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Instituto Superior de la Bahía

Materia: Salud Pública y Salud Mental

Trabajo práctico:
Salud Mental

Alumnas: Albornoz Jorgelina.

Cogmena Gisela.

Rosas Bárbara.
“BICHO DE SIETE CABEZAS”

Introducción

Basada en el libro autobiográfico “Canto dos Malditos” de Austragésilo Carrano.


La película cuenta la historia de Neto, un adolescente que tiene una relación distante con su padre, el cual
descubre entre las posiciones del joven un cigarro de mariguana, y cree que el problema es más grave, que
su hijo tiene una adicción. Por ello decide internarlo en un manicomio para que se rehabilite. Allí Neto
comienza a vivir una realidad completamente inhumana y rodeada de corrupción por parte de los
directivos del hospital psiquiátrico, que entre más pacientes internados en el nosocomio, mas
financiamiento del gobierno recibían, tengan o no estos paciente algún padecimiento mental.

“Psicofármacos y Salud Mental. La ilusión de no ser”. Emiliano Galende.


“Momentos” de la Salud Mental

La historia de esta película la ubicamos en el momento “Medico Positivista” (segundo momento). En


ambos, la figura del Médico Psiquiatra es quien tiene la autoridad de internar a los pacientes en los
manicomios, se apropia de un poder de dominar y controlar al paciente, actuando como agente central.

Galende dice, en este segundo momento: “(…) el trato a los enfermos, cualquiera fuera el nombre
diagnostico que portaran, consistía en los mismos procedimientos.”
Los cual en la película podemos ver cuando a Neto, a los pocas horas de haber ingresado a la institución, se
lo comienza a medicar sin un previo examen que determine un diagnostico, solo basándose en los dichos
del padre sobre su adicción. No hay un tratamiento personalizado, por lo que suponemos, debe ser así con
cada nuevo paciente que ingresa.

En el film, también, podemos observar, como menciona Galende en su texto, que “(…) el Estado bajo
criterios de filosofía de política, no medico, (…) asume la decisión de la separación del loco de la sociedad,
su vigilancia y control”, que “(…) el alienado (…) pasa a ser asumido por el Estado moderno como
necesitado de control y custodia, en función del “bien común””. Esto sucede cuando Neto sale del hospital,
por autorización del padre, y durante ese periodo, perturbado y desorientado por lo vivido en el
psiquiátrico, tiene una reacción agresiva en un establecimiento público, por lo que es nuevamente
institucionalizado por decisión de la policía (Estado), alegando peligrosidad porque se encuentra fuera de
control.

“Vidas arrasadas. La segregación de las personas en los asilos psiquiátricos argentinos”

De este texto tomaremos algunos fragmentos que, a nuestro criterio, son reflejos de algunas escenas de la
película, las cuales también procederemos a contar.

Se “(…)permite la internación psiquiátrica de personas que padecen algún tipo de problemas por abuso de
sustancias o alcohol, a quienes no se les ha diagnosticado una enfermedad mental, aun cuando el centro de
salud mental al que se las remita no ofrezca ningún tratamiento apropiado para dichos problemas.”
Neto es institucionalizado por una supuesta adicción a las drogas, por recomendación de su hermana,
quien dice que en el manicomio le darán el tratamiento de rehabilitación que el joven necesita. Como
mencionamos anteriormente, la atención de este nosocomio no es personalizada, por lo que consideramos
que no se ofrece un tratamiento apropiado para su problema.

“Cuando los individuos diagnosticados con una enfermedad mental o aquellos con discapacidades
intelectuales denuncian lo que ocurre, generalmente son tratados como si carecieran de credibilidad, como
si estuvieran delirando, no tuvieran contacto con la realidad, o como si estuvieran inventándolo.”
En la primer visita de la familia del joven a la institución, en la reunión con el psiquiatra, este les dice que
es necesaria la continuidad de la internación para que Neto se rehabilite, además agrega, sin haberle
realizado ningún examen, que el adolescente sufre de trastorno de personalidad, por lo que puede
comportarse de manera agresiva e inventar que sufre de ciertos abusos (electrochoque, medicación
innecesaria), recomendándoles que ignoren estas denuncias y se mantengan firmes ante su hijo para no
perjudicar el tratamiento. Consiguientemente, en el encuentro del joven con su familia, él les comienza a
relatar sobre estos abusos y, como era de esperar, su familia, sobre todo su padre, no le creen.
“(…) condiciones peligrosas que violan los derechos a la salud y a la integridad física, mental y moral de las
personas internadas, (…) incluyen la falta de atención médica adecuada (...)”
El médico a cargo del hospital donde se encuentra Neto, nunca habla con él ni le realiza ningún examen,
biológico y/o psicológico, no se interesa por determinar un diagnostico, basta con la palabra del padre de
que su hijo es un adicto, para “definir un tratamiento”.

“El ambiente de la institución los lleva a perder las habilidades o la independencia de la que disponían”
“La reclusión involuntaria prolongada y la privación sensorial –restricción total o parcial de estímulos de
uno o más de los sentidos- puede exacerbar síntomas psiquiátricos o inducir daño psiquiátrico severo,
incluyendo una agitación profunda, ansiedad extrema, ataques de pánico, depresión, pensamientos
desorganizados y un desorden de personalidad antisocial. El daño causado por el aislamiento y privación
sensorial puede resultar en una discapacidad psiquiátrica prolongada o permanente, incluyendo deterioros
que pueden reducir seriamente la capacidad de la persona a reintegrarse a la comunidad después de que
haya sido puesta en libertad.”
Como castigo por no acatar las normas impuestas por el personal del manicomio, el protagonista es
encerrado varias veces en una pequeña celda de aislamiento, en una de esas veces es por
aproximadamente tres días. Cuando sale de allí, es llevado por los enfermeros hacia el patio, y no tiene la
fuerza para mantenerse de pie, quedando recostado sobre el suelo, sin poder emitir más que un sonido de
queja, de dolor. En otra oportunidad, Neto sabiendo que lo iban a encerrar en esa celda, debido a que
había quemado las medicaciones, le entrega una carta a su padre contándole todo lo vivido en la
institución y reclamándole el que no la haya creído. Una vez dentro de la celda enciende un fósforo,
poniendo en peligro su vida sin importarle nada.
Durante su externación, autorizada por el padre, el joven se encierra en la habitación de su casa, y se lo ve
triste y desbordado, con dificulta para retomar su vida cotidiana. Un día decide reinsertarse a la sociedad,
por insistencia de su madre, pero es rechazado y señalado.

“Las leyes nacionales permiten la internación de aquellos sujetos que pudieran “afectar la tranquilidad
pública” y no establecen mecanismos que les garantice una audiencia dentro de un periodo razonable, el
derecho a ser representado por un defensor, ni el derecho a la revisión periódica de las decisiones acerca de
su internación.”
Tanto en el primer ingreso al manicomio, autorizada por el padre, como en el segundo ingreso, por
decisión policial (que considera que el joven está afectando la tranquilidad pública), solo basto con la
palabra de estos sujetos para que Neto quedara internado. No tuvo ningún representante que lo
defendiera, ni tampoco su caso fue revisado periódicamente para determinar si era necesaria o no su
internación.

“(…) las medicaciones psicofarmacológicas, cuyo uso debería ser considerado como parte de un plan de
rehabilitación integral de un individuo, son en realidad utilizadas como una herramienta de
disciplinamiento y control.”
En la película, durante la internación, la medicación es utilizada como medio de castigo cuando los
pacientes no se comportaban como se les exigía en la institución. Además, también, se los medicaban para
mantenerlos dominados. Neto un día ve la oportunidad para escapar, por lo que decide salir corriendo,
pero la medicación que le administran hace que su motricidad se enlentezca y el personal del manicomio
logra alcanzarlo, quedando fallido su intento de fuga.
Ley de Salud Mental Nº 26.657

En cuanto a lo que la Ley dicta, consideramos que en la historia de Neto es evidente el incumplimiento de
los siguientes artículos:

ARTICULO 7º: Derechos de las personas con padecimiento mental:


c) Derecho a recibir una atención basada en fundamentos científicamente ajustados a principios éticos.
h) Derecho a que en el caso de internación involuntaria o voluntaria prolongada, las condiciones de la
misma sean supervisadas periódicamente por el órgano de revisión.
i) Derecho a no ser identificado ni discriminado por un padecimiento mental actual o pasado.
j) Derecho a ser informado de manera adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten, y de todo
lo inherente a su salud y tratamiento, según las normas del consentimiento informado, incluyendo las
alternativas para su atención, que en el caso de no ser comprendidas por el paciente se comunicaran a los
familiares, tutores o representante legales.
k) Derecho a poder tomar decisiones relacionadas con su atención y tratamiento dentro de sus
posibilidades.

ARTÍCULO 12: La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades fundamentales de la
persona con padecimiento mental y se administrará exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como
castigo, por conveniencia de terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o
cuidados especiales. La indicación y renovación de prescripción de medicamentos sólo puede realizarse a
partir de las evaluaciones profesionales pertinentes y nunca de forma automática. Debe promoverse que
los tratamientos psicofarmacológicos se realicen en el marco de abordajes interdisciplinarios.

ARTICULO 15: La internación debe ser lo más breve posible, en función de criterios terapéuticos
interdisciplinarios. Tanto la evolución del paciente como cada una de las intervenciones del equipo
interdisciplinario deben registrarse a diario en la historia clínica. En ningún caso la internación puede ser
indicada o prolongada para resolver problemáticas sociales o de vivienda, para lo cual el Estado debe
proveer los recursos adecuados a través de los organismos públicos competentes

ARTÍCULO 16: Internación debe cumplir con los siguientes requisitos:


a) Evaluación, diagnostico interdisciplinario e integral y motivos que justifiquen la internación, con la firma
de al menos dos profesionales del servicio asistencial donde se realice la internación, uno de los cuales
debe ser necesariamente psicólogo o medico psiquiátrico.

Como relatamos anteriormente, Neto es internado y comienza a ser atendido sin que se realice un examen
que defina que tipo de tratamiento debe recibir. El motivo de su internación, además de la adicción que el
padre dice que su hijo tiene, se debe por conveniencia financiera del médico tratante, que entre más
pacientes internados tenga en el hospital más dinero recibía del gobierno, lo cual no se ajusta en ningún
punto con principios éticos. Las condiciones de su internación nunca fueron supervisadas por nadie, ni
siquiera por el director del hospital, quien nunca habla con él. Mientras el joven se encuentra fuera de la
institución, después de su primera internación, es rechazado por los padres de sus amigos, y cuando la
policía lo detiene por su reacción violenta, estos averiguan que el adolescente estuvo internado en un
psiquiátrico, por lo que lo vuelven a encerrar en el mismo. Creemos que si el muchacho no hubiera estado
en un manicomio, la policía lo habría llevado a su casa. Como mencionamos ya, el psiquiatra nunca se
acerco a Neto para diagnosticarlo y le impone un tratamiento del cual el joven no tiene partición ni
decisión. La medicación es administrada a los pacientes de forma automática, sin un examen que evalué su
uso, y a veces, por no seguir las órdenes que se les daba, es decir como castigo. Su internación tiene una
duración aproximada de 2 años, ente una institución y otra. No se ven en circulación dentro del hospital
algún registro escrito y seguimiento del caso del joven, como la historia clínica, por lo que suponemos la
inexistencia de lo mismo.
¿Clínica de la Mirada o Clínica de la Escucha?

Concluimos, por todo lo contado anteriormente, que se posiciona al paciente desde una Clínica de la
Mirada, desde la psiquiatría clásica, donde el sujeto no es sujeto de la palabra, sino, como en el caso de
Neto, es:
- Sujeto de la palabra de Otro: es decir de la palabra del padre, quien afirma que el joven es un adicto.
- Sujeto de abuso de poder: ya que el personal del manicomio lo maltrata aprovechando su autoridad
como tal.
- Sujeto de interés económico: es visto por el director del manicomio como alguien que por su condición, le
provee dinero.
- Sujeto de despojo: porque no se lo tiene en cuenta para brindarle el tratamiento correspondiente, pero sí
cuando debía ser castigado por sus actos.
- Sujeto de discriminación: puesto que, durante su externación, es señalado por la sociedad como “ese
chico que estuvo en un psiquiátrico”.

Figura del Acompañante Terapéutico en el caso de Neto

Consideramos que si durante su primera externación hubiese tenido una intervención adecuada, como el
abordaje de un Acompañante Terapéutico, esta hubiera sido menos perturbadora para el adolescente, y
podría haberse evitado que sea nuevamente institucionalizado.

El Acompañante Terapéutico podría haber funcionado para contener a Neto, ser en quien descargue sus
sentimientos sin la necesidad de hablar, ofreciéndole un abrazo, una mirada de comprensión, alguien que
respete sus silencios y no pregunte ni lo juzgue, que pueda hacerle sentir que no se lo dejara solo. Puedo
haber ayudado a que se vuelvan a generar los lazos sociales, que perdió por su internación, con su
entorno, con sus significantes, como los amigos, la escuela, su familia. Proporcionarle un espacio de
dialogo en el que, cuando esté preparado, pueda hablar de lo que le sucedió y pueda expresar que
sentimientos le genero esa experiencia. Luego estimular que pueda expresar ese dolor y rencor ante su
familia, reclamar, si así lo quiere, la sobreexigencia diaria y desconfianza de su padre y la ausencia
emocional de su madre, sin miedo a ser reprendido. El Acompañante Terapéutico hubiera podido fomentar
pensamientos positivos, indagado sobre los interés del joven y utilizarlo con el objetivo de ocupar su
mente en otra cosa que no tenga que ver con lo que vivió en el psiquiátrico.
Para terminar y darle un cierre a este trabajo, quisimos transcribir lo que, en una escena de la película, el
protagonista lee en una pared del manicomio.

“El agujero del espejo está cerrado.


Ahora soy un prisionero, con un ojo abierto, y el otro alerta.
Por el lado donde me caí, por el lado que no tiene acceso.
Incluso si me llaman por mi nombre.
Incluso si volver esta permitido.
Al acercarme, las puertas desaparecen.
Las ventanas desaparecen en la pared.
La palabra agua se disuelve.
Ante la palabra sed, la boca sede.
Antes de hablar nadie te oye.
He tratado de dormir la noche entera.
4, 5, 6 de la mañana.
Ahora me sentare en esta silla.
Con una oreja alerta y a otra en tensión.
El agujero del espejo está cerrado.
Y ahora estoy atrapado aquí.
Abandonado por mi abandono.
Encerrado por el lado de afuera.”

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