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¿Pueden ser filtrados los aditivos antiespumantes?

Wes Cash, Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona,


Noria Latin America/noria.mx
Etiquetas: Control de contaminación (C)

La formación de espuma es un problema común en los lubricantes,


particularmente en aquellos sistemas con más turbulencia. La espuma
se convierte en un problema cuando se sale de control o cuando afecta
el funcionamiento de una máquina. Por esta razón, los lubricantes están
formulados con ciertos aditivos conocidos como agentes antiespuma o
antiespumantes.
Estos aditivos son de gran tamaño (relativamente) y pueden, en ciertos
casos, estar propensos a la separación. A medida que el nivel de
limpieza del sistema se vuelve más estricto, se plantea la cuestión de si
estos aditivos pueden filtrarse del aceite.
¿Qué son los antiespumantes?
Los antiespumantes son principalmente del tipo metil silicona y
polimetacrilato. Se mezclan en el aceite base en diferentes
concentraciones en función de la viscosidad y otras propiedades físicas
para el cual están diseñados. A veces, la aplicación también influye en el
tipo de antiespumante que se utilizará.
Por ejemplo, los aceites para engranajes con viscosidades más altas
tienen más tendencia a formar espuma debido a la probabilidad de que
las burbujas permanezcan más tiempo en el fluido, a diferencia de un
aceite de turbina de baja viscosidad en el cual las burbujas pueden subir
más rápidamente, acumularse en la superficie del fluido y romperse por
sí mismas.
La mayoría de los aceites lubricantes están formulados con
antiespumantes para minimizar el riesgo de que se forme espuma
estable en la superficie del aceite. Para que el lubricante tenga la mejor
posibilidad de cumplir con su propósito, debe haber un equilibrio
delicado entre los antiespumantes y todos los demás aditivos utilizados
en la fabricación del lubricante.
Si la concentración de antiespumante es demasiado baja, la máquina
puede experimentar problemas. Si la concentración es demasiado alta,
podría provocar un exceso de espuma debido a un cambio en la tensión
superficial del aceite, lo que perjudicaría sus características para el
manejo de aire.
Cómo funcionan los antiespumantes
A medida que el aire queda atrapado en el aceite, las burbujas tienden a
ascender a la superficie. Mientras la burbuja está subiendo a través del
aceite, va recogiendo cualquier cantidad de los antiespumantes que
están mezclados en el lubricante. Los antiespumantes son un poco
distintos a la mayoría de los aditivos, ya que están suspendidos en
aceite en lugar de estar disueltos. Esto es importante, ya que podrían
perder su capacidad de controlar la espuma si estuviesen disueltos.
Una vez que la pared de la burbuja de aire atrapa algunos de estos
aditivos y finalmente llega a la superficie del aceite, el antiespumante
funciona deteriorando la resistencia de la película de la pared de la
burbuja. Piense en ello como generar un punto débil en una cadena. La
tensión interfacial del aceite es relativamente alta, mientras que la
tensión interfacial entre el aceite y la gota de antiespumante es mucho
menor. En este punto, el aditivo se expande y rompe la burbuja,
permitiendo que el aire salga hacia la atmósfera a medida que esta
explota, reduciendo al mínimo la espuma estable en la superficie del
aceite.

Figura 1 – Cómo funcionan los antiespumantes


En un mundo perfecto, los antiespumantes harían su trabajo y la
espuma nunca sería un problema. Sin embargo, estos aditivos pueden
perder su efectividad como resultado de diversos problemas. Quizás uno
de los más frecuentes es la contaminación del aceite. Cualquier
contaminante que deteriore la tensión superficial del aceite puede
reducir el desempeño del antiespumante.
El agua es uno de los contaminantes más comunes; reduce la tensión
superficial y conduce a un exceso de espuma. Otros contaminantes son
los detergentes, solventes, combustibles y subproductos de la
oxidación. Al mantener fuera estos contaminantes y mantener el aceite
limpio, se puede administrar la espuma de forma proactiva.
Otra razón por la que los antiespumantes se vuelven ineficaces es
porque son eliminados del aceite. Esto puede ocurrir debido a la
filtración, que se discutirá más adelante, o por almacenamiento del
aceite por períodos prolongados. Dado que estos aditivos están
suspendidos y no disueltos, son propensos a asentarse en el fondo del
contenedor de aceite. Sin suficiente agitación, es posible que los
antiespumantes no se suspendan por completo cuando se agrega el
aceite a una máquina, especialmente si el aceite se ha almacenado
durante un período prolongado. Esta es la razón por la cual son
altamente recomendables las pruebas de desempeño en los lubricantes
almacenados por períodos prolongados. También es uno de los muchos
problemas que pueden surgir cuando los lubricantes exceden su vida de
almacenamiento.
Por qué son necesarios los antiespumantes
En la mayoría de los casos, los aceites permitirán que el aire se separe y
mantenga la espuma en un nivel manejable. El problema radica en cuán
rápido debe ocurrir esto una vez que se aplica el lubricante a la
máquina. No todas las máquinas tienen depósitos adecuados para darle
al lubricante el tiempo máximo de reposo para enfriar, eliminar
contaminantes, permitir que el aire atrapado ascienda a la superficie y el
agua se asiente en el fondo del depósito.
De hecho, muchas máquinas no tienen depósitos o reservorios, por lo
que el aceite está en un estado constante de turbulencia. Esto es más
común en equipos con lubricación por salpique, como bombas y cajas de
engranajes. En estas aplicaciones, el aditivo antiespumante debe
mantener la espuma al mínimo para no perjudicar la lubricación del
resto de la máquina.
Las máquinas con sistemas de circulación de aceite usan
antiespumantes para evitar la formación de espuma en el depósito y
para reducir los problemas relacionados con el aire, como el bloqueo de
vapor en otras ubicaciones dentro del sistema de lubricación. Estos
aditivos aumentan en gran medida la velocidad de liberación de aire y
desaparición de la espuma, por lo que no perjudica la función o la salud
de la máquina en la que trabaja el lubricante.
Riesgos asociados con la espuma
Si bien es aceptable cierta cantidad de espuma, puede salirse fácilmente
de control y conducir a una deficiente lubricación. En las máquinas
lubricadas por salpique, el exceso de espuma puede reducir la capacidad
de salpicado del aceite y causar carencia de lubricación en algunos
componentes. En los sistemas de circulación, la espuma puede restringir
la capacidad del aceite para fluir a través de la tubería y causar
problemas, como cavitación de la bomba. Los sistemas hidráulicos
también pueden experimentar un efecto esponjoso o comportamiento
errático si el fluido tiene espuma o aire atrapado.
En términos de salud del lubricante, la espuma es perjudicial para la
vida general del aceite. La forma más común de degradación del aceite
es la oxidación. La espuma contiene un alto porcentaje de aire, que es el
ingrediente principal en el proceso de oxidación. A medida que progresa
la espuma y limita la tendencia de lubricación del equipo, la temperatura
del aceite comienza a subir. Con el aumento en la temperatura de
operación y una gran cantidad de aire atrapado en el aceite, se produce
la oxidación a un ritmo mayor. Esto afecta directamente la salud del
lubricante y la frecuencia con la que debe cambiarse.
Incluso hay algún impacto ambiental asociado con la formación de
espuma excesiva. Si no se puede controlar el nivel de aceite, puede
producirse un derrame a medida que la espuma sale por las escotillas
abiertas, los orificios de ventilación o las juntas. El aceite se convierte
en un riesgo para el personal que podría resbalar, tropezarse o
caerse. También se convierte en un peligro si entra en el sistema de
drenaje de agua que no está contenido en la planta. Si esto sucede, no
solo se debe colocar algún tipo de contención secundaria alrededor de la
máquina para contener el derrame, sino que se deben tomar medidas
para corregir el problema que provoca la espuma.
Remoción por filtración
Algunos estudios han relacionado directamente los problemas de
espuma en el lubricante con los antiespumantes que se eliminan por
medio de filtración. Ciertamente, es posible filtrar estos aditivos, y si ya
no están en el aceite, no proporcionarán ningún
beneficio. Infortunadamente, no existe un enfoque único que garantice
que los filtros no perjudiquen los niveles de aditivos, ya que existe una
variabilidad en la formulación y concentración de los antiespumantes
necesarios para la máquina.
Con las medias filtrantes de profundidad estándar, los tamaños de poro
del filtro son inconsistentes. Esto permite que ciertos aditivos los
atraviesen mientras que otros se eliminan. Mucho de esto dependerá del
tamaño de poro promedio del filtro y cuán eficiente es en el tamaño de
partícula seleccionado (en micrones). Algunos antiespumantes no son
sólidos y pueden deslizarse a travéz de los poros más pequeños.
Cómo dimensionar correctamente los filtros
De acuerdo con los fabricantes de filtros y lubricantes, la filtración del
antiespumante es más común cuando el aceite es “filtrado en exceso” o
cuando los filtros seleccionados son demasiado agresivos para el fluido
que deben descontaminar. Si bien puede ocurrir un exceso de filtrado,
esto no es muy común. La mayoría de las plantas industriales filtran
muy poco su aceite o no lo filtran en absoluto.
Para elegir los filtros adecuados para su maquinaria, primero debe
establecer el nivel de limpieza objetivo. Una vez que lo ha establecido,
puede identificar un filtro adecuado para alcanzar ese nivel. En caso de
duda, solicite las especificaciones al fabricante del filtro o del aceite.
El consenso general entre las compañías fabricantes de lubricantes es
que el mayor riesgo de filtrar los antiespumantes comienza en un filtro
con un tamaño de poro de 3 micrones. La aplicación más amplia de este
tipo de filtración es en sistemas hidráulicos y de turbinas, donde se
exige un nivel de limpieza más estricto.
Los sistemas de engranajes generalmente no requieren fluidos súper
limpios y, por lo tanto, no necesitan este nivel tan fino de filtración. Por
esto, es importante considerar no solo los requisitos de la máquina, sino
también la capacidad de filtrar el aceite a este nivel sin dañar la
concentración de aditivos.

Figura 2 – Cómo influyen la temperatura y la viscosidad en la tendencia


de espuma en aceites minerales
¿Cómo monitorear el problema?
Si el antiespumante es un polímero de silicona, el silicio se puede
monitorear a través del análisis de elementos metálicos en una muestra
de aceite. Cuando los niveles de silicio bajan, usted sabe que el aditivo
se está agotando. La mejor manera de controlar los aditivos orgánicos
es efectuando pruebas de desempeño, como la prueba de
tendencia/estabilidad de espuma (ASTM D892) del fluido.
Al comparar los resultados del aceite en uso con los del aceite nuevo,
puede juzgar la capacidad y la función del aditivo. Por supuesto, buscar
signos de espuma en su inspección diaria de los indicadores de nivel de
aceite y visores de la maquinaria le ofrecerá la mejor indicación de
posibles problemas.
Con la debida atención y cuidado, los antiespumantes pueden funcionar
bien para sus equipos y lubricantes. Solo asegúrese de dimensionar
adecuadamente el tamaño de poro de los filtros y monitorear
rutinariamente los niveles de aditivos para garantizar que funcionen
correctamente y se mantengan saludables.

Polímeros usados como antiespumantes


25 de agosto de 2015
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aceite y lubricación de ICML.
PREGUNTA:
Mencione un polímero comúnmente usado como antiespumante.
RESPUESTA:
Polímero de metil-silicona, polimetacrilatos.

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