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Introducción
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Ibidem, págs. 23 - 25.
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Ibidem., págs. 33 - 34. En Estados Unidos hay una equiparación entre el debido proceso (Due Process of Law) y el sistema
“adversarial”. En el mismo sentido véase Fermín Ramírez Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
20 de junio de 2005. Serie C No. 126, parr. 66. La Convención no acoge un sistema procesal penal en particular. Deja a
los Estados en libertad para determinar el que consideren preferible, siempre que respeten las garantías establecidas en la
propia Convención, en el Derecho interno, en otros tratados internacionales aplicables, en las normas consuetudinarias y
en las disposiciones imperativas de Derecho internacional.
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Véase Acosta Calderón vs. Ecuador, Sentencia de 24 de junio de 2005, Serie C., No. 129, parr. 70. El Estado está obligado
a comprobar su dicho en cada parte del proceso, inclusive al buscar imponer la prisión preventiva.
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Véase ORDEN DE APREHENSIÓN. PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN DEBE SEÑALAR EL LUGAR, TIEMPO
Y CIRCUNSTANCIAS DE EJECUCIÓN DEL DELITO QUE SE IMPUTA AL ACUSADO, Registro No. 173237.
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Véase Convención Americana de Derechos Humanos, art. 8(2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
art. 14 (2).
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Código Modelo, art. 186.
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Ibidem, art. 293.
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Ibidem, art. 186 (1)(a).
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Ibidem., art. 303 (1).
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agente ministerial ya comprobó los elementos necesarios para que el juez libre la
orden de aprehensión. Además, estos elementos de prueba fueron aportados ex
parte, es decir sin la intervención del acusado y su defensa. Así las cosas, le cor-
responde a la defensa aportar elementos que desvirtúen las pruebas inicialmente
presentadas por el Ministerio Público y, en su caso, comprobar una excluyente de
incriminación. En ambos casos queda claro que se está obligando, en esta etapa,
a la defensa a probar para lograr desvirtuar el dicho del órgano acusador, para
evitar que se dicte el AVP.
Aunque no queda claro como se resolvería el tema de la escala probatoria, es
importante hacer una aclaración. La orden de aprehensión se dicta ex parte, pues
el juez solamente toma en cuenta los medios de prueba aportados por el órgano
acusador. Sin embargo, al dictar el AVP ya se le da participación a la defensa. En
este punto, es importante indicar que en los procesos penales acusatorios no
parece haber inconveniente en que los umbrales probatorios no se eleven en esta
etapa procesal, resultando suficiente que en la práctica se le otorgue a la defensa
la oportunidad de controvertir los elementos probatorios aportados por el Min-
isterio Público.16
Volviendo al tema de los grados de convicción y la reforma, se puede argu-
mentar que la legislación secundaria está sujeta a las limitaciones previstas en la
Constitución Federal, la cual prevé requisitos idénticos para el libramiento de la
orden de aprehensión y el AVP. Sin embargo, existen dos opciones posibles para
las legislaciones que implementen la reforma constitucional.
Una posible opción es darle contenido a la frase “lugar, tiempo y circunstancias
de ejecución”. Esta es la única diferencia palpable entre ambas resoluciones que se
desprende del texto constitucional, pues, como ya se vio, se menciona en el caso
del AVP pero no se prevé para la orden de aprehensión.17
Otra opción es darle contenido distinto según la etapa procesal en la que se
encuentre. Los términos empleados pueden tener un significado para efectos de
librar una orden de aprehensión y otra para la emisión del AVP. Un ejemplo de
esto se encuentra en otro sistema acusatorio, el estadounidense .18En ese sistema
penal se requiere causa probable (probable cause) para librar una orden de ar-
resto (arrest warrant) como en la audiencia preliminar (preliminary hearing). Las
diferencias radican en su propósito y consecuencias. En el caso del arresto, el fiscal
busca tener a la persona detenida mientras inicia su acusación. En el caso de la
audiencia preliminar lo que se busca es tener una base fáctica para iniciar el proceso
penal.19 Los objetivos hacen que el nivel probatorio para cada uno sea diferente.
16
Este es el caso en el sistema de los Estados Unidos véase Cammack, Mark E y Garland, Norman M, Advanced Criminal
Procedure, 2nd Edition, Thomson/West, 2006, págs. 60 - 63.
17
Véase Código Modelo, art. 305 (1)(d). En este artículo, el cual expresa los requisitos que debe tener todo AVP se mencionan
estos elementos, pero no se exploran debidamente, pues no se les da contenido.
18
El sistema procesal penal de Estados Unidos es un modelo a seguir en América Latina y Europa, sobre este punto y la
importancia de este sistema procesal como modelo véase Gómez Colomer, Juan Luis, op. cit, págs,. 37 - 83.
19
Véase Allen, Ronald J, et al, Constitutional Criminal Procedure, Aspen Law & Business, 3ª Edición, pág. 14
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Idem.
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Véase Cammack, Mark E, Garland, Norman M, op. cit., págs. 60 - 63.
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Esta fue la intención del Constituyente de 1917. Véase Marván Laborde, “Nueva Edición del Diario de Debates del
Congreso Constituyente de 1916 - 1917, México, Poder Judicial de la Federación, 2005, Tomo I, pág. 844. “Esta reforma
es conveniente, porque evita que el procesado pudiera quedar sin los elementos necesarios de defensa, si en el curso de la
causa se cambiara intempestivamente la acusación que originó.”
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Reglas de Procedimiento y Prueba, Regla 121 (3).
29
Estatuto de Roma, art. 61 (5).
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De conformidad con la reforma penal del 2008 esta función la desarrolla el juez de control (artículo 16, párrafo 1), por
lo que es posible trazar una analogía con la Sala de Cuestiones Preliminares.
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Prosecutor v. Lubanga, ICC-01/04-01/06, Pre-Trial Chamber I, Decision on the Confirmation of Charges, 29 January 2007.
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Ibidem., párr. 37. Traducción del autor.
33
Ibidem., párr. 39. Traducción del autor.
34
Idem. También véase el caso Suárez Rosero vs. Ecuador, Sentencia del 12 de noviembre de 1997, Serie C. No. 35, párr.
45. Aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos no ha estudiado estos asuntos ha dado a entender que los indicios
y sospechas no bastan para fundamentar la detención de una persona, mucho menos para iniciar un proceso en su contra.
35
Prosecutor v. Lubanga, op.cit., párrs. 62 - 94.
36
Véase Estatuto de Roma, art. 32 (1).
37
Prosecutor v. Lubanga, op.cit., párr. 316.
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“Beyond a reasonable doubt” en Black´s Law Dictionary, New York, 1997.
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El artículo 57(3) prevé una serie de medidas que pueden tomar las Sala de Cuestiones Preliminares durante la investig-
ación para controlar las funciones del Fiscal. Estas son medidas más inmediatas, pero que de ninguna manera excluyen la
posibilidad de ejercer dicha vigilancia en la etapa de confirmación de cargos.
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Código Modelo, exposición de motivos, pág. li.
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En este mismo sentido véase Convención Americana de Derechos Humanos
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Convención Americana de Derechos Humanos, art. 7(5).
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Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No.
135, párr. 207. Citas omitidas.
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