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GASTOS PÚBLICO

SADITH CASTILLO BARGUIL


ANDREA ESPITIA LOZANO
MARILEYS HERNÁNDEZ MOLINA
KATHERIN RUIZ JALAL

TECNOLOGÍA EN GESTIÓN PÚBLICA


HISTORIA DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA

Universidad De Cartagena
Cread - Cereté

2019
INTRODUCCIÓN

Son gastos públicos las erogaciones generalmente ordinarias que realiza el Estado
en virtud de ley para cumplir sus fines consistentes en la satisfacción necesidades
públicas.
El concepto de gasto público está siempre ligado al de necesidad pública, esta juega
un papel importante del presupuesto de legitimidad de gasto público, puesto que es
indispensable su preexistencia para que el gasto se materialice. El gasto público
parte del interés popular.
Son las erogaciones o empleo de riqueza destinados a la prestación de los servicios
públicos que son requeridos por el interés público.
"Gasto público es toda erogación que realiza el estado en funciones del gobierno".
1- ANALISIS Y EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO DE GASTO PÚBLICO

El gasto público es la cuantía monetaria total que desembolsa el sector público para
desarrollar sus actividades.
El sector público, como agente económico, tiene diferentes objetivos y funciones.
Entre ellos, se encuentran objetivos como reducir la desigualdad, redistribuir la
riqueza o satisfacer diferentes necesidades a los ciudadanos de un país.
En este sentido, el gasto público es el dinero que gasta el sector público en llevar a
cabo una serie de actividades.
Lo contrario del gasto público es el ingreso público.

No todos los gastos son iguales. Al igual que ocurre en el sector privado, podemos
clasificar el gasto en distintos tipos. Los tipos de gasto público son:
 Gasto corriente: En ellos se encuentran aquella cantidad de dinero
destinada a las operaciones más básicas del Estado. Por ejemplo, gastos en
salarios del funcionariado o en la prestación de determinados servicios
públicos.
 Gasto de capital: En este gasto se encuentra aquel destinado a la obtención
de activos (tangibles e intangibles). También se añaden en este punto la
compra de inmovilizado para desarrollar las actividades corrientes. Por
ejemplo, la compra de trenes.
 Gasto de transferencia: Se trata de la cantidad monetaria (a veces en forma
de capital) que el Estado destina a empresas y familias. Por ejemplo, los
subsidios por desempleo son transferencias.
 Gasto de inversión: A diferencia del gasto de capital, se considera gasto de
inversión cuando el gasto tiene como objetivo crear, aumentar, mejorar o
sustituir el capital público ya existente.

Cómo decíamos al principio de la entrada, el sector público pretende conseguir unos


fines. Para conseguirlos se sirve, en muchas ocasiones, del gasto público. Decimos
en muchas ocasiones, ya que existen casos en que un aumento del gasto no
permite conseguir determinados fines. Aunque sí que es cierto que, en la mayoría
de casos, ayuda a conseguirlos.
Entre los principales objetivos del gasto público se encuentran:
 Distribuir la riqueza
 Mejorar el acceso a la salud de los ciudadanos
 Asegurar la justicia
 Mejorar el empleo
 Fomentar el crecimiento económico
 Salvaguardar el medio ambiente
 Permitir el acceso a la educación
 Garantizar una vida digna
 Fuerzas armadas
Podríamos añadir muchos más, aunque los anteriores son un fiel reflejo de lo que
suelen intentar los Estados. Claro que no siempre es así. Por ejemplo, la inversión
en educación, sanidad o servicios públicos en general dependerá de cada país.
Así, existen países que invierten más en educación y otros menos, países que
invierten más en sanidad y otros menos. Con la justicia ocurre lo mismo, empezando
porque cada país tiene sus propias leyes.

2. ANALISIS Y EXPLICACIÓN DE LA LEY DE WAGNER


La ley de Wagner o ley del crecimiento secular del gasto público constituye un
importante tópico en la investigación sobre las causas del crecimiento secular del
gasto público.
La ley de Wagner ha despertado sumo interés entre los economistas del sector
público desde su redescubrimiento a través de la recopilación "Classics inPublic
Finance (1958) de Musgrave y Peacock. Se ha discutido y se discute su formulación
adecuada, dada la ambigüedad del propio Wagner, y se contrasta una y otra vez
tanto para países desarrollados como para países subdesarrollados o en vías de
desarrollo. El análisis empírico de la ley de Wagner ha ido paralelo al desarrollo y
difusión de la econometría de manera que se han utilizado técnicas econométricas
cada vez más avanzadas y sofisticadas para realizar la contrastación.
Adolph Wagner formuló su hipótesis o ley reiteradamente a través de una serie de
escritos sobre diversos temas de Hacienda Pública a lo largo de un período de
cincuenta años. Aunque sus escritos eran conocidos por los economistas alemanes
no fueron difundidos en el mundo científico (de habla inglesa) sino a través de la
somera traducción de parte de ellos en "Classics in Public Finance(1958).
La cuestión que nos ocupa y preocupa es por qué una proposición aparentemente
tan sencilla, sin repercusión práctica en las políticas públicas y que ha recibido un
aluvión de críticas tanto de forma como de fondo, puede resultar tan atractiva para
los economistas del sector público y para los editores de las revistas hasta el punto
de haberse publicado casi cien artículos sobre esta ley en un período de treinta años
y, en ocasiones, varios trabajos en el mismo número de una determinada revista.
De forma más explícita: "Interpretada desde el punto de vista económico-nacional,
esta ley significa la creciente extensión absoluta, y también relativa, dela forma de
organización pública junto a, y en sustitución de, la económico-privada dentro de la
economía pública".

3. ANALISIS Y EXPLICACIÓN DE LA TENDECIA SECULAR DEL GASTO


PÚBLICO
Es menester a su vez mencionar lo que se entiende por tendencia secular, Se
denomina tendencia secular o simplemente tendencia a la trayectoria temporal de
crecimiento, decrecimiento o estabilidad que sigue una serie cronológica a largo
plazo. Movimiento unidireccional y persistente que describe la evolución temporal
de una determinada variable, una vez depurada de sus variaciones estacionales,
cíclicas y accidentales.
Teniendo en cuenta el concepto mencionado se hace relación a lo que respecta el
gasto público a lo largo del siglo XIX hasta nuestros días, Milton Friedman ha
expresado muy gratificantemente esta tendencia en el caso norteamericano.
“piénsese, en efecto, en lo que representa el que los gastos totales de un país como
Estados Unidos alcanzasen un poco antes de iniciarse la Primera Guerra Mundial
unos 3 mil millones de dólares, mientras que a mediados de los años 30 estos
gastos se habían elevado a unos 35 mil millones y a fines de los años 50 hayan
importado de 125 a 130 mil millones. Otro tanto, además, ocurrió en diversos países,
en Alemania, por ejemplo la relación de los gastos públicos con el producto social
ha pasado en medio siglo de un 10 a 29%.
Lo mismo ha sucedido en Colombia se ha calculado que mediados del siglo pasado
el gasto total del Gobierno como un porcentaje del Producto Interno Bruto no
excedía del 2 % al paso que la misión de finanzas gubernamentales en Colombia
estimo para 1979 que los gastos totales del gobierno como porcentaje del PIB eran
del 29.6%. se estima según el Plan de Desarrollo que para el 1998 los gastos
públicos totales representaran el 32% del PIB, es decir, en Colombia no hemos sido
ajenos a la tendencia universal según el cual los gastos públicos han venido
aumentando sistemáticamente como un proporción del PIB, el gasto público total de
Colombia paso a representar el 46.5% del PIB en 2000 a solo el 34 % en el año
siguiente. Este indicador muestra alta variación, hasta lograr una relativa
estabilización entre 2006 y 2009, para este último año se ubicó en el 41% del PIB.
4. ANALISIS Y EXPLICACIÓN DEL APORTE KEYNESIANO A LA TEORIA DEL
GASTO PÚBLICO.
La teoría keynesiana es una teoría económica desarrollada por John Maynard
Keynes, que se basa en la idea fundamental de que la intervención del gobierno
puede estabilizar la economía, aumentando los niveles de empleo y producción,
principalmente mediante el aumento del gasto público en períodos de desempleo.
Esta teoría clásica intentaba explicar cómo asignar los recursos productivos, el
desempleo no era un problema a resolver y como los mercados son autorregulables,
los niveles de desempleo pronto serían reducidos por las mismas fuerzas que
operan en el mercado, evitando así un gran desempleo.
En las Consideraciones del ciclo económico. La demanda agregada privada se
compone de consumo privado e inversión privada, esta última es la fuente principal
de impulsos que desencadenan fluctuaciones económicas; las decisiones de
inversión dependen a su vez de las expectativas sobre la rentabilidad futura, las
cuales tienden a ser inestables. Los cambios en el optimismo o pesimismo de los
inversores Keynes los denominó “animals spirits” y los señaló como los causantes
de desplazamientos en la demanda agregada y, a través de ella, en el producto
agregado y en los niveles de desempleo.
Como los mercados no son autorregulables, se hace necesaria la aplicación por
parte de las autoridades económicas de políticas fiscales y/o monetarias para
contrarrestar el ciclo, esto es medidas expansivas en el presupuesto público y en la
oferta monetaria durante los períodos de estancamiento del producto. Pues si existe
desempleo, esto es por una demanda efectiva deficiente, ésta a su vez se da por
un nivel bajo de inversión; ante ello caben dos acciones por parte del gobierno: una
es la política fiscal a través de la expansión en inversión pública que suplante a la
privada y otra es la política monetaria a través de la variación en la cantidad de
dinero que modifique la tasa de interés3 y haga atractivas nuevas inversiones por
parte de los privados.

5. ANALISIS Y EXPLICACIÓN DEL GASTO PÚBLICO EN COLOMBIA.


La caída de los precios internacionales del petróleo a partir de junio de 2014 tuvo
un impacto negativo sobre los ingresos del Gobierno Nacional Central –GNC–, lo
cual se reflejó en el aumento del déficit y la deuda del gobierno, sin comprometer
las metas cuantitativas de la Regla Fiscal. El flujo de ingresos provenientes de la
actividad petrolera alcanzó a representar el 20% de las rentas del GNC en 2013 y,
luego, como resultado de la disminución de los precios internacionales del crudo,
se redujo drásticamente en los años 2015 y 2016.
Esta situación hizo evidente la fragilidad de las finanzas públicas frente a los
movimientos en los precios del petróleo. Para aliviar el impacto del choque petrolero
se adoptaron algunas medidas tributarias en 2014 y 2016 y se moderó el
crecimiento del gasto. Si bien estas medidas han permitido manejar la situación
fiscal hasta el momento, no garantizan la sostenibilidad de las finanzas públicas en
el mediano plazo, teniendo en cuenta la presión recurrente del gasto y las
dificultades del Estado para aumentar de manera apreciable la carga impositiva.
Uno de los factores que afecta el manejo de las finanzas públicas es la inflexibilidad
de una porción importante del gasto del GNC, lo que reduce el margen de maniobra
para ajustar el presupuesto cuando se registran choques negativos como el
observado recientemente con la caída de los precios del petróleo. Estas
inflexibilidades están relacionadas con la aplicación de normas constitucionales y
legales, el pago de los intereses de la deuda, y la existencia de rentas de destinación
específica, principalmente. Este artículo presenta una descripción general sobre la
evolución y las características del gasto del GNC desde 1990 en Colombia y algunos
indicadores sobre el tamaño del Estado en un contexto internacional.
El tamaño del Estado en un contexto internacional
El tamaño del Estado se mide tradicionalmente como la relación entre el valor del
gasto público y el del Producto Interno Bruto –PIB–. En la práctica, se utilizan
diferentes medidas de gasto que varían dependiendo de la cobertura considerada.
En esta sección presentamos las comparaciones internacionales del gasto del GNC
para los países de América Latina y del gasto del gobierno general, para un grupo
de economías con distintos niveles de ingreso y grados de descentralización.
Gobierno Nacional Central
La información de gasto del GNC, que proviene de la información de la Comisión
Económica Para América Latina –CEPAL–, indica que Bolivia y Venezuela son los
países que registran la mayor participación en 2015, con porcentajes del 41% y del
36% del PIB, respectivamente. Por su parte, Brasil, Chile, Ecuador, Honduras,
Uruguay y México registran niveles de participación superiores al 20% del PIB,
mientras que Colombia se encuentra ligeramente por debajo de este porcentaje
(19.2% del PB). Estas cifras sugieren que el gasto del GNC de Colombia en el PIB
es relativamente bajo respecto a los países de la región y solo supera el de algunas
de las economías de Centroamérica.
De otro lado, cuando se compara el PIB per cápita ajustado por la Paridad del Poder
Adquisitivo –PPA– con el tamaño del gasto del GNC de los países de América
Latina, se encuentra que países con un PIB per cápita relativamente altos tienen un
gasto del GNC similar al de países con PIB per cápita más bajos. En general, los
países de la muestra que tienen un gasto inferior al que predice el PIB per cápita
son Argentina, Chile, México, Panamá, Uruguay y Venezuela, mientras que los
países que tienen un gasto superior son Bolivia, Ecuador, Haití, Honduras y
Paraguay. Con base en la muestra de países analizados, el gasto del GNC de
Colombia, en 2000 y 2015, corresponde al que predice el PIB per cápita ajustado
por la PPA.
Gobierno General
La información de gasto del gobierno general, la cual proviene de las estadísticas
del Fondo Monetario Internacional –FMI–, incluye además del gasto del Gobierno
Nacional, el de los gobiernos territoriales (incluyendo las entidades
descentralizadas), y el del sector de la seguridad social. En general, las cifras
indican que las economías con mayor gasto público son las europeas, que en la
mayoría de los casos registran niveles superiores al 40% del PIB en los años 2000
y 2015.
Para los países de América Latina, se observa que Argentina, Bolivia, Brasil y
Venezuela tenían una participación del gasto del gobierno general en el PIB superior
al 40% en 2015, porcentaje similar al que registraban varias de las economías
avanzadas.1 En 2015, Colombia registró una participación del gasto en el PIB del
29.6%, superior a la de Chile, Costa Rica, Paraguay y Perú, e inferior a la de la
mayoría de las economías avanzadas. En el caso de Argentina, Bolivia, Brasil,
Ecuador y Venezuela, el gasto público creció en más de 10 puntos porcentuales
entre los años 2000 y 2015, en tanto que el de Colombia aumentó alrededor de 3
puntos. De otro lado, en 2015 la mayor diferencia entre el gasto del GNC y el del
gobierno general en términos del PIB se observa en Argentina (19.4 puntos
porcentuales), Ecuador (15.2 puntos porcentuales), Brasil (11.6 puntos
porcentuales) y Colombia (10.4 puntos porcentuales), lo cual da una medida de la
importancia de las entidades descentralizadas, y de los gobiernos regionales y
locales, así como del sector de la seguridad social.
Cuando se compara el PIB per cápita en dólares ajustado por la PPA con el gasto
del gobierno general en términos del PIB, se observa que los países más
desarrollados tienen Estados más grandes en los años 2000 y 2015 (gráfico 4). Este
resultado apoya la “Ley de Wagner”, la cual sostiene que a medida que el ingreso
per cápita crece, el tamaño del gasto público aumenta a una tasa similar o superior,
por la mayor demanda de bienes públicos que trae el progreso económico y por la
complejidad que adquiere el Estado. En general, con excepción de Israel, los países
con mayor tamaño del Estado son los europeos. Sin embargo, se pueden diferenciar
dos grupos de países. En el primero se ubican aquellos que tienen un gasto como
porcentaje del PIB muy alto para su nivel de PIB per cápita, como Portugal, Grecia,
Polonia y Hungría, y, en el segundo, aquellos que tienen un gasto como porcentaje
del PIB inferior al que predice su PIB per cápita, como en el caso de Noruega,
Holanda, Reino Unido, Suiza y Alemania. Lo mismo ocurre con Estados Unidos.
6. UBICACIÓN CONSTITUCIONAL DEL CONCEPTO DE GASTO PÚBLICO

Gasto público
El gasto público juega un papel de gran relevancia en la actividad económica del
país, no solo en el manejo eficaz de este sino en la correcta asignación de los
recursos públicos.
Antes del siglo XX se creía que el Estado no tenía capacidad de autoadministrarse
y que sus gastos no serían productivos, a pesar de los ingresos que pudieran
generarse, de ahí que el Estado fuera un Estado gendarme que solo percibía
ingresos fiscales para cubrir los gastos de las autoridades y su intervención en la
economía era exigua, por no decir nula. Como consecuencia de esta concepción
los gastos del Estado eran muy pocos.
La gran depresión mundial de los años 30 en el siglo XX evidenció la incapacidad
del mercado para autoregularse y garantizar una eficiente distribución de bienes y
servicios. La fórmula propuesta por el economista Keynes para dar solución a esta
crisis económica consistió en que el Estado asumiera un papel activo en la
economía que le permitiera garantizar asignación eficiente de bienes y servicios,
una adecuada distribución del ingreso y propender por el desarrollo económico. "De
acuerdo con los postulados keynesianos, el gasto público que tiene un mayor factor
de multiplicador es aquel que llega a sectores con una alta propensión a consumir,
los cuáles, al recibir el ingreso, acrecientan la demanda agregada de la economía y
por lo tanto incrementan el volumen de la renta"
En efecto, la puesta en práctica de la fórmula de Keynes posibilitó a los Estados
salir de la crisis redefiniendo su papel, en tanto implicó necesariamente para ellos
la realización de una gran cantidad de gastos que otrora no asumían. El Estado
empezó a encargarse de manera creciente de la satisfacción de necesidades de
interés general, esto es de la prestación de servicios públicos, entre los que se
pueden señalar la construcción de ferrocarriles, carreteras, telecomunicaciones,
transmisión de energía, entre otros, de esta forma pasaba de ser un Estado
gendarme a ser un Estado intervencionista.
La aplicación de las teorías keynesianas al gasto público pareció confirmar la ley de
Wagner, quien en el siglo XIX, predijo que existía en todas las naciones del mundo
una tendencia al aumento del gasto público.
La teoría keynesiana ha sido objeto de revisión en las últimas décadas, pues su
aplicación se considera como la causa del creciente déficit fiscal de los Estados.
Esta crítica sirve como soporte a quienes abogan por la necesidad de reducir el
gasto público y en consecuencia privatizar una gran cantidad de servicios que se
entendían inherentes al Estado, esta fórmula se dice por sus defensores garantiza
una mejor prestación de los servicios en tanto se traslada al sector privado en el
cual rige la competencia. La tesis antes descrita configura en la actualidad una
tendencia mundial que ya tiene presencia en nuestro país y que en gran medida es
impulsada por los países desarrollados y por las organizaciones que, en el nivel
mundial orientan el mercado, tales como el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial.

1. Clasificación del gasto público.


Los gastos públicos en Colombia se clasifican en:
1.1 Gastos de funcionamiento
Como lo indica el nombre son los que garantizan el funcionamiento y la marcha del
aparato estatal. Entre los gastos de funcionamiento se encuentran los gastos de
personal, los gastos generales, transferencias y gastos de operación.
Los gastos de personal son los necesarios para el pago de la burocracia estatal.
Los gastos generales son los necesarios para adquirir las dotaciones en general
para que el Estado pueda funcionar, ejemplo papelería, implementos quirúrjicos.
Las transferencias son los ingresos de una entidad que se trasladan a otra. Las dos
transferencias más importantes que existen en Colombia son el situado fiscal y las
participaciones municipales en los ingresos corrientes de la Nación.
El situado fiscal se encuentra definido en artículo 356 de la Carta Política como el
porcentaje de ingresos corrientes de la Nación que se cede a los departamentos, al
distrito capital y los distritos especiales para financiar salud; educación preescolar,
primaria, secundaria y media en las proporciones que establezca la ley orgánica.
Estos porcentajes fueron definidos por la Ley 60 de 1993 relativa a la distribución
de recursos y competencias, la cual establece minuciosamente como se distribuye
el gasto correspondiente al situado fiscal.
Las participaciones están definidas en el artículo 357 de la Constitución como una
participación de los municipios en los ingresos corrientes de la Nación para el
cubrimiento por parte de aquellos de los gastos de inversión social en los
porcentajes mínimos que establece la ley. Estos porcentajes, así como las áreas
prioritarias de inversión social también fueron definidos por la Ley 60 de 1993,
mencionada con antelación.
1.2. Gastos de inversión
Son los gastos destinados al aumento del patrimonio público, tales como obras de
infraestructura; y también, según ha entendido la Corte Constitucional, los gastos
en inversión social que hacen parte del llamado gasto público social, tales como
agua potable, acueducto, alcantarillado.

1.3. Gastos que cubren el servicio de la deuda


Comprende tanto el pago o abono de la deuda pública externa o interna, como de
los intereses, la financiación, las comisiones que deban pagarse por las mismas.

2. Principios constitucionales del gasto público


Los principios del gasto público están contenidos en los artículos 95, 150, 345 a 355
de la Constitución Política y en el Estatuto Orgánico del Presupuestos (Decretos
111 y 115 de 1996). Alfonso Miranda Talero2 los resume en la siguiente lista:
2.1. La proposición de los gastos públicos corresponde al Gobierno, pues la rama
del poder público que gasta es precisamente esta, el Ejecutivo (arts. 150, 154 y 200
num. 3º).
2.2. Los gastos propuestos por el Gobierno deben pasar por la aprobación del
Congreso, esto tiene explicación en que este órgano, el Congreso representa al
pueblo. Esta participación indirecta del pueblo en relación con el gasto público
constituye una de las aplicaciones de la democracia como principio genérico
(artículo 150 num. 11).
2.3. Los gastos no pueden aprobarse de manera global, deben discriminarse
(artículo 345 y ss. C.P.).
2.4. Las modificaciones al gasto público tienen límites y restricciones, entre ellos el
principal límite deviene del principio del equilibrio presupuestal según el cual los
gastos no pueden superar los ingresos.
2.5. El gasto público está sujeto a diversos controles: los principales son el control
político a cargo del Congreso; control administrativo ejercido por el Ejecutivo,
concretamente por el Ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de
Planeación; y control fiscal y numérico legal, que corresponde a la Contraloría.

1 Restrepo, Juan Camilo. Hacienda Pública. Tercera edición, Santafé de Bogotá:


Universidad Externado de Colombia, 1996, p.50.

2 Miranda Talero, Alfonso. El Derecho de las Finanzas Públicas. Segunda edición.


Santafé de Bogotá: Legis, 1999, p. 56-57.
BIBLIOGRAFÍA

https://economipedia.com/definiciones/gasto-publico.html

https://www.researchgate.net/publication/28078680_La_ley_de_Wagner_un_analisis_sintetico

https://www.zonaeconomica.com/teoria-keynesiana

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