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C Y
EL MUNDO
-
LEVI STRAUSS
1 Los últimos onas
/ Estructuralisrno e Historia
Octavio Paz
BlOY CASARES
volución
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sumario
Año L N? 2. Agoato de 1969
POESIA Y REVOLUCION
anatemas diversos -incluso en mulas más revolucionarim aparente- por el sí; la segunda: en todo caso,
Verde Olivo, revista del ejército mente. la- UNEAC -y Verde Oüvo- u
cubano-, que van desde el mue- LoqueP+illa enarbola, en suma, qulvocaron con mucha mayor den-
lle "burguésw hasta los durísimos es el &recho a disentir - d e s d e : sidaa, teniendo en cuenta las pa-
"traidoryy y <<contrarrevoluciona- adentro de la revolución- con tal \ h c a s de prestigio, difusión y res-
rio. o cual proceso de la revolución. Un ponsabilidad política que manejan.
derecho que Lenin, por ejemplo, su- El error esencial consistiría en no
Lamentablemente, Fuera de j u g o PO mantener vivo, en el poder, aun distinguir de qué campo procede la
se convirtió, gracias al prólogo ana- al m& alto nivel de dirección. En crítica. Y eso, más que un signo de
Heberto Padilla temizante de la UNEAC, en aprove- el terreno de los intelectuales, la "endurecimiento" - c o m o dice el
Fuera del juego ch-le, aprauchada piedra deescán- cuestión toca un probEma principal: prólogo de la UNEAG- es signo de
Aditor, 1969, 92 págs. dalo contra la revolución cubana. ¿cuál debe ser la política cultural "debilitamiento" o debilidad ideoló-
"¿Se puede escribir poesía en Cu- de un país socialista? gica y política.
ha?", algo así, Pregunta la faja de Esta pregunta no parece haber
Heberto PadiUa, 36, es uno de los una edición francesa (apuradisima) obtenido respuestas válidas y/o mi- Escribiéndole a un dramaturgo
nombres -no el n~enor- de una del libro. Sí. Se puede. Padilla puede versales, H ~ apenas,
~ , expe- austríaco que atacaba a Ibsen, En-
constelación de poetas d a n o s con- hacerla, publicarla, no ser encarcela- riencias. ~~i~~~~ insisten en una es- gels le rezongaba diciéndole que ata-
temporbeos que Fernbdez Retamar, do por sus posiciones inconformes o pecie de fatalismo geopo~ítico ('Gen ques como el suyo enojaban mucho
Fayad Jamis y Pablo h m a n d o Fer- desagradables para la dirección re- soci dista aislado frente al a Marx, le hacían decir que él "no
nández, entre otros, integran. Y si volucionaria. inigo-la URSS, antes; Cuba, hoy- era marxista". subrayaba,
-
Cabrera Infante -coedáneo y pro- Y que de eso hay, hay: palos a es fatal el endurecimiento democráti- desde luego, cogá. &
sista- eligió el xr~mdooccidental y quienes le piden todo al poeta y fi. co: las condiciones son muy duras<?) tancia: que Marx -y él-, por razo-
cristiano, casi todos ellos se volca- nalrnente lo lengua, / porque en no toman en cuenta una experiencia nes de habían
-
ron a la revolución cubana y fide- iiemPOS d i k i h rindo es ai~-muy poco visitada, precursora, el diente del marxismo en la eco-
lista. para a j w el odio y la mentira, crí- inicial- intentada por Leninfiuna- en la Y la bis-
Casi t-htmron. Menos ticm al stalinismo (soviético), p h - charski justamente en los años pri- ioria, menos en la interpretación
uno: Heberto PadiU& Outsider y re- a los genuflexos. En todo es- i meros -los m& duros- del poder política de períodos amplios,-~-mu-
bz-%3&%0 permanente, está to, la UNEAC ha visto "defensa del soviético. Vino, después, el stalinis. ch0 menos en el aite. Ha transcurii-
muy clara adhesión a la revolu- iO&iduahaQ", ideología "liberal m. paraluante y burocrático (¿era G h n siglo desde esa adverten-
tia, pero las cosas no han variado
\---
ción cubana. P,-también, que no ha burguesav y consecuencias ("fascis. fatal que viniera?), sus prolongacio-
querido -o podid- renunciar a su mo'') Pero resulta h- nes epigónicas en otros socia. mucho (entre otras cosas, gracias
vocación de crítico t y , ni en la ~onvincente.Toma al pie de la letra, listas. al sociologismo de un Plejánov, a la
vida ni en la-obra? Y de nosutros por ejemplo, evidentes ironías de fijación décimonónica de un Lu-
29" q@ -
por
/
h*toM en mnrch'
sintiendo mcú devoradoramente dia
'
Como es-
dÚa de hoy
g ~ habrá n de
el error / que
,,,a,
Cuba, casi
padilla. 0 le critica que sepa quc en lo cu~tural
P ! en~
algo que el prologo de la
UNEAC llama "tolerancia", pero&
tolerancia no es u n a d í t i s a . Uno de
~ a-k-*aocia-de
kács, ~ ~ ~ ~----
un
n o ~ )en este dificil terreno, espe-
cialmente en el plano de una
cua_al del socia~ismo en el poder.
dio / que " de escribir y como si no hubiera evidencias de sus inconvenientes consiste en la ea- Una larga práctica deformante, bajo
de vivir se
aquí. confinden?, dice que las
bles. revoluciones
Curioso: no son
no le critica otroinf&.
final pacidad de convertirse
,i0 con suma rapidez. ~en su ~ contra-
í pa-
, Sialin, empujó luego a muchos a una
En la escritura, esa actitud tam- de poema: Y el coraje, ¿qué es sin actitud "sin orillas'' tan deformada
sarse de la uarnplitu,y m& frívolaal y deformante como aquélla. No es
bién llevó a Padilla a una autocríti- zuza amettrahhra? Pero ambos per- más primario obrerismo. L~ pregun-
ca feroz y a un parecidamente feroz tenecen al mismo orden de ideas: los fácil recapitular, hacer síntesis y ba-
ta es: un escritor, desde las
despojamiento de su labia poética, revolucionarios son hombres que filas de la revolución, criticarla? lance, encontrar un camino acertado
tanto más apreciable - e n relación a pueden equivocarse, los revoluciona- ¿puede, incluso, equivocarse? Que para tan complicada madeja. Sin
libros antenores- si se tiene en nos son hombres que necesitan ar- se equ~vocanlíderes revolucionarios embargo: hay que hacerlo. Hay que
cuenta su increíble capacidad imi- mas para tomar el poder o defender- en materia de su intima incumben- empezar a hacerlo de una vez.
tativa o mimética de otros poetas, 10. No son Dios. cia, lo prueban críticas y autocríticas
su gran Y repentismo, que Otra: la UNmC acusa a PadUa sucedidas en todo el mundo. ¿ N o
ejercer A partir de atacar &ilinamente a la revolu- p ~ e &equivocarse un escritor? Y si Juan Gelman
de Padilla Tees un poli- ción Ejemplo: un poema de- se equivoca, ¿cuál es el método a
se ha permitido idénticas
dicado a Yannis Ritzos "en una cár- seguir con él? Stalin sentenció a
hacia Fuera -1 de Greciam -Furo del juego, muerte a Babel, por ejemplo: 20
jugo -libro -w
~ e r o ~ e e meni nombreó de la precisamente, donde Padilla usa du-
para los siempre
años más tarde, parece que el equi-
vocado era Stalin. Nada de esto le
( U ~ ó nde Ihritores y Ar* ocurrió a Padilla: pero un artículo
awntidoree se convierte, para la
tistas de Cuba) - le procuró: en "expediente demasiado en Verde Olivo, dada la admiración
la publicación, nomás \de la obra burdo" para aludir a Cuba. Parece y el cariño que el ~ u e b l ocubano
-uoinimemen&'&da por el mucho suponer. Con parecido apa- siente por su ejército, equivale a
hispanista inglés Cohen, el poda rato deductivo podría pensarse que condenar a Padilla al odio de mu-
peruano César Calvo, 1- atrito- el prólogo de la UNEAC -cargado chos campesinos, obreros Y Soldados.
res Lezama Lima, Tallet y Díaz de "ortodoxias" bastante alejadas de Tal vez Padilla se haya equivoca-
Martínez-, pero con prólogo en las actitudes de Marx, Engels, Lenin do en sus críticas. Hay dos verdades,
contra (en esta edición, incluido en la materia- es "expediente de- sin embargo: Padilla no está c o o b
como apéndice) del comité direc- masiado burdo" que cubre intencio- sino en la revolución cubana, y mu-
tor de la UNEAC; R e s antirrevducionarias bajo las fór- chos poemas del libro lo demuestran
L A CRITIC
COM
METAFOR
La escritura crítica de Severo Sar- turas marginadas en la órbita del sis- excluye -no por antagonismo, tal intenta "vestirse" con los "fantas-
duy debe ser leída prestando atención tema de la cultura burguesa, ver su vez- sino por autoexclusión, a todos mas" de las obras: el travesti d e
no-tanto a los objetos sobre los que grado de dependencia, su "valor" aquéllos por los que teme ser exclui- hlanuela en la obra de José Donoso
se aplica (Sade, Bataille, Marmori, como signo, y su "valor" como fac- do. Así como la "teatralidad" de Sa- es el travesti imaginario y deseado
Lezama, Góngora, los objetos en la tor histórico. La intención de Sarduy de fundada sobre la repetición (la por Sarduy. Así como el espacio de
plástica) sino más bien a los "fan- no se detiene aauí: su discurso crí- repetición, la pasión) intenta convo- la escritura es un espacio de con-
tasmas" aue convoca v al con-texto tico se elabora con toda evidencia car sus fantasmas (la Impotencia, la versiones, de transformaciones y dis-
que la suscita. Una verdadera multi- sobre ese contexto pero apela a mo- Muerte), Sarduy construye una ver- frazamientos, el espacio de la crítica
plicación milagrosa y alucinante d e delos más prestigiosos: el estructu- dadera hipertrafia de la crítica don- es el espacio de la inversión de la
la orfebrería del "camp": el ritual ralismo francés. la escuela de Lacan. d e todo se juega por metaforización: obra y del crítico.
d e la sofisticación, más allá% un Y a partir d e allí se encarna sobre el texto es el cuerpo, la escritura un Las exigencias de la traductibili-
16
camp" ingenuo, (el "camp" no pue- su propia escritura personal: la con- tatuaje, el acto de escribir ¿un reno- dad de los textos que intenta verifi-
de ser nunca ingenuo y en esto se vocación de sus fantasmas eróticos vado y empobrecido coito ineficaz? car Sarduv: la escritura de Marmori
equivoca Susan Sontag: el registro construyendo un reducido universo La fetichización de la literatura - e l crea en la página un espacio codifi-
"camp" -puesto que no es posible criptico que funciona como un "ana- predominio del logos sobre la lexis- cado por la perspectiva que "no exis-
hablar de estilo- es voluntariamen- logon" lingüístico: la crítica d e Sar- se ha desplazado no ya al discurso te más que en el recorrido de la
te sofisticado en la revisión "iróni- duy es a la Crítica lo que el lunfardo crítico, sino que atravesándolo al- mirada, que no nos hace existir más
ca" que propone del material resi- (o toda lengua argótica) es a la canza como una saeta -valga la que mirándonos, que es lo puramen-
dual d e una época: artistas, muebles, lengua: un dialecto forzosamente ori- transparencia de la imagen- el pro- te plástico", o las equivalencias ad-
objetos, partituras, interpretaciones, ginal pero simbolizante y refractan- pio cuerpo de Sarduy. La Iiteraturi- jetivos literarios = grafos pictóricos,
bailarines, alguna ópera, "gestos", te; actúa siempre por alusión a otros dad se convierte en e~cri~turalidad- piensan al discurso crítico como una
presentificados precisamente por esa significantes que están fuera de ella atracción de lo sádico hierático: el mirada. Una caricia óptica que quie-
nueva visión que se quiere ingenua) misma y de los cuales depende. De- tatuaje, de ahí que el barroco (la re "mirar" la obra como si ésta fue-
desde Greta Garbo o la exaltación tectar los niveles de la estructura teatralidad del lenguaje) se trans- se el lugar de una reunión amorosa
del "modern style", pasando por las cuyos términos erotismo = teatro = forme en la esencia misma del len- de las palabras-íconos: un encuentro
novelas de Compton-Burnett y los religión = muerte se manifiestan (el guaje literario contradiciendo a uno erótico distendido y lujoso. Sarduy
cromos "primitivos" hasta Caravag- "modelo" de Sade) en Bataille, Mar- de sus maestros, Barthes, quien pro- se apoya en los textos como si estos
gio y la pintura "sanglante" de cier- mori. Elizondo. Cortázar. es una d e pone precisamente la existencia ac- fuesen carne que mitologiza el sexo.
to manierismo. sus preocupaciones e x p l í c i t a s . Al tual de una pluralidad de escrituras. Pero una crítica escotofílica reduce
El gusto de la preciosidad "camp" mismo t i e m ~ osu crítica elabora un Una fastuosidad sexual atribuida a la obra a una descripción direccio-
no congela de niniin modo la actitud lenguaje paralelo -subversivo y en- la escritura que provoca -por opo- nal, casi teleológica, resumiéndola en
de Sarduy, le da una manera de canallado Dero irreductible a formas sición de ausencia- la aparición de una escritura ausente que se ejerce
sensibilidad, pero lo conecta fatal- mayores que le den significación ver- la austera soledad de la masturba- en un cuerpo y se agota en una es:
mente con ciertas culturas margina- daderamente "revolucionaria"- aue ción, el anagrama solicito pero mez- critura jeroglífica sobre la que se
les -no excluyentes- pero sí de- estigmatiza de irrealidad a todos los quino d e un ejercicio circular que inscribe un nuevo discurso que es-
nodadamente solitaria: póngase por niveles del propio discurso. Una crí- como el oruboros acaba por morder- panta la claridad y reclama volunta-
caso la cultura homosexual. Etnoló- tica que se desarrolla como un len- se la cola. Así texto = cuerpo son riamente el palimpsesto de la propia
gicamente esta cultura - c o m o la guaje en el exilio y busca - d e s e a - fetiches v el crítico mantiene con corporalidad. La sacralización abso-
"cultura de la pobreza9'- no ha sido fundar un discurso crítico secreto, y ellos un discurso perverso donde el luta de la escritura -tanto como su
estudiada todavía. No se trata de ne- en el secreto sus propias intermiten- Tercero Ausente, el gran Fantasma rebajamiento- concluyen siempre en
garla, -sería estúpido-, ni de exal- c i a ~eróticas. Sarduy se ocupa de las de Sarduy (el deseo del Otro-sí mis- la tergiversación. Sostener que la li-
tarla, -sería pretencioso histórica- obras como si fueran sus obras, del mo) aparece mayestáticamente: el teratura es un arte no comunicativo
m e n t e , pero sí de darle su justo ' texto como si fuera su cuerpo, de la discurso crítico se revela como un es sólo una perífrasis de la denega-
valor de realidad dentro de las cul- literatura como si fuera su Feudo, y negativo de las propias obsesiones: ción: un desdichado desborde len-
ESTADOS
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guaraz; confundir conmutación in- devaluación de la crítica y una ges- las h e r a s 1987
formacional con el concepto de "lite- tualización de la corporalidad. y n a buenos aires
raturnost" de los formalistas rusos crítica que se propone como la ins-
ea peligroso. Una vez más, es otra cripción de nuevos signos en la obra
autoridad elegida por Sarduy -Ja- -como una violación textual que le
kobson- quien nos recuerda que la da existencia- sólo remite al fan-
función referencia1 -aunque rebaja- tasma del crítico: su propia necesi-
da- está siempre en la w- dad de violación. La crítica es siem-
municación poética. pre adventicia, en un cierto sentido,
puesto que se alimenta de las obras,
ROQUE PUGLHSE
El discurso crítico de Sarduy de-
be., xDor lo tanto. aferrarse también pero no puede reemplazarlas ni re-
él a la gestualidad teatral: ese de- escribirlas. Una crítica sin literatu-
lino del enjoyamiento que convocan ra es impensable: un escándalo lógi- FUNDICION DE METALES
Góngora y Marmori se vuelven peli- co. Proveer este escándalo puede ser
grosamente contra Sarduy, lo iman- beneficioso pero es una aventura
tan y lo convierten en el juego com- riesgosa. El tema de "miroir" desde
plementario de un complejo que po- la pintura y poesía renacentista, su ESPECIALIDAD
dríamos llamar de hieratización. La glorificación en el barroco, su exal- -
LINOTIPO MONOTIPO
metalización de la came, la aurifica-
ción del cuerpo, propios de la mito-
tación actual en el objetivismo, la
confrontación especular del discurso
ESTEREOTIPO Etc. -
logía erótica de nuestros días, (po- narrativo, no implican sino un esta-
dríamos agregar el fetichismo del dio nascisístico del relato. Pero la ve-
cuero con todos sus correlatos sado- rificación de ese estadio -la litera-
masoquistas lanzado por la moda ac- tura como enigma del espejo- no ESCRITORIO Y DEPOSITO
tual y que la literatura explotara debe forzarnos a pensarlo sino pre- C0LOMB;RES 1065/69/71
desde Sacher-Masoch hasta Tennes-
see William v Mandiarmes como
cisamente como un estadio en- su
propia evolución dialéctica y no co-
-
T. E. 922-7390 922-1493
" C a p i t d Federal
un desplazamiento mecanizado del mo su forma definitiva y acabada, lo
erotismo de la piel) no son sino sig- que nos llevaría, rigurosamente, a
nificantes que &envían a una sexua- la negación del mismo modelo que
lidad gestual, que acaban por tras- pretendemos postular como esencial.
ponerse sutilmente al nivel crítico El inconsciente considerado como FUNDICION CENTRAL
como procedimientos de la hieratiza- un lenguaje (Freud-Lacan) , el "fon- RAFAEL CASTILLO
ción: una recurrencia a la solidifi- do" de la obra considerado como Partido d e Matanza
cación del gesto, de la palabra, del un vacío (el silencio: Mallarmé-
grafo, impostados en las secuencias Blanchot), o el "contenido" como
de la metaforización. Le metáfora metáfora de la ausencia (Barthes)
remite paralelamente a la consagra- nos liberan de la tentación realista, FUNDICION ANEXO:
ción de la cosa y a su devaluación, pero pueden conducimos -por pre-
es idealista puesto que sustituye la mura, por incomprensión, p.or renun- PARAGUAY 3128
cosa por un-nuevo élemento que la ciamiento- a la "agramaticalidad", Valentín Aisina
simboliza. El discurso crítico de Sar- una derisión de la escritura que se
duy es una transposición de la críti- solaza y se encanta en el peligro de
ca al lenguaje de los cuerpos: una la pura "fané". Nicolás Rosa
LOS ~ S , . a g o s t o1
W S
David M a l d a v s k y
Las crisis en l a n a r r a t i v a de
Roberto Arlt
Carios Pérez, 136 phgs.
Angel Nuñez
La o b r a n a r r a t i v a d e Roberto Arlt
Nova, 116 Mgs.
Cn su momento, Arlt no gustó de- (miserables, sórdidos, mezquinos) de menología sartreana y l a dialéctica
una obra "traspasada d e sinceridad,
masiado a nadie. Para los d e guante la clase enfocada. Queda así eqcin- de interés propio, camal. . ."
v el
he?eliana. adjudicándoles una inte-
blanco hablaba, indudablemente. de diclo el proceso creador (que para frenesí d e "expresarse fielmente" a
rioridad psicolóoica d e la que care-
cosas feas. Para el izquierdismo hoe- Larra. por supuesto, nada tiene de sí mismo. Como Murena y Sebreli, cen. humanizándolos: "Hoy no da-
dista, no elaboraba consignas inme- dialéctico) e n t r e una subjetividad oponen al reformismo fraccionista mos fe a los hombres de una sola
diatas ni propiciaba el estremecimien- todopoderosa v una crítica o b j e t i ~ a - del acto creador (Larra) una esaee-
pieza. lo contrario de Arlt, quien
to sensihlero. Pero a partir de 1942, mente estrecha. Es que con su t6r- rada defensa de la subjetividad au-
construía personajes absolutamente
es decir de la muerte de Arlt, las nica - e l realismo G-ítico- Arlt 5610 tónama -abstracta- fusionados c o n l a desgracia. .." :
bajo las deno-
<<
páginas de Columna y Condmtn tra- puede captar la desesperanza, recu- minaciones -muv a la moda existen- Hav un momento en la novela de
taron de asimilárselo. En esta última rrir a la caricatura o la farsa cuya cial- de.inconformismo rebelde, t u -
Arlt en que el repudio que se siente
revista .e le dedicó e1 número 21, importancia, como deformación es- timonial y comprometido. vor la Dersona del otro no excluve
donde: fioura una significativa sem- presiva, a Larra se le escapa. Ocurre
En Hernández Arregui (Imperinlis- la pe&anencia en la complicidád
m o y cubura) reaparecen los juicios [. . .] Es que alyo h a crecido desde
blanza del inefable L. Rarletta titu- que, en definitiva, no le interesa el
políticos instmmentales, cierto que el fondo del ser. . ." P o r eso, si bien
lada Arlt y nosotros, y otras de Nalé ~ignificadod e la ohra d e Arlt, sino
Roxlo, Rivas Roonev, A. M. Delfino, su utilidad propagandística: "Por eso desde una posición bien distinta d e observa las metáforas metálicas aue
etc. Su nrrtentidad v un raro p d e r Arlt se queda en el aspecto crítico, la profesada por Larra, pero con un se anudan aquí allá en el discurso
para refleiar la realidad fueron las negativo. Por eso, casi toda su obra mismo tono de disculpa porque en -a mi entender el núcleo desde el
vías de iustificazión del resto. De está empapada en un espíritu de crí- Escritor f r m a d o ( y el resto? ) cual centrar el "mundo" del autor-
esa versión se podía obtener un Arlt tica social -que debemos recozer- supo referir "el lento proceso d e de- les asinna l u e ~ ouna mera funciona-
sensible a todos los ambientes d e la y de un tono d e desesperación, que gradación y l a final esterilidad del lidad psico-filosófica Y estructura en
ciudad, pintoresco v sincero. A sus debemos rechazar". intelectual de la pequeño-buryuesía cambio una interpretación totalizado-
riltimas consecuencias la llevó Rafil r a cuyo eje es el mal, desde el que
TJarra en Roberto Arlt el torturndo Contra este reproche arbitrario y porteña", en fin, por su interés do- se tornan visibles. secnin él. todas las
(19501. como muestran estos ejem-
el supuesto realismo de Arlt reaccio- cumental, Nira Etchenique (Roberto relaciones y ierarquias.
1110s: "Arlt va a refleiar en su no- naron H. A. Murena v J. J. Sebreli Arlt) re tendió conciliar la riyidez También David Maldavskv ela-
vela la desorientación de la pequeña en L a .hTación (11-111-1951) y Sur partidaria, incluso literalmente fiel bora su auorte haciendo pie en la
burguesía. sector d e trascendencia (no 223, 1953), respectivamente. Uno a Larra, con un aprovechamiento de conducta de los personajes y sus
por su volumen en la vida na- para reafirmar la independencia de Contorno (especialmente la autenti- interacciones, pero con menos pre-
cional. . .": "Arlt exoone el costa- la fantasía (su obra es <<un osado cidad inmadura con la cual explica ocupación ética y m a y o r r i g o r
ejercicio de la invención", posee "una Adelaida Gigli, en El único rostro
do newtivo de los hechos y los psicoanalítico. S e propone vincular
individuos los ~ r e s e n t a dentro del imayinación enorme que surca, llena. de Jano, el mundo de Arlt), eclecti- esos actos con "la representación
marco de las relaciones sociales sacude y mantiene siempre vivas por cismo fofo al que sumó puerilidades total de una fantasía inconsciente"
vicentes. con sus mentiras v sus hi- sobre los ,gandes defectos, a sus no- citables: "sus libros traducen.. . lo del autor. Su perspectiva no confun-
velas"), viejo ardid idealista, v el que yo llamaría biosrafía del cpra- d e desde el principio, ficción y reali-
pocresías. sin considerar las causas
otro la autonomía de la libertad. de
.
Zón"; '6 . .es incapaz de permanrcer
m e condicionan la existencia d e la dad: ". . .cuando s e estudia a un
clase media, su mismo proceso de la libre elección frente a las reduc- con una idea en la cabeza sin darle personaje como representación d e un
nroletarización. P o r ello su examen ciones clínicas (psicoanálieis) o eco- forma en secguida9', etc. carácter viviente específico, no Fe
es adinámico. Pero, con todo, alien- nómicas (marxismo) y el carácter L a primera critica des& tierra toma en cuenta generalmente el he-
ta en esta crítica una dosis tan fuer- peculiar de la imayinación, que irre- firme pertenece a Oscar Massotta y cho d e que los demás personajes no
te de sinxeridnd que puede discrrl- aliza mediante el verbo. parafrasenn- se publica con el título k plnncha son seres externos con los que este
pnrse su tono acresivo tocando siem- do ideas de El ser y In nada y Lo d e mera1 en la revista Centro (NO1 3 ) personaie se conecta, tal como ocurre
pre las lindes del cinismo". Se le imngimrio, de Sartre. Hay en su posteriormente ampliada en su libro en la realidad, sino que son otras
reprocha no compartir la fe en el artículo una hipótesis final sobre las Sexo y trcricwn en Roberto Arl!. Si- versiones, otros asnectos de él mismo
futuro de la cla+e media, fábula pre- posibilidales de que Arlt se convierta ouiendo el modelo del Saint Gt-net parcialmente escindidos, y que se co-
ferida del P. C. No participar del en un mito nacional por su don pro- de Sartre, detecta las contradicciones munican con el personaje mediante
mecanicismo positivista de su idrolo- fético que r e c o ~ e r áF. J. Solero en configuradoras y cómo éstas reen- recursos ~ o c usuales
o en la vida dia-
cía. Pero se le perdonan estos "ve- el número que 10s "parricidas" de vían a su vez, a las contorsione$ de ria: miradas y otras técnicas cerca-
rros" porque fue sincero. que para Contorno dedicaron a Roberto Arlt. una conciencia apresada en las con- nas a la mania". Los c a ~ í t u l o scen-
T,arra sicnifica la verhalización to- Allí David Viñas (con el seudónimo tradicciones de la sociedad efectiva. trales constituven una verdadera re-
tnl d e la p ~ o p i aintimidad y la de José Gorini) exalta su "espíritii emi- Lástima que a esa lúcida conexión levación penética (estudia "el estilo
oils criaturas: 1 ) "Todas sus exDe- nentemente rebelde". ccindividualis- de la subjetividad con el acto obie- del proceso d e creación") durante la
riencias, por lo demás. están volcadas ta", que lo convierte en "siyno ejem- tivo d e escribir no le siga una cuida- cual detalla las connotaciones espe-
en siis obras"; 2 ) "Su penetración plar de la libertad". En cuanto a las dosa especificación de las determi- cíficas que adoptan el conflicto edi-
pcicolónica apunta a las mismas esen- colaboraciones de Ismael Viñas (Una naciones d e ambos procesos y NS pico y el tema de la muerte, propul-
cias del hombre, indaga como nadie e.zpresión, un signo, firmada con su transformaciones m u t u a s . ya que soras d e la tensión q u e nutre el
c1:s esfados de conciencia". En cam- nombre, y tres bajo seudónimo: Ln Masotta se circunscribe casi euclusi- esquema a r a m e n t a l de base: "cómo
hio se limita. con un criterio liheral
8 mentirrc de Roberto Arlt; Roberto vamente a esclarecer la estructura el narrador tenía un vínculo con un
pro,wresista. su canacidad de refleio. Arlt, unn autobiografía y Arlt-Buenos interpersonal (conducta) de los per- objeto idealizado, cómo lo perdió v
oeyún vimos. a los aspectos negativos Aires) afirman que es licito escribir sonajes en los términos de la feno- cómo $e halla en el presente de la
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Ambrica desde sus orígenes hasta
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nuestros dlas The Urbanization
Pmcess in America from its Origins
narración". Muchos elementos de la rewrdar que algo semejante decía ya ficación, acorde w n postulados re- to the Present Day
figuración arltiana ablandan su pá- Juan Carlos Ghiano en Testimonio formista~,que culmina en el libro de Dirigido por Jorge E. Hardoy y Richard
tina de misterio b a j o este férreo de la novekz argenlina. El libro de Larra. Sus falencia son cnjuiciadas P. Schaedel; textos presentados
método analítico: la huida a la locuraNúñez trae además algunas observa- extrínsecamente por Murena, Sebreli al 379 Congreso Internacional de
o el camino de la ceguera; la per- ciones útiles sobre la estructura na- y parte del número especial de Con- Arnericanistas; 364 p., 20 mapas
y gráficos, $1.900.
turbación de ciertas fuentes de satis-rrativa y la formalización del tiempo torno. Masotta primero y Maldavsky
facción vitales; el rol ambiguo de la en El amor brujo, pero se resiente ahora profundizaron -uno con mé- Informes de Investigación (22 x 27 cm):
mujer y del deseo; la progresiva in- por su excesiva escolaridad (no di- todo fenomenológico-exi S t en c i a 1 y
capacidad de los protagonistas para simula que fue originalmente una otro con el aval psicoanalítico- el Catalogo de estadisticas publicadas
en la Repiiblica Argentina (Parte 11).
extemalizar sus conflictos. aue los
1
tesis de licenciatura en nuestra ano- mensaje originario subyacente. Noé actualización y arnpliaci6n del
dina Facultad de Filosofía y Letras)
lleva al asesinato o el suicidio, etc.; Jitrik,l Adolfo Prieto: y sobre todo trabajo de Lelia l. Boeri, por C. LI.
que Maldavsky extiende a continua- y una peligrosa facilidad para adhe- Angel Núnez y Luis Gregorich, co- de Azar y M. A. Pinurno; 2 t.,
ción hasta develar la imagen implí- rir a las categorías idealizadoras del laboraron a ubicar y describir me- 1.240 p., $8.900. (Parte 1, 2 t., 824 p.,
ior valores literarios intrínsecos aue $3.500.)
cita del lector en las narraciones de
~ ~ supuesto héroe, que lo apresan en la
Arlt que selecciona, y a través de lo actuante ambigüedad de su mala fe: desbaratan para siempre el infundio Materiales para e: estudio de la
cual desemboca en una más exacta "La hipocresía social ha triunfado y de aue Arlt no sabía escribir oor- sociologfa politica en la Argentina
comprensión de las finalidades por este pobre y auténtico Balder, que que cometía faltas de ortografía y Darío Cantón, 2 t., 854 p., $5.350.
las que el autor de Los siete locos se ha jugado el todo por el todo apos- de sintaxis. Carecen de interés. en Clase Obrera y Migraciones.
escribía: ". . .la tendencia a r e ~ e t i r
tando a lo espontáneo, lo limpio, lo cambio, los comentarios de ocasión Tres estudios
narcisistameinte c o n los demás un diferente de la vida gris". en obras "académicas" (o tenidas M. Romano Yalour de Tobar, M. M.
vínculo destructivo intrapsíquico in- momentáneamente por tales) como Chirico y E. Soubie; 174 p, $870.
Aunque pertenece a una obra de
tolerable, y entonces resultaba equi- divulgación (Capítulo, la historia de la H h r M & la literatura argentina Metodologla para el planeamiento
valente al inventar, al robo, a la trai-
la literatura argentina, nQ 42) el tex- editada por Peuser, donde Camelo de la provincia de Rlo Negm
ción; un intento de inversión mágica to preparado por Luis Gregorich Bonet y Luis E. Soto recurren a la Dirigido por Alejandro B. Rofman;
y omnipotente de sus vínculos intra- consigue transmitir una exacta pa- frasecita concialidora o p a t e r n a l 90 P., $600-
psíquicos en que se sentía víctima, norámica de la vroducción arltiana. ("es doloroso comprobar cómo las Polltica de la tierra urbana
intento que finalmente fracasaba; y que enrola, por su técnica y concep- imposiciones de la vida dispersaron y mecanismos para su regulación
era también la tendencia a aceptar ciones dentro de la narrativa e x ~ e r i - su fuerza, aunque sin anularla, en en América del Sur
en sí mismo este vínculo doloroso, una producción apresurada, fruto Jorge E. Hardoy, Raúl O. Basaldba
mental urbana que fundaron Proust, y Oscar A. Moreno; 158 p., 7 mapas y
expresarlo, buscar consigo mismo y Joyce, Gide, Kafka. . . y la intercala sucesivo de la improvisación y del gráficos, $1.100.
con el otro este diálogo fecundo y certeramente en el literario empeño casi delirantes" o "Tampo-
gratificante por los sentimientos real-
argentino. En este sentido merece es- co tuvo tiempo de ordenar su mag- La población urbana argentina.
mente compartidos". La último parte nífica fiebre creadora en los cuentos Revisión crltica del metodo
pecial mención el paralelo de El ju- y los resultados censales de 1960
del libro decae porque trata de ubicarguete rabioso con Don Segundo incluidos en El iorobadito") va em- s .
César A. Vapñarsky; 206 p., $1.700.
a Arlt socioeconómicamente desde Sombra, aparecidas el mismo año de pleada a su tiempo por los manualis-
afuera y la sociología de la literatura tas Juan Pinto fPanorama de hz lite-
puede distinguir y enumerar los mi-
tos respetados o consolidados por un
1926 y ambas inscriptas en la Ila-
mada "novela de iniciaciónn. Coin- r a r a argentina contemporár~iec~),
Germán García (La m e l a urgen-
y 1 Otms titulos en catalogo
Est~cturafinanciera y desarrollo
cide con Núñez en la revalorización económico
escritor, pero no sabe extraerlos di-
rectamente del contexto literario en
que aparecen, que es su determinante
de El amor brujo, "una de las obras
más complejas de Arlt", a la que
Larra considerara "la más floja de
-.___
tina). Para la_ cultura burguesa ofi-
cial sime resultando molesto. Lo
prueba que en los programas esco-
1 D. S. Brothen, G. Di Tella, J. G.
Gurlev. E. S. Shaw y L. Solis M.;
inmediato. Maldavsky concluye ase- todas sus novelas" seguramente por- lares se incluya a Zogoibi y Don Se- El Parlamento argentino en épocas
gurando de qué modo tan efectivo que el protagonista no ejerce, como gwtdo Sombra y se deseche El jugue- de cambio: 1890, 1916 y 1946
nos hace sentir y pensar Roberto Arlt otros del autor, por lo menos una te rabioso, consecuentemente olvida- D. Cantón; 212 p., $ 750.
acerca "de la realidad que integra- estrafalaria militancia inconformista do -así como su autor- por el tex-
mos y de nuestra participación en to y reputad0 de
Sindicato y Comunidad. DOS tip* de
y segán su facilidad para juzgar en <& e s t ~ c t u r asindical latinoamencana
ella". las obras lo que se dice (autor, re- modernoso" en la enseñanza media, T. S. Di Tella, L. Brarns, J. D. Reynaud
Este mismo propósito se lee en lator, cronista, personajes, etc.) y la Historia de lo b r e a w g e d y A. Touraine; 390 p., $1.200.
varios pasajes de La obra nurraá'va no aquello que su lenguaje revela. y csmeriazna de Berenguer ~ a ñ s o m o' : 1 Puia de becas diswnibles en la
de Roberto Arlt que Angel Núñez Gregorich señala, finalmente, que Eduardo Romano Aaentina (internasgxternas)
apoya en la teoría brechtiana del ex- Arlt suDera tanto el rep-ionaliamo
" li- Departamento de Becas del Instituto
traiiamiento: "Arlt, con sus sorpre- terario como el asociacionismo psi- Torcuato Di Tella; 52 p., $430.
1 M t o r e s argentinos, Ediciones del
sas, aleja de nosotros a los prota- cológico, que importa una apertura Candil 1967.
gonistas, incitándonos a juzgarlos y narrativa que muchos novelistas pos- "¿B fantasía y lo fantástico en RO-
b m ~ ~ l t len * , B a n de l i w m m Solicite catálogo a Editorial del
convierte la sociedad ciudadana - teriores, y aun actuales, aprovecha- himínimy 1967, n* 5, Universidad del Instituto, Florida 936, Buenos Aires.
cuya v i d a nos muestra definitiva- ron. Litoral. Induido en Esiudios de litera-
mente enferma- en un objeto pasi- En suma, la crítica sobre Arlt in- tura argentina, Galerna, 1969. Distribuye Paid6s, Defensa 599,
ble de severas críticas". Es justo cluye un primer niomento de justi- \ - - . - . - 1 Buenos Airea,
literatura argentina
LAS INVENCIONES
DE BIOY CASARES
esta relación personal ha des- significado de la presencia hu- valederamente sustituible por
concertado a los críticos, en cu- mana: la relación de Borges con una pura apariencia (y acaso
yas observaciones se suele re- sus personajes -inclusive cuan- no sea más consistente que una
conocer la validez poética de do se presenta como interlocu- ilusión fantasmal) ; pero, como
Bioy Casares pero a menudo se tor de ellos- es más bien dis- quiera que sea, en Bioy Casares
desdibuja su originalidad narra- tante e impersonal, es la mirada esta realidad plena de incerti-
tiva, transformada en epígono de una divinidad que contempla dumbres es vivida por seres aná-
de las fantasías borgianas. Al a sus criaturas como Si fueran logos a nosotros mismos, en
Adolfo Bioy Casares llegar a este punto conviene se-- piezas de una compleja partida lugar de imaginada por la con-
La invención de Morel ñalar que tanto Julio Cortázar de ajedrez en la que se enfrenta ciencia de una divinidad que
Emecé, 198 págs. cuanto K o y Casares consigo mismo, su único adver- observa su creación como pasa-
-quizá los creadores más signi- sario posible. Por contraste, en tiempo intelectual de un ocio sin
Plcm de evasión ficativos en quienes se puede Bioy Casares se desliza un ele- término. A causa de ello, hasta
Galerna, 176 págs. trazar la impronta de Borges- mento humano -hasta turbia- la dimensión estrictamente fan-
dejan entrever que han trascen- mente humano, si se quiere- tástica de los relatos adquiere
dido los recursos propuestos por que es presentado con singular una peculiar tensión existencial.
examinar la producción de el maestro de sus ficciones. En- ' comprensión y dramática ironía : Cuando More1 resuelve disefiar
Bioy hay lo tiéndase que, cuando se habla de nunca están ausentes el amor, el S U extraña maquinaria, en ver-
menos fundamenta- trascender un esquema artístico deseo, la angustia ante las ase- dad está librando una lucha
les para inscribir en o filosófico, no se quiere signifi- chanzas del destino y de la desigual con el tiempo, que no es
nombre de Jorge luis Bar- car en absoluto - c o m o en el muerte. Al igual que Borges, maleable como lo concibe Hla-
ges' La primera es de indole progreso científico- un perfec- suele emplear la exposición en dik en "El milagro secreto" de
O
'r cuanto a un cionamiento que de algún modo primera persona e inclusive -al Borges, sino que es el inexorable
sector bastante y muy abroga la validez de la etapa aplicar este procedimiento- no transcurrir de que nos habla
de ficción argentina
de los
cuarenta años. La prosa de
-
representativo de la literatura precedente; ello solamente en- desdeña el efecto de sorpresa;
aun bis- traña, por el contrario, la mo- en cambio sus relatos no tien-
dificación novedosa de una re- den a simular oralidad, sino que
tórica o de un sistema de ideas adoptan el aspecto de observa-
Donne -te11 nze, where aU l ~ g t
Years are-, el verdadero gusa-
no que corroe la vida, según la
predilecta imagen manierista. A
ha por 'gual, que confiere al discípulo una ra- ciones escritas, extraídas de su vez, lo que conduce a Castel,
una superación de los procedi- zón de ser propia, cierta dimen- diarios, cartas, informes o tes- en Plan de evasión, hacia sus
mientos expositivos que se limi- sión personal que le otorga va- tamentos ; por añadidura, los experimentos alucinantes d i g -
taban a' ingenuo lores inconfundibles e indepen- narradores imaginarios propor- nos de Frankenstein o del doc-
de los y un dientes, sin desconocer en modo cionan, en sus testimonios, algo tor Moreau- es. paradójica-
abandono lenguaje alguno la actualidad y mérito n-hs que los instrumentos para mente, una estremecida compa-
'Om0 instrumento puramente Or- de la pauta que le sirvió de estructurar e interpretar la tra- sión, un deseo casi morboso de
namental; en su reemplazo, el
ejemplo proporcionado por li- trampolín. ma ficticia, ya que la entrecru- que los reclusos recobren esa
libertad de la cual se vieron pri-
bros como H k t o h unhersal de Uno de los rasgos en que Bioy zan con preocupaciones O emo-
personales : al supuesto vados, de que el hombre pueda
la infanciay jvkchnescontribu- Casares se diferencia cabalmen- ci0nes autor de los apuntes que consti- quebrar su prisión y tenga ac-
YÓ de manera decisiva a formar te de Borges (y acaso lo mismo
t u y a La invelzciÓ?t de Morel es ceso a aquello que Blake descri-
una conciencia clara de la fun- pueda decirse de Cortázar, en
ción orgánica que deben poseer una dirección muy diferente) es pasada fuga, imposible desvincularlo de su bió como el "inmenso mundo de
y todavía menos de delicia cerrado Por nuestros cin-
los recursos lingüísticos en su la búsqueda constante -ya sea
eficaz aprovechamiento litera- espontánea O deliberada- de 10s sentimientos por Faustina, co sentidos"'-
rio, a esclarecer la condición del 1 una densidad vital concreta. que 10 llevan a modificar mun- A1 mismo tiempo, presumible-
escritor, cuya tarea consiste e n i B o r g e s , 9 e m a A G - i el mlsmo do de ilusiones sensorias que lo mente atraído por las hipótesis
el manejo de una sustancia de Bioy Casares, pertenece a la circunda en la isla aun cuando de J. W. Dunne acerca de series
palabras que esta destinada a gran tradición de contadores de sabe que al incorporarse a las temporales simultáneas, Bioy
dar consistencia y plausibilidad cuentos, en quienes la trama ar- imágenes- como parte de la in- Casares ha demostrado especial
a las invenciones de la fantasía. gumental prevalece por encima cierta e inexcrutable "existen- predilección por dramatizar la
La segunda razón reviste un de la minuciosa exploración de tia" de su m-nada- deberá existencia de planos simétricos
carácter personal y deriva de la caracteres. Tal actitud, junto afrontar a breve plazo la extin- o paralelos, en los que se van
estrecha amistad que existe en- con el incesante juego verbal y ción de aquello que todo mortal rerlejando o repitiendo análogas
t r e ambos autores y que los con un trasfondo de alusión eru- entiende Por "vida" ; a Nevers, secuencias de sucesos, si bien
ha inducido, con frecuencia, a dita o filosófica- m e d i e fra- casi protagonista de Plan de eva- inevitables perturbaciones en el
ensayár labores compartidas, a guada, a medias auténtim, a sGn, no podemos desligarlo de aspecto o la periodicidad de los
subsumir las individualidades propósito nunca deslindada-, los recuerdos de Irene Y del cm- ciclos acaban por desbaratar to-
respectivas en la ficticia mis- otorga a sus invenciones una ciente desasosiego --cargado de da teoría de un ordenamiento
tencia de H. Bustos Domecq, de tesitura especulativa, una at- premoniciones- que trasunta su circular gobernado por un "eter-
B. Lyncn Davis y de B. Suárez mósfera escrupulosamente cal- experiencia carcelaria. Los per- no retorno". E n el cuento titula-
Lynch o inclusive a urdir una culada de abstracción intelectual sonajes son, en consecuencia, do "La trama celeste" hallamos
especie de juego de escondite que ha sido concebida al nivel mucho que vehículos para una Serie de Procesos cósmicos
con el lector, orientado al inter- de un puro nominalismo. E n configurar situaciones 0 acicates similares que sólo se diferencian
cambio -o a simular el in- buena medida, el encanto y la para la especulación metafísica; entre sí a causa de ligeras va-
tercambio- de estilos y tem- validez de sus narraciones radi- el desenlace de La invención de riantes. E n La invención de Mo-
peramentos. La acción conjun- can en esta estrategia, que em- Morel nos induce a sospechar re1 descubrimos la periódica
t a de ese influjo general y de pero posterga o disminuye el que quizá la realidad humana es reiteración de las imágenes co-
DE PROXIMA APARICION:
BIBLIOTECA BE PSlWMETRlA Y Psicoanálisis de los ulcerows
Los estructuras elementobs d d parentesco
A. Gorrno
C. Lévi-Strouss PSICODIAGNOSTICO
Un símbolo vivo.
Poder político y cambio estructural en lo Arquetipos, historia y sociedad
Argentina Lw tests proyectivot gráfico*
J. Oyhonorte V. Hornrner A. Haber
Los wígenes intelectuales da lo mvdueiós Diagnóstico Ronchach de la pononalidad
francesa B. Klopfer
D. Mornet BIBLIOTECA CIENCIA E HISTORIA
DE LAS RELIGIONES
BIBLIQTECA HISTORIA
BIBLIOTECA DE CULTURA CLASICA
h evolución del pensamiento judío
b conquista del mundo matarid J. B. Agus
Los antiguos morinor. J. Nef . -
Navegontes y guerreras 6 1 n#r en rl La libertad y el hombre
M t e r r á n e o de lo Antigüe&d Histwia dc los Estados Unidos de América J. Courtney Murroy, K. Rohher;
Lionel Cosson H. C. Allen J. Y. Calvez y okos
En su libreria y en
LIBRERIAS PAIDOS
Capital: Las Heras y Cánning Mar del Plata: San Luis 1838. Local
(Galería Las Heras). 19 Galería Rivadavia.
LIBROS MOMENTO
Robert J. Alexander
AMERICA LATINA, HOY
[La tierra, l a población, l a economía,
el trabajo, l a sociedad; ej6rcitos,
educación, poiltica)
Raúl H. Cadagnino
TE0Ri.A DEL TEATRO
(Introducción a modos actuales d e
conocimiento del arte dramático)
Raúl H. Castagnino
EL CJRCO CRIOLLO
(Colección Clásicos
rrespondiente a los aconteci- reducción del narrador en la grado, en cambio, un difícil y Hispanoamericanos, n? 18)
mientos de una semana. E n "El actividad de la máquina de im- casi perfecto equilibrio, una ri-
perjurio de la nieve" otro rela- presiones sensorias, las observa- ca y laberíntica concentración, Raúl H. Castagnino
to breve, nos enteramos de que iones aparentemente triviales que pocas veces se ha dado tan TEATRO ARGENTINO
la estricta regularidad observa- del editor. E n "El perjurio de la venturosamente en la literatura PñEMORElRISTA
da en un ámbito cerrado logra iieve", Villafañe omite decirnos hispanoamericana. (Colección Clásicos
obstaculizar la acción del tiempo que Oribe plagió la aventura que Hispanoamericanos, no 19)
y a e la muerte, hasta que el él mismo no confiesa, actitud Jaime Rest Jos6 Chudnovsky
ardid se quiebra por la intromi- que trata de esclarecer Alfonso DIOS ERA VERDE
8ión de una presencia extraña Berger Cárdenas - c u y a s inicia- (Con prólogo d e
al mecanismo. Puesto que las si- les no en vano coinciden con las Miguel Angel Astun-)
tuaciones en líneas generales del autor real-, un albacea lite-
rario que llega a resultarnos Heinz Eulau
tienden a repetirse, un observa-
dor que no está sometido a ellas desconfiable. Por su parte, en LA PERSUASON
puede contemplarlas desde dis- "La trama celeste" conocemos Y EL COMPORTAMIENTO
tintos hngulos, circunstancia que lo sucedido al capitán Ireneo EN LA POLmCA
le confiere una especia de ubi- Morris a través del testimonio (El más serio intento d e organizar u n a
que el doctor Carlos Alberto ciencia política pura b a s a d a e n
cuidad espacial, una visión cali- l a conducta del hombre)
doscópica de los acontecimientos Servian, un homeópata armenio
muy parecida a la que reciente- nacido en Rauch que declara su Pedro Inchauspe
mente ensay6 el grabador ho- inveterado odio por los turcos, REIVINDICACION DEL GAUCHO
landés M. C. Escher en algunas ha enviado a un anónimo autor, (Ensayos, disquisiciones folklóricas
litografías (Macizo y hueco, junto con las obras completas y cuentos)
Belvedere), que a juicio de Ernst de Blanqui y "un anillo de escaso Alejandro Losada Guido
Gombrich - e n el último ensayo valor" en el fondo de cuya pie- MARTIN FIERRO.
de sus Meditatwns on a Hobby dra "se veía una diosa con ca- HEBOE, MITO, GAUCHO
orse-, revelan "la oculta com- beza de caballo". Por último, (Introducción a u n a lectura significativa
plejidad de toda lectura de imá- corresponde señalar que el texto del Poema)
genes". Esta técnica expositiva más complejo quizá sea el de Juan Mcuiuel de Rosas
ha seducido sobremanera a Alain Plan de evasidn : el material ori-
ginal se compone de la corres-
información INSTRUCCIONES A LOS
Robbe-Grillet, quien no sólo de- MAYORDOMOS DE ESTANCIAS
claró su admiración por Bioy pondencia enviada por Nevera,
(Con u n a biografía del autor,
Casares sino que además eviden- la exactitud de cuyas apreciacio- por Pedro d e Angelis)
temente utilizó el ejemplo ofre- nes ignoramos; a ello se agrega
cido para elaborar los enfoques un par de cartas de Xavier Bris- Raúl Scaiabrini Ortk
experimentales que desarrolló en sac, en transcripción fragmen- BASES PARA LA
su novela Dans le iubyrinthe y taria; pero la versión de estas RECONSTRUCCION NACIONAL
en el guión de L'année derniere fuentes no es directa, pues han (El testamento polltico-económico
t-l M a r h b a d . Existe, empero, sido reelaboradas por una ter- LA HISTORIA DE EVA PERON d e Scalabrini Ortiz)
otro nivel en el que Bioy Casa- cera persona que tiene un inte- Robert Theobald
res utiliza una acumulación de rés directo en desdibujar su Roberto Vacca y Otelo Borroni ha1 LOS RICOS Y LOS POBRES
planos paralelos, con resultados responsabilidad en un asunto de concluido u n a vo!uminosa Historia dc (Un estudio sobre l a economía
aún más intrincados y fascinan- familia que sólo se presenta en Eva Per6n que será ~ u b l i c a d a,por Cdi db l a s expectativas nacientes)
tes ;éste ya no corresponde a las forma incidental. Lo notable es torial Galerna y que constituye l a m&: Guülemro A. Terrera
situaciones referidas en los re- el hecho de que, a partir de una amplicx y completa invetigación sobrt
composición tan intrincada, Bioy SOCIOLOGIA Y VOCABULARIO
latos sino a la presentación mis- el tema realizcda hasta el presente. LC
DEL HABLA POPULAR
ma de la narración. Mediante la Casares logre como resultado obra, por su magnitud, comprender(
narraciones absolutamente co- ARGENTINA
introducción de diversos narra- dos tomos. El primero estará compuestc
dores que se superponen en la herentes y claras, pese a la dosis con material documental, testimonios 1 Guülermo A. Terrera
redacción o comentario de un intencional de equívocos apa- opiniones e incluye u n a detallada,cro TRATADO TEORICO-PRACTICO
mismo texto, el autor logra un rentes. nología d e s u vida intercalada con lc DE SOCIOLOGIA
efecto de sugestiva ambigüedad E n las observaciones prece- d e Juan Perón. El segundo volumen e s (Para universidades y colegios
que nos hace sospechar inexac- dentes, hemos utilizado pocas t6 formado por u n a selerrión d e ma superiores)
titudes deliberadas o quizá acci- ilustraciones de la narrativa de terial gráfico -nacional y extranjero- Oscar A. Uriondo
dentales de los testigos imagi- Bioy Casares. Excluidos algunos q u e sintetiza l a evolución d e Eva Pe. UN ENIGMA ACTUAL
narios e inclusive la existencia escritos juveniles y varias obras rón a trav6s d e sus momentos más tras. (Los objetos aéreos no identificados)
de diferentes lecturas que po- en colaboración, al comienzo de cendentes e n el plano político y per
drian intercambiarse, hasta lo- La otra aventura - s u reciente sonal: 380 fotografías e n s u mayoríc Oscm A. Uriondo
g r a r una pluralidad de dimen- volumen de ensayos- este autor inbdifas. - EL PROBLEMA CIENTETCO
siones en la trama ficticia. E n reconoce la paternidad de otros Historia de Eva Per6n - a l g u n o s a n DE LOS OVNI
La i n u m - ó n de Morel, por nueve libros, producción que es- ticipos d e l a cual aparecieron recien (Un enfoque metódico y preciso d e
testimonios reales observados,
ejemplo. la narración nos expone tá muy lejos de resultar abulta- temente e n el semanario Siete D i a e técnicos y a ú n científicos)
~imultáneamentelos temores de da si s e piensa que abarca unos será publicado casi simultáneamentt
un prófugo, el funcionamiento treinta años de labor. Al resistir e n Estados Unidos, Francia, Inglaterrc En librerías y. en
de un mecanismo insólito y sus las tentaciones de una fácil pro- e Italia, mientras están e n gestión otra: EDITORIAL PLUS ULTRA
posibles consecuenciw, la in- digalidad, Bioy Casares ha lo- traducciones. Comentes 569 lo - TeL 49-1532/0151
que se resume -a nivel del len- d e la visión del mundo del que es
que nombran a los personajes de la ticipa de ese mundo y proclama
guaje- un sistema indescriptible pa- novela. En este sentido, el pedido del excluido, repite (es) la condesa de
Báthory sentada ante su especialísi- -negándola- la ideología que lo
ra las pautas de la lógica corriente. comensal y la libre traducción ("cas- piensa.
En el espacio constituido por el texto tillo sangriento7') estaban presentes mo espejo acomodado a su anatomía
y donde se aletargaba en largas Héctor Schmucler
se suman otros chateau: el conjunto desde la evocación "inmotivada" de
establece la lógica interna de ese Frau Marta, quien repite la función autocontemplaciones; d ) el basilisco
<< que se repite en el clip de Hélene 1 Valentine Penrose, en Erzébet Bá-
texto; la sintaxis no se esfuerza en condesa sangrienta", Erzébet Bátho- thory, la comtesse sanglante, narra la
la "representación" del mundo ex- ry, y sus lugares de residencia: el y en el anillo de M. Ochs. historia de esta mujer protegida de los
terior, sino en el cumplimiento de Castillo (chhteau) de Csejthe en Habsburgo que, hacia comiemos del
una verdad presidida por los sig- 2. Dicho de manera escandalosa, siglo XVII asesinó 650 muchachas me-
Hungría y la Basilisken Haus, en
nificantes. 62, debe leerse de chateau a chateau diante refinadas torturas. En su castillo
Viena l. en la interioridad del significante; de Csejthe (Hungría) y en su residen-
cia en la calle Blutgasse en Viena,
A. Juan compra un libro de Mi- C. El precedente elemento de la no de sujeto a predicado. Las "razo- desencadenó durante 6 años las más es-
chel Butor, 6.810.000 2itres d'enu par constelación completa la estructura nes", la lógica de su trama, nada pectaculares orgías de sangre. Siempre
secorule, aunque "sabe que no (lo) (dentro del pensamiento saussuria- tienen que ver con las determinacio- vestida de blanco, uno de sus placeres
va a leer", y en el que se utilizan no podría llamarse paragramática) nes psicológicas habituales que refle- favoritos consistía en empapar sus ro-
pas con la sangre que vertían durante
las memorias del Conde de Cha- que sirve de sustrato para la com- jan los mecanismos del pensamiento largos suplicios jovencitas vírgenes.
teaubriand sobre las cataratas del prensión del texto: un único simi- de occidente. Juan comDra un libro
Niágarat para construir un relato - ficante, ch:hateau, ordena la 1ógicauin- porque antes o después iantes y des-.
LOS LIBROS, agosto 1969 11
presencias
Germán Garcia
-- - -
ESCRITURA Y CINE:
DOS TIEMPOS VERBALES
La primera comprobación de quie- El texto no vuede sino enumerar brevísimas. los muestran en distin- trucción del film), se revelará insufi-
nes se propusieron comparar el len- cada uno de los elementos que reco- tas actitudes que se excluyen entre ciente para comprender al cine mo-
guaje del cine y el de la literatura ge, ordenarlos sucesivamente en una sí y en un orden temporal disconti- derno ( a los films hechos como a
sigue siendo válida: la palabra con- línea que es la del discurso verbal. nuo: "une sorte de séquence poten- los films posibles) porque en el ci-
-
nota, la imagen denota. El texto es-
crito suscita en el lector ecos que
El modesto ejemplo usado en el pá-
rrafo segundo ya sugiere que, como
tielle" (Christian Metz) , "the first ne sonoro coexisten sistemas de sig-
nos diferentes. La imagen misma
sequence ever shot in the conditional
la imagen prevé, fija, agota. la paradoja de Zenón, será imposi- tense" (Richard Roud). Pero, aun puede ofrecer a ) una imagen pro-
"David y Lucien estaban cerca de ble agotar verbalmente las precisio- admitiendo esta extensión del "modo piamente dicha y b ) textos propues-
la ventana emplomada del patio, en nes que la imagen denota, porque potencial", cabe señalar que el as- tos para la lectura. Estos, a su vez,
el momento en que, hacia las dos, cada una estalla sucesivamente, ina- pecto verbal está sugerido por la pueden estar dirigidos al espectador
cuatro o cinco obreros abandonaron gotablemente, en otras nuevas. La swesión contradictoria de imágenes: en forma convencionalmente infor-
el taller para ir a cenar. Cuando el imagen las incluye, casi con desen- cada una. mientras dura sobre la mativa ("Londres, 1876", "Pasaron
patrón vio a su aprendiz cerrar la voltura, en un solo cuadro, donde, si pantalla, es cierta, en un presente ' cinco años" o cualquier otra preci-
puerta con campanilla que daba a la bien la atención del espectador no del indicativo sólo modificado Dor sión parecida; también, textos más
calle, llevó a Lucien al patio, como las descifra exhaustivamente, sabe la yuxtaposición con otra imagen prolongados que resumen, por ejem-
si el olor de los papeles, los tinteros, captar un todo sintético en el que que la contradice. El modo verbal. plo, los antecedentes históricos o fic-
las prensas y las maderas viejas cualquier variación, aun indiscerni- por lo tanto, surge de la incongruen- ticios de un episodio, o citan a modo
le hubiesen resultado insoportable" ble, modifica las relaciones del con- cia semántica de una imagen con de epígrafe un texto literario) y
(Illusions ~ e r d m sprimera
, parte, ca- iunto. otra, y no está en cada una de ellas pueden ser los que lee un personaje
pítulo "Une imprimerie en provin- Al mismo tiempo, en esa incapa- como en el verbo que dice una ac- en la ficción y la cámara alcanza
ce"). La traducción en imagen de este cidad de la palabra para dar cuenta ción. El texto puede decir: "escapa- servicialmente al espectador para
párrafo analizaría ad infinitum cada de la superficie de toda (cualquier) ría de este modo" y "escaparía de permitirle participar en la situación
elemento: el aspecto de David y de percepción reside su poder: le per- este otro"; la imagen sólo puede de- (cartas, periódicos, una dirección
Lucien (no sólo sus rasgos, su ropa mite desentenderse de trivialidades cir "escapo de este modo" e, inme- anotada en un trozo de papel). La
en ese momento; tambikn sus p t o s , que la imagen no puede eludir; és- diatamente, "escapo de este otro", banda sonora no sólo recoge a ) mú-
el andar o las actitudes en la inmovi- ta, en cambio, aun severamente des- ~rovocando con esta contradicción sica, incidental o de acompañamien-
lidad), la ventana emplomada ( isus pojada, difícilmente alcanzará una un modo ilusoriamente potencial. to, y b ) ruidos, en clave naturalista
cristales tienen forma de losanjes? austeridad tan estricta como la pa- La imagen cinematográfica puede (motivados por la acción visible) o,
¿son de colores? ¿permiten ver el labra. "David y Lucien". ante el len- intentar la abstracción por medio de aunque éste sea un uso poco prac-
patio? ;cómo es éste?), los cuatro o te de la cámara, son dos continentes una depuración de los elementos vi- ticado, expresionista; sino también
cinco obreros que en la imagen se- que mantienen en difícil pero soste- suales, pero no alcanzará el plano c) la palabra misma en diversas
rán, ineludiblemente, cuatro o cinco, nido equilibrio innumerables parti- del razonamiento di~cursivopuro, en claves : diálogo, narración en off,
figuras distintas, con el taller que cularidades, que los nombres David el que la palabra se mueve con monólogo interior.
abandonan y la calle (¿hay sol o y Lucien han desprendido de un naturalidad; ésta, a su vez, puede La capacidad del cine actual para
está nublado?) a la que ingresan contexto anterior, o no, que han po- apelar a la metáfora y a la descrip- explorar y codificar su propio siste-
como términos visibles del acto "sa- dido suscitar en el lector, o no, por ción, instancias de "imagen" verbal, ma reside no tanto en la suma de
lir". su capacidad de nombrar sin mos- pero en ambos casos la eficacia de estos órdenes parciales sino en un
No es necesario proseguir la des- trar. estos recursos, de poesía o precisión campo fluctuante pero no impreciso,
composición: por otra parte apenas Corolarios. Jean Ricardou: Si la
L
devenderá más de lo m e mantienen determinado por las relaciones posi-
esbozada, de una cita tan breve.& rareza (o, por lo menos, la limita- tácito que de lo que nombran. bles entre esos órdenes: suerte de
imagen cinematográfica individualiza ción) de los objetos descriptos por Por ello el cine resulta más propi- variable espacio central, donde se
todo lo que la palabra iehusa par- el novelista es necesaria; la de los cio para la creación poética, donde contrapone a la naturaleza sucesiva y
ticularizar; sin embargo, no es exac- objetos filmados es conthgente. Pier juegue más plenamente el carácter concreta de la imagen la capacidad
to suponer en la mente del lector una Paolo Pasolini: El escritor utiliza mágico, o simplemente imaginario, de abstracción de la palabra, para
tarea de compensación, equivalente signos que están (deben estar) reco- de la imagen convocada y suscitada. impugnarla o corroborarla, y se jue-
a la de colorear un libro de dibuios gidos en un diccionario, eq decir: Aunque ya Einstein se consideraba ga con la duración de ambos dis-
infantiles. Es, más bien, en un limbo 1 cuya limitación es obvia. El director capaz de filmar El capital, sólo re- cursos.
impreciso entre el signo (la palabra ! de cine opera con signos innumera- cientemente se han comenzado a ex-
escrita) y el resultado de la opera- bles para los que la idea misma de plorar las posibilidades de que el
ción llamada lectura donde la con- ' diccionario es impensable. cine acceda a registros (como el en-
notación opera libremente y cada La imagen cinematográfica, por sayo) que tradicionalmente habita
lector responde con diversa litera- otra parte, vive en un perpetuo pre- la palabra. Y el interés de estos en-
Edgardo Cozarinsky
lidad a su estímulo. sente del indicativo : su ca~acidad sayos (ya mezclen ficción, "docu-
Y, sin embargo, tanto la página de mostrar una acción en el proceso mental", encuesta o expotición di-
escrita como el trozo de celuloide de cumplirse es, también, su don y dáctica) no depende de su capacidad
impreso parecerían sufrir, aun re- su límite. Tiempos y modos verbales para traducir un proceso verbal sino
husar. el carácter de los límites don- le son ajenos, excepto en clave me- del descubrimiento de caminos pro-
de reside su intransferible riqueza, tafórica, no implícitos en la misma pios para avanzar hacia una meta
tender hacia las posibilidades del acción mostrada. También aquí el común desde distintos puntos de par-
--
otro: inalcanzables, pero en cuya intento de desafiar estos Iímites los tida.
busca se cumple esa exploración de confirma e ilustra las posibilidades Todo análisis fundado exclusiva-
las posibilidades propias, que con- de un lenguaje. mente sobre las propiedades d e la
firma aquellos límites en el acto En la secuencia de Pierrot le fou imagen, aun del montaje (entendido
mismo de ponerlos a prueba y los (Godard), donde Belmondo y Kari- como compaginación de una imagen
agota al demostrarlos. na huyen de París, las imágenes, con otra o como principio de cons-
antropología
ESTRUCTURALISMO
E HISTORIA
fonología (desde Trubetzkoy) manifiesta, más difícil será c a p "En la lengua, como en todo
demostraron que para formular tar la estructura profunda, pues- sistema serniológico -había di-
relaciones necesarias en los he- to que entre el observador y su cho Saussure-, lo que distin-
chos de la lengua había que pa- objeto se erigirán como obstácu- gue a un signo es todo lo que lo
sar del estudio de los fenómenos los los modelos conscientes. Pero constituye. La diferencia es lo
Claude Lévi-Stmuss conscientes al de su infraestruc- el hecho de que éstos existan que hace la característica, como
Antropología estructural tura inconsciente. Extendiendo tampoco es indiferente para la hace el valor y la unidad". El
Eudeba, 1968,371 pp. el procedimiento a otros campos elaboración del modelo científi- modelo semiológico se funda en
de investigación de lo social, co: también ellos son significa- un análisis de valores diferen-
parece claro que dicha infraes- tivos y en ese sentido integran, ciales. No existe una realidad
El uso de la noción de estruc- tructura sólo puede a p a r e c e r como un elemento más, los he- sustancial a la que se refieran
tura en las ciencias sociales está desplazando la atención desde el chos que debe explicar el obser- los términos opuestos; el valor
lejos de ser unívoco. Más allá de marco vivido Y sabido por los vador. La estructura sólo ~ o d r á de cada uno está determinado
las denotaciones vecinas que en- actores hacia la base inc6nscien- ser "puesta en evidencia" Qupe- por su oposición al otro: son
cuentra el término, puede hacer- te que sostiene la complicada rando el objeto inmediato 'r cons- las relaciones opositivas las que
se una gran distinción: en algu- red de sus relaciones y bus con- truyendo Ün "superobjeto" que le asignan su posición; en otras
nos autores, la estructura es una ductas. no es sino una estructura lac palabras : las diferencias. Esfa
propiedad real de las relaciones Una regia matrimonial, un ri- tente. Esta, considerada como perspectiva implica un pasaje de
sociales; en otros, es un modelo to, una forma de organización modelo, no se induce de los las sustancias a las formas; de
para estudiar la realidad social. social, son modalidades por las fenómenos observados : es cons- lo producido a las reglas de su
Así, los primeros muestran una cuales los hombres otorgan una truida mediante operaciones for- producción. Si "la actividad in-
estructura existente en el juego significación a la vida social. Pe- males que ponen en juego fun- consciente del espíritu consiste
de las relaciones sociales; los ro la significación otorgada no se ciones matemáticas; el cálculo en imponer formas a un conte-
segundos, en cambio, consideran agota en el saber consciente que de sus valores, en un momento nido, y si estas formas son fun-
a éstas como materia prima a ellos tienen de tales modalida- dado, puede ofrecer una base damentalmente las mismas pa-
partir de la cual se construye el des. Los elementos significativos para la previsión. ra todos los espíritus, antiguos
modelo estructural. Esto no sig- son fragmentos a los que se con- Estamos pues, muy lejos de y modernos, primitivos y civili-
nifica que en la primera concep- cede un sentido "interior" a la la "verdadera y significativa zados. . . es necesario y suficien-
ción no se utilicen - e n tanto cultura en que los hombres vi- analogfa" entre la estructura or- te alcanzar la estructura incons-
hay selección y control de da- ven. Comparando la diversidad gánica y la estructura social. ciente que subyace en cada insti-
tos- modelos, ni que la segunda de esos sentidos en cierto nú- Para la corriente que menciona- tución o cada costumbre para
superponga los suyos a una rea- mero de sociedades, se pone de mos en primer lugar, y que obtener un principio de inter-
lidad de otro modo amorfa. Sí en manifiesto una vinculación in- acepta, de uno u otro modo, pos- pretación válida para otras ins-
cambio que puestos a obrar con terna de las significaciones que tulados organicistas, la estruc- tituciones y otras costumbres".
la materia social, unos encuen- las hace comparables y oponibles tura no está en un plano distin- Nada más inconsciente, por
tran la estructura en el nivel de en el seno de un modelo general. to al de las relaciones sociales ejemplo, que el sentido de la
acción de los actores y otros en Asf corno la fonología "constru- mismas ; ae despliega en su mis- p r o h i b i c i ó n del incesto p a r a
un nivel segundo en el que esa yó" el sistema fonológico para mo nivel : "la observación direc- ' aquellas sociedades (todas, al
acción, las relaciones que instau- dar cuenta de las relaciones en- ta nos muestra que los seres parecer) que ponen en práctica
ra, etc., son descompuestas y tre los fonemas, así el antropó- humanos establecen vínculos re- tal interdicción. E n Les struc-
luego recompuestas siguiendo logo "construye" el modelo que cíprocoa mediante un complejo tures élésnentaires de la parenté,
otro plan. Este plan es "cons- dará cuenta de las relaciones conjunto de relaciones sociales. después de pasar revista a una
truido" en el sentido de que su diferencides entre los hechos so- Yo uso el término 'estructura' serie de prohibiciones de di-
diseño no se corresponde con las ciales significativos. Este modelo para designar este conjunto de versos grupos indígenas, Lévi-
situaciones vividas por los ac- -por definición- no es cons- relaciones realmente exhtentes" Strauss llega a la conclusión de
tores o con las relaciones inme- ciente para los hombres que par- dice Radcliffe-Brown 3. Este au- que todas ellas se reducen a un
diatas que ellos mantienen, sino ticipan en la significacibn dentro tor tiende a definir la estructura denominador común : un "abu-
que busca satisfacer las propie- de las distintas áreas. Ellos pue- basándose en su coherencia in- so de lenguaje", y que en ese ca-
dades formales del modelo. Aho- den tener su propio modelo, del terna y su permanencia en el rácter son agrupadas por dichos
ra bien, tal modelo, lejos de ser que el antropólogo, el sociólogo, tiempo; en su concepción, pues, grupos junto a la prohibición
arbitrario "debe dar cuenta de desconfiará como de una "ideo- la 'estructura' denota : 1) el con- del incesto. Su conclusión es
todos los hechos observados" 1. logia" inmanente al sistema. E l junto de las relaciones sociales; sugestiva : "tQué significa esto
Esta última corriente - q u e verdadera modelo, el cientffico, y 2) aquella "parte del objeto, la sino que las mujeres mismas son
tiene en Lévi-Strauss uno de sus va más allá de las apariencias parte dura, resistente". I,a es- tratadas como signos de las que
representantes más destacados- visibles y explica lo sabido por tructura inconsciente de Lévi- se abusa cuando no se les da el
se inspira declaradamente en los lo no sabido, lo consciente por Strauss, en cambio, es más bien uso reservado a los signos, que
modelos de la lingüística, disci- lo inconsciente. El modelo in- una potenciatidad del objeto que es el de ser comunicados ?" '.
plina que hace medio siglo, con mediato que encuentra el etnó- el etnólogo puede "superar" pa- Las reglas matrimoniales re-
Saussure, sentó las bases de un grafo no puede ilustrar16 sobre r a construir "una suerte de 'su- presentan medios de asegurar la
estudio estructural de los hechos la estructura profunda que sub- perobjeto' que es, en definitiva, circulación de las mujeres en el
sociales a partir de su descubri- yace en la conciencia colectiva: un sistema de relaciones". Por lo interior del grupo social, así co-
miento de que la lengua es un "su función no-consiste en expo- demás, Radcliffe-Brown compa- mo las reglas económicas sirven
shtema "en el que todas las par- ner los resortes de las creencias ra una sola sociedad en diversos para asegurar la comunicación
tes pueden y deben considerarse y los usos, sino en perpetuar- momentos, mientras que Lévi- de bienes y servicios, y las re-
en su solidaridad sincrónica" 2. los". Más aún: en la medida en Strauss establece comparaciones glas lingüísticas para la comu-
Los posteriores desarrollos de la que sea más clara la estructura externas entre sociedades. nicación de los mensajes. Y el
14 LOS IDROS, agosto 1969
este es el signo de
LOSADA
hecho de que "el 'mensaje' esté gún momento podrá producirse abiertas perspectivas inéditas. que le ofrece
constituido por las mujeres del una asociación definitiva entre "Formalmente", está en la mis-
grupo que circulan entre los cla- la antropología social, la econo- ma situación que el fonólogo: EDUARDO GUDIAO KIEFFER
nes, líneas de descendencia o mía y la linguística, que, an con- también los términos de paren-
familias (y no, como en el len- junto, sentaría3 las bascs de una tesco (como los fonemas) son FABULAR10
guaje propiamente dicho, por ciencia de la comz~nicación.Esa elementos de significación, y só-
las palabras del grupo que cir- ciencia "consistirá sobre todo en lo la adquieren en la medida en BORlS VlAN
culan entre los individuos) no reglas" que serán independien- que integran sistemas; éstos,
altera absolutamente la identi- tes de la naturaleza de los par- además, son igualmente elabo- OTONO EN PEKlN
dad del fenómeno considerado ticipantes cuyo juego rigen. Pa- rados por el espíritu en el plano
en ambos casos". Ampliando de r a fundar este proyecto, se nos del pensamiento inconsciente, y, ROBERT GRAVES
este modo la noción de comuni- recuerda la definición de von por último, la recurrencia de las
cación para incluir en ella la Neumaiin : el j u e g o o n s i s t e en formas de parentesco sugiere LOS MITOS HEBREOS
exogamia y las reglas derivadas el conjunto de las reglas que lo/ que tanto en uno como en otro
de la prohibición del incesto, describen ; el único factor perti- caso, "los fenómenos resultan
Lévi-Strauss sugiere una hipó- /
riente ea saber cuándo el jugada- del juego de leyes generales, pe- DOCE POETAS
tesis sobre el origen del lengua- p u e s e E g i F y Cuándo no puede ro ocultas". FlLANDESES
je. Primitivamente las palabras liacerlo. Reglas, elección: una ¿Qué lugar ocupa la historia
habrían sido enteramente valo- vez más el programa central de en esta doctrina? A primera vis- elegidos y traducidos por
res, para luego convertirse en Lévi-Strauss: establecer el in- ta, y en las formulaciones me-
signos. Esa evoliición no se re- ventario de los posibilidades in- nos polémicas de Lévi-Strauss, MAlTl ROSSl
produce en el caso de las muje- conscientes del grupo humano en el tiempo histórico se presenta
res, que mantienen - d e acuerdo tanto ellas fundan lo social, o como aquello de que cayece la JORGE AMADO
con las reglas matrimoniales- del espíriti: humano en tanto etnología: una cuestión de he-
el carácter de signos, y también éste surge deslindando (y corre- cho, lamentable, a la que se debe DONA FLORA Y SUS
el de valores. La "posición am- lacionando) naturaleza Y cul- resignar. Entre las poderosas
bigua" de las mujeres en el sis- t11ra. fuerzas que a r r e b a t a r o n ese DOS MARIDOS
tema de comunicación entre Puesto que el ideal consiste' tiempo histórico hundiéndolo en
hombres, en que consisten las en s o m e t e r progresivamente la nada, está, Por supuesto, en JEAN FRANCOIS RNEL
reglas matrimoniales, ofrece, se- las ciencias sociales a los crite- primer lugar la ausencia de es-
d n Uvi-Strauss, una imagen ríos de objetividad de las cien- critura en 10s pueblos desapare- CONTRA CENSURAS
de lo que en un tiempo fueron cias exactas y naturales, nada cidos. LOS limitados contactos esperen a
las relaciones del grupo humano más coherente que desterrar de con las poblaciones alejadas. Y el
con las palabras. El impulso ori- aquéllas 10s efectos de la confu- escaso interés por establecerlos KENSABURO OE
ginal que movió a los hombres sión entre el observador y su antes del desarrollo de la etno- MIODRAG BULATOVIC
a "intercambiar" palabras des- objeto. Esta condición es par- logía, privaron a ésta de la di- YAMBO OULOGEN
cansaría en "una representación ticularmente posible en la lin- mensión histórica de su objeto. YERZY KOSlNSKl
desdoblada. derivada de la fun- güística, donde "la influencia El colonialismo, Por Su parte, Ya
ción simbólica que hacía su pri- del observador sobre e1 objeto aniquilado ese tiempo Y JOSE STEVENSON
mera aparición". E n el momento de observación es despreciablew, a 10s hombres que 10 vivieron. RAYMOND QUENEAU
en que un objeto sonoro es apre- ~a aparición de la fonología Sin embargo, "no cabe concluir ARNQLD WESKER
hendido como ofreciendo un va- representó así un acontecimien- Que ella no existe" ni tampoco HORST BIENECK
lor inmediato,'tanto para el aue to de profunda significación pa- adjudicarle a priori una histo-
habla como para el m e escucha, r a las ciencias sociales, que ria estancada: "el etnólogo de- y no olviden a
adquiere una naturaleza contra- cumplir6 en éstas "el mismo pa- dicado al estudio de socieda-
dictoria "cuya n e u t r a l i z a c i ó n pel renovador que la física nu- des vivas Y actuales no debe SARTRE, ASTURIAS,
s610 es posible mediante este clear, por ejemplo, ha desempe- olvidar que Para Ser hles, di- NERUDA, MACHADO,
intercambio de valores comple- ñado para el conjunto de las chas s o c i e d a d e s han debido CAMUS, RERNANW ,
1~
mentarios al aue se reduce toda ciencias exactas". Léví-Strauss vivir, durar y por lo tanto cam- ERNESTO SABATO
vida social". El estudio del sis- resume en cuatro puntos funda- biar". Pero aun en los casos en BEATRIZ GUlDO
tema lingüístico revela analogías mentales el programa fonológi- que puede recuperarse una bis-
con el estudio del sistemá de co establecido por Trubetzkog toria, ésta también es insufi-
parentesco y con el del sistema en 1933: pasar de1 estudio de ciente y los verdaderos proble-
económico : se trata de distintos 10s fenómenos lingüísticos cons- mas persisten. Para la etn010gfa
niveles de una misma actividad tientes a1 de su infraestructura la Cuestión Central es : j cómo
fundamental : la comunicación inconsciente ; no considerar a los explicar la diversidad? La alte-
(respectivamente : comunicación términos como entidades inde- ridad para ella, es Constitutiva
de mujeres y comunicación de pendientes y basar el análisis en de SU objeto. También la historia EDITORIAL
bienes y servicios). Esas analo- las relaciones entre los térmi- estudia "otras" sociedades que
aias ponen en evidencia que los
tres tipos de estudio "dependen
nos; introducir la noción de no SO" aquéllas en que vivimos:
tema; proponerse el descubri- distanciamiento en el espacio o 1 LOSADA S.A.
del m&mo método: difieren so- miento de leyes generales. ~ s t o distanciamiento en el tiempo, 18s
lamente por el nivel estratggico significa, para 61, que <'por pri- posiciones son similares. Ls his- Buenos Aires
en que cada uno se coloca, en el mera vez una ciencia social 10- toria Y la etnologfa tratan, por
seno de un uniuerso común". gra formular relaciones necesa- distintos caminos, de ampliar
Lévi-Strauss supone que en al- rias". El antropólogo, así, ve y j p cmtinúa PERU
LOS LIBROS. agosto 1969
263
.----
poesía
(en principio vacías) se cargan con tura de una obra musical, cuyo or- sociedad O de áreas vecinas. Levi-
significaciones que no e n t r a ñ a n den inicial tenemos que reconstruir? Strauss ofrece una imagen estructu-
siempre lo mismo para todas. Este es el centro del problema. Mito rada de la materia mítica que el
De manera convencional y a par- y obra musical, aunque pertenecen mismo uso de su pensar exige, como
Claude Lévi-Strauss tir de una intuición "no arbitraria", al orden del lenguaje, manifiestan condición, el mantenerse oculta.
Mitológicas. el autor elige un mito ("mito d e re- propiedades específicas que permi- En Lo crudo y lo cocido, Lévi-
Lo crudo y lo cocido ferencia") de una sociedad (los Bo-
roboro) : a partir de aquí, demues-
ten trascenderlo: como el leneuaie"
articulado requieren del tiempo pa-
- Strauss sostiene que la razón del pri-
mitivo no es menos rigurosa que la
Fondo de Cultura Económica
395 págs. tra cómo "mitos de muy diversos ra manifestarse, pero lo superan en muestra. "Resulta lo mismo -afir-
orígenes forman objetivamente un una estructura permanente. La mú- ma- que en este libro el pensa-
grupo" y accede a su sentido pro- sica por una parte (con su doble miento de los indígenas sudamerica-
Lo crudo y lo cocido podría ha- fundo, a su lógica. Definido el mito originalidad de inteligible e intradu- nos cobre forma por operación del
berse llamado de otras maneras: por el conjunto de todas sus versio- cible) y el lenguaje articulado por mío o el mío por operación del su-
"Naturaleza y cultura", "La ciencia nes y admitiendo en él una doble otra, permiten colocar a la mitología "Desanidador de pájaros", "j a-
de los mitos". El nombre elegido estructura histórica y ahistórica, se en mitad de camino. En ambos se guar" y "puchero salvaje", prota-
- s i n embargo- quiere destacar el lo puede reconocer en el seno del alza el placer estético: resultante de gonistas de la mitología presentada
tránsito de la naturaleza a la cultura, habla y de la lengua; pero también ese sentimiento contradictorio que por el antropólogo francés, repiten
que Claude Lévi-Strauss descubre y en un tercer nivel que, a la vez que ofrece lo irresoluble a la vez que su sucesivamente el mismo tema: la
traduce en la mitología de los pue- posee naturaleza lingüística, mantie- solución. El orden de presentación oposición entre lo crudo y lo cocido,
blos sudamericanos. Inspirado en la ne una originalidad que lo hace di- del libro no podía ofrecerse en for- naturaleza y cultura. Pero más allá
lingüística y fascinado por la mú- ferente de los otros dos: "La sus- ma lineal: "La división en capítulos de estas oposiciones, la metodología
sica, Lévi-Strauss traspone los prin- tancia del mito no se encuentra en -subraya Lévi-Strauss- no sólo vio- de Lévi-Strauss demuestra su afir-
cipios metodológicos de la primera y el estilo, ni en el modo de la narra- lentaba el movimiento del pensa- mación más trascendente: la unidad
utiliza formas musicales para mos- ción, ni en la sintaxis, sino en la miento; lo empobrecía y lo mutila- del pensamiento humano.
trar cómo la cocina, junto al len- historia relatada". En esta tarea de ba, quitaba a la demostración su
guaje, responde a una forma de ac- desciframiento progresivo se advier- mordiente". La obra se pliega a las
tividad humana verdaderamente uni- te el carácter de la temporalidad del exigencias del pensamiento mítico
versal. "Categorías empíricas tales mito: sincrónica y diacrónica, re- mientras respeta su ritmo. Héctor Lahitte
como lo crudo y lo cocido, fresco y versible e irreversible. Esta tempo- El origen de la cocción de los ali-
podrido, mojado y quemado, etc., ralidad hace posible reconocer el va- mentos es el nexo que reúne en un
definibles con ~recisiónpor la pura lor de mito m cmnto mito: "no grupo los 187 mitos considerados.
observación etnográfica y adoptan- existen más que encarnados en una En cada uno de ellos existen parti-
do en cada ocasión el punto de vista tradición, sea cual haya sido su ori- cularidades que permiten ver cómo
de una cultura en particular, pue- gen real". Su estructura se actualiza las operaciones culinarias son acti-
den -afirma el autor- servir de cada vez que volvemos a contar la vidades mediadoras entre la natura-
herramientas conceptuales para des- historia. leza y la cultura, entre la vida y la
prender nociones abstractas y enca- ¿Por qué el libro - e n lugar d e muerte, entre el cielo y la tierra. Ca-
denarlas en proposiciones"- En el los tradicionales capítulos- se pre- d a mito y cada grupo de mitos que-
análisis de las variaciones diferen- senta como una "obertura", un "te- d a reducido a un sistema de rela-
ciales que le permiten descubrir en ma y variaciones", una "sonata de ciones que, a su vez, revela una suer-
las sociedades que estudia la ma- los buenos modales", una "fuga d e te de isomorfismo y afinidad tanto
nera en que difieren unas de otras, los cinco sentidos"? ¿Por qué tra- en el mito mismo como en mitos y
el etnólogo ve cómo estas nociones tar al mito como si fuese la parti- grupos de mitos provenientes de esa
ESO no ocurrió con los Onas que de grupos indisenas del Brasil. Todo
mantuvieron su cultura hasta la Ile- esto debe conmover al etnólogo, CU-
gada repugnante de los blancos ha- ya responsabilidad no p e d e con-
cia 1880. La memoria de los infor- cluir con su trabaio científico.
1 m
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Arte y sociedad, Calden, 80 págs. to, se ha mostrado superficial, con- tavos, Los negocws de2 señor Julio pectos concrc;~:, de la puesta en es-
tradictorio., eauivoco. finalmente se
S
César y Cuentos & crlmmuaqwe. cena, a lo que ya expusiera en su
Bertold Brecht ha impuesto. Aunque su triunfo aquí No obstante esta labor eschnica y fundamental Teatro político; final-
Poemas y canciones es aún ~recario.Por eso estas obras esta nutrida bibliografía, existían mente, los tres apuntes de Brecht
Alianza, 176 págs. nos parecen saludables, porque con- hasta ahora en c.uanto a la totalidad ("Carácter popular del arte y arte
tribuven a un debate latente de fun- de la obra brechtiana algunos claros realista", "Charla durante el ensayo"
Bertold Brecht damental importancia. evidentes, uno por lo menos de im- y "La dialéctica proletaria") son ex-
Me-ti. El libro d e l a s mutaciones Hace unos quince años, dos antes portancia. Veamos en qué medida trañas entre sí y- valiosos sólo si se
Nueva Visión, 160 págs. de la muerte del autor, la puesta en cubren esas zonas poco transitadas los juzga por sus sobrentendidos o
escena de Madre comie abre -si estos cinco volúmenes que han llega- en referencia al autor; por ejemplo,
Francisco Posada do últimamente a las librerías por- en el último trabajo las menciones
Lukács, Brecht y l a situacibn olvidamos un episódico intento an-
actuai de1 realismo socialista terior- la brecha de las rewesen- teñas : .,
de Hegel resultan interesantes en
taciones de Brecht en la Argentina. 1) Arte y sociedmE es uno de esos cuanto las consideramos en el hori-
Galerna, 310 págs.
Desde entonces. éstas se irán suce- típicos libros-ensalada de los que sin zonte de la relación Brecht-Hegel.
Paolo Chiarini diendo, con el concurso de directo- daño puede prescindirse, bien que re- 2) Pmntus y canciones (versión
Bertold Brecht, res como Fessler. Gandolfo. Mos-
~~ ~
sulte útil hojear por algunos de sus de Jesús López Pacheco, sobre la
Península, 296 págs. sian, Lovero, lnda Ledesma y el uru- elementos, considerados en otro con- traducción directa del alemán de Vi-
guayo Atahualpa del Cioppo, y con texto. Tras un título rumboso (o cente Romano y con la colaboración
una significativa ausencia de los vendedor, o harto pretencioso) se de José María Carandell) reedita en
No se admite a Brecht sin incon- elencos ~rofesionales.Por la misma han agrupado cinco breves trabajos un libro de bolsillo ejemplar esta
vmientes; sin un mínimo sobresalto época se inicia la publicación de de tres artistas cuyos vínculos comu- cuidada traducción hace tiempo ago-
y con un cúmulo de explicaciones. algunas de sus obras teatrales, que nes a partir de aquí no es fácil dilu- tada. Si empleamos el término "poe-
Ppr cierto abundan quienes, no pu- a partir de 196P comienzan a ser cidar, aunque tal vez sean éstos: ta" en un sentido amplio a la vez
diendo negarlo de plano, suelen de- editadas en forma sistemática Dor nacionalidad alemana, tendencias an- que profundo, y no como una cate-
tenerse morosamente en hacerle este Nueva Visión, hasta completar hoy tiburguesas, se revelaron como crea- goría rígida de la preceptiva litera-
o aquel reparo, en rechazar tal o catorce tomos. Paralelamente a esta dores en el clima efervescente de la ria. Bertold Brecht debe ser wnsi-
cual aspecto de su obra. Pero no ha- labor, se traducen al español las primera posguerra, residieron en los derado sin ninguna duda uno de los
blo de ellos. Tampoco se trata ya obras de algunos exégetas y críticos Estados Unidos, los tres han muer- poetas fundamentales de nuestro si-
de reconocer su grandeza -algo ob- extranjeros (cronológicamente apa- to... El texto del pintor Georg Grosz glo (sus poemas mayores: El dma
vio-. sino más bien de señalar en recen las de A. Gisselbrecht, V. ("El arte y la sociedad burguesa") buena de Se-Chuan, MacEte Coraje y
qué consiste esa grandeza, o si se Klotz, H. E. Holthusen, J. Willett, reproduce una conferencia pronun- sus hijos, G a . Caalei, Et círculo
auiere. cuál es su furia. De allí na- J. Desuché y un volumen colectivo ciada presumiblemente en 1923 cuyo de tiza oaucasiano). Pero en esta
cen tanto la perplejidad como la con trabajos de S. Tretiakov, Max Único valor -escaso por cierto- se plausible selección se recogen las
reticencia sola~adav aun ciertas for- Frisch, V. Pozner, G. Lukács, P. De- encuentra en el desenfado testimo- composiciones brechtianas que pue-
mas de tergiversarlo. Para admitir metz, M. Esslin y otros; también nial; el de Erwin Piscator ("El tea- den encasillarse bajo el término en
a Brecht, sin embargo.u ,
sólo hace ensayos incluidos en recopilaciones, tro como profesión de fe"), que da- su acepción restringida. La gran ma-
falta no taparse los ojos. como los de Barthes). Sin olvidar ta de 1955, es una diatriba*bastante yoría asume formas de baladas, le-
El reconocimiento de la "revolu- la ~ublicacióndel Pequeño Organon superficial contra algunos: "malos" yendas, crónicas, canciones (songs),
ción brechtiana" no ha corrido en- (bajo el título de Breviurw de esté- críticos beriineses, en la cual este incluso vanas de ellas integran ori-
tre nosotros mejor suerte que en tica teatral en 1963), de sus Poemas notable director aprovecha para en- ginariamente sus piezas teatrales, a
otras latitudes: reconocimiento uni- y cmiones en 1965 y de las varias fatizar sus débiles concepciones teó- veces a la manera de un comentario
Las grandes aventuras humanas cedor Faetón, con su escuadrón de operación que realizaría cualquier
suelen sumir a los hombres menos hipomirmeques (caballeros montados practicante permitía el alumbramien-
emprendedores en la melancólica ca- sobre enormes hormigas), pero En- to, sin alharacas ni gimnasia pre-
vilación sobre la pequeñez y la gran- dimión decidió que las cosas no via.
deza. Tema en verdad digno de terminarían así, y se aprestó a librar Pero ésa no era la única manera
Luciano, que fabricó los primeros nueva batalla, esta vez ayudado por de reproducirse: la raza de los den-
46
sermones" edificantes de Occidente los cincuenta comedidos griegos. Las tritas, cuando le daba la gana o le
Luciano de Samosata y no por eso, sino por ciertos jui- enormes arañas de la luna tejieron nacia el escrúpulo de perpetuarse,
Historias verdaderas - Libro 1 cios atrevidos sobre los dioses, fue una tela que llegaba hasta el sol, y procedía sencillamente a cortarse el
apodado "el blasfemo". sirvió de campo de batalla. Las testículo derecho y sembrarlo en el
Pero Luciano no se limitó a pre- fuerzas lunares eran impresionantes: suelo. De él nacia una planta que,
dicar, sino que eiicabezó uno de los 80.000 hipogipos, 20.000 lacanópte- con el tiempo, paciencia y bien re-
muchos viajes realizados por terrá- res (volátiles con alas de hoja de gada, daba unos grandes higos: bas-
queos a la luna en tiempos que sólo lechuga) montados por los terribles taba abrirlos para sacar a los niños.
desde lejos parecen peores, hace ya quencróbolos (guerreros que lanzan Estos dentritas no tenían ni necesi-
más o menos 1.800 años, y nos dejó granos de mijo) y los escorodóma- taban partes naturales, aunque para
su cuaderno de bitácora: el libro 1 cos (que combaten con dientes de no ser menos, las usaban ortopédi-
de sus Historias Verdadera. Lo ajo), además de los aliados que en- cas: pero reaparecía aquí la odiosa
acompañaban cincuenta intrépidos vió la estrella de la Osa: 30.000 diferencia de clases, pues no todos
griegos, que partieron con él de Sa- psilotoxotas (arqueros montados so- podían costeárselas de marfil, y los
mosata un siglo y medio antes de bre pulgas) y 50.000 anemódromos pobres se resignaban a modelos más
aue la ciudad adauiriera escandaloso (guerreros veloces como el viento, económicos, de madera.
renombre en el terreno de la herejía, pero desprovistos de alas). Frente a En la luna nadie muere, sino que
por las inconfesables actividades del este ejército se alineó el de Faetón: al llegar a cierta edad se sublimiza
obispo Pablo. No tardaron más de en él había soldados que servían de y evapora en humo. La alimentación
siete días en llegar a destino, cifra hongos como escudo y de espárragos consiste en ranas volantes asadas,
que parece razonable si aún hoy hay como lanza, y otros con cara de que se ingieren junto con el humo
que aburrirse tres días oyendo mo- perro. del mismo asado. La bebida es rocío
nótonas y regresivas melopeas para Vence Faetón y los cincuenta ab- que se obtiene exprimiendo el aire
poder hacer pie en el satélite. negados griegos van a parar a los en un vaso. Con ese régimen no exis-
En aquella época no era cosa de calabozos del sol, cuyo rey decreta ten naturalmente las necesidades fi-
llegar y bajar, como en la actuali- un fastidioso eclipse punitivo contra siológicas que contribuyen tan eficaz-
dad, pues la luna estaba vigilada por la luna. Al final todo se arregla me- mente a mantener nuestro equilibrio
los diligentes hipogipos (jinetes so- diante el pago de un tributo de metafísico en medio de tanta asepsia,
bre buitres), que giraban incesante- 10.000 ánforas de rocío. sustancia ni tampoco las respectivas cavidades.
mente en torno de ella montados en al parecer muy apreciada en el sol, Al revés de lo que ocurre con los
unos descomunales volátiles de tres donde debe escasear el agua en esta- habitantes de los cometas, los luna-
cabezas, cuyas plumas eran tan grue- do líquido. Los lunares, abandonan- res como algunos terráqueos actua-
sas como mástiles de navíos. Los do momentáneamente los hábitos te- les, adoran a los calvos y aborrecen
valerosos griegos fueron inmediata- rrestres de su rey Endimión, acceden a los melenudos, que deben ocultar
mente detenidos y puestos a disposi- a dejar que los habitantes de otros su vergonzosa condición. En los pies
ción del rey de la luna, llamado astros se gobiernen como mejor les tienen un solo dedo, que no lim-
Endimión, que habia llegado alli des- parezca. pian porque carece de uña. Y poseen
de la tierra y encontrado, según pa- Y entrando ya en los detalles bio- cola, pero en forma de coliflor. Los
rece, que el lugar resultaba más ha- socio-económicos de la organización frutos de sus vides se parecen al
bitable, hasta que p o ~ . éritos acce- de la vida lunar, nos sorprende de granizo, y el viento los hace caer a
dió al cargo que ocupa$. entrada un hecho: en el satélite no veces sobre la tierra, lo cual explica
Pero si bien había abhdonado hay mujeres. Los hombres por sí so- sin tantas vueltas el fenómeno meteo-
nuestro planeta, Endimión no habia los perpetúan la especie, io que hace rológico que tanto dio que cavilar.
dejado atrás las graves .preocupacio- superfluo al sexo curvilineo. Eso sí, Como los lunares no poseen intesti-
nes terrenales: estaba en Buerra c o ~ í donde las dan las toman: los hom- nos, aprovechan el lugar libre, con-
el rey del sol, llamado Faetón, pot bres son desposados hasta los 25 venientetemente afelpado, para abri-
una cuestión baladí: se le había ocu- años; luego desposan a otros me- gar allí a los niiios cuando sienten
rrido sacarse a los ~obres-deencima nores que ellos, como en Esparta, frío. Protegen su cuerpo con trajes
enviándolos a colonizar la estrella de Eton y Oxford. No llevan a los ni- de vidrio, si son ricos, pues los po-
la mañana, es decir Venus, plan que ños en el vientre durante el ernbara- bres los usan de tejido de cobre.
Faetón trató de impedir, sea por zo, sino en la pantorilla, por lo cud Todos los habitantes de la luna pue-
amor a Venus o porque tenia sus debemos suponer que cuando el pro- den sacarse los ojos y guardarlos
propios pobres que enviar alli. En ceso avanzaba debían guardar c m & , en el bolsillo. Sólo se los ponen
la primera escaramuza salió veti. o por le menos silla. -&a . simple cuando quieren ver, cosa que no
22 LOS.LIBROS, agedo'1969
informaciones
estadísticas
Localidad Am6rica
12 números U$S 10
. .
Provincia ................................................................................ Vía a é r e a U$S 15
país ..................
.... .............................................................. Europa
12 números U$S 12
A partir del número ................ inclusive. Vla a é r e a U$S 18
Peter H. Smith
Carne y política en la Argentina
Paidós,253 págs.
tagónico, de los intereses de consu- quedan por señalar, como puntos
midores urbanos y trabajadores de verdaderamente estimulantes para de-
los frigoríficos que consiguen, en un sarrollos posteriores, los siguientes:
período de un poco más de dos años, 1 ) un análisis del radicalismo, en el
satisfacer reclamos permanentemente que sus limitaciones para liderar un
postergados. proceso de modernización aparecen
POLITICA nivel, los ganaderos invernadorm en- cialismo centrado sobre SUS caracte-
centrarán su representación ge. rísticas de organización política re-
nuina a través de la Sociedad Rural; presentativa de 10s consumidores ur-
los criadores, desde los años 30, en banos lo que permitiría explicar, en
la Confederación de Asociaciones términos de intereses, actitudes como
Rurales de Buenos Aires y La Pam- SU antiproteccionismo industrial en
"La historia de la industria de la flictos inter-clase, cuando a comien- pa (CARBAP) ; los trabajadores de materia económica y 3 ) un análisis
carne -llegaron a decir algunos- es zos de la década del 40 la presión de los frigorificos en los sindicatos que del peronismo concebido como movi-
la historia de la Argentina". Así, ya consumidores y obreros vaya en au- hasta la década del 40 tienen una miento en el que 10s trabajadores Y
en las primeras páginas de la intro- mento. Así, el corte entre "un antes vida errática, diezmados por las ce. 10s consumidores obtienen, a travéo
ducción de Carne y política en la y un después" de la revolución mi- santías de sus dirigentes y la repre- del Estado, satisfacción para antiguos
Argentina, su autor, Peter Smith, un litar de 1943 resulta neto, pues su- sión. A nivel político, los invernado- reclamos insatisfechos y comienzan
investigador norteamericano, antici- pone un nuevo realineamiento de res serán representados por partidos así a participar de una c~mbinación
pa el objeto de su estudio: rastrear, fuerzas cualitativamente distinto al conservadores de la zona pampeana; infer-clase, Por primera vez en la
a través del examen articulari izado vigente desde 1900. Señala Smith con los criadores hallarán mejor eco en- historia política argentina. Para todo
de una zona de la vida económica, razón que "a medida que la Argenti- tre radicales y demócratas progre&- ello hay referencias, observaciones,
las relaciones sociales y las relaciones na avanzaba hacia la modernización, tas; los consumidores, en el partido aPortw en el libro de Smith, Por 10
políticas vigentes durante un largo un prolongado período de disputas socialista, que no pudo o no cual su valor trasciende el mero in-
~eríodo. económicas de intra-clase verificadas incluir entre sus representados al terés específico del análisis de una
Las bases del análisis -que abar- en el seno del sedor rural se desvió proletariado de los frigoríficos en industria particular-
ca desde 1900, momento de consoli- eventualmente hacia un gran conflic- ningún momento.
dación de una poderosa élite aristo- to entre clases y con dimensiones Llama la atención que en este pa- Juan Carloe Portantien,
crática ligada a la exportación de urbano-rurales que tuvo múltiple8 ralelo entre representación corpora-
productos pecuarios, hasta 1946, en frentesyy. tiva y representación política, los dos
que "el poder pasó a Juan Domingo El peso que los consumidores y casilleros correspondientes a los fri-
Perón, líder de una clase baja urbana los obreros de los frigoríficos tuvie- gorífico~queden en blanco. Quizás
en surgimiento"- suponen la exis- ron en el desarrollo de los conflictos Smith exagera, al señalar el real po-
tencia de ciertos "grupos de interés" alrededor de la política de carnes en der de las clases dominantes locales,
definidos primordialmente a nivel los primeros cuatro décadas del si- (que no eran, efectivamente, meros ,
económico, ligados de una manera u glo fue virtualmente nulo. La orga- apéndices del capital extranjero sino
otra a la industria de la carne y en nización obrera de los frigoríficos en todo caso socios) su desdén por
conflicto entre sí. La relación con la sufrió un duro golpe entre fines de la influencia directa que podían te-
política de estos grupos estaría dada 1917 y comienzos de 1918, cuando ner los frigoríficos en las decisiones
en tanto ésta no es sino el área de el gobierno de Yrigoyen aplastó, me- políticas del Estado. Suena como po- DISTRIBUIDORA
qesolución de esos choques de intere- diante la intervención de la marina, co convincente la afirmación de que TRES AMEIüCAS LIBROS
ses. una huelga en la que se reclamaban el poder político de los frigoríficos
Smith identifica cinco grupos y a las ocho horas, el pago de horas ex- era débil "por cuanto en su condi-
Proveedores de Librerías,
través del libro intenta relacionarlos tras, aumentos graduales de sueldos ción de inversiones extranjeros pri-
vados no tenían representación di- Bibliotecas, Universidades
mutuamente y con el poder politico. y que se dispusiera día feriado el
e Instituciones
Ellos son: 1) los frigoríficos extran- primero de mayo. Los consumidores, recta en las decisiones del Estado".
jeros; 2) los ganaderos invernado- por su parte, encontraban apoyo en De todas formas, el libro demuestra
res; 3) los ganaderos criadores; 4) el plano de las relaciones de poder a la gran utilidad de 10s análisis Candes de venta en Argen-
los consumidores urbanos y 5) los través de los parlamentarios socia- parciales dedicados a indagar las ti= y en todo el mundo de
obreros de los frigoríficos.
" Los cortes listas, pero se manifestaban como in- relaciones entre grupos de interés más de 150 editorides.
que permiten una periodización de capaces -entre otras cosas por la derivados de una industria y poder
las relaciones entre "carne y políti- debilidad en cuanto a poder de pre- politico, para la reconstrucción cien- Solicite nuestro catálogo
ca", supondrán la emergencia suce- 3ión del Parlamento- para imponer tífica de la dinámica de clases de la "Libros de Argentina"
siva de cada uno de ellos y la pre- sus reclamos: debían optar por aliar- sociedad argentina. Como el mismo
ponderancia de alguno sobre los de- se a uno u otro sector en que se di- Smith lo señala, el mismo trabajo
más en las decisiones del poder po- vidían los ganaderos. En el marco debería hacerse con otras áreas pro- TRES AMERICAS
lítico. Los choques entre estos secto- de las relaciones derivadas de la in- ductivas a fin de recomponer una
res serán del tipo intra-clase para el dustria de la carne, la emergencia imagen más completa del proceso po- Chiie 1432 38.1981/7179/7201
caso de los tres primeros, para ex- del peronismo es explicada por Smith lítico. Buenoe Aires
tenderse luego al ámbito de los con- a través de la aparición, a nivel pro- En la brevedad de este comentario
u-
uno de los grandes
narradores de nuestras Facultad de Humanidades de Bogotá,
letras sintetizadas en Boulogne Sur Mer 580 Colombia.
una novela excepcio- Tel. 86-6353
nal: Imaginación, rigor Buenos Aires,
y estilo. Argentina
-- -
>--
-A-
- --
LA SOCIEDAD CARNIVORA
Herbert Marcuse
EI autor de "El hombre unidimensional" prosigue su impe-
cable análisis de la sociedad opulenta, vislumbra salidas,
y analiza cuestiones fundamentales: el papel de los estu-
diantes, la rebelión de París, las perspectivas de la Nueva
Izquierda. Traducción y presentación de Miguel Grinberg.
Elvira Orphée
Berkeley, Berlín, Roma,'Madrid, Anka- tenso prólogo .de la Una nueva novela de la
ra, Tokyo, Belgrado, Praga, Río, Var- profesora Amelia Po- autora de "Todos los
sovia, México: cronología, documrn- detti, la obra de Wilner veranos", "Uno" y "Ai-
tos y testimonios de la rebelión es- se propone, a través de re tan dulce". La re-
tudiantil a lo largo de Europa, Asia y un minucioso rastreo creación de la infancia
América, que permiten deslindsr las de El Capital, el aportv provinciana a través de
analogías y particularidades entre to- de elementos para una u n lenguaje mágico.
dos los movimientos. lógica de lo nacional. siempre original.
11 DESARROLLO
Y DESARROLLISMO
Aguilar, Frigerio, Eggers Lan y otros
Las vías del desarrollo, la relación entre subdesarrollo y
dependencia son, en última instancia el punto en que por
presencia u omisión confluyen los seis polémicos ensayos
que constituyen este trabajo.
1 COOPERADORA
FREUD: 1 DE DERECHO Y
desventuras de una edición CIENCIAS SOCIALES
LIBRERIA EDITORIAL
especialmente en su dimensión meta- tenido) y la manera en que hará cientes neuróticos y de Verón, refe-
comunicacional; pero comprender el efectivo su mensaje. Esto supone que rido a la comunicación ideológica
sentido de los mensajes científica- ni el contenido ni la forma, tomados de los medios de comunicación ma-
mente supone el descubrir las reglas aisladamente, sino su relación, es lo sivos. Paul Ekman y W. Friesen, en
Eliseo Verón y otros implícitas a partir de las cuales fue que constituye el principal medio el segundo capítulo de la obra, in-
Lenguaje y comunicaci6n construido; es decir su código, que para la transmisión del contenido li- tentan organizar un principio de cla-
social no puede presentarse bajo otra for- terario de una obra. sificación exhaustivo de la conducta
Nueva Visión, 230 págs. ma que la de una estructura. En el Las conclusiones de Prieto, sus- no verbal. Los autores han desarro-
trabajo de Prieto: "Lengua y Conno- ceptibles de ser aplicadas al ámbito llado sus observaciones a partir de
tación", la estructura que se busca de investigación de la teoría literaria, dos áreas de expresión significativas
En octubre de 1%7 se realizó en detectar es la del estilo del emisor invitan también a otras reflexiones. de la conducta no verbal: 19) la for-
el Instituto Di Tella, bajo la direc- de un mensaje. Por ejemplo: En una Podría preguntarse, desde una pers- ma en que el comportamiento no
ción de Eliseo Verón, un simposio situación en la cual hay que infor- pectiva más general, si se puede en- verbal puede anular los esfuerzos de
titulado "Teoría de la comunicación marle a alguien de la llegada de su contrar una dimensión de estilo, no una persona para disimular que está
y modelos lingüísticos en ciencias so- hermano, es posible optar entre va- ya personal y propia de un emisor mintiendo, y 29) las diferencias y
ciales". Los trabajos se rias maneras de hacerlo. Se puede (el creador literario de Prieto) sino similitudes en la conducta no verbal
reúnen ahora en un libro que expre- decir "Ha llegado", "Su hermano es- de conjuntos de emisores, agrupados en distintas sociedades. A partir del
sa el resultado de las investigaciones tá aquíyyo "El llegó". El hecho de según ciertas características comunes, análisis de los datos extraídos en
de cada autor en el campo de su in- que el emisor elija una de las varias por ejemplo clase social, o tipo de ambas áreas, se presenta un inicio
terés. opciones posibles es un estilo, una personalidad. La respuesta afirmativa de clasificación de la conducta no
El objetivo de las investigaciones indicación precisa para el investi- a estas preguntas abriría un cam- verbal: los autores se han limitado
que parten de la teoría de la comu- gador. po insospechado de investigación en a ordenar y describir, sin intentar
nicación social, consiste en desarro- En el acto de creación de una obra ciencias sociales, que es, en parte, el derivar de sus análisis ningún tipo
llar modelos rigurosos que permitan literaria, en cambio, el autor elige a objetivo de los trabajos de Sluzki, de hipótesis sustantiva. La extrema
explicar el sentido de los mensajes, un mismo tiempo la anécdota (el con- respecto a la comunicación en pa- complejidad y variedad de los movi-
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