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Si bien el sentido común pudiera indicar que una escuela eficaz es aquella que
obtiene mejores puntajes en pruebas de rendimiento académico, existen sobradas
razones para desechar este criterio simplista sobre eficacia escolar. Entre ellas
podemos destacar el hecho de que la población estudiantil no se distribuye
homogéneamente entre los distintos establecimientos (Segmentación escolar y la
forma como esta construida la escuela).
Lo engañoso que puede resultar hacer análisis a partir de promedios de
rendimiento (Problema de equidad dentro de las escuelas), el hecho de que los
indicadores de calidad son construidos históricamente y suelen recoger un
aspecto parcial del proceso educativo, por eso la marcha de los desaprobados, de
los excluidos del sistema, la marcha de los pobres es un recurso y una realidad
que llama a reconocer la diferencia, ya que los resultados escolares.
PRINCIPIOS QUE DEBEN CONSIDERARSE EN LA ELABORACIÓN DE UNA
PRUEBA OBJETIVA
Se determina la finalidad o propósito de la prueba. Qué se va a medir, cómo se va
a medir y por qué. El maestro examina cuidadosamente los objetivos previamente
establecidos, tomando en consideración a la vez la experiencia de enseñanza-
aprendizaje compartida en las sesiones de clase, para determinar los conceptos y
las destrezas que ha trabajado con sus estudiantes. Se considera los niveles de
conocimiento desde lo más simple a lo más complejo, según establecido en los
objetivos. Esto es importante para determinar qué tipo de ejercicio es el más
apropiado, según las destrezas y conceptos estudiados, para ser incluido en la
prueba. Una vez que haya determinado el contenido de la prueba
(conceptos/destrezas) con sus respectivos niveles de dificultad, procede a
elaborar la planilla de especificaciones. En la planilla, indicará el número de ítems
y ejercicios, el peso o valor de cada uno de éstos y podrá, de acuerdo a su
experiencia, apreciar la magnitud de la prueba y estimar el tiempo aproximado que
tomará la misma en contestarse. Se toma en consideración el lugar donde va a
administrarse la prueba. Tiene esto que ver con las condiciones y el ambiente del
salón de clase, el tiempo que se tiene disponible y la función del maestro o
examinador. Se debe mantener igualdad de condiciones entre todos los alumnos
en la sala de clase. El factor tiempo debe ser controlado y aprovecharse el mismo
al máximo. La función del examinador o el maestro es de suma importancia, ya
que de él depende mayormente el control disciplinario de estudiantes y de las
condiciones de ambiente de salón de clase. Trata sobre la corrección de la prueba
y la tabulación de resultados, al igual que la cuarta fase, sobre análisis de
resultados y calificación de estudiantes, ambas se examinan más adelante en la
unidad que trata sobre análisis estadísticos de resultados de la prueba.
Cualidades de una buena prueba
Lo primero que se debe considerar en una prueba es su grado de validez y
confiabilidad. Es importante su presentación, en términos de legibilidad y formato.
La prueba debe dejar una buena impresión, se debe colocar adecuadamente las
secciones de la prueba con los espacios suficientes teniéndose en cuenta el tipo o
tamaño de las letras, márgenes y espacio entre los diferentes tipos de ejercicio.
La aplicabilidad:
debe elaborarse con sencillez en su estructura, de manera que resulte fácil de
aplicar, de contestar, de corregir y de valorar.
Modalidades empleadas en la prueba objetiva (normas de construcción) Normas
en la redacción de las pruebas objetivas
Al redactar preguntas objetivas es fácil cometer errores, tanto en la misma
formulación de la pregunta como en la redacción de las respuestas. Sobre el arte
de redactar pruebas objetivas hay una abundante literatura y casi todos los libros
de evaluación dan una serie de normas sobre cómo hacerlo. En parte se trata de
normas que podemos considerar de sentido común (como evitar que la respuesta
correcta sea de una longitud desproporcionada comparada con las respuestas
falsas), pero en la práctica, debido a la prisa, poco cuidado o no caer en la cuenta
de los errores que se pueden cometer, es frecuente ver preguntas redactadas en
contra de las normas usuales. Con estas normas se pretende: a) que las
preguntas sean claras; la tarea del alumno es pensar y escoger la respuesta
correcta, no adivinar qué se le está preguntando; b) que en la misma redacción de
la pregunta o de las respuestas no se den pistas sobre cuál es la respuesta
correcta, tanto de la misma pregunta como de otras dentro del mismo test; c) que
las preguntas no favorezcan o perjudiquen a determinados tipos de alumnos,
independientemente de sus conocimientos. Estas normas están publicadas en
numerosos textos; Haladayna y Downing (1989) han revisado 46 textos de
evaluación que vienen a coincidir en 43 normas para redactar buenas preguntas
objetivas6 Pueden parecer demasiadas; unas son de sentido común (sentido
común olvidado con frecuencia); otras parecen menos obvias pero tienen un
fundamento más claro en la ya amplia investigación sobre estos temas.
La calidad de una prueba objetiva no es de igual importancia en todas las
situaciones.
No es lo mismo la calidad de un sencillo examen parcial cuyos resultados van a
ser de importancia menor o se van a complementar con otros muchos datos de los
alumnos, que un examen de selección o admisión de cuyo resultado se van a
derivar consecuencias muy importantes para el alumno. En cualquier caso es
importante siempre hacer estas pruebas lo mejor posible. En este apartado no nos
vamos a extender en las normas que suelen darse para hacer buenas preguntas
objetivas; sólo nos vamos a fijar en algunos puntos relacionados con este tema
que tienen apoyo claro en estudios experimentales; de todas maneras en el primer
punto tratado ya aparecen enunciadas las normas más frecuentes.
Formas e instrumentos que se utilizan para evaluar contenidos
Cuaderno
El cuaderno de clase del alumno es un instrumento de recogida de información
muy útil para la evaluación continua, pues refleja el trabajo diario que realiza el
alumno. A través de él se puede comprobar:
Exámenes tradicionales
en todas sus variedades, tanto orales como escritos
Son aquellas en las que la información se obtiene presentando al alumno una
serie de tareas o cuestiones que se consideran representativas de la conducta a
medir o valorar. A partir de la ejecución en las tareas propuestas o de las
respuestas generadas en el proceso de su realización, se infiere la presencia o
ausencia de esa conducta en los alumnos.
Cuestionarios
Sirve para evaluar los conocimientos previos que tiene el alumno sobre una
unidad didáctica determinada.
Mapa conceptual
Es un método para ayudar a educadores y alumnos a captar el significado de las
materias que se van a aprender.
Permiten conocer qué sabe o comprende un alumno sobre una unidad cualquiera
y permiten detectar conexiones equivocadas entre conceptos.