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MISIÓN DE LA IGLESIA, QUE NOS HACE DIVERSOS POR LOS DONES QUE SE NOS HA DADO A CADA
UNO, PERO NO NOS HACER DIVERSOS PUES SOMOS UNO EN CRISTO.
ESTILO: VIVENCIAL, QUE MOTIVE A LA UNIDAD ENTRE LOS MIEMBROS DEL MCC, DE LOS MIEMBROS
DE LAS REUNIONES DE GRUPO, DEL MCC CON LA IGLESIA UNIVERSAL.
Setecientos
Menciono todo eso porque aun entre cristianos es muy común pensar que podemos
crecer espiritualmente o agradar a Dios sin la ayuda de nadie más. La importancia
de la iglesia es indiscutible, pero lastimosamente muchos no vemos eso.
La expresión: “Se necesitan hombres que sepan creer, porque ya tenemos muchos
que creen saber” es muy actual y cercana en nuestros tiempos. Además esta
expresión nos invita a redescubrir la gracia de los Cursillos desde la humildad de
nuestras personas, aceptando que todo lo que tiene vida tiene que crecer y
desarrollarse. Toda semilla plantada, cuando crece adquiere cada vez más firmeza
en su tallo, pero el tallo no es el mismo, se renueva constantemente en sus ramas
y varía con frecuencia sus hojas, y ella le da una presencia siempre nueva y
asombrosa.
Que hermoso sería que como reunión de grupo nos uniéramos para evangelizar
nuestros ambientes, para darnos cuenta de lo que el otro necesita y poder ayudarle.
La Evangelización es el objetivo principal del MCC, mediante un método propio,
actuando en la masa, siendo sal, luz y fermento, en los ambientes prioritarios,
contagiando la fe en Cristo Jesús, a todas las personas que comparten la vida
cotidiana de los cursillistas.
Dios a todos nos ha dado talentos distintos, Como administradores se nos pide ante
todo que seamos fieles a los dones espirituales recibidos.
Por ello el cursillista no actúa aislado en éste empeño de evangelización, sino que
lo hace acompañado por un grupo, núcleo o comunidad, con una característica
peculiar, el compartir armónico, sabiendo que cada cual tiene su función
específica dentro del grupo, acorde con sus dones, carismas y talentos y todos
se empeñan en conseguir la evangelización y la cristianización de sus
ambientes.
Con mi reunión de grupo siempre es algo que les digo cuando nos toca que dirigir
una ultreya “A mí no me vayan a poner a dirigir eso no es para mi” pero si vemos
todas hacemos algo para todo salga de la mejor manera posible, poniendo así cada
una el talento o don que Dios nos ha regalado.
CONCLUSIONES: