, que tiene un orificio por el cual
penetran un millón de molécu- las por segundo.
Esto implica que se nece- sitarían doscientos años
para que la pre- siónfuera una atmósfera.
2. Toda la Tierra dividida en bolas de quince centímetros de diámetro daría apro- ximadamente el número de Avogadro.
3. La distancia entre la Tierra y las estrellas más
cercanas de la Osa Mayor está entre sesen- ta y
ochenta años luz; si se expresara con el número de
Avogadro, la unidad sería la micra. Los libros de
texto más recientes comien- zan por el concepto de
mol y, después, indi- can que se emplea porque
siempre, en un mol, hay ​N​Amoléculas;
​ pero
prácticamente en ninguno hemos encontrado
analogías que expliquen el tamaño de ​N​A.​
Química e Industria n.o 598 diciembre 2011-enero 2012 ​qei 40 ​■ ​] [
ma de contar, introduciendo el número de Avogadro y su valor. Creemos que se deben usar analogías para que los alumnos se
hagan una idea del enorme valor de este número y, posteriormente, hacer cálculos matemáticos sobre aspectos como núme- ros de
moles, moléculas, masas atómicas y átomos presentes en diferentes cantidades de sustancias.
Agradecimientos ​Los autores quieren expresar su reconocimien- to a la Universidad Politécnica de Madrid por la financiación del proyecto
“Enlaces múltiples: la Química en los distintos niveles educativos”, del que forma parte este trabajo.
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selon les- quelles elles entrent dans ces combinaisons”​, Journal de Physique, ​1811, 73, 58-76. — Babor, J. A.; Ibarz, J., ​Química General Mo-
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qei

n.o 598 diciembre 2011-enero 2012 ​[ 4​ 1 ​■ ​qei ​] Q


​ uímica e Industria ​View View publication publication stats stats
Mobiliario
— García, A.; de la Calle, M .L.; Martín, M., Deter- minación del número de Avogadro por alumnos de Magisterio en Martín, M. y Morcillo, J.
G. ​Re- flexiones sobre Didáctica de Ciencias Experimen- tales. Actas XIX Encuentro​s, UCM, 626-628, 2000. — Grupo Heurema:
http://www.heurema.com/ PQ1.htm (consultada en marzo de 2011). — Harrison, A. G.; Coll, R.K., ​Using analogies in Middle and Secondary
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Journal of Chemical Education, ​87 (12), 1302, 2010.
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