COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD

COORDINACIÓN DE DISTRIBUCIÓN

CAPITULO 5: MANTENIMIENTO Y CONSERVACIÓN DE LAS

HERRAMIENTAS

No obstante los cuidados tan especiales que se ha observado en la fabricación de

estas herramientas y la vigilancia tan estrecha de la calidad de los materiales
empleados, se recomienda vigilar el cuidado y conservación de las condiciones físicas
de ellas, ya que esto no solo redunda en alargar la vida de las mismas, sino más
especialmente que produzca mayor confianza y seguridad ante todo de los linieros
que las emplean.

Uno de los factores más importantes es mantenerlas secas y limpias en condiciones

de ser usadas en cualquier momento, si por alguna eventualidad se ha mojado o
humedecido deben ser secadas tan pronto como sea posible colocándolas
verticalmente en un cuarto ventilado y con temperatura de 38-40°C.

Nunca se trabaje con una pértiga húmeda o empolvada y sucia, por lo que se
recomienda que no se pongan sobre el suelo directamente, use alguna lona o perchas
especiales para su colocación durante el trabajo, aunque, una pértiga aparentemente
se vea seca y limpia se establece como norma de seguridad limpiarla con una franela
seca antes y después de usarlas.

Nunca se use una herramienta sobre la cual haya duda de sus buenas condiciones,
cuando estas sufran algún deterioro debe repararse convenientemente y de ser
posible desecharse y reponerse por una nueva.

Ténganse buen cuidado en el transporte de las herramientas, de no tener el remolque

adecuado, protéjanse con cubiertas de lona, o en tubos de polietileno especialmente
acondicionados; no se transporten sueltas ni revueltas con otros materiales que
pueden deteriorarlos peligrosamente.

Revise periódica y regularmente el equipo y dele el mantenimiento normal de acuerdo

con la continuidad de su uso; no es recomendable soldar las partes metálicas, la
superficie de las pértigas puede ser restaurada por los materiales especiales,
proporcionados por el fabricante y según instrucciones de los mismos. No exceda las
normas del fabricante en el uso de las herramientas; no use nunca una herramienta
en trabajo diferente para el cual fue diseñada, cuando una pértiga se doble
apreciablemente bajo la carga, no continúe trabajándola bajo esas condiciones porque
a medida que pase el tiempo ese doblez irá siendo cada vez mayor hasta que se doble
completamente y se rompa; en estos casos sustitúyala inmediatamente por otra de
mayor diámetro de la que se dobló, o por último, reforzándola con abrazadera con
collarín y argolla y un aparejo entre ésta y el grillete de la montura de soporte.

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5.1.- REPARACIÓN DE PEQUEÑAS ROTURAS.

En cuanto se descubran roturas en la superficie de las pértigas, estas deben

repararse. Lo cual se puede hacer rasqueteando la parte dañada y limpiando el hueco
con acetona o solvente y aplicando el pegamento epoxy. Cuando haya secado el
resane hay que pulirlo para igualar la superficie de la pértiga y frotarla con el
restaurador de brillo.

Cuando a causa del exceso o el mal uso de las herramientas se producen raspaduras
a lo largo de la pértiga y esta pierde su tersura, también disminuye su aislamiento por
los pequeños depósitos de polvo o suciedad que se acumulan en las asperezas de la
pértiga, en estos casos es recomendable pulir la superficie de la pértiga con lija de
grano muy fino y posteriormente con lija muerta hasta que quede completamente
tersa, lavar la pértiga con solvente especial o con una solución de alcohol de 96 y
éter al 10 por ciento y aplicar dos o tres capas delgadas de barniz chance con
intervalos de una hora entre una capa; frotarla con restaurador de brillo de epoxiglas
y dejarla secar de 24 a 30 horas colocándola en posición vertical en un cuarto seco
con temperatura de 38-40°C.

5.2.- CAMBIO DE CASQUILLOS O PARTES METALICAS

No es recomendable soldar partes metálicas ya que el metal adyacente a la soldadura

es afectado por la temperatura, o bien el proceso original se destruye. Tal
herramienta resultaría peligroso usarla; por lo cual debe ser desechada o
reacondicionada con partes metálicas nuevas.

Este trabajo de mantenimiento se puede llevar a cabo mediante las instrucciones

siguientes:

1) Retire los remaches del casquillo con un punzón.

2) Con una segueta para fierro corte la pértiga cerca del casquillo.
3) Retire del casquillo los residuos de fibra de vidrio y epoxy calentándolo a 65-
95°C. No exceda esta temperatura porque se corre el riesgo de dañar o
debilitar el fundido.
4) Antes de colocar el casquillo nuevo es necesario marcar en el extremo de la
pértiga la profundidad del casquillo y con una lija retirar de allí el poliuretano
para lograr una buena adhesión.
5) Aplique a la punta de la pértiga y al casquillo, una capa de epoxy cemento de
1/16" de espesor. Al ensamblar el casquillo saldrá el excedente.
6) Ensamble el casquillo a presión de tal manera que la pértiga penetre en él hasta
la marca de profundidad.

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7) Quite el exceso de epoxy cemento.

8) Cuando seque el cemento haga con cuidado el agujero en la pértiga guiándose
por los agujeros del casquillo (no agrandarlos).
9) Coloque los nuevos remaches iguales a los originales en tamaño y material
procurando no golpear demasiado fuerte y alise los remaches con una lima
fina.
10) No use la pértiga hasta después de 48 horas de que el epoxy cemento haya
endurecido.

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