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net/publication/285361964
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Carlos Hernández-Lahoz
Hospital Universitario Central de Asturias
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■■ Déficits neuropsicológicos
por infartos corticales
Figura 39‑1 ■ TC cerebral: infartos talámicos paramedianos (hi‑ La lesión está preferentemente en la corteza, aun‑
podensidades circulares de ∼ 1 cm de diámetro a ambos lados del que los límites del tejido reblandecido no sean exclusi‑
tercer ventrículo).
vamente corticales. El infarto cortical único causa de‑
mencia con menor frecuencia que los múltiples y, sobre
2. El pequeño volumen del infarto se define, in vivo, todo, bilaterales. Las lesiones del hemisferio izquierdo,
por la neuroimagen lesional (tomografía computari‑ generalmente dominante para el lenguaje, ocasionan
zada [TC] y sobre todo resonancia magnética [RM]) más demencias que las del derecho9,38.
y post mórtem, por la anatomía patológica; pero no
hay acuerdo sobre sus dimensiones. Sólo que se Arteria cerebral media
debe a la oclusión tromboembólica de una peque‑
ña arteria cerebral. En cuanto a lesión única, puede Su territorio es el más frecuentemente afectado,
haber excepciones, como ocurre con los infartos ta‑ bien por oclusión de la arteria principal o alguna de sus
lámicos paramedianos, que son infartos dobles y bi‑ ramas, o por caída del flujo sanguíneo. Cada hemisfe‑
laterales por oclusión de un pedículo arterial común rio da una clínica diferente.
para ambos lados, en un mismo ictus18 (fig. 39‑1). Las lesiones del lado izquierdo producen afasias y
3. Los amplios efectos funcionales de algunos peque‑ apraxias. La afasia con escaso lenguaje ocurre en los
ños infartos no se entienden sin invocar el fenóme‑ infartos anteriores a la cisura de Rolando, a diferencia
no de desaferenciación, desconexión transináptica de la afasia con lenguaje fluido que se asocia a lesiones
o diaschisis, por el que una lesión estructural, en un postrolándicas. Los infartos adyacentes a la cisura de
punto del sistema nervioso central (SNC), provoca la Silvio alteran la repetición de palabras o frases (afasia
disminución o abolición de la función en otra parte de conducción), mientras que esta capacidad está con‑
alejada con la que mantiene relación sináptica. La servada cuando el área perisilviana está indemne (afa‑
hipótesis inicial se debe a Von Monakow, que la ex‑ sias transcorticales). La afasia global es el resultado de
puso en 1914 y se ha confirmado después mediante un extenso infarto por oclusión completa de la arteria
imagen isotópica, bien de tomografía computarizada cerebral media en el hemisferio dominante.
por emisión de fotón simple (SPECT) o por emisión El síndrome del gyrus angularis (GA)3 o de la circun‑
de positrones (PET), en problemas de etiología vas‑ volución del pliegue curvo izquierdo, se debe a la oclu‑
cular y traumática30. sión de la parte posterior de la arteria cerebral media
4. Los infartos estratégicos se localizan más a menu‑ izquierda (v. fig. 39‑3). Si es completo, consta de:
do en el hemisferio izquierdo (dominante) y en el tá‑
lamo, según las series. •• Afasia fluida, con dificultad para encontrar los nom‑
5. Muchas de las alteraciones cognitivas, o los trastor‑ bres de personas o cosas (anomia), produciendo
nos emocionales y conductuales asociados a estas en su lugar palabras equivocadas con parecido se‑
lesiones, pasado el primer momento, no son tan gra‑ mántico (parafasias verbales), dándose cuenta los
ves e incapacitantes como para producir demencia. pacientes, con frustración, de sus errores lingüís‑
El enunciado tradicional de este capítulo limita los ticos.
síndromes estratégicos a los de mayor gravedad y •• Alexia con agrafia.
consecuencia. •• Síndrome de Gerstmann (acalculia además de agra‑
6. Esta aproximación clásica a la representación ce‑ fia, desorientación derecha‑izquierda y agnosia di‑
rebral del proceso mental se basa en la correlación gital).
entre clínica y neuroimagen lesional y funcional. Sin •• Alteraciones constructivas, aunque no haya trastor‑
embargo, la investigación actual prefiere la interpre‑ nos visuoespaciales.
tación de patrones funcionales de activación cere‑ •• Signos motores y sensitivos en el hemicuerpo de‑
bral, obtenidos por resonancia magnética funcional recho, a veces.
39. LA DEMENCIA POR INFARTO ESTRATÉGICO 431
Gyrus cinguli
GA Cuerpo
calloso
o
Silvi
ra de
Cisu
(Área 44)
Corteza
frontoorbitaria
Figura 39‑3 ■ Hemisferio cerebral izquierdo (cara externa). Figura 39‑4 ■ Hemisferio cerebral derecho (cara interna o mesial).
de los miembros contralaterales, sin debilidad. Puede Los infartos subcorticales que dejan abulia o pér‑
haber negligencia hemiespacial contralateral en las le‑ dida de la autoactivación psíquica y otros síntomas de
siones derechas y dificultad para nombrar objetos en disfunción frontal son: los unilaterales de cualquier lado
las izquierdas. En la mayoría de los casos existe una en el caudado y en el tálamo anterior; el del lado do‑
patología oclusiva de pequeño vaso. El caudado es un minante en el tálamo medial y la rodilla de la cápsula
núcleo alargado que recibe distintos aportes arteria‑ interna; y los bilaterales del globus pallidus35.
les, a lo largo de su trayecto: la cabeza y parte de la El síndrome amnésico ictal se produce en los in‑
cápsula interna vecina, son irrigados por el pedículo fartos izquierdos o bilaterales de la arteria cerebral
recurrente de Heubner, que sale de la arteria cerebral posterior, al afectarse las ramas temporales para el
anterior; el cuerpo, por las arterias lenticuloestriadas, hipocampo y el pedículo perforante para el tálamo y
ramas de la cerebral media; y la cola, por la arteria co‑ dañarse la formación hipocámpica, Pero también apa‑
roidea anterior6,25. rece por desconexión tálamo‑cortical, en el lado izquier‑
El síndrome de la rodilla de la cápsula interna, de‑ do, tras la oclusión de la arteria coroidea anterior, en
bido a infarto lacunar, se ha propuesto como ejemplo sus ramas inferolaterales, dando un pequeño infarto
de desconexión de la vía tálamo‑cortical. Durante al‑ subcortical medio‑temporal, en el área delimitada por
gún tiempo prevaleció, en el pasado, la idea de que las la amígdala, el hipocampo anterior y la fascia denta‑
lagunas en la sustancia blanca cerebral no producían da28. La arteria coroidea anterior, rama de la carótida
déficit cognitivo. Los pequeños infartos capsulares se interna, con salida después de la comunicante poste‑
creían capaces de producir sólo debilidad motora con‑ rior, suple un territorio que incluye también el tracto
tralateral, a veces con alteración sensitiva y ataxia. óptico, pálido medial, núcleo geniculado externo, bra‑
Posteriormente se vio que cuando eran múltiples po‑ zo posterior de la cápsula interna, cola del caudado
dían dar demencia24,41. Y también se identificó como y el plexo coroideo del ventrículo lateral. El síndrome
posible que una única laguna ubicada en la rodilla de completo produce un déficit contralateral combinado:
la cápsula interna izquierda, cuya suplencia viene de motor, sensitivo y del campo visual.
ramas perforantes de la carótida interna o de la cere‑
bral anterior, diera demencia7. Mixtos
Tatemichi estudió a seis pacientes cuyo inicio fue
un síndrome confusional agudo, con nivel de vigilia fluc‑ El mutismo acinético fue descrito por Cairns en 1941
tuante, inatención, desorientación, déficit mnéstico, res‑ como un estado de vigilia con profunda apatía, indife‑
puestas inadecuadas y evocación confusa del pasado, rencia al dolor, a la sed y al hambre y falta de iniciativa
junto a escasa o ausente debilidad contralateral. En la psíquica, verbal o motora expresada por ausencia de
fase crónica, los cinco con lesión izquierda (dominan‑ movimientos espontáneos y de respuestas a preguntas
te) hicieron un cuadro frontal de apatía e indiferencia u órdenes. Se ha descrito en tumores de línea media
frente a las ocupaciones sociales y familiares, abulia, próximos al tercer ventrículo (craneofaringioma y otros),
pobreza de razonamiento, lenguaje escaso con anomia hidrocéfalo obstructivo e infarto en los territorios de las
y parafasias semánticas, pérdida de memoria e inca‑ arterias cerebrales anteriores, con afectación bilateral
pacidad para mantener las tareas previas. El infarto se del gyrus cinguli (v. fig. 39‑4) o del circuito subcortico‑
localizó, con la ayuda de los atlas anatómicos, en los cingular, donde están más representadas la atención,
pedúnculos talámicos, sobre todo en el inferior. El EEG la emoción y la iniciativa motora.
registró un enlentecimiento de la actividad bioeléctri‑ Tanto la abulia (término introducido por Fisher) como
ca frontotemporal y la SPECT captó una hipoperfusión el déficit de autoactivación psíquica son síndromes psi‑
frontal inferomedial, todo homolateral. Se supuso una comotores menos graves, por lesión parcial en la mis‑
desconexión talamocortical sobre la corteza orbitofron‑ ma circuitería y constan de indiferencia, apatía, falta
tal y una interrupción de las aferencias que desde la de espontaneidad y pobreza de motivación, lenguaje y
corteza insular y temporal y desde la amígdala, alcan‑ movimientos16,42.
zan el tálamo, vía ansa peduncularis. El sexto paciente, La oclusión de la arteria de un solo lado produce mu‑
que tenía la lesión en el lado derecho, hizo al principio tismo acinético transitorio, quedando una afasia trans‑
la misma sintomatología, excepto el defecto afásico, cortical motora si la ocluida es la izquierda.
pero mejoró notablemente en los 3 meses siguientes, Hay también un mutismo acinético, por lesión me‑
lo cual sugería que el déficit cognitivo, para ser persis‑ sencefálica, denominado «posterior» para distinguirlo
tente, requería el lado dominante14,23,40. del primero o «anterior», donde una pequeña lesión
Si una laguna se localiza entre el putamen y el brazo vascular puede destruir gran parte de la vía dopami‑
posterior de la cápsula interna izquierda, hay hemipare‑ nérgica en su origen, el sistema reticular activador as‑
sia derecha y trastornos del lenguaje verbal, con rasgos cendente y los núcleos del III par, según hemos visto
de afasia transcortical motora y agrafia más allá de la en los infartos de arterias tálamo‑subtalámicas pos‑
dificultad de escritura por la parálisis36. teriores3,8,16,18,26.
436 Parte III. DETERIORO COGNITIVO DE ORIGEN VASCULAR
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