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LITERATURA SAPIENCIAL

LA POESÍA HEBREA
1. INTRODUCCIÓN

a) La poesía en el Antiguo Oriente

La primera constatación que realizamos al repasar la literatura sapiencial de Israel es que


está escrita en forma de poesía.1 Esto no es algo secundario, y sería absurdo reducirlo a un
fenómeno meramente externo e irrelevante.2 No se puede separar esta característica formal del
contenido mismo del conocimiento. Por el contrario,
...el acto de conocimiento se produce precisamente en y por medio de la concepción poética […] La poesía
es la expresión de un encuentro extraordinariamente intenso con los acontecimientos de la vida real, y en
cuanto logra aislar de entre la masa caótica de la experiencia genérica una vivencia concreta y articularla en
forma de palabra, ella misma se convierte en acontecimiento.3

En este sentido, la forma de comunicación del conocimiento que encontramos en los


textos antiguos y en la Escritura se diferencia totalmente de los presupuestos científicos
modernos, según los cuales la ciencia se debe comunicar en un estilo sobrio y prosaico, objetivo
y carente de ornatus literario. Para los pueblos antiguos, en cambio, la poesía no es un simple
juego estético sino “la expresión de un deseo insaciable de conocer los hechos históricos y
naturales del mundo circundante”. 4

Dicho en otras palabras, la poesía en cuanto “lírica” comporta un modo de comunicación


vinculado con los sentimientos y apunta a involucrar al lector. Al leer un poema no buscamos
sólo una información, sino que estamos invitados a entrar en una experiencia que nace en el
autor o autora del texto, pero que se prolonga y enriquece en el momento mismo de la lectura
con los aportes propios de quienes lo leen.

b) La métrica en la poesía hebrea

Antes de realizar cualquier tipo de análisis, conviene preguntarse: “¿Qué es poesía?”.


Según B. Herrnstein Smith, “tan pronto como percibimos que una secuencia verbal tiene un
ritmo sostenido, que está formalmente estructurada de acuerdo a un principio de organización
continuo, nos damos cuenta de que estamos en presencia de un texto poético y respondemos de
acuerdo con ello”.5 Una de las funciones más significativas del metro 6 es informar al lector que
está delante de un texto poético.7

1 Cf. G. VON RAD, Sabiduría en Israel. Proverbios - Job - Eclesiastés - Eclesiástico - Sabiduría, Cristiandad - Ma-
drid - 19852, 41.
2 Cf. H.-G. GADAMER, Wahrheit und Methode. Grundzüge einer philosophischen Hermeneutik, Tübingen - 1960,

77s., especialmente 94, citado por VON RAD, Sabiduría, 41.


3 VON RAD, Sabiduría, 41.
4 G. VON RAD, Teología del Antiguo Testamento, Salamanca - 19825, I, 152.
5 B. HERRNSTEIN SMITH, Poetic Closure, Chicago - 1968, 23, citado por R. ALTER, The Art of Biblical Poetry, New

York - 1985, 6.
6 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, Madrid - 200122: “Del gr. µέτρον, medida. Medi-

da de un verso”.
7 Cf. ALTER, Biblical Poetry, 6.

1
Sin embargo, el metro de la poesía hebrea es uno de los aspectos de la literatura bíblica
que ha suscitado más discusión desde la antigüedad hasta el presente, justamente porque no es
tan fácil encontrar una regularidad métrica o rítmica en ella.8

La palabra “metro” está muy ligada a la poesía griega y latina y comporta una medida
fija. Es “la pauta rigurosa, de principio y subyacente a una pieza. En música, 3/4, 6/8, 2/4, etc.;
en nuestra poesía, pongamos por caso, 7+7 del alejandrino...”.9 Por tanto, el metro está aquí
relacionado intrínsecamente con la cantidad de sílabas. El ritmo “es la realización libre y en
tensión expresiva con el esquema subyacente”.10 No basta con una regularidad mecánica, como
la de los niños cuando recitan poesía; es necesaria también la variación que va dando
expresividad al texto.

Ahora bien: los datos que se pueden recabar del metro en la Biblia son realmente
decepcionantes, ya que casi no existe una mínima regularidad. Además, la fonética de la poesía
hebrea sigue siendo materia de conjetura: en efecto, cierta distinción entre consonantes ha
cambiado, o se ha oscurecido a lo largo de los siglos; no es posible saber con exactitud dónde
sonaban originalmente los acentos, ni qué sistema de vocales había en ese origen, lo cual
dificulta la exacta silabación. Las indicaciones de acentos y vocalización del texto masorético
fueron hechas unos mil años después del texto.

El ideal de la regularidad rítmica, por lo tanto, ha quedado atrás. Actualmente el trato del
ritmo y el texto es más modesto y moderado, y se procede con cautela a la hora de corregir una
palabra según el argumento metri causa, por razón métrica; algo que en décadas atrás se puso de
moda y se practicó con aplomo. Lo que era aceptable por excepción se había hecho ordinario.11

Sin embargo, no deberían exagerarse las dificultades. Hay mucho que podemos entender
sobre el verso bíblico. Incluso donde hay dudas sobre el significado de un poema, éste puede
estar exhibiendo estructuras formales, que hablan de operaciones propias de un sistema poético
subyacente. Dos ejemplos. El uso libre del artículo en poesía (puede estar o no), muestra la
tendencia general a evitarlo cuando prolongaría demasiado una palabra; este fenómeno se debe a
razones métricas, a una cierta elegancia premeditada y a una tendencia a la brevedad. Algo
semejante sucede con el pronombre que se añade, no por una necesidad gramatical, sino por una
razón métrica: así, se lee en Ez 28,18 ‫היא אכלתך‬, hî’ ‘ăkālátkā (“él [el fuego] te devoró”), en
lugar de la forma ‫ותאכלך‬, wattō’kalkā (cf. Lv 9,24; 10,2; Nm 11,1; 16,35). Este añadido permite
obtener dos acentos en el segundo miembro del verso para lograr la qinâ o lamentación (3+2).12

En general, como criterio de métrica para la poesía hebrea, se suele tener en cuenta la
cantidad de acentos tónicos –habida cuenta de las dificultades mencionadas arriba–. El ritmo más
regular de la poesía hebrea es el de 3+3 acentos. En el caso mencionado de la qinâ o

8 Dos ejemplos extremos: P. Kraus intentó probar que toda la Biblia había sido escrita en verso. J. L. Kugel, en cam-
bio, llega casi a concluir, que no hay poesía en la Biblia sino sólo un continuum de estructuras paralelas que, desde
la prosa, se constituyen en estructuras “más retóricas”. Este último afirma, incluso, que no ha de buscarse el metro
porque no existe, y que sólo el paralelismo es el metro de la poesía bíblica, cf. Cf. ALTER, Biblical Poetry, 4.
9 L. ALONSO-SCHÖKEL, Manual de poética hebrea, Madrid - 1989, 61.
10 Ibid.
11 Cf. Ibid., 60.
12 Cf. P. JOÜON - T. MURAOKA, Gramática del hebreo bíblico. Ed. española preparada por M. PÉREZ FERNÁNDEZ,

Estella (Navarra) - 2007, §146a n. 3, 574-575.


2
lamentación, se combina un estico13 más largo con uno más breve (3+2). Pueden haber esticos de
4 ó más acentos, pero son poco frecuentes; y puede haber esticos de un solo acento, mucho más
raros.

Recientemente, Fokkelman y la escuela de Kampen defienden una vez más la pertinencia


del conteo silábico, no atado al sistema masorético –más tardío– sino a partir de la consideración
del texto hebreo consonántico. Suponen que los antiguos prestaban mucha atención a la cantidad
de sílabas y buscaban una armonía desde allí.14 Así, por ejemplo, en el Sal 113, encuentra una
tendencia a esticos de 7 sílabas (o combinaciones de 6+8 sílabas), que dan versos de 14 sílabas.15

En hebreo existen tres tipos de pausas métricas que, por lo general, deben coincidir con
las gramaticales. La pausa mayor es la que se efectúa al final del verso, normalmente indicado
por el silluq (‫ ) ֽ ׃‬en el TM y exige, por tanto, que el sentido sea completo. La pausa media se
realiza en la mitad del verso, lo que se denomina “cesura medial” que marca el estico (en textos
narrativos, se indica con el ’atnaḥ [ ֑ ] y en poesía con el ‘ōleh wᵉyōrēd [ ֥ ֫ ]). La pausa menor
señala otra división entre el comienzo del verso y la cesura medial o entre la cesura medial y el
final del verso, sobre todo cuando los versos son compuestos.

2. FORMAS DE LA POESÍA HEBREA

a) El paralelismo

Por lo que respecta a las unidades mayores en las que se puede estructurar la poesía, no
hay mucho consenso entre los autores. Si se toma el concepto clásico de estrofa como una
unidad superior al verso y de extensión y forma regular, eso casi no se encuentra en la poesía
hebrea bíblica. 16 Sin embargo, si se toman en cuenta otros criterios como unidad temática u
organización del contenido a partir de repeticiones terminológicas, por ej., se pueden encontrar
unidades mayores al verso que se suelen denominar estrofas en sentido amplio, e incluso otras
más abarcativas, llamadas a veces stanza, canto, etc.

De todos modos, el verso dividido en dos esticos sigue siendo considerado como la forma
fundamental de expresión poética en el antiguo Israel y en otros pueblos del antiguo Oriente. El
verso en la poesía hebrea está formado por dos, tres y, a veces, cuatro esticos.

La relación típica entre los esticos o cola al interior de un verso de poesía hebrea (y
semítica en general) se ha denominado “paralelismo”. Robert Lowth, obispo anglicano y
profesor de poética en la universidad de Oxford, habría sido el primero en establecer las
características principales del paralelismo en la Biblia, desde una perspectiva crítica.17 Él mismo

13 Llamamos aquí estico a la división mayor del verso hebreo. Algunos la llaman también hemistiquio, o colon (del
griego, κῶλον; el plural, por ser neutro, es cola). La denominación “hemistiquio” significa “mitad de verso”, aunque
esto no sea totalmente cierto, porque puede dividir el verso en dos partes no iguales, o en tres o más partes.
14 Para una presentación del método, cf. J.P. FOKKELMAN, Major Poems of the Hebrew Bible, At the Interface of

Prosody and Structural Analysis, Van Gorkum - Assen - 2000, II; ID., Reading Biblical Poetry. An Introductory Gui-
de, Westminster John Knox - Luisville / London - 2001.
15 FOKKELMAN, Reading, 21. Su conteo de sílabas, con todo, no coincide con el sistema de silabación comúnmente

aceptado.
16 Para la discusión sobre el tema, cf. ALONSO SCHÖKEL, Manual, 54-59. Algunos autores llaman “verso” a cada

estico, y entonces tienen “estrofas” de dos o tres versos (que en realidad son un solo verso subdividido en esticos en
paralelo).
17 Cf. R. LOWTH, De sacra poesi hebraeorum. Praelecciones Academicae, Oxford - 1753.

3
acuñó la expresión parallelismus membrorum para referirse la relación entre el primer y segundo
colon del verso, en cuanto dos proposiciones de sentido completo.

Según J. L. Kugel,18 los hemistiquios de un verso presentan, en general, dos


proposiciones gramatical y semánticamente completas. Los paralelismos asocian y disocian.
Asocian dos líneas por la correspondencia de ideas que se implican; las disocian por la
diferenciación de los términos por medio de los cuales las ideas correspondientes son expresadas
y también por el tipo de rupturas entre las dos líneas paralelas. En efecto, la disociación es
marcada por la ocurrencia constante de dos tipos de pausas. La primera es una pausa menor al
final de la línea A y la segunda una pausa mayor, al final de la línea B, que la separa del verso
siguiente.

Por eso no hay en la poesía hebrea un desgranarse continuo de versos como en la poética
a la que estamos acostumbrados, sino una sucesión de períodos cortos en forma binaria,
mediante la cual el poeta articula y expresa su pensamiento bajo dos aspectos. Para explicar esta
preferencia se han apelado a razones psicológicas como, por ejemplo, la fundamental
constitución binaria del ser humano en tiempo y espacio. Otros han apelado a las raíces
populares, remitiéndose a los refraneros que empiezan y terminan allí.

El modelo portador de la esencia del paralelismo bíblico es, entonces.

A ____________________ /
B ____________________ //

Las pausas incluyen el carácter de contigüidad, de yuxtaposición del colon B, y ponen en


realce su aspecto enfático en relación a A. La brevedad de la primera pausa expresa la conexión
entre B y A; la longitud de la segunda es un indicio de la relativa disyunción entre el verso AB y
el que le sigue.

Esto significa afirmar que, en cierta manera, cada verso es independiente, pero también
que en cada uno de ellos, B está conectado con A. Esa conexión tiene lugar de diferentes
maneras: le da un plus de sentido, o se hace eco de él, definiéndolo, reformulándolo,
contrastando con él; no importa el modo, pero si tiene un carácter enfático de “secundariedad” en
el sentido de “venir-después-de” y esto es lo que está en el corazón del paralelismo bíblico.

Puede decirse entonces que los versos poéticos bíblicos forman paralelismos, no porque
B esté en paralelo con A, sino porque realmente B “sostiene” A, lo amplía, lo respalda, lo
completa, va más allá de él. Éste es un matiz sutil, pero importante y explica por qué a veces los
paralelismos resultan difíciles de entender. Por eso, sean versos binarios o ternario es preciso no
caer en dos posibles peligros. El primero es carecer de un claro quiebre entre A y B provocando
una frase única y simple. El segundo consiste en lo opuesto: no reconocer una clara conexión
entre A y B considerándolas dos cláusulas independientes.

En consecuencia, el empleo del paralelismo en la Biblia no es decir dos veces lo mismo.


Este estilo consiste en la yuxtaposición de dos proposiciones divididas por una pausa breve y una
más larga. La primera pausa hace que la segunda proposición B esté al mismo tiempo en
continuación y en discontinuidad con la primera A. Esta secuencialidad de B se traduce en un

18 Cf. J. L. KUGEL, The Idea of Biblical Poetry. Parallelism and its History, New Haven 1981, 51-52.
4
auténtico aporte de sentido a la línea A. La discontinuidad de B con respecto a A se nota
esencialmente por la sintaxis; su continuidad y el plus de sentido, aparecen mediante le uso de
variados recursos retóricos.

En la poesía hebrea, la relación entre los hemistiquios al interior del verso pone en juego
no sólo aspectos fonéticos (la métrica) y morfológicos (correspondencia entre palabras),19 sino
también sintácticos (estructura de la oración, cambios y repeticiones, las formas quiásticas o
inclusiones, sujeto-objeto, cláusulas nominales y verbales) y semánticos (significados). En este
sentido, el paralelismo es una estructura compleja. Hay una multitud de cambios paralelos
posibles para cada hemistiquio y los autores bíblicos mostraron una verdadera maestría en ello.
Es un maravilloso vehículo de la expresión literaria con una estructura estéticamente agradable y
atractiva.

Robert Lowth no sólo puso en evidencia la existencia del paralelismo sino que, además,
propuso una clasificación tipológica de los mismos, adoptada por un gran número de autores. Si
bien hoy ya nadie sigue la clasificación al pie de la letra, sigue siendo un punto de referencia
obligado, especialmente para quien se está iniciando en el estudio de la poesía hebrea. Los tres
tipos básicos son: el paralelismo sinonímico, el antitético y el sintético.

b.1. Paralelismo sinonímico: Cuando dos o más esticos comparten una misma idea.
La sinonimia es una repetición semántica: no verbal, sino de significado, por eso se habla de
sinonimia poética, es decir, de la sinonimia como procedimiento poético y, en ese sentido, es
tomada en un sentido amplio.

El motivo de dicho procedimiento estaría en la tendencia a preservar y a prolongar, que


caracteriza a los lenguajes particulares de la emoción y de la contemplación. Una emoción que
persiste hasta desahogarse; una contemplación que se detiene ante el objeto. En definitiva, la
sinonimia poética es un juego de la variedad en la semejanza.

Sal. 2,4: El que se sienta en los cielos se sonríe


El Señor se burla de ellos.

Prov. 4,24: Aparta de ti la falsía de la boca


el enredo de los labios arrójalo de ti.

Prov. 16,11: La balanza y los platillos justos son de YHWH


su obra todas las pesas de la bolsa.

Sal. 31,12a-c De todos mis opresores me he hecho oprobio


para mis vecinos espanto20
pavor para mis parientes.

19 A. BERLIN, “Grammatical Aspects of Biblical Parallelism”, HUCA 50 (1979) 19: “Mientras los pares de palabras
son un ingrediente crucial del paralelismo hay más en el paralelismo que la presencia de pares de palabras. El uso de
palabras pares, fijadas o no, no es suficiente para explicar la amplia variedad de hemistiquios paralelos que ocurren
en la Biblia”.
20 Leyendo ‫ מרא‬en lugar de ‫מאד‬. El estico en hebreo se podría traducir: “para mis vecinos mucho más”.

5
Sal. 33,20-21 Nuestra alma espera a YHWH
nuestro socorro y nuestro escudo es Él;
porque en Él se alegra nuestro corazón
porque en su Nombre santo confiamos.

Véanse también: Pro 19,5.6; Sal 2,4; 7,17; 31,10-11; 37,2; 70,2; Is 28,23; 41,48;
55,12.13; Jr 2,8; 10,12; Lm 2,1.

Kugel se muestra muy crítico frente a este tipo de paralelismo, especialmente cuando se
insiste en la “igualdad”, en la “misma cosa” dicha en A y B. Observa que son muchísimos los
casos en los que B tiene algo en común con A, pero no es una mera reformulación. Por ejemplo:

Pro 19,6 Muchos procuran el favor del noble


y todos se hacen amigo del hombre que da.

Jr 10,12 El que hace la tierra con su poder


el que establece el mundo con su sabiduría
y con su inteligencia extendió los cielos.

En estos ejemplos hay ciertamente paralelismos, pero no es exacto decir que se está
expresando “lo mismo”. Esta noción tan restringida de sinonimia conduce a perder de vista el
concepto de la esencial secundariedad de B. Recuérdese que el paralelismo es una noción que se
refiere a dos proposiciones, cada una con su sentido completo y una sucediendo a la otra.
Ciertamente el hemistiquio B hay que entenderlo –según Kugel– en relación con A, pero esa
relación podría formularse así: “A y algo que es más, B”, “no sólo A sino también B”; “no A sin
B”; “no sólo A ni sólo B”. 21 En los dos ejemplos anteriores, el significado de B (y C) es más
extremo que A; va a “algo más” y, en ese sentido, podría entenderse como enfático.

b.2. Paralelismo antitético: Cuando dos hemistiquios se contraponen entre sí


reconociéndose, en algunos casos, pares de palabras que contrastan en su significado. Esto no
quiere decir que dichos contrastes se agudicen hasta llegar a la contradicción; la segunda frase no
se reduce a enunciar simplemente lo contrario de la primera. La antítesis, como expresión
literaria, goza de una relativa autonomía que le permite ofrecer muchas posibilidades de expresar
lo que distingue.

Prov. 11,12-18:
12 El necio denigra a su prójimo;
el inteligente guarda silencio.
13 El que anda con cuentos descubre secretos;
el de espíritu noble sabe mantenerlos.
14 Cuando falta gobierno el pueblo se derrumba;
se salva si hay muchos hombres sensatos.
15 Busca problemas quien sale fiador de un extraño;
el que evita hacer tratos está seguro.

21 Cf. J. L. KUGEL, The Idea of Biblical Poetry, 51-52. Es conocida su expresión: “A, and what’s more, B”.
6
16 El encanto de una mujer alcanza honores;
los enérgicos sólo consiguen riqueza.
17 Un hombre amable, a sí mismo se beneficia;
el despiadado se hace daño a sí mismo.
18 El malvado consigue un salario engañoso;
el que siembra la justicia, un jornal verdadero.

Sal. 20,8-9: Unos en los carros, otros en los caballos


pero nosotros en el nombre de YHWH nuestro Dios confiamos.
Ellos se doblegaron y cayeron
pero nosotros nos mantuvimos en pie y resistimos.

Un noventa por ciento de los proverbios recopilados en los capítulos 10 al 15 tienen esta
estructura. Véanse también: Prov. 28,1; Sal. 1,6; 20,8-9; 28,1.

b.3 Paralelismo sintético: En la descripción de Lowth, lo característico de este


paralelismo es la prolongación del pensamiento inicial, imprimiéndole una dinámica progresiva,
que desemboca en una nueva idea. La primera frase expande su contenido, pero sin que ese
desarrollo altere la temática dominante.

Prov. 16,31: Corona de honor son los cabellos blancos


en el camino de la justicia se la encuentra.

Prov. 17,2: El servidor prudente mandará sobre el hijo desvergonzado


y compartirá la herencia con los hermanos.

Prov. 18,21-22: Muerte y vida están en manos de la lengua


y el que la ama comerá su fruto.
Quien encontró mujer, encontró la dicha
y obtuvo el favor de YHWH.

Prov. 26,4-5: No respondas al necio según su necedad


no sea que tú te hagas también como él.
Responde al necio según su necedad
no sea que llegue a ser un sabio a sus ojos.

Sal. 19,8-9: La ley de YHWH es perfecta, descanso de la vida.


El testimonio de YHWH es firme, hace sabio al sencillo.
Los preceptos de YHWH son rectos, alegran el corazón.
El mandamiento de YHWH es claro, da claridad a los ojos.

Véanse también: Sal. 1,1; 32,6; 33,4; 91,5.

Esta tercera clasificación es actualmente la más discutida, por la dificultad que encuentra
para establecer sus diferencias con las anteriores, especialmente, con el tipo “sinonímico”. De
7
hecho, la tendencia fue colocar dentro de esta clasificación aquellos versos que no podían
ubicarse en los dos primeros tipos. Si no se encontraba una semejanza o una antítesis entre los
miembros, entonces debía haber un paralelismo sintético. Sin embargo, si como hemos visto, el
paralelismo es raramente sinonímico -en el sentido de que B “dice lo mismo” que A- y el
antitético tampoco manifiesta una sustancial contraposición en los hemistiquios, entonces sería
más conveniente considerar que todo paralelismo es, en definitiva, sintético: “A, y algo más que
es B”.

b.4. Paralelismo comparativo: Cuando dos hemistiquios expresan diversos grados de


comparación. Para algunos exégetas, la fórmula de comparación (Mejor es... que...) debería
traducirse en términos de exclusividad (Es bueno..., pero no lo es...) y no de estricta
comparación.

Prov. 15,16-17: Mejor poco con temor de YHWH


que tesoro grande y discordia con él

Mejor un plato de legumbres y cariño allí


que un buey cebado y odio con él

Prov. 16,8: Mejor poco con justicia


que muchas ganancias sin [respetar el] derecho

Prov. 16,19: Mejor tener espíritu de humildad con los pobres


que dividir el botín con los soberbios

Prov. 17,1: Mejor un mendrugo de pan seco y tranquilidad con él


que casa llena de sacrificios de discordia

Prov. 27,5: Mejor reprensión puesta de manifiesto


que amor ocultado

Prov. 28,6: Mejor el empobrecido que camina en su integridad


que el que en tortuosos caminos [camina] y es rico

Sal. 118,8-9: Mejor refugiarse en YHWH que confiar en el ser humano


Mejor refugiarse en YHWH que confiar en nobles

Ct. 1,2: Que me bese con los besos de su boca


porque mejores son tus amores que el vino.

Véanse la interesante secuencia de Eclo. 40,20-27. Y también: Tob. 12,8; I Mac. 3,59; Job
28,18.

8
b.5. Paralelismo “en escalera”: Como su nombre lo indica, es una forma de
paralelismo binario o de tres hemistiquios, donde se repite literalmente un mismo elemento
gramatical, insertando en B (o C) un nuevo elemento que, por lo general, cualifica o establece un
“aumento” de significado.

Éx. 15,4.11: Los carros de Faraón y su ejército arrojó en el mar


Lo mejor de sus oficiales fueron hundidos en el mar de Suf
………………………………………………………………
¿Quién como tú entre los dioses YHWH?
¿Quién como tú glorioso en santidad,
terrible en prodigios
hacedor de maravillas?

Ct. 6,1 ¿A dónde se fue tu amado oh la más bella de las mujeres?


¿A dónde se volvió tu amado para que lo busquemos contigo?

Ct. 4,8-9a A mi, del Líbano, oh novia [o prometida]


A mi, del Líbano, vendrás.
Desciende desde la cumbre del Amaná
desde la cumbre del Sanir y del Hermón
desde las guaridas de leones
desde los montes de leopardos
Me robaste el corazón hermana mía, novia [o prometida]
me robaste el corazóncon una sola mirada tuya,
con una sola vuelta de tu collar

Sal. 57,9 ¡Despierta gloria mía!


¡Despierten, arpa y cítara!
¡Despertaré a la aurora!

Prov. 31,2.4 ¡No, hijo mío!


¡No, hijo de mis entrañas!
¡No, hijo de mis votos!
…………………………………
No es para los reyes, Lemuel,
no es para los reyes beber vino,
ni para los príncipes ser aficionado a la bebida.

Sal. 29,1: Den a YHWH hijos de Dios


den a YHWH gloria y poder
den a YHWH la gloria de su nombre

El efecto de este tipo de paralelismo es aumentar la tensión del oyente. Una vez que
suscitó su atención y curiosidad por la naturaleza incompleta de la primera línea, el oyente se ve
impulsado a escuchar lo que sigue, si es que quiere comprender a qué se está aludiendo. Si bien

9
aparece abriendo un discurso, puede también cerrar una sección del poema o aparecer como
estribillo.

Una variante, probablemente, de este tipo, sea el modelo “terraza”. Consiste en una
forma de repetición donde el último elemento de una línea se emplea como comienzo de la línea
siguiente. De esta forma, además de la tensión que provoca, cohesiona los componentes de una
posible estrofa.

Sal. 29,5.8: Voz de YHWH quiebra los cedros


quiebra YHWH los cedros del Líbano
….………………………………………….

Voz de YHWH hace temblar el desierto


hace temblar YHWH el desierto de Cadés

Sal. 113,7-8: Hace levantar del polvo al desvalido


del estiércol hace subir al pobre
para hacerlo sentar entre los príncipes
entre los príncipes de su pueblo

Is. 38,11: Dije “No veré a YHWH


a YHWH en la tierra de los vivos”.

Ez. 22,1: Y tú hijo de hombre ¿No vas a juzgar?


¿No vas a juzgar a la ciudad sanguinaria?

b.6. Paralelismo de números: Es una variante del paralelismo del tipo sinonímico.
Como los números no pueden tener sinónimos, la única forma de obtener un elemento
correspondiente es usar en B un dígito mayor que el indicado en A.

Job 40,5: Una [vez] hablé y no repetiré


dos y no insistiré

Eclo. 23,16: Dos tipos [de personas] multiplican los pecados


y el tercero atrae ira.

Am. 1,3.6.9.11.13: Así dice YHWH:


Por tres crímenes de Damasco
y por cuatro, seré inflexible.
………………………………..
Así dice YHWH:
Por tres crímenes de Gaza
y por cuatro, seré inflexible.
………………………………..

10
Así dice YHWH:
Por tres crímenes de Tiro
y por cuatro, seré inflexible.
………………………………...
así dice YHWH:
Por tres crímenes de Edom
y por cuatro, seré inflexible.
…………………………………
Así dice YHWH:
Por tres crímenes de los hijos de Ammón
y por cuatro, seré inflexible.

Job 5,19: Seis [veces] de la angustia te librará


y siete caerá sobre ti el mal.

Ecl. 11,2 Da una porción a siete


y también a ocho,
pues no sabes qué mal puede venir sobre la tierra.

b.7. Acrósticos: Es un poema en el cual la primera letra de cada línea sigue una cierta
secuencia. Normalmente es alfabética (también puede seguir una palabra). Es un recurso
artificial de carácter no-oral.

Acrósticos alfabéticos en la Biblia: Nah 1,2-8; Sal 9; 10; 25; 34; 37; 111; 112; 119; 145;
Pr 31,10-31; Lm 1-4; Sir 51,13-20.

• Características: uso de palabras clave, aliteración, endíadis.


• Función: nemotécnica (se discute, por el mal estado de varios) – idea de completud – muestra
de habilidad – ¿función mágica?
• Casi-acrósticos: poemas con medio alfabeto – poemas de 11 ó 22 líneas.

c) Otras formas poéticas

c.1. La repetición

La “repetición” es una categoría que impregna tanto la poesía como la narrativa. Ella
hace referencia a la historia ya que el mismo “narrar” es un repetir de otra manera hechos
acaecidos y es justamente en la repetición en tanto narración, que estos mismos hechos
adquieren inteligibilidad. No se trata, entonces, sólo de un artificio poético.

Sin embargo, en lo poético, la repetición funciona más al descubierto por su sentido


evocativo, es decir, promueve una acumulación de sentido activando la memoria del pasado
mediante la riqueza evocativa de la palabra que viene ahora en el texto con su carga de
resonancias semánticas, sociales, históricas que el lector percibe desde su propio mundo. Tiene,
en consecuencia, una doble función. Por un lado evoca lo vivido, afirma lo inalterable, lo que no
se puede perder; por el otro, abre nuevos horizontes y empuja hacia nuevos conocimientos.

11
La repetición de palabras en una unidad poética (estrofas, poema) las caracteriza como
palabras-clave, y tiene una función estructural de unificar la sección.

Se pueden distinguir:

Variación de voz: es un cambio dentro de la misma raíz.


Jr 31, 4 “Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel”

Repetición inicial (anáfora): es una serie de dos o más líneas que comienzan con la mis-
ma frase o palabra.
Pr 30, 4 “¿Quién subió a los cielos y volvió a bajar?
¿quién ha recogido viento en sus palmas?
¿quién retuvo las aguas en su manto?
¿quién estableció los linderos de la tierra?”

Repetición final (epífora): el elemento repetido está en el cierre de sucesivos colon.


Qo 1, 5 (BJ3) “Sale el sol,
se pone el sol”

Repetición inmediata: es una palabra o proposición que se la repite inmediata-mente y sin


interrupción.
Se la suele utilizar para dar un sentido de urgencia.

Lm 4, 15 “¡Apartaos, apartaos! ¡No tocar!”

La repetición pura se puede usar para construir stanzas o poemas enteros.

Jr 15, 2 Quien sea para la muerte, a la muerte; combina


quien para la espada, a la espada; repetición
quien para el hambre, al hambre, inicial e
y quien para el cautiverio, al cautiverio.” inmediata

Rima: la más común es la final, con un sufijo repetido. Hay pares de palabras con rima
(tohu wabohu, ateret tip’eret, etc.). NB: puede ser casual (por falta de variantes). La función es
estructural (une partes, separa secciones…) y retórica (efecto de sentido, énfasis, etc.).

Onomatopeya: Se distingue de la imitación de sonidos, porque sigue las reglas de la gra-


mática normal. Puede imitar pájaros (Is 10,14), arpa (Ct 2,12), besos (Ct 1,2), caballos al galope
(Jc 5,22), trueno (Is 29,6), serpientes (Sl 140,4), etc. Tiene una función enfática. Se pierde en la
traducción.

Juego de palabras: Se basa en la ambigüedad lexical (homonimia y polisemia). Se pierde


en la traducción. La función es entretener, mantener interés; asistir la composición; dar “nivel” al
lenguaje (en los profetas, credibilidad); unir partes de poema; inversión de destinos; asemejar
dos cosas, etc. Puede jugar con:
• Igual raíz: a) figura etimológica (Sl 35,1) – b) juego con raíz (Sl 5,10) – c) juego po-
lisemántico (doble sentido; cf. Pr 28,23; Ct 5,4).
• Raíces homónimas: repetición de palabras (Jc 15,16).
12
• Raíces semejantes: paronomasia (Sl 15,3; 18,13; 28,5; 129,5-6), también asonántica
(pe‘ullat y tebu’at en Pr 10,16), o con nombres (Sir 48,17).

Inclusión (figura envolvente): es la repetición de la misma frase al comienzo y al final de


una stanza con el resultado que el poema queda encuadrado en frases repetidas.

Sal 8,2.10 “¡Oh Yahveh, Señor nuestro,


qué glorioso tu nombre por toda la tierra!”

Sal 103, 1.22 “¡Bendice a Yahveh, alma mía!”

Pero en lugar de una frase completa, es muy frecuente que el elemento repetido sea una sola pa-
labra:

Sal 1, 1.6 “impíos” ; Sal 17, 1.15 “justicia” ; Sal 29, 1.11 “poder”

Preguntas retóricas: Es la propuesta de una pregunta que no requiere respuesta, pues tan-
to el que habla como el oyente saben de antemano la respuesta. Se usa para dar efecto dramático
porque implica directamente a la audiencia, o bien, crean una tensión que luego requiere una so-
lución.

FUNCIONES
1. Demandar la atención de la audiencia.
ej. Miq 2, 7 “¿Es acaso maldita la casa de Jacob?
¿Se ha cortado el soplo de Yahveh?
¿Es ése su proceder?
¿Es que no favorecen sus palabras a su pueblo Israel?”
2. Como negación o afirmación enfática.
ej. Jr 14, 22 (BJ3) “¿Hay entre las Vanidades de los paganos quienes hagan llover?,
¿o acaso los cielos dan de suyo la llovizna?”
3. Abrir una stanza.
ej. Job 39 (donde cada nuevo animal es introducido por una pregunta retórica)

4. Cerrar una stanza.


ej Job 40, 24 (cierra los versos que hablan del Behemot)

5. Como motivación.
ej. Qo 7, 16-17 “No quieras ser justo en demasía, ni te vuelvas demasiado sabio.
¿A qué destruirte? No quieras ser demasiado impío, ni te hagas el insensato.
¿A qué morir antes de tu tiempo?”

6. Como ironía.
ej. Job 37, 20 “Si hablo yo, ¿alguien se lo cuenta?
¿es informado de lo que un hombre ha dicho?”

CLASIFICACIÓN
1. Preguntas retóricas en bina.
ej. Job 6, 30(BJ3) “¿Encontráis falsedad en mis labios?,
13
¿no distingue mi boca el infortunio?”
2. Preguntas retóricas en serie.
Hay una tendencia a que tales preguntas aparezcan en series desde tres hasta dieciséis.

3. Preguntas retóricas extendidas.


Las preguntas retóricas pueden ser expandidas más allá de una línea simple o bina.
ej. Job 20, 4-5 “¿No sabes tú que desde siempre,
desde que el hombre está sobre la tierra,
el júbilo del malvado es breve,
momentáneo el gozo del impío?”

Palabras clave: Sirven para expresar el tema principal de un poema y, secundariamente,


para indicar la estructura del mismo. La forma más fácil para determinar la presencia de palabras
clave es tabular las palabras repetidas en un poema y así establecer su frecuencia comparativa y
posiciones relativas. No sólo pueden ser verbos o sustantivos sino también adjetivos, preposicio-
nes, partículas, adverbios, etc.

ej. En el Sal 145, el sustantivo/adjetivo kol, “todo”, aparece 17x


En Is 66, 15-24 el verbo bô’, “venir”, aparece 6x
En Jr 13, 1-11 el sustantivo ’ezôr, “cinturón”, aparece 8x

La repetición tanto de frases como de líneas completas produce indicadores estructurales


tales como el “estribillo”, la “antífona” o la “inclusión”.

Estribillo: es la repetición de un verso o más en un poema, comúnmente en períodos re-


gulares. Suele concentrar el tema o la situación o la emoción central del poema, y así hace más
patente una estructura profunda del poema. Evidentemente, los estribillos segmentan un poema
en unidades menores (stanzas). Sal 23 ; Sal 66 ; Sal 79 ; Sal 107 ; Sal 135

CLASIFICACIÓN
1. Estribillo estricto. Las palabras permanecen inalteradas.
ej. Am 4, 4-12 “¡y no habéis vuelto a mí! oráculo de Yahveh!”

2. Estribillo variable. Las variaciones introducidas, aunque no lleguen a alterar completamente el


texto del estribillo, sin embargo lo cambian.
ej Sal 80, 4 (estribillo básico). v. 8 y 20 (modificaciones del patrón básico)

3. El coro. La diferencia básica entre el coro y el estribillo es su frecuencia de repetición.


El coro se repite después de cada línea.
ej. Sal 136 “...porque es eterno su amor.” (son antífonas litúrgicas)

Sal. 8,2.10: YHWH Señor nuestro, qué majestuoso tu nombre en toda la tierra
………………………………………………………………………………
YHWH Señor nuestro, qué majestuoso tu nombre en toda la tierra

Sal. 42,6-7a.12; 43,5:


¿Por qué desfalleces vida mía y murmuras sobre mí?
Espera a Dios porque aún lo alabaré, salvación de mi rostro Dios mío
……………………………………………………………………………………
¿Por qué desfalleces vida mía y por qué murmuras sobre mí?
14
Espera a Dios porque aún lo alabaré, salvación de mi rostro Dios mío
……………………………………………………………………………………
¿Por qué desfalleces vida mía y por qué murmuras sobre mí?
Espera a Dios porque aún lo alabaré, salvación de mi rostro Dios mío

Sal. 46,8.12: YHWH Ṣebaôt en medio de nosotros


baluarte para nosotros el Dios de Jacob
…………………………………………..
YHWH Ṣebaôt en medio de nosotros
baluarte para nosotros el Dios de Jacob

Sal. 136,1-3s. Den gracias a YHWH, porque es bueno


porque es eterno su amor.
Den gracias al Dios de los dioses
porque es eterno su amor.
Den gracias al Señor de los señores
porque es eterno su amor.22

Teniendo en cuenta que la poesía es declamada en público, la repetición permite a la


audiencia volver a escuchar un verso que podría haber perdido. Pero también refuerza la
estructura de un poema y ayuda a enlazar sus componentes. Y desde el punto de vista retórico, su
función puede ser la de crear un efecto dramático o enfatizar aquello sobre lo que se quiere
insistir.

c.2. Par de palabras paralelas. Estrictamente considerado, un par de palabras


paralelas se emplea, sobretodo, en un verso, donde un componente del par se sitúa en A y el
segundo en B.

Para atribuir a dos palabras de un verso el status de “par de palabras”, cada una debe
pertenecer a la misma clase gramatical (verbo, sustantivo, etc.), los dos componentes deben
aparecer en líneas paralelas y deben ser relativamente frecuentes (siempre en paralelo
apareciendo en diferentes libros bíblicos).23

Pueden ser: sinónimos (tierra/ polvo) – antónimos (derecha / izquierda) – correlativos


(ciego/sordo) – aumentados (desierto/ desierto árido) – epitéticos (Hazael / el hijo de Hadad) –
repetitivos (la misma palabra) – fijo + variantes (elemento A fijo + elem. B variable, o viceversa:
vino con mosto; aceite, jugo de uva…) – invertidas (en orden...)

Función: dan “letra” al poeta – facilitan la comprensión – permiten sorprender con la


novedad (idem métrica!).

22 El coro repite a cada verso el estribillo como un eco persistente, haciendo presente sobre la variación de la historia
del Pueblo de Dios, lo inalterable, lo que nunca cambiará, lo que ofrece la base para el futuro: la fidelidad del Señor.
23 Aunque hacía tiempo que se conocía que los poetas hebreos utilizaban un conjunto de pares de palabras, solamen-

te cuando comenzaron los estudios sobre literatura ugarítica (o cananea), quedó manifiesta la frecuencia con que
tales pares de palabras tenían lugar. Esto aconteció porque la poesía ugarítica también usaba un amplio espectro de
pares de palabras; y no sólo esto, sino también que un alto porcentaje de los pares utilizados era idéntico a los he-
breos.
15
Jer. 48,5: Porque la cuesta de Luhit con llanto continuo la suben;
porque a la bajada de Horonaim se oyen gritos angustiosos de destrucción.

Prov. 5,3: Porque miel destilan los labios de la extraña


más suave que el aceite es su paladar.

Sal. 7,17: Revierte su obra en su cabeza,


su violencia en su cerviz recae.

Sal. 78,1: Escucha, pueblo mío, mi instrucción


tiende tus oídos a las palabras de mi boca.

Eclo. 3,9: Pues la bendición del padre afianza la casa de los hijos
y la maldición de la madre destruye los cimientos.

c.3. Merismo: Es un caso especial de par de palabras. El merismo reduce a dos


miembros una serie completa o divide en dos mitades una totalidad. El número binario es
fundamental y es esencial que los dos miembros representen la totalidad, que es lo que importa.

Am. 9,2b: Si fuerzan la entrada del šeol mi mano de allí los agarrará
si suben hasta el cielo yo los haré bajar de allí.

Is. 32,16: Reposará en la estepa la equidad


y la justicia morará en el campo fértil..

Job 29,8: Se retiraban los jóvenes al verme


y los viejos se levantaban y quedaban en pie.

Sal. 49,2-3: Oigan esto todas las naciones


escuchen todos los habitantes de la tierra
tanto hijos de adán como hijos de hombre
rico y pobre a la vez

Sal. 115,15: benditos ustedes [los] de YHWH


el que hizo los cielos y la tierra

Sal. 121,5-8: YHWH [es] el que te cuida


YHWH [es] tu sombra
[está] a tu derecha
de día el sol no te dañará
ni la luna en la noche
YHWH [es] el que te cuida de todo mal
Él cuida tu vida
YHWH cuida tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre.

Véase también: Sal. 121,6.8; 139,1-10.


16
El merismo aplicado al reconocimiento de Dios:

Is. 41,4: ¿Quién [lo] realizó y [lo] hizo?


El que llama a las generaciones desde el principio
yo YHWH el primero
y con los últimos yo soy

Is. 45,5-7: Yo soy YHWH no hay ningún otro


fuera de mí no hay dios.
Yo te he ceñido y no me conocías
a fin de que conozcan desde el sol levante hasta el poniente
que nada hay fuera de mí
Yo soy YHWH no hay ningún otro
el que formo la luz y el que crea la tiniebla
el que hace la dicha y el que crea la desgracia
yo YHWH el que hace todo esto.

Véase también: Is. 43,10; 44,6; 45,15; 51,6; 55,6.9.

c.4. El quiasmo:
Figura de repetición invertida (a,b // b,a). Función: estructural (abrir o cerrar una sección,
unir componentes, indicar la mitad del poema…) o expresiva (merismo, inversión de situación,
negación o prohibición, antítesis…).
Estructura concéntrica: tiene un elemento central no repetido (a, b, c, b, a). Centra la
atención en ese elemento.
Quiasmo especular (o estructura palindrómica): la segunda línea repite los componentes
de la primera en secuencia inversa (es muy raro)
a1 a2 a3
Is 22, 22 abrirá, y nadie cerrará,
cerrará, y nadie abrirá.
a3 a2 a1

Quiasmo parcial: comprende un conjunto de patrones en los cuales la posición de un


elemento del dístico permanece fuera del quiasmo constituido por los otros elementos de las dos
líneas.

Dt 33, 26b que cabalga, los cielos en tu auxilio abc


en su majestad las nubes c’ b’

Quiasmo trístico o tricolon (ABA): Estrofas donde las dos líneas exteriores son idénticas.
Son muy raros, y los ejemplos están confinados a los Sal 27,14 y 118,15-16 (BJ3):

A ¡La diestra de Yahvé hace proezas, ab


B magnífica es la diestra de Yahvé, b’ a’ contando esta línea 2x = [ AB(B)A ]
A la diestra de Yahvé hace proezas! ab

17
3. CUALIDADES INTERNAS DE LA POESÍA HEBREA.

Consideramos, a continuación, algunas peculiaridades de estilo que pueden reconocerse


en la poesía hebrea ofrecida por la Biblia. Éstas son determinadas por la época, las condiciones
de vida y el medio ambiente de los autores bíblicos, aunque ciertamente muchos de ellos se
empleaban en el lenguaje oral.

a) El símil o la comparación: Se trata de una semejanza expresada entre dos objetos


de clases distintas, con el objeto de dar más vivacidad a una de ellas.

Mis días han sido más raudos que la lanzadera,


han desaparecido al acabarse el hilo (Job 7,6).

Mis días han sido más raudos que un correo,


se han ido sin ver la dicha.
Se han deslizado lo mismo que canoas de junco,
como águila que cae sobre la presa (Job 9,25-26).

Una esperanza guarda el árbol


si es cortado, aún puede retoñar
y no dejará de echar renuevos.
Incluso con raíces en tierra envejecidas,
con un tronco que se muere en el polvo,
en cuanto siente el agua reflorece
y echa ramaje como una planta joven.
Pero el hombre que muere queda inerte
cuando un humano expira ¿Dónde está? (Job 14,7-10).

Como frescor de nieve el día de la siega


el mensajero leal, para el que lo envía,
conforta el ánimo de su señor.
……………………………………………….
Martillo, espada, flecha aguda
es el hombre que da testimonio falso contra su prójimo (Prov. 25,15.18).

Más blanda que la crema es su boca [la de los malvados]


pero su corazón es sólo guerra,
sus palabras, más suaves que el aceite,
son espadas desnudas (Sal. 55,22).

El hombre como la hierba son sus días,


como la flor del campo así florece;
porque pasa por él un soplo y ya no existe,
ni el lugar donde estuvo vuelve a conocerle (Sal. 103,15-16).

Sean como la hierba de los techos que se seca antes de arrancarla.


De ella no llena el segador su mano
18
ni su regazo el gavillador (Sal. 129,6).

b) La metáfora: Es el arte de trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado


en virtud de una comparación tácita. Es un uso especial de las palabras que privilegia uno o más
de sus parámetros semánticos. La selección de una determinada metáfora es tarea del poeta;
cuando el lector logar descifrarla, tiene lugar la interpretación correcta. Suelen distinguirse la
metáfora de la comparación al menos por dos rasgos: consiste en una sola palabra o frase y no
junta dos planos, sino que sustituye uno por otro, o superpone uno sobre otro. Dice; quiere decir.

Contra mí tu hostilidad renuevas, redoblas tu saña sobre mí


tropas de relevo vienen contra mi (Job 10,17).

Era yo los ojos del ciego y del rengo los pies (Job 29,15).

También yo estoy lleno de la ira de YHWH [Jeremías]


y cansado de retenerla.
La verteré sobre el niño de la calle
y sobre el grupo de jóvenes juntos. (Jer. 6,11).

Muchos pastores destruyeron mi viña,


hollaron mi heredad
cambiaron mi hermosa heredad
en un desierto desolado (Jer. 12,10).

Y yo que estaba como cordero manso llevado al matadero [simil]


sin saber que contra mí tramaban maquinaciones:
“Destruyamos el árbol en su vigor [metáfora]
borrémoslo de la tierra de los vivos
su nombre no vuelva a mentarse” (Jer. 11,19).

YHWH desde Sión ruge


y desde Jerusalén da su voz (Am. 1,2a)

YHWH, mi roca y mi baluarte, mi liberador, mi Dios;


la peña en que me amparo,
mi escudo y fuerza de mi salvación,
mi ciudadela y mi refugio (...)
Las olas de la muerte me envolvían,
me espantaban las trombas de Belial,
los lazos del abismo me rodeaban,
me aguardaban los cepos de la Muerte (...)
Tú eres, YHWH, mi lámpara,
mi Dios que alumbra mis tinieblas;
con tu ayuda las hordas acometo,
con mi Dios escalo la muralla (Sal. 18,3.5-6.29-30).

De mi vida errante llevas tú la cuenta,


19
recoge mis lágrimas en tu odre (Sal. 56,9).

Pues por ti sufro el insulto


y la vergüenza cubre mi semblante;
para mis hermanos soy un extranjero
un desconocido para los hijos de mi madre;
pues me devora el celo de tu casa
y caen sobre mí los insultos de los que te insultan (Sal. 69,8-9).

Sé para mí una roca de refugio,


alcázar fuerte que me salve,
pues mi roca eres Tú
y mi fortaleza (Sal. 71,3).

Tu cuello, como torre de marfil [simil]


Tus ojos, las piscinas de Jesbón, junto a la puerta de Bat Rabbim [metáfora]
Tu nariz, como la torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco [simil]
(Ct. 7,5).

c) Alegoría: Tiene dos cualidades. Una genética: en su producción precede la


percepción conceptual y sigue la transposición imaginativa. Otra de desarrollo: entre la visión
intelectual y la proyección imaginativa hay correspondencia miembro a miembro. Para que haya
alegoría, el momento intelectual tiene que estar articulado y la imagen debe traducirlo en
paralelo riguroso.

Voy a cantar en nombre de mi amigo el canto de mi amado a su viña.


Mi amigo tenía una viña en una loma fértil.
La cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas escogidas;
Edificó una torre en medio de ella
y también excavó un lagar.
Él esperaba que diera uvas,
pero dio frutos agrios.
Y ahora, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá,
sean ustedes los jueces entre mi viña y yo.
¿Qué más se podía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho?
Si esperaba que diera uvas
¿Por qué dio frutos agrios?
Y ahora les haré conocer lo que haré con mi viña.
Quitaré su valla, y será destruida,
derribaré su cerco y será pisoteada.
La convertiré en una ruina,
y no será podada ni escardada.
Crecerán los abrojos y los cardos,
y mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella.
Porque la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel,
y los hombres de Judá son su plantación predilecta.
¡Él esperó de ellos equidad y hay efusión de sangre;
20
esperó justicia, y hay gritos de angustia! (Is. 5,1-7).

Véanse también: Ez. 17,1-10; Prov. 24,30-34; Sal. 80.

d) Personificación: Se trata de los casos en que cualidades abstractas adquieren


rasgos personales.

¡Griten, cielos, de júbilo, porque YHWH lo ha hecho!


¡Clamen profundidades de la tierra!
¡Lancen gritos de júbilo, montañas,
y bosque con todo su arbolado!
Pues YHWH ha rescatado a Jacob
y manifiesta su gloria en Israel (Is. 44,23).

Ya está cerca su salvación para quienes le temen


y la Gloria morará en nuestra tierra.
Amor y Verdad se han dado cita
Justicia y Paz se abrazan.
La Verdad brotará de la tierra
y de los cielos se asomará la Justicia.
El mismo YHWH dará la dicha
y nuestra tierra su cosecha dará.
La Justicia marchará delante de Él
y con sus pasos trazará un camino (Sal. 85,10-14).

Sí, Dicha y Gracia me acompañarán todos los días de mi vida


mi morada será la casa de YHWH a lo largo de los días (Sal. 23,6).

Envía tu Luz y tu Verdad, ellas me guíen,


y me conduzcan a tu monte santo, donde tus Moradas (Sal. 43,3).

Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo. Les dirás: Si yo hago venir la es-
pada sobre un país, y la gente de ese país escoge a uno de los suyos y le ponen
como centinela; y éste, al ver venir la espada sobre el país, toca el cuerno para
advertir al pueblo: si resulta que alguien oye bien el sonido del cuerno, pero no
hace caso, de suerte que la espada sobreviene y le mata, la sangre de este hombre
recaerá sobre su propia cabeza. Ha oído el sonido del cuerno y no ha hecho caso:
su sangre recaerá sobre él. En cambio, el que haya hecho caso, salvará su vida.
Si, por el contrario, el centinela ve venir la espada y no toca el cuerno, de suerte
que el pueblo no es advertido, y la espada sobreviene y mata a alguno de ellos,
perecerá éste por su culpa, pero de su sangre yo pediré cuentas al centinela (Ez.
33,2-6).

Véanse también Is. 49,13; Prov. 8,12-36; Sab. 8,2; Job 28,14.22.

21
e) Elipsis: Ocurre cuando en determinados enunciados o discursos, ciertos elementos
necesarios de la oración, no se encuentran y, sin embargo, se comprende lo que se quiere decir.
En otras palabras, elipsis es la supresión de un elemento exigido por el contexto.

Ve,
tómate una mujer dada a la prostitución
e hijos de prostitución (Os. 1,2).

Toquen el cuerno en Guibeá


la trompeta en Rama (Os. 5,8).

Para abrir los ojos ciegos


para hacer salir del calabozo al prisionero
de la cárcel a los que habitan en la oscuridad (Is. 42,7).

Alza los ojos a los calveros y mira


¿En dónde no fuiste gozada?
A la vera de los caminos te sentabas para ellos,
como el árabe en el desierto,
y manchaste la tierra con tus fornicaciones y malicia (Jer. 3,2)

f) Hipérbole: Es la técnica por la cual se aumenta o exagera aquello de lo que se


habla, con el objeto de resaltar su importancia. Se trata de un artificio retórico común a la
mayoría de las literaturas, pero es en el Antiguo Oriente donde resultaba ser una práctica común,
especialmente para describir a personajes importantes. La poesía hebrea tiende más a la
hipérbole que a la sobriedad.

¿A quién te compararé?
¿A quién te asemejaré hija de Jerusalén?
¿Quién te podrá salvar y consolar, virgen, hija de Sión?
Grande como el mar es tu quebranto
¿Quién te podrá curar? (Lam. 2,13).

Tomó Job la palabra y dijo:


¡Perezca el día en que nací
y la noche que dijo: “Un varón ha sido concebido!”
El día aquel hágase tinieblas
no lo requiera Dios desde lo alto,
ni brille sobre él la luz.
Lo reclamen tinieblas y sombras
un nublado se cierna sobre él
lo estremezca un eclipse.
Sí, la oscuridad de él se apodere
22
no se añada a los días del año
ni entre en la cuenta de los meses
Y aquella noche hágase inerte
impenetrable a los clamores de alegría.
Maldíganla los que maldicen el día
los dispuestos a despertar a Leviatán.
Sean tinieblas las estrellas de su aurora
la luz espere en vano
y no vea los párpados del alba. (Job 3,2-9)

¡Ah, si pudiera pesarse mi aflicción


si mis males se pusieran en la balanza juntos!
Pesarían más que la arena de los mares
por eso mis razones se desmandan. (Job 6,2-3)

Sucederá aquel día que los montes destilarán vino


y las colinas fluirán leche
por todas las torrenteras de Judá fluirán las aguas
y una fuente manará de la Casa de YHWH
que regará el valle de las Acacias.
(Jl. 4,18)

Boca de impío, boca de engaño, se abren contra mí.


Me hablan con lengua de mentira,
con palabras de odio me envuelven,
me atacan sin razón.
En pago de mi amor, se me acusa, y yo soy sólo oración;
se me devuelve mal por bien y odio por mi amor:
‘¡Suscita a un impío contra él, y que un fiscal esté a su diestra;
que en el juicio resulte culpable, y su oración sea tenida por pecado!
¡Sean pocos sus días, que otro ocupe su cargo;
queden sus hijos huérfanos y viuda su mujer!
¡Anden sus hijos errantes, mendigando, y sean expulsados de sus ruinas;
el acreedor le atrape todo lo que tiene, y saqueen su fruto los extraños!
¡Ni uno solo tenga con él amor, nadie se compadezca de sus huérfanos,
sea dada al exterminio su posteridad,
en una generación sea borrado su nombre!
¡Sea ante YHWH recordada la culpa de sus padres,
el pecado de su madre no se borre;
estén ante YHWH constantemente,
y Él cercene de la tierra su memoria!’ (Sal. 109,1-15).

Véanse también: Sal. 69,5; 73,9; 78,26-27; Job 20,17.

g) Ironía: Es una burla fina y disimulada. Esta figura retórica consiste en dar a
entender lo contrario de lo que se dice. El principal efecto es incrementar la distancia entre el
locutor y el oyente.

23
¡Vayan a Betel a rebelarse,
multipliquen en Guilgal sus rebeldías,
lleven de mañana sus sacrificios
cada tres días sus diezmos;
quemen levadura en acción de gracias,
y pregonen las ofrendas voluntarias,
¡Grítenlas, ya que es eso lo que les gusta, hijos de Israel! (Am. 4,4-5).

Baja, siéntate en el polvo virgen, hija de Babel!


¡Siéntate en tierra, destronada hija de los caldeos! (…)
Ya no se te volverá a llamar la dulce, la exquisita.
¡Quédate, pues, con tus sortilegios y tus muchas hechicerías
con que te fatigas desde tu juventud!
¿Te podrán servir de algo?
¿Acaso harás temblar?
Te has cansado de tus planes.
Que se presenten, pues, y que te salven
los que describen los cielos,
los que observan las estrellas
y hacen saber, en cada mes, lo que te sucederá (Is. 47,1.12-13)

¡Qué bien has sostenido al débil


y socorrido al brazo inválido!
¡Qué bien has aconsejado al ignorante,
qué hábil talento has demostrado! (Job 26,2-3)

Véanse también: Is. 5,22; 46,1-2; Ez. 20,39; 39,17-20; Jer. 11,15; 19,1-9; Lam. 4,21; Job
12,2; 21,3; 26,2-3.

h) Hendiadis: Es la expresión de un concepto compacto pero complejo en su


constitución, mediante el uso de palabras separadas, normalmente sustantivos. En general se
emplean dos sustantivos, unidos por una conjunción, para expresar una única idea pero compleja.
Las dos palabras pueden ser yuxtapuestas o unidas por una conjunción, o ser una aposición. Por
eso, los dos componentes no hay que considerarlos separadamente, sino en combinación en una
unidad simple.

Sal. 55,6: Miedo y temblor me invade


(el v. está en singular; luego, puede traducirse “un terror espantoso”)
un escalofrío me atenaza.

Hab. 3,11: Tú también quedarás embriagada, estarás escondida


(Dado el paralelismo, es probable que, por hendiadis, deba traducirse “te
embriagarás escondida”).
tú también buscarás refugio del enemigo.

Is. 51,19: Estas dos cosas te han acaecido


24
¿Quién te conduele?
Saqueo y quebranto, hambre y espada
¿Quién te consuela?
(Si señala que se trata de “dos cosas”, por hendiadis hay que traducir “Un saqueo
que quebranta y un hambre que mata”).

Esd. 8,22: La mano de nuestro Dios es favorable sobre todo el que lo busca,
pero también su poder y su cólera están sobre el que lo abandona.
(Dado el paralelismo, es probable que, por hendiadis, deba traducirse “su
poderosa cólera”)

i) Preguntas retóricas: Consiste en la propuesta de una pregunta que no requiere


respuesta, porque tanto el que habla como el que escucha la saben de antemano. Es posible que
su empleo tenga su origen en técnicas orales de composición poética. Muchos libros del Antiguo
Testamento contienen preguntas retóricas, pero se destacan Job y Jeremías.

Job 38,1-9: YHWH respondió a Job desde el seno de la tempestad y dijo:


¿Quién es éste que empaña el Consejo
con razones sin sentido?
Ciñe tus lomos como un bravo
voy a interrogarte, y tú me instruirás.
¿Dónde estabas tú cuando fundaba yo la tierra?
Indícalo, si sabes la verdad.
¿Quién fijó sus medidas? ¿Lo sabrías?
¿Quién tiró el cordel sobre ella?
¿Sobre qué se afirmaron sus bases?
¿Quién asentó su piedra angular
entre el clamor a coro de las estrellas del alba
y las aclamaciones de todos los Hijos de Dios?
¿Quién encerró el mar con doble puerta,
cuando del seno materno salía borbotando
cuando le puse una nube por vestido
y del nubarrón hice sus pañales
cuando le tracé sus linderos
y coloqué puertas y cerrojos?

Jer. 14,19-22: ¿Es que has desechado a Judá?


¿O acaso de Sión se ha hastiado tu alma?
¿Por qué nos has herido, que no tenemos cura?
Esperábamos paz, y no hubo bien alguno
el tiempo de la cura, y se presenta el miedo.
Reconocemos, YHWH, nuestras maldades, la culpa de nuestros padres
que hemos pecado contra ti.
No desprecies, por amor de tu Nombre
no deshonres la sede de tu Gloria.
Recuerda, no anules tu alianza con nosotros.
¿Hay entre las Vanidades gentílicas quienes hagan llover?
25
¿o acaso los cielos dan de suyo la llovizna?
¿No eres tú mismo, oh YHWH?
¡Dios nuestro, esperamos en ti
porque tú hiciste todas estas cosas!

Am. 3,3-6: ¿Caminan acaso dos juntos, sin haberse encontrado?


¿Ruge el león en la selva sin que haya presa para él?
¿Lanza el leoncillo su voz desde su cubil, si no ha atrapado algo?
¿Cae un pájaro a tierra en el lazo, sin que haya una trampa para él?
¿Se alza del suelo el lazo sin haber hecho presa?
¿Suena el cuerno en una ciudad sin que el pueblo se estremezca?
¿Cae en una ciudad el infortunio sin que YHWH lo haya causado?

Véanse también: Is. 10,9.15; 49,24; 66,9; Jer. 2,14.31; 8,19.22; Miq. 2,7; Jl. 1,2; Prov.
5,17-23; 22,26-27; Ecl. 7,16-17; Eclo. 10,28-29.

j. Símil o comparación: Metáfora, pero con “como”: “X es /como/ Y respecto de Z”.

Jb 29,15 Yo era ojos para el ciego

k. Oxímoron: Une dos expresiones semánticamente incompatibles: “agua seca”.

4. FORMAS LITERARIAS DE LA POESÍA DIDÁCTICA.

Sin pretender hacer un catálogo exhaustivo de todas las formas literarias en las que Israel
expresó didácticamente sus conocimientos, presentamos algunas de ellas con la intención de
percibir las distintas maneras de ofrecer la enseñanza de los sabios.

a) Los proverbios numéricos: Es una forma peculiar del proverbio que expresa el
deseo innato de contar y enumerar las cosas, comportamientos o virtudes. Revela una voluntad
de orden como vehículo para controlar la realidad. Su punto de partida es el paralelismo de
números, empleado en la introducción, la cual enuncia el tema en líneas muy generales y da los
números en sentido ascendente. También es característico el desarrollo del tema, en el que la
escueta indicación numérica inicial va cobrando contenido sucesivamente, hasta el número más
alto de los indicados. Es probable que este tipo de proverbios refleje también un método usado
en las escuelas para enseñar y para aprender.

Seis cosas hay que aborrece YHWH,


y siete son abominación para su alma:
ojos altaneros, lengua mentirosa,
manos que derraman sangre inocente,
corazón que fragua planes perversos,
pies que ligeros corren hacia el mal,
testigo falso que profiere calumnias,
y el que siembra pleitos entre los hermanos (Prov. 6,16-19).

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Tres cosas hay que me desbordan
y cuatro que no conozco:
el camino del águila en el cielo,
el camino de la serpiente por la roca,
el camino del navío en alta mar,
el camino del hombre en la doncella (Prov. 30,18-19).

Nueve cosas que imagino tengo por felices en mi corazón,


y una décima la diré con mi lengua:
el hombre que recibe de sus hijos contento,
que ve, en vida, la caída de sus enemigos.
Feliz quien vive con mujer juiciosa,
quien no ara con un buey y un asno,
quien no se desliza con su lengua,
quien no sirve a amo indigno de él;
feliz quien ha encontrado la prudencia,
y quien la expone a oídos que escuchan.
¡Qué grande el que ha encontrado la sabiduría!
Mas no aventaja a quien teme al Señor.
El temor del Señor sobresale por encima de todo,
el que lo posee,¿a quién es comparable? (Eclo. 25,7-11)

Véanse también: Prov. 30,21-23; Sal. 62,12-13; Job 5,19-22; 25,7-11; 26,5-7; 50,25-26;
Eclo. 23,16-17.

b) El enigma: Muy emparentada con la forma anterior, el enigma se presenta como


un desafío intelectual a ser resuelto. Puesto que la vida es misteriosa y no está gobernada por ley
alguna, al menos en el sentido de las “leyes de la naturaleza” de los griegos, la tradición
sapiencial popular poseía cierto carácter lúdico, una habilidad para observar las ironías de la vida
y aprender de ellas. Ya la reina de Saba puso a prueba la sabiduría de Salomón basándose en
enigmas (cf. I Re. 10,1s.). El enigma hay que proponerlo (Sal. 49,5); y nos consta que el
repertorio de los maestros de sabiduría estaba lleno de proverbios enigmáticos. Es muy posible
que los proverbios numéricos vistos anteriormente, no sean más que una especie del género del
enigma. De hecho, la esencia del enigma consiste en jugar a descubrir la verdad. El enigma
esconde la verdad; el juego la saca a la luz.

Hay tres cosas de paso gallardo


y cuatro de elegante marcha:
el león -fuerte entre los animales-, que ante nada retrocede,
el esbelto gallo o el macho cabrío,
y el rey que arenga a su pueblo (Prov. 30,29-31).

¿Qué hay más pesado que el plomo? ¿Cómo se llama?


Necio (Eclo. 22,14).

Véanse también: Prov. 1,6; 23,29s.; Sal. 78,2; Sab. 8,8; Eclo. 25,7-11; 39,3.
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c) Proverbios de estilo autobiográfico: En algunos casos, la presentación de los
conocimientos reviste un carácter de hallazgo absolutamente personal, como si se tratara de una
experiencia vivida por el maestro. El libro del Eclesiástico sería el más indicado para suponer
que originariamente estaba basado en una experiencia personal. Pero también es cierto que la
forma autobiográfica puede ser, a la vez, un recurso estilístico. Al usar este recurso, el sabio se
hace personalmente responsable de los conocimientos que transmite.

He pasado junto al campo de un perezoso,


y junto a la viña de un hombre insensato,
y estaba todo invadido de ortigas,
los cardos cubrían el suelo,
la cerca de piedras estaba derruida.
Al verlo, medité en mi corazón,
al contemplarlo aprendí la lección:
‘Un poco dormir, otro poco dormitar,
otro poco tumbarse con los brazos cruzados
y llegará, como vagabundo, tu miseria
y como un mendigo tu pobreza’ (Prov. 24,30-34).

Así lo he visto:
los que labran maldad y siembran vejación, eso cosechan (Job 4,8).

Véanse también: Sal. 37,25s.; 73,2s.; Job 5,3; Prov. 7,6s.; 24,30s.; Eclo. 31,12; 33,16-18;
51,13-16.

d) El poema didáctico: Para ejemplificar esta forma, podemos acudir al libro de Job,
donde se encuentran en los discursos de los amigos, cuatro poemas sobre el fin del malvado, del
violento. En dos casos se ha conservado una típica referencia didáctica: Ésta es la suerte del
malvado (Job 20,29; 27,13), o la requisitoria introductoria: Escúchame, que voy a hablarte (Job
15,17; 8,8).

Porque el hombre y la bestia tienen la misma suerte:


muere el uno como la otra;
y ambos tienen el mismo aliento de vida.
En nada aventaja el hombre a la bestia, pues todo es vanidad.
Todos caminan hacia una misma meta;
todos han salido del polvo
y todos vuelven al polvo (Ecl. 3,19-20).

Véanse también: Job 27,13-23; Sal. 37; 49; 73; 139.

e) Diálogos: Una buena parte de la literatura polémica del antiguo Oriente reviste la
forma de diálogo, por ser ésta la manera más idónea para desarrollar una cuestión. Comparada
con la abundante literatura dialógica que nos han legado el antiguo Egipto y Mesopotamia, la
literatura didáctica de Israel sólo ofrece los diálogos de Job con sus amigos. En estos diálogos no
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se encuentran caracterizaciones de los diversos personajes ni hay contacto vital entre los
interlocutores. En el libro de Job, muchas veces, da la impresión que el protagonista no ha
escuchado atentamente. Más aún, hay ocasiones en las que ambos contrincantes están
defendiendo posturas muy semejantes. En los diálogos, las ideas se van desarrollando en
multitud de planos como forma de presentar la amplitud de la problemática.

f) Fábula: La fábula es una de las formas primitivas de expresión de la actividad


intelectual humana. No persigue esencialmente un fin moral, sino que simplemente quiere
presentar una verdad, una realidad, algo que es de esa manera. La fuerza del fenómeno poético
de la fábula se encuentra en el recurso de velar las realidades cotidianas con el mundo de lo irreal
y el encantamiento. Pero es eso lo que le da a la verdad un carácter mucho más incisivo que la
propia vida diaria, donde es fácil que pase inadvertida. El Antiguo Testamento no contiene más
que un pequeño número de fábulas. Esto puede deberse a su concepción religiosa final, que
desempeñó un papel decisivo en la selección de la literatura de Israel.

Los árboles se pusieron en camino para ungir a uno como su rey. Dijeron al olivo: ‘Sé tú
nuestro rey.’ Les respondió el olivo: ‘¿Voy a renunciar a mi aceite con el que gracias a mí
son honrados los dioses y los hombres, para ir a vagar por encima de los árboles?’ Los
árboles dijeron a la higuera: ‘Ven tú, reina sobre nosotros.’ Les respondió la higuera:
‘¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a vagar por encima de los
árboles?’ Los árboles dijeron a la vid: ‘Ven tú, reina sobre nosotros.’ Les respondió la
vid: ‘¿Voy a renunciar a mi mosto, el que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a
vagar por encima de los árboles?’ Todos los árboles dijeron a la zarza: ‘Ven tú, reina
sobre nosotros.’ La zarza respondió a los árboles: ‘Si con sinceridad venís a ungirme a
mí para reinar sobre ustedes, lleguen y cobíjense a mi sombra. Y si no es así, brote fuego
de la zarza y devore los cedros del Líbano.’ (Jue. 9,8-15).

Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: ‘El cardo del Líbano mandó a
decir al cedro del Líbano: Dame tu hija para mujer de mi hijo; pero las bestias salvajes
del Líbano pasaron y pisotearon el cardo.’ Cierto que has batido a Edom y tu corazón te
ha envanecido; sé glorioso, pero quédate en tu casa. ¿Por qué exponerte a una
calamidad y a caer tú y Judá contigo? (II Re. 14,9).

Véase también: II Sam. 12,1-4.

g) Relato didáctico: Se trata de la presentación de un determinado conjunto de


acontecimientos según la línea de su desarrollo fáctico y desprovisto de todo artificio que pueda
darle una tonalidad enigmática. Lo que realmente enseñan son los propios acontecimientos y su
desarrollo, aunque el modo concreto de expresar la intencionalidad didáctica varía notablemente.
Por ejemplo, la historia de José (Gn. 37,2-50,26) es extremadamente comedida y reservada. Lo
mismo sucede en los pasajes narrativos del libro de Job (Job 1,1-2,13; 42,7-17). Sólo en dos
breves resúmenes el narrador se distancia de su propio relato para interpelar directamente al
lector: En todo esto no pecó Job, ni profirió la menor insensatez contra Dios (Job 1,22); En todo
esto no pecó Job con sus labios (Job 2,10b). La historia de Tobías expone abiertamente y sin
circunloquios todo su contenido didáctico; de hecho, no sólo los acontecimientos enseñan, sino
que el propio narrador pone en boca de sus personajes una infinidad de consejos y de máximas.
El relato de Judit también tiene una intención didáctica. El tema del libro -a pesar de estar
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enmarcado en un ambiente político y bélico- es la afirmación de la unicidad del Dios de Israel
que, aunque puesta en tela de juicio, queda demostrada por los acontecimientos históricos.

h) Oraciones: La investigación sobre el Salterio ha conducido a reconocer en él una


serie de salmos sapienciales. Si bien no se puede hablar de la existencia de un género específico
de oraciones didácticas, puede apreciarse la presencia de un lenguaje común y de una temática
más o menos uniforme (cf. Sal. 49; 73; 139). Lo que permite aislar esos poemas de entre la
enorme cantidad de salmos son la decidida orientación pedagógica y el tono reflexivo sobre
problemas teológicos. Se trata de un tipo de poesía de escuela, de época postexílica, orientada a
al instrucción de los discípulos. En esta dirección se inscriben los salmos que meditan sobre la
Ley de Israel, que exaltan la manifestación de YHWH como única fuente de conocimiento y
brújula para orientarse en la vida (cf. Sal. 1; 34; 37; 49; 111; 119; 127; 128).

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