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La espiritualidad del músico católico

 K2_CUSTOM_UPDATE 10/04/2016
Nosotros como músicos somos el Ejército de Cristo. No nos debemos de confundir, nuestra principal
arma no es la música sino el amor. Si nos presentamos a la guerra tan solo con la espada de la
música no llegaremos muy lejos. En cambio, cuando vamos utilizando como principal arma el amor,
a la primera nota el enemigo será derrotado. Solo cuando el amor es nuestra guía y nuestro camino,
nuestros instrumentos y nuestras voces tendrán la fuerza para derrotar al enemigo

Eugenio Jorge y Martín Valverde en una “Clínica de Formación para Músicos Católicos”

“¿Es acaso que el amor entra en el corazón del que escucha por la boca del que alaba? De ninguna
manera, sino que de un amante se enciende otro” (C 10, 28, 39)
Como expresó San Agustín, de un amante que canta con el corazón y con la vida, se enciende otro.
Así podríamos discernir perfectamente cual debiera ser la Espiritualidad de Músico.
La Buena Nueva de Cristo descansa en el amor, como única forma de liberación del egoísmo que
vive el hombre. El resumen de los mandamientos es Amar a Dios, amarse a sí mismo y amar al
prójimo, pero a todos nos parece difícil practicar este precepto, más aún, en un mundo hedonista e
individualista.

Para amar se necesitan dos personas, una comunión entre un tú y un yo. Se necesita amar y ser
amado, “para poder cantar y ser cantado” como dice el poeta antioqueño, Oscar Hernández. Así,
cuando amas y eres correspondido se siente un gozo indescriptible.
Si amas a Dios y eres un misionero musical a su servicio, te amarás a ti mismo. Y si te amas a ti
mismo, puedes amar a tu prójimo, pues no podemos dar de lo que no tenemos, o proclamar lo que no
vivimos.

En consecuencia, si cantas al Señor con tu voz, lo debes alabar también con el testimonio de una
vida cristiana que proclame en estos tiempos los valores del evangelio. Es decir, debemos respon-der
con amor al llamado y de Dios, de palabra cantada y de hecho.
Yo le puedo decir a mi esposo, ¡te amo!! Pero con actos de infidelidad contradecir las palabras. De
igual manera, se necesita actitud y acción para cantarle a Dios.
Quiero expresarte que no se trata de cantar por cantar, sino de servir con el canto y amar. Si permites
que se enfríe el amor con el que cantas, las notas, las técnicas, las voces melodiosas pierden el
sentido y se paralizan en los oídos de quienes las escuchan.
El profesionalismo musical no basta para ser un cantor de Dios. Los artistas de Dios arrastran
multitudes por el vigor de su amor, al fin, todos tenemos sentimientos. Por lo tanto, la música que
realices sin amor es banal, el canto sin amor es como un objeto desechable que se tira a la basura.

Que tu canto se convierta en una saeta que conduce al amor con la fuerza de Dios. De esta forma,
las palabras son saetas por el amor que llevan al otro. La música se lanza con el peso del amor y sólo
con amor es fecunda donde quiera que llegue. El impulso y la dirección, se la dejas al artífice del
mundo, al gran artista y creador.
Cuando amas ves, escuchas y descubres en la música a aquel que hizo cuanto amas. Ejecuta por
amor los instrumentos, interpreta por amor las voces, para que unidos en un mismo espíritu cristiano
cosechemos los frutos en el coro de Dios.

Cuando cantes, no lo hagas sólo por goce estético, dale una impronta de amor a tu canto. Cantar con
amor significa unir la palabra, la mente, el cuerpo y el corazón, para darle un abrazo incorpóreo a
Dios y al hermano. Si haces la música con amor, agradable a los oídos perfectos de Dios, proyectas
el amor y la alegría a los demás.

Tú y yo hemos sido conquistados por el amor de Dios. Si el pueblo de Israel cantaba con alegría
durante su peregrinación al templo de Jerusalén; cantemos nosotros jubilosos, “con todo nuestro
corazón, salmos, himnos, y cantos espirituales, dándole gracias” -Col. 3-16 – Ef. 5, 19 - en el camino
de nuestra vida.

Querido hermano, reemplaza las notas sin sentido, las notas sin valor, por notas de amor en clave
de Cristo. ALABEMOS AL CREADOR CON UNA INMENSA VOZ.
Cantante de Dios, “si flaqueas en el amor, flaqueas en la alabanza”
(San Agustín, CS 83,8).

Adoración Y Música
Home » Algo Para Ti » Adoración y Música

La Palabra de Dios lo expresa de una manera muy clara y elocuente: “¡Dios habita en medio
de la alabanza de su pueblo!” Por tanto, deseamos que nuestra alabanza y adoración sean
agradables a El. Dios es nuestra audiencia, y conocerle íntimamente es nuestra meta más
importante. Esa es nuestra pasión en el ministerio de Música y Adoración, y te invitamos a
unirte a nosotros en este empeño. Estamos comprometidos en dirigir nuestro corazón a Dios,
y a través de nuestro ejemplo enseñar a la congregación la importancia de adorar a nuestro
Padre en espíritu y en verdad. La música, vocal o instrumental, es nuestro vehículo para
lograrlo.

Si estás interesado(a) en la adoración a Dios, y sientes que este es el lugar para servir, por
favor, comunícate con nosotros.

Encontrarás brazos abiertos entre nuestros distintos grupos. No importa dónde te encuentres
espiritualmente, ni cuáles sean tus habilidades, tenemos un lugar para ti. Te invitamos a que
en oración consideres la oportunidad de convertirte en parte de este ministerio. ¡Únete a
nosotros mientras juntos exaltamos Su glorioso nombre!

Identidad de la rcc
MÚSICA PARA DIOS

LAS 4 CLAVES PARA QUE EL


MINISTERIO DE MÚSICA
FUNCIONE BIEN

Indudablemente, uno de los medios más importantes para el encuentro de las


personas con Dios es la música.
Por eso es fundamental, si te dedicas a este servicio, que te formes para hacerlo con
excelencia. De ti y de tu música puede depender que el corazón de tus hermanos se
vuelva a Dios o se quede frio e indiferente.

Hoy sumamos esta categoría a las de nuestro Blog. De vez en cuando estaremos
publicando algunos temas para tu formación como músico al servicio de Dios y de
tus hermanos. Esperamos que te sean de mucha utilidad y te animen a seguir
creciendo, estudiando y perfeccionándote.

No olvides que Dios merece la excelencia en todo lo que hagas para Él. Muchos
conocerán al Señor gracias a tu música.

Contenido del Artículo


 ¿Qué es un Ministerio de Música?
o Primera Clave: Es un servicio
o Segunda Clave: Consagrados a Dios
o Tercera Clave: Guían al pueblo en la alabanza y la adoración
o Cuarta Clave: Con la mejor música
 ¡Ser un músico de Dios es toda una responsabilidad!

¿Qué es un Ministerio de Música?

Cuando se habla de Ministerio de Música a veces no se tiene mucha idea de qué es, o
por qué se usa ese nombre…
Posiblemente estés pensando en el grupo que canta en la Misa los mismos cantos de
siempre… O en los que cantan en las reuniones del grupo de oración de la
Renovación Carismática… O tal vez algunos piensen que ya eso de
llamarse Ministerio de Música es algo anticuado… Y entonces mejor le ponemos otro
nombre, algo que suene “más juvenil”, más moderno…

Por eso es bueno comenzar planteándonos la pregunta con la que titulamos este
párrafo: “¿Qué es un Ministerio de Música?”

Empezaremos entonces dando una definición. Luego la iremos desglosando


en cuatro claves para entender lo que es este Ministerio.

He aquí la definición:

El Ministerio de Música es un servicio en el cual un grupo de hermanos


consagrados a Dios guían al pueblo en la alabanza y la adoración con la
mejor música.
Primera Clave: Es un servicio

Empecemos por lo primero:


¡el Ministerio de Música es un servicio!
La palabra ministerio proviene del latín ministrare que quiere decir servir. Por lo
tanto la mentalidad de cualquier hermano que pertenezca o quiera pertenecer a un
Ministerio de Música debe ser la mentalidad de servidor.

¡Qué importante es esto y cuántas cosas cambiarían si todos los hermanos que se
dedican a la música en la Iglesia tuvieran esta mentalidad de servidor! ¿No crees?

Aquí es muy importante que te examines, hermano músico. ¿Eres servidor o


quieres ser servido? ¿Tienes mentalidad de servidor o de estrella de cine? ¿Quieres
servir a Dios y a tus hermanos? ¿O deseas aparecer como el principal, el más
importante?

Este es un ministerio a través del cual Dios obra mucho y por eso es muy atacado
por el enemigo. Y es muy grande la tentación del orgullo, de la soberbia, del querer
sobresalir y dominar…

Teniendo en cuenta todo esto, queda claro que el Ministerio de Música deberá estar
sujeto a la obediencia. Siempre deberá depender del Párroco, de los coordinadores
de la Comunidad a la que pertenezca, y sobre todo de la guía del Espíritu Santo.
Segunda Clave: Consagrados a Dios

En segundo lugar, si quieres formar parte del Ministerio de Música es


imprescindible que hayas tenido un encuentro con Jesucristo. ¿Por qué? Porque
todos los que han tenido esta experiencia han quedado marcados por un profundo
deseo de servirle a Él y a su pueblo. Por eso han respondido a su llamado
consagrando su voz, sus instrumentos y todas sus capacidades para alabar a Dios,
guiados por el Espíritu Santo.

Pero ¿qué significa consagrar? Consagrar es hacer sagrado, separar algo para Dios.
Y eso que está separado ya no se puede usar para otra cosa. Por lo tanto un músico
consagrado es un músico apartado para servir a Dios.

Quizá te espante esta idea de “consagrarte” a Dios. Puedes llegar a pensar que este
estilo de vida es solo para los sacerdotes o los religiosos. Pero para cualquier músico
que se decida a servir a Dios en este Ministerio este es un requisito indispensable ya
que:

 No se puede servir a dos amos (Mt 6,24). Si sirves en la música tienes que
entender que debes renunciar a seguir tus propios gustos. Ahora el Señor te pide
que te decidas a servirlo con un nuevo corazón y un canto nuevo.
 Nadie puede decir “Jesús es Señor” si no es guiado por el Espíritu Santo… (1Co
12,3). La alabanza y la adoración, base de este Ministerio, solo se dan cuando los
miembros están ungidos con el poder del Espíritu. Así cuando cantes, cuando
ejecutes un instrumento, cuando levantes las manos, cuando dejes fluir
libremente el canto inspirado… atraerás la presencia de Dios. Entonces la
comunidad podrá sentir claramente que el Señor está entre ellos. Y que puede
suceder algo nuevo y edificante en cada asamblea.

Si no se da esto, si tú no le has consagrado tu música y toda tu vida al Señor,


entonces podrás cantar y tocar con mucho profesionalismo, pero sin unción.

¿No has experimentado alguna vez esa rara sensación? Estás ante un Coro
excelente, que interpreta una melodía sin desafinar, donde todos los instrumentos
suenan a la perfección… Pero te deja frio el corazón, no te dice absolutamente nada.
Y sin embargo, puede ser que un solo hermano, apenas con una guitarra, cantando
medianamente bien, puede llevar a la presencia de Dios a toda la asamblea. Y el
Señor se derrama, y la gente se encuentra con Él… Y tú sientes que has llegado
fácilmente a la presencia de Dios gracias a ese canto… Porque fue interpretado con
unción.

El secreto está en ser un músico consagrado a Dios.

Tercera Clave: Guían al pueblo en la alabanza y la adoración

Este
es el objetivo por el cual fue creado este Ministerio. Es una labor eminentemente
espiritual ya que solo se puede realizar bajo la guía del Espíritu Santo.

Para poder llevarlo a cabo es necesario que cada uno de los miembros del
Ministerio de Música tenga claro que el único que merece ser alabado y adorado es
Dios (Cf. Dt 6,4-6; Mt 22,37). Esto se logra teniendo una constante relación con Él a
través de la oración continua, la lectura de la Palabra y la vida sacramental.

Para realizar este objetivo el Espíritu derrama dones que deben utilizarse para el
provecho de la comunidad. Es lo que dice San Pablo en lCo 12,7. Estos dones se
pueden clasificar en:

 Naturales: con ellos nacen algunas personas, y pueden utilizarse para el


servicio en la música. Por ejemplo: voz afinada, habilidad para tocar
instrumentos, capacidad para cantar a voces, etc.
 Sobrenaturales: la persona que ha reconocido a Jesús como su Señor y
Salvador y se deja guiar por el Espíritu Santo es una nueva creatura, y comienza
a vivir una vida sobrenatural. En esta nueva vida, el Espíritu derrama algunos
dones especiales llamados carismas, que ayudan a que el Reino de Dios se
extienda. Para los músicos estos carismas son, por ejemplo, el canto en lenguas,
el canto inspirado, el canto profético, la composición de cantos, la dirección de
asambleas, etc. Sobre ellos conviene recordar lo que dice Lumen Gentium nº
12: “…el juicio de su autenticidad y de su ejercicio razonable pertenece a quienes
tienen la autoridad en la Iglesia, a los cuales compete ante todo no sofocar el Espíritu,
sino probarlo todo y retener lo que es bueno…”
EI guiar al pueblo en la alabanza y la adoración no es solamente interpretar los
cantos. También debe participar activamente en todos los momentos de la
asamblea y de la liturgia, orar con el pueblo y poner en práctica los dones naturales
y sobrenaturales de los que ya hablamos.

Además hay que tener en cuenta que el Ministerio de Música es parte del pueblo de
Dios, del Cuerpo de Cristo. Por lo tanto debe entrar juntamente con este hasta la
presencia de Dios. No es un grupo animador en donde los miembros buscan su
lucimiento personal. Debe de ser un canal por el cual el Espíritu Santo pueda
manifestar su voluntad al pueblo de Dios.

Cuarta Clave: Con la mejor música

El Señor se merece la
excelencia en todo, también en la música. Lo dice el Salmo 33,3: “…Tocad la mejor
música en la aclamación…”

Pero ¿cuál es la mejor música?

 La mejor música es la que nace de un corazón humilde (Cf. Sal 51,16-19). Si


tienes un corazón humilde eres capaz de reconocer la grandeza de Dios. Sabes
que fuera de Él no hay otro y lo expresas en cantos de alabanza y adoración.
Los que son guiados por el Espíritu y viven los criterios del Evangelio pueden
ofrecer a Dios la mejor música con su canto, tocando algún instrumento y
respaldados con su testimonio de vida. Porque… “de lo que habla su boca está lleno su
corazón…” (Lc 6,45). Por lo tanto es necesario que tengas un estilo de vida
congruente con el Ministerio que ejerces.

La vida en alabanza y adoración debe renovar tu espíritu y tu mente. No puedes


conformarte con lo que ya lograste (Cf. Rm 12,2), tienes que dejarte guiar por el
Espíritu para ofrecer a Dios un culto de adoración donde se manifiesten
continuamente los dones espirituales.

 La mejor música es la que se hace cuando se ejercitan y se ponen en práctica


los dones naturales. Como vimos anteriormente, existen dones naturales dados
por Dios, así como los dones materiales (instrumentos musicales, equipo de
audio, etc.) que Dios da para el ejercicio del Ministerio. Es necesario que estos
dones se desarrollen por medios del ensayo, el estudio y la práctica.

No todo caerá del cielo. La parte que te corresponde como miembros del Ministerio
está en la superación continua, apoyándote en el estudio de la música. Algo
importante es el definir los días de ensayo y surtirse de material nuevo ya sea de
cantos, arreglos, partituras. Todo esto ayudará al crecimiento técnico del
Ministerio.

Cuando se da la armonía de las voces y de los instrumentos y la apertura al Espíritu,


se crea un ambiente tal que se percibe claramente la presencia de Dios. Esto se
logra con músicos y cantores que están dispuestos a poner en práctica los dones que
se les han encomendado.

¡Ser un músico de Dios


es toda una responsabilidad!
Nunca olvides que como miembro de un Ministerio de Música estás llamado a
proclamar la grandeza de Dios en el canto, la alabanza y la adoración día y noche. Y
también a ser canal de bendición para el pueblo.

El Ministerio que se reúne y convive no es un club social. Es más bien es una


comunidad de servicio que responde a una misión encomendada por el Señor.
Debes cumplir con responsabilidad esta misión que Dios ha puesto en tus manos.
Recuerda que tus hermanos esperan de ti el mensaje de Gracia. Has sido elegido
para este fin.

https://www.discipulasdejesus.org/las-4-claves-para-que-el-ministerio-de-musica-funcione-
bien/

MÚSICOS DE DIOS
MÚSICOS DE DIOS, UNA NUEVA GENERACIÓN DE FUEGO
Rubén Parra
El papa Benedicto XVI nos dice: “Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No
tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en
este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda
la tierra”

2 Co 3,5-6

“… nuestra capacidad viene de Dios, el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva
Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata más el Espíritu da vida.”
Hoy en día estamos viviendo una nueva Efusión del Espíritu Santo en la Iglesia y sobre todo
para los Músicos de Dios, son tiempos en donde con mayor pasión he insistencia se busca el
rostro de Dios, estamos viviendo un tiempo como nunca antes en donde los músicos católicos
se están dejando mover genuinamente por las mociones del Espíritu de Dios, están surgiendo
y otros resurgiendo debido a este soplo divino, no hay comparación a estos tiempos en los
cuales verdaderos Músicos de Dios dejan todo por servir al Creador, verdaderos testimonios
de una conversión al Señor, nuevas composiciones musicales dotadas de una unción que solo
puede venir del mismo corazón de Cristo, nunca antes habíamos tenido la sed de componer
canticos para aquel que es la única inspiración real, podemos decir que ya!!! Son miles y
miles de alabanzas que escuchamos a lo largo y ancho no solo de México sino del mundo
entero, estaciones de radio Católicas dotadas de un sinfín de alabanzas para Jesús, programas
de televisión en donde podemos bendecir al Señor a través de ministerios de música católicos
evangelizando con los talentos que el mismo Dios ha depositado confiadamente y
abundantemente a sus músicos, un sinnúmero de testimonios en los cuales miles de personas
se han encontrado con Jesucristo por medio de las alabanzas católicas y aún hermanos que
nunca habían escuchado la buena nueva de Dios y su primer experiencia en Dios fue en un
momento de oración acompañado por la música y el canto.

Todo esto ha surgido a partir del Concilio Vaticano II que a su vez ha sido inspirado por el
mismo Espíritu Santo, en donde se le ha dado mayor apertura a la música, y en la línea de la
liturgia pues ha sido de una gran bendición para la iglesia que a través del canto y la música
el culto sagrado se vive con mayor entrega y le da vida a la misma.

Desde entonces hemos visto como el Señor ha transformado a miles de Músicos de Dios para
que sean instrumentos de Él para que otros se abran a la gracia divina y reciban bendiciones
abundantes.

Son tiempos jamás vistos en nuestra Iglesia, en los cuales no podemos ser ajenos al llamado
del Santo Padre a evangelizar a todos los pueblos, somos esta Nueva Generación de Fuego
que el Señor ha llamado a enrolarse a su ejército, somos esta nueva generación que vuelve a
llenarse del fuego divino para ser testigos con una fe viva en Cristo.

Dios nos está haciendo un llamado a todos los Músicos de esta Generación de Fuego a que
pongamos nuestros talentos bajo su voluntad y nos dejemos moldear en nuestro corazón para
ser nuevos testigos llenos de amor y de poder para alcanzar a muchos que hoy en día viven
sin Dios.

Somos Músicos de Dios, una Nueva Generación de Fuego


“Expandamos la llama del Espíritu”
¿CÓMO VISTE UN MÚSICO DE
DIOS?
Autor: Cesar y Marilú Garcia
RCCES de León, Guanajuato.

Actualmente en nuestros Ministerios de Canto y Música (MCM) existe mucho


desconocimiento acerca de la apariencia y vestimenta que debe llevar un músico de Dios
(MD) al momento de brindar un servicio, ya sea en la Eucaristía, en un retiro, asamblea de
oración o simplemente o en su estilo cotidiano de vestir. La infinidad de opiniones que
existen acerca de esto, es lo que nos lleva a compartir algo sobre este tema. Para ello
hemos buscado compartirles, a la luz del Espíritu Santo, lo que el Señor nos ha mostrado,
basándonos en la Palabra de Dios.

Ya que de acuerdo a la carta de Pablo a los Hebreos 4,12 “la Palabra de Dios tiene vida y
poder, es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra hasta lo más profundo del
alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos e
intenciones del corazón”.

1. En el antiguo testamento:

En el Antiguo Testamento podemos encontrar ciertas referencias acerca de la vestimenta


que el pueblo de Israel, pueblo de Dios, usaba para estar en su presencia:

“Los sacerdotes salieron del lugar santo. Todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Jedutún,
junto con sus siervos y demás parientes, ESTABAN DE PIE, al este del altar, VESTIDOS
DE LINO. Tenían platillos, salterios y arpas. Con ellos habia 120 sacerdotes que tocaban las
trompetas. Entonces todos unidos se pusieron a tocar las trompetas y a cantar a una voz para
alabar y dar gracias al Señor, haciendo tocar las trompetas, los platillos y otros instrumentos
musicales mientras se cantaba: “Alaben al Señor, porque Él es bueno, porque su amor es
eterno”; en aquel momento, el templo se llenó de la nube de la Gloria de Yavé y los
sacerdotes no pudieron en su servicio a causa de la nube, porque la Gloria

de Yavé llenaba la Casa de Dios”. 2-Crónicas 5, 12-14.

Esta lectura nos hace referencia a la actitud que debían tener los levitas hacia el lugar santo,
donde iba a permanecer el Arca de la presencia de Dios; dice que estaban de pie al este del
altar vestidos de lino, no solo los levitas cantores sino todos los siervos y demás parientes.

El lino por aquellos tiempos sólo se encontraba en color blanco y no de distintos colores
como ahora lo podemos conseguir. Por ese motivo el lino, de color siempre blanco, era
signo de pureza interior, de purificación y de respeto al Señor.

Esta manera de vestir tan respetuosa de los levitas, no respondía a una costumbre o
tradición del pueblo de Israel. Es decir, no vestían de esa manera porque “era la moda”, sino
que respondía a una profunda fe en un Dios vivo y poderoso. Nadie quería estar en la
presencia de Dios sin estar debidamente purificados. Y la ropa blanca simbolizaba entonces,
y aún ahora, la pureza.

Ahora bien, reflexionemos que en esta lectura de Crónicas encontramos que los levitas
estaban vestidos de esta forma porque estaban ofreciendo culto y sacrificio a Dios, cuando
estaba siendo trasladada el arca de la alianza junto con la tienda de las citas al lugar
santísimo, al templo que el rey Salomón había construido para que el Señor permaneciera
en ese lugar. Dice también que cuando los levitas y los 120 sacerdotes se pusieron a tocar y
cantar a una voz alabando y dando gracias con platillos y demás instrumentos musicales, el
templo fue lleno por una nube, fue lleno por la Gloria del Señor por su presencia.

Así mismo, reflexionamos que Pablo recuerda a los Corintios: “¿Acaso no saben que
nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” (1°Corintios 9,13), es templo de Dios, es
donde el Señor ha decidido habitar, donde permanece viva la alianza que Él hizo con su
pueblo, y nosotros somos su pueblo.
Si verdaderamente comprendemos esto, podremos ver la importancia de que nuestro templo
sea revestido para celebrar la presencia de nuestro Dios poderoso en nuestro propio
corazón.

Que importante es entonces elegir con cuidado la prenda que cubrirá nuestro cuerpo, templo
del Espíritu. Qué importante que la prenda sea digna, respetuosa, que no sea inspirada por
una cultura o por una moda, sino que pretenda ser agradable a Dios en todo y que dé gloria
a su Nombre.

2. En el nuevo testamento

Si bien este texto del Antiguo Testamento nos habla sobre la vestimenta que utilizaba la
Iglesia en tiempos del rey Salomón, también Pablo, en el Nuevo Testamento nos comparte
algunos principios acerca de esto en 1 Timoteo 2, 9-10:

“Y quiero que las mujeres se vistan decentemente, que se adornen con modestia y sencillez,
no con peinados exagerados, ni con oro, perlas o vestidos costosos. Que su adorno sean las
buenas obras, como corresponde a las mujeres que quieren honrar a Dios”.

Aparentemente algunas mujeres en el tiempo de Pablo y Timoteo, por seguir una corriente o
moda, vestían de forma inadecuada, o tal vez, el mandamiento fue dado simplemente con el
fin de evitar que lo hicieran.

Es muy posible que a las mujeres de entonces, al igual que a las de hoy en día, les haya
gustado vestir de forma que pudieran lucir bien; quizá con la intención de llamar la atención
del sexo opuesto, lo cual es totalmente natural, pero muchas veces se corre el peligro de
llegar al extremo de perder el sentido de respeto a su propio cuerpo y por ende a Dios.

De la misma manera hoy en día, los integrantes de nuestros MCM corren el riesgo de vestir
de manera inapropiada. Nos ha tocado ver mujeres vistiendo pantalones y blusas entalladas,
blusas y faldas cortas, escotes pronunciados, modas lujosas o llamativas, etc.; así como a
hombres en “short”, playeras con símbolos de rock con mensajes satánicos (que
generalmente ignoran), etc.
Una persona que se preocupa mucho por su apariencia exterior, que busca siempre llenar los
patrones del mundo, las modas, podría descuidar lo que es más importante: su vida interior,
la piedad y la vida cristiana.

“… que las mujeres se vistan decentemente, que se adornen con modestia y sencillez…” (1
Timoteo 2,9-10)

3. Principios de la vestimenta de la mujer

En esta carta de Pablo, podemos encontrar tres principios que necesariamente debe
contemplar al vestir la mujer cristiana:

1.- Vestir decentemente.

Es decir, vestir de manera apropiada, ordenada, con pudor y buen gusto en conducta y
apariencia.

2.- Vestir con modestia.

Libre de orgullo, pretensión, vanidad o sensualidad.

3.- Vestir con sencillez.

No de manera ostentosa, sin lujos, dejando que Dios actúe en nosotros.

Aplicar estos principios es la manera más sencilla de no cometer un error y de no faltar el


respeto a la Iglesia y sobre todo a Dios. Aunque las modas, los estilos y la cultura pueden
variar de un lugar a otro, los principios de decencia, modestia y sencillez establecidos por
Dios, permanecen para siempre y en todo lugar.

La mujer y el hombre que integran un MCM necesitan tener en cuenta el efecto que produce
su manera de vestir entre el pueblo; cuidar que su indumentaria no sea foco de atención a
sus cuerpos. Hemos escuchado a hermanos quejarse porque unos “jeans” ajustados fueron
causa de distracción en momentos de oración. Muchas veces una manera sensual de vestir
puede terminar despertando pensamientos de tipo sexual, originando pasiones que se
convertirán en verdaderas batallas espirituales para aquellos que acuden a las asambleas de
oración.

Pablo en su carta a Timoteo continúa diciendo:

“… no con peinados exagerados, ni con oro, perlas o vestidos costosos”.

Pablo invita a la mujer a que su peinado sea discreto y sencillo, que no utilice tantos
colguijes, pulseras, que sus manos luzcan sencillas, sin tantas cosas que exageren su
aspecto. El “piercing” es una moda que no entra en la sencillez ni en la modestia; tampoco
es sencillo ni modesto el maquillaje exagerado.

Así pues, la mujer recuerde que ella sólo debe dejarse mirar por Dios; ante los ojos de su
Padre amoroso ella es lo más bello que Él ha creado. Esto también puede aplicarse a los
hombres pues hoy en día también los vemos maquillados, con aretes, piercings, etc.

Recuerdo que hace un tiempo acudimos a una asamblea de oración donde el ministerio que
animaba la oración no cuidaba el aspecto de la vestimenta. Mi sorpresa fue observar que un
miembro del ministerio vestía una playera con la leyenda “Evil” (maligno en inglés), con el
número 666 y un dibujo de un ser diabólico; en un principio esto me desconcertó y me dio
mucha tristeza, pero después de platicarlo con mi esposa, ambos llegamos a la conclusión
de que esto realmente lo hacen por ignorancia, porque verdaderamente no tienen idea de la
batalla espiritual que se libra en una asamblea de oración. Ellos simplemente siguen una
moda y caen de esta forma en el juego del enemigo.

“…que su adorno sean las buenas obras, como corresponde a las mujeres que quieren
honrar a Dios”.

Sin embargo mis queridos hermanos, es importante agregar que de nada serviría vestirnos
de acuerdo a estos principios en el exterior, si nuestro interior está sucio, desordenado,
manchado e inhóspito para Dios; es decir, no sirve que en tu vida sigas siendo tú el centro
de atención y no Cristo Jesús.
San Pedro nos habla de esto en 1 Pedro 3, 3-4

“Que el adorno de ustedes no consista en cosas externas, como peinados exagerados, joyas
de oro o vestidos lujosos, sino en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un
espíritu suave. Esta belleza vale mucho delante de Dios”.

De este manera cubramos nuestro cuerpo, que es templo del Espíritu Santos, con decencia,
modestia y sencillez; dignidad y respeto a aquel que lo merece todo, al que es digno de
alabanza y adoración; cubrámoslo de lino, de blanco, pues con el blanco recordamos su
resurrección, y le recordamos también que queremos que nos haga más blancos que la nieve
en nuestro interior:

“Con respecto a la vida que antes llevaban, se le enseñó que deben quitarse el ropaje de la
vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la
actitud de su mente, y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza creada a imagen de Dios, en
verdadera justicia y santidad” Efesios 4, 22-4

EL CORAZÓN DEL MÚSICO


DE DIOS
Autor: Rubén Parra
Coordinador diocesano de MCM
RCCES Torreón, Coah.

A Dios le agrada un corazón dispuesto y apartado para Él. Un verdadero músico de Dios
busca día con día a su creador, busca a aquel que es la fuente y manantial de su vida, y es
Dios quien capacita en la intimidad el corazón de su músico, es Él quien en lo secreto (Mt
6,6), por su infinita misericordia reparte dones a cada uno de sus músicos con tal de que
ellos le rindan alabanza y estén capacitados en distintas áreas. (Ef 1,6)

Estando en la presencia de Dios el corazón del músico es moldeado según el corazón de


Dios, igual que el barro en manos del alfarero (Jer 18). Al ser separados y escogidos para el
ministerio, Dios nos capacita para las siguientes áreas:

 En la responsabilidad
 En la Obediencia
 Estar dispuesto
 Ordenado
 Disciplinado
 Diligente

Acerquémonos confiadamente a la presencia de Dios para ser adiestrados por el maestro


(Heb 12).Cuando nos acercamos a Él con un corazón humilde y sencillo (Salmo 24), Él
mira nuestro interior y la pureza de nuestra intención (Sal 94,11), Él conoce cada una de
nuestras intenciones y ahí en lo secreto nos purifica, nos habla, nos hace reflexionar en cada
una de nuestras áreas para que actuemos conforme a su voluntad.

Yo pienso que los músicos de Dios estamos llamados a esto, a estar en la presencia de Dios,
quisiera hacerte una pregunta ¿qué tanto estas buscando la presencia de Dios en tu vida?, lo
que te puedo decir es que ya desde este momento se refleja en tu vida, se está reflejando ya
desde ahora en tu canto, en tu música, o quizá no se está notando la presencia de Dios en tu
vida, vivimos en un mundo que va muy de prisa y que no podemos darnos un tiempo de
reflexión, tenemos muchas ocupaciones, infinidad de actividades, pero Dios me ha dejado
muy en claro es que en estas áreas en la responsabilidad, en la Obediencia, en un estar
siempre dispuesto, el ser ordenado, disciplinado, diligente se redondea a una sola razón, de
que mi corazón es para Dios, de que si mi corazón es para Dios, estas áreas no se nos
dificultarán, ¿tu corazón está dispuesto para Dios?, ¿tu corazón esta apartado para Él?, ¿es
de Él?, cuestiónate en este momento si de verdad tu vida es de Dios, a nuestro Señor le
agrada un corazón dispuesto, no solo un corazón solo por un momento, mientras encuentro
otra cosa, o mientras está este o aquel compromiso, o aquel retiro o concierto o
presentación, a Dios le agrada un corazón para TODA LA VIDA, un verdadero corazón de
un músico de Dios, se entrega para TODA LA VIDA.

Entonces trataremos estas áreas:

1. Responsabilidad:
Que tan responsable estoy siendo en mi relación con Dios, que tan responsable he sido en
que Dios me ha confiado un ministerio, me ha apartado, me ha elegido, me ha escogido y
me ha invitado, diciéndome VEN, quiero usar tus manos. Dios no necesita nuestras manos,
lo que Él quiere es: usar nuestras manos, usar nuestras manos para que su gloria y su reino
sea manifiesto en las naciones, en tu comunidad, en tu ministerio, en tu vida, hermano es
necesario que los verdaderos músicos de Dios nos afanemos en ser responsables en todas
las áreas de nuestra vida para que podamos ser testigos y dar testimonio de que Dios está
vivo y reina por siempre.

2. En la Obediencia:
Esta área es muy complicada para muchos de nosotros, ya que cuando nos toca obedecer, en
verdad batallamos, recordemos que somos muy atacados por el enemigo y en esta área
somos muy débiles y probados, ya que se nos dificulta acatar una orden de nuestros
superiores, o coordinadores. A los músicos se les toma como rebeldes, que no sabemos
obedecer, que hacemos lo que se nos viene en gana, pero en este tiempo no podemos ser así
ya más, ya que el que está en Cristo es nueva creatura y las cosas viejas ya pasaron, (2 Cor
5,17), o como dice su palabra, más entre ustedes no será así. Necesitamos doblegar nuestro
corazón y pedirle mucho a Dios en oración humildad para acatar las órdenes de quienes nos
coordinan, o no será que en realidad a quien no le obedecemos es a nuestro Dios, que en
cuanto nos pide que dejemos o hagamos alguna cosa o sacrificio no lo hacemos y
desfallecemos a la primera, en verdad el que es obediente de corazón a Dios acepta a
quienes el mismo nos puso como superiores (Fil 2,3) y así daremos testimonio de una
verdadera comunión con Dios y con los hermanos.

3. Estar dispuesto:
En esta área no solo me refiero a estar dispuesto al servicio sino más bien que a busquemos
a Dios en todo tiempo, (Sal 34,2 y Sal 62,9) cuando las cosas van mal o cuando las cosas
pintan de maravilla, busquemos a Dios y así escucharemos su voz y estaremos dispuestos a
servirle en todo tiempo. Estar dispuesto a reunirnos a orar a ensayar a leer su palabra, ser
como Timoteo en lo dispuesto a dar testimonio (1 Tim 4, 11-14), compartiendo, enseñando,
preparándonos, fíjate que hoy en día se necesitan muchos músicos dispuestos a enseñar,
compartir, preparar a los que apenas comienzan o no saben, me ha tocado ver que en
muchos lugares los hermanos que saben algún instrumento o tienen una buena técnica para
orar o estudiar la palabra, no la comparten con lo pequeños, con aquellos que están más
dispuestos que nosotros pero necesitan una guía, me ha tocado ver como ministerios con
músicos preparados no enseñan a los demás, todo por “falta de tiempo”, yo más bien le digo
falta de disposición, hermano si tu eres uno de estos músicos preparados, recuerda que ese
don maravilloso te lo ha dado Dios y él quiere que lo pongas en práctica y a disposición de
la comunidad, que tus talentos serán mayormente favorecidos cuando los pones a
disposición de los hermanos y recuerda que los carismas o dones son para la comunidad y
no para servicio personal.

4. Ordenado:
Ser ordenado es una tarea bien difícil, más para aquellos que nunca lo han sido, tener un
orden en nuestra vida se compara como el buen orden en las asambleas (1 Cor 14), hacer
todo en su tiempo con dedicación y decoro, darle tiempo a cada cosa es estar en un buen
orden, si es tiempo de orar, oremos, de ensayar, ensayemos, de meditar, meditemos. Tener
hasta una agenda no nos vendría mal ya que tenemos múltiples compromisos, jaja, ser
ordenados en nuestros tiempos de oración, tener una hora fija para orar, para estar con Dios,
para visitar a los hermanos, etc. Tener un orden como la misma liturgia nos enseña, un
orden como la misma eucaristía lo tiene, no ser desesperados y querer hacer y deshacer todo
a la primera, seamos pues ordenados en toda nuestra área, no se diga en nuestra casa o en
nuestro trabajo

5. Disciplinado:
Tener el valor suficiente para ser disciplinado en todas estas áreas, orar demasiado para que
se nos de este don en nuestra vida, arrebatemos a Dios este don para no fallar más y ser
músicos indisciplinados en nuestra vida.

6. Diligente:
El diccionario es muy claro en la definición de esta palabra y es: Diligente. (Del lat.
dilĭgens, -entis). adj. Cuidadoso, exacto y activo. 2. Pronto, presto.

 Cuidadoso
 Exacto
 Activo
 Pronto
 Presto
 ligero en el obrar.

Estas pequeñas características nos pueden redondear y caracterizar como buenos músicos de
Dios, el ser cuidadosos en nuestra vida espiritual, en nuestra espiritualidad, el ser exactos en
el obrar, el ser activos y darle dinamismo a nuestro ministerio, ser prontos al servicio,
prestos para ayudar al hermano.
Hermanos músicos de Dios, el estar en su presencia es traer grandes beneficios a nuestra
vida, solo basta entrar confiadamente a su presencia y dejarnos bañar por sus infinitas
bendiciones que el mismo tiene para sus músicos.

EL MÚSICO DE DIOS QUE


BUSCA A JESÚS
Autor: Rubén Parra
Coordinador diocesano de MCM “Ruah de Dios”
RCCES Torreón, Coah.
El modelo perfecto que Dios nos ha dado para todos los servidores de la renovación es el
Señor Jesucristo. Él vino a enseñarnos con su ejemplo a ser hijos obedientes, así como él lo
fue. En la función del Músico de Dios, una de las cosas más importantes que podemos
aprender es expresarnos como hijos, ante un Padre bueno y perfecto. Yo creo que esa es la
razón por la que el Señor Jesús indica que es el Padre el que busca adoradores. (Músicos
de Dios)

<<Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren>> (Juan 4:23)

Jesús glorificó al Padre no solo con sus cantos (Mr 14:26, Lc 10:21) sino también con sus
obras obedientes. Cuando dice en su palabra: <<Yo te he glorificado en la tierra; he
acabado la obra que me diste que hiciese>> (Juan 17:4), Jesús nos está enseñando que la
adoración que el Padre busca es la que se desprende desde un corazón sincero y enamorado
incondicionalmente de Él en sumisión y obediencia.

Creo que no hay mejor pasaje en las Escrituras del que podemos aprender a funcionar como
Músicos de Dios obedientes delante del Padre Celestial, que el que se encuentra en el
Primer Libro de Crónicas, capitulo 25. Los puntos más importantes que trataremos de este
pasaje son:

1. El Músico de Dios que busca Jesús debe ser apartado.


<<…Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de
Asaf, de Hemán y de Jeduthún, para que profetizasen con arpas, salterios y
címbalos…>>(v.1)

La primera característica de todo Músico de Dios es que es apartado. Esto significa que ha
sido “puesto dentro de límites”. En otras palabras, ha aceptado restricciones que son
impuestas sobre su vida por aquellos que están en autoridad sobre él, con el fin de
desarrollar un carácter integro.
David escogió a las familias de tres hombres para que fuesen apartados para el ministerio de
la música y el canto. Es interesante notar el carácter de los hombres que David escogió,
revelado en sus nombres.

Asaf significa “el que reúne”. Era un líder que influía a los que estaban a su alrededor y los
reunía con el propósito de adorar. Muchos músicos hoy en día atraen a la gente a causa de
su gran talento, pero los reúnen para su propio placer y no para el placer de Dios.

Hemán, cuyo significado es “Fiel”, había dado muestras de lealtad y de fidelidad, por lo
que fue puesto en una posición de autoridad.

Finalmente, Jeduthún, que significa “el que alaba”, era un hombre que vivía un estilo de
vida de constante adoración.

2. El Músico de Dios que busca Jesús debe estar bajo autoridad.


<<…De los hijos de Asaf:…bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes
del rey. De los hijos de Jeduthún:…seis, bajo la dirección de su padre Jeduthún, el cual
profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Yahvé. De los hijos de Hemán:…Y todos
estos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Yahvé, con
címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios. Asaf, Jeduthún y
Hemán estaban por disposición del rey>> (v.2-6)

Todo Músico de Dios debe aprender a ejercer autoridad al funcionar primero bajo
autoridad. Este principio es fundamental y es lo que determina si un Músico de Dios se
convertirá o no en un verdadero “director”, para guiar a otros hacia la presencia de Dios.

Los Músicos de Dios extraordinarios (Silvia Mertins, Miguel Horacio, Rafael Moreno, etc)
tienen una cosa en común: en algún momento aprendieron de sus coordinadores y aún
siguen aprendiendo, a los cuales se sujetaron en obediencia. No siempre fueron tiempos
agradables, pero sin duda fueron indispensables en la formación de su carácter. Proverbios
19,20 nos dice: <<Escucha el consejo, acoge la corrección, para llegar, por fin, a ser
sabio>> en el libro de Sabiduría 3,5 cita: << por una corta corrección recibirán largos
beneficios. Pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;>> y en Hebreos
12,11 << Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero
luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella>>

En el pasaje de Crónicas vemos claramente que todos servían como hijos, bajo la dirección
de su padre. Todo Músico de Dios tiene la necesidad de funcionar bajo un padre espiritual,
que lo instruya, lo pastoreé y lo forme. Es por eso que los Ministerios de Música deben
tener una visión “multigeneracional” e incluir a todas las edades y a todos los miembros de
la familia.
3. El Músico de Dios que busca Jesús debe ser instruido.
<<Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para el Señor, todos los
aptos, fue doscientos ochenta y ocho>> (v.7)

Todo Músico de Dios sabe que la instrucción no es una opción. Sin la adecuada preparación
fracasaremos, pues Dios no bendice nuestras intenciones, sino nuestras acciones. La fe sin
obras está muerta. Santiago 2,14 << ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga:
«Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?>> y en el versículo 17 nos dice
claramente: <<Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta>>

Es claro que una instrucción total requiere madurez de parte de los instructores. Se requiere
que estos no solo sean buenos músicos o cantantes sino también padres en la fe. Donde no
hay padres, hay rebelión, pues el enfoque esta en las habilidades y no en el corazón. El
ejemplo práctico, el hacer la obra juntos, es muy necesario para instruir a los hijos para
enseñarles los aspectos prácticos del ministerio. El Salmo 71,17 nos enseña: << ¡Oh Dios,
desde mi juventud me has instruido, y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas!>>

<<Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos
padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús. Os ruego, pues,
que seáis mis imitadores. >> 1 Cor 4:15-16

Medita estos tres puntos:

 Jesús te está buscando. ¿Estás dispuesto a ser apartado?, ¿a qué estás dispuesto a renunciar
para ser moldeado íntegramente por Cristo?
 Jesús desea gobernar tu vida. ¿Estás dispuesto a rendirle toda tu vida y caminar bajo su
autoridad y en obediencia a tus coordinadores?
 Jesús desea ser tu maestro. Reflexiona quien o que ha tomado el título de maestro en tu
vida ¿a quién le has permitido que instruya tu vida? ¿bajo qué criterios has basado tu vida?
¿has dejado que el evangelio que es Jesús instruya tu vida? ¿lo has puesto en práctica?

Jesús:
Te reconozco como mi Mesías, Salvador y Señor de toda mi vida, te doy gracias porque
me llamas y deseas que te sirva, aquí estoy, tómame, moldéame cual barro en manos del
alfarero, acepto de todo corazón tu llamado, te pido que gobiernes mi vida, me instruyas y
guíes con tu luz mi camino.
Amén

Copyright © 2015 - 2017 RCCES México


LA ALABANZA Y LA
SANACIÓN
Autor: Silvia Mertins
silvia_mertins@hotmail.com
www.silviamertins.com

El modelo perfecto que Dios nos ha dado para todos los servidores de la renovación es el
Señor Jesucristo. Él vino a enseñarnos con su ejemplo a ser hijos obedientes, así como él lo
fue. En la función del Músico de Dios, una de las cosas más importantes que podemos
aprender es expresarnos como hijos, ante un Padre bueno y perfecto. Yo creo que esa es la
razón por la que el Señor Jesús indica que es el Padre el que busca adoradores. (Músicos
de Dios)

<<Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren>>(Juan 4:23)

Jesús glorificó al Padre no solo con sus cantos (Mr 14:26, Lc 10:21) sino también con sus
obras obedientes. Cuando dice en su palabra: <<Yo te he glorificado en la tierra; he
acabado la obra que me diste que hiciese>> (Juan 17:4), Jesús nos está enseñando que la
adoración que el Padre busca es la que se desprende desde un corazón sincero y enamorado
incondicionalmente de Él en sumisión y obediencia.

Creo que no hay mejor pasaje en las Escrituras del que podemos aprender a funcionar como
Músicos de Dios obedientes delante del Padre Celestial, que el que se encuentra en el
Primer Libro de Crónicas, capitulo 25. Los puntos más importantes que trataremos de este
pasaje son:
1. El Músico de Dios que busca Jesús debe ser apartado.
<<…Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de
Asaf, de Hemán y de Jeduthún, para que profetizasen con arpas, salterios y
címbalos…>>(v.1)

La primera característica de todo Músico de Dios es que es apartado. Esto significa que ha
sido “puesto dentro de límites”. En otras palabras, ha aceptado restricciones que son
impuestas sobre su vida por aquellos que están en autoridad sobre él, con el fin de
desarrollar un carácter integro.
David escogió a las familias de tres hombres para que fuesen apartados para el ministerio de
la música y el canto. Es interesante notar el carácter de los hombres que David escogió,
revelado en sus nombres.

Asaf significa “el que reúne”. Era un líder que influía a los que estaban a su alrededor y los
reunía con el propósito de adorar. Muchos músicos hoy en día atraen a la gente a causa de
su gran talento, pero los reúnen para su propio placer y no para el placer de Dios.

Hemán, cuyo significado es “Fiel”, había dado muestras de lealtad y de fidelidad, por lo
que fue puesto en una posición de autoridad.

Finalmente, Jeduthún, que significa “el que alaba”, era un hombre que vivía un estilo de
vida de constante adoración.

2. El Músico de Dios que busca Jesús debe estar bajo autoridad.


<<…De los hijos de Asaf:…bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes
del rey. De los hijos de Jeduthún:…seis, bajo la dirección de su padre Jeduthún, el cual
profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Yahvé. De los hijos de Hemán:…Y todos
estos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Yahvé, con
címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios. Asaf, Jeduthún y
Hemán estaban por disposición del rey>> (v.2-6)

Todo Músico de Dios debe aprender a ejercer autoridad al funcionar primero bajo
autoridad. Este principio es fundamental y es lo que determina si un Músico de Dios se
convertirá o no en un verdadero “director”, para guiar a otros hacia la presencia de Dios.

Los Músicos de Dios extraordinarios (Silvia Mertins, Miguel Horacio, Rafael Moreno, etc)
tienen una cosa en común: en algún momento aprendieron de sus coordinadores y aún
siguen aprendiendo, a los cuales se sujetaron en obediencia. No siempre fueron tiempos
agradables, pero sin duda fueron indispensables en la formación de su carácter. Proverbios
19,20 nos dice: <<Escucha el consejo, acoge la corrección, para llegar, por fin, a ser
sabio>> en el libro de Sabiduría 3,5 cita: << por una corta corrección recibirán largos
beneficios. Pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;>> y en Hebreos
12,11 << Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero
luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella>>

En el pasaje de Crónicas vemos claramente que todos servían como hijos, bajo la dirección
de su padre. Todo Músico de Dios tiene la necesidad de funcionar bajo un padre espiritual,
que lo instruya, lo pastoreé y lo forme. Es por eso que los Ministerios de Música deben
tener una visión “multigeneracional” e incluir a todas las edades y a todos los miembros de
la familia.

3. El Músico de Dios que busca Jesús debe ser instruido.


<<Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para el Señor, todos los
aptos, fue doscientos ochenta y ocho>> (v.7)

Todo Músico de Dios sabe que la instrucción no es una opción. Sin la adecuada preparación
fracasaremos, pues Dios no bendice nuestras intenciones, sino nuestras acciones. La fe sin
obras está muerta. Santiago 2,14 << ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga:
«Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?>> y en el versículo 17 nos dice
claramente: <<Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta>>

Es claro que una instrucción total requiere madurez de parte de los instructores. Se requiere
que estos no solo sean buenos músicos o cantantes sino también padres en la fe. Donde no
hay padres, hay rebelión, pues el enfoque esta en las habilidades y no en el corazón. El
ejemplo práctico, el hacer la obra juntos, es muy necesario para instruir a los hijos para
enseñarles los aspectos prácticos del ministerio. El Salmo 71,17 nos enseña: << ¡Oh Dios,
desde mi juventud me has instruido, y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas!>>

<<Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos
padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús. Os ruego, pues,
que seáis mis imitadores. >> 1 Cor 4:15-16

Medita estos tres puntos:

 Jesús te está buscando. ¿Estás dispuesto a ser apartado?, ¿a qué estás dispuesto a renunciar
para ser moldeado íntegramente por Cristo?
 Jesús desea gobernar tu vida. ¿Estás dispuesto a rendirle toda tu vida y caminar bajo su
autoridad y en obediencia a tus coordinadores?
 Jesús desea ser tu maestro. Reflexiona quien o que ha tomado el título de maestro en tu
vida ¿a quién le has permitido que instruya tu vida? ¿bajo qué criterios has basado tu vida?
¿has dejado que el evangelio que es Jesús instruya tu vida? ¿lo has puesto en práctica?

Jesús:
Te reconozco como mi Mesías, Salvador y Señor de toda mi vida, te doy gracias porque
me llamas y deseas que te sirva, aquí estoy, tómame, moldéame cual barro en manos del
alfarero, acepto de todo corazón tu llamado, te pido que gobiernes mi vida, me instruyas y
guíes con tu luz mi camino.
Amén
Copyright © 2015 - 2017 RCCES México

LA ESPIRITUALIDAD DEL
MÚSICO CATÓLICO
Autor: Erik Cuevas
Coordinador diocesano de MCM
RCCES Puebla, Pue.

“En la Sagrada Escritura encontramos varios pasajes muy hermosos que nos muestran la
forma de acercarnos a Dios a través del canto y la música, transformados en ofrenda, en
holocausto agradable a nuestro Señor, abandonándonos en sus benditas manos y
reconociendo su fidelidad y amor para con nosotros.

1. El Arca de la Alianza

En el segundo libro de Crónicas (Cap. 3), Salomón, hijo del Rey David, construye un
templo para guardar el Arca de la Alianza. El Arca representaba a Dios unido en alianza con
su pueblo y contenía los 10 mandamientos escritos en las tablas de la Ley en el Horeb.
Estos mandatos fueron entregados a Moisés después de que Yahvé los liberó de su
esclavitud en Egipto.

En la Escritura podemos ver que el Arca de la Alianza siempre fue símbolo vivo de la
presencia misma de Dios en medio de su pueblo. El Arca era llevada a las grandes batallas
como lo narra el libro de Josué en el capítulo 6, cuando se derrumbaron las murallas en
Jericó, o cuando Moisés y el pueblo de Israel se cobijaban bajo el amparo del Arca que iba
al frente de todos ellos (Números 10, 35).
Por ello es que también a María la llamamos Arca de la Alianza, ya que es la “Theotokos”
(Madre de Dios). Es la portadora de la presencia viva del Señor; aquella que se une a la
Iglesia en la batalla contra el Dragón (Apocalipsis 12).

Dada la importancia del Arca de la Alianza, Salomón, mandó a construir un templo


majestuoso que pudiera resguardar Al mismo Yavhé de una manera digna y propia de un
Dios todopoderoso. Cuando terminaron de construir el templo, empezó una odisea de
alabanza y bendición al trasladar el Arca de la Alianza desde Sion -la ciudad de David-
hasta la nueva morada del Señor: la “Casa de Dios”, en latín “Templum, Beth Elohim” (2
Cr 5, 7).

La Biblia narra que al trasladar el Arca los levitas eran los designados para celebrar,
glorificar y alabar a Yahvé, el Dios de Israel, (1Cr 25, 1-5; 2Cr 5,12). Iban acompañando al
Señor hacia el lugar que estaba preparado para albergar su presencia. El hecho que más nos
llama la atención es que mientras el Arca de la Alianza iba hacia su lugar, los encargados de
la alabanza -los levitas- encabezados por Asaf, Emán y Yedutum, iban entonando cánticos
de gozo y alegría por la presencia de Dios que camina entre ellos.

Nos narra la escritura que el Arca de la Alianza llegó al templo, a su casa, donde se
encontraban los sacerdotes, todos ellos debidamente purificados (2 Cr 5, 11). El texto nos
subraya esta aclaración: explica que todos, sin distinción de clases, absolutamente todos
estaban purificados. Además, los levitas, los cantores, Asaf, Emán y Yedutum, junto con
sus hermanos y sus hijos, estaban vestidos de lino fino, tocando toda clase de instrumentos,
alabando y celebrando a Yahvé en comunión con 120 sacerdotes más. Cabe mencionar que
el lino era una tela que simbolizaba pureza y distinción, que vestía a ciertas personas sólo en
ocasiones especiales.

¡Qué bendición! Todos aclamando el nombre del Señor y repitiendo: “Porque es bueno,
porque es eterno su amor”; reconociendo las grandezas de Dios en sus vidas y sin acordarse
de sus pruebas o problemas, sólo cantando, tocando, agradeciendo, alabando, y glorificando
el dulce nombre, su hermoso nombre, ¡Yahvé!
De repente un suceso imprescindible, algo que no estaba dentro de los planes de nadie:
Dios, el mismo que hizo su alianza con ellos; aquel que dijo: “ustedes serán mi pueblo y yo
seré su Dios”; el mismo que los acompaño en todas sus batallas, que los libero de los
Egipcios, que les dio una nube para cubrirse del sol, y una columna de fuego para las
noches de frio, que envió el maná y las codornices, que hizo brotar agua de la roca, que
abrió el Mar Rojo, el mismo Dios que siempre y desde la eternidad los ha amado, que nunca
los ha abandonado aun en la infidelidad, ese mismo Dios, Yahvé se manifiesto, se hizo
presente rodeado de su gloria en aquel lugar (2 Cr 5, 13).

2. La nube de Dios

Una densa nube cayó sobre la casa de Dios; dice la Palabra: “la Gloria del Señor llenaba la
casa de Yahvé”, y seguramente llenaba también los corazones de quienes estaban
preparados para recibirlo y abrieron su corazón ante su presencia. El gozo de aquellos que
alababan y glorificaban a Dios fue contagiado al mismo Señor que decidió llegar a ellos y
gozarse junto con su pueblo mostrando la hermosura de su gloria. Como aquellas ocasiones,
antes de la caída de nuestros primeros padres, Adán y Eva, cuando Dios mismo caminaba
en el Edén, en esta ocasión la casa terrena, el Templo de Salomón, se convirtió en una sola
casa porque Dios decidió hacer morada ahí. Es como si el cielo se hubiera juntado con la
tierra, como si el aire de Dios, su atmosfera, hubiera inundado aquel lugar, como si el Edén
se hubiera instaurado ahí mismo.

Bien dice el dicho popular que “Amor con amor se paga”, y esto que sucedía no era otra
cosa que ellos, nuestros colegas levitas junto a sus hermanos israelitas, amando a Yavhé a
través de sus cantos, su música, su alabanza, correspondiendo el amor y misericordia de
Dios.

Es importante descifrar el contenido de este texto bíblico, ya que no nos podemos quedar en
la superficialidad de simples letras, sino ir mas allá de lo que nuestros sentidos limitados
pueden captar. Aquí nos narran como Dios quiere estar en su casa, y Él se goza cuando esa
casa esta limpia, cuando ya ha sido adornada y preparada para recibirlo; es decir, cuando
nosotros, su pueblo, tenemos por entendido que Él merece el mejor lugar, lo mejor de cada
uno, y eso se lo podemos entregar mediante la purificación de nuestras vidas. Recordemos
que como dice el apóstol San Pablo, nosotros somos el Templo de Dios, el templo del
Espíritu Santo, quien vive en nosotros.

Por eso, si queremos ver la gloria de Dios cuando le alabamos y bendecimos a través de
nuestros cantos, necesitamos estar preparados para tener un corazón limpio, sincero,
agradecido, lleno de amor y pasión por aquel que ha dado todo por nosotros.

3. Transfigurados por su presencia

También necesitamos “vestir nuestro interior”, nuestra vida, de “lo mejor de lo mejor”; es
decir, poner manos a la obra en nuestra realidad y transfigurar en nosotros el rostro mismo
de Jesús (Romanos 13,14); reconocer también que somos imagen y semejanza de Él
(Génesis 1,26), y que esto nos lleva a tener sus mismos sentimientos, a entregar el mismo
amor a los demás y asumir la dignidad como verdaderos Hijos de Dios en quien El se
complace. Así mismo, asumiendo la responsabilidad de ser testimonio vivo de que ya no
somos nosotros, sino Él quien vive en nuestros corazones (Gálatas 2,20).

Qué difícil tarea; nosotros libres por la voluntad de Dios, imperfectos pero a la misma vez
perfectibles; capaces de realizar cada vez mejor las cosas y luchando por alcanzar la Gloria
eterna. Pero tenemos esta hermosa oportunidad de vivir momentos de comunión con la
Santísima Trinidad, porque “el Reino de los cielos ya está aquí”, dice el Señor (Mateo
4,17).
Recuerdo las palabras del Salmo 8, “quienes somos Señor para que te acuerdes de
nosotros”, que aún con nuestras miserias e infidelidades nos regalas hermosos momentos
impregnados de tu presencia. Amados hermanos, en la alabanza a través de la música,
encontramos un momento trascendental en el servicio al Señor; como dice Cantar de los
Cantares (2,11): “Las lluvias ya pasaron, es el tiempo de las canciones nuevas”; pero es algo
que tenemos que asumir de manera responsable para que Dios manifieste su gracia en cada
una de las comunidades, lugares y momentos donde servimos.

Primeramente necesitamos purificarnos, estar preparados para cuando Dios quiera


manifestar su gloria. No podemos conformarnos con cantar y tocar, sino más bien
prepararnos para que Dios habite totalmente en su casa, en nuestro corazón, y así pueda
manifestar su maravillosa presencia en todo nuestro entorno. De nada serviría prepararse
musicalmente si no sabemos la trascendencia que tiene la alabanza, el poder que emana de
ella cuando estamos testificando lo que sale de nuestros labios y se proyecta en cada parte
de nuestro cuerpo cuando tocamos algún instrumento. Un músico Católico debe estar
purificado, consagrado a Dios, un hombre o mujer que busque con sed los sacramentos, de
profunda oración, ayuno, dispuesto al sacrificio.

Necesitamos estar conscientes de que en la medida que dejemos las peticiones y las
transformemos en alabanza que nazca de nuestros corazones, podremos darnos cuenta del
poder y bendición que se desata por la misericordia de Dios. Una vez purificados, debemos
arroparnos en la fe, esperanza y caridad para poder darnos y dar al Señor a los demás, sin
esperar nada a cambio; solamente con la intención de ser canales de bendición y reconocer a
Dios como la fuente de donde brota el Agua Viva.

No nos debe caber la duda de que cuando estemos decididos a vivir conforme al Señor lo
quiere, la gloria de Dios se manifestara al instante en cada nota que brote de nuestro
instrumento, de nuestra voz, cada vez que el Señor por su infinita misericordia permita que
nosotros, sus ciervos sedientos, sus siervos amados, podamos poner al servicio de la
comunidad los dones que Él mismo nos ha regalado para edificar su Iglesia, su Cuerpo
Místico, del cual Él es cabeza.

Nosotros, como Iglesia que fundó Cristo, contamos con absolutamente todos los medios de
salvación, solo hay que despertar; somos el gigante que ha permanecido dormido durante
mucho tiempo, es momento de levantarse e ir al encuentro del Señor, traerlo
verdaderamente a su morada, donde Él quiere estar, para que se posesione de lo que es suyo
y haga de ello lo que siempre ha querido: “verdaderos adoradores, en espíritu y en verdad”
(Juan 4,23)

Amados cantores, instrumentistas, Ministerios de Canto y Música: ¡este es el momento! ¡No


hay porque esperar más! Y que Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, que en conjunto
reciben la misma gloria, habiten de tal manera en nuestros corazones que no podamos ni un
solo instante dejar de pensar y actuar conforme a lo que Él quiere; y que nuestra vida sea
una continua alabanza junto con María Santísima, que nos lleve siempre a tener una
experiencia personal con Aquel que nos ha amado, nos ama y nos amara.
MÚSICOS DE DIOS MOVIDOS
POR LA MISERICORDIA DE
DIOS
Autor: Rubén Parra
Coordinador diocesano de MCM
RCCES Torreón, Coah.

En este año promulgado por el Papa Francisco como el año de la misericordia, los músicos
de Dios y animadores de asamblea necesitamos ser movidos en la misma sintonía.

En estos tiempos en donde nuestra sociedad necesita más que nunca volverse a Dios, en
estos tiempos en donde se necesita una sociedad reconciliada y reconciliadora, nosotros
somos parte fundamental para dicho cambio.

Son tiempos en donde necesitamos vivir y fomentar la “Metanoia” en nuestras vidas y en


nuestros ministerios, solo así partiendo desde nosotros mismos el cambio y la conversión
genuina dará frutos abundantes.

El Papa Francisco hace resonar su voz diciéndonos y exhortándonos en la


Bula “Misericordiae Vultus” que “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre”,
nos invita a que contemplando el rostro de Cristo, él nos mueva a vivir y practicar la
misericordia de Dios que es “fuente de alegría, de serenidad y de paz”.

Son tiempos en donde necesitamos madurar como músicos y animadores de Dios, teniendo
“los mismos sentimientos de Cristo” (Fil 2,5), que nos llevarán a “vendar las heridas” (Sal
147,3) de los afligidos como lo hace nuestro Dios, a través de un servicio de entrega
amorosa, sin condiciones y siempre buscando “para la mayor gloria de Dios” (Lema de
San Ignacio de Loyola, Ad maiorem Dei gloriam) que otros se encuentren con Él Padre
amoroso y “rico en misericordia” (Ef. 2,4)

Movidos por la misericordia de Dios se


verá reflejada cuando cada uno de nosotros estemos dispuestos a dejarnos quebrantar por el
Señor, a ya no buscar nuestras satisfacciones personales sino más bien, buscar “menguar
par que Él crezca” (Jn 3,30), movidos a una entrega inmediata a “vivir como hijos de la
luz” (Ef. 5,8), siendo portadores de unidad, (Sal 133) fomentando la reconciliación entre los
miembros de nuestros ministerios y de nuestra comunidad, sanándonos y perdonándonos
mutuamente es cuando ven a un ministerio ungido, unido y reconciliado, la comunidad ve
en nosotros lo mismo que veía en la iglesia primitiva (Hch. 2,44-47)

Seamos pues ministerios movidos por el poder de la misericordia de Dios y así verán que el
camino, la verdad y la vida es nuestro Señor (Jn 14,6)
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C3%93N
https://es.scribd.com/document/259941731/Formacion-Teologico-Pastoral-Para-Musicos-
Catolicos
EL MINISTERIO DE LA MÚSICA LITÚRGICA PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA MÚSICA EN LA LITURGIA? La música litúrgica
es un arte puesto al servicio de la oración comunitaria. “La música debe ayudar a los
creyentes congregados a expresar y compartir el don de la fe que se encuentra dentro de
ellos y a alimentar y fortalecer su compromiso interior de fe. Debe realzar las lecturas
para que éstas puedan hablar a la asamblea de forma más efectiva y completa. La
calidad de gozo y entusiasmo que la música proporciona al culto comunitario no puede
ser obtenida de ninguna otra forma. Esta imparte un sentido de unidad a la Asamblea y
provee el tono apropiado para una celebración en particular”. (La Música en el Culto
Católico, # 23). ¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL MÚSICO LITÚRGICO? La asamblea
en su totalidad debe tomar parte en el ministerio de la música. Algunos miembros de la
comunidad, sin embargo, son reconocidos por los talentos especiales que ellos
proporcionan al dirigir la música en forma de alabanza y agradecimiento en las
asambleas cristianas. Estos son los músicos pastorales, cuyo ministerio es especialmente
apreciado por la Iglesia. (Liturgical Music Today, 356). ¿QUÉ DESTREZAS BÁSICAS
DEBE POSEER EL DIRECTOR DEL MINISTERIO DE LA MÚSICA? El músico
debe poseer las destrezas necesarias para cantar, tocar o dirigir un coro según sea
necesario. El director debe también tener un entendimiento completo de los diferentes
ritos litúrgicos, especialmente de la Misa y el año litúrgico. Las Escrituras, en particular
los salmos, deben tener un rol central en la formación del músico. Finalmente, el
director debe ser capaz de tomar decisiones pastorales correctas, trabajar bien con una
amplia variedad de personas, y desarrollar su propia vida de oración personal. ¿CUÁL
ES LA FUNCIÓN DEL CORO EN LA MISA? El coro permanece durante todo el
tiempo como parte de la asamblea reunida. Puede servir a la asamblea dirigiéndola a
través de la música litúrgica y fortaleciendo o realzando su canto. De vez en cuando, el
coro puede cantar por sí solo un tipo de música más compleja que sirva para ayudar a la
reflexión de la congregación. (Introducción al Ordinario de la Misa, #18). ¿CUÁL ES
LA FUNCIÓN DEL CANTOR? La función del cantor es dirigir y animar a la
congregación a cantar. A menudo, el cantor tiene la tarea especial de unir a todos los
presentes en la proclamación de la palabra de Dios a través del salmo. El cantor también
puede enseñar música nueva a la congregación. Los cantores también sirven como
líderes de la música litúrgica en los funerales y otros rituales sacramentales. Los
cantores necesitan ser capaces de cantar bien los textos con una voz agradable. ¿CÓMO
SIRVEN LOS INSTRUMENTISTAS A LA ASAMBLEA? El órgano y otros
instrumentos no sólo apoyan y animan a la participación a través del canto, pero
también, por sí solos, pueden ayudar de manera poderosa a la contemplación y la
expresión de alabanzas y una variedad de sentimientos humanos ante Dios.
(Introducción al Ordinario de la Misa, #18). ¿QUÉ RECURSOS BÁSICOS DEBEN
CONOCER LOS ENCARGADOS DEL MINISTERIO DE LA MÚSICA? Es
sumamente importante que estén familiarizados con la Introducción General al Misal
Romano, con la Introducción al Leccionario, y con cada uno de los libros rituales para
los sacramentos. Algunos de los documentos oficiales universales a ser estudiados
incluyen la Constitución de la Sagrada Liturgia y Musicam Sacram (Música Sagrada).
Los principales escritos de los obispos en los Estados Unidos son Music in Catholic
Worship (La Música en el Culto Católico) y Liturgical Music Today (La Música
Litúrgica de Hoy). ¿EXISTE UN RITUAL PARA LOS MÚSICOS? Un ritual formal
para comisionar es una manera para reconocer la centralidad e importancia de la música
en la liturgia. El capítulo 62 del Bendicional (versión en inglés) incluye un Ordinario de
Bendiciones para varios ministros, incluyendo los músicos. Para obtener mayor
información, llame a: Oficina para la Oración, Culto y Evangelización Arquidiócesis de
Milwaukee 3501 South Lake Drive Milwaukee, WI 53207 414-769-3349 800-769-9373
(x349) (Dentro de los 10 condados de la Arquidiócesis) oremus@archmil.org
www.archmil.org
https://www.archmil.org/ArchMil/Resources/Worship/El-Ministerio-de-la-Musica-Lit.pdf

10 principios para renovar la


música y el canto litúrgicos,
según San Juan Pablo II
Redacción ACI Prensa
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San Juan Pablo II / Crédito: Vatican Media/ACI Prensa. Todos los derechos reservados.

En el año 2003, con ocasión del centenario del Motu Proprio


“Tra le sollecitudini” sobre la renovación de la música sacra,
San Juan Pablo II compartió 10 principios para renovar
el canto litúrgico y la música en la Misa, entre otros.

1. Centrarse en la santidad

San Juan Pablo II señaló que “ante todo es necesario


subrayar que la música destinada a los ritos sagrados debe
tener como punto de referencia la santidad”.

Por ello, citó las sabias palabras de San Pablo VI, quien
afirmó que “si la música –instrumental o vocal– no posee al
mismo tiempo el sentido de la oración, de la dignidad y de la
belleza, se impide a sí misma la entrada en la esfera de lo
sagrado y de lo religioso”.

2. No todas las músicas son aptas

“La misma categoría de ‘música sagrada’ –advirtió San Juan


Pablo II– hoy ha sufrido una ampliación tal que
incluye repertorios que no pueden entrar en la celebración sin
violar el espíritu y las normas de la misma liturgia”.

En ese sentido, el Pontífice recordó que “la reforma obrada


por San Pío X se dirigía específicamente a purificar la música
de la Iglesia de la contaminación de la música profana teatral,
que en muchos países había contaminado el repertorio y la
práctica musical litúrgica”.

“En consecuencia, no todas las formas musicales pueden ser


consideradas aptas para las celebraciones litúrgicas”, agregó.

3. Cuidar la bondad de las formas

Otro principio es “el de la bondad de las formas”. Es decir que


“no puede haber música destinada a la celebración de los
ritos sagrados que no sea antes ‘arte verdadero’, capaz de
tener la eficacia ‘que se propone la Iglesia al admitir en su
liturgia el arte de los sonidos’”.

4. Respetar los tiempos

“Los diversos momentos litúrgicos exigen una expresión


musical propia, siempre idónea para expresar la naturaleza
propia de un rito determinado, ya proclamando las maravillas
de Dios, ya manifestando sentimientos de alabanza, de
súplica o incluso de tristeza por la experiencia del dolor
humano, pero una experiencia que la fe abre a la perspectiva
de la esperanza cristiana”, puntualizó San Juan Pablo II.

5. Inculturación sin superficialidad

El Pontífice destacó luego el valor de la inculturación (adoptar


las formas de una cultura determinada) en la música
litúrgica; pero señaló que “toda innovación en esta delicada
materia debe respetar criterios peculiares, como la búsqueda
de expresiones musicales que respondan a la necesaria
involucración de toda la asamblea en la celebración y que
eviten, al mismo tiempo, cualquier concesión a la ligereza y la
superficialidad”.

6. Nada de experimentos

“El sagrado ámbito de la celebración litúrgica no debe


convertirse jamás en laboratorio de experimentos o de
prácticas de composición y ejecución introducidas sin una
atenta revisión”, dijo además el Papa.

7. Elemento de unidad

El Canto Gregoriano, expresó luego San Juan Pablo II, “ocupa


un lugar particular”; pues “sigue siendo aún hoy el elemento
de unidad” en la liturgia.

“San Pío X explicó que la Iglesia lo ‘heredó de los antiguos


Padres’, lo ‘ha conservado celosamente durante el curso de
los siglos en sus códices litúrgicos’ y lo ‘sigue proponiendo a
los fieles’ como suyo, considerándolo ‘como modelo acabado
de música sagrada’”, destacó.

8. Evitar la improvisación

En general, señalaba San Juan Pablo II, el aspecto musical de


las celebraciones litúrgicas “no puede ser dejado a la
improvisación, ni al arbitrio de los individuos, sino que debe
ser confiado a una bien concertada dirección en respeto a las
normas y competencias, como fruto significativo de una
adecuada formación litúrgica”.

9. Sólida formación

Por ello, en el campo litúrgico, el Papa resaltaba “la urgencia


de promover una sólida formación tanto de los pastores como
de los fieles laicos”.

“San Pío X insistía particularmente en la formación musical de


los clérigos. También el Concilio Vaticano II hizo una
recomendación en este sentido: ‘Dese mucha importancia a la
enseñanza y a la práctica musical en los seminarios, en los
noviciados de religiosos y religiosas, y en las casas de
estudios, así como en los demás institutos y escuelas
católicas’”, recordó el Papa polaco.

10. Seguir el supremo modelo


El Pontífice reconoció el valor de la música popular litúrgica,
pero aseguró que prefería seguir la ‘ley general’ de San Pío X:
‘Tanto una composición para la iglesia es más sagrada y
litúrgica, cuanto más en el ritmo, en la inspiración y en el
sabor se apoya en la melodía gregoriana, y tanto menos es
digna del templo, cuanto más alejada se reconoce de aquel
supremo modelo”.

Para leer la Carta completa de San Juan Pablo II con fecha del
22 de noviembre de 2003 ingrese AQUÍ.
https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-llama-a-una-renovacion-radical-del-canto-
liturgico-y-religioso

4. Todo nuevo integrante de alabanza debe probar fidelidady capacidad, por un tiempo
determinado por el directormusical.Cuando es necesario tener varios grupos de alabanza. En
muchascongregaciones hay bastantes personas que se involucran en laalabanza, lo cual obliga
a tener varios grupos de alabanza. Unoslineamientos para estos casos son necesarios:1. Se
debe mantener un ensayo general porque todos debensaber que son parte de un solo grupo.
El no hacerlo así puedellevar a divisiones, diferentes “visiones” y hasta cambiar lasalabanzas,
interpretándolas de diferente manera cada grupo.2. Todos los subgrupos deberán estar claros
que el directormusical es la autoridad para cada uno de ellos.3. Los subgrupos deben ser
conformados por el directormusical de acuerdo a una buena clasificación de voces
einstrumentistas para que tengan un buen acople técnico.4. Cada subgrupo deberá funcionar
por lo menos con dosdirectores de alabanza, con el propósito de no sobrecargarsolo a una
persona y a la vez para darle variedad deexpresiones musicales y espirituales.5. Como todos
los subgrupos ensayan juntos con el directormusical, al subgrupo que le toca dirigir una
reunión pública,le es saludable tener un pequeño ensayo extra para orar yrepasar la lista con
el propósito de dar lo mejor de cadaintegrante para la alabanza congregacional.D. LOS
ENSAYOS DE ALABANZA.Los ensayos del grupo de alabanza deben estar bien definidosen
cuanto a lo que deben incluir para aprovechar mejor eltiempo. A continuación doy algunas
sugerencias para hacerlo:

NOTAS

1. Empezar con un tiempo de oración. A veces puedevariarse dejándolo al final, puede ser de
media hora,incluyendo ministración mutua por las necesidades de cadamiembro.2. Un tiempo
para dar visión sobre alabanza y estudio de laBiblia por una media hora.3. Tiempo para
ejercicios vocales musicales para“calentamiento”; 10 minutos.4. Aprendizaje de nuevas
alabanzas, media hora.5. Cuando se aprendan nuevas alabanzas es aconsejable quelos que
tocan instrumentos ensayen antes que los cantantespara no perder mucho tiempo en la
reunión y los cantantesaprendan ya con acompañamiento musical.E. EL DISCIPULADO DE
ALABANZA.Uno de los puntos que requiere especial atención es eldiscipulado musical en los
grupos de alabanza. La falta deeste discipulado, hace que los que tocan instrumentos seanlos
únicos en las reuniones de la iglesia y que con el pasar deltiempo se “quemen”. Además, habrá
estancamiento y seperderá la visión de crecimiento y progreso de la alabanza.Por ésta razón
damos a continuación algunos lineamientospara el discipulado musical.1. Toda persona que
ejecuta un instrumento debe, por lomenos, enseñar a otra a tocarlo.2. La cadena del
discipulado nos enseña que el que aprendealgo, afianza lo aprendido enseñándoselo a otro. Si
esteprincipio se aplicara en la alabanza tendríamos suficientesmúsicos para las células.3. Cada
persona que está involucrada en la alabanza debepreocuparse por progresar, cultivando los
dones que Dios ledio, estudiando y ejercitando dichos dones para llegar a laexcelencia.4. El
director musical es responsable de que este discipuladose lleve a cabo en la dimensión que
Dios quiere.

NOTAS

NOTAS

Hay varios recursos externos al grupo de alabanza local paradesarrollar habilidades, talentos y
dones musicales.1. Escuelas de música. Hay varias escuelas de música anivel cristiano y para
instrumentos aún se puede recurriral Conservatorio Nacional o maestros privados de música.2.
Recurrir a hermanos de la iglesia que tienen mayorcapacidad desarrollada que nosotros para
que nosenseñen.3. Ser diligentes para hacernos la disciplina del estudiodel instrumento que
tocamos o queremos tocar,dedicándole por lo menos dos horas diarias a la prácticadel
mismo.NOTA MUY IMPORTANTE: No porque puede usted tocar uninstrumento o porque
puede cantar en un grupo de alabanza yalo sabe todo. En mi experiencia dentro del
discipulado musicalme he encontrado actitudes negativas de parte de grupos dealabanza y
personas donde no aceptan sugerencias o muchomenos que se les diga que aprendan a tocar
el instrumento queya tocan.Una cosa es tocar por oído (lirico) y otra cosa es tocar por
nota(teórico). Ambas son buenas, pero combinadas son mucho mejor.El desarrollo de lo que el
Señor nos ha dado hará que laexcelencia forme parte de la alabanza de la iglesia y que
elnombre del Señor sea exaltado más y más.Dios les bendiga

https://es.scribd.com/document/94189699/El-Grupo-de-Alabanza

 El Espíritu Santo en clave de sol-la música y el canto desde la experiencia del


espíritu
https://www.renovacioncarismaticaags.com/assets/1.elesp%C3%ADritusantoenclavedesol.pdf

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