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UNIVERSIDAD ESTATAL DEL SUR DE MANABI

Creada mediante Ley Nº 2001-38, publicada en el Registro Oficial 261 del 7 de Febrero de
2001
FACULTAD DE CIENCIAS TÉCNICAS
CARRERA DE INGENIERÍA CIVIL

MATERIA:

DISEÑO Y EVALUACIÓN DE VIAS DE COMUNICACIÓN

TEMA:
EDUCACIÓN VIAL

INTEGRANTES:

CASTRO PALMA MARCOS

DELGADO VILLA ANGELICA

LINO TUMBACO JORGE

MURILLO VALERIANO JORGE

DOCENTE:

PHD DIAZ GARCIA

SEMESTRE:

5TO A1

PERIODO ACADEMICO:

NOVIEMBRE 2018 – MARZO 2019


EDUCACIÓN VIAL EN AMÉRICA LATINA

En América Latina, conducir un carro, una bici, una moto, o simplemente caminar, bien

puede considerarse una actividad de alto riesgo. Esta afirmación está tristemente avalada

por las cerca de 115.000 personas que mueren anualmente en las calles y carreteras de la

región, el 65% de ellas pertenecientes a grupos vulnerables (peatones, ciclistas y

motoristas).

Ante esta realidad, no debería sorprender que los siniestros de tránsito sean la primera

causa de muerte en niños entre 5 - 14 años y la segunda entre jóvenes y adolescentes, o

que se cobren entre el 1% y el 3% del PIB de varios países, lo que representa unas pérdidas

estimadas de 500.000 millones de dólares.

Por si esto no fuera suficiente, los países de ingresos bajos y medios registran el 90% de

los fallecidos en calles y carreteras, a pesar de contar solo con el 54% del parque mundial

de vehículos matriculados.

Con el objetivo de poner freno a las miles de tragedias familiares que se desprenden de

estas cifras, las Naciones Unidas crearon la Década de Acción para la Seguridad Vial,

una iniciativa que para el 2020 debe lograr una reducción significativa de víctimas

mortales en accidentes de tráfico en el mundo, a través de la mejora de los programas de

los gobiernos.

¿Qué avances ha logrado América Latina?

Para América Latina, el llamado de las Naciones Unidas se concreta en reducir un 50%

las víctimas causadas por siniestros viales para el 2020.

Hasta la fecha se han registrado algunos avances, especialmente en cuanto a la

sensibilización o a la creación de políticas públicas específicas, pero todavía queda mucho

margen de mejora para equipararse con los países más avanzados.


Para lograr los objetivos deberemos actuar desde diferentes frentes. Las vías deben

diseñarse con velocidades adecuadas por tipo de usuario y los vehículos deben tener

seguridad activa (ayudan a maniobrar) y pasiva (reducen los efectos del choque como

airbags, cinturones de seguridad, etc.) y si ocurre un choque o atropello, debe existir un

sistema de emergencias médicas efectivo que logre atención oportuna y adecuada en el

momento de la urgencia, todo esto bajo el denominado Sistema Seguro. Para que el

sistema funcione es imprescindible tener instituciones sólidas que lideren todos sus

componentes, información detallada acerca de los siniestros viales y de los riesgos que

existen en las vías, así como legislación adecuada y controles para que se cumpla.

Una iniciativa exitosa fue la creación en 2010 del primer observatorio vial regional

(OISEVI), que en poco tiempo ha logrado establecer una base de datos fiable y,

paralelamente, está facilitando el intercambio de experiencias exitosas entre países. Este

proyecto coordina las estrategias e iniciativas en seguridad vial a nivel regional a partir

de la generación de información, que contribuya reducir la siniestralidad vial en

Iberoamérica.

Medidas eficientes

Medidas aparentemente simples podrían marcar una gran diferencia. Según la

OMS, abrocharse el cinturón reduce entre un 40 y un 60% el riesgo de muerte de los

pasajeros en asientos delanteros, y entre el 25 y 75% de los pasajeros en asientos traseros.

Es importante incorporar la dimensión de la seguridad vial como un concepto

imprescindible en todos y cada uno de los proyectos urbanos que se lleven a cabo así

como los de vialidad. Para ello, instituciones públicas y privadas deben comprometerse

con situar a la seguridad vial en un lugar importante en las agendas de desarrollo de los

países.
A nivel internacional existen iniciativas exitosas que podrían replicarse en América

Latina. Visión Zero, por ejemplo, una iniciativa que parte de la premisa de que ninguna

muerte es aceptable y, por lo tanto, el sistema vial debe estar diseñado para proteger a los

seres humanos en todos los escenarios de desplazamiento. El proyecto, desarrollado en

Suecia y replicado en otras ciudades europeas, ofrece una mirada integral que incluye

planes educativos, sistemas de control vial y soluciones a nivel de infraestructura. El

resultado: Suecia tiene hoy una tasa de 2 víctimas por cada cien mil habitantes, una de las

más bajas del mundo.

Pero este tipo de medidas solo funcionarán si los países de la región fortalecen sus

instituciones para gestionar información detallada o promover una legislación que apoye

la iniciativa y los controles para que se cumpla. También será necesario tener vías

diseñadas con velocidades adecuadas por tipo de usuario y que, adicionalmente, al ocurrir

un siniestro vial, exista un sistema de emergencias médicas efectivo que logre una

atención oportuna y adecuada.

Aporte de CAF a la seguridad vial

En la última década CAF ha destinado más de USD 1.5 millones para el fortalecimiento

de la seguridad vial de la región mediante el intercambio de experiencias, la visibilidad

de las políticas públicas o el desarrollo de planes de seguridad vial para usuarios

vulnerables, entre otros.

Además, desde el 2015 lidera la iniciativa de seguridad vial de los bancos multilaterales

de desarrollo, asimismo lidera el objetivo de seguridad de la iniciativa SuM4All

(Movilidad sostenible para todos); participa en el comité de expertos del panel de alto

nivel para la seguridad vial de la FIA así como en el comité asesor del OISEVI

(Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial); y en los comités de seguridad vial de

la asociación mundial de carreteras.


Adicionalmente, se ha incluido el componente de seguridad vial en la mayoría de planes

urbanos de movilidad desarrollados por CAF en la región y se ha integrado el desarrollo

de auditorías de seguridad vial en los proyectos de crédito de vialidad y proyectos urbanos

de gran envergadura como el Metro de Lima y el Metro de Panamá.

Otro de los temas en los que CAF ha tenido una acción importante es la relacionada con

la seguridad de los motociclistas, los usuarios más vulnerables (un motociclista tiene 20

veces más riesgo que el un usuario de auto y el doble que un peatón). En este sentido,

CAF ha promovido y asesorado la formulación de planes integrales de seguridad de

motociclistas en: Costa Rica, Buenos Aires, Bogotá, y está formulando los de Corrientes,

Resistencia y 6 municipios del área metropolitana de Buenos aires.

Tasas de mortalidad (por 100.000) en las Américas, según el nivel de riesgo, último

año disponible

Autobuses y camiones son medios de transporte muy utilizados en los países de ingresos

bajos y medios Los grandes volúmenes de pasajeros son en sí un riesgo para sus ocupantes

y demás usuarios vulnerables de la vía pública.


Vehículos sin seguridad

En países de ingresos bajos y medios se importan camiones y autobuses usados que no

están equipados con dispositivos de retención de los ocupantes. Estos vehículos tienen

mayor riesgo de daño en las colisiones y muy escasa estabilidad cuando están llenos o

sobrecargados.

Situación vial en la mayoría de países de América Latina

• Crecimiento desordenado.

• Serios problemas viales.

• Caos vehicular

• Deficiente transporte público: Combis, vehículos en mal estado, camiones,

“Ticos”.

• Violación sistemática de las leyes de tránsito.

• Inconsistente aplicación de las leyes

• Pobre señalización

La Seguridad vial es un proceso integral donde se articulan y ejecutan políticas,

estrategias, normas, procedimientos y actividades, con la finalidad de proteger a los

usuarios del sistema de tránsito y su medio ambiente, en un marco de respeto a sus

derechos fundamentales.

Recomendaciones Brasilia – 2004

1. Definición de metas reducción de muertes, lesionados y discapacitados.

2. Legislación

3. Educación y capacitación

4. Información

5. Investigación
6. Coordinación entre instituciones públicas y privadas

7. Publicaciones instructivas

Recomendaciones principales

1. Evaluar el problema de seguridad vial en el país

• Magnitud, características, identificar FR

• Costo social de las víctimas, a familias, sector salud, sociedad, al estado

• Factores causales y subyacentes en cada contexto.

2. Asegurar recursos humanos y financieros suficientes (internacionales y

nacionales)

3. Desarrollar liderazgo de los gobiernos y abogar por la seguridad vial

• Compromiso y responsabilidad de los gobiernos

• Designar un organismo o punto focal

• Participación multisectorial y de la sociedad civil

4. Elaborar una estrategia nacional y planes de acción apropiados

• Realista, con metas alcanzables

• Basada en los factores causales y subyacentes

• Involucrando todos los sectores

• Implementar convenciones internacionales

5. Acciones

• Basadas en evidencia y en análisis, que sean culturalmente apropiadas y probadas

localmente

• Encaminadas a: reducción de velocidad, no consumo alcohol, usar los dispositivos

de seguridad, disponer de vehículos seguros

• Mejorar la capacidad del Sector Salud para atención de las víctimas


6. Apoyar el desarrollo de la capacidad nacional mediante la cooperación

internacional

• Sistema de Naciones Unidas, cooperación bilateral, ONGs

• Redes y asociaciones a todos los niveles

Soluciones pueden adaptarse en los países de medianos y bajos recursos

• Reducción de velocidad

• Exigir cumplimiento de leyes de tránsito

• No alcohol /drogas

• Uso de cinturones de seguridad y asientos para menores

• Uso de casco (ciclistas/motociclistas)

• Mejorar la visibilidad vial

Acciones

• Diseño de vías públicas en relación al entorno y composición del tránsito

• Obligatoriedad del uso de cascos a motociclistas

• Atención de salud después de un choque

Desafíos

1. Énfasis en prevención Primaria

2. Protección y atención de víctimas

3. Cobertura de seguros

4. Cumplimiento de la ley

EDUCACIÓN VIAL
La Educación Vial tiene el objetivo de desarrollar en el ciudadano los hábitos e intereses

necesarios para que actúe de manera razonable, y así pueda respetar las leyes de tránsito

para contribuir a prevenir accidentes.

Es importante remarcar, que cualquier tipo de riesgo se puede minimizar con la toma de

conciencia del ciudadano, ya sea en su condición de conductor, pasajero o peatón, ya que

entran en juego todos cuando se trata de forjar una convivencia saludable, libre de riesgos.

Tengamos en cuenta que la educación vial intenta lograr que cualquier ciudadano no tenga

que usar muy seguido su seguro para auto o su seguro para motos, ya que pretende lograr

conciencia sobre las buenas conductas del manejo de vehículos.

De esta manera, la Educación Vial se concibe como parte fundamental de la formación y

educación ciudadana, en la promoción de una cultura de valoración y respeto por la propia

vida y la de los demás..

El ABC que todos debemos saber

Desarrollar y fortalecer comportamientos y actitudes en los miembros de la comunidad,

para que minimicen los riesgos en sus desplazamientos y disfruten de espacios públicos

seguros es el objetivo fundamental de la Educación Vial.

Cada persona es un elemento fundamental en este sentido, ya que interviene en

forma directa y activa en el tránsito.

De acuerdo al rol que desempeñan, las personas son peatones, pasajeros, o conductores,

y cada uno, dentro de ese papel fundamental, tiene obligaciones que cumplir y normas

que respetar.
Normas para peatones

Las reglas que todo buen peatón debe cumplir son:

 Caminar siempre por el andén o vereda, nunca por la calle.

 Utilizar los puentes peatonales.

 Cruzar siempre por las sendas peatonales, y siempre que el semáforo esté en

verde.

 Es fundamental mirar hacia los dos lados de la calle antes de cruzarla.

 Evitar cruzar las calles haciendo zigzag o esquivando vehículos.

 No cruzar nunca por la mitad de la calle. Dirigirse siempre a las esquinas.

 No escuchar música a alto volumen ni utilizar el celular al cruzar para evitar

distraerse.

 Evitar cruzar una calle con objetos que dificulten la visibilidad de lo que está

ocurriendo en la vía.

 Bajarse en las paradas de transporte público correspondientes. No caminar entre

los carriles, ni bajarse de un auto en la mitad de la calle.

 No asumir que se tiene prioridad para cruzar una calle. Siempre habrá que

cerciorarse que ya se ha cedido el paso por parte de los conductores.

 Nunca soltar de la mano a niños pequeños mientras se cruza la calle.

 Evitar cruzar la senda peatonal cuando el semáforo se encuentre en amarillo. Es

muy peligroso quedar atrapado en la mitad de la vía.

 Tener cuidado con el paso de automóviles cuando se hace deporte en la calle. Y

si se hace de noche, tomar las medidas necesarias utilizando prendas reflectivas.

 Duplicar la atención en los días lluviosos, ya que a los conductores se les dificulta

la visibilidad por causa de este fenómeno meteorológico.


 No pararse entre vehículos estacionados mientras se espera cruzar, ya que muchas

personas no ponen la suficiente atención cuando ponen en reversa a su vehículo.

Normas para conductores

Las reglas que todo buen conductor debe cumplir son:

 Revisar el vehículo periódicamente para que esté en óptimas condiciones al

circular.

 Está terminantemente prohibido conducir si se han consumido bebidas

alcohólicas o algún tipo de droga.

 Siempre utilizar el cinturón de seguridad.

 Respetar sin excepción las señales de tránsito.

 No pasar vehículos por la derecha.

 Evitar conducir si se está cansado o alterado.

 Procurar guardar prudente distancia con el auto que va justo por delante.

 Respetar siempre los límites de velocidad.

 No hablar por celular cuando se está conduciendo.

 Mantener una actitud de cortesía con los demás conductores ayudará a minimizar

enfrentamientos.

Objetivos fundamentales de la Educación Vial

1. Promover la práctica de acciones significativas fomentando el respeto a las

normas de tránsito y asumiendo responsabilidades ciudadanas frente a la

seguridad vial.
1. Contribuir al desarrollo de una conciencia ciudadana donde se privilegie el

respeto por los demás y la seguridad vial como un bien común.

2. Adoptar conductas, actitudes y hábitos relacionados con la protección de la salud

y la seguridad, en el marco de la cultura de tránsito y la seguridad vial.

3. Observar distintas conductas, actitudes y hábitos para elaborar criterios de

actuación adecuados en situaciones de tránsito, con el fin de generar una cultura

de prevención para los más vulnerables.

4. Observar y explorar el entorno para conocer e interpretar los fenómenos y hechos

más significativos.

5. Descubrir los elementos fundamentales del tránsito e identificar zonas

seguras para los peatones.

6. Conocer las formas de viajar y, consecuentemente, la importancia del tránsito.

7. Saber utilizar correctamente las vías y comportarse adecuadamente como

pasajero, peatón o conductor.

Seguridad Vial como principio básico

La Seguridad Vial consiste en la prevención de accidentes de tránsito, o la minimización

de sus efectos, especialmente para la vida y la salud de las personas, cuando tuviera lugar

un hecho no deseado de tránsito.

También se refiere a las tecnologías empleadas para dicho fin en cualquier vehículo de

transporte terrestre.

Las normas reguladoras de tránsito y la responsabilidad de los usuarios de la vía pública

componen el principal punto en la seguridad vial.

Sin una organización por parte del estado y sin la moderación de las conductas humanas,

no es posible lograr un óptimo resultado.


El compromiso asumido por la Educación Vial

La Educación Vial asume la colaboración hacia la formación integral de las personas,

fortaleciendo el desarrollo de sus aspectos físico, afectivo y cognitivo, promoviendo

capacidades, valores y actitudes.

Todas estas cualidades permiten proteger la integridad y participar en la construcción de

la ciudadanía, asumiendo derechos y responsabilidades frente a las situaciones de riesgo

que atenten contra su vida.

El compromiso que deben asumir las personas

Dicho todo esto, lo imprescindible para toda norma o regla es que se acate. Y ese rol le

pertenece a todas las personas, sea cual sea la función que cumplan dentro del entretejido

del trazado urbano.

Tanto peatones como conductores tienen la obligación de respetar las normativas para

poder minimizar todo tipo de riesgo.

La Educación Vial está al alcance de todos. Llevarla a la realidad, depende de todos.


BIBLIOGRAFIA

• https://www.caf.com/es/actualidad/noticias/2017/06/avances-en-la-seguridad-

vial-en-america-latina/

• http://www.trafpol-irsa.net/noticias/archives/11-2018

• http://bvsper.paho.org/videosdigitales/matedu/SeguridadVial.pdf?ua=1

• http://blog.segurosfalabella.com.ar/educacion-vial-abc

• https://www.cepal.org/es/publicaciones/39124-desempeno-america-latina-

caribe-durante-primeros-anos-la-decada-accion-la

• https://www.edx.org/es/course/seguridad-vial-en-america-latina-y-el-caribe-de-

la-teoria-a-la-accion-0

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