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ENSAYO
U17210236
Se empieza a hablar del psicoanálisis a partir del surgimiento del libro la interpretación
de los sueños, escrita por Freud en 1900, donde plantea la existencia del inconsciente
explicando así el funcionamiento de la mente humana normal y patológica, así como una
técnica para el tratamiento de problemas emocionales. Es así que una de las grandes
aportaciones que ha hecho el Psicoanálisis es plantear que gran parte del comportamiento
está determinado por el inconsciente.
A pesar de ello, está sujeta a diversas críticas que han provocado reacciones desde el
paradigma psicoanalítico, como es la de ir probando y contrastando sus hipótesis
centrándose como era a principios del siglo XX, y no en cómo es en la actualidad.
Manifestándose de ese modo un profundo desconocimiento de cómo ha ido
evolucionando la teoría y la técnica con el transcurso de los años, y los aportes de diversos
autores resaltando por un lado el interés que constituye las aportaciones del psicoanálisis,
pero por otro lado visto como una tarea en un momento difícil.
Por tal motivo, se pretende realizar una nueva revisión de la relación de las teorías
psicoanalíticas del funcionamiento mental con la psicología cognitiva y la neurociencia.
enmarcándonos en la línea de autores que ya han ido apareciendo dentro del psicoanálisis,
hasta los autores más recientemente como (Westen , 1999; Fonagy, 1999; Davis, 2001;
Bleichmar, 2001), poniendo énfasis nuevos aspectos que en anteriormente no han sido
resaltados.
En segundo lugar, analizaremos la relación entre los distintos tipos de memoria que en la
actualidad describe la psicología cognitiva y la relación que tiene con los tipos de
inconsciente con que se trabaja dentro del psicoanálisis dentro del marco específico de
investigación desde el cual el psicoanálisis aporta sus teorías de la personalidad en el
ámbito clínico, debido a ello analizaremos la técnica psicoanalítica, para ver que en la
actualidad es diferente de lo que fue en su origen.
Por último, analizaremos algunas consecuencias que esta conexión de paradigmas tiene
para la teoría psicoanalítica, tanto en su forma de entender el psiquismo como
directamente en la práctica del trabajo clínico.
DESARROLLO
Hoy en día la memoria se concibe como sistemas múltiples y heterogéneos que dependen
de diferentes estructuras cerebrales, como se pone en evidencia en los casos de amnesias
orgánicas. Debido a ello, el psicoanálisis puso énfasis en la memoria no declarativa
procedimental y asociativa. Ya que, en la memoria declarativa la información es
codificada y susceptible a ser recordada o traída a la conciencia y que posteriormente esa
información puede ser explícita o consciente todo dependiendo de la atención, motivación
y emoción que se le dirija ya que esta información es susceptible a ser reprimida y está
compuesta de memoria episódica y semántica. En efecto, la memoria episódica es la que
se usa para rememorar eventos y vivencias puntuales con contenidos que se organizan de
modo espacio-temporal. Mientras que, la memoria semántica se refiere a hechos de
carácter general; con que representamos el mundo con carácter inferencial.
Por ejemplo, por la memoria semántica sabemos, de qué color de pintura estaba pintada
nuestro salón de clases del Colegio y por la memoria episódica recordamos momentos
concretos que hemos pasado allí.
Por otro lado, en las experiencias que se presentan con pacientes amnésicos, en estos dos
tipos de memorias, (episódica y semántica,) se evidencian que los pacientes pierden el
recuerdo episódico pero no el semántico demostrándose de este modo que la memoria
semántica, es impersonal, muy distinto del obtenido por la memoria episódica o
autobiográfica y que la información ingresa a través de la memoria no declarativa.
En consecuencia, todo esto nos lleva a especular qué puede ponerse en marcha en el
trabajo psicoterapéutico, el de realizar una diferencia entre el sistema semántico y el
episódico en cuanto a capacidad de activar emociones.
Freud sostuvo que no sólo era necesario que el paciente supiera algo sobre sí mismo, sino
que era necesario conectarlo con la reviviscencia afectiva, para lo que se necesitaba del
recuerdo episódico con el fin de saber qué papel tiene en ese momento en el recuerdo
episódico. Tras diversas investigaciones en la actualidad, recordar episodios de la niñez
no tiene ya el valor que se daba en las primeras épocas del psicoanálisis.
Ante ello, es importante reconocer que el recuerdo episódico puede, traer una experiencia
emocional conectada con una experiencia vivida, que nos permite abrir el campo
necesario para el cambio terapéutico.
Desde este enfoque, que se le brinda a la memoria procedimental, se indica que es una
memoria del proceso específico que se pone en marcha como una representación y/o una
emoción que puede permitir que pasemos a la acción, una emoción puede hacer que se
despierte un deseo y la acción que lo implementa, el estímulo puede ser una emoción que
automáticamente provoque otra emoción, una representación puede acabar en otra
representación y un estado emocional puede desencadenar toda una serie de
representaciones.
Otro tipo de memoria no declarativa es la memoria asociativa o emocional, con la que
LeDoux (1996) ha trabajado mostrando las bases neurológicas que sustentan la reacción
emocional de miedo. Aportando la explicación neurológica de cómo se produce el
aprendizaje emocional a través del condicionamiento asociativo, en cuanto a la emoción
de miedo, mostrando que la asociación emocional puede deslindarse del recuerdo
declarativo del evento. Ya que, el procesamiento del aspecto emocional de un evento
sigue una vía neurológica diferente del procesamiento ideático.
En consecuencia, ante estas implicancias nos encontraríamos con casos clínicos en que lo
que se necesita es aportar esa simbolización, ya no de la represión sino de la falta de
inscripción simbólica de eventos que están inscritos en su aspecto meramente emocional
por la vía de la amígdala cerebral.
A lo largo de la historia del psicoanálisis, que abarca todo el siglo XX, cada autor resaltó
un tipo de pulsión como la básica, si Freud resaltó la sexualidad, otros psicoanalistas
resaltaron otras, como la agresividad (D. C. , 1998), el narcisismo o autoestima. Así como
el apego (Díaz Benjumea, 2002), considerada como la motivación más importante, a
partir de la cual las demás eran derivaciones.
Sin embargo , el modelo de los múltiples sistemas motivacionales actuales conciben que
estas múltiples dimensiones están presentes en todo ser humano, pero tienen distinta
fuerza, distinto desarrollo, y además están relacionadas entre sí dando lugar a distintas
articulaciones y estructuras motivacionales, en cada uno de nosotros.
Aunque, se considera que los distintos sistemas motivacionales movilizan distintos tipos
de deseos de auto conservación, sexuales, narcisistas, agresivos, de apego, de evitación
del displacer, etc. Y que a su vez, la interrelación de estos puede llevar tanto a
coincidencia como a contraposición entre los mismos.
En consecuencia puede producir ansiedades de diversos tipos, que dan lugar a su vez a
modalidades defensivas específicas frente a estas ansiedades, lo cual lleva a caracterizar
la personalidad concreta de cada cual.
La clásica teoría de la pulsión de Freud, fue muy marcada por la visión fisicalista de la
época, que está siendo sustituida. Sin embargo, permanece el énfasis que el psicoanálisis
brinda a las motivaciones, especialmente inconscientes, frente a los procesos cognitivos,
como explicación causal las actitudes y los comportamientos humanos.
En este sentido, la importancia del fundamento biológico que estaba presente en la
original visión freudiana ha disminuido, brindando más lugar a la naturaleza social de los
motivos dando lugar a diferentes estructuras de personalidad, según el tipo de deseo que
se privilegie, la modalidad en que se exprese, la intensidad con que se vivencie, o los
conflictos a que den lugar en la interrelación de unos con otros.
Los trabajos de la psicología evolutiva de las últimas décadas sobre el desarrollo de las
capacidades simbólicas nos muestran una idea muy diferente a lo que se tenía
anteriormente sobre el neonato. Indicando que el neonato desde el primer momento es un
ser social, preparado genéticamente para entrar en contacto con sus congéneres, a través
de la cual va a estructurar su propio psiquismo. Resaltando la importancia de la
interacción activa de la madre adaptándose a él e introduciéndose en sus ritmos.
Por otro lado, las investigaciones sobre la memoria procedimental indican que este tipo
de memoria se da desde el nacimiento y que las memorias no declarativas están
implicadas en fenómenos como la transmisión de estados emocionales entre la madre y
su bebe mucho antes de existir lenguaje o desarrollo simbólico.
La función del analista es estudiar las modalidades de actuar, sentir y pensar del paciente,
subjetivamente determinadas, por la información que el paciente aporte, explícitamente
por su relato o implícitamente en su forma de hablar y comportarse. Por tanto, las
habilidades del analista implicadas en la psicología del sentido común, se consideran
fuente de la formación clínica desde la propia terapia, la supervisión de casos y la
formación teórica es decir cómo funciona el psiquismo humano, tipos de motivaciones,
de ansiedades, de defensas, tipos de creencias y formas de interpretar la realidad y modos
de interrelación, etc.
En efecto, estos significados que en gran parte son inconscientes pero causan modos
específicos de pensamiento, reacciones emocionales y conductas que llega a comparar el
psicoanálisis con otras disciplinas reconocidas como la antropología, la historia o la
psicología social.
Por lo tanto, el paciente puede ser visto desde diferentes perspectivas, y pueden reflejar
una verdad parcial, implicando que todas las aproximaciones sean igualmente válidas u
oportunas en un determinado momento. Las diferentes interpretaciones y teorías en que
se sustentan, más que ser verdaderas o falsas, son más o menos abarcadoras, ricas o útiles,
y las diferencias entre unas orientaciones y otras son más bien una cuestión de la filosofía
o visión del ser humano subyacente a cada modelo.
CONCLUSIONES
El pensamiento freudiano permanece vivo y listo para entrar en diálogo con los últimos
planteamientos de la psicología, la continua comparación entre los resultados de las
investigaciones sobre la memoria y los procesos mentales entre la psicología cognitiva y
el psicoanálisis están resultando de lo más fructífera, y nos da la oportunidad de actualizar
los términos y los conceptos freudianos.