Sunteți pe pagina 1din 9

SEMANA DEL 11 AL 17 DE MARZO

DEVOCIONAL
SEMANAL
“El amor que asciende, es adoración; el amor que
sale hacia afuera, es afecto; el amor que
se inclina, es gracia.”

Anónimo
salmos
El libro de los Salmos es considerado como el himnario de Israel.
El mensaje de este libro es tan variado como la necesidad
del corazón humano, ya que hay salmos de alabanza, de confesión,
de esperanza, de deseo de venganza sobre los enemigos,
de consuelo, etc. Son varios los escritores de los Salmos, siendo el
principal David, aunque también hay salmos escritos por Asaf,
los hijos de Coré, Hemán, Etán, Moisés y Salomón. La mitad de las
referencias del Antiguo Testamento con referencia al Mesías
citadas en el Nuevo Testamento son de los Salmos.
DOMINGO
SALMOS 51:1-19

Este salmo de David refleja su dolor y arrepentimiento al ser


confrontado por su pecado (2 S. 11 y 12). Es un testimonio del
dolor que causa el pecado, nuestra actitud frente al mismo, y el
resultado de una confesión verdadera. Consideremos algunos
aspectos prácticos para nosotros hoy. En primer lugar la actitud del
salmista: “mis rebeliones, mi pecado, mi maldad”. La verdadera
confesión es aquella que se hace reconociendo el propio pecado, no
poniendo excusas ni culpando a otros. Es decir lo mismo que Dios
dice en cuanto al pecado, reconociendo que ofende el carácter
santo y puro de Dios. En segundo lugar la ayuda para el salmista:
David buscó al único que puede perdonar los pecados, al Señor;
apeló a su misericordia, sus piedades, su palabra, sus juicios, su
verdad. 1 Juan 1:9 dice que “si confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad”. En tercer lugar el anhelo del salmista: él quería recuperar el
gozo que había perdido por causa del pecado, y una vez restaurado,
su anhelo era enseñar a los transgresores los caminos del Señor,
cantar de su justicia, publicar su alabanza. El resultado de confesar
sinceramente delante de Dios es perdón, gozo, alabanza y pasión
por alcanzar a los perdidos. ¿Te sientes abatido, triste, derrotado
por causa de tu pecado?. Hoy es el día para ponerte a cuentas con
él, para confesar, pedirle al Señor que te limpie y te restaure para
servirle nuevamente con alegría.
lunes
SALMOS 52:1-9

El salmo de hoy nos presenta a dos personajes: el malo y el justo.


Primero consideremos las características del malo: se jacta de
maldad, es decir, se gloría en las cosas malas que hace, planea
agravios, engaña, su amor está puesto en el mal, las mentiras, las
palabras que dañan. ¿Te das cuenta que los pecados descritos están
relacionados con la lengua? Santiago dice que nuestra lengua,
siendo un miembro pequeño, puede encender un gran fuego. Para
Dios es muy importante el uso de nuestras palabras, él quiere que
edifiquemos con nuestra lengua, que usemos nuestra boca para
alabar al Señor y para compartir su verdad, no para destruir ni
corromper (Ef.4:29). En segundo lugar vemos la caída del malo: el
versículo 5 menciona cuatro cosas que Dios va a hacer con el
hombre que hace maldad: Destruirá, asolará, arrancará y
desarraigará. ¡Qué bárbaro! Lo que pasa es que entre la lista de las
siete cosas que Dios aborrece (Pr.6:16-19), tres tienen que ver con
la lengua. ¿Entiendes? Para el Señor es muy serio el uso de nuestras
palabras, y si para Él es tan importante, debería ser igual para
nosotros. En tercer lugar tenemos la confianza del justo: está basada
en la misericordia de Jehová y en su nombre santo. Por eso el justo
puede estar como olivo verde, que nos habla de prosperidad y
permanencia. ¿Tienes problemas con el uso de tus palabras? Es una
buena oportunidad para confesar tu pecado y edificar con tu boca.
¿Dónde está puesta tu confianza? Confía en Cristo, que
es la única roca firme.
martes
SALMOS 53:1-6

La Biblia habla mucho de los necios; el hijo necio es tristeza de su


madre (Pr.10:1), es dolor para su padre (Pr.19:13), menosprecia el
consejo (Pr.15:5), su boca habla sandeces (Pr.15:2), da rienda suelta
a toda su ira (Pr.29:11), su pensamiento es pecado (Pr.24:9), su
camino es derecho en su propia opinión (Pr.12:15), etc. Pero la
mayor acusación es la que aparece en este salmo: “dice el necio en
su corazón: No hay Dios”. Claro, al necio no le conviene que Dios
exista, ya que eso le da libertad para pecar y actuar en contra del
Señor y de su Palabra. “Se han corrompido” da la idea que están
en una decadencia moral que los va destruyendo. No te sorprendas
si cada vez son más populares las leyes que se oponen a la
verdad de Dios, este mundo está en decadencia y la razón es que
son muchas las voces de los necios que se levantan a negar que
Dios existe. Como hijos de Dios nuestra obligación es proclamar con
nuestras voces y nuestras vidas que Dios es real, que amó
tanto al mundo que envió a su Hijo a morir por nuestros pecados,
que fue sepultado y resucitó al tercer día, que anhela que todos
escuchen de ese amor y que pronto va a regresar a buscarnos.
Debemos orar por nuestras autoridades para que vivamos quieta
y reposadamente (1 Ti.2:1-2), y tengamos la libertad de seguir anun-
ciando el evangelio.
miércoles
SALMOS 54:1-7

Este es un salmo pidiendo la protección de Dios contra los


enemigos. El contexto es 1 Samuel 23:19 al 23 cuando los zifeos
traicionaron a David. El encabezado del pasaje dice que es un
“masquil”, es decir un instrucción o enseñanza para nosotros, de
cómo debemos actuar frente a los problemas o situaciones difíciles.
En primer lugar vemos el clamor del salmista (vv.1-3). David sabía
que podía orar al Señor en esa circunstancia que estaba
enfrentando. Para él orar era la primera opción, no la última.
Cuántas veces las dificultades nos paralizan, nos encierran y nos
vemos sin salida aparente, pero Dios está esperando que clamemos
a Él, que le busquemos en oración. Él nos escucha, él está pronto
para defendernos. En segundo lugar vemos la confianza del salmista
(vv.4-5). Dios me ayuda, Él está con los que sostienen mi vida,
Él devolverá el mal a mis enemigos… qué demostración de
confianza! David no se enfocó en las circunstancias, lo cual trae
desánimo y decepción, David se enfocó en el Señor porque sabía
que en Dios está el deleite (Sal.50:15). Por último vemos el cántico
del salmista (vv.6-7). David termina con una alabanza a Dios, a su
Nombre, por su bondad. Filipenses 4:6 y 7 nos recuerda que
cuando clamamos al Señor y confiamos en él, el resultado va a ser
una paz que sobrepasa todo entendimiento, que te mueve a alabar a
Dios a pesar de las situaciones que enfrentamos.
JUEVES
SALMOS 55.1-14

Alguna vez te pasó de haber puesto tu confianza en alguien y de


repente darte cuenta que esa persona te traicionó? ¿Qué triste,
verdad? Esa fue exactamente la situación que motivó a David a
escribir este salmo. Claro, causa dolor cuando te atacan o te
defraudan personas inconversas o ajenas a tu vida, pero es mucho
más profundo ese dolor cuando el ataque o la decepción vienen de
alguien cercano, un amigo, un familiar, un compañero de ministerio
(vv.12-14). Esta porción refleja ese dolor, el corazón de David
estaba roto, temeroso, acongojado. Él desearía tener alas para
remontar vuelo y huir de la situación. Pero aún en medio de esa
circunstancia adversa, el salmista sabe que lo que tiene que hacer es
derramar su corazón delante de Dios. En 1 Pedro 2:21 al 23 vemos
instrucciones de cómo debemos actuar cuando somos ofendidos
injustamente. Dice que tenemos que seguir las pisadas de Cristo, es
decir, seguir su ejemplo. Él no hizo pecado ni se halló engaño
en su boca, y cuando le maldecían, no respondía con maldición, sino
encomendaba su causa al que juzga justamente, es decir,
al Señor. En Romanos 12 dice que debemos dejar lugar a la ira de
Dios, porque suya es la venganza. ¿Estás pasando momentos
difíciles por causa de la traición, la murmuración o el ser mal
juzgado? Habla con Dios, derrama tu corazón delante de él, él se
va a encargar, confía en él.
viernes
SALMOS 55:15-23

Del 1 al 10, ¿cuál es la intensidad de su dolor? Esa pregunta te la


hace el doctor cuando te vas a ver por algo que te aqueja. Creo
firmemente que David hubiera dicho 10. Sentía un dolor muy
intenso por la traición de su amigo. Esta segunda parte del salmo
nos ofrece una descripción más detallada del obrar de los traidores:
(v.15) La maldad habita con ellos; (v.19) no cambian, ni temen a
Dios; (v.20) violaron su pacto; (v 21) sus palabras parecen suaves,
pero hieren y buscan lastimar. Pero, también nos presenta un
cambio en la actitud del salmista frente a la situación. Te acuerdas
en el versículo 6 que David quería salir volando y huir? Bueno, ahora
es diferente, él toma una decisión: “en cuanto a mí, a Dios clamaré…”
David decide que va a confiar en el Señor, clamar a él, orar tarde,
mañana y a mediodía, echar su carga sobre Jehová, sabiendo que Él
lo va a sustentar. ¡Qué ejemplo de dependencia en Dios! Por
supuesto que duele ser traicionado, claro que es difícil soportar la
afrenta de personas que aparentaban ser amigas, pero, por encima
de todo y de todos está el cuidado del Señor por los suyos.
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado
de vosotros (1 P. 5:7). El recurso más grande del creyente es la
oración, clama a él, dile lo que sientes, él te comprende, ya pasó por
eso mismo.
sábado
SALMOS 56:1-13

El título de este salmo nos ilustra claramente el estado emocional de


David: “la paloma silenciosa en un paraje distante”. Estamos frente a
un día de angustia. David se encontraba en Gat, la tierra de Goliat, y
sus moradores querían matarlo y aún tergiversaron (cambiaron) sus
palabras para que se hiciera odioso a los suyos. Por eso él tuvo
que fingir estar loco y de esta forma salvó su vida y pudo
esconderse de Saúl que también lo perseguía para darle muerte. En
ese día de angustia David tomó una determinación acertada: “en el
día que temo, yo en ti confío”. A pesar de la persecución, las
calumnias, las afrentas, el salmista sabía que no había lugar más
seguro en el mundo que estar en los brazos amorosos del Señor.
Es interesante porque no es una cofianza ciega, está basada en la
persona de Dios, sus atributos, sus hechos, sus demostraciones;
pero también en la palabra de Dios, tres veces hace mención de su
confinza puesta en ella. Dios es amoroso, está tan cerca de nosotros
que aún nuestras lágrimas están guardadas y registradas para
consuelo, ¿no te maravilla saber que nuestro Padre celestial tiene
registro de todo nuestro dolor? ¿La consecuencia? Un deseo de
alabar al Señor, de servirle, de andar en sus caminos. ¿Te sientes
como una paloma silenciosa en un paraje distante? No temas, confía
en Jehová; nada que Dios no permita puede ocurrirte, Él está por ti.

S-ar putea să vă placă și