Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La naturaleza y el ser humano están íntimamente relacionados, a tal grado que dependemos
enteramente de nuestro entorno. Nuestro habitad ejerce una influencia directa y necesaria en
nosotros y nuestra alimentación, siendo esta la principal y única fuente de sustento para el
desarrollo de la especie humana. A pesar de lo prescindible que el hombre es de la naturaleza,
su territorio es diezmado debido a la expansión y depredación de zonas verdes para el único y
egoísta beneficio de la humanidad. Sumando a lo anterior, el impacto que se genera en la
fauna es catastrófico; alterando así el equilibrio natural de todos los seres vivos, incluido el
hombre.
La agricultura es una de las principales fuentes de alimento, siendo uno de los sectores de
producción que presenta un 80% al aporte calórico mundial; siendo la mayor contribución
alimenticia, cubriendo la demanda de alimentación directa como frutas, verdura y vegetales
para los humanos. La demanda mundial de productos agrícolas será permanente mientras
nuestra especie habite sobre la faz de la Tierra, pero dicha necesidad aumentará a medida que
la población aumente; como ejemplo en 1997-99, el 61 por ciento de la población mundial
estaba viviendo en países en los que el consumo medio de alimentos per cápita era superior a
2 700 kcal/día, aunque se espera que el consumo global de alimentos crezca tan sólo a una
tasa que será la cuarta parte de la observada en el periodo mencionado anteriormente.
Con esta disminución en el consumo global de alimentos se espera reducir la huella ecológica
mundial que esta actividad ha producido a lo largo de los años. Pero la otra problemática de la
agricultura es el espacio destinado para su desarrollo, en donde cada vez más terrenos se
conviertan en tierras de cultivo, a expensas de la selva y los bosques del mundo. Hasta 849
millones de hectáreas de terrenos naturales se encuentran en riesgo de degradación antes de
2050 si las tendencias actuales de uso de la tierra continúan, pero se plantean ideas e
iniciativas de agricultura inteligente, para preservar tanto el suelo, la flora y la fauna silvestre.
Al mermar espacios de fauna virgen para actividades agrícolas, los animales de este hábitat se
ven directamente afectados, alterando el equilibrio simbiótico de muchas otras especies;
debido a su continua interacción entre sí. Si esta estabilidad natural se altera, o si una especie
se extingue, pueden tener un efecto irreversible en cadena hasta afectar directamente al
hombre. Como ejemplo tenemos a las abejas que abastecen el 90% de los alimentos del
mundo, las abejas polinizan más del 70% de ellos. Además, polinizan más de 25.000 especies
de plantas con flores; y si estos insectos desaparecieran, el sustento humano se vería en
emergencia y podría conducir a nuestra extinción.