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La propuesta de Carl Rogers era casi opuesta al psicoanálisis, sin embargo ambas teorías se
desarrollaron a partir de los encuentros terapéuticos con personas que tenían problemas y,
ninguna de ellas se puede comprender del todo sin apreciar las maneras en que se
relacionan cada una de ellas con la terapia.
Desde el principio Carl Roger (1951) formuló una serie de proposiciones que establecieron
el tono para una perspectiva de la personalidad centrada en el cliente. Planteó que los
individuos existen en su mundo de experiencias de las que son el centro. Esta experiencia
sólo puede ser conocida por la misma persona, por consiguiente el individuo es la mejor
fuente de información sobre sí mismo.
Estas opiniones han conducido a los miembros del movimiento centrado en el cliente, a
basarse en gran medida en los informes personales, más que en inferencias de datos de
prueba u observaciones relacionadas como la fuente primaria de información. Debido a que
las personas reaccionan al campo de la percepción es tal como lo experimentan y perciben,
su campo de percepción es la realidad. Por consiguiente el conocimiento objetivo acerca de
los estímulos no es suficiente para predecir el comportamiento, el clínico debe saber algo
sobre la conciencia de la persona de esos estímulos. La tendencia humana básica se dirige
hacia el mantenimiento y aumento del si mismo. Este es el proceso de autorrealización y es
lo que produce el movimiento progresivo de la vida, una fuerza en que el terapeuta se
basará mucho durante los contactos terapéuticos con el cliente. Pero este movimiento hacia
delante, sólo puede ocurrir cuando las opciones de la vida se perciben con claridad y se
simbolizan en forma adecuada.
Los terapeutas empáticos son aquellos que trasmiten al cliente un sentimiento de que se está
comprendiendo, la expresión de empatía comunica una especie de sensibilidad hacia las
necesidades del cliente. La aceptación en la terapia se da sin condiciones ocultas o
desautorizaciones, la aceptación positiva incondicional es el respeto por el cliente como ser
humano. Los terapeutas congruentes son aquellos que expresan la conducta, sentimientos o
actitudes que el cliente estimula en ellos, no se ríen o están enojados si los comentarios del
cliente son incomodos.
El terapeuta debe reconocer y aclarar los sentimientos asociados a con las afirmaciones del
cliente. En ocasiones el terapeuta encontrara necesario explicar los papeles respectivos del
cliente y terapeuta. A esto se le llama estructuración e incluye, también el elemento de
aceptación.
En general las sesiones de terapia se programan una vez por semana. Rogers describió la
secuencia general de la terapia como una serie de siete etapas que atraviesa el cliente.
La terapia Gestalt es una mezcla heterogénea de técnicas e ideas. Los terapeutas gestaltistas
no se ponen de acuerdo entre ellos y en ocasiones no parecen deleitarse en su falta de
acuerdo. Su meta no parece ser la construcción de una teoría monolítica de la terapia, sino
expresar por medio de su terapia su sentido de unicidad e interpretación de la vida. La
conceptualización de la persona como un todo organizado, no como una colección
desarticulada de emociones, cogniciones y comportamientos, es central para la terapia
Gestalt.
Los sueños: El psicoanálisis pide al paciente que asocie con varios elementos de los sueños.
El terapeuta Gestalt en contraste, intenta que el paciente vuelva a vivir el sueño, en la sala
de terapia. Esto significa incluso la representación del sueño. De acuerdo con el terapeuta
gestaltista, la interpretación sólo conduce a una perspicacia intelectualizada. En la terapia
Gestalt el paciente descubre el yo interior que enfrenta la experiencia onírica en forma
directa. El sueño transmite mensajes o incuso compendia los lados conflictivos del sí
mismo. Un sueño es una especie de reflejo condensado de la existencia del individuo y las
formas utilizadas para no enfrentarse a uno mismo. Al representar el papel de varias
personas u objetos en el sueño, el individuo puede aprender a reconocer e identificar las
partes enajenadas de sí mismo y luego integrarlas.