Los cementos de la nueva serie de normas pueden clasificarse
atendiendo a los siguientes criterios:
· Por su utilización
· Por sus características especiales
· Por su composición
· Por su resistencia
Clasificación en función de su utilización
Atendiendo a su utilización los cementos se clasifican en:
a) Cementos comunes (CEM): son aquellos que se vienen utilizando
tradicionalmente y cuyo comportamiento y prestaciones son bien conocidos y documentados. Su empleo está recomendado para hormigones en masa, armados y pretensazos, utilizados tanto en edificación como en obra civil.
b) Cementos para usos especiales (ESP): son aquellos que están
especialmente indicados para grandes macizos de hormigón en masa - como es el caso de las presas-, así como para otros usos entre los que destacan los relacionados con la construcción de carreteras: estabilización de suelos, bases y subbases tratadas y pavimentos. Por sus características particulares no están recomendados para hormigones armados o pretensados.
c) Cementos de aluminato de calcio (CAC)Como puede observarse,
éste es el primer cambio significativo que se produce en la normativa de cementos en relación a la situación de la anterior norma.
Clasificación en función de sus características especiales
Atendiendo a las prestaciones adicionales que puede tener un
cemento con relación a las consideradas como estándar, éstos se clasifican en:
a) Cementos de bajo calor de hidratación (BC): que a la edad de 5 días
desarrollan un calor de hidratación igual o inferior a 65 cal/g. b) Cementos blancos (BL): que presentan un índice de blancura superior al 75%.
c) Cementos resistentes a sulfatos y/o agua de mar Todas estas
características especiales pueden darse en los cementos comunes, mientras que para los cementos especiales la única característica especial es la de bajo calor de hidratación.
En cuanto a la resistencia a sulfatos y a agua de mar, la única novedad
que se produce es que incluye a los cementos blancos, manteniéndose las limitaciones establecidas en la Norma para los contenidos de aluminato tricálcico (Ca3Al) y ferrito-aluminato tetracálcico (Ca4AlFe).
Clasificación en función de su composición
Los distintos tipos de cemento se clasifican a su vez en diferente subtipos
en función de la composición de los mismos, salvo en el caso de los cementos de aluminato de calcio para los que existe únicamente un tipo, el CAC/R (ver Tablas).
Los cementos comunes y los cementos para usos especiales, pueden
tener entre sus componentes los siguientes productos:
· Escoria granulada de horno alto (S)
· Humo de sílice (D)
· Puzolana natural (P)
· Ceniza volante (V)
· Caliza (L)
Todos ellos se contemplaban ya en la norma, salvo el humo de sílice,
producto cuyo contenido se limita a un 10% debido a su gran afinidad por el óxido de cal liberado en la hidratación del cemento, lo que reduce la capacidad de protección del hormigón frente a la corrosión de las armaduras en él embebidas (reserva alcalina).
Dentro de los cementos comunes, cada uno de los tipos de cemento se
divide a su vez en dos niveles, A y B, en función del contenido de adición, lo que sin duda permitirá optimizar su aplicación por parte del utilizador.
Clasificación en función de su resistencia
Los cementos pueden también clasificarse en función de la resistencia a compresión, en N/mm2, que alcanza un mortero normalizado a una determinada edad. Esta será de 28 días para los cementos comunes, y de 90 días para los cementos para usos especiales. Se distinguen así cuatro posibles clases resistentes: 22,5; 32,5; 42,5 y 52,5. N/m.m.2
· Las clases resistentes reducen su especificación en 2,5 N/mm2 con
relación a las clases definidas en la norma. El valor adoptado por las diferentes clases puede parecer caprichoso, por lo que hay que aclarar que es el resultado del consenso entre los países europeos que tenían especificaciones de 30, 40 y 50 N/mm2, y aquellos otros, como España, cuyas especificaciones eran de 35, 45 y 55 N/mm2.
· Desaparece la clase de resistencia 25 en los cementos comunes.
· La especificación a dos días para las clases con resistencias iniciales
elevadas (identificadas con la letra R), es similar a la que se venía exigiendo hasta ahora.
· La resistencia mínima de la clase 52,5 se fija en 20 N/mm 2 (en vez de
25), y en la clase 42,5 se introduce la de 13,5 N/mm2.
· Se sigue manteniendo el establecimiento de un límite inferior y otro
superior a los cementos de clase resistente 32,5 y 42,5, lo que permite, al igual que en la anterior norma, una adecuada verificación de la conformidad de producción.
· En el caso de los cementos para usos especiales, la clase resistente se
define a través de la resistencia a 90 días de edad dado el elevado contenido de adiciones activas que poseen. No obstante, y con el fin de obtener un control operativo sobre este tipo de cementos, se establecen unas exigencias mínimas y máximas que debe cumplir la resistencia a compresión a 28 días de edad.
La primera sensación del técnico y usuario del cemento es la de
considerar que con esta nueva norma se le va a “quitar resistencia” manteniendo el precio del producto. Sin embargo esto no va a ser así, puesto que las prestaciones resistentes de los cementos fabricados van seguir siendo la misma, e incluso se incrementará en algunos cementos al decidir los fabricantes elevar los actuales tipo 45 a la categoría 52,5.