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En 2005, muchas personas hicieron reclamos sobre las violaciones a los DD.HH en la dictadura.

La iniciativa de enseñar la historia de la dictadura formó parte de ese impulso de


autoafirmación social. Pero al cabo del tiempo, hubo una decepción debido a la falta de rigor
de la justicia y la sociedad.

Enseñar la historia de la dictadura: un proyecto cuestionado

El autor habla de la dificultad de llevar a cabo este proyecto, ya que en las presidencias de
Sanguinetti y Jorge Batlle, no hicieron caso a las denuncias y los pedidos de investigación sobre
los desaparecidos en la dictadura. Esto cambia en 2005, cuando Tabaré Vázquez es electo
presidente. Y los arqueólogos empezaron a ingresar en cuartales para ver si encontraba rastros
de los desaparecidos. A finales del mismo año se hallaron en dos establecimientos militares los
restos de dos personas. Eso causó una gran conmoción en la opinión pública y en ese contexto
empezaron a surgir sugerencias para incluir la dictadura en los programas de enseñanza.

El valor social del debate

Se designó un equipo de historiadores coordinado por Álvaro Rico, para investigar las
denuncias. Por primera vez se puedo acceder a archivos oficiales con documentación que
hasta ese entonces se mantenían ocultos. Publicó dos series de volúmenes sobre las prácticas
de terrorismo de Estado y las denuncias de desaparecidos. Por un lado, esto generó la difusión
de experiencias que eran poco conocidas (mujeres rehenes) y estimuló investigaciones y
artículos periodísticos sobre el tema. Hubo quienes querían dejar la información a manos de
las familias. El debate llevó a que los involucrados recuperaran los antiguos antagonismos.
Hubo defensas radicales, intentos de incluir el propio caso personal dentro de un contexto
justificatorio e incluso argumentar que la dictadura no había sido tan mala. Esta diversidad de
opiniones llevó a pensar que para estudiar la dictadura habría que esperar a que todos los
protagonistas murieran. Fue en este marco en que comenzó el proyecto para incorporar la
dictadura en la enseñanza formal.

La dictadura en el relato de la Historia

En Uruguay, la construcción del relato histórico empezó a mediados del siglo XX. Describe
aquellos rasgos con los que los uruguayos quieren verse identificados. Para el caso uruguayo,
el “gran relato” del pasado describía una historia de perfeccionamiento ciudadano. Cuando el
relato de estos conflictos se formula a la vista del resultado final, se transforma en una
justificación de los triunfadores. Una narrativa construida así no contribuiría a integrar la
comunidad. La pretensión de incorporar el pasado traumático al conjunto de la experiencia de
la comunidad es cuestionada. Surge la idea del olvido como mecanismo de reconstrucción de
la nación.

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