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Revolución Verde
Lo que en un principio fue abundancia y grandes cosechas estaba asociado con el uso de agentes
químicos, que cumplían funciones propias de la naturaleza, pero en tiempos extraordinariamente
más cortos y con ganancias en peso y tamaño que sorprendían a los productores y empezaban a
ambientar una idea de consumo, en la sociedad misma que hizo metástasis hasta el punto de
ignorar las consecuencias con tal de recibir lo que se desea inmediatamente.
Más grande y más rápido se convirtieron en dos de las exigencias del mercado, y claro la única
forma de que el agricultor pudiera cumplir con este nuevo estándar de producción fue mediante
los productos industriales. Lo que nadie imaginaba es que este sistema estaba directamente
orientado a modificar los hábitos de todos los seres vivos en beneficio de las inversiones
económicas de quienes extraían hidrocarburos y a su vez financiaban investigaciones para “la
mejora del agro”.
Cuando el productor vio este escenario entendió que debía competir en términos de volumen,
pues la ganancia estaba en las grandes cosechas de un solo tipo y de múltiples siembras por año,
lo que claramente nos alejo del sistema tradicional/familiar donde los policultivos y la diversidad
cumplían la función de proteger y fortalecer en conjunción de sus características a favor de los
campesinos y sus plantaciones, donde el uso racional de energía era debido a la interacción de los
diferentes miembros del ecosistema, dando paso a que los procesos de regeneración natural
fuesen los necesarios para mantener sustratos ricos en materia orgánica.
En la actualidad y una vez más de la mano de la evolución social y científica hemos abierto la
búsqueda de un balance que no atente contra el medio ambiente ni contra los bolsillos de los
productores. No sabemos si ya es tarde pues el daño producto del abuso de químicos es
gigantesco, pero más grave aún es que no trabajemos en la concientización de las personas y su
relación con el entorno.
El trabajo que viene de cara a las nuevas generaciones pasara por el aprendizaje de técnicas
ancestrales de siembra de la mano de innovaciones que permitan hacer más rentable el
intercambio de energía entre el cultivador y su cultivo, además de un acompañamiento académico
desde el colegio en la asimilación del concepto de necesidad satisfecha y distanciamiento de más
grande, más rápido Mejor.