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Atlas Comparativo de la Defensa en América Latina y Caribe / Edición 2010

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Pensar la Región

América Latina y el Caribe: avances


retóricos sin acuerdos vinculantes
Francisco Rojas Aravena
Secretario General de FLACSO.

América Latina continúa siendo una zona de paz. En la justicia, los parlamentos, los medios de comunicación,
región se constata un bajo grado de conflictividad interes- la sociedad civil y la Iglesia. El escenario político latino-
tatal, con reducidas amenazas militares. Sin embargo, en americano consecuentemente muestra una alta hetero-
América Latina y el Caribe tenemos una alta preeminencia geneidad, fragmentación e, incluso, en algunos países
de la violencia, constituyendo a la región en una de las polarización, lo que dificulta que América Latina tenga
más violentas del mundo; la que con un 8% de la pobla- una sola voz.
ción mundial, tiene un 40% de los homicidios y un 60% La búsqueda de unidad e integración ha sido una
de los secuestros. Todo ello representa crecientes riesgos y constante de los países de la región desde el momento
amenazas a la seguridad por el uso de la fuerza. de su fundación hace 200 años. Sin embargo, es más
El nuevo contexto latinoamericano y caribeño, su la frustración que los éxitos. Sin una visión plural y
nuevo mapa político genera procesos simultáneos que compartida, construida sobre la base del diálogo y el
tienden a la integración y la fragmentación. Importantes desarrollo de consensos, no será posible tener una pers-
turbulencias políticas han afectado a la región en los pectiva política estratégica que sea capaz de ordenar las
últimos años; con ello la convivencia y la gobernabi- distintas dimensiones y orientar el proceso integrador
lidad democrática se han debilitado. Incluso han sido infundado en políticas de Estado. El último esfuerzo en
puestas en cuestión. Desde 1990, diez Presidentes no este camino fue la Cumbre de la Unidad, celebrada en
han terminado sus mandatos, lo que se puede traducir Cancún en febrero de 2010. Allí se reflejaron con gran
–en la mayoría de los casos - por golpes de Estado de fuerza tres situaciones: retórica integracionista, grados
“nuevo tipo”. Los riesgos de retorno al pasado se han crecientes de desconfianza, y falta de voluntad políti-
incrementado, la crisis y el golpe en Honduras son una ca para avanzar. Incluso es difícil construir una agenda
clara evidencia. compartida en la región debido a su heterogeneidad y
La región no posee un liderazgo claro; no existe a la falta de voluntad política.
un líder en la región que pueda orientar un proyecto Todo ello se produce en un nuevo contexto inter-
compartido. América Latina y el Caribe no tienen un nacional de mayor interdependencia y de mayor auto-
proyecto político estratégico ni una visión común. Los nomía de la región. Brasil, como potencia emergente,
modelos de desarrollo se hacen cada vez más disímiles. ha demostrado que puede participar en el escenario
Existe un fuerte debate sobre los modelos, formas e global. La cooperación sur –sur avanza. La hegemonía
instrumentos para superar la pobreza, la inequidad y tradicional es puesta en cuestión. Desde la región se
la marginación social. Las distintas visiones separan y demandan relaciones desde el respeto a la asociación.
fragmentan las opciones políticas. Ello queda de mani-
fiesto cuando se analizan aspectos como la inserción en
el proceso de globalización, los modelos de desarrollo Defensa y seguridad:
político, económico, social y cultural, los proyectos mi- ¿caminos paralelos o convergentes?
litares y las políticas de defensa, las alianzas internacio- En la actualidad tres países del hemisferio se encuen-
nales, las opciones referidas al comercio internacional; tran en guerra: Colombia, México y Estados Unidos. En
y, en especial, las formas de relación al interior del sis- los dos primeros casos es una guerra interna en con-
tema político sobre la división de poderes, el rol de la tra del crimen organizado, que está involucrando cre-

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cientemente a los países centroamericanos, en especial si no se manejan de manera adecuada.


a Guatemala y Honduras. Estados Unidos apoya estas En el caso de Colombia su particular relación con los Es-
guerras mediante programas específicos: Plan Colombia tados Unidos (referida al Plan Colombia, pero en especial
e Iniciativa Mérida. Su grado de atención a la región es las facilidades que decidió otorgar a los Estados Unidos en
relativamente bajo, sus guerras están en Afganistán e siete bases militares), generó rechazo y preocupación en
Irak. América Latina y el Caribe viven una situación de el ámbito suramericano, más allá de las diferencias políti-
violencia desconocida aún durante las guerras revolu- co-ideológicas que pudieran reflejar los distintos países. Es
cionarias en Centroamérica en la década de los 80. una seria preocupación por la presencia militar extranjera
La década de los 70 y 80 fueron de dictaduras en la en el territorio suramericano. La Secretaria de Estado esta-
región. Luego vino una etapa de transición democráti- dounidense, Hillary Clinton, se comprometió, en reunio-
ca promisoria. Fue una época en la cual las sociedades nes con mandatarios latinoamericanos, a entregar la infor-
de la región se recuperaron de una situación en la cual mación necesaria que, en su criterio, permitiría desactivar
el Estado representó una de las principales amenazas a las preocupaciones. Sin embargo, las tensiones recurrentes
sus pueblos por la aplicación de la llamada doctrina de en “la gran Colombia” dificultan los espacios de diálogo
seguridad nacional. A lo largo de la década de los ‘90, para abordar estos temas.
América Latina y el Caribe lograron importantes avances En este contexto, los países de la región latinoameri-
en la reducción de los contenciosos y de los conflictos cana han incrementado de manera importante su gas-
interestatales y, en especial, la desmilitarización de éstos. to militar, en un contexto de ausencia de medidas de
Con posterioridad al inicio del siglo XXI, el interés y la confianza mutua y de renuencia a suscribir acuerdos
atención a los procesos tendientes a desactivar la conflic- vinculantes. En forma coincidente con el período de
tividad se redujo, y no se dio seguimiento adecuado a bonanza económica de América Latina (2003-2008) los
muchas de las acciones desarrolladas, en particular a las gastos militares aumentaron casi en un 100%. Los pro-
medidas de confianza mutua y de seguridad (MCMyS). veedores son los miembros permanentes del Consejo
En la actualidad se constata en muchas naciones de la de Seguridad de Naciones Unidas. Los arreglos subre-
región un vacío de presencia estatal en diversas áreas o gionales tendientes a lograr acuerdos efectivos en esta
en las principales ciudades, lo que genera nuevas vul- área siguen siendo una aspiración, como mostró la De-
nerabilidades y amenazas sobre la población. Es en este claración de Lima de OEA.
contexto donde actores no estatales, de carácter trans- En el terreno de la seguridad, la violencia cobra cada
nacional, están amenazando la estabilidad y la seguri- vez más víctimas, produce más refugiados y desplaza-
dad en cada uno de nuestros países. dos, y se incrementan los costos económicos de la segu-
Enfrentamos distintos tipos de amenazas y debemos ridad para todas las sociedades. En México las víctimas
hacer frente a diferentes tipos de violencia. Por un lado, anuales están superando las 25.000 personas, y en el
se encuentran los temas referidos a la soberanía y las caso de Colombia los desplazados suman más de 2.5
fronteras que se vinculan con las políticas de defensa y millones. Los homicidios dolosos en América Latina se
el poder militar. Por otro, la violencia generada por el incrementan generando una situación de temor y trans-
crimen organizado, las pandillas juveniles y por el uso forman a la región en la más violenta del mundo. Los
de armas livianas. Adicionalmente, podemos señalar promedios nacionales de homicidios por cada 100 mil
una re-emergencia de conflictividad vinculada a recur- habitantes son: Guatemala 48, El Salvador 52, y Hondu-
sos y al medio ambiente. ras 58. El crimen transnacional está afectando a todos
En el ámbito de la defensa y la soberanía, el conflic- los países latinoamericanos. Sus redes se encuentran
to entre Ecuador, Colombia y Venezuela, con particular interconectadas globalmente y hacen uso eficiente de
énfasis entre estos dos últimos, se ha mantenido en el las tecnologías de punta y en muchos casos están su-
tiempo y se ha incrementado de manera muy importan- perando en capacidad operativa y poder de fuego a las
te en los últimos dos años. Los roces son constantes. Las autoridades estatales. Esta situación muestra las grandes
declaraciones de los líderes de esos países muestran el dificultades de coordinación y cooperación interestatal,
alto grado de desconfianza, lo que incrementa las difi- a la vez que se evidencia la interconexión mundial del
cultades de encontrar vías de solución diplomáticas. La crimen organizado.
amenaza del uso de la fuerza está latente y es necesario La principal amenaza de seguridad al Estado de De-
desactivarla. También en el ámbito de la defensa, se recho y al imperio de la ley, en un contexto de frágiles
pueden señalar tensiones derivadas de situaciones fron- democracias latinoamericanas, lo constituye el crimen
terizas en Centroamérica, en el Caribe y en Suramérica. organizado. La respuesta, desde México a Colombia, pa-
Situaciones que pudieran derivar en tensiones y riesgos sando por los países centroamericanos e incluso algunas

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acciones en Río y Sao Paulo (Brasil), es la militarización. la diversidad, de integración con pluralismo y de cohe-
Ella trae en paralelo la privatización de la seguridad y sión regional con soberanía nacional. Los bicentenarios
la guerra; lo que despoja al Estado del monopolio de la de las independencias son un importante incentivo en
fuerza. Esta política no ha dado los resultados espera- estos procesos de convergencia. El Consejo de Defen-
dos. El caso más evidente es el del Plan Colombia en lo sa Suramericano de UNASUR se ha propuesto metas
referido al tráfico de drogas; aunque logró avances en muy ambiciosas; sin embargo, los avances y consensos
el control de subversión. Enfrentar el crimen organizado alcanzados no han logrado transformarse en acuerdos
requiere de una acción concertada subregional, regio- vinculantes. Más allá de los principios de gradualidad y
nal, hemisférica y global. flexibilidad en el desarrollo institucional, las ambiciosas
En el terreno medio ambiental la conflictividad entre propuestas en el ámbito de las MCMyS o de suscripción
Ecuador y Colombia, y entre Argentina y Uruguay en- de un Tratado sobre Paz, Seguridad y Cooperación no
contró un camino por medio de la Corte Internacional logran transformarse en medidas prácticas, para deses-
de Justicia. Sin embargo, es posible que emerjan nue- calar los conflictos en la región vinculados al tema de
vos conflictos vinculados al medio ambiente y recursos, la defensa. Los temas referidos a la seguridad deben ser
para los cuales no existe una institucionalidad adecuada tratados en el Consejo Suramericano de Lucha contra
para gestionarlos. las Drogas, sin embargo, los avances en este Consejo
Frente a estos conflictos que tienen posibilidades de son mínimos. Se establece una diferencia esencial res-
escalar no existe una doctrina compartida para enfren- pecto a las labores policiales y militares, sin embargo,
tarlos. Tampoco sobre los roles de las fuerzas armadas ello no se condice con la práctica que muestran las ac-
y policías. Incluso, más allá de las diferencias políticas ciones de los países miembros donde la militarización
e ideológicas, las formas de enfrentar la defensa y la se- confunde los roles.
guridad son muy variadas, lo que dificulta construir una Sin avanzar en un contexto político de confianza entre
estrategia común. Todos los actores reclaman que se los mandatarios (as) y líderes de los países latinoame-
requiere un enfoque comprensivo transnacional y glo- ricanos y caribeños, no se avanzará en la transparencia
bal; sin embargo, no se alcanzan acuerdos sustantivos y en el desarrollo de medidas de confianza mutua. Las
sobre los conceptos que pudiesen propiciar una visión propuestas y los consensos alcanzados en esta materia
común. En este campo el principal actor es Estados Uni- muestran una alta densidad, la cual prevalece en el pa-
dos, mientras que la Unión Europea tiene poco peso y pel y no en acuerdos vinculantes y verificados.
están ausentes otros actores como los países asiáticos. Los mecanismos para desactivar situaciones de ten-
La pobreza, la inequidad y desigualdad son parte im- sión de carácter vecinal, como los acuerdos entre Co-
portante de los riesgos y amenazas a la seguridad. En lombia y Venezuela, son letra muerta, han dejado de
este tema tampoco los países saben cómo enfrentar y tener uso. En otros casos, se han dilatado las reuniones
resolver la situación, ni tienen planes concertados sos- posponiéndolas en el tiempo. Si no se usa la institucio-
tenibles en el corto plazo. nalidad para los fines que fueron creadas, la descon-
fianza se incrementa.
Es esencial trabajar para consolidar, legalizar y legi-
Avances desinstitucionalizados. timar la institucionalidad creada, que se alcanza con la
¿Cómo establecer cooperación? ratificación de los tratados suscritos. Es necesario pro-
Si se mira el esfuerzo de construcción institucional ducir un diálogo efectivo, franco y transparente para
debe señalarse que no existe una institucionalidad abordar las situaciones complejas, que logre vincular
efectiva en la prevención y resolución de conflictos en el nivel de retórica con los acuerdos sustantivos que se
América Latina y el Caribe. Sin embargo, si se miran alcancen. Un aspecto esencial en este proceso es esta-
situaciones específicas como el esfuerzo de UNASUR, blecer mecanismos de verificación.
en Centroamérica y en el Caribe el panorama debería La IX reunión de Ministros de Defensa de las Améri-
ser más auspicioso. No obstante, UNASUR y su Con- cas, a celebrarse en Bolivia, puede ser un espacio ade-
sejo de Defensa no han sido ratificados aún. UNASUR cuado y oportuno para consolidar los objetivos de estas
es un proyecto político de cooperación e integración, Cumbres Ministeriales. La reunión de Santa Cruz puede
en un sentido amplio, que abarca desde lo económico abrir espacios para desarrollar conceptos compartidos
comercial a la defensa y la seguridad. Uno de sus ob- en cada una de las subregiones, informarlos al conjunto
jetivos esenciales es desarrollar la identidad compartida de la región y desarrollar confianza y diálogo en pro de
de culturas diferentes. Es una propuesta de unidad en la paz y la seguridad.

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Documento de análisis:

Defensa y cooperación en el hemisferio:


el confuso cuadro actual
Hal Klepak
Profesor Emérito del Royal Military College de Canadá.

La naturaleza estridente de gran parte de las actua- menudo reacios a pensar en términos de cooperación
les relaciones interamericanas e inter-latinoamerica- con aquellas mismas fuentes de amenaza.
nas debería hacernos reflexionar acerca de los peli- Cuando la historia de esas relaciones se pone en
gros que subyacen cuando la retórica (y más que la discusión, la probabilidad de que las consideracio-
mera retórica), se cruza a las esferas de defensa y mi- nes de defensa sean un factor de “empuje” favorable
litar, amenazando las esperanzas compartidas por la para la cooperación y la unidad por lo general no es
cooperación, la integración y el desarrollo. Las fuer- muy grande. Casi se podría decir que las políticas de
zas armadas y las políticas de defensa son la suma defensa y las fuerzas armadas tradicionalmente con-
de las consideraciones de soberanía y de los temores sisten en no bajar la guardia y en no llevar adelante
sobre los vecinos propios, y en ocasiones también experimentos con la integración y la cooperación que
sobre otros Estados. De hecho, la existencia de tales pudieran poner en peligro su independencia, y rara
políticas y fuerzas y su importancia son normalmente vez tratan de hacer algo semejante.
el resultado de las consideraciones de amenazas que En la práctica, sin embargo, la situación en las Amé-
provienen de otros. No es de extrañar, entonces, que ricas en las últimas décadas no ha reflejado este tra-
los responsables de luchar contra esas amenazas, así dicional estado de situación, un punto sobre el cual
como aquellos que -como los militares- usan planea- la región debería seguramente sentirse orgullosa. Mu-
mientos del “peor escenario” para prepararse, sean a chas veces en nuestro hemisferio la defensa como

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tema ha sido un elemento de construcción de coope- 1992-1996. Tras la firma en 1996 del Tratado Marco
ración para los países del continente, antes que un de Seguridad Democrática por todos los Estados de
freno. Lejos de la experiencia histórica en Europa o América Central, la relación entre los militares de la
Asia, donde la defensa ha tenido tendencia a ser el región cambió abruptamente. Se pusieron en marcha
último (o cerca del último) eslabón de la construc- medidas de fomento de la confianza de un alcance sin
ción de la cooperación y la unión, en las Américas precedentes, al igual que una amplia gama de otros
ese rubro de la actividad nacional e internacional ha mecanismos de cooperación. Esto también jugó un
sido usado de manera frecuentemente original y tem- importante papel en el restablecimiento de un clima
prana, solidificando los esfuerzos para lograr una co- más amplio de cooperación e integración, que resultó
operación económica y política más profunda. en el renacimiento del Mercado Común Centroameri-
En América del Norte, por ejemplo, podemos pen- cano y de muchas otras iniciativas más amplias.
sar en la extraordinaria transformación del contexto Hasta el papel histórico de México como el “gigante
Canadá-Estados Unidos, enfrentados durante siglos, del Norte” de Centroamérica se ha visto afectado en
que cambiaron en menos de cuarenta años a ser uno las últimas décadas por esfuerzos militares, con las
de los ejemplos más impresionantes de cooperación fuerzas armadas de México moviéndose rápidamen-
en defensa que el mundo de hoy conoce. El papel de te para ayudar a los países de América Central para
la cooperación bilateral durante la Segunda Guerra hacer frente a los desastres naturales. La mejora del
Mundial, cuando Ottawa vio que era posible coope- prestigio de México y el nivel de confianza regional
rar con Washington en la esfera militar sin ser aplas- en él han crecido y permitido que esfuerzos como
tado como un enano por el gigante, fue esencial para el Plan Mérida obtuvieran una mejor recepción en la
reducir la percepción histórica canadiense hacia los región.
Estados Unidos como una amenaza. Más tarde el rol Incluso entre Cuba y los Estados Unidos ha existido
de la NORAD y la OTAN en la construcción de con- un nivel de cooperación de defensa en asuntos clave,
fianza bilateral fueron claves para la evolución de una tales como el control de la inmigración ilegal y el
actitud de mutuo respeto, que reemplazó en una ge- apoyo a la base de Estados Unidos en Guantánamo,
neración y pico tres siglos de preparación canadiense desmintiendo la idea de que la confianza mutua y
para defenderse de invasiones del sur. A la vez, Es- la cooperación entre estos dos países era, de algu-
tados Unidos llegó a comprender que Canadá no era na manera, imposible. Por el contrario, en la década
simplemente un caballo de Troya para Gran Bretaña, del ´90 hubo considerable cooperación militar y de
sino que buscaba una relación amistosa con su enor- seguridad entre ambos, involucrando la seguridad y
me vecino. Sin esos cambios de perspectiva hubiese el acercamiento a Guantánamo, el manejo de los so-
sido simplemente inconcebible que la cooperación brevuelos de aviones en ruta hacia zonas afectadas
política y un eventual tratado de libre comercio fue- por desastres, y otras medidas conjuntas más públicas
ran posibles. Fue la defensa la que abrió la puerta a contra la inmigración ilegal que preocupaba a ambos
ese cambio de percepción. países. Y aunque nadie argumentaría que esto iba a
También en América Latina hay muchos casos no conducir a una integración política o a la coopera-
tan lejanos en el tiempo, donde algo similar ha pa- ción económica, sí se ha traducido en una reducción
sado. De manera dramática, los programas nucleares de la tensión y al menos en la apertura de las comu-
de Brasil y Argentina jugaron un papel importante nicaciones entre ellos.
como área de cooperación eventual en temas centra- También en Mercosur la cooperación militar ha sido
les entre los dos países. Pasaron de ser un punto de una parte importante y creciente de los movimientos
discordia y sospechas entre Brasilia y Buenos Aires, a encaminados a una integración más amplia y la co-
ser una muestra evidente de buena voluntad y deseo operación política en el ámbito regional y en algunos
de buscar cambios fundamentales en la rivalidad his- contextos bilaterales. La cooperación militar conjunta
tórica entre ambos, y eventualmente, el reemplazo de entre Argentina y Brasil está ahora muy avanzada y
esa rivalidad por una relación estrecha y amistosa. al igual que como entre Argentina y Chile, una vol-
La relación entre los países centroamericanos, una te face total comparada a los precedentes históricos.
vez más foco de desconfianza en la mayor parte del Chile y Argentina tienen incluso en sus manos la pre-
período transcurrido desde finales de 1830, también paración de una fuerza conjunta –aunque pequeña-
cambió con el fin de las guerras civiles en el período denominada Cruz del Sur, en gran contraste con su

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experiencia pasada. Y si bien las relaciones entre La de este negativismo, los avances sub-regionales en
Paz y Santiago siguen siendo un punto muerto en el la cooperación no han sido la excepción sino la re-
nivel más formal, la cooperación entre Bolivia y Chi- gla. Mientras menos y menos atención se presta a
le en el área de defensa es sorprendente y recuerda los asuntos de seguridad hemisférica, otras iniciativas
a ambas partes que hay mucho por ganar trabajan- han sido nada menos que notables, dado el estado
do para establecer confianza en campos importantes general de las relaciones interamericanas e incluso
fuera de lo puramente diplomático. Todo esto natu- entre América Latina. La UNASUR, la unión de los
ralmente refuerza movimientos más amplios hacia la países sudamericanos que antes sólo se soñaba, em-
cooperación económica y política. pieza a mostrar signos reales de dinamismo en la
A nivel hemisférico, asimismo, las reuniones bi- construcción de una agenda de defensa regional. Y
anuales de las Conferencias de Ministros de Defensa su Consejo de Defensa Suramericano también parece
de las Américas se han convertido en una medida ser una iniciativa conjunta crecientemente seria, con
de fomento de la confianza de gran alcance, desde trabajo hecho para fundar un centro regional de estu-
que el proceso se inició en Williamsburg en 1995; dios estratégicos, construir una impresionante gama
y las reuniones de los comandantes de los ejércitos, de medidas de fomento de la confianza, y otras inicia-
armadas y fuerzas aéreas, desde la década de 1960, tivas en curso. Si bien para muchos es preocupante la
continúan siendo reuniones amistosas donde se fo- exclusión de otras naciones de las Américas, no hay
menta la cooperación. No cabe duda de que el nivel duda de que como iniciativa regional es impresionan-
de confianza que estas reuniones ayudan a generar te y tiene perspectivas reales para constituirse en un
tiene un efecto de propagación a otros campos, o al foro de defensa y seguridad de América del Sur con
menos apoya otros esfuerzos por reducir las posibles influencia e importancia.
tensiones y las rivalidades históricas en el área central Asimismo, el Sistema de Seguridad Regional en el
de la defensa. Caribe Oriental ha demostrado su utilidad no sólo
en el área de lucha contra los estupefacientes, sino
El presente también en el apoyo a la complicada pero exitosa
La dificultad radica en que todo este pasado de Copa Mundial de Cricket de 2007. Y en el Gran Cari-
elementos favorables procedentes de la defensa para be, las iniciativas conjuntas, como un proyecto piloto
el objetivo más amplio de cooperación económica y de formación única y la escuela para el conjunto de
política, regional o hemisférica, actualmente se está la Comunidad del Caribe, están funcionando bien. Y
aprovechando menos de lo que se podría. El progre- permitiendo que las fuerzas de seguridad de esos paí-
so continuado de estos esfuerzos se encuentra ahora ses aborden cuestiones difíciles de alcanzar con las
frente a un contexto que algunos analistas consideran -hasta ahora- elusivas economías de escala en el área
la peor fase de las relaciones diplomáticas interame- de defensa.
ricanas desde su independencia. Incluso durante la De hecho, podría decirse que es en la región del
guerra fría, con la ruptura generalizada de las relacio- Caribe donde las Américas y América Latina en parti-
nes con Cuba, no se vio nada similar al momento pre- cular tienen su mayor éxito conjunto. Porque en Hai-
sente. Al momento de la escritura de este documen- tí, Chile entregó una fuerza de reacción rápida de
to (septiembre de 2010), Bolivia y Chile, Ecuador y eficacia excepcional en los eventos que llevaron al
Colombia, Cuba y los Estados Unidos, y Venezuela y despliegue de la MINUSTAH, la misión de las Nacio-
Colombia, no mantienen relaciones diplomáticas for- nes Unidas vigente en la isla; Brasil ha brindado su
males entre sí; y entre los Estados Unidos y Bolivia, contingente más grande, así como su elemento vital
se mantienen relaciones pero no a nivel de embaja- de comando; y los latinoamericanos constituyen la
dores. Se han añadido consideraciones ideológicas a mayor parte de su fuerza. Muchos ven esto (o por lo
los temas tradicionales de fronteras y jurisdicciones, menos lo esperan) como la primera experiencia de
para producir una escena sombría de relaciones po- América Latina de conjunción al menos parcial, que
bres o nulas, insultos crecientes entre los dirigentes, podría allanar más el camino en el futuro.
y una intoxicación alarmante en la atmósfera política La CFAC, la reciente organización militar coopera-
regional. tiva centroamericana, es un éxito indiscutible, y co-
El panorama difícilmente podría ser más confuso rona los esfuerzos de los años de la post-guerra civil
y aparentemente contradictorio. Porque en medio y el fomento de la confianza que los caracterizó. La

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organización no sólo se prepara conjuntamente para menudo inciertos. Aquellos anteriormente optimistas,
el mantenimiento y misiones sobre desastres natura- que veían los golpes como cosa del pasado, ya sacu-
les, sino que también construye confianza. Y hacia el didos por el de Venezuela en 2002, ahora raramente
norte, el acercamiento lento pero seguro de México a mantienen esta posición, y las divisiones ideológicas
la cooperación de defensa norteamericana es un he- y otras que arruinan al hemisferio se han hecho real-
cho muy apreciado por sus vecinos estadounidenses mente evidentes.
y canadienses. Desde el levantamiento zapatista en La llegada con mayor fuerza de los poderes extra-
Chiapas de 1994, y ahora reforzada por las presiones regionales también ha tenido un impacto. China es-
sobre la seguridad interior de México de los últimos pecialmente -pero en menor medida también la India
meses, la relación con los Estados Unidos ha cono- e Irán-, están ahora presentes, aunque al menos en el
cido los inicios de lo que parece ser un cambio radi- ámbito de la defensa esta presencia ha sido limitada.
cal, con las tradicionales actitudes de los mexicanos En algunos círculos de Estados Unidos las intenciones
evolucionando con tanta rapidez que el país ha sido de China en la región son motivo de preocupación,
capaz y ha estado dispuesto a ayudar a los Estados pero Pekín ha tenido cuidado en disipar esos temores
Unidos, en forma dramática, durante el huracán Ka- con una política militar medida que evita acciones
trina en 2005. que podrían incrementar la ira de Washington. Es más
De nuevo en contraste, las cuestiones que causan el difícil decir adónde pueden conducir los intereses de
actual rencor en la región en el ámbito de la defensa Teherán y de Nueva Delhi, especialmente en el cam-
son muchas. Algunos han sido causados por las ac- po nuclear; pero los Estados Unidos, sin duda, obser-
ciones de Estados Unidos, tales como la reactivación van tales actividades cuidadosamente, lo cual lleva a
de la ya vieja IV Flota, una formación naval cuyo des- otra potencial fuente de discordia.
pliegue sólo había sido contemplado antes para los Los asuntos hemisféricos y latinoamericanos de de-
fines de la Segunda Guerra Mundial y de principios fensa están así en un contexto confuso, de aparente
de la guerra fría (1942-1950). Y que por tanto casi progreso combinado con una situación general de
seguramente haría levantar las cejas en gran parte de discordia generalizada y negativismo. Las divisiones
América Latina, en un momento de crecientes tensio- ideológicas que enfrentan al hemisferio y sus regio-
nes y desconfianza sobre las intenciones de Estados nes son realmente graves, y el envenenamiento de
Unidos en muchos de los gobiernos regionales. La la atmósfera hacia esfuerzos más amplios de coope-
formalización y ampliación de siete acuerdos sobre ración es real, aunque a menudo empapelado por
bases en Colombia, supuestamente meramente de éxitos a nivel subregional. Cuando esas fisuras se de-
apoyo para los esfuerzos anti-narcóticos, pero que en rraman al campo militar y de la defensa, adquieren
algunos documentos oficiales estadounidenses son una importancia que no necesariamente tienen si se
mencionados como un medio para permitir a dicho las deja en las esferas económicas e incluso políticas.
país operar con mayor eficacia en la escena militar en Los bombardeos a través de las fronteras, el man-
el conjunto de la región, difícilmente iba a dejar de tenimiento de fuerzas extra-regionales en bases sin
molestar a algunos países. La mención obviamente explicaciones suficientes ni convincentes, las guerras
absurda de Cuba en la lista estadounidense de Esta- de palabra con poca moderación del lenguaje, los
dos que apoyan al terrorismo, a pesar de su excelente despliegues militares en las fronteras cada vez que
historial contra ese flagelo, es otro punto de irritación las cosas se ven mal: todo ello apunta a profundizar
para muchos. divisiones que son realmente peligrosas cuando se
Todos ellos se combinan con el extraño papel de las lleva a la esfera militar. Será importante, como ha
los Estados Unidos en relación a los acontecimientos dicho el Secretario General de la OEA Insulza, tener
anteriores y posteriores al golpe de Estado en Hon- más y no menos oportunidades de diálogo, si se quie-
duras. Este evento trajo a luz los tradicionales golpes re mantener esa discordia dentro de ciertos límites. La
de Estado de la región con su unión de oligarquía, disposición para tal diálogo no siempre es visible, ni
iglesia, la embajada, y los intereses militares en el de- su urgencia al parecer siempre es entendida. Será un
rrocamiento del gobierno constitucional aunque cre- desafío ver que esta situación no perdure, y que este
cientemente ilegítimo de Zelaya. Causó conmoción contexto peligroso no sólo para la cooperación y la
en la región, especialmente en los gobiernos refor- integración, sino incluso potencialmente para la paz,
mistas cuyos vínculos con sus fuerzas armadas son a se mantenga bajo control.

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