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Los puntos claves del proyecto de ley 079

1. Afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud y la garantía de todos los derechos del Código Sustantivo de
Trabajo.
2. No ser revictimizadas, ni violentadas verbal o físicamente por parte de sus empleadores, clientes, usuarios y otros
trabajadores.
3. Vacunas gratuitas contra infecciones de transmisión sexual y actividades de promoción y prevención de enfermedades.
4. Ejercer la prostitución en las condiciones, sitios, horarios y zonas definidas por el Plan de Ordenamiento Territorial.
5. Los clientes deben tratar dignamente a las trabajadoras y abstenerse de contratar a quienes estén siendo víctimas de
explotación sexual.
6. Los establecimientos deben obtener para su funcionamiento el concepto sanitario expedido por la Secretaría Distrital o
Municipal de Salud.
Las trabajadoras sexuales manifestaron en su momento no estar de acuerdo con algunos puntos de la ley y pidieron
modificaciones en las cuales están trabajando los autores. Por ejemplo, dijeron: “no necesitamos que nos enseñen a
utilizar un condón”.

¿Cómo se puede regular la prostitución?


En el mundo hay cuatro enfoques para tratar la prostitución. El prohibicionista, basado en la represión penal por parte del
Estado, donde el cliente es la víctima y se pretende salvaguardar la moral; el reglamentarista, que al no poder combatir la
prostitución, busca regularla; el abolicionista, que toma medidas penales contra los proxenetas y clientes, y el enfoque
laboral o legalista, en el que la prostitución es valorada como un trabajo.

El docente Franklin Gerly Gil, de la Escuela de Género de la Universidad Nacional, explica que en América Latina hay una
tendencia hacia el enfoque reglamentarista. Plantea que la falta de avances en esta materia se debe a "un problema de
moralismo, porque es una cosa que 'no se debe hablar'".

Que no esté aprobada la ley no quiere decir que en Colombia todo esté permitido. El Código Penal reconoce como delitos
la explotación sexual, el proxenetismo con menores de edad y la imposición de la prostitución por la fuerza o amenaza. La
Ley 1336 de 2009 contempla como delito la explotación sexual y la pornografía con menores de edad y el turismo sexual.

Mientras el Estado toma medidas en el asunto, la discriminación, la violencia y la falta de garantías y oportunidades para
las trabajadoras sexuales continúa, en junio fueron brutalmente asesinadas dos trabajadoras sexuales en Bogotá, Luz
Marina Agudelo y Melissa Cortes, un hecho que la Secretaría de la Mujer rechazó al catalogarlo como un “feminicidio”.

El profesor Franklin Gerly explica que no se ha avanzado en la discusión a fondo sobre la prostitución porque "hay
personas a las que no les conviene que se reglamente, porque les beneficia la informalidad".

Sólo en Bogotá hay 2.721 trabajadoras sexuales, según la caracterización realizada por la Secretaría de Integración Social
del 2009 al 2012, y hay 3.753 trabajadoras en Medellín, Barranquilla, Cali y Bucaramanga, según el Ministerio de Salud.

Si algo distingue a Amnistía Internacional es la defensa de los derechos humanos, y, de acuerdo con la organización,
también los derechos de los trabajadores sexuales deben ser reconocidos y protegidos por la ley.
Tras una votación interna de la organización realizada el martes en Dublín, refrendó un plan de respaldo a la
despenalización de leyes sobre trabajo sexual consentido. La despenalización del trabajo sexual significa que los
trabajadores y las trabajadoras sexuales ya no infringen la ley por realizar trabajo sexual, al no estar fuera de la ley, hay un
mayor espacio para proteger sus derechos humanos.
Con esto, Amnistía Internacional intentará generar presión sobre los gobiernos para que no se castigue a millones de
trabajadores sexuales en todo el mundo. Ahora elaborarán una política para proteger los derechos humanos de los
trabajadores y las trabajadoras sexuales que será discutida en octubre.
Aunque hay algunos aplauden la iniciativa, la organización ha sido severamente criticada por esta decisión, principalmente
por activistas de los derechos de las mujeres y estrellas de Hollywood con el hashtag: #NoAmnesty4Pimps, los cuales
argumentan que esta medida protege a los proxenetas.
¿Cuál es el argumento de la organización?
Dada su condición vulnerable, los trabajadores y las trabajadoras sexuales sufren abusos: violación, palizas, trata,
extorsión, intervenciones médicas forzosas y discriminación, como la exclusión de servicios de salud. En muchos casos,
estos abusos y violaciones de derechos humanos son perpetrados por la policía, por clientes y por terceras partes.

Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, indicó que

“Las trabajadoras sexuales son uno de los grupos más marginados en el mundo, que en muchas instancias sufren el riesgo
constante de la discriminación, la violencia y el abuso”.

Para la organización, con la aplicación de las leyes contra el abuso y la explotación, se obtienen condiciones de trabajo
seguras, por lo que se espera que exista una mayor probabilidad de denunciar el abuso, la violencia de la policía, las
palizas, el arresto arbitrario, la extorsión, el acoso, además de tener estándares básicos de sanidad y políticas de
prevención de la salud.

¿Qué dicen los que están en contra?


Cuando se filtró un borrador de la propuesta sobre la despenalización de “todos los aspectos del trabajo sexual” que sería
discutida en la reunión anual de Amnistía Internacional en Dublín, desde el ex presidente Jimmy Carter, las actrices Lena
Dunham, Meryl Streep, Anne Hathaway, Kate Winslet y Gloria Steinem hasta las periodistas Lydia Cacho y la activista
Teresa Ulloa, entre otras personas, firmaron una carta alegando que los lugares en los que se ha intentado despenalizar el
trabajo sexual han obtenido resultados catastróficos y que la política de la organización se ponía de lado de la industria
sexual.
¿En dónde se ha despenalizado?
Amnistía dice que tomó la decisión después de dos años de investigaciones realizadas en Argentina, Hong Kong, Noruega
y Papúa Nueva Guinea. Sin embargo, en cada país, los resultados han sido distintos.

Mientras que en Australia, desde que se despenalizó la prostitución, las trabajadoras sexuales tienen exámenes médicos
gratuitos, recordatorios de sus derechos como trabajadores, seguridad social, la protección de su identidad y la facilidad de
agendar citas legalmente, con lo que se genera una red de seguridad para aquellos que son víctimas de delitos o de
alguna actividad criminal.

En Alemania y Países Bajos, por el contrario, el resultado no fue el esperado, desde la reforma de 2002 la gente se queja
de que no existe una aplicación adecuada de la ley actual sobre el trabajo sexual, además de que tienen altos índices de
trata de personas.

Otro ejemplo es el modelo nórdico, que aunque despenaliza la actividad de los trabajadores y las trabajadoras sexuales,
criminaliza la compra de sexo, para Amnistía Internacional este modelo no funciona porque los trabajadores corren más
riesgos para proteger a sus clientes y evitar que sean detectados por la policía, así que habitualmente los visitan en sus
casas sin tener la certeza de lo que les espera.

¿Es lo mismo trata de personas que el trabajo sexual?


Una cosa es el trabajo sexual y otra cosa la trata. El Protocolo contra la Trata de la ONU, la define como los casos en los
que una persona que ha sido sometida a alguno de los medios coercitivos (“amenazas, uso de la fuerza u otras formas de
coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de una situación de vulnerabilidad “) posteriormente gana dinero con el
comercio sexual para alguien que no sean ellos mismos.

Amnistía Internacional condena enérgicamente todas las formas de trata de personas, incluida la trata con fines de
explotación sexual.
“Es aborrecible en todas sus formas, incluida la explotación sexual, y debería ser criminalizado como un tema de derecho
internacional”.

No es lo mismo los que ejercen libremente y los que sufren de explotación sexual. La explotación sexual afecta a hombres,
mujeres, niñas y niños y es una forma de esclavitud, en cambio, el servicio erótico y sexual es algo que se puede ejercer
con completa libertad individual.

¿Qué dicen los que están a favor?


Argumentan que alguien que defiende los derechos no les indica qué hacer o qué no hacer con sus cuerpos. Que esta
medida permite que las personas que se dedican al trabajo sexual mejoren su situación laboral: que cuenten con servicios
de salud, derecho a la seguridad, a la sanidad, a no estar sometidos al tráfico o la explotación y que puedan denunciar sin
ser violentadas.

Consideran que la ilegalidad de la actividad es una manera de criminalizar a las personas que se dedican al trabajo sexual,
porque eso las orilla a esconderse, lo que las deja en una situación de vulnerabilidad.

Según ellos, cuando el trabajo sexual se despenaliza, los trabajadores y las trabajadoras sexuales son más capaces de
trabajar juntos y reclamar sus derechos e identificar a los autores de trata.

¿Es la primera organización que busca despenalizar el trabajo sexual?


Aunque parezca muy progre, no es una postura original, otras organizaciones se han pronunciado al respecto como
ONUSIDA, la OMS, ONU Mujeres, la Alianza Global contra la Trata de Mujeres (GAATW), Human Rights Watch y Open
Society también apoyan la despenalización del trabajo sexual porque lo ven como una manera de disminuir el tráfico de
personas, la violencia sexual y la explotación de menores.

Algunas organizaciones, como la Alianza Global contra la Trata de Mujeres, Anti-Slavery International y la Organización
Internacional del Trabajo, están de acuerdo en que la despenalización puede desempeñar un papel positivo.

El tráfico de personas es el resultado de múltiples factores que promueven la vulnerabilidad, como: la coacción, la falta de
un empleo remunerado en determinados países, la corrupción policial y controles fronterizos inadecuados, políticas
severas contra la movilidad de migrantes que provocan un red clandestina de traficantes y contrabandistas.
Nuestras dudas
Para todos es claro que el gobierno debe de buscar la manera de garantizar el acceso a otro tipo de trabajos a sus
ciudadanos, pero esto no significa que se deba denigrar y desconocer esta realidad, en lugar de ignorar las cosas hay que
pasar a regularlas y continuar con otro tipo de políticas de prevención.

Más allá de la polémica que el tema pueda generar, Amnistía Internacional debe resolver: ¿Cómo piensa la organización
implementar esta postura en contextos tan diversos como el caso de México? ¿Cómo garantizar que esta regulación
favorezca a las personas que se dedican al trabajo sexual y no a las autoridades coludidas con tratantes? Si realmente
buscan reconocerlo como una actividad laboral ¿Promoverán la creación centros educativos para la profesionalización del
trabajo sexual o de bolsas de trabajo? ¿Por qué priorizar un tema tan polémico sin resolver primero la lista de pendientes
por los que se han pronunciado Amnistía Internacional anteriormente?

SituaciónlegaldelaprostituciónenColombia.

A manera de preámbulo: Es triste saber que alrededor de la que se considera “la profesión más antiguo del mundo” (de lo
cual no sólo no existe evidencia) se tejan tantos prejuicios y tanta hipocresía por parte de gente que se apega a su
moralidad personal y a lo que la religión le dicta, pero que muchas veces se prostituye gratuitamente (cosa que suelen
llamar “canas al aire” o “amigos con derecho” o “ejercicio de la libertad sexual” u otros eufemismos) y aun así se creen con
autoridad moral para impedir ajustar a derecho una actividad respetable como cualquier otra.
Pero a la luz del derecho Colombiano esta situación está cambiando. Desde la sentencia T-629 de 2010 de la Corte
Constitucional el País reconoce que la prostitución es un trabajo como cualquier otro y que por consiguiente quienes
ejercen este oficio tienen los mismos derechos laborales que tiene cualquier otro trabajador. Tal como ocurre en países con
legislaciones más progresistas.
Ojo: no confunda la leche con los huevos! Como dije al principio, existen muchos prejuicios sobre la prostitución, los
cuales deben desaparecer si se desea entender mejor este artículo. De este modo, dejo claro de antemano que:
1. No sólo se prostituyen las mujeres: También lo hacen algunos hombres y una parte de la comunidad LGTBI (quienes
incluso son más vulnerables debido a la discriminación que de por sí existe por su condición sexual, en especial las
personas transgenero)
2. No es prostitución si la persona ha sido obligada a prostituirse: Una cosa es la prostitución como un oficio, como un acto
voluntario de alguien que desea ejercer ese oficio. Y otra cosa es la trata de personas con fines de esclavitud sexual, que
es un delito. Tampoco es prostitución si está involucrado un menor de edad (así esa persona quiera prostituirse). Todo lo
anterior debido a que EN ESOS CASOS NO EXISTE OBJETO LÍCITO, requisito indispensable para que un contrato pueda
ser reconocido por el Derecho.
3. Este tema se analiza desde un punto de vista meramente Jurídico: Si no está de acuerdo por parecerle inmoral y
contrario a las “buenas costumbres” (de quién?, las suyas?) o si su amigo imaginario (perdón, dios) tampoco lo está, me
tiene sin cuidado.
4. No se está induciendo a nadie a prostituirse con este artículo: Una persona que se quiera prostituir lo hace porque tiene
la vocación para ese oficio. De la misma forma la tiene un carnicero para matar una vaca o un médico forense para hacerle
autopsias a un cadáver. Así que eso no va a cambiar con este artículo, ya que de todas formas lo iban a hacer.
Entonces, cuál es la situación legal de la Prostitución en Colombia?: Gracias a la Corte Constitucional (T-629-10)
existe un reconocimiento por parte del Estado Colombiano de la prostitución como un trabajo como cualquier otro debido a
que no está explícitamente prohibido y porque no afecta la dignidad humana. Además, porque la prostitución se ajusta a
los presupuestos de validez de todo contrato del Código Civil (persona legalmente capaz, libre de vicios de consentimiento,
objeto y causa lícitos).
En este orden de ideas, una persona que se prostituya tiene derecho a lo siguiente:
o Estabilidad Laboral reforzada: significa que en caso de enfermedad o embarazo, una persona prostituta no podrá ser
despedida inmediatamente si no es con permiso de un Inspector de Trabajo del Ministerio de Trabajo. Lo contrario equivale
al derecho que sigue
o Indemnización por despido sin justa causa.
o Prestaciones sociales. Incuso vacaciones y prima.
o Cotización a seguridad social (EPS, ARL y Pensión).
o Una carta laboral, o un documento que certifique su oficio y la suma que devenga.
En teoría, lo anterior también aplica para los actores y actrices porno.¿Todos los prostitutos y prostitutas tienen
derecho a eso?
No todos, ya que para ello debe existir un contrato laboral, el cual puede ser verbal o escrito.Si es verbal, usted está frente
a un contrato laboral si existe:
 La actividad personal del trabajador: es decir, que la tarea la realice usted mismo.
 Subordinación continua del trabajador frente al empleador: lo cual incluye cumplir un horario, respetar un reglamento de
trabajo.
 Un salario, que puede ser mensual, a destajo, quincenal, por cliente, etc.
Si existen esos tres elementos, pero su forma de contratación se llama de otra forma, entonces estamos frente a
uncontrato realidad, el cual en últimas es un contrato laboral.
Ahora, si usted es prepago, o simplemente ejerce la prostitución de manera independiente, entonces su relación jurídica
existe frente a su cliente como un contrato de prestación de servicios. En este caso, es importante aclarar que:
 Usted no está obligado a cumplir con todo lo que le pida el cliente. Si usted no se siente cómodo con lo que su cliente le
pida, él tampoco puede obligarle a hacerlo. Si lo hace, será violación.
 El cliente debe pagar la remuneración pactada de manera completa.
 Los “elementos de trabajo” los debe de poner usted. Y por elementos de trabajo me refiero a que usted en su calidad de
contratista debe poner los condones (por ejemplo) y todo aquello que garantice la salud de su cliente.
¿Pero qué pasa si una persona que ejerce la prostitución tiene una enfermedad venérea? Entonces debe abstenerse
de ejercer la prostitución. En el caso de estar subordinado a un contrato de trabajo, el empleador debe ponerlo a hacer otra
cosa (recuerde que a una persona que tenga una enfermedad venérea, como el SIDA, no la pueden despedir si no existe
permiso del Ministerio de Trabajo).
Si una persona continua ejerciendo la prostitución a sabiendas que tiene una enfermedad venérea, estará cometiendo un
delito.
Si quiere profundizar sobre este tema, lo invito a leer la Sentencia T-629 de 2010 y este artículo de la Revista “Dialogos de
Derecho y Política” del año 2012 escrito por Juan Camilo Rúa Serna.

La prostitución es un fenómeno que se ha presentado desde siempre en la historia de la humanidad y en la actualidad


la ley se ha ocupado de reglar esta actividad a través de normas que son el reflejo de nuestra cultura, es decir, son
consecuencia de la visión que desde diversos aspectos, como el económico, social, artístico y religioso, entre
otros. Colombia no es la excepción. Normas como el Código penal y el Código Nacional de Policía, así como
la jurisprudencia de la Corte Constitucional, han proporcionado ciertas directrices que pretenden orientar la actividad de la
prostitución, pero estas no se compadecen con la grave situación que enfrentan las personas dedicadas a esta actividad y
que diariamente se ven sometidas a vejaciones y discriminaciones que atentan contra su dignidad y
sus derechos fundamentales.
INTRODUCCIÓN
¿Cuál será más de culpar la que peca por la paga o el que paga por pecar? Este interrogante sirve de bandera a la
ocupación central de este trabajo. El establecimiento de la frontera entre moral y ley como marco de la problemática de la
prostitución en Colombia. Si bien se ha dicho que este fenómeno es tan antiguo como el mismo hombre, cabe anotar que a
pesar de ello su tratamiento aun parece estar en las primeras fases hacia una evolución. Saturnino Sepúlveda, Carol
Poteman, y algunos estudios realizados en España, Holanda y por supuesto en Colombia clasifican el modo de tratamiento
adoptado por los diferentes países, resultando así una la división se aplica a tres categorías: El reglamentarismo
o Tolerancia, El prohibicionismo y el abolicionismo. Bajo estos parámetros parte el análisis de las leyes y de la opinión de
la sociedadrepresentada en el valor / derecho de la moral social, la cual recibe según carta política, amparo y protección
primando a veces sobre los derechos individuales.
Es atractivo entonces observar el choque de intereses que puede presentarse dentro de un marco constitucional, al
enfrentar el ejercicio de la prostitución y el derecho a la moral y al orden publico.
Hablaremos de origen de la prostitución en la historia a partir del establecimiento de la familia patriarcal, del abandono de
la poligamia, de la institucionalización de las parejas monogámicas, deteniéndonos un poco en los mitos y en el contexto
de la literatura, del arte y de la religión que esconden tras de si un fondo de machismo y discriminación, que en su
momento encontrarán la complicidad del Estado, unas veces reprimiendo y otras callando.
En Colombia, sociólogos y Trabajadores sociales se han dado a la tarea de analizar y escribir sobre el tema y cierto es,
que mas allá de la especulación poco es el aporte dado por las diferentes ramas. Pretender encontrar una solución que
resuelva esta situación y que la anule como ejercicio de subsistencia, es tan utópico y atrevido como pretender acabar con
los pobres del mundo. Y entiéndase bien que no se trata dediscriminación ni a los pobres, ni a las trabajadoras sexuales, ni
mucho menos de desconocimiento a los esfuerzos realizados por personas como Virginia Gutiérrez de Pineda,
primera mujer en Colombia en abordar el tema, o al abogado cartagenero Ramón Ariza con su libro Prostitución y Delito de
1968. No, no se trata de desmeritar estos trabajos, ni tampoco los realizados por Saturnino Sepúlveda. Por el contrario, de
acuerdo a estas bases es que se pretende analizar el camino recorrido desde esos días, desde ese entorno cultural hasta
estos tiempos y estas condiciones, observando el transcurrir de las normas en Colombia y compararlo con la moral de una
sociedad que se atreve a catalogarse como "de mente abierta".
También se tendrá en cuenta el papel de la Corte Constitucional a propósito de su función de protectora de la norma de
normas en Colombia. Sentencias como la 620 de 1995 y la 507 de 1999 serán vistas a fin de conceptualizar la temática
tratable.
Finalmente, la función de medios de comunicación se tendrá como puente entre la opinión del ciudadano corriente y la
trabajadora sexual como tal, saber cual es el papel de la sociedad en la influencia a la prostitución, y cual es la moral que
se maneja aquí.
La Prostitución en la Historia
Redundar en la idea de que la prostitución es la actividad mas antigua del mundo no es el simple argumento de quienes la
defienden y luchan por su humanización. Y entiéndase bien que si se habla de defensa, no se trata de legalización, sino de
cómo su nombre lo indica, una lucha por los derechos a los que como humanas se hacen merecedoras las trabajadoras
sexuales.
Partiendo de esta base es posible hacer referencia a la prostitución como la actividad mas antigua de la humanidad. Así las
cosas es posible remontarse hasta los tiempos en que según el catolicismo existió la primera mujer dedicada a estas
labores. Cítese entonces a Maria Magdalena, mujer adultera y pagana convertida según cuenta el libro de San Lucas. Esto
en lo que se refiere a la era cristiana.
De otro lado en los pueblos de Mesopotamia, se hablaba de la Prostitución sagrada. La religión pues, aparece como la
patrona administradora o impulsora de tal situación. Esta institución se hacia indispensable como medio de sostenimiento
del estamento religioso, tan era así que cuando este tenia pocos recursos era obligatorio consagrarse al templo de la diosa
Mylita por lo menos una vez en la vida de una mujer, antes de casarse. Tal rito consistía en sentarse en una plaza pública
hasta el momento en que algún hombre tirara una moneda a su lado, la moneda se destinaba a las arcas del templo y el
cuerpo de la mujer a un desconocido.
Esta especie de prostitución se llevo a cabo igualmente en el imperio sumerio donde los sacerdotes dirigían un templo
burdel denominado Kakum, templo dedicado a la diosa Istar, donde la división del trabajo por así decirlo, y
la organización administrativa trajo una clasificación dentro los oficios del placer y la religión. Así, el templo se dividía en su
primera parte en mujeres dedicadas a atender la mezcla de las dos razones de existencia de tal creación, lo sagrado y lo
lascivo, una segunda parte dedicada solo a los placeres carnales, y por ultimo la mas baja categorización, la de las
remeras que vivían en predios del tempo autorizadas para encontrar clientes.
Esta forma duro hasta las últimas etapas de Babilonia extendiéndose hasta Egipto, donde en alguna época ninguna mujer
llego a salvarse de la prostitución sagrada. Solo en el faraonato de Amenhotep IV y Nefertiti se prohibió. En Grecia por su
parte se hablaba de las Heteras o Hetairas como comúnmente se les denominaba a prostitutas instruidas en las diferentes
artes, la música, la literatura y la danza. Su conocimiento era requisito para su ejercicio. Estas heteras, seguían siendo
administradas por los sacerdotes.
El propósito de reseñar la historia de las heteras, las prostitutas sagradas y de la misma Maria Magdalena, no es otro que
enmarcar como las narices de la religión, bien monoteísta o politeísta han tenido que ver de uno u otro modo con esta
situación. Motivos paganos, morales, altruistas, religiosos y hasta políticos hacen de la prostitución un fenómeno ante todo
de índole cultural, donde según la época y las condiciones socioeconómicas se ha cambiado su perspectiva y su Asunción
como integrante del compendio de la sociedad.

ntonces el hedonismo que circundaba por aquella época no hacia de las prostitutas seres inmorales y culpables de todos
los daños y males de la sociedad, sino por el contrario como lo diría Cicerón, se encontraba en esta, una forma de proteger
la santidad del matrimonio y las necesidades a las que los jóvenes pudiesen verse avocados. Idea que hasta la edad
media con el afianzamiento del patriarcado se sostuvo dado que las esposas desempeñando el papel de procreadoras
siempre estaban embarazadas. Es precisamente en estos años, en donde se inicia la doble moral. Su primer exponente,
Carlo Magno, quien a pesar de tener concubinas y numerosas orgías, obligaba a ubicar a las prostitutas, haciéndolas que
se desnudasen y que corrieran por las calles, mientras la multitud les arrojaba toda clase de basuras.
La historia de la vida privada durante el siglo XIX arroja nuevas luces sobre la relación intima y los placeres sexuales en la
sociedad burguesa. Atrás se deja la intromisión de la religión para pasar a otro tipo de intromisión, la del Estado.
Apareciendo entonces el burdel reglamentado, el impuesto a estos sitios y los primeros atisbos de las hoy denominadas
zonas de tolerancia. Los templos burdeles ahora simplemente reciben su última connotación y se dedican a satisfacer las
nuevas exigencias de la clientela: hijos de burgueses obligados a retrasar el matrimonio y respetar la virginidad de las
muchachas de su clase, estudiantes, empleados mal remunerados y soldados entre otros. Por estos días
la prostitución clandestina proliferó, camuflada entre la muchedumbre de los centros de esparcimiento.
En Japón por su parte la prostitución se dividió en dos formas, la de la alta alcurnia y la de los bajos estratos. Dentro de la
primera, las llamadas Geishas quienes aparecen en el siglo 18. Su iniciación en este tipo de escuelas comienza desde los
siete u ocho años para instruirse en diferentes aspectos, y en una ardua y exigente formación de su disciplina.
El ser geisha aunque se asemeja en gran modo a las heteras de otros tiempos implica una mayor exigencia e incluso un
mayor gasto económico, puesto que para su debut, por llamarlo así, cada una de ellas debe pedir un préstamo para
hacerlo. La geisha en Japón es respetada y jamás se pensaría en ella como la génesis del quiebre en la moral. Caso
contrario ocurre con las prostitutas ubicadas en los barrios bajos, quienes por sus pocos recursos hacen parte de la plebe
de la sociedad japonesa y son discriminadas y relegadas de todo valor. No hay que olvidar entonces que Japón y en
general Oriente son los principales propulsores del trafico de blancas en el mundo, importando principalmente
su consumo de lugares correspondientes a América Latina. De este genero, de la prostitución internacional, nace la
especie del turismo sexual.
En Colombia, se habla de prostitución desde la época de la conquista, pero eso merece un capitulo aparte, así que nos
limitaremos a hablar de ella desde una óptica mas reciente o mejor de los trabajos realizados por diferentes autores. Así, a
comienzos de 1990 el historiador Pablo Rodríguez advertía que los temas relacionados con la familia, eran temas
relacionados con el fenómeno de la prostitución, el concubinato y la ilegitimidad como parte de un equilibrio dentro de la
misma.
Para esos días no era tanto la falta de ingresos la que obligaba a mujeres a ingresar a estas lides, sino factores de
deshonor y marginalidad familiar. Rodríguez había tomado como punto de estudio un sector de la población antioqueña y
evidenciaba que las promesas incumplidas de matrimonio y hasta las violaciones eran las que arrojaban a las mujeres a
estas tretas. Empieza a trazarse con mayor rigor la moral social y sus limites, pues jovencitas guiadas por el que dirán y las
buenas costumbres de la típica familia antioqueña se veían abatidas entre la elección de ingresar a esos bajos mundos o
vivir con la carga de la deshonra.
Quizás una de las mejores obras o por lo menos de las mas recientes y que agrupan de forma integral y completa el
estudio de la prostitución en Colombia, es el libro Placer, Dinero y Pecado de Aída Martínez y del ya mencionado Pablo
Rodríguez. Es completa en el sentido en que nace como resultado del esfuerzo de historiadores, antropólogos, sociólogos,
periodistas y expertos en literatura.
Dicho libro hace un recorrido desde la prostitución sagrada en la cultura prehispánica, expresada en las crónicas de la
conquista, periodo colonial entre los siglos XV y XVII, cuando el comercio carnal no se había establecido en términos de
mediación del dinero por préstamo de servicios sexuales, "prostitución vanal". Ellos asumen los amores ilícitos y
amancebamientos que Españoles solían tener con indias de servicio, como una forma encubierta de prostitución, que
también otros autores han calificado de domestica y privada. Aída Martínez dice que este sector del servicio domestico,
abasteció durante todo el siglo una buena parte del mercado de la prostitución. Las mayores repercusiones de la
prostitución se observan en el aspecto de la salud pública; según esta autora el Estado como garante de la salubridad y del
orden y adentrándose en las bases de un reglamentarismo, incluyó registros, controles sanitarios y la demarcación.
Entonces a finales del siglo XIX y principios del siglo XX se decretan las primeras medidas de tolerancia controlada, y esto
se hace no tanto por el control sanitario o la prevención de enfermedades venéreas de las mujeres que practicaban esta
actividad, sino por la representación de la prostituta como protagonista de los diferentes conflictos sociales, la vagancia, el
desorden, la enfermedad, en fin, tal como señala actualmente la Corte, el mal menor al cual hay que impedir que se
propague clandestina e indiscriminadamente.
La Ley y la Prostitución
Debido a que la génesis de la prostitución no es en realidad el tema de trabajo, debemos remitirnos a la satanización de la
misma dentro del entorno social, ese adjetivo tomado con el paso de los años. Por que no hay que negarlo, es
el tiempo sumado al quehacer humano en lo que ha dado forma a la prostituta en el sentido moderno de la palabra.
Aparece el Estado quien en su ánimo de conciliador y garante de justicia, apela en cierto modo al contrato social de
Rosseau donde por el otorgamiento de un mínimo de libertad individual se obtiene la voluntad popular. Así, se defiende a la
sociedad y se previene la degradación de los humanos, en este caso las mujeres, en la prostitución.
En 1949 las Naciones Unidas establecen un convenio para la represión de la trata de personas y la libre explotación de la
prostitución, la premisa avante "es incompatible con la dignidad de los derechos humanos".
Hasta 1966, Colombia había permanecido indiferente a tal convenio. En 1946 Virginia Gutiérrez de Pineda realizo estudios
etnográficos sobre la organización social, topología y estructuración de las prostitutas en la época. El titulo de su obra:
Familia y Cultura en Colombia; el resultado del mismo, el establecimiento de las características comunes en las prostitutas
antioqueñas, el factor machismo como eslabón de influencia. Hacia 1962 Ramón Ariza publica Prostitución y Delito.
En este se destaca la agrupación de diferentes ciencias, en las cuales relaciona teorías y explicaciones de diversas ramas
para concluir según el, que la prostitución como fenómeno social, político o criminológico no puede explicarse desde un
solo aspecto. Cinco años más tarde el Colegio Nacional de Abogadas de Colombia presenta una ponencia al VII Congreso
Nacional de Abogados solicitando que la corporación recomendara al congreso Nacional y al Presidente de la Republica
la adopción del sistema Abolicionista. Mientras en 1996 en un Coloquio de la UNESCO en Paris se destaca el aumento en
la industria del sexo, se dice que su legalización esta legitimando el actuar de los proxenetas.
Es de analizar pues, cuales métodos de prevención se establecen y cual es su eficacia. La ley escrita colombiana tiene
el Código Nacional de Policía en los artículos 178 a 183, el Código Penal artículos 213 y 214 y la
misma Constitución Política brinda siempre un asidero para la moral en si misma, que se esconde bajo los principios de
preservación del orden publico y de los derechos de los niños. Para la prostitución al no encontrar mejores correctivos, es
el derecho al libre desarrollo de la personalidad la puerta a la legitimidad.
En Colombia la prostitución en adultas no es un delito, pero esta situación no garantiza su acceso a la seguridad. Por el
contrario las deja en una balanza donde por un lado la sociedad las rechaza y las persigue y por otro no solo las empuja a
esto, sino que estimula el crecimiento de su oferta. La marginalidad social como producto de la sociedad de consumo "Para
crear y mantener este mundo es necesaria la existencia de unademanda, es obligatorio que miembros de nuestro entorno
social quieran pagar y busquen hacerlo...Es la propia sociedad quien alimenta la creación de un problema del cual se
agarran quienes están inmersos en las redes de la marginalidad social." En sítesis, la prostitución no es delito, pero
tampoco es trabajo. Al respecto la Corte Constitucional Colombiana señala:... Para el Estado social y democrático de
derecho la prostitución no es deseable, por ser contraria a la dignidad de la persona humana el comerciar con el propio ser.
Pero no puede comprometerse en el esfuerzo estéril de prohibir lo que inexorablemente se va a lleva a cabo y por ello
tolera como mal menor, es decir, como una conducta no ejemplar ni deseable, pero que es preferible tocar y controlar, a
que se esparza clandestina e indiscriminadamente en la sociedad... Su referencia sin un análisis muy afianzado solo
demuestra el carácter peyorativo y discriminatorio hacia la persona misma de la prostituta, es la plaga a controlar... tanto se
invoca su protección y su derecho a la dignidad que mas allá del papel no se hace nada por liberarla. Nada aparte del
ofrecimiento de programas de rehabilitación de algunas ONG y obviamente de la potestad otorgada a cada departamento y
municipio para su tratamiento.
Las chicas prepago son la ultima modalidad de esta figura, y al respecto la ley para las prostitutas "elegantes" aun no se ha
pronunciado.
Dada las circunstancias económicas y sociales de estos, dada la realidad cotidiana en un país como el nuestro es preciso
analizar la problemática de los sectores mas desfavorecidos. Pero analizarla no con el objeto de establecer su etiología,
sino con el fin de comparar el poder de las normas morales y las normas escritas, así como el mismo control alterno que
ejerce la sociedad.
Adentrándonos en el tema referente es posible partir desde dos enfoques por así decirlo dentro de la consideración de la
prostitución. El fin de esto, es observar desde cada uno de estos puntos de vista el papel desempeñado por el concepto de
moral, y más restringido, de moral social.
Así las cosas, hay quienes conciben en el acto de la prostitución un simple negocio o contrato, en donde
según teoría contractualista valga la redundancia, la prostitución no es mas que una compraventa. Donde por un precio se
da a cambio la prestación de unos servicios, para el caso, sexuales. "En esta forma la prostitución, presupone la
concurrencia de dos partes: Prostituta y cliente quienes configuran oferta y demanda. Una oferta sexual en donde la
prostituta como parte adquiere como obligación: la promiscuidad, el ingreso económico por cada acto sexual y la ausencia
del placer. Y una demanda sexual en donde el cliente tiene: disponibilidad sicológica de buscar capacidad de pagar."
La prostitución así, se da de igual modo en el mundo entero, variando si acaso las condiciones de dinero y obviamente los
modos de asumirlo. Mas siguiendo en la línea del contractualismo en la prostitución igual opinión comparten los
realizadores de un análisis desarrollado en España por la fundación Solidaridad Democrática. "La prostituta reconoce
explícitamente al cliente como soporte de su actividad, aunque es el quien proporciona los medios económicos y con ello la
posibilidad de seguir teniendo en la prostitución un medio de vida.
Si no existiera demanda, difícilmente podrían ofertar servicios sexuales." Sumado a esto Carol Poteman asegura que la
prostituta es poseedora de una propiedad en su persona. Que contrata parte de esta propiedad en el mercado, ella no se
vende a si misma como comúnmente se alega, solo contrata parte de sus servicios. Observando estos conceptos y
adecuándolos en lo que nuestro código de comercio estipula como compraventa, fácilmente se podría caer en la
aceptación de la prostitución como contrato, dado que el articulo 905 cita textualmente "La compraventa es un contrato en
el que una de las partes se obliga a transmitir la propiedad de la cosa y la otra a pagarla en dinero" Detenidamente incluso,
podría adaptarse a lo que dentro de derecho laboral concebimos como prestación de servicios, pero cuando entra
en juego la persona como tal y su cuerpo como objeto de explotación, el escenario empieza a cambiar.
Carol Poteman escritora del libro El Contrato Sexual, parte de la teoría de la legalización de la prostitución como garante de
un mínimo de seguridad para las trabajadoras sexuales, ella se aleja de las concepciones religiosas y morales dentro de
una legislación. No observa esto como objeto de vejación humana y esclavitud moderna, sino como una circunstancia
laboral de subsistencia dentro de la sociedad capitalista. Quizás en esto ultimo comparte posición con Saturnino
Sepúlveda, quien aseguraba que la prostituta no era impulsada ni sicológica, ni biológicamente hacia la prostitución, que
esta nacía y se desarrollaba dentro de sistemas sociales que la presionaban y la inducían a esto.
De otro lado esta la sociedad colombiana quien ve en esta practica, el desarrollo de una actividad inmoral que hay que
combatir a como de lugar. Tal es el caso expuesto en los sentencias SU 476 de 1997 y T-620 de 1995 en donde por
invasión de zona residencial se acudía a la protección de las leyes para la salvaguarda de la moral, el orden publico y las
buenas costumbres. Según una de las sentencias referidas ya se había solicitado la colaboración de la policía, pero esta,
por motivos desconocidos según el demandante se rehusaba a la petición de los vecinos de dicho sector.
El final de la sentencia, efectivamente la expulsión de dichas "personas" a las limitaciones de las llamadas zonas de
tolerancia, registradas así hacia finales del siglo 19 y 20 según el libro Placer, dinero y Pecado. Cabe rescatarse sin
embargo un salvamento de voto que no compartía la falta de participación de estas personas en su reubicación. Aduciendo
el magistrado disidente la falta de igualdad a la que se estaban viendo sometidas.
Finalmente viene el tema de la legalización de esta actividad, de sus consecuencias y de las diferentes posiciones
adoptadas al respecto. Colombia como se ha mencionado anteriormente es un país reglamentario. Existen quienes se
opongan y quienes la promuevan. De un lado las organizaciones religiosas, que ven en esto una alcahuetería y que no
comparten la teoría de que para acabarlo no hay que prohibirlo, ellas sostienen que "la legalización de la prostitución en
algunos países muestra que el numero de personas que se prostituyen aumenta y que la expansión de la epidemia
del SIDA, se debe fundamentalmente a tres factores que han resultado ser el caldo de cultivo
ideal: Droga, Homosexualidad y prostitución" Afirman además que si la familia monogámica hubiera sido un logro universal,
el virus del VIH seguiría probablemente recluido en las aldeas africanas".
En Colombia si bien es cierto la prostitución no es un delito, tampoco es protegida por ningún tipo de ley. De un lado podría
ser excusable la postura asumida por el gobierno al considerar esta como un mal menor cuyo suelo constitucional estriba
en el derecho al libre desarrollo de la personalidad; derecho al que puede acudir tanto un travestí, como una persona que
quiera profesar un diferente culto religioso o vestir de tal o tal otro modo.
Es preciso analizar el ejemplo planteado, estableciendo como cualquiera de las tres situaciones obedece a la libre
manifestación de la voluntad y como bien señala el derecho: al libre desarrollo de la personalidad. La pregunta seria, es
acaso la prostitución un acto libre? De realización voluntaria? Y la respuesta según la legislación vigente seria que esta, es
ejercida por la persona mayor que así decida hacerlo y que el Código Penal Ley 599 de 2002 en su artículo 214 prohíbe
cualquier clase de proxenetismo. Hasta ahí se entiende que el marco legal, estipula la prostitución como un acto voluntario
de subsistencia de ahí las alusiones de la Corte "La corte no pretende desconocer el derecho al libre desarrollo de la
personalidad que tienen las prostitutas y travestís en cuestión. En modo alguno ignora que las actividades de la prostitución
y el travestismo en si misma no están prohibidos. Ambos pueden ejercerse pero de manera razonable y proporcionada".
Atendiendo a una muy precaria definición de razonable y proporcional, se entiende por la primera: mediano, arreglado a la
razón y por lo segundo relativo a la proporción que la incluye en si. Y aunque no es el tema central de este trabajo se hace
necesario hablar de una subespecie por decirlo así, de la prostitución: la prostitución infantil "Conozco varios casos de
pequeñas que se acuestan con el tendero por una bolsa de arroz que vale 1.000 pesos, y eso no causa escándalo... Y
Gloria Sánchez, líder comunitaria de La Boquilla, agrega: "Hay mucha permisividad y complicidad de la familia. El
fenómeno es aceptado socialmente, y lo que a muchos padres les importa es que los hijos produzcan y se la rebusquen En
cada cuadra un relato ilustra el fenómeno: Stephanie, de nueve años, es explotada sexualmente desde que tiene cinco;
Natalia, de siete, recibe de sus vecinos 1.000 o 2.000 pesos por dejarse abusar, y a su hermano de cuatro le pagan 500
pesos por realizar sexo oral".
Esto ocurre como ya se señalo dentro de la prostitución infantil, la cual, efectivamente esta prohibida y es delito, pero como
bien señala la misma periodista, esto no causa escándalo y las medidas se hacen insuficientes para controlarlo, mas si la
misma familia patrocina esta. Ahí es donde cuestiono hasta donde se amplían los conceptos de razonabilidad y
proporcionalidad en este ejercicio. Y hasta donde es posible hablar de moral.
Igualmente la Constitución Política en su artículo 25, establece el trabajo como derecho y obligación social, con protección
estatal. Si esta obligación se cumpliese me pregunto que seria de la libertad dentro del ejercicio de la prostitución.
Ya tocado el tema de prostitución en niños cuya alarma causa impacto y conmoción por su condición de infantes; es
necesario decir como esta condición de menor es la que causa escozor, la de prostitución no. Es probable que se defina
como especulación o juicio a priori tal afirmación, pero entonces cito el caso ocurrido el 28 de septiembre de 2005 en la
ciudad de Bogota, donde un sujeto en un motel asesino por estrangulación y golpes a una prostituta en Fontibon. Lo
sorprendente del asunto fue que tal maniobra fue ejecutada frente a los ojos de los empleados quienes luego de llamar a la
policía deciden filmarlo por que según ellos no podían hacer mas.
A pesar de la evidencia y la confesión del homicida, el juez decidió dejarlo en libertad con el argumento de que el
procesado actuó en estado de Locura temporal. La prostituta era menor, tenia 16 años. Pero aquí no paso nada. No
hubo derechos humanos, ni derechos del niño. El titulo prostituta cerro el proceso. Y el motel que según el articulo 217 del
Código Penal debió ser sancionado por prestar su establecimiento para la practica de acto sexual con un menor, no tuvo
ningún tipo de sanción o amonestación. Así como tampoco ocurre nada con el burdel ubicado en las afueras
del hotel Chicamocha. El pasado 30 de Octubre de 2005 en Vanguardia Liberal se dio a la luz publica el caso de menores
que se "vendían" allí. Pero tampoco hubo sanción. La policía entonces entra a cobrar un papel importante dentro de la
prevención y control de tal practica.
La realidad histórica y sociológica demuestra que la prostitución no puede ser erradicada de manera plena y total y que se
trata de un fenómeno social común a todas las civilizaciones y a todos los tiempos. Obedece a factores diversos, de orden
social, cultural, económico, psíquico. Lo cierto es que el Estado no podría comprometerse a erradicar una practica que
siempre se ha dado y se dará, lo que si puede es limitar su radio deacción a través de las zonas de tolerancia.
Y de la mano de esto, en la misma sentencia aboga por la moral en Colombia, "El Estado garantizara el orden publico,
adelantando una labor preventiva que las haga efectiva:... la moralidad con la prevención de manifestaciones externas de
conducta que no se ajustan a ciertos principios mínimos de respeto entre las personas y que en algunos casos se
encuentran prohibidos por la ley."
Hablar de prostitución sin establecer su significado o el significado de quien la ejerce es tanto como leer un libro sin abrirlo.
La palabra puta, que no debiera ser utilizada según nuestras buenas costumbres y sano léxico, traduce cloaca, letrina. De
ahí en adelante ya se hace más técnica y menos vulgar por así decirlo su catalogación. Trabajadora Sexual o prostituta es
aquella mujer que ejerce la prostitución y esta a su vez, es el oficio de mantener habitualmente relaciones sexuales con un
número indeterminado de individuos a cambio de remuneración o pago en especie. Establecido ya el concepto de
prostitución, ahora es preciso hablar de las formas de Asunción de esta problemática alrededor del mundo y durante las
diferentes épocas. Así pues dentro de la clasificación de los diferentes métodos de prevención y manejo de esta,
encontramos la tolerancia reglamentada. Esta forma se caracteriza por aceptar la prostitución siempre que sea
reglamentada por el Estado, dentro de zonas o barrios de tolerancia o sin demarcación de ellos. Se reglamentan las
condiciones higiénicas, ambientales, sociales y políticas para su ejercicio. Las creencias generales para justificar
esta actitud son entre otras, la prostitución es la actividad mas vieja del mundo, es la menor de varias extravagancias
sexuales. Seguido a ello, se encuentra el Prohibicionismo en el cual la prostitución aparece como delito y por consiguiente
es punible. Todos los sistemas de prostitución están proscritos. Las prostitutas, los clientes y los proxenetas pueden ser
procesados si son sorprendidos en el ejercicio de ella. Su postulado fundamental es que la prostitución es una lacra social.
Y finalmente el abolicionismo que en últimascuentas es la aspiración máxima de la desaparición completa del fenómeno.
La prostitución es vista como esclavitud intolerable.
Paralelo a ello se hace inherente hablar de orden público que de acuerdo a la sentencia 507/99 se define como las
condiciones mínimas de seguridad, tranquilidad, salubridad y moralidad que deben existir en el seno de la comunidad para
garantizar el normal desarrollo de la vida en sociedad. Y si hablamos de sociedad se hace imperativo hablar de la Moral
Social, este es el conjunto de principios y normas de moralidad en el cual halla cada uno de los asociados la formulación
de los valores predominantes en el comportamiento ético exigido por la sociedad. Esta formulación puede ser general o
particular, negativa o positiva, hipotética o categórica. Esto guardando relación con lo expuesto en la sentencia T-620 de
1995 en donde atribuye a tal el valor que involucra a toda la comunidad y cuya prevalencia es por tanto de interés general.
Consiste en elmantenimiento de una conducta, no solo individual sino colectiva que se ajusta a ciertos principios éticos y a
lo que esa sociedad considera reglas de conducta que conducen a convivencia armónica.
Conclusiones
La normatividad vigente aplicable al tema de la prostitución responde a la forma como la sociedad colombiana ve este
fenómeno desde una perspectiva moral, de manera que, por tratarse ésta de una actividad moralmente censurada, deja de
lado la protección de las personas que a ella se dedican, en lo que atañe a sus derechos laborales y de seguridad
social entre otros, además de perseguirlas y prejuzgarlas, asociándolas con otros problemas sociales como la droga,
el alcohol, la violencia y el crimen.
En las sentencias de la Corte Constitucional C-620 de 1995, C-507 de 1999 y SU 476 de 1997, los accionantes acuden al
Estado como garante del orden publico, la moral social y las buenas costumbres, su punto de inicio el ejemplo aportado a
los niños por parte de "esas" como denominarían a las prostitutas que vivían allí. Los fallos guardan concordancia con la
clasificación a la que pertenece Colombia como país reglamentario. Y cobran gran importancia en el sentido en que
esclarecen conceptos como moral social, prostitución y en el modo como relacionan tal actividad con el supuesto para el
caso, derecho al libre desarrollo de la personalidad. La conceptualización y el detenimiento en la connotación de cada uno
de estos, empieza a esbozar el foco de este trabajo ¿Prevención o Doble moral?
De otro lado el Decreto 1355 de 1970, Código Nacional de Policía, en sus artículos 178 y 183 referencia la no punibilidad
de la prostitución en adultos, sirve como parangón entre la normatividad de las zonas de tolerancia como medida de
prevención y de la no propagación de la plaga, (palabras textuales de la Corte en las referidas sentencias) y la misma
permisividad de su ejercicio, sin que en esta o en otras normas proporcione una solución definitiva, se le brinden
alternativas a las personas dedicadas a este oficio o, en últimas, se busquen formas de defender su dignidad.

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