El aprendizaje del lenguaje musical estimula la actividad cognitiva, crea y propicia
estructuras mentales, al tiempo que desarrolla la memoria, la atención, la creatividad, las capacidades auditivas y analíticas.
MÚSICA PARA SENTIR
La música emociona. Despierta y cultiva la sensibilidad estética. Socializa y fortalece la autoestima al ser una excelente forma de superar la soledad y la timidez. Favorece la relajación y canaliza la adrenalina.
MÚSICA PARA CRECER
El baile armoniza el movimiento. Su práctica mejora la coordinación corporal, la flexibilidad, la agilidad y el equilibrio que favorecen las motricidades finas y gruesas. Además,beneficia al sistema respiratorio y cardiovascular.