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La emigración como método en búsqueda de una mejor calidad de vida según la obra literaria “Casas

Muertas” escrita por Miguel Otero Silva.


Miguel Pérez

“No hay camino fácil a la libertad en ningún lugar, y muchos de nosotros


tenemos que pasar por el valle de sombras de la muerte, una y otra vez, antes
de que alcancemos la cima de nuestros deseos”
-NELSON MANDELA

Miguel otero Silva en su gran colección de obras literarias ha escrito una muy en particular la cual
puede destacar por su increíble narración de cada hecho; por su simplicidad en la historia pero eso no
le impide ser una hermosa novela la cual puede llegar a cautivar al lector en su primer capítulo
dejándole una gran incógnita ¿Qué sucederá después?

Esta es una obra la cual expresa infinidad de temas importantes y resaltantes en la sociedad actual
como lo son las epidemias en ciudades, estados, países y contienes, el amor incondicional y las
acciones llegadas a hacer por el mismo, entre muchas otras; uno de los cuales se puede tomar como
el más importante es la emigración ya que Ortiz el pueblo el cual la historia es desenvuelta pasa por
enfermedades como el paludismo la cual es contraída por casi toda la población de tal pueblo dejando
así en los habitantes que observaban a las personas hasta morir por tal enfermedad ese miedo de
llegar a contraerla y así creando en ellas esa necesitad de abandonar sus hogares.

Carmen rosa fue esa joven quien observó a su pueblo decaer al paso del tiempo, dejó de ser ese
pueblo alegre por el que muchos anhelaban visitar en diferentes festividades culturales a un “mundo
fantasmagórico”, llegó a ser ese pueblo en donde muchos transeúntes miraban con asombro y hasta
miedo por sus casa derrumbadas, por sus calles desoladas y su bajo número de habitante y su gran
número de mortalidad.

Esta historia llevándola a un tema de la vida real se puede relacionar con la situación vivida cada día
en Venezuela, llena de enfermedades, de abandono y hasta emigración, en cierta parte Casas
Muertas en un reflejo de Venezuela, un país el cual deja de ser el sueño de muchos extranjeros a ser
la pesadilla de los propios habitantes; una situación en donde hay muertes por enfermedades
descartadas hace muchos años atrás con la esperanza de jamás volverlas a ver, de una situación en
donde una persona con los más importantes reconocimientos académicos al momento de tener un
salario digno según la ley no podría adquirir la cesta básica primordial para vivir, por ese motivos gran
parte de la población juvenil decide tomar la iniciativa de abandonar su país, ser un inmigrante para
tener una buena calidad de vida, una en donde te es asegurado un buen sistema de salud, un salario y
hasta muchas veces una buena seguridad.

Aun así esta novela es hermosa y cautivadora una en la que si nos dejáramos llevar por sus
emociones plasmadas estaríamos pasando de un mar de llanto a una alegría incondicional, sus
personajes, su amiente y sobre todo por ese sentimiento de modo espejo el cual un lector venezolano
puede reflejarse y sentir como Ortiz pudo de ser ese hermoso pueblo increíble con hermosas casa,
hermosa iglesia(aunque estaba en un proceso de construcción), hermosos patrimonios naturales que
son descritos en la trama a uno en donde esas casa ya están invadidas por la vegetación y animales,
donde esa iglesia la cual no fue culminada se podía notar la tristeza que emanaba y donde en especial
ese gran río visitado y disfrutado por los niños, nadando sin cansancio a uno donde su única
interacción era la de las hojas cayendo en él, quedándose un pueblo completamente solo.

Una trama enigmática en su primer capítulo, excelente método de narración y además recomendable
para aquellos en deseo de iniciar su vida lectora para que comprenda lo hermoso que puede llegar a
ser la historias de cualquier lugar si se saben contar.

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