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INTRODUCCIÓN

En la siguiente investigación trataremos de manera sucinta sobre de La Industria Azucarera


del Siglo XVI, la cual inicio con la traída, de la caña deazúcar a la isla en el segundo viaje
de Colón (1493). Cuando la explotación minera mermó los colonizadores necesitaban
buscar otra actividad que fuera tan rentable como lo fue la minería. Surge la idea de las
plantaciones de caña y producción de azúcar, instalándose los primeros ingenios en el país.
De ahí en lo delante la industria azucarera recibió grandes procesos de modernización hasta
convertirse en la espinal dorsal de nuestra economía durante más de cuatro siglos.

En esta investigación hablaremos de los siguientes temas: La Industria Azucarera del Siglo
XVI: Causas de su surgimiento, Evolución de la industria azucarera, Organización y
funcionamiento de un ingenio azucarero, Conflictos internos en la industria azucarera y por
último la Decadencia de la industria azucarera.

Metodológicamente esta investigación se realiza a partir del método bibliográfico,


analizando las diversas informaciones obtenidas. El cual contiene una hoja de presentación,
el titulo, un índice, la introducción, los propósitos, un capítulo, conclusión y bibliografías.
LA INDUSTRIA AZUCARERA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

El proceso de colonización de nuestra isla pasó por diferentes etapas, la cuales significaron
grandes cambios para los habitantes de nuestra isla, la historia de la industria azucarera no
fue la excepción.

Origen de la caña de azúcar


La caña es originaria de Nueva Guinea, de donde pasó a la India y de allí a China y
Oriente Próximo. Con la expansión musulmana, los árabes la introducen por el
Mediterráneo hasta la Península Ibérica, de donde pasa a las islas atlánticas próximas
(Azores, Madeira, Canarias).
En el segundo viaje (1493), Cristóbal Colón introdujo a la Hispaniola la caña de azúcar,
pero no fue hasta el año 1501, después de varios intentos, cuando se logró prender la planta
que procedía de las Islas Canarias.
Desde la Isla La Hispaniola fue extendida hacia Cuba, Puerto Rico y toda América,
convirtiéndose el continente Americano en el mayor productor de azúcar de caña del
mundo.
Las grandes extensiones de tierras aptas para el cultivo de caña en el Nuevo Mundo, junto
al descubrimiento de métodos de refinado del azúcar, proporcionaron el ambiente adecuado
para la expansión del producto.

Colonizadores precursores
Los primeros intentos de producción de azúcar de cañas, en La Hispaniola, tras la siembra
por Cristóbal Colón en 1493 de algunos pies o esquejes de la planta después de llevarla a
La Española ese año desde las Islas Canarias.
Hacia el 1503, los esfuerzos iniciales de molienda de caña, para la elaboración de melaza,
tiene como precursores a los colonizadores Gonzalo de Vellosa, Hernando Gorjón, Pedro
de Atienza, Miguel Ballester y Alonso Gutiérrez de Aguilón.

Mano de obra
La historia de Industria Azucarera dentro del ámbito antillano está marcada por la trata de
negros para el cultivo y corte de tan preciado producto.
La difícil tarea del cultivo de la caña en los ingenios demandaba una fuerza muscular que
tuviera mejores resultados que la de los indígenas, además la población indígena había
menguado de manera significativa.
De ahí que desde 1518, por autorización expresa del Rey Carlos I, comenzaran a otorgarse
licencias para traer a América (y a La Española) negros bozales (inexpertos), los cuales, a
diferencia de los ladinos, eran empleados en labores intensivas de producción. Africanos
ladinos, es decir, occidentalizados en Europa e integrantes del séquito de servidores de
nobles españoles, habían pisado tierra americana poco antes de 1501.
Para controlar las posibilidades de sublevación, los propietarios de ingenios preferían
importar esclavos africanos procedentes de diferentes etnias. Los grupos predominantes
eran los zape, mandinga, congo, mondongo, biáfara, carabalí y los de lengua gelofe
Otra preferencia que tomaban en cuenta los dueños de ingenios era el rango de edad de los
esclavos seleccionados, esta edad oscilaba entre los 15 y 20 años de edad, también eran
reclutados desde los 9 años. Su faena de trabajo forzado era de hasta 18 horas corridas por
día, incluía domingos y feriados. Muchos morían de cansancio y por falta de sueño. Otros
huían a los montes o se defendían mediante las armas.

La historia de la producción de azúcar en América estuvo basada en el empleo del trabajo


de esclavo. Grabado de Teodoro de Bry(1528-1589) Fuente:
http://www.revistaambienta.es/

Alzamiento de esclavos y manieles


A sólo cuatro años del inicio de la importación de negros bozales, es decir, en 1522, se
produce la primera sublevación de esclavos africanos en América (en este caso,
pertenecientes a la tribu de los gelofes. Se produjo en los ingenios de Diego Colón y
Melchor de Castro, y ocasionó la muerte de 12 españoles.
Fue sin embargo prontamente reprimida, pero esto no impidió que otros esclavos,
individualmente o bien en cuadrillas o grupos, se escaparan. Según su situación, recibían
los siguientes nombres:
• Cimarrones. Los que se fugaban de manera individual y se establecían en los montes
para, desde allí, atacar las unidades productivas y a los colonos aislados. Estos ataques eran
llamados “cimarronadas”.
• Apalencados. Los fugitivos que se concentraban en número importante en un lugar
determinado, con fines de levantarse en armas.
• Manieles. Comunidades de negros que se establecían en las montañas sin fines agresivos.
Solo querían vivir tranquilamente al margen de la opresión esclavista. Fijaron sus propias
reglas y hábitos culturales.
Sus lugares favoritos para poder vivir protegidos eran San Nicolás, en la Cordillera
Septentrional; Ocoa y Rancho Arriba, en la cordillera Central; Punta de Samaná; el Cabo de
Higüey, y Sierra de Bahoruco.
Líderes negros. Entre los más famosos líderes africanos que comandaron las revueltas y
fugas de esclavos se pueden mencionar:
• Juan Vaquero. Se alzó con un grupo en 1537. Andaban por las sierras del sur y atacaban
a los colonos de las zonas aledañas.
• Diego de Guzmán. ‘Cimarrón’ de San Juan de la Maguana que atacó dicha comarca.
• Diego del Campo. Se había mantenido alzado por los alrededores de La Vega por cerca
de 10 años. Al final se entregó a los españoles y, a cambio de su vida, se prestó a la
persecución de sus antiguos compañeros.
• Lemba. Quince años había durado alzado en armas en Higüey, junto con otros 150
personas que le seguían. Se le atrapó y quitó la vida en 1548.

Aumento y descenso de la población negra


En la década del 40 del siglo XVI, la cifra de esclavos africanos oscilaba entre 60 y 500 por
ingenio o trapiche, aunque hubo alguno (el ingenio de Melchor de Torres) cuyos
trabajadores esclavos alcanzaron el número de 900.
Se estima que para esos años la isla tenía unos 12,000 esclavos negros, frente a una
diminuta población española que no pasaba de 5,000 personas.
Fruto de la incorporación de mujeres africanas a los fines de promover su apareamiento y
reproducción, de la continua importación legal de esclavos y del contrabando que de estos
existía, la cantidad total de africanos trabajando en ingenios, estancias y el servicio
doméstico ascendió a 20,000 en 1568.
Este número se vio fuertemente reducido debido a las epidemias que atacaron la isla luego
de la invasión de Francis Drake en 1586. En octubre de 1606 se contabilizaban 9,648
esclavos.
En el antiguo ingenio Boca de Nigua, Santo Domingo, utilizaban el trapiche para extraer el
jugo de caña, movido por caballo. En esta zona vivieron esclavos africanos
y organizaron históricas luchas contra los colonizadores, por lo cual es parte integral de la
Ruta del Esclavo establecida por la UNESCO.
El trapiche a diferencia de ingenio utiliza como fuerza motriz para extraer el jugo de la caña
de azúcar la fuerza humana o animal (vaca o caballo), mientras que el ingenio utiliza la
fuerza de modernas maquinarias.

Foto: Jesús González – Fuente: http://www.revistaambienta.es/


Origen de la Industria Azucarera en República Dominicana
Nuestra industria azucarera nació en un ciclo de apogeo del comercio internacional. Desde
los principales centros industriales se demandaban materias primas y se exportaban
mercancías y bienes de capital, estimulando en las economías periféricas la producción a
gran escala de bienes agropecuarios y mineros de exportación.
Unos de los factores que favorecieron el auge de la producción azucarera en nuestro país
fue la guerra de los diez años en Cuba (1868-1878), atrayendo hacia el país a empresarios y
técnicos del sector.
Otro factor que incidió en la industria azucarera local fue la guerra franco-alemana de 1870,
siendo estos de los países mayores productores de azúcar de remolacha y la Guerra de
Secesión Norteamericana entre 1861-1865, que provocó efectos devastadores sobre las
plantaciones de caña en Luisiana.
En el país, el fin de la Guerra de la Restauración en 1865, el gobierno de los 6 años de Báez
(1868-74) y los gobernantes azules que dominaron el último cuarto del siglo XIX,
favorecieron esta industria.
A todos estos acontecimientos se sumó el ambiente favorable creado por las autoridades
con la creación de leyes para incentivar la inversión de capital en el fomento de
explotaciones agroindustriales en gran escala.
Entre estas leyes están, exoneraciones de pago de arancel a las maquinarias, implemento de
trabajo e insumos productivos, franquicias temporales que eximían el pago de derecho de
exportación y concesiones de terrenos estatales.
A los empresarios que decidieron fomentar los ingenios azucareros a gran escala se les
dieron facilidades adicionales. Otro elemento a destacar fue la existencia de comerciantes
locales vinculados al financiamiento del tabaco y los cortes de madera, dispuesto a invertir
en éste sector.
Por encima de todo esto, el país poseía las condiciones naturales ideales, abundante tierra
de excelente calidad con amplia red de irrigación fluvial. Unos de los métodos
rudimentarios para extraer el jugo de la caña es con el trapiche, podemos observarlo en el
siguiente video.

Características y modernización de la Industria azucarera


El proceso de modernización de la industria azucarera en la República Dominicana se inicia
a finales del siglo XIX, este proceso comienza con la construcción de medianas y grandes
centrales azucareros, que se extendieron entre los años 1875 y 1957. Antes del 1875, la
producción se hacía con métodos primitivos, teniendo moderadas variaciones desde el siglo
XIV.
Desde la construcción en 1957 del último de los ingenios azucareros del Siglo XX, no se
había vuelto a instalar otra central hasta los años 1998 y 2000, en los cuales surgieron dos
pequeños ingenios, que nunca pudieron consolidarse en la producción de azúcar y mieles.
Ambos permanecen cerrados.
Hasta 1982 existieron en la República Dominicana dieciséis (16) ingenios. De estos, doce
(12) pertenecían al Estado y cuatro (4) al sector privado. En conjunto tenían una capacidad
instalada para moler 72,698 toneladas diarias y disponían de 257,442 hectáreas para el
cultivo de la caña. Su producción de azúcar ese año alcanzó 1.2 millones de toneladas
métricas de volumen crudo (TMVC).
A partir del 1982, el sector privado da inicio a un proceso de eliminación de ingenios para
concentrar las operaciones en busca de optimizar la producción azucarera. Contrario a esto,
cuando el sector público comienza a clausurar centrales azucareros en 1987, afectando los
ingenios Catarey y Esperanza, los propósitos fueron transferir a empresas agroindustriales
privadas, gran parte de sus tierras para destinarlas al cultivo de cítricos, piña y palma
africana, entre otros rubros.
Sin embargo, la operación de cierre que continuó por parte del Estado en 1995 y 1996,
perseguía el propósito de la concentración de la producción con mira a la optimización, en
el caso de la Región Este del país, donde se localizaban cuatro de los doce ingenios
estatales. Estas acciones tenían correspondencias con recomendaciones formuladas, en tal
sentido, por el Banco Mundial.
Pero a pesar de los esfuerzos de las autoridades azucareras del sector público de entonces y
como consecuencia de los bajos precios del azúcar en el mercado mundial, que limitaba
forzosamente la producción azucarera a dos mercados uno externo, el preferencial de
Estados Unidos y el local ambos reducidos, las posibilidades de expansión eran cada vez
menores. Por un lado, la falta de capital y por el otro la estrechez del mercado, impedían la
producción del dulce en escala.
El modelo de producción-exportación hasta hace unos años predominante en la economía
dominicana, se vio inmerso en diferentes crisis y el crecimiento del turismo, las zonas
francas y las remesas ocuparon su lugar.
El siguiente mapa muestra la expansión de la industria azucarera en nuestro país desde el
año 1875 hasta el 1952.

Azúcar y sociedad
El principal problema social del cultivo del azúcar en el país fue el gran número de
agricultores pobres independientes que fueron expulsados de sus tierras convirtiéndose en
proletarios rurales marginados y empobrecidos.
La industria azucarera estaba compuesta por unos cuantos terratenientes ricos y una minoría
de pequeños propietarios ocupados en la ganadería o agricultura primitiva, se convirtió en
una sociedad compuesta por trabajadores o agricultores sin tierras, de un grupo de
terratenientes ricos, en su mayoría extranjeros y un grupo pequeño de profesionales
independientes.
CONCLUSIÓN

Después de haber leído esta investigación, podemos concluir con decir que La industria
azucarera del siglo XVI, a pesar de su alta tecnología y productividad, no acarreó desarrollo
económico pues el crecimiento que conllevaba era frágil y circunstancial. Sus inicios en la
isla de Santo Domingo están vinculados al agotamiento del oro, base económica de la isla y
a la extinción de la raza aborigen, mano de obra del coto minero a través de las
encomiendas.

Los padres Jerónimos durante su gestión dentro de la industria azucarera tomaron una serie
de medidas favorables para el desarrollo de la misma tales como: la exoneración del pago
de los impuestos por la importación de las maquinarias, reparto de tierras e indios,
importación de negros esclavos entre otros.

Los ingenios se convirtieron en las unidades más importantes, no solamente desde el punto
de vista productivo, sino también demográfico, si exceptúa la ciudad de Santo Domingo. En
lo económico porque eran los centros de mayor riqueza en la isla, y punto de vista militar
existieron diversos ataques de los grandes enemigos de la época: los negros cimarrones y
los piratas extranjeros.

La producción azucarera se mantuvo con cierta tendencia inestable de crecimiento hasta los
años 70, cuando empezó a decrecer por la reducción de la navegación española, el
contrabando, la transferencia de inversiones a la ganadería, la competencia en términos de
rentabilidad del jengibre.

En nuestro análisis hemos sintetizado al máximo las informaciones ya que nuestro tema es
extraordinario en cuanto a contenido, siendo sumamente estudiado por lo que existen una
gran cantidad de documentos que lo tratan.
BIBLIOGRAFÍA

 Cassá, Roberto. "Historia Social y Económica de la República Dominicana",


Tomo I, 11ra. edición, Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 1993.
 Moya Pons, Frank, "Manual de Historia Dominicana", 12ra. edición, Editora
Corripio, Santo Domingo, 1993.
 Peguero, Valentina y Delo Santos, Danilo, "Visión General de la Historia
Dominicana", 13ra. edición, Editora UCMM, Santiago, 1989.
 Sang Ben, Mu Kien. "Historia Dominicana de Ayer y Hoy", 2da. edición, Editora
Susaeta, Santo Domingo, 1997.
 Brom, Juan, "Esbozo de Historia Dominicana.", Editora Gripaldo, México, 1973.
 Recopilación de diversos Folletos de Historia Dominicana.

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