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Programa Nacional
De Formación Avanzada
Artes y Culturas del Sur.
ENSAYO
Tutor:
Prof. Carlos Morillo
Autora:
Emigdinora Chávez B.
C.I: 9.837.756
Correo: emigchavez110465@gmail.com
ARAURE, 2018
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES
UNEARTE-CECA PORTUGUESA.
ARAURE, 2018
Cuando nos referimos a la educación, se supone que nos estamos refiriendo a
una formación intelectual e integral del ser humano. La educación es no solo un
imperativo de la cultura sino que es a la vez, una necesidad básica para el Estado
actual contemporáneo. En el sentido técnico, la educación es el proceso continuo
de desarrollo de las facultades físicas, intelectuales y morales del hombre y la
mujer; todo esto con el fin de integrarse en la sociedad o en su propio grupo, es
un aprendizaje para la vida. En los procesos educativos a través de los
programas y proyectos que se ejecutan hoy día en las instituciones junto a los
niños, jóvenes y adultos la tarea es de enseñarles a pensar sobre los diferentes
problemas, desarrollar la creatividad, ayudarles en el crecimiento intelectual y en
la formación de ciudadanos y ciudadanas capaces de generar cambios positivos
en la sociedad, todo esto para lograr una calidad educativa ¿Pero esta es la
realidad que practicamos en la actualidad?
En el siglo xxi necesitamos una educación liberadora, una educación que permita
que la creatividad de los educando en todo su formas sea desarrollada, que este
aprenda a pensar y reflexionar, de cómo puede leer su contexto y desde allí tener
su propia reflexión y de esa manera su propio aprendizaje. Cuando nos referimos
a una educación liberadora, nos referimos a un desarrollo del pensamiento con el
cual, este sea que el ser humano logre su transformación, la de su entorno y la de
la sociedad y por ende del mundo. En este orden de ideas, es necesario que el
docente sea parte de la transformación que se requiere, un nuevo tipo de
educador más humano. Al respecto Paulo Freire 1987 plantea lo siguiente:… El
educador ya no es solo el que educa si no aquel que, en tanto educando, es
educado a través del dialogo con el educando, quien, en el ser educado, también
educa. Así, ambos se transforman en sujeto del proceso en que crecen juntos y
en el cual “los argumentos de la autoridad” ya no rigen. Proceso en el que ser
funcionalmente autoridad, requiere el estar siendo con las libertades y no contra
ellas.