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1.1 Generalidades
Ante la actual crisis paradigmática, Fritjof Capra (2000) ha propuesto el Paradigma Ecológico como
modelo para comprender la ecología y la sostenibilidad, bajo el enfoque vivencial, participativo y
multidisciplinario.
*Tiene una concepción ética de la sobriedad donde se toman en cuenta todos los elementos del
ecosistema.
Las características del "paradigma ecológico" constituyen, según Paniker (1984), un marco general
paradigma de la complejidad organizada que da sentido a la mayoría de fenómenos conocidos,
entre ellos la escuela, de tal manera que puede ser vista como la consecuencia de procesos
históricos complejos y nunca neutrales; siempre benefician a unos y marginan a otros. Una
construcción social pensada y constituida por grupos sociales en un momento determinado y no
algo connatural, innato a la vida en sociedad. Además, es un espacio que cumple funciones
patentes o explícitas (educar, socializar, enseñar, orientar, culturizar) y otras ocultas (reproducción
de clases, dominación y domesticación).
El conocimiento no se percibe como una verdad universal y absoluta planteada por teorías o leyes,
si no que el conocimiento se puede ir construyendo y complementando a partir de los aportes que
los alumnos puedan hacer desde su punto de vista.
Tiene en cuenta el entorno que rodea al proceso de enseñanza-aprendizaje y para ello requiere un
currículum abierto y flexible para adecuar los objetivos propuestos al entorno escolar y al grupo de
alumnos.
Además, favorece la interacción y colaboración entre los docentes, favoreciendo otros valores.
Esto último podríamos encasillarlo en la Zona de Desarrollo Próximo de Vigotsky.
Si analizamos detalladamente estas características y ampliamos su campo de desarrollo, este
paradigma puede convertirse en un método curricular destacado ante los que ya anteriormente
existían.
Este paradigma ecológico se opone a los otros tres paradigmas, el conductista que tiene en cuenta
el proceso de estímulo-respuesta y se centra en el docente y el cognitivo en el cual el alumno pasa
a tener un mayor protagonismo.
Partiendo de Kuhn (1962, pg. 34) definiremos el concepto de paradigma como un esquema de
interpretación básico, que comprende supuestos teóricos generales, leyes y técnicas que adopta
una comunidad concreta de científicos. La aparición de un determinado paradigma afecta a la
estructura, de un grupo que practica un campo científico concreto. De este modo nos
encontramos en la actualidad con una fuerte crisis del paradigma conductual y un importante
resurgir de los paradigmas cognitivo y ecológico. Y ello tiene relevantes implicaciones en la forma
de construir y aplicar las Reformas Educativas actuales y en la práctica escolar diaria, como iremos
concretando. De otra manera el paradigma actúa como un ejemplo aceptado que incluye leyes,
teorías, aplicaciones e instrumentaciones de una realidad pedagógica y educativa. Se convierte de
hecho en un modelo de acción, en nuestro caso pedagógica, que abarca la teoría, la teoría -
práctica y la práctica educativa. Orienta, por tanto, la teoría, la acción y la investigación en el aula,
influyendo en la reflexión de los profesionales de la educación y en sus modelos de acción.
Paradigmas educativos.
El paradigma ecológico
El paradigma Ecológico tiene su origen en 1869 con Haeckel y analiza la educación desde principios
ecológicos y de ecosistemas. Es un modelo integrador y ayuda a comprender hechos pedagógicos
y educativos partiendo del estudio de la realidad cultural, las demandas del entorno y las
respuestas de los elementos de ella, así como las maneras de adaptación de los individuos al
contexto.
El término «ecológico», aportación de la biología y acuñado por E. Haeckel en 1868 designa los
estudios de las condiciones de existencia de los seres vivos y las interacciones de todo tipo que
existen entre estos seres y su medio, propiciando una explicación a la dinámica de la vida en una
concepción unitaria y sistemática del medio ambiente. De acuerdo con lo cual, la validez ecológica
se centrará en la medida en que los habitantes o situaciones comparadas en un experimento son
representativas de la población de situaciones a las que el investigador desea generalizar. La
finalidad de su análisis será, pues, el estudio de las relaciones de las distintas variables
ambientales junto con las características de los grupos o contextos que se atribuyen a los sujetos
por formar parte de ellos. La característica principal a estudiar reside en la presencia de distintas
fuerzas condicionantes, contextúales más propiamente, que exigen su consideración y definición.
La perspectiva ecológica aporta la ineludible necesidad de no decapitar un fenómeno que, en su
entidad más radical, ni ocurre ni puede ser comprendido al margen de situaciones y contextos en
los que «naturalmente» se desarrolla. Se trata, diríamos, de ser consecuentes con la naturaleza del
fenómeno de conocer más de cerca sus circunstancias.
1.2 Autores principales y sus aportaciones
Los propulsores de este paradigma en el ámbito educativo son: Doyle, quien promueve la idea de
paradigma ecológico como espacio favorecedor para el desarrollo e intercambio de significados
críticos en el alumno; Bernstein (1971), quien estudia las relaciones de saber y poder que se
producen en las instituciones escolares, y Tikunoff, que en 1979 propone un modelo explicativo de
construcción de cultura experiencial en la escuela como espacio ecológico (Pérez Gómez, 1998).
Este paradigma es un modelo integrador en torno a lo educativo. Ayuda a comprender los hechos
pedagógicos y educativos partiendo del estudio de la realidad cultural, las demandas del entorno y
las respuestas de los elementos de ella, así como las maneras múltiples de adaptación de los
individuos al contexto.
Si bien los propulsores antes mencionados exhiben un aporte significativo en el ámbito educativo,
existen varios autores que complementan dichos aportes:
Destaca la importancia crucial que tiene el estudio de los ambientes en los que nos
desenvolvemos. Defiende el desarrollo como un cambio perdurable en el modo en el que la
persona percibe el ambiente que le rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se
relaciona con él. Teoría Ecológica de Sistemas de Bronfenbrenne.
1.2.1.2 Mesosistema
Se refieren a las interacciones entre 2 ó más microsistemas, en los que la persona en desarrollo
participa como cuando por ejemplo, los padres coordinan sus esfuerzos con los maestros para
educar a los niños.
1.2.1.3 Exosistema.
Se refiere a los propios entornos (uno o más) en los que la persona en desarrollo no está incluida
directamente, pero en los que se producen hechos que afectan a lo que ocurre en los entornos en
los que la persona si está incluida. Ejemplo: para el niño, podría ser el lugar de trabajo de los
padres, el círculo de amigos de los padres.
1.2.1.4 Macrosistema
Se refiere a los marcos culturales o ideológicos que pueden afectar transversalmente a los
sistemas de menor orden (micro, meso y exo) y que les confiere a estos una cierta uniformidad, en
forma y contenido, y a la vez una cierta diferencia con respecto a otros entornos influidos por
otras culturas o ideologías diferentes. Lo configuran los valores culturales y políticos de una—
sociedad, los modelos económicos, condiciones sociales etc.
1.2.1.5 Globosistema
Es el sistema global a nivel mundial en donde el individuo no tiene influencia para que los eventos
que suceden a este nivel puedan cambiar. Este se refiere a cambios ambientales, climáticos,
incendios forestales, destrucción de la capa de ozono, modificación de las placas tectónicas que
causan terremotos en el mundo y también otro tipo de desastres naturales a nivel global.
1.2.2 Neisser
En 1976, escribió Cognición y realidad , en la que expresaba tres críticas generales del campo de la
psicología cognitiva. En primer lugar, no estaba satisfecho con el modelo de programación lineal
de la psicología cognitiva, con su énfasis excesivo en el peculiar tratamiento de la información y los
modelos utilizados para describir y explicar el comportamiento. En segundo lugar, considera que la
psicología cognitiva no había abordado los aspectos cotidianos y las funciones de la conducta
humana. Colocó la culpa de este fracaso en gran medida de la confianza excesiva en las tareas de
laboratorio artificiales que se habían convertido en endémica en psicología cognitiva por la década
de 1970. En este sentido, consideró que la psicología cognitiva sufrió una grave desconexión entre
las teorías de la conducta probada por la experimentación de laboratorio y el comportamiento en
el mundo real, al que llamó la falta de validez ecológica . Por último, y quizás lo más importante,
había llegado a sentir un gran respeto por la teoría de la percepción directa y la recogida de
información que había sido promulgada por el destacado psicólogo perceptual JJ Gibson y su
esposa, la "gran dama" de la psicología del desarrollo , Eleanor Gibson . Neisser, en este libro,
había llegado a la conclusión de que la psicología cognitiva tenía pocas esperanzas de alcanzar su
potencial sin tomar nota teórica cuidado del trabajo de los Gibsons sobre la percepción que
argumentó que la comprensión del comportamiento humano primera consiste en un análisis
cuidadoso de la información disponible a cualquier percepción organismo.
1.2.3 Hamilton
En este paradigma se prioriza el estudio del escenario de la conducta escolar y social. Se subraya la
interacción entre el individuo y ambiente y se potencia la investigación del mundo natural.
Para Hamilton (1983) el paradigma ecológico contextual tienen que ver con: Atender a la
interacción entre personas y su entorno, profundizando en la reciprocidad de sus acciones. Asumir
el proceso de enseñanza-aprendizaje como un proceso interactivo continuo. Analizar el contexto
del aula como influido por otros contextos y en permanente interdependencia. Tratar procesos no
observables como pensamientos, actitudes y creencias o percepciones de los agentes del aula.
Preocupándose sobre todo de:
1.2.4 Shulman
Shulman, S (1986) concreta más esta unidad de análisis desde una perspectiva ecológica. Y afirma
que se centra en: El ecosistema del alumno. La clase. El profesor. Su escuela/centro. La comunidad
que enmarca el entorno.
Según Shulman el paradigma ecológico se preocupa sobre todo de los siguientes aspectos:
Aprender de la interacción entre las personas y su entorno, profundizando en la reciprocidad de
sus acciones. Asumir el proceso de aprendizaje como un proceso interactivo. Tratar procesos no
observables, como: pensamientos, actitudes, creencias o percepciones de los agentes del aula.
El currículo es abierto y flexible. La evaluación que propugna este paradigma es sobre todo
cualitativa y formativa. Las técnicas que se deben desarrollar están centradas fundamentalmente
en el proceso de enseñanza – aprendizaje más que en los resultados. Las estrategias más
aconsejables para la evaluación son la observación sistemática, el estudio de casos, los
cuestionarios, las escalas, los registros de observación, las entrevistas.
Por lo cual su metáfora básica es el escenario que se preocupa sobre todo las interrelaciones
persona-grupo-medio ambiente. En este sentido el aprendizaje contextual y compartido sería una
de las principales manifestaciones, de tal manera que el contexto, como conducta vivida y
significativa para el individuo debe ser incorporada al aula y favorecer el aprendizaje significativo,
convirtiéndose el contexto en una vivencia conceptualizada e interpretada, siendo un importante
recurso que favorece la motivación y es a su vez facilitador de la conceptualización, de ahí que la
enseñanza-aprendizaje no solo es situacional, sino personal y psicosocial.
Al profundizar en procesos concretos del trabajo docente Dreeben se centra en las relaciones de
autoridad existentes y en la ecología del aula, considerando la influencia de la disposición espacial
del aula en la naturaleza del trabajo docente, donde el alumno aprende de manera permanente
dentro del proceso de socialización, para luego aplicarse a la vida pública, ya que según Dreeban
es en la escuela por encima de la familia donde se aprenden las normas de independencia, el
logro, el universalismo, la especificidad de este modo el proceso de enseñanza-aprendizaje no
solo se limita a las habilidades cognoscitivas sino también a las habilidades extra curriculares.
Lortie (1.973-1.985) define el Paradigma Ecológico Contextual como aquel que describe, partiendo
de los estudios etnográficos las demandas del entorno y las demandas múltiples de los agentes a
ellas, así como los modos múltiples de adaptación.
A nivel escolar este paradigma estudia las situaciones de clases y los modos como responden los
individuos ante ellas, con lo cual trata de interpretar las relaciones entre en el comportamiento y
el entorno. Lo que permite evaluar cualitativa y formativamente, ya que las técnicas para evaluar
se centran principalmente en los procesos de enseñanza-aprendizaje más que en los resultados,
encontrando entre las más apropiadas: la Observación sistemática, los cuestionarios, las escalas de
observación y registros de observaciones, las entrevistas, especialmente las abiertas en donde el
sujeto puede argumentar sus motivaciones y apreciaciones personales ante los hechos, lo que
ayuda al evaluador a descubrir y entender la realidad.
Con respecto a la evaluación, Porlán, R. (1993: 47) expresa: “Si el conocimiento se modifica
históricamente, ¿por qué no habrá de hacerlo también el criterio para evaluar?. Rechacemos los
criterios formales y abstractos como paradigma de la racionalidad, pero sustutiyámoslos por otros
acordes con la multiplicidad conceptual.” Domínguez, G y Mesona, J. (1996: 357) manifiestan en el
marco de esta concepción su rechazo “al concepto de evaluación como control, puesto que
significa una reproducción del sistema social; la evaluación tiene sentido como una valoración del
proceso en el que tanto evaluador como evaluado forman un solo equipo 82 Principales
tendencias en la evaluación de los aprendizajes y han participado y pactado la definición de los
criterios que van a servir como puntos de referencia en la evaluación”; se debe llegar a un
consenso, a un acuerdo, a una negociación entre los participantes del hecho educativo para definir
el “qué” y “él para qué” se evalúa. Para que los datos sean validos, se recopilarán la mayor
cantidad de información posible de manera tal que ayude a revelar lo que subyace bajo una
realidad y una apariencia externa. Es decir, el proceso de evaluación de los alumnos debe ser
realizado de manera cualitativa como algo natural que forma parte de las actividades ordinarias de
clase, y no como una actividad especial que se realiza en un momento determinado del proceso de
enseñanza-aprendizaje; consiste en hacer descripciones y narraciones de manera global y
comprensiva de lo que ocurre en una situación de aprendizaje en el contexto en que se desarrolla.
De esta manera, el docente tiene la apreciación de lo que ocurre en la clase y una vía expedita es
la de llevar la evaluación continua de todos los procesos y acontecimientos que ocurren en la
situación de enseñanza-aprendizaje. La participación del alumno en su propia evaluación y la de
sus compañeros es de importancia en este enfoque. Entre los medios de evaluación que puede
utilizar el docente para recoger informaciones sobre los alumnos, tenemos: el sociograma, las
observaciones, entrevistas, registros de actuación, diario del profesor, mapas conceptuales,
actividades de indagación, ensayos, etc.