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Raisa Massiel Chávez Anicama Der2-2

Redacción del discurso de Convicción

Los animales me importan

“No me importa si un animal no es capaz de razonar, solo sé que es capaz de sufrir y por
ello lo considero mi prójimo”.
Es importante detener el uso de animales en investigaciones científicas debido a que
estos seres vivos al igual que nosotros tienen la facultad de sentir y de alguna u otra
manera darse cuenta de lo que sucede.

Los animales son seres que también sienten dolor y miedo, por lo tanto no es ético
experimentar con ellos para el beneficio humano debido a que esta experimentación
atenta contra su integridad y va en contra de sus derechos. Estos últimos son reconocidos
aunque no tengan el mismo valor que el de los humanos; pero esto no debe afectar en el
trato que se les brinde.

Muchas veces son utilizados en experimentos que no son relevantes como por ejemplo
para probar las reacciones de algunos cosméticos en los humanos; esto es una tortura
para ellos ya que son sometidos a diversos químicos que los dañan haciendo que su
muerte sea lenta, en otras palabras, el sufrimiento es prolongado. También los utilizan
para dar soluciones a enfermedades humanas.

En conclusión, no debemos apoyar este tipo de experimentos porque dañan a seres que
no pueden defenderse llevándolos a la muerte lentamente. El sufrimiento que ellos
padecen muchas veces no es importante para los seres humanos, lo “importante “para la
sociedad es el beneficio que puedan obtener de ese “experimento”. Es lamentable como
muchos animales son sometidos a estas rigurosas pruebas.

(1) Disponible en https://maltratoanimalvv.weebly.com/frases-contra-maltrato-


animal.html
Raisa Massiel Chávez Anicama Der2-2

El valor de la Dignidad Humana

El concepto mismo de dignidad humana es- como el de libertad- un concepto


trascendental. Este concepto no indica de modo inmediato un derecho humano
específico, sino que contiene la fundamentación de lo que puede ser considerado como
derecho humano en general. La dignidad humana puede entenderse como un valor
fundamental inherente al ser humano; este valor es de orden superior al de otros seres
vivos debido a que es el valor principal de toda persona merecedora de respeto. También
es el valor primordial de cada persona ya que el hombre tiene una naturaleza distinta de
la de los demás seres vivos, esto se debe a su capacidad de poder hacer uso de su libertad
y de autogobernarse. El respeto es fundamental para los seres humanos junto a la
integridad, la justicia, la honestidad, entre otros valores que mejoran la convivencia
humana.

Esta dignidad es dada por el Creador, por lo tanto es ajena a la voluntad del hombre. No
es posible utilizar al ser humano como un objeto para obtener fines personales porque la
persona es un ser que siente y por lo tanto merece respeto. Lo que la palabra “dignidad”
quiere decir es difícil de comprender conceptualmente porque indica una cualidad
indefinible y simple. Su comprensión intuitiva solo puede ser facilitada por medio de
ejemplos o paráfrasis.

El origen de esta palabra se remonta en la antigüedad griega pero se ha ido desarrollando


a lo largo del tiempo. Su desarrollo ha permitido que actualmente esté vinculado a la
capacidad moral de las personas llegando a ser el valor fundamental de cada uno, esto
quiere decir que otros valores dependen y parten de este.

(1) R. SPAEMANN, Sobre el concepto de dignidad humana, Piper, Munchen, 1987,


1era ed., pp. 77-106
(2) R. SPAEMANN, Sobre el concepto de dignidad humana, Piper, Munchen, 1987,
1era ed., pp. 77-106
El tema de dignidad de la persona se convierte en un asunto obligado cuando de
derechos humanos tenga que tratarse, particularmente de la discriminación o no
discriminación de las personas. En otras palabras, la dignidad va relacionada al derecho
debido a que ambas hablan de la persona como sujeto de derecho.

El Tribunal Constitucional español indicó que la dignidad de la persona permite precisar el


contenido principal de los derechos fundamentales objeto de limitación. Por lo menos de
aquellos derechos que han sido referidos a ellas. Esta dignidad humana ha sido utilizada
para determinar como un contenido cuando la persona es empleada como un objeto y no
como un sujeto de derecho. Tal motivo hace que no sea necesario un acto que humille a
la persona, basta con que no haya respeto para que la dignidad de la persona se vea
afectada en este caso.

La función de la dignidad como fuente de los derechos fundamentales pertenece a su


naturaleza de principio jurídico constitucional. La dignidad humana posee también la
naturaleza jurídica de principio constitucional, siendo que los efectos jurídicos derivados de dicha
naturaleza han de ser correctamente identificados para evitar confusiones respecto de su
dimensión como derecho fundamental. La dignidad del hombre es inviolable en el sentido
que no puede ser arrebatada desde fuera. Únicamente puede ser lesionada por otro en la
medida en que no es respetada. Quien no la respeta, no se apropia de la dignidad del
otro, sino que pierde la propia.

Con esto me refiero a que nadie nos puede quitar la dignidad; cuando se dice que alguien
nos “quita la dignidad” puede ser que ese alguien no nos haya respetado y por lo tanto
haya ido en contra de nuestra dignidad. Al momento de no respetar la dignidad de una
persona, la persona misma pierde la suya en la medida que se convierte en una persona
sin moral, esto conlleva a que la persona pierda sus principios así como otros valores que
parten de este valor fundamental.

(3) J. ANTONIO MARINA Y MARIA DE LA VÁLGONA, La lucha por la dignidad. Teoría de


la felicidad política, Barcelona, 1era ed., Anagrama, 2000, p.1
(4) R. SPAEMANN, Sobre el concepto de dignidad humana, Piper, Munchen, 1987,
1era ed., pp. 77-106
Los derechos humanos son la expresión jurídica de la dignidad de las personas,
estos derechos cumplen un rol que se basan en permitir garantizar su respeto. La
democracia va vinculada a estos derechos humanos y por lo tanto a la dignidad
debido a que es el ámbito en el que pueden desarrollarse las relaciones políticas
de la comunidad en un contexto de respeto a la dignidad.
La dignidad de todo ser humano, por el hecho de serlo, es base de los derechos
humanos. Pero esa vida digna, segura, inviolable, feliz, es una meta abierta a
concretar y superar en cada sociedad y momento histórico. Eso quiere decir que
aún hay problemas en la sociedad que hacen que la dignidad sea tomada como un
valor, un principio más que tiene la persona humana sin darse cuenta de la
importancia que tiene en la vida del hombre al ser la base de todos los derechos
humanos que le corresponde a cada uno. Es de este valor que parten los demás
para poder hacer de la persona un sujeto de derecho íntegro merecedor de todos
y cada uno de los derechos que le son otorgados desde su nacimiento por una
voluntad ajena a la de ellos. De esta manera, democracia y derechos
fundamentales comparten relación entre si e incluso a nivel de fundamento con la
idea de la dignidad humana.
La idea de dignidad humana es uno de los conceptos que en el ámbito del derecho
y la filosofía presentan problemas más complejos para su explicación y
conceptualización, esto se da porque depende de la concepción filosófica en la
cual se fundamenta la argumentación, por este motivo la dignidad tiene un
concepto de carácter instrumental en la que se hace alusión a esta misma con el
trato o respeto hacia las personas por el simple y solo hecho de ser seres
humanos.

(5) A. CHACÓN MATA, El concepto de dignidad humana como fundamento axiológico


y ético de los derechos humanos, vol. 26, nro. 1, 2015, p. 4. Disponible en:
www.revistas.una.ac.cr/index.php/derechos humanos/article/view/7062/7274
Consulta:25 de octubre del 2017.
Los derechos humanos tienen así un fundamento ético, pero necesitan incorporarse al
derecho positivo para realizarse plenamente. Son pretensiones morales que alcanzan su
realización cuando se consideran derechos fundamentales positivos reconocidos
humanos y de la teoría de la democracia al mismo tiempo. Estos derechos humanos
impiden que autoridades u otras personas vayan en contra de los principios de cada
persona y por lo tanto defienden la dignidad de cada ser humano en la sociedad en la que
se encuentra.

Junto con el desarrollo de los derechos humanos, que son entendidos como la expresión
jurídica de la dignidad humana, va el desarrollo de esta dignidad a lo largo de la historia
debido a que tiene que ver con aspectos jurídicos con el de la protección, la tutela y
promoción de la dignidad humana en los ámbitos jurídico político que los derechos
humanos tienen sentido y alcanzan una dimensión moral.

En definitiva, dignidad es un término que se aplica al hombre para señalar una peculiar
calidad de ser, para sostener que es persona y no solo individuo. Con otros términos, ser
persona no es una propiedad añadida al modo de ser humano, sino la realidad misma del
ser humano, su existencia concreta. Con esta afirmación se da a conocer que el hombre
no es solo un individuo más en la Tierra ya que tiene facultades, capacidades que otros
seres vivos no tienen o que tienen pero en menor grado, esto lo convierte en una persona
que nace con derechos y que tiene un valor fundamental, quizás el principal que es el de
la dignidad. Al adquirir este valor, la persona ya es sujeto de derecho merecedora de
respeto y poseedora de múltiples derechos que protegen ante cualquier circunstancia no
solo a su dignidad sino también a su integridad que como ya se mencionó lo hace superior
en relación a cualquier otra criatura.

(6) A. CHACÓN MATA, El concepto de dignidad humana como fundamento axiológico


y ético de los derechos humanos, vol. 26, nro. 1, 2015, p. 4. Disponible en:
www.revistas.una.ac.cr/index.php/derechos humanos/article/view/7062/7274
Consulta: 25 de octubre del 2017.
(7) R. SPAEMANN, Personas. Acerca de la distinción entre algo y alguien, Eunsa,
Pamplona, 2000, 1era ed.
Hervada mantiene que la dignidad implica, o significa, una excelencia o eminencia en el
ser humano, que no solo lo hace superior a los otros seres, sino que lo sitúa en otro orden
del ser. Esto se da debido a la condición que cada ser humano tiene de sujeto de derecho
al estar arraigada a la creación, a imagen y semejanza de Dios. Gracias a esto la dignidad
humana se convierte en un valor inherente al ser humano, es decir un valor de orden
supremo que no puede ser separado ni arrebatado de la persona humana.

“El hombre no es solo un animal de una especie superior, sino que pertenece a otro
orden del ser, distinto y más alto por más eminente o excelente, en cuya virtud el hombre
es persona”. Con estas palabras, Hervada nos da a entender que el hombre no puede
tener los mismos derechos ni valor que otros seres vivos debido a que es un ser capaz de
experimentar emociones, sentimientos, entre otras cosas que lo sitúan en lo más alto
como creación de Dios.

El ser humano es capaz de experimentar situaciones que otros seres no pueden ya sea
por el raciocinio que lo caracteriza o por la simple razón de ser persona considerada en la
sociedad como sujeto de derecho.

Lo que distingue al ser humano de otras especies es su ser racional o espiritual, ambos
constituyen al hombre y de ser separados no habría una “persona humana”.

Podría afirmarse que, en la actualidad, la dignidad humana se configura como una especie
de “conciencia jurídica” global. Incluso, podría sostenerse que, de algún modo, este
principio vendría a ocupar el papel que, tradicionalmente, ha desempeñado el Derecho
Natural, entendido como raíz ontológica y fundamento último del Derecho.

(8) J. HERVADA, Los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana,


Humana Iuna, Navarra, 2010, 1era ed., pp. 361- 362
(9) K. LARENZ, Metodología de la Ciencia del Derecho, Ariel, Barcelona, 1966, 1e ed.,
p. 418
(10) J. HERVADA, Los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana,
Humana Iuna, Navarra, 2010, 1era ed., pp. 361- 362

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