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ENSAYO

ANDERSON JIMENEZ RODRIGUEZ – 1115864299

CURSO: ÉTICA

DOCENTE: LUZ PIEDAD MANTILLA GUERRERO

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
FACULTAD DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA
PROGRAMA DE ARQUITECTURA
GRUPO: CC
PAMPLONA

2018
Ética para amador

El libro de Fernando Fernández Savater Martin, llamado ética para amador, es uno de
los libros más importantes de la literatura, el estilo crititco-filosofico de Savater ha
sido muy bien aceptado y reconocido y en este trabajo, que es un ensayo se intentará
hacer un análisis del ya anteriormente mencionado libro.
En el primer capítulo, el autor intenta ayudarnos a diferenciar entre el bien y el mal,
además de el raciocinio de causa y efecto, nos habla de un valor agregado, antes de
hacer un análisis, hablaremos un poco de la perspectiva del autor, en primera
instancia, nos dice que a diferencia de las demás especies animales, el ser humano
tiene capacidad de elección, a lo que René Descartes le había llamado la “voluntad”
es lo que Savater, nos plantea como un diferencial muy específico entre la especie
humana y cualquier otra especie animal, es decir, que el hombre, tiene la capacidad
de elegir, lo que es bueno y malo para él, y por consecuencia, puede elegir hacer el
bien o el mal. Ya hablando de elecciones, el ser humano puede equivocarse, pero el
ser humano tiene la libertad para tomar esas decisiones que van a regir su vida, según
el autor, todos nacemos libres y construimos nuestra vida, y como nadie lo sabe todo,
debemos aceptar con humildad lo que sea consecuencia de nuestros actos. Actos
convenientes o inconvenientes, actos buenos o malos. Saber esto, requiere de un
conocimiento. Este conocimiento debe ser utilizado para afrontar las ambigüedades
de las elecciones de la vida. En este caso se puede inferir que cuando hablamos de
voluntad, hablamos del bien y del mal, y de la libertad del hombre para escoger, no
obstante, a veces las decisiones no son tan claras, tan obvias, o tan simples, aunque
tenemos la libertad de escoger, la ética del bien y del mal se encuentra en medio de
muchas factores tanto sociales como personales, a veces el sentido común es ético, a
veces no, si viene una ambulancia no puedes quedarte ahí porque deber abrirle paso,
debes hacerte a un lado, pero si te subes a la acera con el vehículo te multan porque
está mal, entonces solo tienes dos opciones, o te quedas obstaculizando el paso de la
ambulancia y tal vez te multen, o te subes a la acera y te multan. ¿Cuál sería el acto
ético correspondiente? ¿Ética es sinónimo de auto-menosprecio?
En el segundo capítulo llamado “ordenes, costumbres y caprichos” el autor nos
explica la necesidad del hombre de tomar una decisión, al final se pueden concluir
muchas cosas, pero lo más importante aquí, es el motivo, entonces como el nombre
del capítulo lo dice, tenemos tres opciones para decidir, cuando la motivación es una
obligación, esperamos un castigo de no hacer lo “correcto” o una recompensa de
hacerlo, la ambigüedad en este caso, es que lo correcto no es lo correcto para quien
toma la decisión necesariamente, sino que quien decide lo correcto, es decir lo bueno
y malo es quien aplica el castigo o la recompensa, en el segundo caso tratamos una
costumbre, entonces no importa si es correcto o no, específicamente no importa, y
simplemente haces lo mismo de siempre porque “funciona” a esto, algunos autores le
llamarían habituación. El tercer caso es el capricho, un capricho es una ambigüedad
muy compleja, puede ser un capricho bueno o malo, el problema con los caprichos es
que no se sabe si son buenos o malos hasta que te arrepientes o no, de haber hecho lo
que tanto querías. Cuando se habla de una costumbre, no hay ninguna elección de por
medio, pero cuando hablamos de ordenes o caprichos, no siempre se puede contar con
elegir el acto éticamente aceptable, muchas veces podemos vernos afectados por
factores que no controlamos, las variables que se encuentran en juego en esta situación
no siempre son controlables y los resultados pueden ser tanto éticos como no pueden
serlo.
El tercer capítulo del libro nos lleva a otra ambigüedad, el hacer lo que quieras, cuando
es correcto o incorrecto, imposible saberlo, cuando claramente lo bueno para mi es mi
bienestar, pero mi bienestar no está por sobre el de nadie más, entonces no se puede
hacer nada que me dañe porque es malo, pero si daña a los demás aunque a mí no,
también lo es, y cuando una persona es buena o mala se sabe por sus pensamientos,
actos cometidos o actos de omisión, y esta ambigüedad, que nos dice has lo que
quieras nos deja en un problema muy grande, y es hasta qué punto lo que yo quiero
es bueno, porque para mí, lo que yo quiero siempre será bueno, e este caso entra en
juego la Moral, que básicamente es hacer lo que socialmente sea aceptado para: ser
aceptado en grupos sociales, ser digno de la libertad, no dañar a nadie y seguir las
normas es sinónimo de ser ético, entonces en pocas palabras eres libre de hacer lo que
quieres siempre, pero si rompes las reglas establecidas por una sociedad bipartidista
interesada en la justicia y el orden entonces serás castigado.
El cuarto capítulo nos complementa muy bien el hacer lo que quieras, con el darse la
buena vida, porque la buena vida para muchos, sobre todo para las personas con
problemas de personalidad obsesiva, la mejor forma de darse la buena vida es poder
escoger lo que quiere hacer con su vida, hacer lo que quiera, sin renunciar a tu libertad,
y renuncias a ella cuando rompes las normas sociales, porque cuando escoges por ti,
es ético y cuando escoges por los demás te dolerá pero, también será ético, en este
caso, el ser humano de vez en cuando requiere de hacer una “obra de caridad” para
saciar su consciencia por cualquier daño pasado que haya causado, entonces nos
damos la buena vida cuando hacemos las cosas que más nos convienen, a veces lo que
más nos conviene es hacer cosas buenas, a veces cosas malas, en estos casos la
ambigüedad no nos defenderá y lo único que puedes hacer, que dañe a alguien más y
te beneficie a ti, que sea moralmente aceptado y por lo cual no te vayan a juzgar nunca
es un homicidio en defensa propia, porque mi integridad no está por encima de las
demás, pero si yo no ataco primero tengo derecho a devolver el golpe, algunas
personas no están de acuerdo con esto, y es que si las normas sociales estuvieran bien
establecidas realmente no habrían fallos en las leyes ni jurisdicciones de ningún lugar,
pero siempre habrán personas que no se den la buena vida, sino que hacen lo que les
venga en gana, y esto, no es moralmente aceptado, es poco ético.
Ya en el quinto capítulo el autor nos invita a despertar, porque nadie a menos que seas
un millonario con muchas influencias, nadie puede hacer lo que le venga en gana y
salir “impune” pues, aunque muchas veces quisiéramos, no podemos adaptar la
realidad a nosotros, los problemas morales no son maleables según nuestras
necesidades, sino que nuestras necesidades deben de moldearse, según las normas
éticas, morales y sociales que invaden la sociedad en la cual habitamos, porque por
supuesto, todo depende de la sociedad en la cual se vida, cada sociedad tiene sus
reglas, pero la fantasía de solucionar los obstáculos adaptando los problemas a nuestra
vida, es solo una fantasía, nosotros, debemos adaptarnos a los problemas según las
normas que rigen nuestra vida, en fin, no debemos dejarnos llevar por los caprichos,
porque un capricho hacia algo material o no, solo es una iniciativa a romper las normas
sociales, además un capricho podría alejarnos de todo lo que nos hace humanos
aunque un capricho sea algo meramente humano, en este caso, decimos que por
caprichos nos alejamos de amigos y amores, familia, ningún ser humano que se aleje
de estas cosas está haciendo lo que le conviene, no está dándose la buena vida.
En el sexto capítulo el autor nos habla de las clases de imbéciles que hay, porque hay
varias clases de imbéciles, hay varias formas de equivocarse y de fallar, de romper
con las normas y de no darse la buena vida y esta, es la norma principal no social, es
personal, pero nadie puede ser ético cuando no se da la buena vida, no aprovecha ni
usa su libertad, etc., las clases de imbéciles son: a) El abobado al que todo le da igual.
b) El que cree que lo tiene todo. c) El que no sabe lo que quiere y no se molesta en
averiguarlo. d) El que sabe lo que quiere y como conseguirlo pero lo deja para mañana
porque no tiene la fuerza de voluntad necesaria para conseguirlo. e) El que hace lo
quiere pero con tal barbaridad que ya pierde la noción de lo que es bueno o malo para
él. En cada caso hay un patrón que seguir para no ser un imbécil, un imbécil no tiene
lo consciencia, es decir que si no eres imbécil te identificarás con lo siguiente; sabes
que no todo da igual, hay cosas valiosas, más que otras, sabes lo que realmente te
conviene, porque todo es cuestión de prioridades, rechazas lo que nos daña, porque
no nos deja vivir la buena vida, aceptamos y no tienes excusas baratas para los errores,
porque sabes que al ser humanos nos equivocamos pero para vivir la buena vida,
siempre buscarás como superarlo. Ser un imbécil, es no saber qué hacer con tu vida,
no darte la buena vida, no aprovechar ni vivir como deberías. ¿Eres un imbécil o te
das la buena vida? No olvides que la única obligación de tu vida es no ser un imbécil.
En el séptimo capítulo del libro, nos da el autor una lección de humanidad, la
humanidad es una especie evolucionada que se caracteriza por muchas cosas, entre
ellas la comunicación, la cual no siempre es asertiva ni se da de la mejor manera,
pues de vez en cuando una mala comunicación o la inexistencia de ella, puede causar
lo que llamamos discusiones, pero la humanidad no es la pelea, sino el cómo se
soluciona, bien, claro está que durante una discusión ambos sujetos intentan defender
su punto de vista por lo cual no se permite a ninguno “mostrarse o dejarse ver débil”
porque inmediatamente perdería la discusión, en este capitulo la enseanza de
humanidad es ponerse en su lugar, la ética dice que si quieres apoyar a alguien, para
poder intentar comprender lo que vive, deber ponerte en su lugar, como se diría mas
comúnmente, “ponerse en sus zapatos” así, no solo se puede solucionar el problema
y acabar la discusión, sino que podría empatizar con esa otra persona, la ética no dice
que debes hacer algo al respecto si realmente no te incumbe, pero la humanidad, es
humilde, generosa, la mayor parte al menos, y observamos a alguien que necesita
apoyo y nosotros, nos ponemos en su lugar, intentamos comprender lo que ella siente
o piensa, y buscamos la manera de ayudarle, una persona humana, es una persona
generosa, caritativa, no por un credo, ni por por una ideología, una doctrina o un
dogma, sino porque la ética humana, no la social sino la hmana, expresa que la
humanidad es una especie, para asegurar su supervivencia muchos de nosotros,
simplemente hacemos lo que creeemos correcto, o hacemos lo que nos conviene, ho
lo que nos viene en gana sino, lo que queremos hacer, y la ética, apoya cualquier idea
generosa.
En el octavo capítulo ya empezamos a relacionar la moralidad o inmoralidad con la
sexualidad, cualquier cosa que hacemos con nuestro cuerpo al desnudo puede ser tanto
moralmente aceptable como inaceptable, por ejemplo para nadie está mal, al menos
no en la actual sociedad, el hecho de la masturbación, que en la edad media si era
criticada, pero ahora es algo muy común y normal, pero cuando se habla de
exhibicionismo, es decir masturbarse, tocarse, o mostrar su cuerpo al desnudo en
público, esto ya es un acto totalmente inmoral, entonces como veníamos
relacionándolo en los capítulos anteriores no es ético, enfatizamos en la importancia
de la privacidad de la persona, todos tenemos derecho a la libre expresión, no podemos
ir desnudos o semidesnudos por la calle, esto aunque sea libre expresión, no es ética
ni moralmente aceptado por la sociedad, además de contaminación visual, una falta
de respeto a la sociedad, demuestra una falta de sentido de pertenencia y de respeto
para con su mismo cuerpo, tener conversaciones de intimidad con las personas
cercanas, como amigos y familiares, no es estrictamente malo o inmoral y en cierto
punto, ser inmoral puede llevarnos a buscar el placer, si se siente placer al cometer
actos o hablar de actor inmorales, es la búsqueda del placer lo que nos lleva a ser
inmorales, pero a veces no cumplimos el objetivo y esa intención no se ejecuta, porque
somos más éticos de lo que creemos, por eso el autor considera el sexo inmoral, el
sexo expuesto a la sociedad, por ejemplo la pornografía, mientras las personas vean y
hagan lo que quieran en su privacidad, no hay ninguna inmoralidad, pero cuando esto
es expuesto ante el mundo social estricto, nos convertimos en inmorales, cabe aclarar
que se puede ser inmoral en privacidad si esa persona cree que lo que está haciendo
está mal, pero lo hace por placer o curiosidad.
En el capítulo nueve de este libro el autor analiza la ética y moral en la política, es
bien sabido que los políticos tienen mala fama, la razón de esto es la falta de
solidaridad de la que ya hemos hablado, “los políticos no tienen humildad” pues, un
político no consta de caridad, desde el punto de vista ético el mejor gobierno es el que
permite el desarrollo de su pueblo, un desarrollo social completo y personal,
individual pero muy ético, ético a nivel completo, un gobierno en el que tanto los
mandatarios como el pueblo comprendan la necesidad de mantener un orden y una
democracia, la ética del político ha sido puesta en duda, porque la mayoría de ellos
fracasan en su misión de guiar al pueblo, terminan robando y cometiendo delitos
atroces, pero por supuesto no todos son así, aún hay políticos que realmente buscan
ayudar al pueblo, pero al final la voluntad es de los votantes.
El fin de este libro y la filosofía que nos propone y nos hace reflexionar es muy
profunda, la ética que describe Savater en este texto es muy profunda y realmente es
una filosofía de vida, muy pocas personas podrían considerar que la ética realmente
no sirve para nada o que simplemente no es relevante, pero realmente la ética es un
estilo de vida, una persona que sea moralista siempre va a buscar los puntos que ya
mencionamos, hacer lo que le conviene, buscar la humanidad, ser humilde, el punto
de la vida es convertirnos en la mejor versión humana de nosotros mismos, entonces
la ética es eso, es lo que necesitamos para convertirnos en la mejor versión de nosotros
mismos.

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